Sintaxis

13. El adjetivo y el grupo adjetival

13.14 Posición del adjetivo en el grupo nominal (II). Aspectos léxicos. Otros factores

13.14a Los adjetivos buen(o), lindo, menudo, valiente y bonito se caracterizan por ocupar la posición prenominal en contextos exclamativos, en los que se asimilan a los adjetivos de grado extremo o elativos13.3). Los tres últimos son algo más usados en el español europeo y los dos primeros son más frecuentes en el americano, si bien todos se documentan en los dos continentes. Ninguno de estos adjetivos se interpreta de manera literal en la posición antepuesta, en la que adquieren un valor cuantificativo (§ 13.9). A menudo reciben también un sentido contrario al que les corresponde como acepción básica, lo que da lugar a un efecto irónico: ¡Menudo problema tenemos!; ¡Valiente amigo te has echado!; ¡En {bonito ~ lindo} lío te has metido!; ¡Linda manera de saludar a tus papás! He aquí otros ejemplos del mismo tipo:

¡Menuda canallada le estás haciendo al querer que se quede de este modo! (Moix, Arpista); ¡Valiente libertad esa cuya existencia es incompatible con la lógica! (Fisas, Historias); En buen momento has ido a nacer (Martín Manuel, Poder); ¡Lindo tipo sos vos! (Daneri, Matar); —Valiente descubrimiento —dijo la abuela (Aguilar Camín, Error).

Estos grupos nominales ocupan la posición de foco inicial (§ 40.4), como pone de manifiesto la ubicación posverbal obligada del sujeto: Buen favor {me ibas tú ~ *tú me ibas} a hacer; ¡Menudo lío {ha armado tu marido ~ *tu marido ha armado}! Los adjetivos de este grupo son incompatibles con los adverbios exclamativos, ya que desempeñan su misma función y ocupan su posición sintáctica. De hecho, si se dijera ¡Qué valiente amigo te has echado!, se perdería el significado irónico, además de la estructura sintáctica característica de estas oraciones. Pueden verse otros aspectos de estas construcciones en los § 42.13q y 42.15f.

13.14b La posición prenominal induce un cambio de significado parecido, con similar sentido irónico, en los adjetivos antepuestos dichoso, bendito y famoso, entre otros. Así, el significado del adjetivo dichoso en tu dichoso programa de televisión (‘enfadoso, molesto’) no es el mismo que se reconoce en un día dichoso (‘feliz, placentero’). En los ejemplos que siguen se obtienen efectos irónicos similares con los adjetivos en posición antepuesta:

Con tu dichosa compasión lo estás dejando morir de la peor manera que se puede uno morir, poquito a poquito, pasándolas canutas (Marsé, Rabos); ¿Hasta cuándo va a durar tu famoso secreto? (Donoso, Elefantes); Chiquita, qué le va a pasar a su bendita animala. Además, es lo mejor de la finca (Rossi, María).

Es más rara, pero no imposible, la interpretación de signo contrario. Así, en Prendes esa cosa, y el condenado disco se pone a girar que se las pela (Wolff, Álamos), se atenúan los rasgos con los que los diccionarios caracterizan el adjetivo condenado (‘endemoniado, perverso, nocivo’). También se emplean con sentido irónico otros adjetivos ponderativos, como perfecto o soberano al combinarse con sustantivos de significado negativo. Santo antepuesto a ciertos sustantivos (sobre todo temporales) adquiere sentido irónico, especialmente en combinación con el cuantificador todo. Se ilustran estos usos a continuación:

Francamente, estoy portándome como un perfecto imbécil (Kociancich, Maravilla); Pero lo que sí parece una soberana tontería es que repartamos las migajas del pueblo muerto de hambre en gastos superfluos y mentirosos (Siglo 29/4/1997); ¡Está frío este condenado brebaje! (Riaza, Retrato); Aseguró que no tenía nada que hacer en toda la santa tarde (Pombo, Metro).

En varios de los casos mencionados, los sentidos que adquieren en posición prenominal los adjetivos descritos pueden ser reflejados en los diccionarios, lo que pone de manifiesto que la diferencia entre posiciones sintácticas se corresponde en tales casos con diferencias léxicas. Así, a los sentidos irónicos de menudo y de valiente en la exclamación corresponden sendas acepciones del DRAE. Es mucho mayor, sin embargo, el número de situaciones en las que el sentido que corresponde al adjetivo antepuesto no puede recogerse en los diccionarios.

13.14c En el § 13.2e se adelantó que los epítetos son adjetivos que, en lugar de restringir la denotación del sustantivo, ponderan o resaltan rasgos característicos de su significación. Tienen, por un lado, valor enfático, pero por otro se asocian con información que el hablante supone conocida por su interlocutor, o al menos accesible para él. Como se explicó anteriormente, aparecen casi siempre antepuestos y son característicos de la lengua literaria:

[...] dulce vecino de la verde selva (Villegas, Eróticas); […] del luciente cristal tu gentil cuello (Góngora, Sonetos); Y se quedará mi huerto, con su verde árbol (Jiménez, Antolojía); Sobre la verde hierba, sobre las áureas hojas, sobre la tierra dura, sobre la nieve […] se levantó el muro misterioso de los exorbitantes fantasmas (Mujica Lainez, Bomarzo); Esta dura tierra nuestra rinde culto, aun sin proponérselo, al desnudo realismo de los perfiles y de los colores (Beltrán Martínez, Pueblos); […] le escupa [una mujer] el amoroso y ruin vinagre del desprecio en los ojos y en la boca (Cela, Cristo).

No obstante, se documentan asimismo en varios registros de la lengua culta no necesariamente artística: una cálida acogida, su sensual mirada, un gesto de exquisita elegancia.

13.14d Se ha observado que la posición del adjetivo en el lenguaje de la lírica es muy inestable. En función de las necesidades del verso, un determinado adjetivo puede posponerse a un sustantivo, como en el primero de los dos textos que siguen, o anteponerse a él en otro texto del mismo autor:

En el duro hielo frío intento matar mi fuego (Herrera, Poesía); Blancas tus flechas son que yo reçelo, / tu arco blanco y rayos de alegría, / Amor, con que me hieres a porfía, / blanco es tu ardiente fuego y frío hielo (Herrera, Poesía).

La lengua literaria permite anteponer al sustantivo, con intención ponderativa o afectiva, adjetivos que en la lengua ordinaria solo se registran en posición posnominal y con interpretación restrictiva. Se dice, pues, en la lengua común Hoy he tenido un día cansado, con adjetivo pospuesto, lo que no impide que este mismo adjetivo admita la posición prenominal en la lengua literaria: Más convenible fuera aquesta suerte / a los cansados años de mi vida (Garcilaso, Poesías). Estas consideraciones, que se aplican a un gran número de situaciones similares, ponen de manifiesto que ciertos aspectos de la posición del adjetivo rebasan los límites de la descripción de la lengua común para entrar en las convenciones particulares de la lengua artística.

13.14e Gran número de adjetivos de sentido valorativo o afectivo aparecen antepuestos o pospuestos con igual naturalidad en cualquier registro, si bien la posición antepuesta (un peligroso delincuente) se suele asociar en la conciencia de los hablantes con los registros más formales, mientras que la pospuesta (un delincuente peligroso) no está marcada en este mismo sentido. Otros pares similares son los siguientes:

espesos nubarrones ~ nubarrones espesos; un entrañable amigo ~ un amigo entrañable; un importante cargo ~ un cargo importante; unos preciosos zapatos ~ unos zapatos preciosos.

13.14f El sentido físico o material de los adjetivos que poseen significados de esa naturaleza es característico del uso restrictivo, que se asocia con la posición posnominal. Así, cuando el adjetivo grande alude al tamaño de una persona o cosa casi siempre aparece pospuesto (un coche grande, un país grande). Por el contrario, cuando se quiere ponderar la calidad, la excelencia o el valor de alguien o de algo se emplea antepuesto (un gran coche, un gran país). Los adjetivos elativos o de grado extremo (§ 13.3) se anteponen o se posponen con naturalidad:

un inolvidable concierto sinfónico ~ un concierto sinfónico inolvidable; una espléndida vista panorámica ~ una vista panorámica espléndida.

Se anteponen asimismo muchos adjetivos calificativos con forma participial, como en su atormentada existencia, la esperada reforma, nuestro recordado benefactor. Sobre la posición de los participios pasivos en el grupo nominal, véanse los § 27.8l y ss.

13.14g Se ha observado en numerosas ocasiones que cuanto mayor sea el contenido descriptivo de un adjetivo —y, por tanto, menor su capacidad expresiva, valorativa o afectiva—, mayor será también su resistencia a aparecer antepuesto. Muy raramente se anteponen, por ello, adjetivos como postizo (uñas postizas), apócrifo (obra apócrifa), matutino (saludo matutino) y otros similares también de contenido descriptivo o clasificativo, sean o no relacionales. Asimismo, cuando una propiedad física como la forma, el aspecto, el tamaño o el color lleva asociado algún contenido figurado de naturaleza evaluativa, la anteposición favorece la prominencia de este rasgo. Se muestran a continuación algunas paráfrasis aproximadas de los sentidos que adquieren los adjetivos calificativos pospuestos y antepuestos:

nubarrones negros (‘oscuros’) ~ negros nubarrones (‘ominosos, amenazantes’);

hombre grande (‘corpulento’) ~ gran hombre (‘importante, de gran relevancia’);

personaje alto (‘de elevada estatura’) ~ alto personaje (‘importante en una jerarquía’);

delincuente vulgar (‘grosero’) ~ vulgar delincuente (‘común’);

país pobre (‘de escasos recursos’) ~ pobre país (‘desdichado’);

Esta diferencia permite que no haya contradicción en construcciones como pobre niño rico y otras similares. La interpretación depende en ocasiones del sustantivo elegido, lo que puede convertir la expresión en semiidiomática. El adjetivo bueno da lugar a sentidos diferentes en combinaciones como estas:

un buen día (‘agradable, placentero’); una buena universidad (‘de calidad’); un buen bistec (‘grande’); una buena persona (‘bondadosa, noble’); una buena oportunidad (‘aprovechable, positiva’).

13.14h Algunos adjetivos de sentido adverbial (recuérdense los § 13.8f y ss.) ocupan la posición prenominal: el presunto asesino; el supuesto amigo que lo recibió o Añadiré una última observación, pero otros muchos alternan en el orden sin cambios apreciables de significado:

un nuevo conflicto ~ un conflicto nuevo; su habitual café ~ su café habitual; sus constantes visitas ~ sus visitas constantes; el actual rector ~ el rector actual; un probable encuentro ~ un encuentro probable.

13.14i En gran parte de los casos en que los llamados adjetivos intersectivos (recuérdese el § 13.4a) pueden usarse también como adjetivos no restrictivos, se prefiere la posición prenominal para la interpretación adverbial y se reserva la posnominal para la interpretación restrictiva. Las paráfrasis del tipo «que lo es + adverbio o expresión adverbial» son adecuadas para mostrar el significado que adquieren los adjetivos en muchos de estos usos, como se vio en el § 13.8v. Se ilustran estos contrastes en los ejemplos siguientes, algunos tomados de ese apartado:

un amigo viejo (‘anciano’) ~ un viejo amigo (‘antiguo, que lo es desde hace tiempo’);

una respuesta falsa (‘no ajustada a la verdad’) ~ una falsa respuesta (‘que lo es falsamente, que no lo es en verdad’);

un lugar seguro (‘libre de peligro’) ~ un seguro ganador (‘que lo es, lo fue o lo será con seguridad’);

un negocio simple (‘no complejo’) ~ un simple negocio (‘que lo es simplemente, que no es otra cosa’);

un testimonio verdadero (‘veraz, cierto’) ~ un verdadero testimonio (‘que lo es verdaderamente’).

13.14j Otras veces los adjetivos calificativos se asimilan en algunos de sus usos a los determinativos, en el sentido que se dio a este término en el § 13.10a. Dicha interpretación se asocia casi siempre con la posición prenominal, mientras que la acepción correspondiente a la interpretación calificativa se relaciona con la posnominal. Se obtienen así pares como estos:

cierta esperanza (‘alguna’) ~ esperanza cierta (‘segura’);

determinadas cuestiones (‘ciertas’) ~ cuestiones determinadas (‘establecidas’);

dichas expresiones (‘esas’) ~ expresiones dichas (‘proferidas’);

diferentes acepciones (‘varias’) ~ acepciones diferentes (‘no iguales’);

medio salario (‘la mitad’) ~ salario medio (‘promedio’);

nuevo coche (‘otro’) ~ coche nuevo (‘no usado, sin estrenar’);

numerosas familias (‘muchas’) ~ familias numerosas (‘de muchos miembros’);

pura agua (‘ninguna otra cosa’) ~ agua pura (‘sin mezcla’);

semejantes improperios (‘tales’) ~ improperios semejantes (‘similares’);

una sola persona (‘única’) ~ una persona sola (‘sin compañía’).

El adjetivo tamaño, mencionado en el § 13.10k, solo se usa antepuesto.

13.14k Se comprobó en las páginas precedentes que los adjetivos calificativos posnominales se caracterizan por su valor restrictivo, frente al no restrictivo de los prenominales. Se ha observado en algunos estudios recientes que la posición del adjetivo está vinculada a la interpretación específica o inespecífica del grupo nominal, distinción que no está relacionada con las que se han introducido en los apartados anteriores. En los § 15.10, 20.9 y 48.4 se explica que las expresiones indefinidas pueden caer bajo el ámbito de una expresión cuantificativa o de un operador que haga sus veces, lo que da lugar a la lectura multiplicativa característica de esos contextos, como en Todos los estudiantes de la clase habían leído una novela (todos > una, según la convención que se usa en el capítulo 20), es decir, ‘alguna novela, quizás tantas como estudiantes’. En estos casos puede obtenerse también la interpretación en la que la expresión indefinida queda fuera del ámbito de ese cuantificador (una > todos), con lo que designa una persona o cosa en particular. Se ha observado que los adjetivos calificativos posnominales del español admiten ambas interpretaciones, mientras que los prenominales eligen la de ámbito mayor. Así, si se dijera Todos los estudiantes de la clase habían leído una novela famosa de la literatura española, cabría aceptar la lectura multiplicativa además de la interpretación en la que se hace referencia a una única novela. Sin embargo, la variante con el adjetivo antepuesto (… habían leído una famosa novela de la literatura española) fuerza esta última, es decir, la lectura de ámbito mayor en la expresión indefinida: una novela particular, la misma para todos. Por la misma razón, si se antepusiera el adjetivo subrayado que aparece pospuesto en Todos los días a las siete ponían en la televisión una película interesante, se obtendría la extraña situación en la que se repite diariamente el mismo título cinematográfico, ya que la posición antepuesta no es compatible con la interpretación distributiva (‘una distinta cada día’) en estos grupos nominales indefinidos. Se retomará esta cuestión en el § 15.9k.

13.14l La distinción introducida en el apartado anterior tiene algunas consecuencias sintácticas. Predice que los contextos en los que los indefinidos se interpretan como inespecíficos, o, en general, bajo el ámbito de ciertos operadores, rechazarán los adjetivos calificativos antepuestos. Con la excepción de algunos de los casos de semilexicalización a los que se hizo referencia en el § 13.13e, estos adjetivos se suelen rechazar, en efecto, con el cuantificador cualquiera. Se prefiere, por tanto, cualquier novela interesante a cualquier interesante novela (pero cf. cualquier buen espectáculo, en relación con lo afirmado al final del § 13.14g). Resultaría forzado, por las mismas razones, anteponer los adjetivos que se subrayan en los ejemplos que siguen, a menos que se desee obtener la interpretación de cita en la que se reproducen palabras pronunciadas antes (véase el § 48.1p sobre este uso): No vi ningún vestido elegante (a diferencia de Llevaba un vestido elegante, que acepta la anteposición); ¿Cuándo me has preparado tú un plato sofisticado? La anteposición del adjetivo resultaría asimismo poco natural en Un gesto amable siempre se agradece o en otras oraciones similares en las que, como sucede en esta, el indefinido ha de caer bajo el ámbito del adverbio siempre, pero la posición antepuesta lo impide al forzar la lectura en la que se designa cierto gesto particular.

13.14m En los § 15.8 y 23.5h, i se explica que los grupos nominales indefinidos se admiten en los contextos genéricos sin que estén presentes necesariamente expresiones adverbiales como siempre, habitualmente, por lo general y otras similares que determinan la interpretación genérica de esas oraciones. En consecuencia, resulta esperable que no se pueda anteponer el adjetivo en oraciones genéricas como Un perro sucio puede trasmitir enfermedades y otras muchas similares que se ajustan a la misma estructura. Se ha observado asimismo que las expresiones nominales indefinidas que contienen adjetivos elativos o de grado extremo reciben siempre la interpretación de ámbito mayor, es decir, la lectura específica: un día maravilloso, una película interesantísima, un libro espléndido.

13.14n No se obtienen lecturas multiplicativas en contextos indefinidos con los adjetivos que se acaban de mencionar, sea en la posición antepuesta o en la pospuesta. Así pues, en Todos los días a las siete ponían en la televisión una serie {interesante ~ interesantísima}, la segunda de las dos opciones se diferencia de la primera en que hace referencia a una única, la misma todos los días. La otra opción es compatible con la interpretación en la que cada día se emitía una serie distinta, siempre que fuera interesante, tal como se vio en los apartados precedentes. Esta propiedad se relaciona con el rechazo general de las expresiones de grado extremo a permanecer bajo el ámbito de ciertos operadores. Sobre la diferencia que se observa en pares como No vino {mucha ~ muchísima} gente, véase el § 48.5f.

13.14ñ Se pueden anteponer al sustantivo grupos adjetivales formados por un adjetivo con un modificador de grado, como en su muy digno discípulo, tan respetables personas o en […] tras el increíblemente afortunado contrato firmado en Londres (Schwartz, Conspiración). También se anteponen los grupos formados por adjetivos coordinados, como en un cómodo y lujoso coche o en […] aquella ilustre y clara pesadumbre (Garcilaso, Poesías). No lo hacen, en cambio, los grupos adjetivales que tienen complementos (*un fácil de arreglar problema), y tampoco los adjetivos que dejan su complemento en posición posnominal: un {*fácil problema ~ problema fácil} de arreglar; su {*suave piel ~ piel suave} al tacto; los {*felices turistas ~ turistas felices} de haber regresado sanos y salvos. Las excepciones que se han documentado, como una buena solución para todo el mundo, son dudosas porque el complemento preposicional puede serlo también del sustantivo. Los grupos adjetivales formados con superlativos y comparativos pueden fragmentarse, en cambio, en estas construcciones, como en El último corredor en alcanzar la meta o en Más amplios horizontes que estos de La Joya […] (Trigo, Jarrapellejos).

13.14o Los adjetivos pospuestos están habilitados para interrumpir la relación que se establece entre el nombre y su complemento. Lo hacen los que se subrayan en los ejemplos que siguen:

dos ramos bellísimos de rosas amarillas, su fe ciega en la victoria, la llegada imprevista de su hijo, el canto monótono de la cigarra, el problema principal de la universidad, un equipo excelente de profesionales.

Estas construcciones se analizan en los § 12.16d y ss.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
constituyente discontinuo, elativo

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Sobre la NGLE

Índice general

Sintaxis

cerrar

Buscador general de la RAE