Sintaxis

41 Oraciones activas, pasivas, impersonales y medias

41.6 Impersonales no reflejas (II). Impersonales con los verbos haber, hacer, ser, estar e ir

41.6a Se explicó en el § 41.5h que los verbos que designan fenómenos meteorológicos expresan la presencia o el advenimiento de estos con diversos grados de intensidad. También se mencionó allí que algunos de ellos admiten paráfrasis con el verbo haber, como en Truena ~ Hay truenos. El verbo haber se usa como impersonal en español tanto si se refiere a la presencia de fenómenos naturales: Hay {truenos ~ relámpagos ~ viento ~ rocío} como de cualquier otra realidad: Había poco tiempo; No hay necesidad; Sigue habiendo problemas; Si hubiera la menor posibilidad. He aquí otros ejemplos:

No había mucho viento y la negrura de las sombras era total (Torres Nava, Conquista); No hubo relámpagos en la costa ni resuellos en su mujer (Ducoudray, Ojos); Hay problemas en Chucarapi, Chiclín, Ucupe y Chiquitoy (Caretas 28/8/1997).

41.6b Al ser haber un verbo impersonal transitivo, se espera que no concuerde con su argumento, ya que este desempeña la función de complemento directo. Aun así, se atestiguan numerosos casos de concordancia tanto en el español europeo (especialmente en el hablado en el este y el sureste de España) como en el americano. Se observa que el fenómeno está hoy en expansión, con intensidad algo mayor en América que en España. El uso concordado se registra a veces puesto en boca de personajes:

—Aquí en casa lo velamos; las muchachas son muy embelequeras. Hubieron tamales… (Asturias, Presidente); Y, antes, habían los chimús, los nazcas, los tiahuanacos, muchos más (Vargas Llosa, Loco),

pero aparece también en otro tipo de textos. El pretérito perfecto simple hubieron es relativamente infrecuente en los que muestran la lengua estándar en sus registros más formales, pero el imperfecto habían se documenta con abundancia en ellos en su uso concordado:

Como no habían medios de transporte el éxodo se intentaba a pie, en especial hacia Maracay (García Márquez, Feliz); Por sus gestiones ingresé de nuevo a la fábrica; todavía habían algunos de los antiguos camaradas entre hombres y mujeres (Amaya, Cuentos); Se separaron un poco para pasar sin despertar sospechas frente a la esquina cercana a la casa de Vela donde habían algunos agentes de seguridad, con radios (Belli, Mujer).

Se observa asimismo que la proporción de los usos concordados es mayor en la lengua periodística que en otro tipo de textos:

Abrieron fuego contra una muchedumbre de refugiados, entre los que habían ancianos, mujeres y niños (País [Esp.] 1/10/1999); Se concluye que durante el curso de la Reforma Agraria hubieron normas de apoyo y garantía de este proceso (Tiempos 2/12/1996); No hubieron zonas de desastre, ni escenas espectaculares de muertos y heridos (Excélsior 14/9/2001); Añadió que habían grandes presiones para que cedieran la propiedad (Mundo [Esp.] 5/3/1994).

Se recomienda en todos los casos el uso no concordado de haber, por tanto, Hubo dificultades, en lugar de Hubieron dificultades; Había suficientes pruebas para incriminarlos y no Habían suficientes pruebas para incriminarlos, etc.

41.6c El uso concordado de haber es el resultado de asimilar este verbo al grupo de existir, caer, tener lugar y otros que expresan presencia, existencia o acaecimiento. Esta asimilación se registra en la lengua antigua, en la que ya existen testimonios de la alternancia. Así, aparece la concordancia en plural en estos textos:

Algunos ovieron que, o con mala voluntad o non sintiendo discretamente, quisieron disfamar al rey de Navarra (Pérez Guzmán, Generaciones); Y hecho esto, en que se tardaría tres o cuatro días, en los cuales se hubieron muchos reencuentros con los de la ciudad […] (Cortés, Cartas),

pero se emplea el singular en estos otros:

Si algunos y oviere que contra ellos algo quieran dezir, tengo por bien de los oir sobrello (Carta plomada); Tornóse a la mesa jurando que si mil cavallos et omnes et mugeres oviesse en casa quel saliessen de mandado (Juan Manuel, Lucanor).

41.6d Como se ha señalado, el uso concordado de haber no se extiende por igual a todas las formas del paradigma, ya que, incluso en las áreas lingüísticas en las que la concordancia está más generalizada se acepta con mayor naturalidad Habían dificultades que Hubieron dificultades. Tanto en el español americano como en el europeo se considera vulgar la forma hayn, pero se observan notables diferencias en la valoración social de las oraciones que muestran concordancia de persona con haber, como Habemos pocos. Estas formas están fuertemente estigmatizadas en España. En lo referente a América, resultan normales en la lengua conversacional de algunos países secuencias como Lo mismo que hay flacos, habemos gordos, que se expresan en un tono humorístico o distendido, sin que esta forma de concordancia se extienda a otros registros. En cambio, en algunos países centroamericanos no resultarían inusitadas afirmaciones como Habemos tímidos que temblamos de miedo ante el público; en el Perú resultaría normal decir Habíamos cuatro peruanos en ese congreso internacional. Existen otros indicios de que la valoración social de esta pauta sintáctica es variable en las diversas áreas hispanohablantes.

41.6e El complemento directo del verbo haber, en su uso transitivo, presenta algunas características especiales que lo diferencian del de otros verbos. La más notable es el hecho de que no pasa a ser el sujeto de la oración pasiva correspondiente: *Unos niños son habidos en el parque. Aun así, tanto en la lengua antigua como en la moderna se registran usos del participio habido con el significado de ‘tenido’. Esta pauta se atestigua en las construcciones absolutas y también en las que contienen participios como modificadores del sustantivo:

Y dió poder y autoridad a su vicario principal y superior, que es el Papa, para que, habida esta información, los declare ser santos (Talavera, Impugnación); Demostró ser una histérica al creer que un simple muñeco de trapo era un niño habido en relaciones ilícitas con su primo (Donoso, Casa); Una vez conseguido el dinero, habidas de antemano las ganas, ya solo me falta alquilar un apartamento (Azúa, Diario); El London Times incluyó en su editorial un breve resumen de los progresos habidos en la disciplina (Collyer, Habitante); Aún le sobraron arrestos para criar once hijos habidos de siete padres distintos (Mendoza, Ciudad).

Haber con el sentido de tener es más raro fuera de estas construcciones, pero en el español americano se registran hoy algunos testimonios, como en Doña Juana, no por nuestro gusto, tal descalabro habemos (Arrau, Norte). Eran frecuentes en la lengua antigua los usos de habido por con el significado de ‘considerado como’:

Da clara muestra de la inocencia de otros que son habidos por pecadores y errados (Hernández Villaumbrales, Peregrinación); No es habida por fértil en estas partes (Fernández Oviedo, Indias); Era habido y tenido por rey de romanos (Zurita, Anales I).

También se usa habido con el sentido de ‘logrado, capturado’:

Primeramente los hombres que se sacrificaban eran habidos en guerra (Acosta, Historia); Se fue huyendo adonde no podía ser habido (Díaz Castillo, Historia); Los señores del Consejo de las Indias le mandaron prender, y no pudo ser habido (Fernández Oviedo, Indias).

41.6f Cuando el participio habido en su uso existencial concuerda con el sustantivo sobre el que incide, posee puntos de contacto con los verbos inacusativos. Como se explicó en la sección precedente, estos verbos admiten participios concordados, frente a los demás intransitivos, y poseen muy a menudo significado existencial. Se dice, pues, las personas nacidas en este siglo (‘que han nacido’) o un regalo llegado del cielo (‘que ha llegado’). A esta pauta corresponde la expresión la reunión habida o la fórmula habidos y por haber, así como los textos que se citan a continuación:

A este diálogo habido en las tinieblas sucedió en la sala un silencio profundo (Gómez Avellaneda, Sab); […] los trastornos nacionales y mundiales habidos los últimos decenios (Martín Gaite, Usos); La puerta estaba abierta y los curiosos comentaban el escándalo habido (Posse, Pasión); Confiaba que con los cambios habidos en el Ministerio su expediente se resolvería de una vez (Olaizola, Escobar).

41.6g Alternan el singular y el plural en la expresión lexicalizada habida cuenta ~ habidas cuentas. La primera opción es la de uso más general y la que se considera preferible. La segunda se registra sobre todo en las áreas centroamericana, caribeña y rioplatense:

Para ellos todo está definido perfectamente, habida cuenta de los resultados electorales y los documentos oficiales (Meléndez, Identidad); Habidas cuentas de la situación de Nicaragua y las cosas que han ocurrido, él ha sido siempre [...] (Confidencial [Nic.] 18/12/2005).

Se analizan otros aspectos de estas expresiones en el § 46.6p.

41.6h El complemento directo del verbo haber se construye siempre sin la preposición a, aunque el grupo nominal se refiera a personas (*Había a algunas mujeres). Este complemento suele ser indefinido (Hay niños en el parque ~ *Hay los niños en el parque), pero se registran numerosas excepciones, que se analizan en el § 15.6. La alternancia entre la presencia y la ausencia de complemento directo en pares como —¿Hay vino para todos? —Sí que (lo) hay se analiza en el § 15.6i. Son comunes las construcciones formadas con haber y un complemento de interpretación partitiva con todo (Hay de todo) o con nada (No hay de nada), que se consideran en los § 20.2r-u.

41.6i El verbo haber es característico, asimismo, de las llamadas construcciones de inversión locativa (§ 41.4k), como en Aquí hay mucha gente. Este es, de hecho, el origen de la desinencia -y de hay, resultado de convertir en enclítico el antiguo adverbio de lugar y (también hi o i) procedente del latino ibi17.8s). Es presentativa la expresión he {aquí ~ ahí ~ allí}, que se antepone al grupo nominal que designa lo presentado o a la subordinada sustantiva que expresa lo que se desea mostrar, resaltar o concluir. También se combina con los pronombres personales átonos me, te, lo, la…:

He aquí un pequeño punto al que llamo mi lugar en el mundo (Martínez, Perón); Y he aquí que ya he llenado dos páginas sin saber lo que voy a decirle (Cano Gaviria, Abismo); Heme aquí, pues, instalado en un viejo taxi (Tibón, Aventuras).

41.6j Algunos gramáticos consideran la forma he como imperativo del verbo haber y la relacionan con la forma voi del francés que aparece en voici o voilà. Otros entienden que he es en estos casos el presente de indicativo del verbo haber correspondiente a un paradigma defectivo, y algunos sostienen que se trata de un adverbio procedente del árabe (recuérdese lo dicho en el apartado precedente y el § 4.13e). Sobre el uso de haber en la perífrasis «haber que + infinitivo», véanse los § 28.6s y ss.

41.6k Alternan haber y ser en varias construcciones presentativas. Destacan especialmente las fórmulas que se usan en el comienzo de los cuentos, como en Érase una vez… (también Era una vez…) ~ Había una vez… Se registra asimismo la variante Esto era una vez…, en la que esto se asimila a los pronombres expletivos de otras lenguas en los usos impersonales:

Érase una vez un pobre, tan pobre, que no tenía con qué vestir al octavo hijo, que iba a traerle la cigüeña (Fernán Caballero, Gaviota); Había una vez un nene que se llamaba Wenceslao. Su papito era pescador, y vivían en una casita preciosa a la orilla de un río (Saer, Limonero); Pues, señor, que esto era una vez un matrimonio muy pobre que tenía doce hijos, todos pequeñitos, y Dios les mandó otra nueva hija (Curiel, Cuentos); Era una vez una comarca donde reinaban varias federaciones de compadres que solían alternarse en el poder (Nacional 1/9/1997).

Otras alternancias entre haber y ser en contextos presentativos son solo aparentes. No son equivalentes secuencias como Había dos asaltantes encapuchados y Eran dos asaltantes encapuchados. La primera introduce la primera mención de esas dos personas; en la segunda se omite el sujeto de eran, que se recupera del texto precedente, de forma que dos asaltantes encapuchados se interpreta como atributo identificativo del sujeto sobrentendido.

41.6l El verbo hacer participa también en construcciones impersonales asociadas con el tiempo atmosférico (Hace sol) o con el cronológico (Hace años). Estas últimas poseen gran número de propiedades sintácticas, por lo que se dedica a ellas una sección de esta obra (§ 24.6). Las primeras se dividen en dos grupos:

1. Nominales: «hacer + grupo nominal».

2. Adjetivales: «hacer + adjetivo o grupo adjetival».

Los sustantivos que aparecen en el tipo 1 denotan diversos fenómenos atmosféricos, así como las magnitudes que se asocian con ellos, representadas por sustantivos no con tables: frío, calor, bochorno, viento, como en Hacía un calor asfixiante; Hizo frío; Hacía mucha humedad (menos frecuente que Hay mucha humedad); Hace bastante bochorno; Hacía un viento terrible. El sustantivo sol pertenece a este grupo cuando se usa como nombre no contable: Hacía demasiado sol; Hará un sol espléndido. Los nombres de medida permiten omitir a veces la magnitud que se evalúa, como en Hacía solo nueve grados.

41.6m También corresponden al grupo 1 los sustantivos tiempo, día, noche, tarde, etc., construidos con adjetivos calificativos u otros complementos restrictivos que se les asimilen, como en Va a hacer mal tiempo; Hizo un día desapacible; Hace una noche preciosa; Hacía una noche de perros; ¡Qué preciosa tarde hace!; etc. Se usaba en el español antiguo hacer cerrazón con el sentido de ‘estar oscuro’: Estúvose en aquel puerto aquel día porque llovía y hazía gran çerrazón, aunque podía correr toda la costa con el viento, que era Sudueste (Diario Colón). Se asimilan a este paradigma algunos sustantivos que expresan sensaciones corporales, como hambre y sueño, empleados con sentido lúdico: Vámonos a un chifita, ya comenzaba a hacer hambre ¿no? (Vargas Llosa, Conversación).

41.6n Al igual que los verbos que expresan fenómenos atmosféricos se construyen a menudo con dativos de interés (Nos llovió), también el verbo hacer se admite en estas construcciones, más frecuentemente en el español europeo que en el americano:

Nos hizo buen tiempo, aunque no salimos de la clínica (Marsillach, Aniversario); Les hizo un día de perros (Diario Noticias 3/4/2007); Nos hizo muy bueno, pero para poder entrenar a esa altitud con bicicleta hay que estar en plena temporada (Diario Vasco 3/6/2001).

Resultan poco naturales en esta construcción con hacer sustantivos como nieve, lluvia, granizo y otros semejantes con los que se prefiere haber (además de caer y de otros verbos).

41.6ñ En las oraciones del tipo 241.6l) cabe distinguir las que se construyen con el verbo hacerse, como en Se está haciendo oscuro, vámonos (Aridjis, Teatro), de las que se forman con la pauta «hacer + adjetivo». Esta última es algo más frecuente en el español europeo que en el americano, y en la lengua antigua que en la actual:

Ni estos ojos de la carne pueden ver las estrellas ni la hermosura del cielo cuando hace nublado (Granada, Libro); Y el día menos pensado, catapum, las ponemos en práctica. —Ya, ya, el día que haga bueno (Sánchez Ferlosio, Jarama); Una noche que hacía claro, se me ocurrió mirar al cielo, y descubrí las estrellas (Torrente Ballester, Filomeno); Y si dice que tal día hará sereno, digo que hará nublado (Liñán Verdugo, Guía); Cuando hace malo en la montaña lo mejor es bajar al fondo de los valles y dedicarse a pasear por los bosques (Faus, Andar).

Solo raramente se forman grupos adjetivales con esta pauta: Hace muy bueno; Hacía muy malo.

41.6o El verbo hacerse es semicopulativo en oraciones como la citada Se está haciendo oscuro. Con este verbo se forman asimismo predicados impersonales con complementos preposicionales como en hacerse de día o hacerse de noche:

¿Cómo podía imaginar lo que estaba sucediendo? Faltaba poco para que se hiciera de día (Zarraluki, Historia); Fernando: ¡Vámonos de aquí, se está haciendo de noche! Yolanda: El otro día también era de noche y no te fuiste (Pedrero, Noches).

Los mismos atributos se construyen con el verbo ser en las oraciones copulativas: ser de día, ser de noche, ser de tarde:

Al despertar, era ya de día (Jiménez Emán, Tramas); Despertó de pronto —aún era de noche— con la impresión de que alguien yacía a su lado (Carpentier, Siglo); Viaja, hasta Lima: es de tarde y pronto saldrá con Matilde a caminar por las calles sumergidas en la bruma fantasmal de invierno (Souza, Mentira); […] en esa hora tan conmovedora que ni es de tarde ni es de noche (García Hortelano, Gramática).

41.6p Se forman asimismo predicados impersonales con los verbos copulativos ser y estar en los que se describen situaciones que aluden al tiempo atmosférico y al cronológico. Corresponden al primero secuencias como Está oscuro; Ayer estaba más frío; Estuvo nublado todo el día; Salí a la calle y estaba todo nevado o las que contienen los textos siguientes:

Cuando me desperté aún estaba oscuro (Bolaño, Detectives); Cuando está nublado y no puedo ver el sol me entretengo contando las chimeneas (Tomeo, Mirada); Es de noche y está completamente nevado (Cantó /Lucio /Arniches, Mostenses): Dentro de la clase estaba tibio (Edwards, Patio).

Expresan, en cambio, tiempo cronológico oraciones impersonales como Ya es tarde o Todavía es temprano. El hecho de que hacerse tarde, como en Venga, se nos ha hecho muy tarde (Marías, J., Corazón) no tenga equivalente con pronto ni con temprano es consecuencia de la contradicción semántica que se establecería entre el significado del verbo semicopulativo hacerse (descrito en los § 38.2b-g) y los adverbios pronto y temprano (descritos en los § 30.6r y ss.).

41.6q Se expresa también tiempo con Ya es primavera, pero se dice Eran los primeros días de agosto, con sujeto concordado, al igual que en Pronto serán las vacaciones. Contienen atributo adverbial oraciones impersonales como Era muy temprano; Aún es pronto para mí, y otras similares:

¿No cree usted que es demasiado pronto para abandonar? (Fernán Gómez, Viaje); Aún era temprano para cenar (Andrade, Dios); Cuando llegué al colegio, pensé que era tarde (Ocampo, Cornelia); Todavía era temprano para bajar al salón (Gamboa, Páginas); Era temprano y el cabaret estaba desierto cuando llegué (Mendoza, Verdad); Aunque ya era tarde, esperó una hora más (Millás, Mujeres).

41.6r Es tradicional la polémica acerca de si las expresiones subrayadas en Son carnavales o en Ahora son las fiestas son sujetos pospuestos concordantes o atributos que atraen la concordancia verbal. Se consideran estas dos opciones en el § 37.4u. Los sustantivos temporales que aparecen en estas secuencias designan estaciones (Ya es primavera), nombres de los días o los meses (Es jueves; Ya es febrero), pero también fechas señaladas del calendario (Era Navidad; Hoy es San Juan), así como ciertas efemérides (Es su cumpleaños; Era su aniversario), entre otras nociones similares:

Por suerte era verano y los aguaceros abundaban en aquellos días (Chaviano, Casa); Pensarán que es carnaval (Quintero, E., Danza); A mi papá lo aprehendieron con hache y como era primavera estaba con un pulóver verde (Benedetti, Primavera); No estoy seguro de si era tu cumpleaños o el de Estela (Montero, M., Capitán); Me dije hoy es Navidad y estoy por asistir al entierro de mi padre (Giardinelli, Oficio).

41.6s Como se explica en los § 37.6i y ss., la concordancia en plural es un argumento a favor de interpretar estas expresiones nominales como sujetos. En cambio, abogan en contra de ese análisis el hecho de que algunas de ellas sean nombres propios (Hoy es Navidad), la ausencia de concordancia en las expresiones coordinadas (Hoy {es ~ *son} tu cumpleaños y mi aniversario) y la alternancia qué ~ cuándo que se explica en el § 37.5q. Se consideran atributos nominales los contenidos en secuencias como Era noche cerrada (no se dice *Era noche, pero sí Era medianoche o Era de noche) o Era media mañana (que contrasta igualmente con *Era mañana y con Era de mañana).

41.6t Se percibe variación en la concordancia de número en las oraciones en las que se expresa la hora. Aunque se usan ocasionalmente oraciones impersonales como Ya es las siete o Son la una, se recomienda utilizar las variantes concordadas Ya son las siete; Es la una. Se consideran, en cambio, igualmente correctas las variantes ¿Qué hora es? y ¿Qué horas son? La primera opción es general en el mundo hispánico; la segunda se suele asociar de forma más marcada con el registro conversacional (y a veces con la lengua popular) de algunas áreas, especialmente México, el Río de la Plata y España:

—¿Qué hora es? —me pregunta. —Las dos —respondo (Peri Rossi, Solitario); ¿Qué hora es? Por favor, que voy a llegar tarde (Cabrera Infante, Delito); ¿Qué horas son, Rivadeneira? —preguntó Milagros (Mastretta, Mal); Bernardo le gritó imprevisiblemente: «¿Qué horas son, Ireneo?» (Borges, Ficciones); El General, Presidente y Jefe Máximo Plutarco Elías Calles le preguntó: —¿Qué horas son? y respondió: —Las que usted guste, señor Presidente (Fuentes, Silla).

Sobre las variante con el verbo dar (Ya dieron las dos), véanse los § 41.7a y ss. Se asimilan en parte a las oraciones impersonales con ser las que se construyen con subordinadas sustantivas de atributo oracional (¿Es que no me entiendes?; Es que me canso), de las que se habla en los § 37.4u y 40.7s. Es polémica, no obstante, la cuestión de si la subordinada se ha de interpretar como sujeto o como atributo en estas construcciones, como allí se explica.

41.6u Se construyen oraciones impersonales con la pauta «irle a alguien + complemento de manera», como en Me va bien; Nos iba regular; ¿Cómo le va?; Así nos fue; Te irá de maravilla, y otras expresiones similares propias del habla coloquial. Suelen considerarse asimismo impersonales las oraciones en las que el verbo ir se construye con para y un grupo nominal que expresa una medida temporal, como en los textos siguientes:

Luego, cuando se escondió, va para dos años, empezó a preocuparme (Díez, Expediente); Desde que nos casamos, y va para diez años, nunca había conseguido que le pusieras pimientos verdes a la tortilla de patatas (Hidalgo, Azucena); Yo creo que no ha parado de correr todavía, y ya va para diez años (Fernán Gómez, Viaje).

41.6v Estas últimas oraciones admiten paráfrasis con «hacer + grupo nominal» (§ 24.6b y ss.), como en Va para dos años ~ Pronto hará dos años. No obstante, existen también razones para pensar que ir para se construye con sujeto, que puede ser tácito, como en las oraciones citadas, o expreso, como en estas otras (se subrayan los sujetos):

Parecía que iba para largo el final (Castro, L., Fiebre); Rosarito, cansada de un noviazgo que ya iba para los tres años, le simuló un embarazo a Gonzalo (Herrera Luque, Casa); Se divirtió pensando en las cosas que hubiera podido hacer en otro tiempo con aquella lluvia que ya iba para un año (García Márquez, Cien años); En el último tercio de aquel año de 42 (ya íbamos para tres años de casados) resolvimos procrear una hija (Chávez, Batallador).

El sujeto puede ser también oracional, como en Ya va para dos semanas que no me llama; Va para tres años que se murió la abuela, o en los textos siguientes:

¡Ya va para más de un mes que no hay sol! (Plaza, Cerrazón); Desde que, teniendo yo dieciocho años, nos trasladamos a Málaga mi madre y yo, no había vuelto al pueblo; y eso, iba para veinte años (Ayala, Cabeza); Ya va para cincuenta años que murió mi padre (Jiménez Lozano, Grano); Cuando el menor se fue iba para dos días que Natalio no venía a dormir a casa (Quiroga, Enferma).

Aún así, entienden algunos autores que ir es impersonal en estos casos. Estas oraciones admiten paráfrasis aproximadas con «hacer + grupo nominal + que» (§ 24.6ñ y ss.), como en Va para más de un mes que no hay sol ~ Hace más de un mes que no hay sol. Se consideran injustificados los rasgos de plural en el verbo ir en estos casos cuando los posee el término de la preposición, ya que este grupo nominal no ejerce la función de sujeto. Así pues, en lugar de van se prefiere va en el siguiente texto: Van para seis años que no toreo en Sevilla (País [Esp.] 31/12/1994).

41.6w En ausencia de la preposición para, la construcción que se describe en el apartado anterior es siempre personal, de forma que ir concuerda con la expresión de medida temporal que funciona como sujeto. Esta opción es más frecuente en el español americano que en el europeo, aunque se registra en ambos:

Ya van tres días que pido un pañuelo (Fuentes, Región); Ya van veintisiete años que ando en la mar (Roa Bastos, Vigilia); Yerno mío, ya van tres años que estás entre nosotros (Dragún, Violador); […] van tres días / que mi hermano Francisco no trabaja (Machado, Campos); Van tres veces que me dice que ha hablado con usté y no es cierto, ¿verdad? (Schmidhuber, Fuegos); Van ya tres días sin llover (Montaño, Andanzas); ¡Ya van cinco días que no se reúnen, por lo menos en la cafetería! (Olivera Figueroa, Enfermera).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
oración impersonal

 

Nueva gramática de la lengua española
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