Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.6 Perífrasis de infinitivo (I). Características fundamentales de las perífrasis modales

28.6a Los esquemas perifrásticos con infinitivo son los más numerosos. Suelen distinguirse dos tipos de perífrasis modales. Corresponde al primero la llamada modalidad personal o radical (término que traduce el inglés root en root modals) y al segundo la llamada modalidad epistémica, impersonal o proposicional. En la primera se atribuye a alguien cierta capacidad, habilidad, obligación, voluntad, disposición u otra manifestación similar de naturaleza intencional en relación con algo. En la modalidad epistémica, por el contrario, se presenta como objetivamente necesario, posible o probable, a juicio del hablante, algún estado de cosas. Así, en la oración El ladrón no pudo entrar por la ventana, cabe entender que se niega cierta capacidad o habilidad a un determinado ladrón (modalidad radical), o bien puede querer decirse que no cabe la posibilidad de que tal ladrón entrara de esa forma (modalidad epistémica). Esta última modalidad da lugar a paráfrasis con oraciones (como en No puede ser cierto que entrara por la ventana), lo que justifica el término proposicional con el que a veces se la designa.

28.6b El contraste entre la modalidad radical y la epistémica se aplica a varias perífrasis modales. En la primera se ponen de manifiesto de diversas formas los atributos o las capacidades de las que se habló en el apartado anterior, mientras que en la segunda no se expresan esos significados, sino que se admiten generalmente paráfrasis con oraciones completivas de sujeto. En las oraciones Felipe sabe nadar (recuérdese el § 28.4g en relación con el verbo saber); Elisa quiere comprarse un coche nuevo, o Luis osó desobedecer a sus padres, se predica de Felipe el tener la capacidad de nadar; de Elisa, el deseo de comprarse un coche nuevo, y de Luis cierto atrevimiento relativo a la omisión voluntaria de una acción. En cambio, en Felipe ha resultado ser un excelente nadador, Elisa parece haberse comprado un coche nuevo o Luis debió de desobedecer a sus padres, no se predican capacidades, deseos ni acciones de individuo alguno, sino que se expresan grados de certidumbre del hablante con respecto a la veracidad de ciertas proposiciones (‘Elisa se ha comprado un coche nuevo’; ‘Luis ha desobedecido a sus padres’), o bien se pone de manifiesto el hecho de que el hablante ha adquirido la certidumbre de algo (que Felipe es un excelente nadador, en el primer ejemplo citado) después de un proceso que lo lleva a constatarlo. Estas últimas oraciones tienen un sentido muy próximo al de las construidas con una completiva, como Resultó que Felipe es un excelente nadador, Parece que Elisa se ha comprado un coche nuevo, Es de suponer que Luis ha desobedecido a sus padres. He aquí otros ejemplos de ambos usos en varias perífrasis modales:

sentido epistémico, impersonal o proposicionalsentido radical o personal
«tener que + infinitivo»Tiene que haber sido por el calorTengo que trabajar esta tarde
«deber (de) + infinitivo»Deben de ser las dosDebes fijarte más
«poder + infinitivo»Aquí puede hacer mucho frío en inviernoPuede hablar ruso sin dificultad
«haber de + infinitivo»Ha de ser el vientoHas de repetir el ejercicio

28.6c Como la modalidad radical o personal se predica de un sujeto, los verbos modales radicales son incompatibles con las construcciones que carecen de él o que poseen sujetos a los que no se atribuyen capacidades, disposiciones o intenciones. Así pues, en Puede hacer buen tiempo solo se reconoce el sentido epistémico o impersonal de poder (aproximadamente, ‘ser posible’). Los modales radicales imponen determinadas condiciones semánticas a sus sujetos, que vienen a añadirse a las que impone el infinitivo que forma la perífrasis. Así, si se dice de un atleta que puede levantar trescientos kilos, se está predicando de él cierta capacidad física (Puede…), relativa a una determinada acción (… levantar trescientos kilos). Por el contrario, la modalidad epistémica se aplica a un contenido proposicional, como se ha explicado, por lo que no impone condición alguna al sujeto gramatical de la construcción, en caso de existir: Parece haber muchas dificultades; Puede ocurrir en cualquier momento; Debería (de) hacer mejor tiempo estos días, etc. A ello se añade que los modales radicales están generalmente orientados hacia el futuro, en cuanto que las capacidades, las obligaciones y los deseos expresan contenidos que se aplican a situaciones de naturaleza prospectiva.

28.6d En la tabla del § 28.6b se comprobó que unos pocos auxiliares pueden usarse como modales radicales o como modales epistémicos. Algunos se especializan, sin embargo, en una de las dos opciones. Se explicó en los § 28.4a y ss. que el verbo querer se asimila en parte a los verbos modales, pero no se aclaró allí que se considera radical, no epistémico. Por el contrario, parecer seguido de infinitivo se asimila a estos últimos, no a los anteriores. Se ha señalado, de hecho, en numerosas ocasiones que este verbo funciona en ciertas construcciones como copulativo (Parece interesante), en otras como intransitivo que admite subordinadas sustantivas de sujeto (Me parece que va a hacer más calor) y en otras, como modal (Marta parecía entenderlo). Se comparan estos usos en el § 37.10.

28.6e Cuando dos verbos modales se combinan consecutivamente, ambos pueden interpretarse como radicales, como en Tienes que poder estar en la oficina a las cuatro en punto, donde se habla de la obligación de adquirir cierta facultad o capacidad. También es posible que el primero se interprete como epistémico y el segundo como radical, como en Debió de poder abrir la puerta con una ganzúa; Hubo de tener que salir corriendo (es decir, ‘Seguramente tuvo que salir corriendo’), o en los textos siguientes:

Supongo que la espontaneidad y el fuego de sus versos solo se debe poder lograr a costa de una gran angustia (Genta, Pecadora); Debe haber algún tratamiento, inyecciones, algo, tanta brutalidad debe poder curarse (Vargas Llosa, Conversación); Podrías tener que enfrentarte a dificultades que no quiero para ti (Navarro, Biblia).

No se da, en cambio, la situación contraria a esta última, es decir, aquella en la que el primer modal es radical y el segundo epistémico. Se deduce de ello el marcado contraste entre la gramaticalidad de El perro debió de querer abrir la puerta y la anomalía de *El perro quiso deber de abrir la puerta. Estos contrastes se ven apoyados por la interpretación semántica que corresponde a estas oraciones, en cuanto que tiene sentido establecer una conjetura sobre un deseo, pero no tanto un deseo acerca de una conjetura.

28.6f La lengua rechaza las perífrasis verbales en las que dos verbos modales consecutivos se interpreten como epistémicos, como en *Puede parecer hacer mucho frío, pero es solo una sensación. El verbo parecer no es modal cuando tiene como sujetos subordinadas sustantivas (Parece que hace frío), por lo que no hay contradicción en Puede parecer que hace mucho frío. La perífrasis «haber de + infinitivo», que acepta el sentido epistémico, no admite, en cambio, subordinación, sea a otro auxiliar (*Puede haber de salir) o en cualquier otro contexto (*en caso de haber de salir). Está, pues, más restringida que otras perífrasis de sentido epistémico.

28.6g Como el verbo parecer solo admite en las perífrasis verbales el sentido que se ha llamado epistémico o proposicional, es lógico que no pueda ir precedido de un auxiliar radical, como en *Has de parecer tener razón. Esta oración contrasta marcadamente con Has de parecer más alto, donde parecer no forma perífrasis. En cambio, puesto que el verbo querer solo admite el sentido radical, usado en las construcciones perifrásticas, no aparece seguido de un auxiliar de sentido epistémico (*Quiere parecer saber mucho de fútbol), pero acepta otros que poseen sentido radical (Solo quiere poder ser feliz). Es igualmente esperable que querer rechace los infinitivos de los verbos impersonales y de los que no designan capacidades o disposiciones de los individuos (*Quisiera haber más participación en la empresa). Como se vio en el § 28.4e, se exceptúan algunos verbos que denotan fenómenos atmosféricos (Quiere llover), pero no tanto otros de este mismo grupo (*Quiere haber sequía).

28.6h Los modales radicales en presente no admiten el infinitivo compuesto, que tiene valor de anterioridad. Así pues, poder en Puedo haberlo escrito o en Puedes haberte equivocado se interpreta como modal epistémico. En cambio, la expresión de la incertidumbre o de la posibilidad o probabilidad presentes puede referirse a un estado de cosas anterior, cuya existencia se conjetura, lo que no excluye el infinitivo compuesto: Debe de haber desobedecido a sus padres; Parece haberse ido muy temprano. De acuerdo con la generalización introducida en los apartados anteriores, el infinitivo compuesto no podrá subordinarse a un modal epistémico subordinado a su vez a un modal radical: *Ha de poder haber terminado a las doce. De manera análoga a como la certidumbre puede referirse a un estado de cosas pasado, también es posible predecir o anunciar que una capacidad, una obligación o un deseo surgirán en el futuro. Los modales radicales pueden aparecer, por tanto, precedidos por la perífrasis «ir a + infinitivo» (§ 28.8), como en Cuando se entere, va a querer venir; El año próximo ya va a saber leer. No cabe predecir, por el contrario, un estado de certidumbre o de probabilidad futura, por lo que es esperable que los modales epistémicos o impersonales queden excluidos de ese contexto: *Si llegas tarde, los presentes van a deber de molestarse; *El año próximo, Guillermo va a parecer comprenderte.

28.6i Se comprobó en los apartados anteriores que el comportamiento de los modales exclusivamente radicales (como querer) y de los modales exclusivamente epistémicos (como parecer) es importante para determinar los esquemas perifrásticos en los que participan y las formas en que se combinan. Suele analizarse «deber + infinitivo» como modal radical y «deber de + infinitivo» como epistémico. Así, Debes beber mucha agua expresa, en principio, un consejo o una obligación del destinatario, mientras que Debes de beber mucha agua expresa una conjetura del hablante, es decir, la manifestación de una probabilidad inferida. Los dos textos que siguen ilustran estos dos valores:

Considero que, mientras no tengamos un plan, nada podemos ni debemos hacer (Quiroga, H., Anaconda); El perro debía de querer mucho a Bernardino, porque siempre le seguía saltando y moviendo su rabito blanco (Matute, Artámila).

Existen, no obstante, numerosas excepciones a esta regla general, como se explicará en los apartados siguientes.

28.6j Los textos ponen de manifiesto que el contraste descrito en el apartado anterior se desdibuja muy a menudo, sobre todo en presente de indicativo. «Deber + infinitivo» se documenta con mucha frecuencia para expresar probabilidad, y aparece además en contextos que son propios de la modalidad epistémica, como son los verbos impersonales, las construcciones de infinitivo compuesto o las construcciones en las que aparece precediendo a otros verbos modales. Los textos que registran estos hechos pertenecen tanto al español americano como al europeo, aunque proporcionalmente son algo más numerosos en el primero que en el segundo. Se trata, además, de un uso muy extendido que se documenta en escritores de prestigio:

Es verdad que nadie ha estado en ese cuarto por lo menos en un siglo —dijo el oficial a los soldados—. Ahí debe haber hasta culebras (García Márquez, Cien años); Debe hacer mucho frío en la calle, entonces un coñac doble (Cortázar, Rayuela); En aquel momento alguien debió llamar a la mujer desde la enfermería porque ella hizo un gesto de asentimiento y con una cierta reticencia se fue (Regàs, Azul); Nunca debió ser bella y había empezado a envejecer antes de tiempo (García Márquez, Doce cuentos); Pienso que esta gente debe haber tenido muchísimo dinero para hacer las cosas así en grande (Hernáez, Destino); A los gritos de la pequeña debió saltar la tapia para auxiliarla y se encontró con lo que menos esperaba (Asturias, Torotumbo); Mi madre no calla con que debo estar anémica (Espido, Melocotones); Elodia debe tener hambre. Seguramente le tiran piedras a su rancho (González León, Viejo); No exactamente. Elin, tú debes haber entendido mal (Nieva, Verdad); Madrina, aquí tengo yo esto que debe valer algo y no me sirve a mí para nada (Gallegos, Rebelión).

28.6k Son igualmente numerosos, sobre todo en el español americano, los usos de «deber de + infinitivo» para expresar obligación. Este empleo de la perífrasis, que ya conoció la lengua clásica, es frecuente sobre todo en México y Centroamérica, pero también se documenta en la lengua culta de Venezuela y en otros países del área caribeña, así como en algunos de la andina:

En general, el caballo debe de ir en todo momento controlado por su jinete (Romero Blanch, Equitación); Yo entiendo que todo pastor debe de estar reconocido por alguna universidad para poder ejercer su ministerio (O’Donnell, Vincent); Creo que no debes de utilizar tu imagen y el cariño del público a favor de una causa determinada (Diario Yucatán 9/9/1996); Por lo menos debes de mostrar respeto (Santiago, Sueño); Creo que debes de casarte con tu Teniente Vizcaya (Morón, Gallo); Yo ansiaba el premio, pero debes de creerme que lo que más me dolió fue la burla (Chávez, Batallador).

Por su gran extensión en el mundo hispanohablante en todos los niveles de lengua, no puede considerarse incorrecto el uso de «deber + infinitivo» con el sentido de conjetura o probabilidad inferida. Para expresar obligación se recomienda la variante sin preposición.

28.6l La perífrasis «tener que + infinitivo» es mucho más frecuente que «deber + infinitivo» para expresar obligación (modal radical) y también probabilidad (modal epistémico). En ambos casos denota un grado más alto de necesidad que deber. Usado «tener que + infinitivo» como modal radical o personal, expresa obligación o necesidad externa inevitable impuesta por las circunstancias, de forma que el sujeto no es capaz de sustraerse a ella. Esta obligación puede o no coincidir con algo que se presenta como deseable o como necesidad ajustada a alguna norma ética, social o legal:

Tendría que encender las luces y llevarme las manos a la cabeza y gritar de dolor y arrepentimiento (Marías, J., Batalla); Para robar no tengo agallas; rico no soy, conque me tendré que poner a pedir limosna (Baroja, Hierba); Jack asegura que a los pocos días, qué horrible, tuvieron que cortarte la otra pierna (Navales, Cuentos); Ya sé que yo no te entendía últimamente, y que tú tuviste que buscar fuera el cariño que tenías que tener en casa (Alonso Santos, Pares); Los dos tuvieron que guardar cama varios días (Gavilanes, Bosque); Bueno. Es todo, por ahora. Tendré que hacer ciertas averiguaciones en relación con lo que usted me ha dicho (Mutis, Maqroll); ¿Para qué tuviste que mencionarme a mí? (Shand, Sastre); Tengo que obrar dentro de los límites de una estricta prudencia (Rizal, Filibusterismo).

Por el contrario, la obligación expresada por «deber + infinitivo» está en consonancia con lo generalmente deseable o con normas aceptadas que así lo imponen. Podría decirse, por ejemplo, Las autoridades tienen a veces que cometer actos ilegales si se quiere expresar que se ven forzadas a ello. Sería extraña la variante Las autoridades deben cometer a veces actos ilegales, porque expresaría la sujeción necesaria a alguna norma ética superior que exige un comportamiento ilícito.

28.6m Como la obligación impuesta por «tener que + infinitivo» se presenta como inevitable, cuando la perífrasis aparece en pretérito perfecto simple implica en general que la acción se realizó efectivamente. Se percibe, pues, cierta contradicción en Tuvo que marcharse, pero no se marchó, mientras que con tenía que no se sugiere esa implicación. Sería, en cambio, aceptable en el mismo contexto Debió marcharse, al igual que cabría decir Sé que debí lamentarlo, pero no lo lamenté. El valor no contrafáctico (o contrafactual) de «tener que + infinitivo» en pretérito perfecto simple no es exclusivo de las oraciones construidas con apéndices adversativos (Tuvo que…, pero…). Si alguien pregunta ¿Está Maite?, y recibe como respuesta Tuvo que marcharse, deduce que efectivamente se marchó, y no en cambio que Maite estuvo sujeta a alguna obligación que no cumplió. El uso contrafactual de «deber + infinitivo» en pretérito (es decir, la interpretación según la cual no tuvo lugar la acción que se describe) es muy frecuente, como se muestra en estos ejemplos:

La demanda debió ser presentada el lunes, pero por razones no explicadas recién se la presentó ayer (Tiempos 4/12/1996); “Debemos irnos”, explicó ella, y esa fue su famosa frase final, aunque debió decir “Quiero irme” (Cabrera Infante, Delito); No es que yo sea más fuerte que los otros. Por eso debí ser más precavido (Gala, Ulises); En realidad no me extraña que se matara, no lo preví, debí haberlo previsto (Marías, J., Corazón).

El auxiliar deber admite el infinitivo compuesto con interpretación contrafáctica cuando se construye con imperfecto:

Escobedo debía haber llegado a Madrid, pero no había noticias. Seguramente no las habría en mucho tiempo (Uslar Pietri, Visita); Aproveché para mirar mi agenda, cosa que rara vez hago y, como siempre que la examino, me di cuenta de que había un montón de cosas que debía haber hecho esa semana que no hice (Rico Godoy, Mujer).

Lo admite asimismo en condicional: Debería haberlo hecho. Cabe decir lo mismo de «tener que + infinitivo», como en {Tendría ~ Tenía} que haber ido a su casa, y, como se verá en el § 28.6s, también de «haber que + infinitivo».

28.6n En sus usos epistémicos, «tener que + infinitivo» expresa una inferencia certera o una conclusión palmaria, por oposición a la probabilidad denotada por «deber de + infinitivo»:

Ya te he dicho que son muy listos y además tienen que haber hecho estudios, por lo menos el bachillerato y todo lo demás (Arrabal, Cementerio); Creo que el conflicto entre sus ideas y su lealtad a Jesús tiene que haber sido más difícil que el mío (Pinto, Despertar); Yo nunca he visto pescar un pez vela. Tiene que ser emocionante (Rovinski, Herencia); Tenía que tratarse de Tita, la fragancia peculiar que se esparció por el aire, entre jazmín y olores de la cocina sólo podía pertenecerle a ella (Esquivel, Agua).

Mientras que Debe de haber sido muy difícil deja abierta la posibilidad de que lo que se describe no sea tal como es presentado, en Tiene que haber sido muy difícil se expresa la seguridad o el convencimiento del hablante de que la dificultad ha existido efectivamente. Con todo, esta inferencia no da lugar por fuerza a la interpretación no contrafactual, a diferencia de lo que ocurre con la interpretación de obligación de «tener que + infinitivo». Así pues, del siguiente texto: Porque, oíme, alguna vez lo tuviste que ver perder, a menos que no vayas a los clásicos (Fontanarrosa, Diciembre), no se deduce ‘Lo viste perder’, sino que se expresa el convencimiento del hablante de que esa conclusión es correcta. Recuérdese (§ 28.1d) que la perífrasis «tener que + infinitivo» posee una variante con la preposición de.

28.6ñ También admite usos radicales o personales, así como epistémicos o impersonales, la perífrasis «haber de + infinitivo». Se explicó en las páginas precedentes que esta perífrasis no se subordina a otro verbo modal, lo que da lugar a contrastes como Debió de {tener que ~ *haber de} irse. En el uso radical o personal, «haber de + infinitivo» expresa obligación, como en Un escritor ha de cumplir ciertas normas, o en los textos siguientes:

Un mes más tarde se habría de comer, chupar y correr la pata —en la forma que le había contado Antolín Quintana a Maneco— en ocasión del casamiento (Rosa, Caminos); Un magistrado ha de ser una persona equilibrada, culta (Millás, Articuentos); En tales condiciones hube de estabilizar el avance conseguido en espera de una mejoría del tiempo (Olaizola, Escobar); No puedes salir de Guayaquil, has de morir en Guayaquil (Revueltas, Apando).

En la interpretación epistémica, se manifiesta con esta perífrasis alguna inferencia que se considera probable, como en Un trabajador de esa empresa ha de ganar unos mil dólares por mes, en el sentido de ‘Seguramente es esa la cantidad que gana’. En esta interpretación, la perífrasis admite equivalentes cercanos formados con los adverbios probablemente y seguramente.

28.6o La perífrasis de obligación «haber de + infinitivo» desemboca otras veces en una interpretación puramente prospectiva. Este sentido no está asociado con la idea de obligación y corresponde a ejemplos como No he de callar usado en el sentido de No callaré. Era frecuente en la lengua clásica:

Voy viendo que no han de bastar [=‘no bastarán’] todos los emplastos de un hospital para ponerlas en buen término (Cervantes, Quijote I); No he de ser [=‘no seré’] yo de seso tan menguado / que del fuego, en el cual fuy a quemarme, / quede quexoso en ver que m’ ha quemado (Boscán, Poesías); Quien desto quisiere ser bien informado vea el tomo sexto de los Anales de este autor, que yo no he de decir [=‘no diré’] aquí sino lo que él dejó de escribir (Sandoval, Historia).

Esta pauta tiende a asociarse hoy con los registros más elevados en el español europeo. En buena parte del americano se extiende, en cambio, a otros niveles de lengua, ya que en el español americano las perífrasis temporales y las de obligación han ido desplazando al futuro en muchos de sus usos (§ 23.14). Se ejemplifica a continuación este sentido de «haber de + infinitivo» en textos de los siglos xix y xx:

Le prometo que no he de salir (Viezzer, Hablar); En este capítulo final hemos de ver cómo cada uno de nosotros recorre ese camino zodiacal desde la piedra hasta la sangre (Puerta, Astrología); Yo se lo he de contar mañana al señor don Eduardo (Mármol, Amalia); ¿Para qué pensar en lo que no he de hacer nunca? (Clarín, Regenta); No he de extenderme en una aproximación minuciosa y documentada sobre lo que había ocurrido y lo que ocurría entonces (Rojo, Hotel); Con la venia de Nguenechén Nuestro Señor, no he de tardar (Labarca, Butamalón); Comenzaba a urdir la enmarañada tela de sus intrigas, con la astucia y la paciencia que elabora la araña la complicada red en que ha de envolver a sus incautas víctimas (Milla, Visitador); Antes que se dilate / la sombra de la noche / en que habrás de morir / y yo morirme, / álzame tu pañuelo (Brines, Ensayo).

28.6p El uso de «haber de + infinitivo» con valor de futuro está hoy particularmente vivo en el español de México, Centroamérica y el área antillana, además de en el hablado en la zona nororiental de España, por influencia del catalán. En el español americano de las áreas mencionadas resultan comunes expresiones como A continuación hemos de oír la segunda sinfonía de… con el sentido de ‘… vamos a oír, oiremos…’. Incluso en las áreas lingüísticas en las que la perífrasis no se usa con esta interpretación, quedan restos de ella en expresiones lexicalizadas, como en Agua que no has de beber (es decir, ‘que no beberás’), déjala correr. Menos frecuente es hoy en día el empleo de «he de + infinitivo» con el significado que corresponde al presente del verbo auxiliado (No he de estar por Con seguridad no estoy), que se muestra en el siguiente texto:

Si las señales de mi ciencia —continuó el físico— no han de ser infalibles, sangre más ilustre ha de reemplazar la del piadoso maestre, y el estandarte de Calatrava verá agregarse a su cruz roja las barras de Aragón (Larra, Doncel).

Se utiliza como marcador u ordenador del discurso la fórmula Si he de ser sincero (también serte, serle, serles, seros, etc.) en alternancia con Para ser sincero (y sus variantes con enclíticos).

28.6q El uso de «haber de + infinitivo» con valor epistémico, es decir, con el sentido de inferencia probable, es muy frecuente en la lengua literaria y, en general, en los registros cultos no conversacionales. Con este valor la perífrasis admite el infinitivo compuesto, como en Has de haberlo soñado. Este uso es hoy en día más característico del español americano que del europeo, pero se documenta en ambos:

La edad es el asesino impune de una mujer. Tú has de haber creído que, diez años menor que yo, podrías gozar de mi madurez y acaso ser el último godible de mi vida (Fuentes, Silla); […] como tantos otros anónimos héroes que no conocemos y que han de haber concluido sus días, sin que nadie lo sepa, entre las paredes del manicomio (Sábato, Héroes); En España ya no podría publicarse, el primer Lazarillo, el Palmerín de Inglaterra en la misma edición que hubo de haber leído don Quijote (Muñoz Molina, Sefarad); Cuando llegan al patio trasero, los cinco varones, que han de haber estado moviéndose, saltando o corriendo, quedan por un segundo inmóviles (Saer, Limonero); Ahora pienso que han de haber estado muy contentos, porque me pagaban un sueldo de doscientos pesos mensuales y mi trabajo valía, a lo sumo, veinte (Araya, Luna); Parece fungir como intermediario, como traductor, o como intérprete más bien, porque ha de haber sido difícil la comunicación oral (Celorio, Contraconquista).

28.6r La perífrasis «haber de + infinitivo» empleada con valor epistémico e infinitivo simple es menos frecuente que con el compuesto. No obstante, se obtiene esta interpretación en algunas exclamativas de rechazo (¡Qué ha de saber él de esto!), y también en contextos en los que se considera inevitable algún estado de cosas, con más frecuencia si es inconveniente (Siempre has de estar molestando; ¿Nunca ha de haber paz en esta casa?), como en los fragmentos que se citan a continuación:

¿No ha de haber un espíritu valiente? / ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? / ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? (Quevedo, Poesías); Somos polvo, inmundicia, y que siendo tan mala cosa, todavía ha de haber quien quiera regalarse con nosotros (Galdós, Prohibido).

La perífrasis de valor epistémico posee además un sentido prospectivo, a veces próximo al de «ir a + infinitivo», pero —frente a los usos prospectivos descritos en el § 28.6o—, casi siempre con la idea añadida de que es inevitable que tenga lugar el estado de cosas que se describe:

Por unos días, ése había de ser mi mundo, el confidente de mis tribulaciones y continente de las esperanzas que alentaban mis insomnios (Dimas, Amor); ¡Se lo digo yo que la tuve así de cerquita de estos ojos a los que se ha de comer la tierra…! (Jaramillo Levi, Tiempo); Todos los delitos y las faltas habían de correr la misma suerte (Benet, Saúl); Indica con un gesto que es ella quien ha de decir la última palabra (Melcón, Catalina); Pero tus barbaridades han de costarme la vida (Milla, Visitador).

Este uso de «haber de + infinitivo» constituye una variante del valor epistémico descrito en las páginas precedentes. Aun así, se diferencia de aquel en que no admite paráfrasis con los adverbios seguramente o probablemente, sino más bien con necesariamente, inevitablemente, sin duda o sin remedio. Mientras que Ha de habérselo figurado equivale a ‘Seguramente se lo ha figurado’, Estos ojos que se ha de comer la tierra viene a significar ‘Estos ojos que inevitablemente se comerá la tierra’.

28.6s Se expresa también obligación o necesidad con «haber que + infinitivo», como en Hay que apurarse. Se suele considerar como perífrasis esta construcción, a pesar de que el sujeto del verbo auxiliar no sea el mismo que el del auxiliado (recuérdese el § 28.4ñ). La anteposición del pronombre enclítico, que se recomienda evitar, se registra en la lengua oral de algunas zonas de las áreas central, septentrional y noroccidental de España, raramente en las demás. Se subraya el pronombre átono antepuesto y el verbo al que corresponde:

Al general Gorostieta lo hay que conocer (Pombo, Ventana); Esa misma precaución también la hay que tener con la información que se recibe con la televisión, la radio, los periódicos (20 Minutos 27/4/2009); Recuerdo el suelo de la escuela que era de madera, y lo había que fregar con cepillos (Nueva España 3/1/2008); El capítulo deportivo también lo habrá que tener en cuenta, ¿no? (Comercio [Esp.] 7/7/2009).

28.6t A favor de que «haber que + infinitivo» es construcción perifrástica está el hecho de que el grupo encabezado por que no sea una subordinada sustantiva de objeto directo. Así, frente a Hay vino > Lo hay, no se obtiene Hay que hacer eso > *Lo hay. Esta perífrasis es siempre radical o personal y, a diferencia de lo que ocurre en las perífrasis con tener que o deber, el verbo auxiliado solo se predica de grupos nominales cuyos referentes están dotados de intención o voluntad. A esta restricción cabe atribuir contrastes como {Tiene ~ *Hay} que llover más. Al igual que otras perífrasis de obligación (§ 28.6m), «haber que + infinitivo» adquiere sentido contrafáctico si se construye en imperfecto o condicional con infinitivo compuesto, como en Habría que haber hecho eso o en los textos siguientes:

Había que haber aplicado soluciones mejores, más complejas (Ruffinelli, Guzmán); Para calificar había que haber llevado a cabo servicios excepcionales (Évora, T., Orígenes); Habría que haber traído uno aquí (Fogwill, Cantos); No tengo una respuesta sobre cómo habría que haber reportado esta noticia al principio (Periódico [Guat.] 23/6/2009).

También como otras perífrasis de obligación, «haber que + infinitivo» puede seguir a ciertas perífrasis, particularmente a «ir a + infinitivo», como en Va a haber que distribuirles números (Collyer, Pájaros). Como haber es un verbo terciopersonal, los pronombres enclíticos del infinitivo pronominal de la perífrasis presentan esta misma persona: Hay que marcharse. Aun así, se registra de vez en cuando la variante con pronombres de primera persona de plural (Hay que marcharnos), que se recomienda evitar. Véase también, en relación con este punto, el § 16.4j.

28.6u Se usa asimismo «haber que + infinitivo» con otros significados, además de los de obligación o necesidad. Construida con el auxiliar en futuro o en pretérito perfecto simple, el hablante acepta como ineludible la situación que se expresa, dando así a entender que no cabe otra posibilidad: Si aquí nadie asume las responsabilidades y os hacen pagar los platos rotos, pues habrá que contar lo que ocurrió (Ekaizer, Vendetta). Se usa además con valor apelativo, construida en presente de indicativo: ¡Hay que coser más ese botón! ¡Ajuste la cartuchera ahí abajo! (Viñas, Maniobras). Se emplea igualmente en las oraciones exclamativas para manifestar indignación, reproche, asombro o enojo, entre otras reacciones. Algunas de estas expresiones constituyen fórmulas lexicalizadas: Hay que ver, Lo que hay que oír, Hay que fastidiarse (también jorobarse o joderse, la última vulgar o muy coloquial):

¡Lo que hay que oír, Dios mío! Le gusta mi nombre, un nombre horroroso (Piñera, Niñita); ¡Hay que jorobarse! Estas cosas sólo me pasan a mí (Sierra, M., Palomas); Quiere que aprenda latín. ¡Hay que ser imbécil! (Gambaro, Malasangre); ¡Hay que ver cómo me costó recobrar la mano! (Naranjo, Caso).

28.6v Al igual que las subordinadas sustantivas formadas con ser preciso y ser necesario, «haber que + infinitivo» se construye con grupos preposicionales encabezados por la preposición para en los que se denota finalidad, pero también desproporción. La primera opción corresponde a Hay que trabajar mucho para lograr buenas calificaciones en esta asignatura; la segunda corresponde a Hay que ser muy tonto para tener tan pocos escrúpulos (Millás, Articuentos). Unas y otras admiten paráfrasis con solo si (‘Solo si se trabaja mucho se logran…’). En las segundas se obtienen paráfrasis con prótasis condicionales en las que se expresa cierta condición extrema que se considera necesaria para que se obtenga la situación que la apódosis presenta como anómala o poco común (‘Solo si se es muy tonto, se tienen pocos escrúpulos’). Sobre otras interpretaciones, cercanas a estas, de los grupos preposicionales formados con para, véanse los § 20.8j y 46.4k y ss.

28.6w Frente a las numerosas posibilidades de expresar la necesidad que ponen de manifiesto las perífrasis verbales analizadas en las páginas precedentes, solo una denota estrictamente posibilidad: «poder + infinitivo». Usado como modal radical, poder expresa capacidad, facultad o habilidad, como en El muchacho puede mover las orejas o en un material que puede resistir muy altas presiones, pero también permiso, como en ¿Puedo pasar? o en Puedes venir a visitarme cuando lo desees. Para manifestar el sentido epistémico de conjetura, «poder + infinitivo» alterna con las expresiones semilexicalizadas puede que y puede ser que28.1o). Así, el contenido denotado por En el mundo puede haber varios millones de minas terrestres sin detectar es muy similar al de Puede que en el mundo haya varios millones…, y lo mismo sucede con la alternancia de Eso puede haber influido negativamente en su decisión y Puede ser que eso haya influido negativamente en su decisión.

28.6x Se ha observado a menudo que las preguntas en las que se inquiere aparentemente sobre las habilidades o capacidades del interlocutor se interpretan en el discurso como peticiones. Así, el que formula la pregunta ¿Puedes ir a la farmacia a comprarme unas pastillas? (Bayly, Días) no pregunta al oyente si tiene la capacidad de ir a la farmacia, sino si está dispuesto a hacerlo. Estas peticiones pueden ser corteses, como en el texto que se cita, pero también rudas, como en ¿Te puedes ir, por favor? También se usa «poder + infinitivo», con el auxiliar generalmente en presente de indicativo o en condicional, para hacer proposiciones o sugerencias aunque los enunciados así construidos sean afirmativos: Podríamos salir un día a tomar algo (Mendoza, M., Satanás).

28.6y Con el adverbio ya antepuesto al auxiliar, «poder + infinitivo» expresa obligación, necesidad o conveniencia, a la vez que se anticipa un resultado no deseado si no se siguen ciertas pautas de actuación, como en Ya puedes conducir bien, que si no me tiro en marcha (Beccaria, Luna). Con el auxiliar en imperfecto o condicional, el adverbio es opcional. Se obtienen así interpretaciones contrafactuales relativas a cierto estado de cosas pasado que el hablante consideraba necesario u oportuno, pero que no se dio: Ya podría haberle dado al señor Urra por defender a menores y mayores del ruido (Ortiz Trixac, Lances).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
verbo modal

 

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