Cuestiones generales

1.2 Clases de gramática. Características generales de esta obra

1.2a Además de las disciplinas a las que se hizo referencia en la sección anterior, la gramática admite otras divisiones que responden a los diferentes enfoques y objetivos con que pueden ser estudiados los fenómenos lingüísticos. En primer lugar, cabe analizar los sistemas lingüísticos tal como se presentan en un momento determinado de su historia, o bien el modo en que evolucionan a lo largo de cierto período o de la historia de la lengua en su conjunto. Se llama gramática histórica o diacrónica la que traza el origen y la evolución de las estructuras gramaticales de un idioma. La gramática histórica estudia, por tanto, la forma en que se modifican las características gramaticales de una lengua, así como las causas que provocan tales alteraciones. La gramática sincrónica analiza un estadio en la vida de un idioma, a menudo el actual, pero también el correspondiente a algún período anterior que se desee aislar por razones metodológicas.

1.2b Desde el punto de vista de los objetivos que persigue el análisis gramatical, y de los fundamentos en los que se apoya, la gramática admite otras divisiones. Se llama gramática descriptiva la que presenta las propiedades de las unidades gramaticales en cada uno de los niveles de análisis mencionados arriba (fonética y fonología, morfología, sintaxis). Se llama gramática normativa la que establece los usos que se consideran correctos en la lengua culta de una comunidad, a menudo con el respaldo de alguna institución a la que se reconoce autoridad para fijarlos. Si se considera el marco conceptual o doctrinal en el que se acomete el estudio, cabe hacer otras divisiones. Suele utilizarse el término gramática tradicional para designar la que se basa en el conjunto de distinciones que se remontan a la tradición latina y griega y que —ampliadas o modificadas en la Edad Media, el Renacimiento o la Ilustración— han llegado en alguna de sus formas hasta la actualidad. Se denomina gramática teórica la que se fundamenta en una determinada teoría gramatical, generalmente contemporánea. Su objetivo es doble: por una parte, intenta mejorar el conocimiento del idioma con recursos analíticos que se pretenden más apropiados que los propuestos por otras teorías; por otro lado, aspira a desarrollar la teoría misma a través del estudio detallado de una o varias lenguas, o bien de la comparación entre ellas.

1.2c Son muchas las orientaciones teóricas que se reconocen en la gramática moderna. Las gramáticas de base funcional conceden especial relevancia a la relación que existe entre la estructura sintáctica de los mensajes y la intención comunicativa de los hablantes. Aun así, algunos autores usan el término funcional para aludir a la naturaleza básica de las funciones sintácticas (§ 1.12), y a veces también las semánticas, que se postulan como unidades fundamentales del análisis, así como a los paradigmas a los que estas unidades dan lugar. En las gramáticas de orientación formal cobra mayor importancia la constitución interna de las estructuras sintácticas, así como la posición de los elementos que las componen. Se llaman gramáticas formales las que presentan sus análisis mediante un lenguaje lógico o matemático, unas veces vinculado a la tradición filosófica de los siglos xix y xx, y otras ideado en función de posibles desarrollos aplicados. En el sentido más estricto, la orientación formal de una disciplina es relativamente independiente de sus contenidos. Existen hoy, en efecto, diversos tipos de semántica y pragmática formales. Las gramáticas funcionales no suelen ser formales, pero no hay —en principio— contradicción inherente entre sus unidades de análisis y el lenguaje característico de los análisis formalizados. Se consideran antecedentes de las gramáticas teóricas actuales las antiguas gramáticas filosóficas, que analizaban la estructura del idioma a partir de algún sistema conceptual de alcance mayor y no exclusivo del estudio del lenguaje, normalmente referido a la lógica o a la epistemología.

1.2d Algunas de las gramáticas formales a las que se aludió en el apartado precedente son gramáticas aplicadas, generalmente al estudio del procesamiento del lenguaje natural realizado con diversos medios computacionales. Otras veces, los análisis formales desarrollan diversos sistemas de cálculo lógico o matemático cuyo interés es más teórico que aplicado. Son asimismo gramáticas aplicadas las que se destinan al estudio del idioma como primera o segunda lengua. Parecida finalidad tienen muchas de las llamadas gramáticas contrastivas. Estas últimas comparan las estructuras de varios idiomas —con frecuencia de dos— con propósitos muchas veces didácticos, aunque algunas lo hacen con fines descriptivos o de otro tipo. Aunque el término gramática comparada sugiere un contenido similar al anterior, es habitual entre los lingüistas reservarlo para el análisis histórico y tipológico de las lenguas, así como para designar la disciplina que estudia la reconstrucción parcial de algunos estadios lingüísticos que permiten explicar la actual agrupación de las familias lingüísticas conocidas. Existen asimismo en la lingüística contemporánea diversas formas de concebir las gramáticas del texto o del discurso. Estas gramáticas se centran en el estudio de las relaciones interoracionales, en especial de las que garantizan la coherencia y la cohesión de los mensajes y de sus segmentos constitutivos, así como las inferencias a las que dan lugar en función de las piezas léxicas y las estructuras sintácticas que se elijan.

1.2e Se suele aceptar en la actualidad que varias de las distinciones establecidas en los apartados anteriores presentan límites difusos. Así, el análisis histórico debe abordar la estructura gramatical de las palabras o de las construcciones cuya evolución se desea trazar, pero dicha tarea exige unidades propias de la gramática sincrónica. A su vez, esta última necesita a menudo hacer referencia al origen de las construcciones que analiza, puesto que no es infrecuente hallar en su historia algunos indicios de los rasgos fundamentales que permiten describirlas. La gramática descriptiva presenta las características de cada construcción, pero lo hace con unidades que proceden necesariamente de alguna tradición o de alguna teoría, de las que no puede separarse de manera radical. Del mismo modo, la gramática teórica no puede omitir la descripción, es decir, la presentación pormenorizada de las propiedades objetivas de las estructuras propuestas, incluso si no es este su fin inmediato. Las gramáticas formales presentan asimismo el resultado de algún análisis teórico. En último término, las gramáticas normativas son también, en gran medida, gramáticas descriptivas, ya que los aspectos gramaticales sujetos a regulación normativa constituyen solo una parte del conjunto de estructuras que caracterizan una lengua. Los fenómenos gramaticales pueden estudiarse, además, desde otros muchos puntos de vista, entre los que están el sociolingüístico, el dialectal, el tipológico o el psicolingüístico, varios de los cuales admiten a su vez subdivisiones en función de diversas escuelas, métodos o unidades de análisis.

1.2f El uso de diversas fuentes de datos permite clasificar las gramáticas con otros criterios. Los datos obtenidos pueden proceder de los usos atestiguados (escritos u orales, literarios, periodísticos, etc.) o bien de la introspección del gramático o de los hablantes consultados por él. Muchas gramáticas clásicas y contemporáneas combinan estas dos fuentes de datos. Numerosos estudios dialectales —sean gramaticales o léxicos— están basados en encuestas realizadas a partir de cuestionarios, por tanto en la introspección de los hablantes consultados. Otros estudios se han llevado a cabo con datos obtenidos espontáneamente y registrados por el investigador, sea con medios técnicos o sin ellos. Algunos, por último, se basan de manera casi única en fuentes escritas, literarias o no. En los estudios psicolingüísticos contemporáneos es habitual obtener los datos de estadísticas elaboradas a partir de experimentos dirigidos. Se llama corpus lingüístico el conjunto de datos registrados, procedentes de la lengua escrita o de la oral, en el que se apoya una investigación. En la actualidad se usa más frecuentemente este término para designar el conjunto de datos producidos de manera no orientada, lo que suele excluir aquellos construidos a partir de la introspección del gramático y convalidados por él o por sus informantes.

1.2g La legitimidad de cada una de las fuentes de datos mencionadas es motivo frecuente de debate entre los lingüistas contemporáneos que pertenecen a escuelas diferentes, enraizadas en tradiciones igualmente diversas. Varios de los gramáticos más reconocidos en la tradición gramatical hispánica combinaron los datos obtenidos de fuentes literarias con los procedentes de su propia introspección. Este principio metodológico será seguido también en esta obra. Los recursos técnicos facilitan en la actualidad la obtención de datos gramaticales, sea cual sea el destino que se les quiera dar en la investigación teórica o en la aplicada.

1.2h La valoración de los datos gramaticales se distingue de su simple obtención. Desde el primer punto de vista, los datos gramaticales están sujetos a juicios que permiten interpretarlos. En las investigaciones basadas en corpus, suele constituir un criterio habitual la frecuencia de aparición de las formas lingüísticas que se analizan, sean voces o construcciones. Está igualmente basada en la valoración de los datos la distinción, hoy general en la lingüística moderna, entre la gramaticalidad de una construcción y su corrección idiomática. La primera noción designa la medida en que la construcción se ajusta o no al sistema gramatical de la lengua en un momento determinado, según el parecer de los hablantes nativos de dicha lengua. Las secuencias irregulares que se consideran externas a las pautas del sistema gramatical porque infringen algún principio de su estructura se suelen llamar construcciones agramaticales. Se marcarán aquí con un asterisco (*), como suele hacerse hoy en los estudios gramaticales. Las construcciones agramaticales no están atestiguadas (en las interpretaciones pertinentes), y son rechazadas, además, por los hablantes nativos a los que se les proponen, ya que contradicen, como se ha explicado, algún principio, alguna regla o alguna otra pauta sistemática de la gramática española. No se usa, por tanto, el asterisco en esta obra como marca de incorrección gramatical. Las construcciones que se ajustan al sistema gramatical del español (en algunas de sus variantes) se denominan habitualmente construcciones gramaticales y no llevan marca tipográfica alguna. La identificación de las secuencias como gramaticales o agramaticales constituye un recurso heurístico habitual en casi todas las orientaciones de la lingüística sincrónica moderna, ya que permite restringir —y por tanto delimitar de manera adecuada— las propiedades de las palabras y de las pautas sintácticas en las que aparecen.

1.2i Frente a la gramaticalidad, la corrección idiomática representa un factor de valoración social. Permite distinguir las secuencias atestiguadas que se usan en la expresión cuidada de las que no se consideran recomendables, ya que carecen de prestigio. Las secuencias consideradas incorrectas no se marcan en esta gramática con ningún signo, sino que se enjuician en función de su adecuación normativa, a veces cambiante si se analiza desde el punto de vista diacrónico. Aunque de manera necesariamente simplificada, en esta obra se procura atender a las diversas formas de variación, que se considerarán de modo somero en el § 1.2k. La presente gramática del español está concebida, por tanto, como obra a la vez descriptiva y normativa. Trata de describir las variantes gramaticales que se tienen por cultas en el mundo hispanohablante, caracteriza otras como populares y refleja asimismo, cuando se posee información suficiente, aquellas que están limitadas al registro coloquial. En la gramática se describen también las variantes morfológicas y sintácticas que pueden considerarse correctas en una determinada comunidad, aun cuando no coincidan por completo con las opciones favorecidas en otras zonas. A pesar de que no existe un español estándar único, en el sentido de una sola lengua culta y uniformada que todos los hispanohablantes compartan, el grado de cohesión y homogeneidad del español actual es muy elevado. A lo largo de los capítulos de la gramática podrá comprobarse que el porcentaje de estructuras gramaticales comunes a todos los hispanohablantes es, en efecto, muy alto. Además de en la fonética, la mayor variación se localiza en las opciones a las que da lugar la formación de palabras, es decir, la parte de la gramática más próxima al estudio del léxico.

1.2j La descripción gramatical que se presenta en esta gramática combina, como se ha explicado, los datos atestiguados y los obtenidos de la introspección del lingüista. Los primeros proceden en su mayoría de obras literarias, pero se ha recurrido asimismo a textos ensayísticos, periodísticos y —en menor medida— a algunos de procedencia oral. Los segundos están también contrastados y pueden pertenecer al español general o bien a alguna variedad geográfica o social particular, que se especificará en cada caso concreto. La mayor parte de los textos citados pertenecen al siglo xx, aunque también son numerosos los ejemplos de otras épocas. Se aducen estos últimos para ilustrar fenómenos que se atestiguan en varias etapas de la historia del español, así como para ejemplificar algunas construcciones sintácticas en las que se ha considerado conveniente agregar al análisis sincrónico ciertas informaciones relativas a su historia. Tal como se explica en el prólogo, los ejemplos antiguos no preceden necesariamente a los modernos en los grupos de textos citados cuando las construcciones que se ilustran exigen otra ordenación.

1.2k Siguiendo las líneas metodológicas esbozadas en los apartados precedentes, se distinguen en esta obra las secuencias gramaticales o agramaticales de las construcciones correctas o incorrectas. La presente gramática procura ser, además, sensible a la variación geográfica, si bien no puede precisar la distribución de cada fenómeno como lo haría un tratado de dialectología. Mientras que en las obras dialectológicas se procura que la caracterización geográfica de cada fenómeno mencionado sea lo más exacta posible, en las gramaticales se pone mayor énfasis en la descripción de las pautas morfológicas y sintácticas a las que esas opciones corresponden, así como en los diversos factores que permiten relacionar de modo objetivo la forma con el sentido. Tal como se ha explicado, la descripción gramatical que aquí se lleva a cabo atiende asimismo a los diversos niveles de lengua (también llamados sociolectos) que se reconocen entre los hablantes, en el sentido de las variantes que corresponden a ciertas capas sociales o a determinados grupos profesionales. Aunque de manera más limitada, pretende atender además a los registros o estilos lingüísticos que un mismo hablante puede manejar, es decir, a las variedades formal, coloquial, espontánea u otras que están determinadas por situaciones comunicativas específicas.

1.2l Desde el punto de vista doctrinal o teórico, la presente gramática pretende combinar las mejores aportaciones de la tradición gramatical hispánica con algunos de los logros que generalmente se reconocen a la gramática contemporánea de los últimos cincuenta años, sea de orientación funcional o formal, tanto si se ocupa del análisis de la oración como si está centrada en el estudio del discurso. La terminología utilizada en esta obra toma la tradicional como punto de partida. El texto incorpora, sin embargo, varios conceptos analíticos que no son habituales en la tradición de las gramáticas hispánicas, pero están extendidos en la investigación lingüística actual y han sido aplicados con éxito en los estudios gramaticales contemporáneos del español y de otras lenguas. La denominación elegida para esas nociones no tradicionales es siempre la más sencilla, en el caso de que se ofrezcan varias alternativas. Cuando algún concepto de uso común en la tradición se considere hoy problemático entre los gramáticos, se explicarán las razones por las que se sustituye por otro u otros.

1.2m Esta gramática presupone en el lector cierta familiaridad con las unidades clásicas del análisis gramatical: clases tradicionales de palabras (sustantivo, verbo), de funciones sintácticas (sujeto, complemento directo), de informaciones morfológicas (género, número, persona, caso) o fonológicas (vocal, diptongo) y de otras unidades similares a estas. No presupone, en cambio, el conocimiento de las unidades menos habituales en la tradición. La presentación y la aplicación que se hace de estas últimas han de estar simplificadas por motivos obvios, en comparación con los análisis que se encuentran en la bibliografía especializada. La descripción gramatical no estará aquí apoyada por formalización alguna, fuera de ciertas marcas simples que se usarán para separar segmentos, sean morfológicos o sintácticos. Siguiendo la tradición de las gramáticas académicas, se evitan las referencias bibliográficas, pero se hará notar de manera expresa donde corresponda que determinados conceptos son hoy de uso común entre los especialistas.

1.2n La gramática es hoy en día una disciplina que goza de gran vitalidad entre las ciencias humanas. Existen, de hecho, muy numerosas corrientes, escuelas y tendencias en la investigación gramatical contemporánea. Asimismo se cuenta con una amplísima bibliografía especializada que analiza cada unidad fonológica, morfológica y sintáctica en cada uno de los marcos o de las orientaciones —teóricas y aplicadas— que se mencionaron en los apartados anteriores. Se reconocen también en los estudios gramaticales abundantes polémicas relativas a la caracterización de esas unidades, a los objetivos y a las distinciones metodológicas fundamentales en esta disciplina. La existencia de tales polémicas, analizadas en la bibliografía especializada y debatidas de manera profusa en numerosos foros científicos, hace imposible que la presente gramática académica opte en cada caso conflictivo por alguna de las soluciones existentes —en abierta competencia con otros análisis—, en particular cuando el estado de las cuestiones examinadas ponga de manifiesto su naturaleza controvertida. En esta obra no se evitan, sin embargo, las cuestiones más discutidas. Se intenta llevar a cabo la descripción de cada unidad gramatical con el grado de detalle apropiado, atendiendo a todos los factores que se consideran pertinentes. En los casos más problemáticos, o sujetos en la actualidad a mayor debate, se expondrán resumidamente los argumentos más valorados por los proponentes de cada opción, unas veces sugiriendo alguna de ellas como más plausible, y otras sin establecer preferencia alguna.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
agramaticalidad, corrección, gramática, gramaticalidad, norma

 

Nueva gramática de la lengua española
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