Sintaxis

41 Oraciones activas, pasivas, impersonales y medias

41.11 La pasiva refleja (I). Características fundamentales

41.11a Además de las pasivas perifrásticas, se forman en español otras oraciones pasivas con la forma pronominal se. Estas oraciones se llaman tradicionalmente pasivas reflejas, término que alterna entre los gramáticos con los de pasiva con se, pasiva impersonal y otros similares. Se ha usado también el término construcción refleja imperso nal, que no permite distinguir esta pauta de la que se analizó en la sección anterior. Se remonta al latín vulgar la alternancia entre las oraciones pasivas formadas con los morfemas flexivos característicos de esta voz (vocātur, movētur) y las formas correspondientes con se (se vocat, se movet). La alternancia entre la pasiva refleja y la perifrástica se da en español desde los orígenes del idioma. Como en las pasivas de participio, el verbo de las pasivas reflejas ha de ser transitivo, y el sujeto paciente (complemento directo en la oración activa correspondiente) ha de concordar con él en número y persona. Así pues, a la oración pasiva de participio La agresión no fue denunciada corresponde la pasiva refleja La agresión no se denunció. Son oraciones pasivas reflejas las que contienen los fragmentos siguientes:

Mi único compromiso, por ser viernes, era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz (García Márquez, Memoria); Le vio entrar en la iglesia de la Concepción donde un año antes se habían celebrado los funerales de Caty Labaig (Longares, Romanticismo); No hallé, madre, ningún documento en el que se dijera que yo era adoptado (Millás, Mujeres); En este terreno pronto se vio que ninguno de los salvadores era de la talla de Rubén (Argullol, Razón).

41.11b Las pasivas perifrásticas y las reflejas son estructuras intransitivas formadas a partir de verbos transitivos. Las pasivas reflejas admiten, al igual que las perifrásticas, sujetos posverbales sin determinante, es decir, sujetos pacientes que pueden aparecer sin artículo cuando se sitúan en la posición característica de los complementos directos, como en: Se han abierto nuevas vías de comunicación; Se sigue importando petróleo en grandes cantidades, o en los textos siguientes:

Había un aviso: se alquilan departamentos (Vargas Llosa, Conversación); Se fundaron ciudades, se abrieron minas, se crearon fincas y haciendas, se establecieron puertos […] (Arce, M., Sandino); Algunos sacaron las pistolas y se escucharon disparos (Casares, Dios); Se bebió pulque (Belli, Mujer); Sin hallacas no nace el Niño Dios, ni hay misas de aguinaldo, ni se construyen pesebres, ni se bebe chicha, ni se juega cotín-cotín (Morón, Gallo); Se oyen aplausos (Miralles, Dragón).

En las pasivas reflejas, también al igual que en las de participio y en otras estructuras con verbo en forma personal, puede omitirse el sujeto, como en Se terminaron a tiempo, o en los siguientes ejemplos:

Se desarrolló en el laboratorio donde Donna Oderisia se afanaba infructuosa y tenazmente, hacía años (Mujica Lainez, Escarabajo); Hacía años que no se usaba y estaba muy sucio (Pedraza, P., Pasión); Aparte se hierve una cebolla cortada en rodajas y un morrón cortado en tiras y sin las semillas. Se retira cuando están cocidos (Almeida, Bebé).

41.11c Cuando las pasivas reflejas con sujeto omitido están formadas con verbos que admiten usos intransitivos, puede producirse ambigüedad entre la interpretación pasiva y la interpretación correspondiente a las impersonales reflejas. Así, la oración Se terminó a tiempo es pasiva refleja si terminar se interpreta como verbo transitivo y se supone que su sujeto sobrentendido se refiere a un grupo nominal tácito (por ejemplo, la tarea). Pero si terminar se interpreta como intransitivo, la oración significaría aproximadamente ‘Terminamos a tiempo’ y adquiriría una estructura semejante a la de Se llegó temprano y otras impersonales reflejas o impersonales con se, en este caso existenciales (recuérdense los § 41.10ñ y ss.).

41.11d También puede producirse ambigüedad entre las pasivas reflejas y las oraciones con verbo pronominal, si este último cuenta con variante transitiva. El verbo propuesto terminar posee un correlato pronominal (terminarse), como en Las existencias se terminaron. Como en muchos otros casos, el contexto y la situación aclaran la ambigüedad que puede surgir cuando confluyen varias estructuras sintácticas en una oración. Así, en Se habían abandonado puede reconocerse el verbo pronominal abandonarse ‘dejarse llevar por algo, descuidarse’ (construcción pronominal), pero también el verbo transitivo abandonar y un sujeto tácito en plural, por ejemplo los proyectos (construcción pasiva refleja). Se aplica el mismo razonamiento a No se movieron; Se colocó correctamente; Se cerraron, y otras muchas oraciones que se ajustan a la pauta descrita. Así, el verbo pronominal cerrarse expresa un cambio de estado en Se cerraron las puertas, lo que da lugar a la interpretación ‘Quedaron cerradas’ o ‘Se cerraron por sí solas’. El verbo transitivo cerrar da lugar a la interpretación pasiva de esta misma oración: ‘Fueron cerradas’. Existen otros muchos casos similares.

41.11e Los verbos transitivos que admiten complemento directo de persona y cuentan con variantes pronominales pueden dar lugar a tres sentidos. En efecto, la oración Se secaron puede admitir tres análisis sintácticos y, por tanto, tres interpretaciones semánticas: si se analiza como reflexiva o como recíproca, equivaldrá a Se secaron {a sí mismos ~ a sí mismas}, o bien … {unos a otros ~ unas a otras}; si se interpreta como construcción pronominal, se reconocerá en ella el verbo pronominal secarse y algún sujeto tácito (como en Se secaron los campos). Si se interpreta como pasiva refleja, expresará, por el contrario, que la acción de secar se ha ejercido voluntariamente sobre algo, como en [hablando de prendas de vestir] Se revisaron todas, se lavaron, se plancharon y se secaron. Al igual que en los casos anteriores, raramente se produce anfibología en el uso de estas expresiones, pero desde el punto de vista sintáctico es conveniente hacer notar que los contextos gramaticales que las legitiman pueden confluir.

41.11f Los sujetos léxicos de las pasivas, sean perifrásticas o reflejas, se asimilan a los sujetos de otras formas verbales en que requieren verbos en forma personal. No existe, pues, oración de infinitivo que corresponda a la subordinada sustantiva de sujeto, con el buque realizado léxicamente que aparece en Es imposible que el buque sea avistado a esta distancia. La gramática rechaza, por tanto, *Es imposible ser avistado el buque a esta distancia. Tampoco existe, análogamente, la contrapartida que correspondería a Es imposible que el buque se aviste a esta distancia, con pasiva refleja subordinada, por lo que se rechaza, en consecuencia, *Es imposible avistarse el buque a esta distancia. En el § 41.10i se analizó una incompatibilidad parecida en el caso de las impersonales reflejas. De forma similar a lo que sucedía en ellas, en las pasivas reflejas radica tal restricción en el hecho de que el sujeto paciente (el buque, en el ejemplo propuesto) no podría concordar con el verbo, ya que este no es una forma personal.

41.11g Las excepciones que existen a la generalización que se acaba de introducir son análogas a las que se explicaron en el § 41.10k en lo relativo a las impersonales reflejas de infinitivo. En efecto, existen en español construcciones en las que se admiten sujetos léxicos sin verbos en forma personal. Se subrayan estos sujetos en De haberlo sabido Luis...; Al salir el sol... Estas construcciones se extienden a las impersonales reflejas, y también a las pasivas, sean perifrásticas (De ser solucionado el problema...; Al ser avistado el buque...) o reflejas (De solucionarse el problema...; Al avistarse el buque...; De no venderse bien esta remesa...). Como se comprueba, el papel de la forma pronominal se en las pasivas reflejas es muy similar, desde este punto de vista, al que desempeña la flexión del participio en las pasivas perifrásticas. Aun así, debe señalarse que los morfemas de género y número presentes en el participio parecen ser suficientes para identificar un sujeto paciente tácito en las pasivas perifrásticas, como en Era necesario ser visto. El se característico de la pasiva refleja requiere, por el contrario, rasgos de número y persona en el verbo, con las excepciones que se acaban de mencionar. Al no estar presentes estos rasgos en Era necesario verse, la subordinada de infinitivo no se puede interpretar como pasiva refleja, sino solo como recíproca o reflexiva.

41.11h Frente a las pasivas de participio, las pasivas reflejas muestran mayor resistencia a aceptar complementos agentes. Suelen rechazarlos cuando se construyen con expresiones definidas que designan individuos (resulta muy forzado decir El problema de la calefacción se solucionó por el fontanero). Sin embargo, se aceptan a menudo en el código restrictivo del lenguaje jurídico: La prueba pericial se aceptó por el juez instructor; Se dictará sentencia por el tribunal; En caso de que se acepte por las partes.

41.11i En la lengua antigua se formaban pasivas reflejas con complementos nominales definidos con mayor facilidad que en la actual. Predominan también en esos textos los casos en los que el complemento agente no designa un individuo en particular, sino un grupo, un tipo de persona o alguna entidad genérica que se les asimile:

Después que los cartagineses hicieron paz con los romanos en Cecilia, se formó por sus proprios soldados, improviso, una peligrosísima guerra (Fernández Oviedo, Indias); Hay un lugar supremo y preeminente / Que nunca de los hombres se visita (Villaviciosa, Mosquea); […] La Sangre Preciosa del Divino Jesús que todos los días se ofrece por los misioneros al Padre Celestial en esos desiertos por la conversión de los araucanos (Guevara, T., Ocupación); Este código parece que se adoptó primero por los venecianos establecidos en Constantinopla (Fernández Navarrete, Españoles); Otros hicieron ranchos y chozas en el campo, hasta que se acordó por todos los vecinos que se poblase esta ciudad donde ahora está, que solía ser labranza de maizales (Díaz Castillo, Historia).

41.11j En el español actual se construyen también más frecuentemente estos complementos con sustantivos en plural (por los estudiantes, por las autoridades) o con singulares de naturaleza genérica (por la gente, por el hombre). Muchos de ellos hacen referencia a instituciones o corporaciones, como en Una subida lineal que se aplicará puntualmente por la Administración cuando venza el presente convenio; Se convocó por el Gobierno Regional un concurso de novela, o en los textos siguientes:

En el plazo máximo de diez días desde la presentación del convenio en el registro se dispondrá por la autoridad laboral su publicación obligatoria y gratuita en el Boletín Oficial del Estado (Estatuto Trabajadores); Se sostiene por el gobierno que el narcotráfico representa una amenaza para el sistema socioeconómico nacional e internacional (Arrieta, Narcotráfico); Eso hizo que ni las medidas de pacificación tomadas por el general Rojas Pinilla, ni las que más tarde se adelantaron por la administración de […] para facilitar la reincorporación de antiguos guerrilleros a pacíficas actividades, se tradujeran en paz completa (Alape, Paz).

41.11k En el lenguaje jurídico y en otros registros de carácter oficial son también frecuentes las pasivas reflejas en las que la expresión «por parte de + grupo nominal» hace las veces de complemento agente, como en los fragmentos que siguen:

Al no haberse concedido el indulto por parte de S. M. la Reina […] esta madrugada a las cuatro horas ha sido pasado por las armas, en los fosos del castillo de Oñate, el teniente Jaime Esplandiú Casals (Pérez-Reverte, Maestro); En ambos casos y en otros muchos que se intentaron después por parte de curiosos y aficionados, había sido imposible conseguirlo (Casares, Dios); Algo que se corta bruscamente por parte de Julián, que vuelve la cabeza hacia la puerta de la izquierda (López Rubio, Puerta); Quiere saber si habría alguna posibilidad de que se diera un golpe de Estado, por parte de los militares (Candelaria, Guadalupe).

Se analizan otros aspectos de los complementos con por parte de en los § 12.11j y ss. Los complementos agentes de las pasivas reflejas no se deben confundir con los de naturaleza causal (Se clausuró por exigencia gubernativa). Los que admiten algunos infinitivos de forma activa y significación pasiva, como en Se dejó engañar por las apariencias, no están relacionados con las pasivas reflejas. Se analizan en el § 26.6n.

41.11l Las pasivas reflejas son más frecuentes que las perifrásticas tanto en la lengua oral como en la escrita. En general, las pasivas perifrásticas son poco comunes en las oraciones que establecen juicios de naturaleza genérica o instrucciones sobre la forma de proceder en relación con alguna cosa. La pasiva refleja resulta ser la única opción natural en muchos de estos casos en la lengua actual: El rebozado se hace (no es hecho) con huevo y pan rallado; No se obtienen (en lugar de son obtenidos) buenos resultados cuando se trabaja precipitadamente. He aquí otros ejemplos de pasivas reflejas de naturaleza genérica que no tienen equivalentes en las pasivas de participio, salvo en construcciones forzadas:

Aquí se hace una revisión liberal de la historia mexicana (Quirarte, Elogio); Las novelas se escriben combinando recuerdos (Cercas, Soldados); En la biblioteca de La Secta se estudiaba el método rotundo, taimado, irreversible, de eliminar a los viejos (Menéndez, Muerte); Por todas partes se ven puntos lejanos que dejan huecos en la vegetación (Ferré, Batalla); Aquí se hace muy buen tabaco (Vázquez Montalbán, Galíndez); Para hacer la salsa, se rehogan las chalotas con mantequilla (Vanguardia [Esp.] 30/11/1995).

Las pasivas reflejas coinciden en este punto con las impersonales, que aparecen muy a menudo en estructuras genéricas, como se explicó en los § 41.10n y ss.

41.11m Las pasivas reflejas pueden tener como sujeto oraciones sustantivas, sean de infinitivo (Se prohíbe fumar; Se decidió premiarla) o con verbo en forma personal (Se dice que habrá pronto elecciones; Se decidió que se le daría el premio). Se han interpretado a veces indebidamente estas subordinadas como complementos directos, por lo que debe resaltarse que rechazan los pronombres de acusativo: Se decidió que… > Se decidió (no *Se lo decidió). Así pues, se es pronombre dativo, no marca de pasiva, en Se lo prohíbe. Los sujetos oracionales de las pasivas reflejas se extienden a otros tipos de subordinadas sustantivas, como las interrogativas indirectas: No se sabe cómo salir del paso; Ya se ha descubierto cómo entró el ladrón en la casa.

41.11n Con las perífrasis verbales se forman pasivas de participio (fechas que no deben ser olvidadas) y pasivas reflejas (fechas que no deben olvidarse). Se observa una marcada tendencia a ampliar de manera injustificada el número de verbos auxiliares con los que se construyen las pasivas reflejas. Como resultado de esa confusión se forman algunas construcciones incorrectas en las que se asimilan a ellos verbos como desear, esperar, intentar y otros que no son propiamente auxiliares, pero que muchos hablantes interpretan implícitamente como si lo fueran. Se recomienda evitar, en consecuencia, oraciones como Cuando se desean obtener éxitos que están fuera de nuestro alcance, en lugar de la forma correcta Cuando se desea obtener éxitos… Repárese en que no se dice *Los éxitos desean ser obtenidos, sino … pueden ser obtenidos. Así pues, la oración Cuando se desea obtener éxitos que están fuera de nuestro alcance es pasiva refleja. Su sujeto es la oración de infinitivo obtener éxitos que… Los hablantes que construyen la secuencia con el verbo desear en plural asimilan desear a poder, deber y otros verbos que forman perífrasis verbales, con lo que interpretan que éxitos es el sujeto paciente de la falsa perífrasis desear obtener. Se explica más pormenorizadamente esta asimilación en el § 28.3j.

41.11ñ Por las mismas razones que se explicaron en el apartado precedente, se consideran incorrectas oraciones como Se esperan alcanzar las quinientas mil firmas necesarias para el referéndum; Se necesitan sumar diez positivos en la primera vuelta del campeonato, y otras similares en las que se usan verbos en plural en lugar de en singular (se espera, se necesita). El fenómeno es especialmente frecuente en las oraciones de relativo: Aspectos que todavía no se han conseguido explicar (por … no se ha conseguido), y otras muchas que presentan la misma estructura. Como en el ejemplo que se propuso con el verbo desear, la lengua rechaza igualmente *Las firmas esperan ser alcanzadas, *Los diez positivos necesitan ser sumados, etc. Por tanto, la oración Se espera alcanzar las quinientas mil firmas necesarias para el referéndum es pasiva refleja. Está constituida por la forma pronominal se, el verbo transitivo esperar y una subordinada sustantiva en función de sujeto paciente: alcanzar las quinientas mil firmas necesarias para el referéndum. Los hablantes que usan la variante incorrecta esperan interpretan esperar alcanzar como perífrasis verbal, y el grupo nominal (las quinientas mil firmas necesarias para el referéndum) como su sujeto paciente, en lugar de como complemento directo del verbo alcanzar. Sobre el caso particular de tardar (Se {tarda ~ tardan} dos días en llegar), véase el § 28.3m.

41.11o Forman una subclase particular de pasivas reflejas las llamadas construcciones mediopasivas, también denominadas cuasipasivas por algunos gramáticos. Se trata de pasivas reflejas de naturaleza genérica en las que se describen propiedades que caracterizan a los seres de los que se habla, a los agentes que las llevan a cabo o a las situaciones que se describen, como en Este tipo de pelo se moldea con dificultad o en un auto pequeño que se estaciona fácilmente. Como se vio en el § 41.11l, no suelen usarse pasivas perifrásticas, sino pasivas reflejas, para describir situaciones genéricas, como en La mezcla se pone a cocer a fuego lento (más frecuente que … es puesta a cocer) o en una película que se soporta con esfuerzo (mejor que … es soportada con esfuerzo). En muchas pasivas reflejas cabe interpretar un verbo modal. Tales verbos se ajustan a esta significación genérica, en cuanto que expresan situaciones posibles, necesarias, forzosas o convenientes: ¿No sabes que eso no se hace? (‘no debe hacerse’); La amanita muscaria es una seta que no se come (‘no se puede o se debe comer’). Se sigue la misma pauta en los ejemplos siguientes:

Pero Dios nunca muere, se dice en nuestros himnos (Lizalde, Caza); En el salmis no se pone trufa (Vázquez Montalbán, Soledad); Así se habla (Parrado, Bembeta); Apúrate, Joaquín, desde arriba se ve todo (González León, Viejo); No puedes comparar la lata de sardinas que tiene Fernando con un Galaxie, que casi se maneja solo (Ibargüengoitia, Crímenes); El dinero se lava con mucha facilidad (Gala, Durmientes).

Estas construcciones están en estrecha relación con las formadas por verbos pronominales, como se explicará más adelante (§ 41.13).

41.11p Las construcciones mediopasivas son sobre todo frecuentes con los adverbios y los grupos preposicionales que expresan facilidad o dificultad (bien, con dificultad, difícilmente, a duras penas, fácilmente, mal). Estos y otros adverbios similares contribuyen a crear contextos genéricos. De hecho, alternan a menudo con verbos modales y con adjetivos formados con el sufijo -ble, también de naturaleza modal, como en El texto se lee fácilmente (‘Es legible; Se puede leer’). Nótese que se hace necesaria la presencia de una expresión adverbial como las mencionadas en el ejemplo citado, un auto pequeño que se estaciona fácilmente, o en En una gran ciudad no se encuentra un buen apartamento sin mucho esfuerzo, a pesar de que, en ambos casos, las expresiones subrayadas constituyen complementos circunstanciales. El complemento que modifica al verbo expresa otras veces alguna condición o un requisito que se considera necesario en el proceso de que se habla, como en Esta prenda se lava en frío.

41.11q El hecho de que los sujetos pacientes de las oraciones mediopasivas suelan referirse a tipos o clases de individuos permite entender que se admitan en esas construcciones grupos nominales definidos que designan personas. Como se explica en el § 41.12d, estos sujetos se rechazan en las pasivas reflejas cuando se refieren a individuos específicos. Así, El director se nombró presidente no significa, en efecto, ‘El director fue nombrado presidente’, sino ‘El director se nombró presidente a sí mismo’. Aunque se volverá en las páginas que siguen sobre esta importante restricción, conviene señalar aquí que la oración Los hijos no se eligen (mediopasiva) puede usarse en el sentido pasivo, además de en el reflexivo o en el recíproco. Ello es así porque los hijos no designa en ella un conjunto particular de personas, sino más bien cierta clase de individuos. En general, la naturaleza personal o no personal del sujeto de las pasivas reflejas, y la interpretación que se dé al concepto de persona, de grupo o de clase, es un factor fundamental en la estructura que las caracteriza. Este rasgo pone en estrecha relación las pasivas reflejas y las impersonales reflejas, como se explicará en la siguiente sección.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
pasiva refleja

 

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