Sintaxis

30 El adverbio y el grupo adverbial

30.16 Locuciones adverbiales (II). Locuciones formadas con preposición y término nominal

30.16a En los apartados siguientes se clasificarán las locuciones adverbiales en función de su estructura sintáctica, que —como se explicó— corresponde muy frecuentemente a la de un grupo preposicional. Al igual que se procede en las demás locuciones descritas en esta obra (§ 12.9, 13.18, 29.9, 32.8, 34.11 y 35.3n y ss.), no será posible proporcionar la extensión geográfica de cada una. Aun así, cuando no sean de uso general, se intentará ofrecer, en la medida de lo posible, alguna información relativa a las áreas en las que se emplean. Las locuciones adverbiales de estructura más simple corresponden a la pauta «preposición + sustantivo en singular». He aquí algunos ejemplos de este esquema, que se completarán en los apartados siguientes:

a: a baqueta, a bordo, a bulto (también al bulto), a cabalidad, a caballo, a cambio, a conciencia, a continuación, a coro, a destajo, a discreción, a disgusto (es desusada mal a gusto), a distancia, a escala, a flote, a fondo, a gusto, a honra, a mano, a mansalva, a manta, a ojo, a pie, a pulso, a presión, a propósito, a raya, a tiempo, a tono, a tope, a traición, a voleo (también al voleo);

ante: ante todo;

bajo: bajo control, bajo cuerda, bajo fianza, bajo llave, bajo palabra;

con: con anterioridad, con diferencia, con frecuencia;

contra: contra corriente o a contracorriente, contra re(e)mbolso o contrarre(e)mbolso, contra reloj o contrarreloj10.11c);

de: de acuerdo, de balde, de carrerilla, de casualidad, de chiripa, de corazón, de día, de embuste, de frente, de golpe, de gorra, de improviso, de lado, de madrugada, de memoria, de miedo, de milagro, de noche, de oído, de paisano, de pasada, de paso, de perfil, de plano, de prisa (o deprisa), de rebote, de refilón, de reojo, de repente, de sobra, de sopetón, de sorpresa, de verdad, de yapa o de ñapa;

en: en abreviatura, en abundancia, en balde, en broma, en cabeza, en cantidad, en cama, en conclusión (también en resumen, en síntesis), en confianza, en conjunto, en consecuencia, en demasía, en diagonal, en efectivo, en efecto, en exceso, en extremo, en fila, en fin, en línea, enminiatura, en orden, en parte, en perspectiva, en principio, en realidad, en rigor, en secreto, en serie, en suma, en teoría, en verdad, en vilo, en vivo;

para: para colmo;

por: por añadidura, por barba, por cabeza, por casualidad, por contraste, por correo, por derecho, por desgracia, por exceso (también por defecto), por fin, por fortuna, por sorpresa, por suerte, por supuesto, por ventura;

sin: sin cuidado, sin duda, sin fin, sin límite, sin medida, sin remedio, sin tasa;

sobre: sobre manera (o sobremanera).

30.16b Cabe añadir las expresiones semilexicalizadas que se forman con nombres de instrumento (a lápiz) o vehículo (por tren) en singular, y que se estudian en los § 39.6b y ss. También pueden agregarse las locuciones que se ajustan a la pauta «preposición + sustantivo compuesto», como a bocajarro, a quemarropa, a rajatabla, a tocateja, así como el numeroso grupo de locuciones adverbiales latinas, ya integradas en el español, que se construyen con preposiciones, como ad aetérnum, ad líbitum, ad perpétuam, ex aequo, ex cát(h)edra, ex profeso, in memóriam o in situ, todas las cuales explica el DRAE. Algunas de ellas pueden ser también locuciones adjetivas, de acuerdo con la distinción que se recordó en el § 30.15b. Se han creado algunas variantes de ciertas locuciones latinas añadiendo indebidamente una preposición, como en de motu propio, variante incorrecta de motu proprio, o a grosso modo, variante incorrecta de grosso modo. No se debe confundir la locución adverbial ex abrupto (‘repentinamente’) con el sustantivo exabrupto (‘salida de tono’).

30.16c Son numerosas las locuciones que se forman con sustantivos no usados fuera de ellas: a destiempo, a horcajadas, a hurtadillas, a mansalva, a nado, a quemarropa, a regañadientes, a sabiendas (sobre a sabiendas de, véanse los § 47.14d, e), en cuclillas (también de cuclillas), en volandas, a ultranza, entre otras. Los sustantivos reojo y sopetón no se registran únicamente en las locuciones de reojo y de sopetón, pero se emplean en ellas con más frecuencia que en otros contextos. Están semilexicalizadas muchas expresiones formadas sobre la pauta «sin + sustantivo en plural», como sin aspavientos, sin contemplaciones, sin miramientos, sin prisas, sin rodeos, sin sorpresas o sin vueltas, por lo que pueden considerarse grupos preposicionales en lugar de locuciones.

30.16d Muchas de las locuciones formadas con la pauta «a + sustantivo» se restringen a ciertas áreas geográficas —y, muy a menudo, también a los registros coloquiales, cuando no a la lengua popular—. Cabe señalar entre ellas a cabalidad (‘cabalmente’), usada en Cuba y otros países antillanos (Cumplía las directrices a cabalidad); a chaleco (‘por fuerza, violentamente’), característica de México y parte de Centroamérica; a bocha (‘en profusión’), usada en el Uruguay; a rolete (‘en abundancia, en grandes cantidades’), registrada en el Río de la Plata; a cucucho (‘a cuestas, sobre los hombros’), empleada en El Salvador y otros países centroamericanos. Un sentido similar tienen a horcajadas y a caballo (o a caballito) en muchos países. También con el significado de ‘a hombros’ o ‘sobre la espalda’ se usa a tuto en Guatemala, Honduras y otros países centroamericanos; a la coscaleta, en Canarias (España); a babucha(s), en el español rioplatense, y a guanchinche en Panamá. Se utiliza a juro (‘por fuerza, necesariamente’) en el Caribe continental y en el español canario. En este último, se emplea a rolazo (‘a ojo, calculando por encima’). En España y en el Río de la Plata se emplea a porrillo (‘en abundancia’), y solo en España a machamartillo (‘con gran firmeza’). Se ejemplifican a continuación algunas de estas locuciones:

Por ser día festivo había gente a porrillo (Güiraldes, Segundo); Así que a chaleco tuvo que comprar las mentadas aldabas (Hayen, Calle); En materia de aumentos, la única medida sensata sería un incremento de 0,5 % […] y montado a cucucho sobre la declaración de renta para recolectarlo con prontitud y administrarlo con facilidad (Salvador Hoy 15/3/2001); Siguió filmando a rolete (Clarín 16/7/1997); Practicarán ejercicios de desarrollo de fuerza en los brazos y piernas, tales como: suspensión en barras, juego de transporte del venado, carga a guanchinche y otros (Programa educación física); Si la física me encantaba, otras materias me dejaban frío. Tenía que estudiarlas a juro, porque sí (Quintero, E., Danza); Se llevaba “a tuto” unas tablas, cargaba con un poncho de Momostenango y con una bolsa de figurillas de Rabinal (Hora 2/7/1997); Pablo la cargó a babucha y pasaron (Wilde, Prometeo); […] un partido localista que defiende a machamartillo la españolidad de la ciudad (Tiempo [Esp.] 29/5/1995).

30.16e Entre las locuciones restringidas geográficamente que se forman con la pauta «de + N» cabe mencionar de fai (‘gratis, sin pagar’), empleada en El Salvador, Guatemala, Honduras y otros países centroamericanos. Se usa con este mismo sentido de grolis en Guatemala, de cachete en Puerto Rico y de gorra en muchos países. A este grupo pertenecen también de romplón (‘de improviso’, pero también ‘de pasada, de refilón’), utilizada en parte de Centroamérica. Con el sentido de ‘de improviso’ se usa de fly o de flai en Cuba. Se registra de sopapo (‘repentinamente, de sopetón’) en Guatemala. De culata (‘hacia atrás’, pero también ‘mal, pésimamente’) se emplea en el área rioplatense y en algunos países andinos. De gana (‘por gusto, por capricho’) se atestigua en el Ecuador; de ribete (‘además’) en México, así como en Guatemala, Honduras, El Salvador y otros países centroamericanos. El mismo sentido tiene de feria, que se usa en Costa Rica, Honduras y otros países de Centroamérica. Se registra de choreta (‘de improviso’) en esta misma área; de paporreta (‘de memoria’) en el Perú; de retache (‘de vuelta, en devolución’) en México y Guatemala. Se emplea de chanfle (‘de lado, oblicuamente’) en Chile y el Río de la Plata, sobre todo en el lenguaje deportivo, pero también en algunos países centroamericanos y antillanos. Se usa de relance (‘casualmente, sorpresivamente’) en el español canario y en algunas zonas del área caribeña. Se prefiere la variante de relancina en el Perú. También se documenta de chamba con ese mismo sentido. Se ejemplifican a continuación algunos de estos usos:

No estamos haciendo de gana, por locura o por capricho, sino por razones (Vistazo 21/9/1997); Me lo sé de paporreta (Bryce Echenique, Magdalena); Sufrió tremendo traumatismo craneoencefálico por el que murió, y de ribete Fernández Lefranc cayó encima de él, por lo que lo amortiguó con su cuerpo (Excélsior 23/9/1996); Ella se arrancó de romplón el huipil (Flores, Siguamonta); En un fogonazo, Romario asesta sus goles de media vuelta, de chilena, de volea, de chanfle, de taco, de punta o de perfil (Galeano, Fútbol); O sea, que llevas viviendo de gorra cinco días y tú ni te enteras… (Pombo, Héroe).

30.16f A la pauta «en + N» corresponden varias locuciones que significan ‘en grupo’ o ‘en cantidad’. Muchas de ellas hacen referencia a la manera desordenada o tumultuosa de presentarse algo o alguien. A ese extenso paradigma pertenecen en tropel, en masa, en trompa, en montón (la variante en montonera se usó en Colombia y otros países del área caribeña), en pila (también en montón pila en Cuba), en bola (en México y varios países centroamericanos como Nicaragua y Honduras), en bonche (en Puerto Rico, Venezuela y otros países caribeños), en marra (en Guatemala), en cambote (en Venezuela). Se ejemplifican a continuación algunas de ellas:

Pero los acontecimientos del día acudieron a su mente en tropel (Allende, Plan); Todos los del pueblo decidieron hacer el viaje en montón a la ciudad (Rubín, Rezagados); Mis primos se acercaron en bola y me dijeron que ellos me invitaban (Alatriste, Vivir); Y hasta vinieron en cambote las cultas naciones europeas a echar por tierra a cañonazos lo poco que nos quedaba (Herrera Luque, Casa); Seguiría siendo soltero, seguiría gastando el dinero en bonche (CREA oral, Venezuela).

30.16g En el español ecuatoriano culto se usa en berlina en el sentido de ‘en ridículo’, sobre todo en la expresión poner en berlina: Por la dignidad del país, puesto en berlina por la humillante petición de […] (Mercurio [Ec.] 7/11/2004). A la pauta «por + N» corresponde, además de las locuciones mencionadas en el § 30.16a, por afano, que se emplea en el Río de la Plata en el sentido de holgadamente; o por (la) izquierda, que significa ‘ilegalmente, con dobleces’ en esta misma área, así como en Puerto Rico y en algunos países centroamericanos: Trabajar por izquierda es el eufemismo argentino para describir procedimientos ilegales y clandestinos (Verbitsky, Vuelo).

30.16h Forman otro grupo las locuciones adverbiales que corresponden al esquema «a + sustantivo en plural». Están entre ellas a rastras, a hurtadillas, a plazos (también a plazo), a regañadientes, a veces, a cántaros (en llover a cántaros) o a carcajadas (en reírse a carcajadas; también reír a caquinos en el Perú), además de a sabiendas, a trompicones y otras muchas. Un buen número de sustantivos contenidos en las locuciones que se forman con esta pauta designan golpes, disparos, voces y otras acciones —casi siempre movimientos— que pueden considerarse bruscas, impulsivas o impetuosas. Aunque algunas tienen sentido positivo (a besos, a caricias), la locución designa la mayor parte de las veces alguna manera violenta o desconsiderada de actuar: a balazos, a cañonazos, a empellones, a empujones, a garrotazos, a golpes, a gritos, a mordiscos, a pedradas, a tirones, a tiros, a voces, etc. Son numerosos los nombres de golpes (§ 5.9 y 5.10) formados sobre sustantivos que designan partes del cuerpo y otras nociones relacionadas semánticamente con ellas: a bocados, a cabezazos, a cachetazos, a codazos, a dentelladas, a manotadas, a manotazos, a mordiscos, a patadas, a palmotadas, a piñas, a puntapiés, a puñetazos, a trompadas, entre otros muchos. Se ilustran a continuación algunos de ellos:

Clara reptó hasta allá llamándolo a gritos, pero nadie respondió (Allende, Casa); Y con los ojos vendados y muertas de risa la emprenden a garrotazos (Cela, Alcarria); […] saliendo a llamar a palmotadas a la Gabrielita (Asturias, Presidente); El monstruo que había en él se levantaba y acometía las puertas a patadas (Vallejo, F., Desbarrancadero); Los asesinaron a balazos (Allende, Eva); Luego se arrancó a tirones los pelos de la nariz y las orejas (García Márquez, General).

Las variantes de estas construcciones con artículo determinado (a los golpes, a los gritos, a los empujones, a los saltos, a las patadas) son características del español rioplatense. Se ejemplifican en los § 15.13q y 30.16r. Muchos sustantivos de este paradigma se usan también en el grupo preposicional «de + [numeral + nombre]», como en Lo tumbó de un bofetón. Si bien se forman ciertas locuciones adverbiales con esta pauta, como de un plumazo (‘sin contemplaciones’) —en alternancia con de un macanazo en algunos países—, se considera que la mayor parte de estas secuencias no son propiamente locuciones, sino grupos preposicionales. En efecto, expresiones como de un cachetazo, de una trompada, de un puñetazo o de una sentada admiten variación en el numeral, además de modificadores adjetivales o de otro tipo.

30.16i El hecho de que las locuciones mencionadas (a codazos, a patadas, etc.) se formen sobre una pauta sintáctica sumamente productiva explica que no puedan estar en los diccionarios. Confirma la naturaleza semilexicalizada de estas expresiones el que los sustantivos que contienen admitan adjetivos calificativos:

Quiero apartar la tierra parte a parte / a dentelladas secas y calientes (Hernández, Rayo); Nos los comimos a bocados rápidos y grandes (Mastretta, Vida).

Sin embargo, no aceptan cuantificadores. Así, Lo mató a (*tres) balazos contrasta con Lo mató de tres balazos, donde no hay locución. Pone igualmente de manifiesto el carácter semilexicalizado de esta pauta el hecho de que los sustantivos que se mencionan puedan coordinarse:

Se peleó a mordiscos y tirones de pelo con una mujer que se atrevió a comentar que el joven Arcadio tenía nalgas de mujer (García Márquez, Cien años); El campanero fue ajusticiado a pedradas y palazos (Vargas Llosa, Lituma).

30.16j Muchas locuciones del grupo anterior indican simultáneamente el instrumento con el que se realiza cierta acción y el modo de llevarla a cabo (§ 39.6a y ss.). Cuando el sustantivo se usa en singular, es muy frecuente que aparezca modificado por el adjetivo limpio, que resalta el que la acción se lleve a cabo con contundencia y sin miramientos, como en a cachetazo limpio o en los ejemplos siguientes:

[…] abriéndose paso a codazo limpio entre las multitudes (Galdós, Miau); Los dos contra doce a puñetazo limpio los pusieron en fuga (García Márquez, Vivir); Necesitaba los dos brazos para pegar a su marido, con el que andaba cada día a trompazo limpio (Mendoza, Misterio); La ceiba tachonada de dedos cortados a machetazo limpio por un asaltante de los caminos de Veracruz […] (Fuentes, Laura Díaz); Les arrojó un jabón y los duchó a manguerazo limpio durante quince minutos (Bolaño, 2666).

No es, en cambio, transparente la locución a piñazo limpio, que se usa en Cuba y otros países del área caribeña en el sentido de ‘con grandes dificultades, a trancas y barrancas’: Hizo su carrera a piñazo limpio.

30.16k Con el mismo esquema que da lugar a las locuciones anteriores, se forman otras que expresan la manera en que se deshace o se desmorona algo (a trozos, a pedazos, a cachos, a jirones). Otras se refieren a la forma en que surge, se vierte o se bebe algún líquido: a mares, a chorros, a borbotones, a raudales, a torrentes, a sorbos, a tragos, a cántaros, a guacaladas (la última en Honduras, aunque ya poco usada: Llovía a guacaladas). Otras locuciones de este grupo expresan el modo en que se llevan a cabo ciertos movimientos o determinadas acciones: a gatas, a hurtadillas, a rastras, a escondidas, a tientas, a ciegas, a tontas y a locas, a trancas y barrancas (a trancas y a mochas en Colombia), a trompicones, a saltos, a brincos, a horcajadas. En Guatemala se usa a memeches para referirse a la manera en que las mujeres llevan sujetos los niños a la espalda:

Solo servía para […] los domingos a la mañana, subir a despertar al capataz, arrancarle a tirones del camastro y obligarle a picar en el corte (Benet, Región); Fue entonces cuando la sangre comenzó a fluir a borbotones (Grandes, Edades); Veo venir a la Chona con el chirís a memeches (Flores, Siguamonta).

30.16l La misma pauta da lugar a un buen número de locuciones que denotan la forma en que varias personas o cosas participan conjuntamente en alguna actividad o reciben alguna acción, de manera que se ven afectados cierto número de participantes en ella. Estas construcciones se usan muy a menudo como complementos predicativos. Así, en Los campesinos llegaban a miles se dice que llegaban miles de campesinos cada vez. Muchas de estas locuciones, aunque no todas, contienen numerales o nombres cuantificativos: a pares, a docenas, a cientos, a centenares, a miles (también por cientos, por centenares, por miles), a montones, a carretadas, a carradas (en el área rioplatense) o a puñados:

Los despidos fueron a cientos (Barea, Forja); […] ingresaban en la utopía de encontrar riqueza a puñados (Lorandi, Ley); Sacó a carretadas sus ganancias a bancos de Europa y Estados Unidos (Fuentes, Cristóbal).

30.16m En algunas áreas (especialmente la rioplatense y parte de la andina) se construyen a veces estos sustantivos con la pauta «de a + N», como en Trabajan de a pares, girando a distinta velocidad (Salinas, R., Alimentos). A la misma pauta sintáctica, pero con diferencia de significado, corresponde a puchos o a puchitos (‘en pequeñas cantidades, poco a poco’). Se usa en Colombia y otros países del área caribeña, pero también en el Río de la Plata y en parte del área andina, a veces en alternancia con de a puchos: He obtenido por toda recompensa una miserable pensión […] y eso que, para cobrarla a puchos, tengo que pelear con el maldito tesorero (Cordovez, Reminiscencias V). Las locuciones adjetivas del tipo de a rayas, a listas, a cuadros, a tiras, etc. se describen en el § 13.18c. Se ajustan a la pauta «de + sustantivo en plural» de bruces (que se prefiere a la variante de buces y a la ya arcaica de buzos), de hinojos, de perlas, de puntillas, de rodillas o de rositas. La última se usa en el español europeo y en el rioplatense y significa ‘de balde, sin poner esfuerzo’. Las locuciones en jarras, en fachas, en bola o de marras se emplean más como adjetivales (§ 13.18) que como adverbiales.

30.16n La pauta «preposición + grupo nominal», en la que el nombre puede ir modificado por adjetivos o complementos preposicionales, da lugar asimismo a un gran número de locuciones. Como en otros casos, las introducidas por la preposición a son las más numerosas. A este grupo pertenecen las que se presentan a continuación, a las que se agregarán otras en los siguientes apartados (como en otros lugares de este capítulo, no todas son igualmente conocidas en la totalidad de las áreas hispanohablantes):

a años luz, a beneficio de inventario, a bote pronto, a brazo partido, a buen recaudo, a buenas horas (también a buena hora), a calzón quitado (también a camisa quitada), a cámara lenta (también en cámara lenta), a cara descubierta, a carcajada limpia, a carrera tendida (también a carrera abierta), a cielo abierto (también descubierto), a ciencia cierta, a cosa hecha, a duras penas, a fuego lento (también a fuego manso), a grandes rasgos (también a grandes trazos), a grito pelado, a mandíbula batiente, a mano alzada, a mano armada, a marchas forzadas (también a marcha forzada), a mayor abundamiento, a media ración, a moco tendido, a ojo (o a ojo de buen cubero), a ojos cerrados, a ojos vistas, a pie de página, a pierna suelta (también a pierna tendida y a pata suelta), a pies juntillas (también a pie juntillas y, en desuso, a pie juntillo), a piñón fijo, a plazo fijo, a plena satisfacción, a primera vista (también a simple vista), a puerta cerrada, a punta de pala, a ras de tierra, a ratos perdidos, a renglón seguido, a salto de mata, a sangre fría, a tiro de piedra, a toro pasado, a tumba abierta, a última hora, a vista de pájaro (también a vuelo de pájaro).

Presentan más variantes a campo traviesa, que alterna con a campo travieso, a campo través, campo a través y campo a traviesa. Se consideran incorrectas las variantes a campo a través y a campo atraviesa. Sobre las locuciones formadas con grupos nominales coordinados, como en a trancas y barrancas, véase el § 30.17i.

30.16ñ Si el grupo nominal contiene un determinante, la relación de locuciones se alarga. A esa pauta corresponden, entre otras que se analizan a continuación, las siguientes:

a la bartola, a la buena de Dios, a la cara (como en Se lo dijo a la cara), a la carta, a la chita callando, a la desesperada, a la deriva, a la fuerza, a la greña, a la intemperie, al aire libre, a la letra, a la par, a la perfección, a la postre, a la vez, a la vista, al azar, al cien por cien (también al cien por ciento y al ciento por ciento), al dedillo (también se registra al dedo), al detalle, al fin, al momento, al paso (también al trote, al galope, a la carrera, al tranco), al pie de la letra, al retortero, al revés, a las mil maravillas, a la ventura.

Tienen significado temporal al alba, al amanecer, al anochecer. Con el sentido de al atardecer se usa al pardear en el español mexicano y a oraciones en el canario. También poseen significado temporal al punto, al instante, al momento, al pronto, a la sazón, a estas alturas, entre otras. Al principio, al inicio y otras semejantes admiten complementos, que pueden quedar tácitos, como en Al final [de eso, de ello], nadie sabía qué decir. Al fin y al cabo se emplea con sentido concesivo o adversativo, más que propiamente temporal. Con el significado de ‘en el momento o el período final de una tarea’, se usa en las Antillas, Venezuela y algunos países centroamericanos en el albur de arranque: El Tribunal Supremo ha contribuido a la unión al barrer con toda la legislación que, en el albur de arranque, había promulgado el anterior Gobierno (Américas 31/1/1997).

30.16o Están más restringidas geográficamente otras locuciones adverbiales formadas con la preposición a en la pauta que se describió en el apartado precedente. Se va perdiendo en el Ecuador el uso de al agua o al agüita con el sentido de ‘de carrerilla’ (Me sabía la lección al agüita). Se registra al chilazo o de un chilazo (‘de inmediato’) en Honduras, Guatemala y otros países centroamericanos. Con ese mismo significado se emplea al soplado en Costa Rica, y al tiro o altiro en Chile, la Argentina, Cuba y parte de Centroamérica, además de en los países andinos: Hacía más de treinta grados de calor y el agua se secaba al tiro (Edwards, Anfitrión). Existe la variante de al tiro (‘enteramente’), que se siente ya arcaica en el español popular de México y Centroamérica. En el Río de la Plata y en el área andina se usa al toque con el sentido de de inmediato: Cámbiate al toque, flaco —le dijo el Tigre a Francisco—. Dile a Pinbolo que te abra el camarín (Bayly, Días).

30.16p Se emplea a la barata (‘despreciativa o desconsideradamente’) en ciertas zonas del Ecuador, además de al raje (‘groseramente’). A la marchanta (‘de cualquier manera, descuidadamente, al tuntún’), mencionada en el § 30.15ñ, se usa en el Río de la Plata: Entre pilas de diarios […] elegía un ejemplar a la marchanta y lo leía de punta a punta (Cohen, Insomnio). Están próximas en su significado a la brava, así como a la chambona y a la maringa, empleadas en el español canario. En Cuba y Puerto Rico se utiliza a la cañona (‘por la fuerza, violentamente’): Te metiste aquí a la cañona, con un cuchillo como presentación, y todavía quieres que te abra los brazos (Ramos Escobar, Olor). A la maleta significa ‘a traición’ en Chile, pero ‘ineficazmente’ o ‘desconsideramente’ en Bolivia. Se registra a la garnacha (‘a la fuerza’) en Nicaragua, a la pasarraya (‘rápidamente’) en El Salvador, y al chas chas (‘al contado’) en México: La vieron pagar más de doscientos mil pesos, al chas chas (Hayen, Calle). Se prefiere con este sentido al chan chan en Bolivia, al chan con chan en Colombia, al cache en Cuba y a tocateja en España.

30.16q Se utiliza a las millas (‘muy rápido’) en Puerto Rico, al caletre (‘de carrerilla’) en el Caribe continental, y al hilo (‘sin interrupción, uno tras otro’, dicho especialmente de la forma de comer o beber) en muchos países americanos:

Vende tres frases […] y obliga a repetirlas al caletre (Tiempo [Ven.] 1/3/2007); Nos comimos todos tres platos al hilo, porque estaban deliciosos (Bryce Echenique, Martín Romaña).

Se documenta al callo (‘sin rodeos’) en Chile, y al suavetón (‘suavemente, poco a poco’) en El Salvador, Nicaragua y otras partes de Centroamérica. En la Argentina se distingue al pedo (‘inútilmente’) de a los pedos (‘rápidamente’):

Pero había que estar esos días en Rosario para entender el fato, mi viejo, que hablar al pedo ahora habla cualquiera (Fontanarrosa, Diciembre); Me duché a los pedos y salí del vestuario con la camiseta de siempre (Maradona, Diego).

30.16r Se usa al pelo como locución adverbial (‘oportunamente’) en muchos países hispanohablantes, sobre todo con los verbos venir o caer, que admiten complementos predicativos adverbiales, pero también adjetivales (Me viene perfecto ~ Me viene perfectamente). En gran parte de América se emplea además como locución netamente adjetiva: El trabajo te quedó al pelo (‘perfecto, impecable’). Son características del Río de la Plata a los piques (‘apresuradamente’) y a los ponchazos (‘con grandes dificultades, a trancas y barrancas’), aunque la segunda también se emplea en Bolivia: Está terminando el bachillerato a los ponchazos:

Cuando vuelve a los piques con toda la policía, ya es tarde (Piglia, Respiración); En fin, yo soy un músico y un letrista hecho a los ponchazos, y quiero que me quieran por lo que doy con mis canciones (Clarín 5/2/1997).

Se usa al trozo (‘descuidadamente’) en Cuba: ¿De qué te quejas? Todos sus trabajos se hacen así, al trozo.

30.16s Las locuciones adverbiales introducidas por la preposición con son escasas porque muchas de las que podrían, a primera vista, corresponder a esta pauta constituyen verdaderos grupos preposicionales, como con detenimiento ~ detenidamente. Cabe situar entre ellas, no obstante, con cajas destempladas, con conocimiento de causa, con creces, con cuentagotas, con buen pie, con buenos ojos, con pies de plomo, además de otras formadas con grupos nominales coordinados, como con pelos y señales o con uñas y dientes (véase el § 30.17i para otras locuciones adverbiales construidas de esta forma).

30.16t En el § 30.16a se mencionaron varias locuciones adverbiales del tipo «de + sustantivo». La pauta «de + grupo nominal» da lugar a las siguientes, entre otras:

de boca en boca, de buena gana (también de buenas ganas, de mala gana y de malas ganas), de buena tinta, de buenas a primeras, de mala (o buena ) fe, de mala manera (también de mala forma), de mil amores, de oídas, de perilla (también de perillas),

a las que cabe añadir otras formadas por coordinación (de golpe y porrazo, de hoz y coz). Las secuencias de algún modo, de alguna manera, de alguna forma son locuciones adverbiales cuando significan ‘en cierto sentido’ o ‘desde cierto punto de vista’, como en este ejemplo: El “collage”, de algún modo, intenta combinar la aviación y la literatura (Clarín 11/10/2000). Son, en cambio, grupos preposicionales en otros contextos: De algún modo tendrás que entrar. Se emplea en las islas Canarias (España) del zapato en el sentido de ‘en el acto’.

30.16u Con la preposición en se forman en último extremo, en última (o primera) instancia, en último término, en un santiamén, en el acto, en el fondo, en cuerpo y alma, en la cuerda floja, en la picota, en olor de santidad, en pie de guerra, en una palabra y muchas otras. Con la preposición por se construyen también por el contrario, por arte de magia, por el mismo rasero, por (la) libre, por todo lo alto, por amor al arte, por boca de ganso, por generación espontánea, por hache o por be y por pitos o por flautas, entre otras. Se usa en Venezuela por todo el cañón en el sentido de ‘sin reserva’: Gómez no sabe con quién se ha metido de frente y por todo el cañón (Herrera Luque, Casa). Se emplea en las Antillas por la izquierda en el sentido de ‘ilegalmente’: Ganó mucho dinero trabajando por la izquierda. Sobre para más inri, usada en España, véase el § 29.8m.

30.16v Con el indefinido un/una, asimilado a los numerales en algunos de sus usos, como se explica en el § 15.3, se forman de una vez, que admite variantes (de una buena vez, de una vez por todas, de una maldita vez, de una puñetera vez, etc.), así como un grupo numeroso de locuciones que aluden a la manera ininterrumpida de llevar a cabo las acciones que tienen límite temporal: de un tirón, de un jalón (en México, Centroamérica, Chile y algunos países andinos), de un solo (en Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos), de un brinco (en casi toda América), de un sorbo, de un trago, de una tacada (en España), de una sentada, de un saque (en el Río de la Plata, distinto de del saque ‘desde el principio’, usada en el Perú, entre otros países), de una hebra (en la Argentina), de un pelo (en Colombia) o la ya anticuada de un aliento:

La Infantería se hallaba a la distancia precisa para poder llegar de un aliento a nuestras posiciones (Galdós, Episodios); Volví a casa dispuesto a escribirte la carta de un tirón (Millás, Mujeres); La he leído [la novela] de un jalón y creo que nunca se podrá decir todo lo que fue ese episodio (Prada Oropeza, Hora); La oveja, que me seguía a todas partes, despertó de un brinco entre la hierba (Labarca, Butamalón); Sabía que la mina de un solo le había cortado su pie derecho (Diario de Hoy 27/3/2000); Se sirve otra copa de tequila, la bebe de un trago (Ibargüengoitia, Clotilde); Constituyó de una tacada veintiséis sociedades inmobiliarias (Vanguardia [Esp.] 1/5/1995); Se bebió de un saque un cuarto litro de tinto (Cortázar, Rayuela); Sopló el porrón, y se lo limpió de una hebra (Ascasubi, Paulino).

30.16w También se forman con la preposición en, sobre esta misma pauta, un grupo de locuciones que aluden a la manera sumamente rápida de hacer algo: en un abrir y cerrar de ojos, en un dos por tres, en un santiamén (también en un decir amén y en un decir Jesús), en un suspiro, en un tilín (la última, sobre todo en el español chileno y en el caribeño). En España y el Río de la Plata se usa con este mismo sentido en un periquete. Son características del español europeo en un pispás y en un plisplás (también en un pis pas y en un plis plas), y en (un) quítame allá esas pajas, diferente de por (un) quítame allá esas pajas (‘sin motivo justificado’):

Y hombre hay entre esos que ha hecho su capital en un quítame allá esas pajas (Galdós, Episodios); En un abrir y cerrar de ojos, las pasiones variaban; el dulce amor se impregnaba de hiel y se mudaba en despecho, en odio (Mujica Lainez, Unicornio); Metían, por ejemplo, una tarjeta en una máquina, y en un santiamén sacaban billetes (Vallejo, F., Rambla); Se quitó la chaqueta y en un periquete cavó una hoya profunda en la base de un alcornoque (Delibes, Santos); Se presenta de repente en los partidos […] y te los resuelve en un pis pas (País [Esp.] 2/9/2001); Me sacaron la licencia en un tilín. Pero no me sirvió de nada (Barnet, Gallego).

Con el numeral dos se forman en dos patadas, en dos toques y en dos monazos (la última usada en Costa Rica, Nicaragua y otros países centroamericanos). Los grupos preposicionales del tipo a veinte metros de su casa, a media hora del final, etc., se estudian en los § 29.4j, k.

 

Nueva gramática de la lengua española
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