Morfología

4. La flexión verbal

4.8 El acento en las formas verbales

4.8a Se aplican a la asignación del acento en las formas conjugadas los principios generales que regulan esta distribución en la fonología. Así, el ámbito alcanzado por el acento (llamado técnicamente ventana en los estudios fonológicos) es un conjunto máximo de tres sílabas. Por consiguiente, el acento se manifiesta en el verbo, como es general en español, en una de sus tres últimas sílabas: can., can..ba, can..ba.mos. No aparece el acento en una sílaba situada más allá de la tercera, contando desde el límite derecho de la palabra. No obstante, en este cómputo no se tienen en cuenta las formas verbales construidas con enclíticos, llamadas comúnmente sobresdrújulas, como adviértanselo, dígasemelo, propongámoselas, etc. Se interpreta, a veces, como acento secundario la elevación del tono final de los enclíticos en algunos contextos, por ejemplo, el de la sílaba me de la pregunta ¿Dígame?

4.8b Al igual que en las formas no verbales, cabe distinguir en la flexión verbal entre formas agudas u oxítonas, que son relativamente pocas (canté, cantó, cantaré, cantarás, cantará, cantaréis, cantarán), llanas o paroxítonas (cánto, cantámos, cantáste, cantáron, cantarémos), que constituyen la gran mayoría, y esdrújulas o proparoxítonas (cantábamos, cantáramos, cantáremos). Es posible, no obstante, hacer otra agrupación de formas verbales que tenga en cuenta la categoría morfológica del segmento en cuya sílaba se manifiesta el acento. Desde este punto de vista, se pueden distinguir tres grupos en la conjugación regular:

Formas verbales con acento en el segmento vt. Constituyen el grupo mayoritario. Pertenecen a él las formas del imperfecto de indicativo (cantaba) y de subjuntivo (cantara), las del futuro de subjuntivo (cantare), el infinitivo (cantar), el participio (cantado), el gerundio (cantando), el imperativo correspondiente a vos (cantá) y a vosotros (cantad), la 2.ª persona del singular correspondiente a vos, y la 1.ª y la 2.ª personas del plural (en la variante correspondiente a vosotros) del presente de indicativo (cantás, cantamos, cantáis) y las formas plurales y de 2.ª persona del singular del pretérito perfecto simple (cantamos, cantasteis, cantaron, cantaste).

Formas verbales con acento en el primer segmento vocálico de tm. las formas del futuro de indicativo (cantaré) y del condicional (cantaría), así como las de la 1.ª y la 2.ª personas del plural (en la variante correspondiente a vosotros) del presente de subjuntivo (cantemos, cantéis) y las de 1.ª y 3.ª personas del singular del pretérito perfecto simple (canté, cantó).

Formas verbales con acento en la última sílaba de la raíz. Las formas del tema de presente no mencionadas en los grupos anteriores, esto es, las formas del singular y de 3.ª persona del plural del presente de indicativo y de subjuntivo (canto, cante), así como las formas del imperativo correspondientes a los pronombres usted y ustedes (cante, canten).

4.8c Las formas verbales del tema de presente mantienen el acento en la raíz si el segmento PN no es silábico (§ 4.3c). Cuando lo es, como sucede en la primera y segunda personas del plural, el acento de la raíz se desplaza a la primera sílaba adyacente a su derecha, de forma que a las segmentaciones morfológicas cant-aVT-ØTM-mosPN o cant-ØVT-eTM-isPN corresponden las silábicas can.tá.mos, can.téis. Recuérdese (§ 4.5g) que las formas en -ís, como partís, se consideran reducciones de otras que distinguen entre VT y PN, como en part-íVT-ØTM- isPN > partís. Se ha observado, sin embargo, que este desplazamiento no tiene lugar en ciertas variantes del español rural o popular de algunas áreas de México, Centroamérica y el Río de la Plata, en las que se mantiene el acento en la raíz, especialmente en la primera persona del plural del presente de subjuntivo y en las formas homónimas del imperativo: pásemos, cómamos, véngamos, vívamos, sálgamos. En España, el fenómeno se localiza en una parte de Andalucía y Canarias, así como en el leonés de la ribera del río Órbigo. Ninguna de esas variantes ha pasado a la lengua culta.

4.8d El desplazamiento del acento del que se habló en el apartado anterior se extiende en la lengua estándar a otras formas del imperativo que no mantienen el acento en la raíz (cantád, no *cántad). La sílaba que contiene la -d hereda, pues, el acento de la forma latina paroxítona (cantātis), igualmente presente en la medieval cantades. En las variantes con voseo, el acento en esa sílaba (cantá, comé, salí) tiene el mismo fundamento, puesto que posee idéntico origen histórico. Así pues, aunque el segmento PN en cantad no sea silábico, se asimila por razones históricas a otros que sí lo son.

4.8e Al igual que sucede en la morfología derivativa, las pautas morfológicas de la flexión verbal incorporan información sobre el acento. De hecho, los esquemas acentuales de la morfología flexiva se imponen a los de la derivativa, en cuanto que las voces creadas con estos últimos morfemas constituyen bases léxicas con las que se forman verbos derivados. Por ejemplo, los sustantivos terminados en -ción5.2 y 5.3) son tónicos, pero pierden su acento en los verbos terminados en -cionar (como accionar o perfeccionar), cuyos segmentos flexivos incorporan sus propias pautas acentuales. Estas pautas dependen, en gran medida, de los procedimientos de silabeo o silabificación. También en estos casos impone la flexión sus esquemas a la derivación. Así, las dos opciones a las que dan lugar alternancias como lí.ne.a ~ lí.nea, ambas con acento en la sílaba lí, se mantienen en el infinitivo parasintético alinear, pero desaparecen en la conjugación de este verbo, de manera que formas como a.li.né.as muestran el acento, además de la estructura silábica, que la flexión verbal impone. Aunque en el español oral de algunas áreas es frecuente la pronunciación alíneo, alíneas, etc. —es, por ejemplo, el caso de México—, en el español general predominan las variantes regulares alineo, alineas. Se retomará esta cuestión en los § 4.9d-r.

4.8f La acentuación de las formas verbales determina también las alternancias relativas a los procesos de diptongación. Muchos verbos se caracterizan por las alternancias /e/ ~ /ié/ y /o/ ~ /ué/ en función de que la sílaba afectada sea tónica y con diptongo, o átona y sin él, como en acordar > acuerdo, acuerden, pero acordamos, acordaremos; cerrar > cierro, cierren, pero cerramos, cerraremos; entender > entiendo, entiendan, pero entendemos, entendamos; volver > vuelvo, vuelvan, pero volvemos, volveremos. Estas alternancias, que pueden explicarse etimológicamente, se analizarán en los § 4.10b-o. En unos pocos verbos, la alternancia en la raíz se da entre dos vocales /e/ ~ /i/, como en pedir > pedimos, pean, pero piden, pidamos; servir > servimos, servirán, pero sirvo, sirvamos4.10p y ss.). Se producen asimismo alternancias triples, como entre -e-, -i- y el diptongo -ié-, también en función del acento, en distintas formas de la conjugación, como se explicará en esta misma sección. Así, la -e- de sentir se mantiene en sentimos, pero pasa a -i- en sintamos y a -ié- en siento o sientas. Se obtienen alternancias similares en mentir > mintió ~ mienten o en adquirir ~ adquieren (pero adquirimos). Finalmente, se dan alternancias triples entre /o/ > /ué/ ~ /u/, como en dormir > duerma ~ durmamos o en morir > mueren ~ muramos. Todas estas variantes se describirán con más detalle en el § 4.10.

 

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