Sintaxis

47 Construcciones condicionales y concesivas

47.12 Las oraciones concesivas. Características generales

47.12a En la comparación que se hizo en los § 47.1-3 entre los períodos condicionales y los concesivos se describieron las características fundamentales de unos y otros, así como las estrechas relaciones de forma y significación que existen entre ellos. En esta sección y en las siguientes se desarrollarán las cuestiones allí presentadas que conciernen específicamente a las oraciones concesivas. La figura retórica denominada concesión consiste tradicionalmente en la secuencia formada por una tesis y una antítesis: el que habla admite que el adversario puede estar en lo cierto, pero avanza en su argumentación en sentido contrario. También el período concesivo concentra, en los límites de la oración, un razonamiento argumentativo entre sus miembros, puesto que la prótasis y la apódosis apuntan a conclusiones opuestas.

47.12b Si se considera el período Aunque estaba muy cansada por el viaje, impartió una conferencia magnífica, será fácil comprobar que la prótasis y la apódosis están encontradas desde un punto de vista argumentativo. De la prótasis puede deducirse una consecuencia opuesta a la que se afirma en la apódosis. En este ejemplo, cabe pensar que lo normal es que, si alguien está cansado, su trabajo no sea magnífico. El contraargumento que aporta la apódosis expresa una dificultad o un impedimento salvable, y niega, en consecuencia, la expectativa que se infiere de la prótasis. Se suele decir por ello que los períodos concesivos introducen una situación de contraexpectativa. La prótasis resulta ser, en definitiva, una condición ineficaz, un obstáculo que se puede superar y que contradice lo que la apódosis afirma. De hecho, muchos períodos concesivos muestran relaciones inversas a las que establece la coordinación adversativa: el esquema Aunque A, B suele admitir la paráfrasis A, pero B: Estaba muy cansada por el viaje, pero impartió una magnífica conferencia. Al igual que en otras coordinadas, no es posible iniciar la secuencia con la conjunción coordinante, frente a lo que ocurre en las subordinadas adverbiales encabezadas por conjunciones subordinantes.

47.12c También a semejanza de las oraciones adversativas, la incompatibilidad entre los dos miembros del período concesivo se establece en función de preferencias que se suponen conocidas o habituales, cuando no simplemente acordes con el sentido común. En Aunque llueva, saldré a pasear, la lluvia se presenta como un obstáculo o como una posible objeción que justificaría la cancelación del paseo, en cuanto que se supone que es normal no salir a pasear si está lloviendo. La expectativa resulta así rechazada, pues la situación representada en la prótasis se presenta como condición o causa insuficiente para la realización del suceso denotado en la apódosis, que se interpreta como proposición verdadera.

47.12d Las inferencias que se derivan de los miembros del período concesivo se basan unas veces en el conocimiento estrictamente léxico (Aunque es un otorrinolaringólogo, solo se ocupa de enfermedades del oído), pero otras muchas se fundamentan en conocimientos enciclopédicos (Aunque es creyente, no va a misa los domingos) o, en general, culturales (Aunque es otoño, este año llovió poco; Aunque es italiano, no le gusta la pasta). La ruptura de la expectativa de la que se habló en los apartados anteriores se basa, por consiguiente, en cierta base común o conocimiento compartido sobre la que se fundamenta la inferencia obtenida, como sucede también en las oraciones adversativas (§ 31.10g, h). Ello no impide, sin embargo, que la conexión argumentativa esté apoyada en preferencias personales o en asociaciones no convencionales, como las que se dan en el discurso surrealista. Recuérdese, en el mismo sentido, que los versos de Octavio Paz citados en el § 47.6o establecen relaciones entre premisas y conclusiones poco acordes con los conocimientos que se pueden considerar comunes o compartidos.

47.12e Como se explica en los § 31.10x y 47.2n, ñ, las oraciones concesivas formadas con aunque son unidades descomponibles sintácticamente. Se muestra en esos apartados que la segmentación de la conjunción en un adverbio escalar y una conjunción completiva —como en aun [que lo supiera]— explica en parte el significado de estas prótasis y ayuda a entender la alternancia aunque ~ aun si ~ aun cuando47.2ñ y 47.12g), así como las equivalencias entre aunque e incluso si. El análisis composicional de aunque explica también en buena medida el concepto mismo de concesión como noción derivada del concepto de escalaridad, como allí se vio. Se piensa, desde este punto de vista, que el adverbio aun es incluyente o inclusivo (al igual que incluso, como muestra la misma forma léxica de este), en el sentido de que va asociado a una escala graduada de condiciones en la que marca el miembro final, es decir, el que en principio resulta menos previsible o más claramente contrario a las expectativas naturales. Se subraya este elemento extremo en Incluso si lloviera, se celebraría el concierto y en Aunque te quedes sin dormir, has de preparar bien este examen. Los demás elementos de la escala se ven afectados de manera indirecta por ese proceso, de manera que resultan abarcados por la relación predicativa que se establezca.

47.12f El efecto totalizador del que se habla en el apartado anterior permite que a partir de Incluso si lloviera, se celebraría el concierto se pueda obtener la inferencia ‘En otras circunstancias también se celebraría el concierto’, y que de Aunque te quedes sin dormir, has de preparar bien este examen se pueda inferir ‘Si se producen otros resultados inconvenientes, también has de preparar bien este examen’. Esta línea de análisis permite, como ya se vio, interpretar las relaciones condicionales como uno de los componentes de las concesivas. La negación que muestra el adverbio ni siquiera40.8b) corresponde a la apódosis, en el orden «prótasis-apódosis»; por tanto, Ni siquiera si lloviera se suspendería el concierto equivale a Incluso si lloviera, el concierto no se suspendería. En el orden «apódosis-prótasis» se admite la negación en ambos miembros (El concierto no se suspendería ni siquiera si lloviera) por un proceso formal de concordancia negativa que se estudia en el § 48.3.

47.12g El adverbio aun también forma parte de la locución aun cuando, propia de los registros formales. Sin embargo, cuando presenta a veces un significado estrictamente temporal en esta combinación, como en Debe seguir tomando este medicamento aun cuando (‘incluso cuando’) desaparezcan los síntomas. Los componentes de esta locución conjuntiva no se reconocen como elementos autónomos. Aun cuando admite la alternancia entre el indicativo, siempre factual (Aun cuando me lo recomendaron, no leí el prospecto), y, con más frecuencia, el subjuntivo que en el § 25.7k se denomina polémico: Va a seguir adelante, aun cuando tenga que llegar él solo con todos los tripulantes colgados de los palos (Roa Bastos, Vigilia).

47.12h No son equivalentes las construcciones «aun + gerundio» y «aunque + gerundio». La primera se forma con gerundios, simples o compuestos, que no constituyen focos oracionales, por lo que se suele situar antes de la apódosis:

Aun siendo la parte más selvática de la comarca, era, en conjunto, amable y risueña (Pardo Bazán, Sirena); La Convención, aun siendo un documento imprescindible y aun contando con comité de vigilancia, carece de mecanismos reales capaces de garantizar su observancia (Mundo [Esp.] 22/11/1994); Aun siendo espigada, debió levantar la vista (Mujica Lainez, Escarabajo).

Las oraciones de gerundio encabezadas por aunque, menos frecuentes, se prefieren en las concesivas restrictivas que marcan o amplían el segmento focal situado al final del período, como en Finalmente ha progresado, aunque trabajando mucho, o en estos otros ejemplos:

En breve podremos llegar a la altura del grupo de destacados, aunque manteniendo las distancias exigidas (García Sánchez, Alpe d’Huez); Pasó por encima de las sagradas estancias aunque poniendo gran cuidado en no aplastarlas (Moix, Arpista); Los diaguitas combatieron contra los incas y contra la conquista española […], sin depender de la civilización inca, aunque teniendo muchos elementos comunes con las culturas peruanas (Guevara / Granado, Viaje).

Cuando «aunque + gerundio» se sitúa antes de la apódosis, lo que es más raro, no conlleva el significado negativo u opositivo que caracteriza a «aun + gerundio» en esas construcciones: Desde lejos, aunque teniendo el Congreso enfrente, asisto al tráfago de la política (ABC Cultural 22/3/1996).

47.12i La segmentación aun-que ayuda a entender, como se ha visto, varias propiedades gramaticales de esta construcción, pero no da cuenta de todas ellas. No explica, por ejemplo, la existencia de prótasis concesivas no oracionales —es decir, construidas con grupos sintácticos inferiores a la oración—, que constituyen casi siempre incisos. Estas prótasis no oracionales han de completarse con la información que aporta la apódosis: Aunque de mala gana…; Aunque contento…; Aunque ya anciano…; Aunque solo por las tardes…; Aunque para sus adentros…; Aunque con pocas esperanzas…

47.12j Se indica en los § 45.5g y ss. que existe desacuerdo entre los gramáticos acerca de si debe suponerse un proceso de elipsis en ciertas oraciones comparativas, o, por el contrario, las relaciones contrastivas que se expresan en esas oraciones se pueden explicar sin acudir a él. La polémica se extiende a las construcciones en las que aunque precede a casi cualquier segmento sintáctico que puede focalizarse:

La misma Reforma contribuyó, aunque indirectamente, a desarrollar estas semillas impías (Menéndez Pelayo, Heterodoxos); Es apenas un instrumento más —aunque importante— en la búsqueda de mejores condiciones económicas para los uruguayos (Brecha 9/6/2005); Subo a tientas, tambaleándome, aunque sin miedo (Volpi, Días); Finalmente, él aceptaba sus argumentos, aunque sin mucha convicción (Álvarez Gil, Naufragios); El que se iniciaba en los misterios de Eleusis, debía pasar más de un año, aunque menos de cinco, antes de que fuera admitido en la Autopsia (Paso, F., Palinuro).

47.12k Si bien las características de la conjunción adversativa aunque se distinguen con claridad de las de su homónima concesiva cuando se construye con verbos finitos (§ 31.10x), la distancia entre ambas no es tan marcada en los textos citados, en los que sigue a aunque un segmento menor que la oración. Se obtienen, de hecho, en muchos de ellos, paráfrasis adversativas: Respondió a todas las preguntas, {aunque ~ pero} no con la misma seguridad; Aprobaron el presupuesto, {aunque ~ pero} sin los gastos de Defensa. Los grupos condicionales análogos a estos —relativamente marginales (como en si breve)— se describieron en el § 47.6f.

47.12l El carácter temático o remático de la prótasis concesiva depende, en buena medida, de la posición que ocupe en la oración. Al igual que en las condicionales, proporciona información temática cuando aparece antepuesta. Así, aunque la información que la prótasis contenga no haya sido introducida con anterioridad, se presenta muy a menudo (sea de forma real o retórica) como parte de la información implícitamente compartida. El que dice Aunque llueva, saldré a caminar suele entender que la posibilidad de que llueva no es desconocida para su interlocutor. De manera análoga, la información que contiene la prótasis de la oración Aunque solo tenga cuatro años, ya sabe leer y escribir puede no haber sido introducida en el discurso previo, pero el que habla sugiere veladamente que no es desconocida para el oyente o tiene interés en presentarla como si así fuera. Las prótasis concesivas pospuestas se interpretan como información nueva (Saldré a pasear aunque llueva; Ya sabe leer y escribir aunque solo tenga cuatro años), o al menos presentada como tal en ese fragmento del discurso.

47.12m El hecho de que se admitan en las concesivas las alternancias modales —aunque ella no lo {sabe ~ sepa}—, estudiadas en los § 25.13h y ss., añade un elemento gramatical que no está presente en las condicionales y que resulta de gran relevancia en la interpretación discursiva de los dos miembros del período. Existen también prótasis concesivas intercaladas en las que se introducen incisos relativamente similares a los de las prótasis condicionales análogas, que se describieron en los § 47.9n y ss.:

En algún lugar y momento de mi vida, aunque no recordaba cuáles, había estado en contacto conmigo (Delibes, Viajes); Esa misma noche (aunque ahora le parecía como si hubieran pasado años) se había hablado de la posibilidad, o amenaza, de que Colón dejara de ser Colón (Aira, Varamo); […] Sin haberme ganado recuerdos vivos, cosas de esas que, aunque duran poco, me iluminaran la vida entera (Carballido, Fotografía); Dentro de su buen estilo, mantiene una leve vulgaridad, rasgo que, aunque nos fastidie reconocerlo, tanto nos agrada a los mujeriegos (Vallejo-Nágera, Yo); Y Júbilo, aunque lo sintió mucho, no dejó de agradecerlo (Esquivel, Deseo).

47.12n En posición pospuesta y con el verbo en indicativo, la diferencia entre las prótasis concesivas y las adversativas puede neutralizarse, de forma que la conjunción subordinante aunque resulta cercana a la coordinante pero. Algunos autores llaman restrictivo a este uso adversativo de aunque, que fue presentado en el § 47.3f. Empleada de este modo, la conjunción pasa a interpretarse como coordinante. Las coordinadas adversativas introducidas por aunque exigen pausa, mientras que las que introduce la conjunción concesiva homónima no siempre la necesitan. El uso adversativo de aunque se observa en estas oraciones:

Respondió segura a todas las preguntas, aunque quedó la sensación de que ocultaba información; No terminé el trabajo, aunque ya me falta poco; Es un hermoso día, aunque está un poco frío; También se estudió esta posibilidad, aunque pronto fue descartada,

y también en los ejemplos siguientes:

La nieve cedió, aunque la carretera no dejaba muchas posibilidades, y Benicio condujo con extremo cuidado, sin poder evitar en algún momento que la camioneta se fuese peligrosamente bandeando de uno a otro lado (Díez, Fantasmas); Como en el libro anterior, hablaremos sobre todo de la libertad […], aunque ahora trataremos de la libertad en su sentido político, no en el ético que antes hemos discutido (Savater, Política); La dinastía de los Incas era moderna relativamente, aunque sus orígenes revisten un carácter legendario (Carrera Andrade, Camino).

47.12ñ Son muy frecuentes en estas construcciones las matizaciones y los incisos tras la conjunción aunque, como se muestra en los ejemplos que siguen:

No terminé el trabajo, aunque, de todos modos, ya me falta poco; Respondió segura a todas las preguntas, aunque, para serte sincero, no me convenció; Es un hermoso día, aunque, eso sí, está un poco frío.

La pausa que precede a la conjunción adversativa aunque es de duración variable, pero es más larga cuanto mayor es su proximidad a la conjunción adversativa pero. El acercamiento entre pero y aunque no es completo, sin embargo, en las construcciones descritas en el apartado anterior, ya que la primera puede ir seguida de oraciones interrogativas o imperativas (Pueden jugar aquí, niños, pero después ordenen la sala y limpien el suelo), mientras que la segunda las suele rechazar (*Es un hermoso día, aunque quedémonos en casa). La conjunción aunque puede introducir, sin embargo, otros actos verbales en los contextos adversativos: Espero que haya disfrutado esta breve historia acerca de esta larguísima historia, aunque le confieso que el último capítulo no lo escribí para que lo disfrutara (Altschuler, Hijos). Sobre el uso adversativo de aunque, véase también el § 31.10x.

47.12o En los apartados anteriores se explicó que pueden existir estrechos vínculos semánticos entre las construcciones adversativas y las concesivas. No obstante, el que puedan combinarse en un mismo texto confirma que son nociones diferenciadas gramaticalmente. La conjunción pero puede preceder a la conjunción aunque y también a las locuciones a pesar de y pese a, como en estos ejemplos:

Pero aunque Juan Pablo se encariñaba de este modo con el local, había cambiado de café bastantes veces en el espacio de cinco años (Galdós, Fortunata); Durante unos segundos se quedó quieto, mirando a diestra y siniestra, adelante y atrás, por si veía su sombra, pero aunque aún era de día […] no consiguió verla (Bolaño, 2666); Y Paco, el Bajo, venga, dale, con la azada, a cubrirlo, pero pese a sus esfuerzos, cada vez que salía de casa y ahuecaba los agujeros de la nariz […] le venía la peste (Delibes, Santos); Regaló casas, dinero en efectivo y enseres domésticos a personas adictas de recursos escasos y a otros aduladores anónimos. Pero, a pesar de las escrupulosas pesquisas contables, no hay pruebas de ningún enriquecimiento ilícito (Martínez, Evita).

Nótese que en el ejemplo de Bolaño se establece una contraposición entre los dos miembros de una estructura coordinada. Uno es Se quedó quieto… por si veía su sombra, y el otro, No consiguió verla. El segundo de estos segmentos constituye a su vez la apódosis de un período concesivo en cuya prótasis (aunque aún era de día) se expresa una causa ineficiente que no altera el resultado que se ha mencionado. No existe, por tanto, contradicción en el hecho de que un período concesivo pueda constituir en su conjunto uno de los miembros de una coordinación adversativa.

47.12p Las construcciones concesivas carecen de las propiedades nominales de las condicionales, estudiadas en los § 47.2b y ss., así como de las propiedades anafóricas de sus prótasis (recuérdense las expresiones en ese caso, en esa contingencia, etc., descritas en el § 47.2m). Existen, sin embargo, locuciones adverbiales de sentido concesivo, que se examinarán en el § 47.14. Si bien no se dan en las concesivas equivalentes de las copulativas condicionales enfáticas (§ 47.5f), se forman a menudo períodos concesivos con oraciones copulativas en las que el atributo del verbo ser en subjuntivo se interpreta como información remática, o incluso focal, como en Sigue siendo un peligro para la estabilidad, aunque solo sea porque conserva la formalidad del cargo (Caretas 28/9/2000) o en los ejemplos que siguen:

Lo invitaré, aunque solo sea por cortesía; Hay que conseguir los fondos, aunque sea endeudándonos; Llévaselo, por favor, aunque solo sea para que se quede tranquilo.

47.12q Las prótasis concesivas pospuestas que se mencionan son análogas discursivamente a las causales explicativas que se describen en el § 46.6. Expresan un valor mínimo, en el sentido de un último argumento o una última razón dirigidos al fin que se persigue. La apódosis expresa en todos estos casos algún contenido prospectivo, sea a través de un futuro, un imperativo, una perífrasis modal (Habría que invitarlo, aunque solo fuera porque…) u otro recurso similar. En el español coloquial europeo (raras veces en el americano), se registra la construcción aunque sea como inciso pospuesto, a modo de comentario atenuante, con un significado similar al de las expresiones siquiera o al menos, como en Dame una galleta, aunque sea, que tengo hambre, o en el texto siguiente: Si ves que a pitos están ellos, pues pon la séptima, coño, aunque sea, antes que abrirlos el juego otra vez (Sánchez Ferlosio, Jarama).

47.12r Al igual que en las condicionales (§ 47.4), así como en las causales y en las finales (§ 46.5), la relación entre prótasis y apódosis puede establecerse en el plano del enunciado o bien en el de la enunciación. En las concesivas del primer tipo, la prótasis denota una causa o una condición insuficiente, y la apódosis, el hecho que efectivamente tiene lugar, lo que contraviene la expectativa que se obtiene de la prótasis:

Aunque llovía a cántaros, salió a caminar; A pesar de que llueva a cántaros, saldré a caminar; Por más que llueva a cántaros, saldré a caminar; Llueva o no llueva, saldré a caminar.

Como sucedía en las correspondientes oraciones condicionales, las prótasis concesivas que corresponden al plano de la enunciación constituyen al menos dos grupos: las epistémicas (§ 47.12s y ss.) y las ilocutivas (§ 47.12u).

47.12s En las concesivas epistémicas se niega la relación entre la premisa y la conclusión. Unas veces se hace partiendo de una prótasis para llegar a una apódosis factual:

Aunque debe de haber llovido, las calles no están mojadas; Aunque ya debe de haber llegado, todavía no ha llamado.

Otras, el proceso adquiere el sentido contrario, en parte por razones léxicas:

Aunque las calles no estén mojadas, debe de haber llovido; Aunque todavía no me haya llamado, ya habrá llegado al hotel; Aunque la luz no esté encendida, estará seguramente en su cuarto.

Repárese en que, en las primeras, la prótasis contiene la causa hipotética de la que el hablante parte para afirmar la apódosis, mientras que en las segundas se expresa en la apódosis una consecuencia hipotética de una prótasis factual. la modalización epistémica está marcada en la apódosis de estas últimas con perífrasis modales, futuro de conjetura (que se interpreta como presente de incertidumbre) y otros recursos similares.

47.12t Se explicó en los § 47.12n y ss. que muchas prótasis concesivas pospuestas construidas con indicativo admiten paráfrasis adversativas, lo que las asimila a esta clase de oraciones coordinadas. Algunas de las que cumplen todas estas condiciones no adquieren propiamente, sin embargo, sentido adversativo. Nótese que las conjunciones subrayadas en los ejemplos que siguen no admiten de manera tan evidente la sustitución por pero sin que el sentido se vea afectado:

Saludando fugazmente a algunos conocidos, Biralbo vino hacia mí, aunque en ningún momento había dado señales de verme mientras tocaba (Muñoz Molina, Invierno); Despertó del coma con una voz completamente diferente y, lo que es aún más raro, con un marcado acento australiano, aunque jamás ha estado en ese continente (Semana 20/10/1997); Y me imagino que en parte es cierto, además, aunque a mí nunca se me ocurrió que había que reflexionar tanto (Bryce Echenique, Martín Romaña); Luego se echó a la izquierda y allí tuvo más presencia, aunque jamás soñó Gary Neville con tener una noche más tranquila (País [Esp.] 14/6/2004).

Cabe pensar que la equivalencia entre aunque y pero deja de obtenerse cuanto más cerca están estas construcciones de las concesivas epistémicas descritas en el apartado anterior. Obsérvese que en los ejemplos citados pueden interpretarse como conclusiones a las que llega el hablante a partir de la información que se ha suministrado.

47.12u En las concesivas ilocutivas, la contraposición se establece entre el acto de habla —explícito o implícito— que se describe en la apódosis y las expectativas frustradas que se obtienen de la prótasis. La apódosis puede introducir expresamente dicho acto verbal, como en estos ejemplos:

Aunque el diagnóstico no esté muy claro, seguro que se trata de una infección; Aunque pueda parecerle una indiscreción, ¿me daría su número de teléfono?; Atiéndame, señor, aunque solo sea por un momentito; Por más que quiera ocultar la información, te aviso que se sabe que perdió las elecciones; Aunque te parezca mentira, te aseguro que salió a caminar; Aunque no conozco la fuente, te juro que dijeron que se suspendían las negociaciones.

Aun así, no se sobrentiende siempre un predicado realizativo en la apódosis de las concesivas ilocutivas. Esta situación es característica de las prótasis en las que aparecen términos que atenúan la aserción, bien mediante fórmulas de cortesía, bien a través de referencias a la capacidad del que habla para recordar o expresarse, restringir el alcance de alguna expresión, fundamentar o relativizar el contenido de lo que se dice y otros objetivos similares. Se trata, en lo fundamental, de las mismas informaciones que corresponden a las oraciones condicionales analizadas en los § 47.4e y ss.:

Los sindicatos exigen una negociación, aunque quizás no sea esta la palabra más apropiada; Aunque ya se ha analizado el tema desde el punto de vista filosófico, corresponde ahora abordarlo desde la perspectiva histórica.

No son elegantes, pero sí posibles, los períodos concesivos que contienen una prótasis relativa al enunciado y otra a la enunciación. Se subraya la primera con trazo continuo y la segunda con trazo discontinuo en Aunque te parezca mentira, te aseguro que salió a caminar aunque llovía a cántaros. El que no se perciba incompatibilidad alguna en estas construcciones es señal de que las restricciones que introducen las prótasis corresponden a planos diferentes del análisis oracional.

47.12v Como sucedía en las condicionales (§ 47.4k), también en las concesivas puede la prótasis limitarse a plantear una condición de pertinencia para la enunciación de la apódosis, como se comprueba en estas oraciones:

Aunque no te interese especialmente el cine japonés, hoy reponen una película de Kurosawa; Aunque por ahora no tengas hambre, preparé unas croquetas; Aunque no necesites dinero, hay un cajero automático en la esquina.

La oposición se establece aquí entre el contenido proposicional de la prótasis y el acto de enunciación declarativo que se realiza en la apódosis a través de un verbo enunciativo tácito. En otros casos, en cambio, al acto de habla declarativo de la prótasis se contrapone una orden, pregunta, amenaza o promesa en la apódosis, como en los ejemplos siguientes:

Aunque me cansa ya repetirlo, limpien la habitación, por favor; Aunque adivino la respuesta, ¿te has reconciliado con Roberto?; Aunque tengo muchísimo trabajo, esta noche nos vamos al cine.

Como en otras concesivas de valor ilocutivo, la restricción que introduce la prótasis se interpreta como obstáculo salvable o ineficiente del acto verbal que se realiza en la apódosis. Así, en el último de los ejemplos de este grupo, el hablante presenta una razón para no formalizar una invitación, que pasa seguidamente a formalizar.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
conjunción concesiva, oración (subordinada) adverbial concesiva, tema2

 

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