Sintaxis

43 Oraciones subordinadas sustantivas

43.5 Las subordinadas sustantivas declarativas como término de preposición

43.5a Las subordinadas sustantivas declarativas pueden ser término de la preposición que encabeza numerosos complementos. Entre las preposiciones y locuciones preposicionales que introducen de forma más característica subordinadas sustantivas están las siguientes:

a:

En complementos del verbo: Te expones a que te descubran.

En complementos del sustantivo: su alusión a que los plazos no eran suficientes.

En complementos del adjetivo: Eso es parecido a vivir sin trabajar.

con:

En complementos del verbo: Basta con que la mires.

En complementos del sustantivo: su disconformidad con viajar en esas condiciones.

En complementos del adjetivo: El niño está encantado con hacer ese papel en la función del colegio.

de:

En complementos del verbo: No te olvides de que contamos contigo.

En complementos del sustantivo: la prueba de que no tienes razón.

En complementos del adjetivo: Estoy seguro de que saldrá adelante.

en:

En complementos del verbo: Pienso en que mañana estaré allí.

En complementos del sustantivo: la confianza del Gobierno en que la situación económica se arreglará.

En complementos del adjetivo: una tarea consistente en mejorar la distribución de los productos agrarios.

por:

En complementos del verbo: Suspira por que ella le sonría.

En complementos del sustantivo: el interés por que el país progrese.

En complementos del adjetivo: Sigo preocupado por no haber hecho bien el examen.

La distribución de porque y por que se explica en el § 46.2l. Los grupos preposicionales constituidos de la forma indicada ejercen la función de complementos de régimen, pero también la de complementos apositivos, como en el hecho de que estemos aquí. La diferencia entre unos y otros se analizará en los § 43.5i-o. La clasificación semántica de los complementos de régimen preposicional se aborda en el capítulo 36.

43.5b El hecho de que la denotación de las subordinadas sustantivas esté más restringida que la de los complementos nominales lleva a que los predicados que admiten complementos de régimen oracionales sean asimismo menos numerosos que los que aceptan los correspondientes complementos de término nominal. Las razones que llevan a esa reducción son semánticas. Así, el hecho de que acordarse (de) admita oraciones, como en Me acuerdo de que antes te gustaban los duraznos, pero carecer (de) las rechace, como en Carecíamos de ayuda ~ *Carecíamos de que nos ayudaran, es consecuencia de la restricción semántica que el verbo impone a su complemento. Acordarse se asimila a recordar, en cuanto que denota una de las facultades o capacidades a las que se aludió en los § 43.4l y 43.4n. En cambio, el conjunto de nociones materiales o inmateriales que pueden poseerse (tener) o que pueden faltar (carecer) no incluye los hechos, las situaciones o las contingencias. Cabe aplicar razonamientos paralelos a otros casos similares.

43.5c Muchos verbos que seleccionan la pauta «preposición + subordinada sustantiva» como complemento de régimen se pueden clasificar en grupos semánticos similares a los presentados en el § 43.4l: voluntad e intención en aspirar a que… o confiar en que…; adquisición o pérdida de información en enterarse de que… o en olvidarse de que…; pensamiento y juicio en confiar en que…, etc. En estos y en otros muchos casos, los predicados que rigen la preposición han de ser compatibles con las nociones abstractas que las subordinadas sustantivas denotan. Cabe decir Basta con que la mires o Sigo preocupado por no haber hecho bien el examen porque los hechos y los estados de cosas están entre las nociones a las que se puede atribuir la suficiencia o entre las que pueden suscitar preocupación. Otras preposiciones admiten también subordinadas sustantivas como términos de los complementos regidos por los predicados que se mencionan en el capítulo 36, en función de esas mismas formas de compatibilidad.

43.5d Los grupos preposicionales formados con la pauta «preposición + subordinada sustantiva» constituyen en un gran número de casos complementos argumentales de algún sustantivo. A este esquema pertenecen los textos siguientes (se subrayan los sustantivos y la preposición que introducen):

Me extrañó, sin embargo, su insistencia en que le fuera a visitar (Trías, Encuentro); Las razones para que un hijo mío sea nombrado consejero delegado de nuestra empresa están fundamentadas en una voluntad de equilibrio (Fernández, J. R., Quemar); Siguiendo la tendencia de que la gente vota por las personas y no por los partidos […] (Hoy [Chile] 14/9/1997).

43.5e El grupo preposicional formado mediante la pauta «preposición + subordinada sustantiva» ejerce también la función de adjunto, como en el caso de para (Trabaja para que coman sus hijos) o sin (Estudia sin descansar). Rara vez admiten subordinadas sustantivas las preposiciones ante, bajo y hacia, puesto que sus complementos locativos son incompatibles con las nociones abstractas señaladas. Otras veces, los complementos de lugar se pueden reinterpretar metafóricamente como situaciones, lo que permite la aparición de subordinadas sustantivas. Así, el adverbio encima (encima de la mesa) pierde su sentido locativo y pasa a adquirir valor aditivo (‘además’) en encima de que te esperé25.14f y 30.12m). Se obtienen relaciones similares al comparar lejos de la ciudad con lejos de asustarse; tras las cortinas con tras hablar con ella; junto a la mesa con junto a que tenían caracteres diferentes; entre una pared y la otra con entre que te quedes y que te marches; etc. Estas relaciones se dan también en los complementos de régimen, como en próximo a su trabajo ~ próximo a ser operado.

43.5f No suelen admitir subordinadas sustantivas las preposiciones de sentido temporal (*durante que estuve allí). En este sentido resulta particularmente polémico el análisis que debe darse a los casos de hasta y desde (hasta que… y desde que…). Frente a lo que es habitual en las subordinadas sustantivas que constituyen término de preposición, se suelen rechazar aquí los pronombres eso y ello (Desde que te conozco > Desde entonces, no *Desde ello) y se admite con naturalidad el interrogativo cuándo en lugar de qué (—¿Hasta cuándo te quedarás?Hasta que encuentre trabajo). El que el término de las preposiciones hasta y desde designe de forma característica un límite temporal hace pensar a algunos gramáticos que se omite en estos casos ‘el tiempo (en)’ o ‘el momento (en)’, con lo que la subordinada se acerca —en su contenido, más que en su forma— a las relativas sin antecedente expreso. Se analiza con más detalle esta cuestión en los § 22.9h-m. El problema se extiende al complemento de antes y después (antes de que…; después de que…), como se explica en los § 22.9n, ñ.

43.5g Varios verbos de movimiento (ir, venir, subir, correr) y algunos que no lo son propiamente, como quedarse, admiten subordinadas sustantivas en complementos preposicionales con a de sentido final (a menudo en alternancia con para), como en Debes ir a que te vea el médico; Sube a despedirte de la abuela; Vengo a que me den de baja, o Me quedaré a cenar. Se dedica a estos complementos el § 46.8. Aunque su significado los acerca a los de destino, los complementos formados con la preposición a pueden aparecer junto con los que encabeza para (Voy a la ciudad para que me vea el médico), tal como se expone en la sección a la que se remite.

43.5h En los § 36.5d y ss. se explica que la preposición de no introduce complementos de régimen en los grupos preposicionales que modifican a una serie de sustantivos y adjetivos (la prueba de que… pero no *probar de que…). En esos casos, la preposición constituye un índice o una marca sintáctica de función de la que carecen otras lenguas romances, como el francés (le fait que…) o el italiano (il fatto che…). En el español medieval se registran muy abundantes testimonios de subordinadas sustantivas, apositivas o no, que complementan al nombre en ausencia de la preposición de:

Esto es sennal que duerme suenno pesado (Recetas); […] hauia ouido por fuerça a publicar el fecho que las gentes nol querian dar cosa ninguna (Guerra); […] por temor que ouiesse de caer en grande enfermedad (Partidas); Tuvo dubda que estuviesse allí el Cuerpo de Jesucristo (Villegas, A., Fructus); […] e despues ovo miedo que si lo fazia que se somiria toda tierra de Egipto & se cobriria de agua (Astrología).

Las alternancias de «presencia–ausencia» de preposición en la lengua actual (como en Date cuenta que tenemos poco tiempo ~ Date cuenta de que tenemos poco tiempo) se analizarán en los § 43.6ñ-p.

43.5i Los sustantivos deverbales que admiten complementos preposicionales introducen argumentos oracionales de los predicados de los que derivan. La preposición de marca indistintamente aquellos que corresponden a los sujetos del predicado nominalizado (Es conveniente que actúen pronto > la conveniencia de que actúen pronto) y los que corresponden al complemento directo (intuir que habrá pronto un cambio > la intuición de que habrá pronto un cambio). Aun así, resulta polémico el análisis que debe hacerse de los grupos preposicionales formados con la pauta «de + oración subordinada sustantiva» cuando complementan a un nombre. Se ha debatido con intensidad en los últimos años la oposición que se da entre la llamada interpretación atributiva o apositiva y la llamada interpretación argumental de los complementos oracionales que introduce esta preposición. La primera interpretación es característica de secuencias como la subrayada en Llama la atención el hecho de que nunca estés de acuerdo con nadie, que poseerían una estructura semejante a la de el tonto de Luis12.14). El contenido de la oración subordinada que encabeza que es calificado como ‘un hecho’, de forma semejante a como Luis es calificado como ‘un tonto’ en el último grupo nominal. He aquí otros ejemplos:

Pero corrió el bulo de que un camión de detenidos salido de aquella prisión había logrado pasarse al otro lado (Buero, Caimán); Porque luego te salen con el cuento de que olvidaron la cartera en el otro pantalón (Castellanos, R., Eterno); Y que no insistan con la historia de que llegará la misma cantidad de agua a las provincias que la necesitan (Faro Vigo 15/6/2001); Cantor volvió a exponer su idea de que los conjuntos infinitos podían tener numeraciones definidas tanto como los finitos (Volpi, Klingsor); Unos días antes había dicho también la tontería de que tenías un dribling incomparable (Casares, Viejo).

43.5j Como se hace notar en el § 12.14b, muchas aposiciones nominales se caracterizan por que el elemento que parece complemento resulta ser el verdaderamente central desde el punto de vista semántico: en Recibió una maravilla de oferta entendemos Recibió una oferta (que calificamos de ‘maravilla’), y no propiamente Recibió una maravilla. De modo similar, en secuencias como la citada Llama la atención el hecho de que nunca estés de acuerdo con nadie se entiende ‘Llama la atención que no estés de acuerdo con nadie’, afirmación que es calificada como ‘un hecho’. Un rasgo característico de estas construcciones es la propiedad de que el segmento discontinuo «artículo + … + subordinada sustantiva» aporta en conjunto cierta información determinativa. Así pues, en el ejemplo propuesto el hecho de que nunca estés de acuerdo con nadie se admitiría la sustitución ese hecho, pero no *el hecho de ello ni *el hecho de eso.

43.5k Suelen recibir la interpretación atributiva o apositiva los grupos nominales en los que la pauta «de + oración subordinada sustantiva» está precedida por elementos neutros, como el artículo lo o los demostrativos esto, eso o aquello. Tal como es de esperar, y en función de las mismas razones explicadas arriba, la oración sustantiva no admite sustitutos por pronombres neutros en ninguno de estos casos (*lo de ello; *eso de ello):

No, lo de que no te hayan asaltado está bien (Quesada, Banana); Eso de que Antonio prometió las fincas y el usufructo de las rentas […] ya es más que un abuso (Naranjo, Caso); Yo no quiero meterme en esto de que si las actas son o no auténticas (ABC Color 11/12/1996); Ya sabemos esto de que una cultura de derechos solo puede ser producto de la concurrencia entre culturas (Clavero, Derecho); Aquí sí es cierto aquello de que la calidad de un producto se calibra probándolo (Revilla, Guatemala); Sabe aquello de que las palabras vuelan (Rumbo 1/9/1997).

43.5l El complemento oracional no está seleccionado por los demostrativos, que carecen de tal capacidad selectora. Por consiguiente, la oración subordinada sustantiva puede interpretarse en todos estos casos como argumento del predicado principal: Sabe aquello de que las palabras vuelan > Sabe que las palabras vuelan. La variante con demostrativo recibe una interpretación abstracta, variable según los casos: ‘la información relativa a que…’, ‘el asunto de que…’, ‘el hecho de que…’, ‘la cuestión de que…’, ‘la noticia de que…’, ‘el rumor de que…’. En todas estas oraciones el artículo y el demostrativo concuerdan en neutro con la oración, al igual que lo hacen en otros contextos (Dijo que llamaría > Dijo eso). En la estructura apositiva se admiten núcleos predicativos en plural y sujetos de predicación coordinados (los tontos de Luis y de Paco). No se suele obtener, en cambio, la misma estructura en esta pauta (*los hechos de que… y de que…), pero se forma más fácilmente si el sustantivo predicativo se construye en singular: Seguramente están esperando la confirmación de la noticia de que el Muro de Berlín fue derrumbado y de que la Unión Soviética desapareció (Venezuela es Noticia 13/5/2009).

43.5m En la interpretación llamada argumental43.5i), la subordinada sustantiva introduce un complemento oracional del sustantivo. Así, de modo similar a como son paralelos Llegó el verano (sin preposición) y la llegada del verano (con ella), también lo serían Justificó que el ministro tomara tal decisión y la justificación de que el ministro tomara tal decisión. He aquí otros ejemplos de esta pauta:

La aceptación de que los placeres proporcionados por el mundo se limitaban a un período muy breve no interfería con aquel […] deseo de cultivarse (Pitol, Juegos); […] mantiene la prohibición de que los religiosos vistan hábitos (Vargas Llosa, Verdad); […] la aceptación de que el nuevo uso del tiempo que demandaba el ritmo creciente de la actividad urbana imponía el abandono de costumbres seculares (Puyo, Bogotá).

43.5n La distinción a la que se refieren los apartados precedentes es polémica porque el comportamiento sintáctico de los sustantivos de uno y otro grupo no marca con claridad los límites entre ellos. Cabe pensar que en la interpretación argumental se admiten posesivos, lo que llevaría a considerar como tal la construcción su idea de que…, pero atributiva la idea de que… (cf. *su hecho de que…). Por otro lado, la nominalización de verbos que poseen objetos directos oracionales está más restringida que la correspondiente a los objetos directos nominales. Junto a pares como Leí la noticia ~ mi lectura de la noticia, no se obtienen otros como Leí que había muerto ~ mi lectura de que había muerto, ya que lectura pasa a significar ‘interpretación’ en estos contextos: Cuestionan, sobre todo, la lectura de que la inflación sea causada principalmente por el exceso de liquidez (Vistazo 19/6/1997). De forma paralela, junto a La provocación de las confesiones y de los arrepentimientos […] (Mundo [Esp.] 16/7/1994), no se obtiene *la provocación de las lluvias de que la presa se desbordara (cf. Las lluvias provocaron que la presa se desbordara). Existen muchos casos similares.

43.5ñ A la defectividad en la formación de nominalizaciones se agrega el que la construcción de complemento argumental mantiene en muchos casos, de modo paradójico, la relación atributiva característica de la otra interpretación. Así, del fragmento siguiente: […] unidos por el deseo de que él viva para que todo lo que nos ha pasado tenga algún sentido (Salazar, Selva), se infiere que cierto estado de cosas “es un deseo”, y se admite además la paráfrasis “ese deseo”, característica de la construcción apositiva, sin que ello impida que la subordinada sustantiva exprese aquello que se desea, es decir, el contenido que corresponde al complemento argumental del verbo desear. Los contextos cruzados se extienden a otros casos similares. En el texto siguiente, la oración subordinada podría ser complemento del verbo principal (Allí pudo admitirse que…), como es característico de la lectura apositiva: Allí pudo admitirse la previsión de que eligió aquel sitio como punto de reunión general (Hernández Norman, Novela). Sin embargo, expresa a la vez el contenido de lo que se prevé, como en la interpretación argumental.

43.5o Se obtiene la interpretación argumental cuando el predicado principal no admite subordinadas sustantivas (ante la previsión de que ~ *ante que…), lo que descartaría la atributiva: Presentó su denuncia ante la previsión de que en el año 2000 recuperaría los derechos mineros (Canarias 5/2/2001). Sin embargo, la incompatibilidad entre el predicado (verbo o preposición) y la oración subordinada puede darse incluso con los sustantivos que ilustran de modo prototípico la variante apositiva: ante el hecho de que… ~ *ante que…: El temor se percibe a flor de piel ante el hecho de que a determinadas horas las calles de algunos sectores de la ciudad se convierten en tierra de nadie (ABC Color 7/11/2000). La sustitución de la oración subordinada por un pronombre neutro ofrece asimismo resultados inseguros en muchos casos (la promesa de ello, la previsión de eso). En la actualidad no existe acuerdo en lo relativo a los límites que han de establecerse entre las dos interpretaciones semánticas de las subordinadas sustantivas en los complementos nominales (apositiva y argumental). Algunos gramáticos han aducido que la distinción debería anularse; otros han propuesto revisarla, aunque en direcciones no enteramente coincidentes.

43.5p Son numerosos los adjetivos que admiten complementos de régimen formados con subordinadas sustantivas declarativas, como en temeroso de que lo descubran; seguro de que triunfará; favorable a que se admita la propuesta; culpable de pasar información al enemigo o pendiente de recibir la orden. En el capítulo 36 se mencionan algunas características semánticas de los adjetivos que permiten esos complementos. Para la omisión ocasional de la preposición de en ejemplos como Estoy seguro que lo sabía, véase el § 43.6p.

43.5q Se observa en los § 44.2d-r que en español se omite a menudo el artículo en las relativas especificativas tras ciertas preposiciones, como en las cosas de las que hablo ~ las cosas de que hablo. Esta propiedad de las relativas no las acerca a las sustantivas. La doble interpretación de secuencias como el hecho de que me hablas (subordinada relativa en El hecho de que me hablas ha sido tristísimo y subordinada sustantiva en El hecho de que me hablas prueba que ya no estamos enojados) se analiza en los § 44.1t, u.

 

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