Sintaxis

13. El adjetivo y el grupo adjetival

13.11 Adjetivos, determinantes y pronombres (III). Mismo y propio

13.11a El adjetivo mismo posee género y número: mismo/misma/mismos/mismas. No se asimila a los determinantes, sino que suele requerirlos, con las excepciones que se verán en esta misma sección: la misma edad, esta misma semana, una misma opinión, su mismo pueblo. No coinciden todas las clasificaciones que se han propuesto en relación con los valores de mismo. Los usos fundamentales son los siguientes:

1. Identificativo

2. Enfático o intensivo

3. Ejemplificativo

4. Reflexivo

5. Expletivo

13.11b En el uso identificativo se asigna a mismo algún rasgo común a un conjunto de entidades entre las que se establece una relación asimilable a la comparación de igualdad. En esta pauta mismo se construye con segundos términos de comparación. Cuando están expresos, aparecen introducidos por la conjunción comparativa que, como en Ella vivía en el mismo barrio que él, o bien por relativas especificativas: … en el que él vivía. No obstante, estos complementos pueden también quedar sobrentendidos: Ella vivía en el mismo barrio.

13.11c Con el adjetivo mismo se crean sintácticamente predicados simétricos31.6c y ss.) en la interpretación que ahora se analiza. Así, las dos variantes a las que da lugar el predicado ser pariente en Luis y Ana son parientes ~ Luis es pariente de Ana se obtienen en Luis y Ana estudian en la misma escuela ~ Luis estudia en la misma escuela que Ana. Con el adjetivo mismo se crea, por tanto, el predicado simétrico estudiar en la misma escuela, cuyos dos argumentos pueden aparecer coordinados o bien ocupando posiciones distintas. En ambos casos se precisa el artículo determinado: Luis estudia en {la ~ *esta} misma escuela que Ana. Repárese ahora en que, cuando se dice Todos eran amigos, se distribuye el significado del predicado ser amigos entre los componentes del conjunto denotado por el sujeto, lo que da lugar a la interpretación ‘cada uno de ellos era amigo de los demás’. Con el adjetivo mismo se obtienen relaciones idénticas en grupos sintácticos que indican pluralidad. Estos grupos pueden ser coordinados (Este texto y aquel otro son del mismo autor), plurales (Los cinco amigos vivían en el mismo departamento) o formados por cuantificadores universales (Todo el sofá tiene el mismo color).

13.11d El segundo uso de mismo es el denominado enfático. En esta interpretación mismo recibe un significado cercano al de los adverbios precisamente, justo o justamente, como en La tienda estaba {justo aquí ~ aquí mismo}. Suele admitir paráfrasis con el también adjetivo propio, como en La {propia ~ misma} naturaleza del asunto obliga a ser prudente; El jefe llega en este {mismo ~ preciso} momento o en los ejemplos siguientes:

Han obtenido una bula especial del señor obispo. La misma señora abadesa me la enseñó (Torbado, Peregrino); Era yo mismo convertido en mi hermano mayor, en mi padre, en mi abuelo, era mi maestro (Jodorowsky, Danza); Yo he estado presente desde la edificación, mejor dicho desde que colocaron la primera piedra echándole el mismo obispo —su constructor y dueño— el agua bendita (Hayen, Calle).

Mismo es un adjetivo prenominal en todos estos casos.

13.11e Como muestra el texto de Jodorowsky que se acaba de citar, se emplea también mismo en su valor enfático cuando se pospone a los pronombres personales. Tanto en este uso como en el que se describió en el apartado anterior, con grupos nominales, el valor enfático de mismo es discriminativo, en el sentido de que admite paráfrasis con ‘no otro’: Él mismo me lo dijo (es decir, ‘él, no otro’); Estoy seguro de que se me cayó la billetera aquí mismo (es decir, ‘aquí, no en otro lugar’). Además de como adjetivo, mismo se emplea también como adverbio en estos contextos, ya que modifica a otros adverbios (aquí mismo, mañana mismo), además de a los grupos preposicionales (en la cocina mismo). En este caso mismo se intercala en los grupos preposicionales locativos entre adverbio y complemento, como en debajo mismo de la escalera (‘exactamente debajo de la escalera’); al lado mismo de la tienda; encima mismo de mi departamento. En el español hablado en el norte y el occidente de España se registra antepuesto a estos grupos sintácticos. Este uso no ha pasado a la lengua general: Estamos mismo encima de la ría (Quiroga, Enferma). También se intercala en algunas locuciones, como se explica en el § 12.9m.

13.11f Se observan alternancias entre el uso adjetival y el adverbial de mismo cuando sigue a pronombres femeninos en la interpretación 2. En efecto, mismo es adverbio en el primero de estos dos textos que siguen, en el que también podría haberse dicho ella misma, pero es adjetivo en el segundo:

“Ya has hecho ejercicio” (con unas máquinas que ella mismo había solicitado): “No, aún no, he estado estudiando y leyendo el caso” (Vistazo 19/6/1997); Jamás volvía del pueblo sin unos caramelos o unas guirnaldas […] flores de papel que ella misma fabricaba (Saer, Ocasión).

Las paráfrasis de mismo con los adjetivos propio, preciso o justo no son siempre adecuadas en oraciones como Queda lejos de Madrid mismo porque nos fuimos en un ómnibus especial (CREA oral, Paraguay), donde se quiere expresar ‘del centro de Madrid’. Aun así, podría decirse también ‘de la propia ciudad de Madrid’. En México y Centroamérica alternan mismo y mero13.8s y ss.) en esta última interpretación: Pensó en que le cayó un rayo en el mero centro de Manhattan (Quesada, Banana).

13.11g Puede darse ambigüedad entre los valores 1 y 2 de mismo en la pauta «artículo + mismo + sustantivo». En efecto, el que dice Yo no vivo en la misma Córdoba puede querer decir que vive en otra ciudad llamada también Córdoba (sentido 1), o bien que no vive en la capital, sino tal vez en los alrededores o en la provincia (sentido 2). Como solo el sentido 1 admite complementos comparativos (que tú), la ambigüedad se deshace si se añade uno de ellos.

13.11h En ciertos contextos el mismo enfático puede parafrasearse mediante expresiones asociadas con informaciones escalares, como en persona, hasta, incluso, nada menos que y otras similares relacionadas implícitamente con la idea de ‘expectación’. Así, la expresión la misma señora abadesa que aparece en el ejemplo de Torbado que se citó en el § 13.11d no identifica a tal persona con alguna otra presentada antes, sino que admite paráfrasis aproximadas como ‘ella, y no alguien de menor rango’, ‘ella en persona’ u otras similares que implican cierta jerarquización tácita. De forma análoga, en […] una corrida de toros, en la que el mismo Diego hizo varios pases de capa (Allende, Zorro), se da a entender que no sería de esperar, en principio, que el tal Diego actuara de la forma que se describe. Al igual que el adverbio incluso, el grupo nominal que contiene el adjetivo mismo se interpreta bajo el ámbito de la negación en oraciones como El mismo Plácido Domingo no lo hubiera cantado mejor, lo que permite que el sentido obtenido se aproxime a ‘Ni siquiera Plácido Domingo lo hubiera cantado mejor’.

13.11i Fuerza también la lectura enfática la presencia del sufijo superlativo -ísimo. Así, la expresión el mismísimo presidente admite paráfrasis aproximadas como ‘el presidente en persona’, y rechaza las correspondientes a la interpretación identificativa: ‘el presidente al que nos hemos referido antes’. En la lengua poética se registran ocasionalmente usos de mismo en su valor enfático desprovisto del artículo. Se trata de rasgos de estilo que no pueden extenderse a la lengua estándar: Misma luz de los mártires tocamos tu dolor / Misma turbación de lunas en el fango de los ocultamientos (Adames, Espanto).

13.11j Con excepción de los versos que se acaban de citar, todos los ejemplos citados en los apartados anteriores incluyen el adjetivo mismo en alguna expresión definida. El artículo indeterminado también puede concurrir con mismo, como en Vivimos en un mismo barrio. No obstante, sus posibilidades de aparición son mucho más restringidas que las correspondientes a la combinación con el artículo determinado: un mismo admite únicamente la interpretación identificativa y, aun así, no es compatible con los complementos comparativos: Vivo en {*un ~ el} mismo barrio que él. Esta carencia incapacita a los grupos nominales formados con un mismo para construirse con antecedentes discursivos. Así pues, los contextos que admiten la presencia de un mismo son aquellos en los que el conjunto de entidades que presentan la característica común aparece expresado mediante un grupo nominal coordinado o plural: {A los dos ~ A María y a Luis} les mueve un mismo interés; Estas dos novelas son de un mismo autor. Sin embargo, mismo puede hallarse bajo el ámbito de una expresión que induce la lectura genérica, como el adverbio siempre y otros similares que se analizan en el § 15.8. Ello da lugar a la interpretación multiplicativa característica de estos contextos, como en Siempre lo asaltaba una misma duda. Suelen admitirse en estos casos alternancias del artículo indeterminado y el determinado (… la misma duda) sin más diferencias que la estilística. Se analizan otros aspectos de el mismo como expresión anafórica en el § 16.6o.

13.11k Como se ha explicado, el artículo determinado es compatible con los dos primeros valores de mismo en la lista del § 13.11a. Cuando el grupo nominal que contiene esta expresión tiene como núcleo un nombre propio, mismo puede situarse en posición prenominal si va precedido de un determinante (El mismo Luis reconoce haberse equivocado; No estamos hablando del mismo Luis) o en posición posnominal, en ausencia de él (Luis mismo reconoce haberse equivocado). La primera variante acepta el valor identificativo y también el enfático. En cambio, en la posición posnominal tan solo se obtiene este último. Con los pronombres personales solamente es viable la posposición (Él mismo lo hará). Así pues, el único contenido transmitido en este caso es el enfático, lo que explica la diferente distribución del grupo nominal con sustantivo tácito el mismo y el grupo pronominal él mismo. Véanse sobre este punto los § 16.4l y ss.

13.11l En el uso 313.11a), mismo se emplea como adjetivo o adverbio pospuesto. Expresa la falta de preferencia en relación con lo que se propone o se sugiere, y admite paráfrasis aproximadas como ‘sin más consideraciones’, ‘sin ir más lejos’, ‘sin pensar más’, ‘por ejemplo’ y otras similares. Así, la expresión Mañana mismo significa aproximadamente ‘Mañana, por ejemplo’ si se usa como respuesta a la pregunta ¿Cuándo podríamos empezar? Repárese en que, empleada en este contexto, Mañana mismo no significa ‘Mañana, y no otro día’ (sentido 2). De manera similar, la expresión Yo misma puede usarse para responder a la pregunta ¿Quién puede abrir la puerta? En tal caso admitiría paráfrasis como ‘Yo, por ejemplo’ o ‘Yo, sin ir más lejos’. Mismo se pospone en este uso a grupos nominales y pronominales, pero también a los adverbios (aquí mismo ‘aquí, por ejemplo’) y a los grupos preposicionales (—¿Dónde nos reunimos entonces? —En mi casa mismo). Fuera de contexto pueden darse situaciones de ambigüedad entre los valores 2 y 3. De este modo, Yo mismo puede significar ‘precisamente yo’, como en Yo mismo lo presencié, pero también ‘yo, por ejemplo’, como en el diálogo que se acaba de proponer.

13.11m El cuarto uso de mismo suele llamarse reflexivo, pero es más apropiado decir que es el de modificador de pronombres reflexivos (como en sí mismo). También se emplea mismo junto a pronombres que no son necesariamente reflexivos (Lo quería para él), pero que pasan a serlo por efecto de este adjetivo (Lo quería para él mismo). Para analizar este cuarto valor de mismo es preciso introducir antes las características de los pronombres reflexivos. Por esta razón se pospone su análisis hasta los § 16.4l y ss.

13.11n El quinto valor de mismo es el expletivo. Se documenta en México, Centroamérica y el área andina. Recientemente se ha registrado también en el habla juvenil de ciertas regiones rioplatenses. Este último uso, que no ha pasado a la lengua culta, se crea a partir del primero, pero posee rasgos en común con el segundo. He aquí algunos ejemplos:

En el Siglo xvi llegó a México Don Rodrigo Viveros y Velasco, quien contrajo matrimonio con Doña Melchora Aberrucia, procreando un hijo de nombre Don Rodrigo Viveros y Aberrucia, mismo que casó con Doña Leonor Irau de Mendoza (Leyva, Piñata); No fue difícil hallar a don Miguel escondido en el hueco de un lavadero ubicado en la parte alta de la casa, mismo bajo el cual había ocultado el arma (Chávez, Batallador); Y cada molécula de mi organismo, así, fue sujeta a un prolongado e intenso bombardeo, mismo que se apaciguó en el momento de sentarme (María, Fábrica).

Como se ve, el mismo expletivo es característico de las oraciones de relativo explicativas. Su origen está en la omisión del artículo determinado ante mismo, de forma que mismo/misma que equivalen a el cual/la cual. Si en estas construcciones se omitiera mismo, no se vería afectado el sentido, pero sí el énfasis.

13.11ñ El adjetivo propio presenta variación de género y número: propio/propia/propios/propias. Posee significados no relacionados con determinantes y pronombres, tales como ‘característico’ (Estas cosas no son propias de ella) y ‘adecuado’ (ropa propia para el verano). Sin embargo, pone de manifiesto otros sentidos muy próximos a los que se han explicado en el caso de mismo:

1. Anafórico

2. Enfático

3. Reflexivo

En el primer sentido, propio está mucho más restringido que mismo. Se obtiene esta interpretación en la expresión hacer lo propio, que alterna con hacer lo mismo, y también con otras análogas que se forman con suceder, ocurrir y algunos verbos más:

Si el Senado sucumbió por complicidad o cobardía, la Cámara no puede hacer lo propio (País [Col.] 18/11/1997); Sonriole Alicia, y el chico le sonrió. Contemplole en silencio, penetrando en sus ojos. Él hizo lo propio (Luca Tena, Renglones); Hay países de porcentaje no alto donde, como en Nicaragua, la mitad atlántica del territorio es típicamente indígena, o donde, como en México, ocurre lo propio con algunos de sus estados sureños (Clavero, Derecho).

Aunque esta interpretación de propio es anafórica, propio no comparte con mismo la capacidad de este último para expresar identidad en relación con un conjunto de personas o cosas: Todos vivían en la misma ciudad; Nieves estudió en el mismo colegio que Luisa, etc.

13.11o El sentido enfático de propio es similar al de mismo, con el que alterna a menudo, como se comprueba en estos ejemplos:

Lo verás con tus {propios ~ mismos} ojos; Vivían en la {propia ~ misma} capital, no en los alrededores; Se cosía sus {propios ~ mismos} vestidos.

La interpretación de mismo en contextos escalares que se analizó en los § 13.11h y ss. también se extiende a propio. En los textos siguientes se admiten paráfrasis con ‘incluso’ o con ‘nada menos que’:

Se necesita una fe absoluta, para, siendo cura, desobedecer a la propia Iglesia, al propio Arzobispo (Vargas Llosa, Guerra); ¡Tu propia amiga te está denunciando! (Viezzer, Hablar); Al propio embajador Evans lo dejó envuelto en un aura de incertidumbre (García Márquez, Otoño).

La ambigüedad entre los sentidos 1 y 2 de mismo no se extiende a propio. Así pues, de los dos significados que se observaban en el ejemplo Yo no vivo en la misma Córdoba13.11g), el identificativo y el enfático, solo se obtiene el segundo en Yo no vivo en la propia Córdoba (‘en la capital, en el núcleo urbano’).

13.11p Como en el caso de mismo, la interpretación enfática de propio pone de manifiesto que se habla de una opción por oposición a otras. La expresión subrayada en No dejes pasar tus propias oportunidades, hombre (Fuentes, Frontera) equivale, en efecto, a ‘las tuyas, por oposición a las de otros’. Aun así, el significado obtenido no es siempre discriminativo, ya que da lugar igualmente a paráfrasis con adjetivos y adverbios de foco, como preciso o precisamente40.9ñ). En La propia mañana del día miércoles 24 horas antes de su muerte, me lo ratificó en mi escritorio (Universal [Ven.] 30/6/1996), no se hace referencia a cierta mañana en particular, por oposición a otras, sino que se obtiene el sentido ‘precisamente esa mañana’.

13.11q El valor reflexivo del adjetivo propio es más complejo que el de mismo, no solo porque admite más variedades, sino también porque presenta propiedades diferentes de las de ese otro adjetivo. En contextos muy restringidos, propio alterna con su en la interpretación reflexiva de este posesivo, como en por {propia ~ su} iniciativa o en el texto siguiente: Pidió ayuda a la Calavera y ésta —según propia declaración— preparó una infusión de hojas de abrótano (Ibargüengoitia, Muertas). También proporciona esta interpretación en pares como El acusado actuó en {defensa propia ~ su defensa}. No son incompatibles, sin embargo, propio y el posesivo dentro del mismo grupo nominal, como en El acusado actuó en su propia defensa (no *en su defensa propia); Deben hablar ustedes con {voz propia ~ su voz ~ su propia voz}. La presencia de propio garantiza la interpretación reflexiva del posesivo en todas estas oraciones. Como se explica en los § 18.6a y ss., en español no existen posesivos inherentemente reflexivos fuera de ciertas expresiones idiomáticas. Así pues, solo el contexto permite saber si el posesivo su en Julián trabajaba en su barrio designa o no el barrio de Julián.

13.11r Se ha puesto en entredicho que la interpretación de mismo y propio sea estrictamente reflexiva en algunos usos en los que requieren antecedente. La cuestión es controvertida, ya que el antecedente de los reflexivos no suele estar situado fuera de su propia oración en las lenguas románicas. Sin embargo, su propio barrio podría referirse tanto al barrio de Julián como al de Lola en Julián mencionó que Lola trabajaba en su propio barrio. En el § 16.4t se explica que en la lengua actual ya no se usa propio en alternancia con mismo tras pronombre reflexivo (para sí propio). Tampoco se utiliza propio para marcar como reflexivo un pronombre personal que no lo sea inherentemente, a diferencia de mismo: Margarita no estaba del todo segura de {ella ~ ella misma ~ *ella propia}.

13.11s Cuando propio modifica a un sustantivo en la interpretación reflexiva, aporta un significado similar al de los adjetivos personal o particular, lo que no impide que acepte paráfrasis con pronombres. Así, propias en No tenía opiniones propias alterna con estos adjetivos, pero también con de él, de ella o mías, en función de los rasgos de persona del sujeto. También alternan propio/propia y suyo/suya en muchas secuencias en las que el primero se opone a ajeno: Nadie puede ser universal si no conoce lo propio (Observador 17/9/1996). La paráfrasis lo suyo, que aquí se admitiría, es reflexiva. El antecedente de suyo sería, pues, nadie, en lugar de algún otro elemento introducido en el discurso. Como se explicó en el apartado precedente, sería posible también la variante lo suyo propio, que garantiza del mismo modo la interpretación reflexiva de suyo: Los personajes conversaban con su voz propia a veces y otras con voz ajena (Martínez, Evita).

13.11t Es solo indirectamente reflexiva la interpretación de propio en los contextos genéricos en los que alterna con de uno, como en Las {propias costumbres ~ costumbres de uno} deben ser respetadas o en Ya era difícil cargar con la vida propia como para cargar también con las ajenas, por más que estas fueran cercanas y entrañables (Paz Soldán, Materia). Aun así, tanto de uno como propio tienen aquí antecedente o referente, que puede identificarse con el que habla, pero también con las personas o con la gente en general. Como en otros contextos genéricos (§ 15.8), esta interpretación se obtiene con tiempos verbales imperfectivos, lo que da lugar a contrastes como La familia propia siempre te {apoya ~ *apoyó}.

 

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