Sintaxis

25. El verbo (III). El modo

25.12 El modo en las subordinadas relativas (IV). Otros aspectos sintácticos y semánticos de las alternancias modales

25.12a Cuando el subjuntivo de las relativas está inducido por un predicado, el efecto sintáctico de este queda limitado a alguno de sus complementos y, en general, al ámbito del grupo verbal. Así, se ha explicado que el verbo desear induce el modo subjuntivo en las subordinadas de relativo, y se han propuesto ejemplos del tipo de Deseo un apartamento que tenga vistas al mar. Repárese ahora en que el efecto inductor del modo no se extiende al sujeto de ese mismo verbo: Quien tú {sabes ~ *sepas} desea un apartamento que tenga vistas al mar. El efecto del verbo desear abarca únicamente, por consiguiente, la subordinada de relativo incluida en el complemento en el que se expresa aquello que se desea. Esta diferencia se extiende a los demás verbos mencionados en los apartados precedentes. Otros inductores, en cambio, no están restringidos de esta forma, especialmente el futuro o los verbos modales, como en El que acepte tendrá que estar aquí mañana a las nueve. Tampoco lo están las oraciones genéricas que se analizaron en los § 25.10p y ss. La interrogación es asimismo un operador de ámbito oracional, por lo que induce el subjuntivo dentro del grupo verbal, como en ¿Ves algo que te guste?, o bien fuera de él, como en ¿Alguien que esté en esta lista desea borrarse de ella? Nótese que esta última oración sería agramatical si se prescindiera de la entonación interrogativa.

25.12b En el § 25.8 se examinaron ciertos aspectos sintácticos de la inducción modal, muy especialmente la contigüidad entre elementos inductores e inducidos. La pertinencia de este factor se reproduce, con algunas diferencias, en las oraciones de relativo. Así, varios de los verbos mencionados en los § 25.3k-w y 25.11c inducen el subjuntivo en las subordinadas sustantivas y en las relativas. Están entre ellos desear, necesitar, obligar, pedir, querer, recomendar y otros muchos predicados: Deseo {que tenga experiencia ~ a alguien que tenga experiencia}; Necesita {que le hagan caso ~ una persona que le haga caso}. Sin embargo, no todos los predicados se comportan de igual manera. Los verbos que expresan afección y valoración (generalmente factivos, como se vio en los § 25.3r, z) inducen el modo subjuntivo en las subordinadas sustantivas, con las escasas excepciones que se mencionaron en los § 25.5b, c. Se dice, pues, Le molesta que la gente fume. No lo hacen, en cambio, en las subordinadas relativas: Le molesta la gente que {fuma ~ *fume}. Contrastan en el mismo sentido Me disgusta la solución que se nos {ofrece ~ *ofrezca} con Me disgusta que se nos {*ofrece ~ ofrezca} esa solución, si bien se admitiría aquí el indicativo en algunas variedades del español, como se ha recordado. Como el futuro es un inductor del subjuntivo en las relativas (§ 25.11h), la oración anómala mencionada *Me disgusta la solución que se nos ofrezca pasaría a ser plenamente gramatical si se usara disgustará en lugar de disgusta.

25.12c La inducción modal que tiende a rechazarse en los contextos descritos en el apartado anterior puede tener lugar, sin embargo, cuando estos grupos nominales complejos formados con relativas en subjuntivo están contenidos en una subordinada sustantiva, como en Me molesta que haga siempre lo que le {viene ~ venga} en gana o en Es una pena que desaproveche las oportunidades que se le {ofrecen ~ ofrezcan}. Como se ve, un elemento que induce el subjuntivo en las sustantivas, pero no en las relativas, puede extender su efecto a estas últimas si el grupo nominal que las contiene pertenece a las primeras. Este proceso, mediante el cual un subjuntivo induce a otro, puede descomponerse en dos pasos. Así, el subjuntivo inducido en la subordinada sustantiva es el del verbo haga en Me molesta que haga siempre lo que le {viene ~ venga} en gana. Esa forma verbal es la que induce a su vez el subjuntivo que contiene la relativa (venga). Se trata, como se ve, de un proceso de inducción modal mediata, que recuerda en parte el que se ilustró en el § 25.9b. Su característica más notable es que el modo subjuntivo se convierte a su vez en un inductor modal.

25.12d Varios de los verbos que están sometidos a los cambios de significado que se han descrito en el § 25.4 inducen el subjuntivo en las subordinadas de relativo con las diferencias de significación que allí se observaron. Se mencionó en esos apartados que los verbos aceptar, admitir, conceder, garantizar y otros similares son compatibles con los dos modos. El proceso de inducción modal mediata descrito en el apartado anterior —es decir, el esquema sintáctico en que el subjuntivo se convierte a su vez en inductor modal— se obtiene también en estos casos, como en Aceptó que Pelias pusiese las condiciones que quisiera (Reverte, Ulises). Así pues, el modo subjuntivo en pusiese está inducido por el verbo aceptar, pero es a la vez el inductor del subjuntivo en quisiera.

25.12e En el § 25.9 se comprobó que el modo indicativo en las relativas no parece estar inducido por ningún elemento, frente a lo que ocurre en las sustantivas. Son, por tanto, enteramente esperables alternancias como Acepto que hagan lo que {quieren ~ quieran}, al lado de asimetrías como Admito que hacen lo que {quieren ~ *quieran}. En el primer par (que contiene una relativa libre insertada en una sustantiva en subjuntivo) tiene lugar el proceso de inducción mediata que se analizó en el apartado precedente (el subjuntivo de hagan induce el de quieran); en el segundo par carece de inductor la forma subjuntiva quieran: no puede inducirla el indicativo hacen y tampoco el verbo admitir, en razón de la falta de contigüidad. El resultado es, pues, anómalo.

25.12f El proceso de inducción modal mediata que se ha analizado puede expresarse de manera resumida así: «conjunción subordinante… + subjuntivo… [relativo… + subjuntivo]». Esta es la pauta que corresponde al ejemplo analizado Acepto que hagan lo que quieran. Puede darse asimismo un proceso análogo sin subordinadas sustantivas, de forma que un subjuntivo contenido en una relativa induzca el de otra oración similar, abreviadamente, «relativo… + subjuntivo… [relativo… + subjuntivo]», como en Elegirán a una persona que sepa lenguas que ellos desconozcan (lógicamente, en alternancia con el indicativo, que no requiere inductor). En esta oración se ha marcado con trazo discontinuo el verbo en subjuntivo que da lugar al proceso de inducción mediata descrito. Así pues, el modo de desconozcan está inducido por el de sepa, que a su vez lo está por el futuro de elegirán. Como sucedía en los casos analizados en el apartado anterior, el inductor intermedio ha de estar en subjuntivo, no en indicativo. Se obtienen contrastes similares al comparar Insisto en que {escriba ~ escribe} mejor con Insisto en que {escriba ~ *escribe} alguna novela que sea mejor.

25.12g En los apartados anteriores se estudió el papel que tiene la contigüidad sintáctica en la inducción del modo en las relativas. Un segundo factor importante en la elección del modo en esas oraciones es la naturaleza definida o indefinida del grupo nominal que contiene la relativa. El efecto inductor de los predicados intensionales (§ 25.11c) puede ejercerse a través de grupos nominales definidos (Buscan al médico que sea capaz de curarla) o indefinidos (Buscan a un médico que sea capaz de curarla). En el primer caso, el grupo nominal del ejemplo propuesto es además genérico, ya que hace referencia a cierto tipo de persona. Como se observó en el § 25.10b, no existe contradicción entre definitud e inespecificidad. El futuro, el condicional, el imperativo o los verbos modales no suelen mostrar restricciones marcadas en los contextos definidos, como en Le daré la cantidad que me pida; Memorizaría en una semana el texto que me correspondiera; Regálale el cuadro que le guste; Tiene usted que seguir a rajatabla la medicación que yo le recete, y otros muchos ejemplos similares de interpretación también prospectiva. En cambio, otros inductores —especialmente los que se asocian con el concepto de ‘ámbito’— ejercen su efecto en los grupos nominales indefinidos y muestran cierta resistencia —variable, según los casos— a los definidos. Se comprueba esta diferencia en pares como No encontré {un ~ *al} vigilante que tuviera las llaves de la oficina (frente a … vigilante alguno que tuviera las llaves de la oficina, sin artículo). El subjuntivo subrayado cuenta con un posible inductor (la negación), pero el artículo determinado no da lugar aquí a la interpretación inespecífica que se requiere.

25.12h Los grupos nominales definidos que admiten relativas en subjuntivo suelen ser genéricos, como se explicó, o bien admitir la interpretación atributiva de la que se habló en los § 25.10f-j, lo que permite agruparlos con los indefinidos desde el punto de vista interpretativo. En general, los contextos prospectivos y los genéricos son los que resultan más claramente compatibles con los verbos en subjuntivo contenidos en grupos nominales definidos. Favorecen de manera notable la lectura inespecífica de esos grupos nominales las relativas sin antecedente expreso o relativas libres (§ 44.1e y ss.), como en No tenía quien me echara una mano (con subjuntivo inducido por la negación) o ¿Has preparado ya lo que debamos llevarnos? (en alternancia con debemos). Estas oraciones se forman con relativos complejos que pueden ser definidos o indefinidos. Así, el pronombre quien significa ‘el que, la que’ o ‘alguien que’, según los contextos, como se expone en los § 22.4e y ss. y 44.1i. El artículo neutro lo en la expresión lo que es definido, pero la expresión conjunta lo que no lo es necesariamente cuando se asimila a cualquier cosa que. Tampoco es definido cuanto en Piensa bien cuanto tengas que decirle, ni lo son siempre los adverbios relativos, como se estudia en los § 22.6-11.

25.12i Según se observa en el apartado anterior, también afecta a la estructura del grupo nominal la elección del modo en las llamadas relativas sin antecedente expreso o relativas libres44.1e). Así, los pronombres y adverbios relativos complejos característicos de este tipo de relativas forman grupos que se asimilan a los nominales (Quienes quieran… ~ Aquellos que quieran…), o bien a los preposicionales (Cuando prefieras… ~ En el momento que prefieras…). El comportamiento gramatical del relativo cuando presenta más peculiaridades de naturaleza temporal que modal. En consecuencia, los grupos nominales son compatibles con el futuro, incluso los temporales: El día en que eso {ocurrirá ~ ocurra}…, mientras que el adverbio relativo cuando no se acepta en ellos en la lengua actual: Cuando eso {*ocurrirá ~ ocurra}… Cabe decir lo mismo del condicional: Cuando esto {*ocurriría ~ ocurriera}. Existen, no obstante, algunas excepciones (§ 23.14v, w y 24.5c).

25.12j La relación entre el adverbio cuando y los tiempos verbales está sujeta a otras particularidades (§ 24.5), pero el modo se elige en esas secuencias de manera relativamente similar a como se determina en las demás oraciones de relativo. Así, el subjuntivo inducido por el futuro en El día que quiera deshacerme de él, en el foso del anfiteatro no me darán más de quinientos ases (Núñez Alonso, Lazo) lo estaría igualmente si se hubiera dicho Cuando quiera deshacerme de él, en el foso del anfiteatro no me darán más de quinientos ases. El imperativo induce de forma análoga el subjuntivo en Llámame cuando puedas. Los demás relativos complejos se ajustan, en lo fundamental, a esta pauta, como en ¿Existe acaso un lugar donde no se den esos problemas?, con subjuntivo inducido por la interrogación, o en Hazlo como te parezca, con imperativo como inductor.

25.12k Los grupos nominales sin determinante ni cuantificador, que en los § 15.11a y ss. se denominan escuetos, muestran cierta resistencia a la alternancia modal. Aun así, los que se construyen con sustantivos en singular son más firmes en el rechazo del indicativo, como se ve en sin excusa que {*vale ~ valga} o en No escribe novela que no {*alcanza ~ alcance} el primer puesto en las listas de ventas. Los que lo hacen con nombres en plural son algo más inestables en este punto: se utiliza únicamente el subjuntivo en Necesitamos voluntarios que nos {*ayudan ~ ayuden}, pero se admiten los dos modos en Solo aceptan clientes que {tienen ~ tengan} cuenta en el banco. En los § 15.11b y ss. se hace notar que los grupos nominales escuetos son inespecíficos, por lo que se asimilan a los indefinidos situados bajo el ámbito de la negación y de otros operadores. Desde este punto de vista, la irregularidad de *sin excusa que vale es en cierta manera similar a la de *No dijo nada que tenía sentido25.11m). Sobre otros aspectos de esa relación, véanse los § 48.4-5 y 48.9.

25.12l Se presentaron en las secciones anteriores numerosas muestras de que la ausencia de un contexto modal apropiado provoca a menudo el rechazo del subjuntivo en las oraciones de relativo. Si bien se acepta generalmente que el modo está inducido en ellas por algún elemento, al igual que sucede en las sustantivas, no hay completo consenso sobre el alcance de estos procesos de inducción modal y, en particular, sobre si existen o no manifestaciones del modo en las relativas que no estén relacionadas con ellos. Así, se ha observado que cuando la oración de relativo adquiere un sentido final (por tanto, prospectivo) el subjuntivo se admite en ausencia de todo elemento desencadenante, como en Le hicimos un torniquete que detuviera la sangre o en La municipalidad ha construido dos nuevos parques en los que se paseen los vecinos. La interpretación final de estas oraciones es clara, y está determinada en parte por la posterioridad de la acción designada por el verbo en subjuntivo en relación con el que aparece en la oración principal. De todas maneras, el concepto ‘oración de relativo con valor final’ no tiene, tal como está formulado, un lugar preciso en el sistema gramatical. En el apartado siguiente se consideran algunas opciones que puedan aclararlo.

25.12m Parece lógico relacionar las relativas en subjuntivo con valor final con las relativas de infinitivo (§ 26.12). Estas últimas son posibles en los contextos en los que se sobrentiende el verbo modal poder, como en un libro con el que entretenerme (‘con el cual poder entretenerme’) o un pozo del que sacar agua (‘del cual poder sacar agua’). De hecho, cuando no es posible suponer este verbo modal, la relativa de infinitivo resulta forzada o anómala, como en *Esta es una nota de pie de página de la que prescindir. En el § 26.12d se sugiere, en un sentido análogo, que el valor prospectivo que el infinitivo adquiere en No sé qué hacer se obtiene de un verbo modal tácito similar, lo que proporciona como posible paráfrasis ‘No sé qué pueda hacer’. Desde este punto de vista, cabe pensar que el sentido final que se obtiene en Le hicimos un torniquete que detuviera la sangre no está tanto en la reinterpretación del relativo como conjunción final como en la posibilidad de admitir un auxiliar modal (como si se dijera ‘… que le pudiera detener la sangre’), cuya orientación prospectiva se puede comprobar en otros muchos contextos. Se analizarán otros casos en que el subjuntivo admite paráfrasis con el verbo poder en los § 25.5r y 25.10s. Algunos gramáticos entienden, por el contrario, que estas construcciones constituyen una manifestación de la pertinencia que tienen las relaciones pragmáticas en la determinación del modo, ya que el suceso designado por la relativa aparece en subjuntivo cuando el hablante entiende que puede interpretarlo como fin natural de la acción que expresa el predicado principal.

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE