Morfología

7.La derivación adjetival y adverbial

7.14 La derivación adverbial. Propiedades morfológicas de los adverbios en -mente

7.14a El latín formó numerosos adverbios a partir de adjetivos con los sufijos -ter (brevĭter, dulcĭter, prudenter), -ē (amīce, alte, longe), -im (certatim, cursim, privātim) y algunos otros. Ninguno de ellos pasó a las lenguas romances, con la posible excepción de inclusīve y exclusīve13.8w, 30.3b, 40.8e y 40.9a). Creó, además, adverbios mediante la recategorización de adjetivos de género neutro en acusativo (multum ‘mucho’ o facĭle ‘fácilmente’) o ablativo (merĭto ‘con razón’, ‘merecidamente’; raro ‘raramente’). También originó expresiones adverbiales perifrásticas a partir del ablativo de los sustantivos opus, -ĕris (magnopĕre ‘en gran medida’; quantopĕre ‘en qué medida’); vĭa (qua vĭa ‘cómo, en qué forma’), aún presente en la etimología del adverbio español todavía; modus (omnimŏdo ‘de todas las maneras’; quomŏdo ‘cómo’, solummŏdo ‘solo, únicamente’); ratio (ea ratiōne ‘por este motivo’) y otros sustantivos. Sobresale entre todos ellos mente, ablativo de mens, mentis, que no significaba solo ‘mente, pensamiento’, sino también ‘ánimo, intención’. Esta última opción triunfó sobre las demás formas analíticas en el latín tardío y se extendió como sufijo adverbial característico a las lenguas romances.

7.14b Está muy extendida la propuesta según la cual fue una hipotética forma *menter, resultado de la fusión de -mente e -ĭter, la que dio lugar a la terminación -mientre. El sufijo latino -iter está presente en longanimĭter (‘pacientemente’, derivado del latín tardío longanĭmis) y unanimĭter (‘unánimemente’, derivado del latín tardío unanĭmis), entre otros derivados. Es, en efecto, -mientre la forma que el sufijo -mente adoptó en español desde los primeros textos hasta el final del siglo xiii:

De los sos ojos tan fuertemientre llorando, / tornava la cabeça e estávalos catando (Cid); Creo bien firmemientre la su ascensïón (Berceo, Milagros); Vera mientre es mar muerto que nulla cosa biva non tiene (Almerich, Fazienda).

Se han documentado también las variantes -mientra, -ment y -mient, todas menos frecuentes que -mientre en ese período.

7.14c El sustantivo antiguo miente (‘gana, voluntad, intención’) formó un buen número de locuciones verbales, algunas de las cuales llegaron a la lengua clásica: meter mientes, parar mientes, poner mientes, tener mientes: No ay quien pare mientes en su corazón (Márquez, Gobernador). Otros sustantivos abstractos dieron lugar a perífrasis de valor adverbial similares a las que se crearon con -mente y sus variantes, pero no se integraron con el adjetivo formando unidades léxicas. En la lengua actual alternan forma, manera y modo; se usan, pues, de forma especial, de manera especial, de modo especial como equivalentes de especialmente. La lengua antigua ya conoció algunas de estas opciones, pero añadía otros sustantivos, como cosa —como en Fiera cosa les pesa d’esto que les cuntió (Cid), es decir, ‘Mucho les apena lo que les ocurrió’— y sobre todo guisa, que posee el mismo origen germánico que el inglés -wise: Faze tan grand yerro commo si lo leuasse de otra guisa con armas (Partidas). No obstante, mientras que en inglés esta forma adquirió pronto valor afijal o cuasiafijal (likewise, otherwise), en español solo lo hizo esporádicamente en la lengua antigua, ya que -mente se impuso como único morfema en la formación de adverbios derivados.

7.14d Oscila entre los morfólogos la caracterización formal del segmento -mente, ya que es sufijo para unos, pero elemento compositivo para otros. En efecto mantiene varias de las propiedades que tuvo como unidad léxica independiente, lo que —en opinión de algunos gramáticos— significa que debe asimilarse a los elementos compositivos en la lengua actual (§ 11.4d). El grado en que se produce esta asimilación es polémico, pero las propiedades que alejan -mente de otros sufijos son claras. En primer lugar, las bases a las que -mente se agrega son adjetivos en femenino, como consecuencia natural del género que corresponde a este sustantivo (tranquila-mente). En segundo lugar, no se da en este proceso derivativo la cancelación de la vocal final de la base que caracteriza la derivación en español (§ 1.5i) ni otras alteraciones similares en los radicales. En tercer lugar, la base léxica sobre la que -mente incide mantiene un acento secundario: l[è]ntam[é]nte, no *lentam[é]nte, pero lentit[ú]d/, no *l [è]ntit[ú]d. En cuarto lugar, cuando un adverbio en -mente está cuantificado (muy lentamente), el adjetivo se agrupa con el cuantificador para proporcionar la paráfrasis sintáctica que se considera adecuada: muy lentamente significa ‘de manera muy lenta’ —lo que sugiere la segmentación [muy lenta][mente]— y no, en cambio, ‘muy de manera lenta’.

7.14e A los argumentos que se mencionaron en el apartado anterior suele agregarse la capacidad que posee -mente de elidirse en los grupos coordinados de dos adverbios que contienen esta terminación, como en lisa-Ø y llanamente. La elisión era infrecuente en la lengua medieval, pero se daba ya en la clásica y es común en la actual, sobre todo en la escrita:

Todas ellas están scriptas, specificadas y declaradas por los auctores tan amplia y copiosamente que no ay acerca d’ellas necessidad de añedir un punto (Cárdenas, Problemas); Löwith ha abordado serena y lealmente el viejo “tabú” del Heidegger nacionalsocialista (Lledó, Días); Los indios de los demás pueblos se fueron volviendo poco a poco a habitar sus moradas y a entenderse tranquila y pacíficamente como antes con los españoles (Quintana, Vidas); El albornoz estaba seco, completa y definitivamente seco (Grandes, Aires); Apuré frenética y rápidamente la copa de los placeres (López Soler, Bandos); Era la mayor de unos cuarenta años tan sana y alegremente soportados, que causaba envidia (Gamboa, F., Ley).

7.14f La elipsis a la que se refirió el apartado anterior no se da en otros grupos compositivos coordinados en español (con alguna excepción que se menciona en el § 11.2u), pero es normal con segmentos compositivos relativamente cercanos en otras lenguas (al. Literatur und Musikgeschichte ‘Historia de la Música y la Literatura’). Algunos autores han propuesto un proceso de coordinación de bases léxicas: [lisa y llana][mente], que sustituiría al proceso de elipsis (lisa-Ø y llanamente). Este análisis alternativo tiene la dificultad de que no puede extenderse a otros derivados. Tampoco puede aplicarse a la pauta que se registra en aragonés, leonés y en los textos castellanos influidos por alguna de estas variedades. Era posible en ellas, en efecto, omitir el segmento -mente en el segundo miembro de la coordinación, como en Retórica es que muestre omne su razón ciertamente e breve (Cien capítulos), por tanto ciertamente e breve-Ø.

7.14g La pauta descrita existía asimismo en provenzal, y todavía persiste en el catalán literario contemporáneo: lentament i penosa (‘lenta y penosamente’). He aquí algunas muestras de ella en textos del español antiguo:

Et ell Emperador recibio lo muy omildosa mientre & muy sancta (Alfonso X, España II); Avía allí grant multitud de arpías diformes e furias espantosas las quales pugnían fuerte mente e muy cruel a los que allí estavan (Torre, A., Visión); Ca el corre muy agudamente & estrecha como vna saeta & por esto lo llaman los persianos tigris que quiere dezir corriente como saeta (Burgos, Proprietatibus).

7.14h El esquema conjuntivo tanto A como B31.3a: tanto Juan como María) se extiende igualmente a estos derivados:

¿Se acuerda V. en fin de lo demás, que tanto pública como privadamente se dijo, se hizo, y se intrigó en este negocio? (Alvarado, Cartas II); Empezaba […] hasta subir paulatinamente el tono y cercar y asediar al rival tanto verbal como físicamente (Zavaleta, Retratos).

7.14i La pauta descrita en el apartado anterior es diferente de la que proporcionan las comparaciones de igualdad, que también aceptan la elipsis del segmento -mente. Mientras que en el texto de Zavaleta citado se dice que cierto asedio fue verbal, además de físico, en Y tan discreta como delicadamente fue devuelta a su cámara (Matute, Gudú) se expresa en cambio que el grado de discreción de cierta acción es comparable a su grado de delicadeza. La pauta «tan A-ø como A-mente» se obtiene con adjetivos y participios, pero también con verbos conjugados:

Cumplió sus gustos tan torpe como públicamente, en menoscabo de la autoridad del rey (Cervantes, Persiles); […] con frase tan impropia como horriblemente grosera (Clarín, Regenta); Todos en la familia habían admirado el valor con que Matilde sobrellevó el peso del golpe que había destruido tan rápida como inopinadamente su felicidad (Blest, Martín Rivas); Después, se afilió al que había sido el sindicato de su padre, tan ilegal como admirablemente organizado en una empresa tan gigantesca como aquella (Grandes, Aires).

7.14j Se extiende asimismo la elipsis del segmento -mente a las comparativas de desigualdad, sobre todo las formadas con el cuantificador más:

Ajeno —más fatal que voluntariamente— a los circuitos comerciales y a la TV, el corto se ha desarrollado como cine de autor (Miranda, Palabras); Se opone, más abierta que veladamente, a toda política que adopte una actitud de coexistencia con los homosexuales (Cotte, Sida); Dijo que el Presidente ha ejercido un liderazgo que se ha reconocido más internacional que nacionalmente (Tiempo [Col.] 2/1/1990).

El hecho de que la omisión de -mente se dé solo en las construcciones coordinadas y en las comparativas ha sido aducido como argumento a favor de la posibilidad de analizar estas últimas como una variante de las primeras.

7.14k Se crean en español un gran número de adverbios en -mente a partir de adjetivos, especialmente calificativos: fríamente, limpiamente, públicamente, rudamente, sensatamente, sin excluir los derivados mediante varios sufijos: cadencioso > cadenciosamente; deportivo > deportivamente; suavísimo > suavísimamente: Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente / suavísimamente (Aleixandre, Corazón). Los adverbios en -mente derivados de adjetivos relacionales (§ 13.12) pueden interpretarse como adjetivos calificativos (como en tratar a alguien diplomáticamente, escribir literariamente), pero otras veces mantienen su significado relacional, de forma que el adverbio recibe la interpretación ‘desde el punto de vista A’ (§ 30.9p), como en eléctricamente, geográficamente, parlamentariamente, técnicamente, etc. Se admiten también otras interpretaciones, como en alfabéticamente (‘en orden alfabético’), paralelamente (‘con relación de paralelismo’), químicamente (‘según los principios de la química’).

7.14l Como se explicó en el § 7.10h, los adjetivos terminados en -ble que se consideran, desde el punto de vista sincrónico, derivados de voces españolas tienden a rechazar los adverbios en -mente (*alcanzablemente, *publicablemente, *transportablemente), pero los que no se forman en español, o no se interpretan como derivados en nuestra lengua, los admiten con naturalidad (agradablemente, amablemente, sensiblemente). Los participios pasivos también tienden a rechazar los derivados adverbiales (*agotadamente, *aprobadamente, *traducidamente), pero muchos de los que se interpretan como adjetivos calificativos los aceptan (acertadamente, cansadamente, continuadamente).

7.14m La presencia del prefijo negativo in-10.10b y ss.) en combinación con la base facilita muchas veces que se pueda construir sobre ella un adverbio en -mente. Así, a partir de los adjetivos del paradigma siguiente no es posible (o resulta muy forzado) derivar adverbios en -mente: agotable, alterable, cansable, creíble, dependiente, eludible, evitable, explicable, finito, negable, perturbable, útil, variable. En cambio, a partir de las variantes con prefijos de estos adjetivos (inagotable, inalterable, incansable, etc.) se forman sin dificultad estos adverbios (inagotablemente, inalterablemente, incansablemente, etc.). Se obtienen diferencias similares con algunos participios, adjetivales o no. No permiten adverbios derivados advertido, esperado, interrumpido u opinado. En cambio, sus variantes prefijadas (inadvertido, inesperado, ininterrumpido, inopinado) dan lugar a estos derivados sin dificultad (inadvertidamente, inesperadamente, ininterrumpidamente, etc.).

7.14n También los diminutivos rechazan, por lo general, los adverbios en -mente (*chiquitamente), salvo cuando están lexicalizados (bonitamente). Sin embargo, en algunos países americanos no disuenan rapiditamente, suavecitamente, tranquilitamente, aun así usados con poca frecuencia. Menos restringidos suelen estar adverbios como dulzonamente o facilonamente. Los adjetivos comparativos rechazan -mente (*mejormente, *menormente), pero se usa mayormente en muchos países. Puede atribuirse esta diferencia a que el adjetivo mayor admite un uso no comparativo, como se explica en el § 45.2m. Entre los ordinales, solo admiten en el español actual derivados en -mente los adjetivos primero y último, a los que se asimila el adjetivo único (primeramente, últimamente, únicamente). En estadios anteriores del español se podían construir otros (segundamente, terceramente, etc.), como se explica en el § 21.5t. Se observa en el § 7.14k que se derivan asimismo adverbios en -mente a partir de los adjetivos terminados en -ísimo/-ísima: ardentísimamente, brevísimamente, clarísimamente, justísimamente, malísimamente, rarísimamente, etc.

7.14ñ Se registran de manera ocasional derivados en -mente a partir de los cuantificadores poco, bastante y demasiado. El adverbio derivado de este último (demasiadamente) pervive en la lengua literaria actual. El derivado de bastante (bastantemente) es infrecuente ya en textos actuales, pero se registra alguna vez en ellos; el de poco (pocamente) es raro en los posteriores al siglo xv:

Es la menor verguença con la qual todo enemigo / pocamente se contenta (Flores, J., Triunfo); Venía bastantemente disfrazada (Lope Vega, Peregrino); Son cosas que hacen bastantemente su elogio (Buero, Detonación); Somos demasiadamente pobres. No hay de qué avergonzarse (Scorza, Tumba); Por luchar demasiadamente contra la soledad, ha llegado a la adivinación de que un camino en lucha no es pertinente (Martín Gaite, Nubosidad).

Los demás cuantificadores no suelen formar adverbios derivados, con muy escasas excepciones como suficiente, del que se deriva el adverbio suficientemente porque posee rasgos adjetivales, además de propiedades cuantificativas: Ninguna mujer le parecía lo suficientemente buena (Vega, A. L., Crónicas).

7.14o No todos los adjetivos calificativos admiten adverbios derivados en -mente. Así, no suelen aceptarlos los adjetivos de color (amarillo, azul, blanco), frente a otros que expresan nociones relativas a la luminosidad (claramente, luminosamente, oscuramente). El lenguaje poético infringe ocasionalmente esta constricción: Esa sonrisa jamás anochece: / y es matutina con tanto heroísmo, / que en las tinieblas azulmente crece / como un abismo (Hernández, Hombre). Algunos de los adjetivos que denotan tamaño los admiten en ciertos usos figurados en los que se expresa intensificación o cuantificación de grado (enormemente, estrechamente, largamente). Así, el adjetivo estrecho designa la condición de poseer algo o alguien poca anchura (un tabique estrecho), pero también significa ‘íntimo, cercano’ en expresiones como estrecha relación. El adverbio estrechamente mantiene este uso del adjetivo estrecho, pero no tan claramente el sentido físico.

7.14p En general, los adjetivos que denotan estadios episódicos son menos proclives a aceptar adverbios en -mente que los que denotan cualidades intrínsecas, propias o caracterizadoras de las personas o las cosas. Suelen rechazar los adverbios en -mente adjetivos como borracho, descalzo, enfermo, lleno, maduro y otros muchos que admiten estar, en algunos casos además de ser. Las restricciones sobre la formación de estos adverbios no dependen solo de las clases morfológicas a las que pertenecen sus bases adjetivales. Así, entre los adjetivos en -oso/-osa, admiten adverbios en -mente con naturalidad bondadoso, cuidadoso, provechoso o sospechoso, pero no tan claramente acuoso, boscoso, estudioso o miedoso. Por un lado, se ha observado que la lengua literaria sobrepasa a menudo estas limitaciones aparentes: Se alejaba huidizo calle abajo, observando un tanto despavorida y acuosamente el vacío de la ciudad que se abría ante él (Armas Marcelo, Madrid). Por otro, cabe pensar que la base de estos contrastes radica en la interpretación misma de las paráfrasis que se obtienen con el sustantivo manera, es decir, en el hecho de que el grupo nominal una manera cuidadosa resulta más natural que una manera miedosa. En general, la dificultad que existe para interpretar la paráfrasis ‘de manera + A’ es uno de los factores que intervienen en la capacidad de los adjetivos para formar adverbios en -mente, pero las condiciones que esa paráfrasis debe satisfacer no se han descrito todavía en los estudios gramaticales con el detalle necesario.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
adverbio en -mente, elipsis, elisión

 

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