Sintaxis

23. El verbo (I). Tiempo y aspecto. El aspecto léxico. Los tiempos del modo indicativo

23.7 El pretérito perfecto compuesto (he cantado) (I). Relevancia actual de los hechos pretéritos

23.7a En el § 23.1i se explicó que los tiempos compuestos tienen su origen en una perífrasis verbal resultativa que pasó a denotar anterioridad con respecto al punto de referencia correspondiente. Según este proceso, el valor que corresponde a he cantado es el de anterioridad a un punto de referencia situado en el presente. Este valor entra en claro conflicto con el correspondiente a canté, que es el de anterioridad al punto del habla. Es lógico que la oposición resultante solo sea estable si se da cierta especialización en los usos de cada tiempo. Existe coincidencia casi general en que la forma he cantado expresa la persistencia actual de hechos pretéritos, mientras que la forma canté denota hechos anteriores al momento del habla, pero relacionados con él. Cuando se dice Las elecciones no se han celebrado, pero no se demorarán muchos meses, se evalúa cierta situación desde el presente (de hecho, se sobrentiende hasta el día de hoy), pero a la vez se afirma algo acerca de un período anterior al momento de la enunciación. El término presente perfecto, que prefieren algunos gramáticos y se usa de modo general en otras lenguas, expresa bien esa propiedad del presente que he cantado contiene en su estructura sintáctica: «he [presente del verbo haber] + participio pasado».

23.7b El valor señalado en el apartado anterior se da con claridad en la zona central y meridional del español europeo, pero, por las razones apuntadas, muestra tendencia a desaparecer o a adquirir nuevos matices en otras áreas. Puede, pues, afirmarse que el pretérito perfecto compuesto es la forma verbal cuyos usos muestran mayor variación geográfica en el español de hoy, como se verá en la presente sección y en la siguiente. Se registran usos de la oposición canté/he cantado semejantes a los señalados en el apartado anterior también en el español costeño peruano, en el andino boliviano y colombiano, en el noroeste de la Argentina (desde Tucumán hasta la frontera con Bolivia), en la región central de este país (especialmente en el noroeste de Córdoba) y, con mayores restricciones, también en Cuba y otras zonas del área antillana.

23.7c En otros países (México, muchos de los centroamericanos y varios de los del área caribeña, entre los que está Venezuela), la oposición entre canté y he cantado es más propiamente aspectual que temporal. El pretérito perfecto simple se usa en esos casos para referirse a acciones acabadas en el pasado, mientras que el pretérito perfecto compuesto se reserva para referirse a acciones que continúan en el presente. Así, en Hoy estuvo más tranquilo (Excélsior 21/1/1997), estuvo se construye en pretérito perfecto simple porque la situación de la que se habla ha concluido. En otras áreas, como el español de Chile o de gran parte de la Argentina (con las excepciones reseñadas arriba), la oposición se neutraliza a favor del pretérito perfecto simple, con un uso semejante al que se da en el noroeste de España y en las islas Canarias. En estas zonas, el pretérito perfecto simple sustituye al compuesto, con independencia del valor temporal o aspectual de la acción. En el español costeño peruano y el andino boliviano suele darse la neutralización de la oposición en sentido contrario al descrito anteriormente, ya que es el pretérito perfecto compuesto el que sustituye al simple. Esta compleja situación condiciona la distribución de uso que se hace en los apartados siguientes, de modo que, en las zonas en las que el sistema propio funciona de manera distinta a la descrita, los valores atribuidos a he cantado se expresan de forma habitual mediante canté.

23.7d Suelen distinguirse en el pretérito perfecto compuesto dos valores fundamentales, a su vez divididos en otros. En la llamada interpretación de antepresente, el pretérito perfecto compuesto se usa para hacer referencia a situaciones anteriores al momento del habla, pero evaluadas o medidas desde este último. Se obtiene esta interpretación en Ha sufrido mucho en la vida, construcción común a todos los hispanohablantes, o en Ha llegado hace un rato, construcción restringida geográficamente (§ 23.8i). La llamada interpretación perfectiva o de aoristo es la característica del francés o el italiano, entre otras lenguas, pero también del español de Bolivia y de otras áreas (§ 23.7b y 23.8p). Corresponde a oraciones como Ha llegado hace dos meses, donde ha llegado adquiere el significado que muestra llegó en las áreas lingüísticas en las que se admite la construcción.

23.7e Las diferencias que se acaban de señalar sacan de nuevo a la luz el problema de la denominación de los tiempos mencionada en los § 23.1o y ss. En efecto, los términos tradicionales antepresente y pretérito perfecto compuesto no son inocuos: el primero hace pensar en he cantado como un tiempo anterior al presente, pero medido o evaluado desde este; el segundo lo considera un tipo de pretérito. En sentido estricto, ambas interpretaciones son correctas en unos usos e incorrectas en otros. Por esta razón, se usará aquí el término tradicional académico pretérito perfecto compuesto como etiqueta identificadora, es decir, sin que ello conlleve la afirmación de que corresponden a este tiempo verbal todas las propiedades asociadas con la noción de ‘pretérito’ ni con la de ‘perfecto’. La relación entre he cantado y canto se percibe en gran número de secuencias. Se analizarán diversos aspectos de este vínculo en los apartados siguientes.

23.7f La relación entre he cantado y canto, que el término antepresente refleja, afecta tanto al significado del pretérito perfecto compuesto como a los contextos sintácticos en los que se usa. Así, el presente de haber (la forma he) de he cantado posee rasgos deícticos que coinciden con los del demostrativo este en oraciones como En este siglo la ciencia ha experimentado grandes avances, donde se rechazaría aquel en lugar de este. Lo mismo puede decirse del adjetivo actual en la oración En su actual situación laboral ha sufrido no pocos sinsabores, donde no se admitiría anterior en lugar de actual. También el adjetivo presente muestra similar compatibilidad con ha en La vicetiple ha tenido días mejores en la presente temporada (donde presente no alterna con pasada para la mayor parte de los hispanohablantes). Todas estas formas de compatibilidad o de concordancia de rasgos deícticos entre el tiempo del auxiliar y ciertos adjetivos y demostrativos ponen de manifiesto sintácticamente que el pretérito perfecto compuesto se asimila en varias de sus propiedades semánticas a un presente. Algunas de las combinaciones anómalas mencionadas podrían aceptarse —con restricciones geográficas— si el predicado hace referencia a un cambio reciente, como en En su anterior etapa de ministro ha demostrado gran competencia y dedicación o en el texto siguiente: Yo sonreí con suficiencia, como un portero al que le cuelan un gol absurdo por la sola razón de que en aquel momento le ha sobrevenido un estornudo (Zarraluki, Historia).

23.7g La llamada presuposición existencial, característica de canto, es compartida por he cantado. La oración Arturo ha estado tres veces en Buenos Aires durante este año implica ‘Arturo está vivo’, al igual que lo implica Arturo es médico. No se obtiene, en cambio, esa misma inferencia (ni la contraria) en Arturo estuvo tres veces en Buenos Aires durante este año. Análogamente, la oración El Museo Nacional ha sido muy visitado estos últimos meses implica ‘El Museo Nacional sigue existiendo, no ha sido cerrado, derruido, etc.’. Esta inferencia, que se denomina a veces interpretación abierta, quedaría en suspenso con la variante fue muy visitado. Se ha observado, no obstante, que la presuposición existencial puede quedar cancelada en las oraciones atributivas cuando se describe alguna propiedad del sujeto que se considera vigente en la actualidad, como en Andrés Bello ha sido el mejor gramático de la lengua española o en el texto siguiente: Iglesias manifestó que Carlos Gardel ha sido el mejor intérprete de tangos (Universal [Ven.] 15/4/1997). Estas últimas oraciones son gramaticales, y contrastan marcadamente con otras similares que resultan anómalas, aunque se refieran también a personas fallecidas y estén construidas con el pretérito perfecto compuesto, como Einstein ha visitado España en 1923. Con la excepción del español boliviano y otras áreas mencionadas en el § 23.8d, esta última oración solo resultaría natural si hubiera sido pronunciada en el año 1923, mientras que las anteriores serían plenamente gramaticales proferidas en la actualidad por cualquier hispanohablante. Si se suprime el complemento circunstancial en 1923, que salva el último ejemplo en una de sus lecturas, la oración sería todavía más difícil de interpretar.

23.7h Los marcados contrastes del apartado precedente se deben a que la propiedad que se expresa en las oraciones gramaticales mencionadas (por ejemplo, ‘ser el mejor intérprete de tangos’) sigue siendo relevante en la actualidad. La presuposición existencial relativa a los sujetos de predicación queda, pues, cancelada cuando cierta propiedad permanente se da en el lapso que contiene el momento del habla y que se abre en un punto inespecífico del pasado (también llamado el ahora extendido; recuérdese el § 23.5d). Como se ve, tanto en el ejemplo de Gardel como en el de Einstein se habla de personas que no están vivas, pero en el primero se hace referencia a una propiedad relativa a un período que empieza en el pasado y comprende la actualidad, mientras que en el segundo se denota un suceso acaecido. A menudo es la coda de la construcción superlativa la que hace referencia explícitamente a la propiedad pertinente en el primer caso, como en De la obra de Verlaine, ¿qué decir? Él ha sido el más grande de los poetas de este siglo (Rubén Darío, Modernismo). Se retomará esta cuestión en el § 23.7ñ.

23.7i También coincide he cantado con canto en que admite, aunque de manera restringida, una interpretación resultativa de tipo prospectivo (llamada a veces de planificación: § 23.6n) con complementos temporales que aluden al futuro, como en Mañana a estas horas, seguro que ya hemos terminado el informe. En el español de México, algunos países centroamericanos, el Río de la Plata, el Perú y otras áreas se registra asimismo el pretérito perfecto simple canté en estos contextos, como en Para el miércoles próximo ya lo mandé (es decir, ‘Ya lo habré mandado’); Mañana a esas horas ya me fui (es decir, ‘Ya me habré ido’). Se analizarán otros usos prospectivos de canté en el § 23.9g. Comparten asimismo el presente y el pretérito perfecto compuesto (además del imperfecto) la llamada interpretación habitual o iterativa, de la que se habló en el § 23.5g. Con he cantado suele estar favorecida por cuantificadores universales, como los que se subrayan con trazo discontinuo:

Pero cada vez que ha reasomado, le hemos utilizado (Vázquez Montalbán, Galíndez); Cada vez que hemos denunciado a esa mafia nos han llovido amenazas de muerte (País [Esp.] 1/4/1984); Siempre que han podido nos han fastidiado (Mendoza, Ciudad); Es tan perfecta [la música] que la supongo al alcance de todos. Pero cuando [=‘cada vez que’] he cogido un laúd me han salido notas estridentes (Moix, Arpista); Hay un teléfono en su despacho que siempre que ha sonado le ha alejado de la realidad carcelaria (País [Esp.] 2/8/1988).

23.7j canto y he cantado pueden proporcionar resultados equivalentes en las prótasis condicionales si la construcción es genérica, como en Un profesor universitario se puede jubilar en algunos países si {cumple ~ ha cumplido} los sesenta años. Dan lugar al mismo efecto las relativas restrictivas, como en Un profesional que {es ~ ha sido} despedido a los cincuenta años difícilmente encuentra trabajo. Como se explica en el § 44.4e, la restricción que aportan las subordinadas relativas en estos contextos es similar —en términos interpretativos— a la que establece una prótasis condicional. El que la relación «prótasis–apódosis» se asocie casi siempre con el correlato «anterioridad–posterioridad» puede ayudar a explicar la opcionalidad entre canto y he cantado en estas construcciones. Se obtiene también dicha opcionalidad en las subordinadas temporales, pero ha de estar marcada expresamente por alguna partícula, como una vez que en Pero una vez que has superado la crisis, lo ves todo tan claro […], que es cuando rompes la baraja (Pérez Merinero, Días), donde podría haberse dicho superas.

23.7k En las oraciones negativas, los adverbios todavía y aún admiten (en una de sus interpretaciones) la paráfrasis ‘hasta el momento actual’. No es, por tanto, extraño que induzcan el pretérito perfecto compuesto en gran número de ocasiones. Estos adverbios se caracterizan por designar situaciones que han de estar vigentes o en desarrollo en un intervalo temporal anterior a cierto punto. Con he cantado expresan que el estado de cosas que comienza en el pasado persiste hasta el momento de la enunciación. Sus propiedades semánticas como adverbios de fase (§ 30.8f y ss.) permiten inferir que la situación persistirá más allá del momento del habla. Como en los apartados anteriores, se marca con trazo continuo el pretérito perfecto compuesto, y con trazo discontinuo los adjuntos temporales o aspectuales que contribuyen a su aparición:

Todavía no me habéis nombrado ni uno solo de vuestros pecados (Labarca, Butamalón); ¿Todavía no hemos empezado y ya aparecieron los enemigos? (Martínez, Evita); Aún no me has dicho nada de mi nuevo perfume. ¿Te gusta? (Moreno-Durán, Diana); ¿Cómo explicarles que aún no he nacido […]? (Quintero, E., Danza).

El pretérito perfecto compuesto describe en estas oraciones negativas la ausencia de un estado de cosas que puede seguir vigente o no después del momento del habla. Nótese que del ejemplo citado de Labarca no se deduce que se nombrarán a continuación ciertos pecados, pero del de Martínez se puede inferir ‘Vamos a empezar’. Véanse también sobre esta cuestión los § 30.8f y ss. y 48.8n, ñ. Sobre alternancias como Todavía no le {he dicho ~ dije} nada, véanse los § 23.7p, q y 23.9g.

23.7l Se denomina perfecto de experiencia al que se usa para expresar que cierto suceso ha tenido lugar una o más veces en un período que puede fijarse arbitrariamente, como en Arturo ha estado tres veces en Santiago en el último año. Cuando el período no se menciona en el discurso previo, es frecuente que se identifique con la vida o con la existencia (a veces compartida por los interlocutores):

Pues ya he estado dos veces en Barahona (Miras, Brujas); Pocas veces te has sentido más feliz (Fuentes, Artemio); Ven acá, Dominga, ¿cuántas veces te ha hablado Juan? (Pozas, R., Juan); Los que alguna vez hemos gobernado lo sabemos (Uslar Pietri, Visita); No se cancela ni la palabra ni el silencio, como he dicho varias veces (Prensa Literaria 1/5/2004).

23.7m Aunque está extendido, cabe señalar que el término perfecto de experiencia no resulta enteramente afortunado en todos los casos, no solo porque los objetos no tienen experiencias, sino porque no siempre se habla de la experiencia de las personas cada vez que se introducen hechos puntuales que las afectan y que ocurren en períodos que se evalúan en el momento del habla con el pretérito perfecto compuesto. Aun así, el término es útil porque lo experimentado forma parte, en efecto, de cierto bagaje de conocimientos o de vivencias que caracterizan a los individuos, y que se suponen —por consiguiente— presentes en ellos. La “evaluación subjetiva” a la que se han referido algunos estudios a propósito de oraciones como Su mamá y sus hermanos han muerto (en la interpretación de perfecto de experiencia) puede verse como el resultado natural de insertar el suceso de morir alguien en el período implícito representado por la vida de esa otra persona hasta el momento del habla. El contenido de esa oración pasa así a interpretarse como un rasgo particular de la biografía de la persona a la que se alude.

23.7n Se ha señalado que la posibilidad de añadir locuciones adverbiales indefinidas de frecuencia como alguna vez, en alguna ocasión y otras similares a las oraciones de pretérito perfecto compuesto que describen hechos puntuales ayuda a determinar la interpretación de experiencia, analizada en los apartados anteriores. Esta adición resulta natural en Lo ha atropellado un auto; Ha subido al Aconcagua, etc. Este hecho influye en que el perfecto de experiencia se haya denominado perfecto indefinido en algunas gramáticas académicas. Este término es poco usado en la actualidad. Las acciones a las que se refieren los ejemplos que se acaban de proponer no se interpretan como sucesos repetidos. Tampoco se habla necesariamente de varios ofrecimientos o de varias promesas en el primero de los dos fragmentos siguientes, ni de varias traiciones en el segundo:

Le he ofrecido mi hospitalidad y he prometido ayudarla —explicaba Heracles— (Somoza, Caverna); He traicionado a aquellos que me quieren y que me han dado su fe (Rulfo, Pedro Páramo).

El pretérito perfecto compuesto no fuerza, por consiguiente, la interpretación iterativa o frecuentativa de los predicados de naturaleza télica o puntual con los que se construye, sino que los inscribe en cierto intervalo que culmina en el momento del habla y que se evalúa desde él. La posibilidad de que la situación persista después (la interpretación abierta de la que se habló en el § 23.7g) depende de otros factores, que se analizarán en los apartados siguientes.

23.7ñ Se suele denominar perfecto compuesto continuo (o de aspecto continuo) al uso de este tiempo verbal en los contextos en los que la situación que se describe, expresada por lo general con predicados atélicos, no cesa en el presente. Así, en el texto que sigue se describe la ausencia de cierta posibilidad o capacidad, que se evalúa desde el momento del habla. Se da a entender, además, que la situación podría continuar más allá de ese punto: Durante tres días no hemos podido cruzar palabra (Cabrera Infante, Habana). Los perfectos continuos aparecen de forma característica con complementos que miden la duración de la situación descrita. El final del período medido o evaluado es, en efecto, el momento del habla, pero ese punto no señala necesariamente en estos casos el final de la situación. Así, en el primero de los ejemplos que siguen no se dice que cierto grupo de funcionarios haya dejado de dedicarse a la ocupación que se menciona, sino que el período evaluado en el que se constata esa dedicación termina en la actualidad:

Al negocio pueden entrar los 153 empleados y funcionarios que durante años han estado dedicados a la fabricación y venta de alfombras (Tiempo [Col.] 24/9/1996); Si durante toda la vida se han tomado este —según se mire— “ingrato” trabajo, no lo han hecho movidas por el amor fraterno (Andahazi, Piadosas); Aunque desde 1841 no hemos dejado de ser República […] (Prensa Libre 19/3/1997); Conozco todas sus tretas. Las han empleado durante un siglo contra nosotros (Fuentes, Naranjo).

Tampoco en el último ejemplo se infiere el cese de ninguna situación. Los estados que se consideran evaluados desde el momento del habla en el § 23.7g (como ‘ser el mejor intérprete de tangos’) se asimilan a los perfectos de interpretación continua.

23.7o A pesar de que las interpretaciones del pretérito perfecto compuesto que se acaban de esbozar son generales, se ha observado repetidamente en los estudios sobre los tiempos que la persistencia de la situación designada tras el momento del habla está sujeta a variación geográfica. Así, la oración He trabajado veinte años para él puede dar lugar a la inferencia ‘Sigo trabajando para él’ (interpretación de antepresente continuo) o a ‘Ya no trabajo para él’ (interpretación de antepresente no continuo). Se admiten ambas inferencias con igual naturalidad en el español europeo (con la excepción del hablado en Canarias y en el noroeste de la Península Ibérica), en las Antillas, el área andina (sobre todo Bolivia y el Perú) y el noroeste de la Argentina, mientras que existe una preferencia clara por la primera de las dos en el resto de las áreas americanas. Análogamente, en Así ha sido hasta ahora (Rulfo, Pedro Páramo) se obtienen otras dos inferencias paralelas: ‘Sigue siendo así’ y ‘Ya ha dejado de ser así’, con la misma distribución geográfica. Recuérdese que, como se dijo en el § 23.7c, el pretérito perfecto compuesto se usa de modo general en muchos países para designar situaciones que continúan en el presente.

23.7p Las oraciones formadas con todavía y con aún dan lugar (para todos los hispanohablantes) a la interpretación continua del pretérito perfecto compuesto con predicados durativos negados, lo que se debe, como se indicó en el § 23.7k, a las propiedades particulares de los adverbios de fase. Las perífrasis verbales «llevar + gerundio» y «tener + gerundio» (la última, más restringida geográficamente: § 28.15g) implican que el estado descrito por un predicado durativo persiste, como en Llevo veinte años viviendo aquí. El pretérito perfecto compuesto es compatible con esa misma situación (He vivido aquí durante veinte años), pero en las áreas geográficas mencionadas (el Perú, Bolivia, España, las Antillas, etc.) se admite en la misma medida la interpretación no continua (‘Ya no vivo aquí’). Como se ve, el pretérito perfecto compuesto deja en suspenso en estas áreas la interpretación continua de los predicados atélicos. Para los hispanohablantes de esos países (o de ciertas regiones de ellos), solo el contexto o la situación permitirán inferir si el que dice He vivido aquí durante muchos años sigue o no habitando en el lugar que señala. Para los de las demás áreas, la opción natural es Viví aquí durante muchos años, si se desea expresar el cese de esa situación.

23.7q El perfecto continuo se obtiene también con predicados télicos en contextos negativos, como en Maite no ha llegado. El español europeo, el antillano, el andino y el de las demás áreas mencionadas permite optativamente la adición de todavía, de forma que la oración podría equivaler tanto a ‘Maite no llegó’ (como en Maite no ha llegado. Comencemos la clase) como a ‘Maite puede llegar’. Esta última es la interpretación más natural en las restantes áreas hispanohablantes, especialmente en México y en la zona de Centroamérica.

23.7r Entienden algunos autores que la persistencia o no de la situación descrita en el momento del habla es una inferencia extralingüística en la que no interviene la naturaleza gramatical del pretérito perfecto compuesto. Desde este punto de vista, en la secuencia Toda la tarde he estado pensando en vos (Martínez, Vuelo) no se afirma ni se niega que ese estado de cosas persista en el momento del habla y en Es cierto, he llorado mucho estos días (Bayly, Mujer) tampoco se informa de si el lloro continúa o no cuando esas palabras se emiten. A ello se añade que, en cuanto que la interpretación continua es una inferencia, puede cancelarse de manera expresa, incluso en las áreas en las que esta interpretación se favorece marcadamente: Ha vivido solo desde que se murió su mamá, pero ahora vive con su hermano. Existen, como se ha indicado, numerosas muestras de que el perfecto continuo está sujeto a variación en función de las diversas áreas lingüísticas, puesto que las inferencias que se obtienen no son las mismas en todos los países, tal como se explicó en los apartados anteriores. Cabe añadir a lo que allí se dijo que se forma con el pretérito perfecto compuesto la expresión ¿Cómo has estado?, que constituye una fórmula habitual de saludo en México, así como en Guatemala, Honduras, Costa Rica y otros países centroamericanos, además de en Chile y Bolivia, entre otros. Con ella no se pregunta solo por la situación pretérita del destinatario, sino también por un período que llega hasta el momento del habla y lo abarca en su designación.

23.7s El que la situación no cese en el momento del habla, en las construcciones que se acaban de mencionar, ha sido considerado un argumento en contra de que el adjetivo perfecto aparezca en la denominación correspondiente a he cantado. Cabría añadir que, desde este mismo punto de vista, la expresión perfecto continuo —muy frecuente en los estudios sobre el aspecto— es, en cierta forma, contradictoria (recuérdese el § 23.1q para otros casos similares). Los autores que consideran que no lo es necesariamente entienden que la continuidad a la que se hace referencia es la que expresa la propiedad o el estado que se describen, mientras que la perfectividad viene marcada por el punto en que se evalúan, con independencia de que persistan o no tras él.

23.7t Reciban o no la interpretación continua, todas las lecturas del pretérito perfecto compuesto, en su valor de antepresente, tienen en común el hecho de que se aplican a situaciones concebidas en función de un intervalo que empieza en cierto punto del pasado y termina en el momento del habla. Este último coincide, pues, con el punto de referencia, en el sentido explicado en el § 23.1v. El intervalo es, además, el mismo que caracteriza al presente ampliado o extendido (§ 23.5d). La situación descrita podrá perdurar o no de acuerdo con los factores geográficos que se han mencionado. El intervalo podrá ser, igualmente, más o menos extenso y, cuando no se explicita, habrá de ser deducido del contexto o de la situación. Así, en la secuencia Los derrames de cianuro han matado grandes cantidades de peces (Siglo 28/5/1997) no se fija el período en cuestión (tal vez años, o quizá toda la historia de un país o del planeta), pero se sabe que contiene el momento del habla, lo que permite dar sentido a ese tiempo verbal.

23.7u Una de las interpretaciones más comunes del intervalo al que se hace referencia en el apartado precedente es la vida de los individuos, como se comprobó al introducir el llamado perfecto de experiencia. Esa mención puede expresarse de varios modos, o bien deducirse únicamente del contexto. Nótese que nunca equivale a ‘en mi vida’ en los textos siguientes:

Es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca (Vargas Llosa, Elogio); Yo, señora, nunca he visto a una mujer más bonita que Julia Andrade (Garro, Recuerdos).

De la misma manera, siempre admite la paráfrasis ‘a lo largo de mi vida’ en Siempre me ha gustado vestir bien cuando se trata de citas importantes (Arroyo, Sentencia). La locución en mi vida aparece expresamente en No lo conozco, señora, nunca lo he visto en mi vida (Plaza, Cerrazón), pero se sobrentiende —junto con a lo largo de {mi, tu, su, etc.} vida; en toda {mi, tu, su, etc.} existencia, y otras expresiones similares— en muchas oraciones que toman la existencia (propia o ajena) hasta el momento del habla como período evaluado en estas construcciones. Cuando se habla de acciones télicas, los sucesos descritos han de limitarse a un punto, pero comparten con las anteriores el hecho de pertenecer al mismo período que se mide desde el momento de la enunciación: Su vida ha sido aventurera y heroica, ha contado con el amor siempre a mano, ha parido un hijo que aún vive cerca de ella, un hijo que no ha muerto (Serrano, M., Corazón).

23.7v El intervalo que el pretérito perfecto compuesto requiere puede ser expresado con otros recursos, además de los señalados. Destacan entre ellos el adverbio últimamente; los grupos preposicionales en estos tiempos, en estos días, etc.; las fórmulas «a lo largo de + grupo nominal cuantitativo temporal», «en lo que va de + sustantivo temporal en singular», «en {más ~ menos} de + grupo nominal cuantitativo temporal» o «desde ~ hasta + adverbio/grupo nominal temporal», entre otras similares:

Pero es una muy buena persona, y últimamente ha hecho varias obras sociales (Caras 1/9/1997); Ahí lo pusieron con mucho cuidado, y ahí ha estado desde entonces (García Márquez, Cien años); Voy a proponer las leyes de que hemos venido hablando en todo este tiempo (Chase, Pavo); Nadie lo ha utilizado [el cuarto] desde aquel triste día (Mendoza, Año); En lo que va de año han aparecido brotes de aftosa en el ganado de los cuatro países del Mercosur (ABC Color 7/11/2000); En menos de unas semanas se ha puesto color de siglo pasado y la poca gente que anda por la calle tiene cara de pescado hervido (Aridjis, Teatro).

23.7w El hecho de que la lectura de antepresente requiera un determinado intervalo lleva a que los adjuntos de localización que modifican a he cantado se interpreten como períodos, en lugar de como puntos temporales. Así pues, este año significa ‘a lo largo de este año’ en los dos primeros ejemplos que siguen; esta semana se interpreta en el sentido de ‘a lo largo de esta semana’ en el tercero, y estas Navidades como ‘a lo largo de estas Navidades’ en el último:

Este año hemos invertido más de 6 mil millones de pesos en infraestructura (Nutrición XXI 1/2003); Me lo merezco porque he trabajado duro este año (Mendoza, M., Satanás); ¿Sabes cuántos cuadros he pintado esta semana, Theo? (O’Donnell, Vincent); Dime otra cosa… ¿Has comido turrón estas Navidades? (Galdós, Tristana).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
pretérito perfecto compuesto de indicativo

 

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