Morfología

5. La derivación nominal (I). Nombres de acción y efecto

5.10 El sufijo -azo

5.10a El sufijo -azo procede del latín -acĕus, del que también se deriva el sufijo -áceo7.12j). Forma en español un gran número de sustantivos que denotan golpes y acciones bruscas, repentinas o contundentes, como cabezazo, cañonazo o martillazo. Son escasos los derivados de base verbal, como pinchazo, frenazo, cambiazo o encontronazo (de encontrón, pero asociado con encontrar). Una característica notable de este sufijo es su gran productividad, especialmente en la designación de golpes, lo que tiene como consecuencia directa el que los diccionarios no puedan recoger todas las voces admisibles así formadas. La productividad de este sufijo se acerca, en alguna medida, a la de -azo/-aza, que forma derivados apreciativos (§ 9.7h y ss.). No es habitual que los sustantivos en -azo posean las dos interpretaciones (es decir, la de derivado aumentativo y la de nombre de golpe), ya que el mayor uso de una de las dos tiende a bloquear la otra. Es infrecuente, aunque no imposible, usar zapatazo como ‘zapato grande’, puesto que predomina el sentido de ‘golpe dado con un zapato’. A la inversa, se usa cochazo en la interpretación de ‘coche grande y elegante’, no en la de ‘golpe dado con un coche’ (pero cf. carrazo ‘golpe dado con un carro’ en el Perú). Sería posible usar en cualquiera de los dos sentidos voces como librazo o sombrerazo. Se volverá sobre la relación entre aumentativos y nombres de golpe en el § 5.10h.

5.10b La existencia de cierto número de sustantivos derivados terminados en -etazo hace pensar que se agrega el interfijo -et- en estas voces (§ 1.5p y 9.1h), pero cabe suponer también que la variante -etazo se ha constituido en español como alomorfo del sufijo. Cualquiera de las dos segmentaciones representa el resultado de un reanálisis, ya que el segmento -et- formaba parte de la base léxica en la etimología de casi todos estos derivados. Así, pistoletazo se asocia hoy con pistola, pero procede de pistolete (‘cierta arma de fuego’); silletazo es un golpe dado con una silla (al igual que sillazo), como en Solimán desencajó una ventana de un silletazo y saltó a la calle (Carpentier, Reino), pero procede de silleta o de sillete. Puñetazo se asocia en muchos países con puño, pero etimológicamente es aumentativo de puñete, a su vez nombre de golpe: El cachaco me dio un puñete en la boca (Vargas Llosa, Ciudad). En el análisis sincrónico (no en el diacrónico), se precisa el interfijo -et-, o bien el alomorfo -etazo. Estos recursos son asimismo necesarios en lengüetazo (no *lenguazo, pero también langüetazo en Chile), picotazo y tijeretazo, que alterna con tijerazo en las áreas andina y rioplatense, en las Antillas y en algunos países centroamericanos. El doble análisis morfofonológico se extiende al aumentativo de golpe (golpetazo, que alterna con golpazo). Se plantea un problema de segmentación similar en el sustantivo manotazo, igualmente existente en manotada5.9a), y en coletazo, asociado con cola, no con coleta: Al parecer se trata de otro coletazo de la crisis económica (Universal [Ven.] 2/1/1989).

5.10c Los sustantivos de los que se derivan nombres de golpe terminados en -azo designan en su mayor parte armas, instrumentos, utensilios y, en general, objetos físicos: banderillazo, barquinazo, bastonazo, batazo (de bate), botellazo, cabezazo, cachiporrazo, cantazo, cuentazo, culatazo, escobazo, fierrazo, filazo, garrotazo, ladrillazo, macanazo, machetazo, martillazo, palazo, palmetazo, pepazo, piquetazo, puyazo (distinto de pullazo, como explica el DRAE), quiñazo, rolazo, sartenazo, talegazo, tetuntazo (de tetunte ‘piedra, ladrillo’ en Centroamérica), toletazo (de tolete ‘garrote grueso’), trancazo (de tranca), varetazo (de vareta) y muchos más:

Le pega un escobazo y corre por la pieza (Pavlovsky, Cámara); El primer zapotazo se estrelló contra la ya maltratada guerrera de don Homero Fagoaga (Fuentes, Cristóbal); Melillán le dio macanazo al perro Auguspín (Labarca, Butamalón); Un día la voy a botar a fierrazos de mi casa (Bayly, Días); Salió prendido por la pierna izquierda, sufriendo una espectacular voltereta, afortunadamente sin más consecuencias que un fuerte varetazo (Tiempo [Col.] 2/1/1990); No le chantó el pepazo en la frente (Vallejo, F., Virgen); Duermo en el centro de la sala, para evitar un tetuntazo (Diario de Hoy 4/3/2007); Metía los refrescos en la hielera y con el picahielo asestaba certeros piquetazos (Hayen, Calle); Y no quedó satisfecha, la vieja gorda y fea, se metió otro cascarazo (Siglo 1/6/2001).

5.10d Designan golpes dados con alguna parte del cuerpo cabezazo, codazo, puñetazo, rodillazo, testarazo, zarpazo y manazo, el último común en México y también en algunos países de las áreas centroamericana y andina: Yo no soy un nostálgico —como tantos políticos e incluso periodistas— de los tiempos en que el presidente de la República podía pegar un manazo en la mesa (Reforma 8/1/2003). Cabe agregar a este grupo derechazo y zurdazo, que designan lanzamientos con una de las dos piernas o golpes con una de las dos manos. El primero nombra también un pase en el lenguaje taurino, al igual que muletazo. Son muchos los derivados en -azo que se refieren a golpes dados con látigos y correas: chicotazo (de chicote), chuchazo (de chucho), cinchazo, correazo, cuartazo (de cuarta), cuerazo, fuetazo, fustazo, güipazo (de güipe), latigazo, reatazo, rebencazo (de rebenque). Algunos de ellos se refieren también a otros tipos de golpes:

Dio en la mesa un correazo que resonó en la casa como un disparo de rifle (García Márquez, Amor); Se precipitó sobre él y le marcó la cara de un fustazo (Vargas Llosa, Paraíso); Es el caso de esos caballos viejos que sufren un rebencazo con la misma estoica indiferencia con que se dejan palmear el anca o el cogote (Cambaceres, Música); Habían tenido que meter espuelas y dar cuartazos a diestra y siniestra para conservar reunida a la manada (Chao, Altos); Le asesta un chicotazo al hombro y el muchacho cae (Montaño, Andanzas); A mí el reatazo del cogote todavía me hace así (Mojarro, Yo).

Del sustantivo chuzo (‘punzón o barra de hierro’) se deriva chuzazo: En una de estas batidas atravesó de un chuzazo a Héroe (Roa Bastos, Supremo). En el Perú designa también una cicatriz.

5.10e Se ha perdido en la conciencia lingüística de muchos hablantes la relación de algunos de estos derivados y su base léxica, como entre zurriago y tralla (dos tipos de látigos) y zurriagazo y trallazo, respectivamente, lo que permite que estos últimos sustantivos designen también golpes, disparos —sobre todo de pelota— y otro tipo de acciones bruscas o repentinas. De hecho, en gran parte de los golpes a los que aluden los sustantivos terminados en -azo no intervienen directamente las entidades designadas por los sustantivos de los que se derivan: la porra en porrazo, la plancha en planchazo o el mamey en mameyazo, usado en México, Panamá y otros países centroamericanos. Designan específicamente disparos (sea de munición o de balón en algún deporte) los sustantivos arcabuzazo, cañonazo, chupinazo (posible deformación de chapinazo, derivado de chapín ‘cierta sandalia’), escopetazo, frutazo, fusilazo, pistoletazo (sobre todo en la expresión pistoletazo de salida), punterazo, riflazo y zambombazo, entre otros. Se refieren específicamente a la munición (o, por extensión, a la pelota) balazo, balonazo, pelotazo, pepitazo, perdigonazo, plomazo. Se ejemplifican a continuación algunos de estos sustantivos:

Luego sonaba el cañonazo de las nueve y cada uno en su colombina (Barnet, Gallego); Desde fuera del área lanzó un riflazo que alcanzó a desviar el arquero Adrián Martínez (Excélsior 25/9/2000); Uno de tus compañeros yacía muerto con un plomazo en el corazón (Otero, L., Temporada); Wílmar sacó el revólver y le propinó un frutazo en el corazón (Vallejo, F., Virgen); Bateó su octavo toletazo de bases congestionadas en la tercera entrada (Nuevo Herald 12/5/1997); El trancazo de Próspero dio las primeras dos carreras de los masayas (Prensa [Nic.] 30/1/1997).

El sustantivo avionazo designa un accidente aéreo en México, así como en Guatemala y en otros países centroamericanos: Murió en un avionazo en Colombia (Proceso [Méx.] 21/7/1996). También se usa en estas áreas trenazo en el sentido de ‘accidente de tren’: Falta por cubrir la indemnización de nueve personas más que murieron en el trenazo (Universal [Méx.] 23/1/2007).

5.10f Expresan golpes dados en un lugar, en vez de con algún instrumento, cogotazo, frentazo y suelazo:

Me quitaron mi caballo de entre las piernas y, aparte del suelazo, tuve que regresar a Guanajuato en busca de un caballo (Pombo, Ventana); Lo empujaron de una patada en la espalda, haciéndolo darse un frentazo en el suelo (Jodorowsky, Pájaro).

También pertenece a este grupo espaldarazo, que, aunque se deriva de espaldar, se asocia con espalda en la conciencia lingüística de los hablantes. Este sustantivo es uno de los muchos que admiten usos figurados. El golpe al que hace referencia pasa a designar una manifestación de apoyo: Representan “un espaldarazo a la convertibilidad y a la producción” (Nueva Provincia 15/3/1997). Se mencionó en los apartados precedentes que cañonazo, fusilazo, trallazo, zurriagazo y otros sustantivos similares se emplean de forma habitual en acciones en las que no intervienen cañones, fusiles, trallas ni zurriagos. También es frecuente que se use trompazo sin relación con trompa, para aludir figuradamente a un golpe violento: Puedo partirle la cabeza a cualquiera de un trompazo (Mendoza, Ciudad).

5.10g En los casos que se mencionan no se pierde siempre del todo la conexión entre el sentido original y el traslaticio, pero el derivado puede ser usado en contextos que no admitiría el nombre del que procede: Y hasta alguien tan desgreñado y proclive al zarpazo verbal como Baroja declara […] (ABC 1/4/1994). Las extensiones figuradas hacen referencia muy a menudo a caídas, fracasos, derrotas, contratiempos, percances y otras situaciones de adversidad repentina o sobrevenida que pueden interpretarse como golpes anímicos: porrazo, trompazo, trastazo, leñazo, tortazo, petotazo (en Colombia y Venezuela, al igual que piñazo, guamazo o toletazo), guabanazo (en Panamá), mazazo, morongazo (en Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos), guatazo (en Chile), jetazo, palazo, tequilazo (en México), tequichazo (en Venezuela), zapotazo (en México y algunos países centroamericanos):

El incremento significará de inmediato un porrazo para la población en general (Hora 4/9/2000); Aquello fue un mazazo para la familia (Gironella, Hombres); Una victoria y un palazo para Cañas […] (Clarín 25/7/2007); Exhortó al gobierno chileno a evitar un “tequilazo” como el que sufrió la economía de México (Excélsior 8/12/1996); Confundirían a los enemigos de la revolución, que recibirían su tequichazo (Universal [Ven.] 1/10/2005).

El sustantivo batacazo pertenece al último grupo: Las elecciones sindicales no han supuesto el batacazo que algunos pronosticaban (Vanguardia [Esp.] 28/4/1995), pero en muchos países americanos se usa también con el sentido contrario (‘éxito sorpresivo’), sobre todo en las expresiones dar el batacazo o conseguir un batacazo:

El batacazo que consiguió Ecuador frente a Brasil por la tarde condicionó a Uruguay (Clarín 29/3/2001); De repente Bolivia da el batacazo y le saca un puntito a Chile (Caretas 3/11/1997).

Se emplea también para referirse a éxitos, y no a fracasos, el derivado taquillazo, que se refiere a un espectáculo —generalmente cinematográfico o teatral— que resulta muy rentable económicamente.

5.10h Designa un logro casual el sustantivo chiripazo (usado en México, Centroamérica, Chile y algunos países andinos), pero puede interpretarse como aumentativo de chiripa. De hecho, varios sustantivos que designan eventos sorpresivos son etimológicamente aumentativos (§ 9.7). Así, planchazo (usado en varios países con el sentido de ‘revés’) procede del aumentativo de plancha (‘desacierto’): Y el mayor planchazo profesional para él sería que, unánimemente, los demás la considerasen sana (Luca Tena, Renglones). Asimismo, porotazo (aumentativo de poroto ‘judía’, y también cierto tanto en los juegos de naipes) se usa en el sentido de ‘punto, éxito’: “El porotazo del Año”, premio que da Josefa al Ministro que lo hace bien (Siglo 1/9/2005). En el español juvenil europeo se usa puntazo, que puede analizarse como el aumentativo de punto, pero también significa ‘éxito, logro parcial notable’. La diferencia entre aumentativos (éxito > exitazo) y nombres de golpe (culata > culatazo) es clara en muchas voces, pero se torna escurridiza en algunos casos. En principio, el cambio de género (femenino > masculino) es esperable en los nombres de golpe (culata > culatazo), no tanto en los aumentativos en -azo/-aza (casa > casaza). El hecho de que se perciba este cambio en multa > multazo puede interpretarse como indicio de que multazo se agrupa con los nombres de golpe, ya que también se registra multaza como aumentativo. Cambia asimismo el género en pelota > pelotazo (‘operación económica que produce una ganancia fácil y rápida’). Se han documentado más apariciones de pestazo (de peste) y jaquecazo (de jaqueca) que de pestaza y jaquecaza. Sobre el cambio de género en algunos aumentativos (como en espada > espadón), véanse los § 9.7b y ss., donde se hacen otras consideraciones sobre la relación entre aumentativos y nombres de golpe.

5.10i Los sentidos traslaticios de los nombres de golpe no suelen anular a los primitivos. Así, el citado tijeretazo (que alterna con tijerazo en algunos países americanos, como se ha señalado) designa un corte hecho con tijera, como en De un tijeretazo, cortó los cordones (Elizondo, R., Setenta), pero también un recorte económico: El tijeretazo presupuestal le cercenará alrededor de mil millones de soles (Caretas 16/4/1996). Del mismo modo, sablazo significa ‘golpe dado con un sable’: A Zutano lo han herido de bala o de un sablazo (Arenas Luque, Buenos Aires), pero además expresa la acción de sacar dinero a alguien: Lo único que consiguió antes de partir hacia su cerveza fue darle un sablazo de cien soles (Ribeyro, Geniecillos). Análogamente, el sustantivo timonazo adquiere —como su paráfrasis golpe de timón— el sentido de ‘giro drástico’: La única esperanza que queda es que la gente […] utilice las urnas para darle un timonazo al manejo de la universidad (País [Col.] 5/11/1997).

5.10j De reversa (‘marcha atrás en un automóvil’ en muchos países americanos) se deriva reversazo, documentado sobre todo en el área caribeña: Pero el lío se origina por el ‘reversazo’ de los dirigentes (Tiempo [Col.] 4/9/1997). Como se comprueba, la mayor parte de los usos a los que se hizo referencia en los apartados anteriores son metafóricos, por tanto extensiones naturales del sentido original de las voces mencionadas. Algunos de estos nombres de golpe se construyen con el verbo de apoyo (§ 1.10k) dar en los sentidos traslaticios, como dar un timonazo, dar un sablazo (a alguien), dar (un) carpetazo (a un asunto), dar el braguetazo, etc. En el último caso, el único significado del derivado es el traslaticio, que también se registra sin el verbo dar: ¿Estarías dispuesto a admitir que se trató de un braguetazo? (Marsé, Muchacha). Recuérdense los § 5.8o y ss.

5.10k El carácter puntual o instantáneo de los significados denotados se pone de manifiesto en muchas de estas extensiones. Para referirse a la sacudida de una corriente eléctrica se usa corrientazo en algunos países americanos del área centroamericana y caribeña, como en Lo asaltó una idea en su cabeza, una idea que lo agitó como un corrientazo de luz (Santos Febres, Pez), además de trancazo (de luz), traquidazo (aumentativo de traquido) o golpe de corriente. Con este sentido se emplea latigazo en España. El sustantivo fogonazo se deriva de fogón (en la interpretación de ‘cierta abertura de las armas de fuego’, no en otras). Además de su sentido primitivo, en el que designa una llamarada, hace referencia a una impresión intensa y fugaz o a una revelación súbita, lo que acerca su significado al de chispazo, flechazo y otros derivados que resaltan lo repentino de una sensación, una percepción o un sentimiento: A lo largo de su vida, Lavinia recordaba fogonazos de esta otra realidad insinuándose solapada, avergonzada (Belli, Mujer). El sustantivo vistazo designa un golpe de vista: echar o dar un vistazo.

5.10l Aunque el sentido de trago constituye un caso particular de los nombres de medida (a los que se hizo referencia en el § 5.9j), los derivados en -azo que designan tragos de bebida alcohólica mantienen la connotación relativa a la contundencia o la fuerte impresión característica de los nombres de golpe. Casi todos los derivados en -azo que corresponden a este grupo poseen algún otro sentido: fotutazo en Cuba (además de cañangazo); canelazo en Colombia y algunos países del área andina; tutumazo en Bolivia; latigazo y lingotazo en España; cachimbazo en gran parte de Centroamérica; farolazo y tequilazo en México y parte de Centroamérica. Para nombrar tragos de bebida alcohólica se registran además, en varios países americanos (aunque con desigual extensión y frecuencia, y con connotaciones variables relativas al ámbito lingüístico que les corresponde), los sustantivos siguientes: calazo, chimiscolazo, fogonazo, guaspirolazo, huaracazo (o guaracazo, en el área andina y la chilena, del quechua warak’a ‘honda’), mecatazo, mechazo, mielazo, riendazo, tapazo, trancazo. En varios países del área caribeña se han documentado además, con este mismo sentido, cañazo, chinchorrazo, guamazo, guarapazo, juanetazo, lamparazo, macanazo, matracazo, pepazo, tarrayazo. Se ejemplifican a continuación algunos de estos usos:

Para inaugurar el encuentro, me tomaré un tutumazo de chicha buena (Tiempos 14/12/1996); Agarra la botella de whisky y se dispone a servirse un lingotazo (ABC 9/12/1994); Y, si se quiere subir aún más el ánimo, qué más rico que un canelazo (Tiempo [Col.] 24/9/1996); Vásquez propuso otro farolazo y ya fue pidiéndolo: —¡Dos pisitos, don Lucho! (Asturias, Presidente); Aprovechó para empinar de nuevo la botella de tafiá y echarse al cuerpo otro lamparazo puro (Montero, M., Trenza).

5.10m Designan sonidos, casi siempre intensos o estridentes, bocinazo, campanazo (en Venezuela), cornetazo (‘bocinazo’ en varios países caribeños), fotutazo (en Cuba), pitazo, silbatazo, timbrazo o trompetazo:

Oímos silbidos, gritos, carcajadas, fotutazos (campanillazos) y golpeteo de latas (Meza Suárez, Tío); Cuando se esperaba de un momento a otro el silbatazo del árbitro, vino una falta (Jornada 14/1/1996); La ambulancia daba saltos y cornetazos, espantando iguanas y zigzagueando entre los huecos de la carretera (Sarduy, Pájaros); Firpo logró un empate, faltando dos minutos del pitazo final (Diario de Hoy 5/5/2003).

Se asimilan a este grupo otros muchos sustantivos que denotan golpes sonoros: Cuando el último martillazo sonó, los compradores, armados con más efectivo que prudencia, compraron objetos (Universal [Ven.] 30/6/1996).

5.10n Expresan informaciones en alguno de sus sentidos los sustantivos bombazo (como ‘noticia espectacular e inesperada’), campanazo (en el área caribeña), cañonazo, pantallazo (en España) y también tubazo. El último designa, en algunos países caribeños, además de un golpe dado con un tubo, una primicia informativa, mientras que en el área rioplatense se refiere a una llamada de teléfono: Entonces, el periodista debe agudizar la mirada y, más allá del inmediatismo del tubazo de la noticia, abrir los ojos (Nacional 27/6/1996). Se usa pitazo en muchos países americanos (pero sobre todo en las áreas mexicana, centroamericana, caribeña y chilena) con el sentido de ‘aviso, soplo’: Pero cuando ya creí haberle echado el guante, un amigucho y cómplice de latrocinios le mandó a este mocoso con el pitazo, a tiempo para que huyera (Hayen, Calle). En el área andina, entre otras, pitazo designa un ruido continuo, como pitido.

5.10ñ Se mantienen las connotaciones asociadas con el sentido original de la noción de ‘golpe’ (militar, publicitario, periodístico, etc.) en los derivados en -azo que designan pronunciamientos. Se trata de acciones o decisiones políticas o administrativas que poseen carácter público, generalmente actuaciones sonadas o sorpresivas de cierta trascendencia, unas veces autoritarias y otras reivindicativas. Algunos de estos sustantivos se derivan de nombres propios (topónimos o antropónimos), como se ve en estos ejemplos:

Alfonsín previó entonces que el “malvinazo” podía derivar en una tragedia para el país (Hoy [Chile] 28/12/1983); Los diarios dominicanos abordan temas como los peligros del narcotráfico, el día de la juventud, la desagregación de leyes impositivas en el presupuesto y los rumores para que se produzca en el país un “fujimorazo” (Dedom 31/1/1997); El Rodrigazo alteró radicalmente la distribución del ingreso en desmedro de asalariados y clase media (Clarín 28/8/2005); El borocotazo en masa que se produjo en los últimos días […] no hace más que confirmar la estafa que se pergeñó en las elecciones de octubre último (Nación [Arg.] 28/4/2006); Le llamaron el bogotazo a las revueltas y sangrientos saqueos que durante tres días sacudieron la capital (Provincias 28/12/2007).

Otros muchos proceden de nombres comunes que representan el elemento en torno al cual se producen esas manifestaciones:

Dicen que va a haber otro cacerolazo, pero no quieren que me marche (Razón [Esp.] 15/1/2002); El conflicto que mantienen productores de trigo y empresarios molineros puede desembocar en el tercer “tractorazo”, admitieron ayer dirigentes de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (ABC Color 28/9/2001); Entonces, la oposición al tarifazo congeló el debate (Clarín 12/1/1997); La histórica sucesión de cuartelazos y caudillos […] (País [Esp.] 6/9/1996); Por el lado brasileño, los estados del Sur están empeñados en una estrategia que apunta a dejar de vacunar en el más breve plazo posible (aunque el sogazo reciente los debe hacer dudar) (País [Ur.] 8/11/2001).

5.10o Los sustantivos en -azo derivados de nombres comunes con la interpretación que se acaba de describir son muy numerosos. No todos pueden ser recogidos en los diccionarios, ya que se crean espontáneamente en función de circunstancias imprevisibles, y también porque a menudo poseen una vida efímera, circunscrita a determinadas áreas lingüísticas. Se han documentado en medios periodísticos los siguientes sustantivos, entre otros muchos semejantes:

ajustazo, barbechazo, bazukazo, catastrazo, conveniazo, decretazo, gargantazo, gasolinazo, inventariazo, lechazo, medicamentazo, recetazo, salariazo, tasazo.

Se ha registrado pupitrazo en Venezuela para hacer referencia a una protesta estudiantil. A la vez, la locución adverbial a pupitrazo designa en Colombia la forma expeditiva de decidir algo golpeando los pupitres, como en Aprobados a pupitrazo 14 artículos, la sesión fue levantada (Tiempo [Col.] 8/11/1996). De alba se deriva albazo (‘acción sorpresiva’, no necesariamente madrugadora ni militar), voz usada en México. Del derivado en -ón madrugón se obtiene madrugonazo, empleado en el área caribeña para referirse a una asonada militar, pero también la actuación radical e inesperada de alguna autoridad, como en Manifestó su preocupación ante la posibilidad de que el Consejo Supremo Electoral esté preparando un madrugonazo pretendiendo sumar a las 32 mesas anuladas por la Corte, las 86 anuladas por la Junta Electoral (Universal [Ven.] 10/2/1997). Con el significado de ‘fraude electoral’ se usa pucherazo en España. Se documenta dedazo en el sentido de ‘nombramiento a dedo’ en muchos países americanos. En el Uruguay se emplea verticalazo en el sentido de ‘mandato o disposición administrativa impuestos por un superior’: Hay que esperar el verticalazo del Ejecutivo para votarlo (País [Ur.] 16/5/2007).

5.10p Designan vientos nortazo y surazo: El surazo que azota desde ayer a la capital cruceña será intenso hasta mañana (Bolivia Hoy 25/5/2004). Algunos derivados en -azo referidos a eventos no se ajustan a pautas semánticas claras, pero mantienen el sentido general de golpe, o sus extensiones metafóricas, como en telefonazo (‘llamada telefónica’) o banderazo (‘bajada de bandera en un taxi’ en las áreas mexicana y centroamericana, y en parte del Caribe continental, pero ‘manifestación pública de apoyo o de rechazo’ en el área rioplatense, además de ‘señal de salida en una carrera’ en otras áreas). Se usa carcelazo en el sentido de ‘encarcelamiento’ en el Caribe continental: Tú siempre con tus imprudencias, que te pueden costar un carcelazo (Herrera Luque, Casa); cristalazo en el de ‘robo con rotura de cristal’ en México; champañazo en el de ‘fiesta en la que se bebe champaña’ en Chile y Bolivia (champañada en el Perú): Fue conducido al interior del partido, donde recibió un champañazo (Hoy [Chile] 15/12/1997). Existen otros muchos casos similares que ponen de manifiesto una marcada tendencia a usar las extensiones figuradas del concepto original de ‘golpe’ como expresiones que singularizan los eventos. En cierta forma, ese proceso es paralelo al que caracteriza a otras unidades de medida (§ 12.15) como elementos acotadores que convierten los nombres no contables en sustantivos contables.

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE