Morfología

8. La derivación verbal. La parasíntesis

8.4 Verbos derivados en -ear y sus variantes (II). Usos traslaticios

8.4a La interpretación atributiva de los verbos mencionados en los § 8.3h-m procede de los estereotipos que se forman a partir de las nociones nominales correspondientes (véase también sobre este punto el § 15.5). Se mencionó en el § 8.3h el verbo bachillerear. Es hoy poco usado, pero todavía se registra en Nicaragua y otras partes de Centroamérica. Significa ‘hablar mucho e impertinentemente’ y se formó a partir del estereotipo que correspondía antiguamente a los bachilleres. En la lengua actual se percibe este mismo proceso en los verbos piratear, chalanear, chulear, caciquear, bastardear o caballerear (este último, menos usado), a partir de los rasgos estereotipados, casi siempre negativos, que se asocian con pirata, chalán, chulo, cacique, bastardo o caballero. Incluso en hombrear (‘hacerse el hombre, sobre todo un joven’, en uno de sus sentidos) interviene el estereotipo cultural que corresponde al sustantivo hombre cuando se interpreta atributivamente, como en Ya es un hombre: […] puede un caballero solazarse y hombrear, clavarse sus vasitos y adquirir conciencia de club (Ayerra, Lucha). La interpretación atributiva de la base nominal en estas formaciones se obtiene también en los verbos mayear y marcear, casi restringidos al refrán Cuando marzo mayea, mayo marcea.

8.4b Se opera un proceso metafórico similar en la interpretación de muchos de los verbos derivados de nombres de animales (recuérdense los § 8.3k-m). Así, en el significado de mariposear influye el movimiento continuo e irregular en torno a algo que se asocia habitualmente con las mariposas; en el de marranear, la suciedad que suele caracterizar al marrano; en el de zanganear, la ociosidad que tradicionalmente se atribuye al zángano. Se obtienen asociaciones análogas en otros verbos de este grupo. Cuando estas formaciones designan comportamientos típicos, así como disposiciones o actitudes, se construyen generalmente con sujetos de persona. Se registran, no obstante, algunas excepciones: el verbo caracolear se suele aplicar a los caballos, más que a las personas, en su acepción de ‘dar vueltas, hacer giros’. Otros verbos de esta clase que no indican maneras de comportarse, sino más bien propiedades que describen al sujeto o estados en los que se halla, admiten con normalidad sujetos que no designan personas: hormiguear se predica de las partes del cuerpo y de ciertos espacios: La calle hormigueaba de gente; serpentear, de los caminos, las rutas y otras vías, pero también de las personas o las cosas cuyo movimiento recuerda al de las serpientes: Más de 50 imágenes de la virgen María son paseadas en procesiones que serpentean por la ciudad (Fuentes, Espejo).

8.4c La interpretación de la base léxica en su uso traslaticio se extiende a otros muchos derivados. El significado de brújula, arpón, sable o bronce no es el literal en los usos más comunes de los verbos brujulear (‘orientarse con habilidad’ y ‘moverse sin rumbo fijo’), arponear (‘zaherir’), sablear (‘sacar dinero’) o broncear(se) (‘poner(se) moreno’). Se toma el sustantivo maíz en su sentido literal para formar maicear con el valor de ‘dar maíz a los animales’, pero se interpreta de manera figurada cuando significa ‘dar de comer bien a alguien’, como sucede en varios países de las áreas centroamericana y caribeña (en esta última zona, más frecuentemente en usos participiales: un animal maiceado ‘robusto, bien alimentado’).

8.4d También se le da a tufo el sentido figurado de ‘sospecha’ —acepción muy común en América— cuando se forma el verbo tufear (‘imaginar por conjetura siguiendo una pista’), que se usa en Honduras y otros países centroamericanos. En cambio, en atufar(se), que se describirá en el § 8.7l, el sustantivo tufo conserva su significado literal. Es figurado el sentido de basura en la base de basurear (‘arrojar basura sobre alguien’, es decir, ‘maltratar, menospreciar’), usado en muchos países americanos, pero especialmente en las áreas andina y rioplatense, además de en Chile: ¡Y ni soy un juguete ni me voy a dejar basurear aguantándolas haciendo lo que se les ocurra! ¿Entendieron? (Rovner, Compañía).

8.4e El sentido estereotipado o prototípico del sustantivo que constituye la base de la derivación está otras veces en el origen de ciertos verbos derivados cuya transparencia semántica es variable. El sustantivo china significa ‘niñera’ o ‘sirvienta’ en varios países centroamericanos y andinos. Consecuentemente, el verbo derivado chinear adquiere en estas mismas zonas el significado de ‘preocuparse mucho por alguien o algo’, obtenido como extensión de la propiedad que caracteriza prototípicamente al sustantivo sobre el que se forma: Las casadas habían llegado presurosas, chineando a sus hijos, al conocer la novedad (Ramírez, Baile).

8.4f Es débil, pero perceptible, la relación entre el sustantivo pirata y el verbo piratear en piratear una edición o piratear un CD, esto es, ‘copiarlos sin autorización’. En el español venezolano este vínculo es algo más laxo, ya que piratear se emplea también con el sentido de ‘realizar inadecuadamente una tarea’: El profesor pirateó la clase. El verbo babosear significa en el español general ‘manchar de babas’, pero en la lengua conversacional de muchos países americanos se usa también con el significado de ‘obsequiar en exceso’: La muchacha tenía sus planes y la señora se dio cuenta, pues, de que nos la estábamos baboseando muy bien y sacó a la muchacha de su casa (Burgos, E., Rigoberta). En México y parte de Centroamérica se interpreta de forma próxima a ‘holgazanear o vagar’, pero también como ‘hacer el tonto’ (de baboso ‘tonto, simple’). En el Uruguay se registra asimismo con el sentido de ‘herir, humillar’.

8.4g A pesar de que se perciban las extensiones de significado que se han descrito, el paso de la interpretación recta a la figurada del sustantivo en el esquema N-ear es relativamente fácil de comprender en la mayor parte de los casos mencionados. No lo es, en cambio, en la misma medida, en algunos otros. Así, el sustantivo cumbo (‘calabaza’, en Honduras) pasó a significar ‘elogio’ o ‘halago’, acaso porque el cumbo formaba parte de ciertas acciones de reconocimiento. Como resultado de esa extensión, el verbo cumbear se usa en el sentido de ‘halagar’ en ese país. De forma similar, el verbo nancear se deriva del sustantivo nance, que designa cierto arbusto de la familia de las malpigiáceas, así como su fruto (en parte del área mexicana y centroamericana). Además de ‘cosechar el nance’, este verbo significa en Honduras ‘perder el tiempo’, sentido derivado al parecer de la escasa productividad que se atribuye a la acción de cosechar dicho fruto. Existen muchos otros casos particulares análogos a estos. Como puede observarse, el sentido figurado pertenece unas veces al sustantivo de la base (como en tufo) y llega al verbo derivado. Otras veces, en cambio, es este último (como en nancear) el que adquiere un valor metafórico extendiendo su significación a otros sentidos más abstractos que no corresponden al sustantivo del que se deriva.

 

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