Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.16 Perífrasis de participio. Límites entre construcciones perifrásticas y atributivas

28.16a Como se vio en este mismo capítulo (§ 28.1e, 28.3c y ss., 28.10h y 28.15l) y se explica también en los § 37.1ñ y 38.7t, los límites entre los esquemas perifrásticos y los atributivos son borrosos. De hecho, existe gran desacuerdo entre los gramáticos acerca de si existen o no propiamente perífrasis de participio. La razón de tales desacuerdos estriba sobre todo en el carácter adjetival que puede reconocerse al participio en muchas de estas construcciones, más aún cuando se admiten en ellas las formas de intensificación adverbial y de sufijación apreciativa características de los adjetivos: Las ventas están muy afectadas por la crisis; Tengo leidísimo este libro; Dejó bien arregladitos sus asuntos. Como el participio se diferencia de las demás formas no personales en que posee flexión de género y número, las perífrasis de participio muestran concordancia con el sujeto (Las camisas están planchadas) o con el objeto directo (Ya tengo planchadas las camisas).

28.16b Entienden otros gramáticos que los participios que no tienen correlatos adjetivales son formas verbales, de manera que la combinación «verbo + participio» constituiría un esquema sintáctico formado por dos verbos, por tanto una construcción perifrástica. Así, los participios presionado y traducido no tienen entrada en los diccionarios. Esta ausencia se considera correcta, ya que constituyen formas no personales de los verbos presionar y traducir. Sin ser formas adjetivales, esas voces se admiten en expresiones como verse presionado o estar traducido. El primero de estos dos participios acepta a la vez el adverbio muy (propiedad adjetival) y un complemento agente (propiedad verbal), como en muy presionado por los problemas. Se analizan estas dos propiedades en los § 27.10 y 27.11. Otros participios no se aceptan, por el contrario, en tales esquemas, como se verá en esta misma sección. A ello se añade que el significado de algunos de los verbos que admiten complementos predicativos en las construcciones atributivas (Tengo el auto sin lavar) no parece ser exactamente el mismo que el que reciben en los esquemas perifrásticos correspondientes (Te tengo dicho que no salgas más con él). A este tipo de razonamiento se opone otras veces el argumento de que los esquemas predicativos están restringidos en general por informaciones de carácter aspectual. Ese tipo de informaciones se reconocen en los adjetivos (estar contento), los grupos preposicionales (estar bajo la mesa), los adverbiales (estar lejos de la ciudad), los participios (estar presionado) y tal vez en otras categorías. En cuanto que existen adjetivos, adverbios, grupos preposicionales y participios que se excluyen de estas construcciones, los rasgos que las legitimen —de carácter aspectual en buena medida, como se ha señalado— habrán de ser transcategoriales.

28.16c Como se ha explicado, algunos autores descartan de los esquemas perifrásticos un gran número de combinaciones del tipo «auxiliar + participio» con el argumento de que los participios pueden sustituirse por adjetivos. Puede aducirse, por ejemplo, que las expresiones tener {embobado ~ embelesado ~ cautivado} a alguien no son perifrásticas, ya que las formas subrayadas alternan con adjetivos: tener a alguien {perplejo ~ boquiabierto}. Pero, como se ha explicado, las categorías de participio y de adjetivo no son exactamente equivalentes. En lugar de entender que las expresiones subrayadas en este mismo párrafo son adjetivos y que es defecto del diccionario el no dar cabida a ninguna de las tres como entradas, cabría pensar que esta ausencia es legítima porque se trata de participios, y que los esquemas perifrásticos admiten cierto tipo de participios en función de criterios semánticos restrictivos. Se analizan otros aspectos de la polémica en los § 27.10 y 27.11. Aunque el concepto de ‘perífrasis de participio’ es, como se ve, controvertido, se mantendrá en esta obra de manera restringida, fundamentalmente para los auxiliares estar, tener y llevar. Añaden otros autores a la relación de perífrasis de participio las construidas con otros verbos:

encontrarse (encontrarse perdido), hallarse (hallarse vigilado), ir (ir preparado), quedar(se) (quedar fijada la fecha), resultar (resultar elegido), salir (salir perjudicado), venir (venir envuelto), verse (verse obligado).

Resulta, en cambio, mucho más difícil en estos casos deslindar los usos perifrásticos de los atributivos. Se ha optado, pues, por analizar tales construcciones en los § 38.1-5, correspondientes a los atributos, en lugar de hacerlo en este capítulo.

28.16d La perífrasis «estar + participio» tiene un uso mucho más amplio que otras aceptadas por esta forma no personal del verbo. Se forma con participios que designan el estado resultante de una acción o un proceso. Así, en Las puertas están cerradas, se entiende que se encuentran en ese estado porque han sido cerradas previamente, y en La enmienda está aceptada se entiende que la enmienda ha pasado el proceso de aceptación. De hecho, puede establecerse en muchos casos la correspondencia entre el tiempo compuesto de la pasiva con ser (Las puertas han sido cerradas; La enmienda ha sido aceptada) y la construcción con estar (Las puertas están cerradas; La enmienda está aceptada). La misma relación puede extenderse a los siguientes ejemplos, en los que «estar + participio» se construye con verbos transitivos que expresan procesos de realización o consecución (§ 23.3), es decir, procesos en los que se expresa duración y que a la vez poseen término:

Se afligía porque no estaban planchadas las camisas de D. Benigno (Galdós, Episodios); Cuando llega el coche fúnebre las disposiciones están tomadas (Cortázar, Cronopios); Ha tenido una recaída muy fuerte y está hospitalizado, quizá para un poco de tiempo (Marías, J., Mortal); La carta, que ya está terminada, dice así: “Querida madre […]” (Cela, Colmena); La iniciativa está registrada a mi nombre en la UNESCO con fecha julio de 1953 (Walsh, Oficios); El americano llevaba una pistola Magnum con silenciador, pero, si todo salía como estaba planeado, no tendría que usarla (Allende, Reino); La barca siguió inmóvil en el centro del lago, como si estuviera abandonada (Blasco Ibáñez, Cañas); Pero ¡yo estaba vacunado contra el tifus! (Barea, Forja); Los profesores estaban clasificados en dos grupos (Millás, Visión).

Algunos gramáticos entienden, por esta razón, que la perífrasis se asimila al grupo de las llamadas fasales o de fase (recuérdense los § 28.10 y 28.11), en cuanto que el estado resultante de una acción puede constituir una de las fases que la caracterizan. Sin embargo, no todos los verbos transitivos que pueden formar pasivas con ser admiten perífrasis con estar. Las aceptan, además, muchos intransitivos, como se explicará en los apartados siguientes.

28.16e Admiten «estar + participio», casi siempre con complemento encabezado por de o por, varios verbos que expresan estados locativos, como rodear, circundar, preceder, seguir, encabezar, coronar (La ciudad estaba rodeada de murallas; El libro está encabezado por un prólogo; La cima está coronada por una cruz), así como otros que denotan rasgos relativos a las propiedades constitutivas de las personas o las cosas: estar {compuesto ~ constituido ~ formado ~ vertebrado} por…; su origen o su razón de ser: estar {causado ~ determinado ~ influido ~ motivado ~ ocasionado ~ originado ~ provocado ~ sugerido} por…; o la forma en que se muestran: estar {adornado ~ cubierto ~ habitado ~ ocupado ~ presentado}. Repárese en que no se interpretan como verbos de acción los que aparecen en oraciones como Un friso adorna la portada; Una colcha cubría la cama o Tres dormitorios ocupan la tercera planta. Sobre el rechazo del pretérito perfecto simple en estos contextos, véase el § 23.3x.

28.16f Varios verbos transitivos que expresan estados o actividades no delimitadas admiten «estar + participio» cuando se usan en alguna acepción que se asocia con un proceso delimitado. No se aplica «estar + participio» a mirar el paisaje o a ver pasear a alguien, pero sí a mirar bien un asunto (‘considerarlo, juzgarlo’) o a ver un expediente (‘examinarlo’), como en Los expedientes de este montón ya están vistos. Cuando sacar se asocia con obtener (La cita está sacada de Ortega y Gasset) resulta más natural que cuando significa ‘mover fuera’ (Esta silla está sacada del dormitorio). En general, el hecho de concebir un proceso delimitado como parte de una serie de estadios o episodios sujetos a alguna ordenación favorece el uso de «estar + participio». Lo hace también el que el hablante asocie esos procesos con tareas que han de ser superadas:

Lo hojea mientras tanto y comprueba que ya está leído y subrayado y anotado (Salvador Caja, Eje); La deuda está pagada, y hasta con intereses (Benet, Saúl); Todas las guarniciones están avisadas, pero con la consigna de no actuar hasta nueva orden (Buero, Soñador); La obra de la catedral está visitada, por mandato del virrey, por alarifes y maestros muy sabios (Zavala, S., Nueva España).

No aceptan, en cambio, estar los verbos transitivos cuando expresan ellos mismos resultados de algún proceso previo: El fugitivo {fue ~ *estuvo} encontrado por la policía en pocos días. Rechazan asimismo la perífrasis los verbos transitivos que denotan estados afectivos o emocionales de cierta duración (amar, odiar, detestar, intentar), en cuanto que se entiende que esos procesos carecen de resultado, a pesar de que los verbos que los designan son transitivos.

28.16g No conllevan un estado resultante los verbos transitivos que expresan actividades, en el sentido de acciones no delimitadas (§ 23.3f). Se obtienen así contrastes como los siguientes: La lluvia {era ~ *estaba} esperada por toda la población; El autobús {fue ~ *estuvo} empujado por todos los viajeros. Aun así, admiten la perífrasis algunos verbos que cabe incluir en este grupo porque algunos de sus sentidos pueden asociarse ocasionalmente con un límite, como sucede con usar (La misma expresión está usada en la línea anterior), y también acompañar, asistir, ayudar y otros verbos semejantes:

Que contigo o con el cordón o con entramos quisiera yo estar acompañado esta noche luenga y oscura (Rojas, Celestina); Y está asistido por poderes del Señor. ¿Cómo, si no, haría los milagros que hace? (Núñez Alonso, Lazo); Los funcionarios del Estado estarán ayudados en su labor por los policías locales (Mundo [Esp.] 4/5/1994).

El participio usado se emplea también como adjetivo en su interpretación de ‘gastado’, como en Sus ropas estaban usadas y sucias (García Márquez, Noticia).

28.16h Admiten «estar + participio» los verbos transitivos, muy numerosos, que expresan creación, destrucción o modificación de algo:

estar {adecentado ~ alterado ~ cambiado ~ construido ~ derribado ~ destruido ~ fabricado ~ levantado ~ modificado ~ proyectado ~ rebajado ~ reformado ~ trazado}.

Aceptan asimismo estar (en construcción perifrástica para unos autores, y atributiva para otros) muchos de los participios que denotan movimiento físico o figurado aplicado a personas o cosas, como en La idea está llevada a sus últimas consecuencias; Esta mercancía está traída (pero no transportada) desde Buenos Aires. Es importante tener presente que con «estar + participio» se crea sintácticamente una propiedad a partir del efecto causado por un proceso en algún ser. Si se dice La propuesta fue admitida a trámite (oración pasiva) se describe un suceso en el que interviene como paciente cierta propuesta. Si se dice, en cambio, La propuesta estuvo admitida a trámite se describe una propiedad que tuvo la propuesta que se menciona y que ha dejado de tener, acaso porque fue retirada, excluida o desestimada. Las dos oraciones no son, por tanto, equivalentes.

28.16i No es sencillo determinar cómo se obtiene el estado resultante al que se alude en los apartados anteriores en el caso de los verbos transitivos que corresponden a otros grupos semánticos, sobre todo si los efectos de los que se habla son inmateriales. Admiten, por ejemplo, «estar + participio» los verbos transitivos que expresan enjuiciamiento o evaluación de algo o de alguien, como estar {aceptado ~ acordado ~ aprobado ~ cancelado ~ descartado ~ encausado ~ permitido ~ prohibido ~ tasado}; exposición, análisis o comunicación, como estar {analizado ~ comunicado ~ estudiado ~ expuesto ~ dicho ~ narrado ~ presentado}, y también los que denotan control, protección, coerción y otras formas de acción reguladora o impositiva: estar {amenazado ~ atacado ~ controlado ~ detenido ~ forzado ~ gobernado ~ maniatado ~ obligado ~ presionado ~ protegido ~ regido ~ regulado ~ revisado ~ supervisado ~ tripulado ~ vigilado}. Aceptan asimismo la perífrasis los que denotan las acciones opuestas a estas: estar {disculpado ~ exonerado ~ liberado ~ perdonado}. Aun así, no lo hacen todos los verbos que expresan acciones cuyos efectos (psicológicos, sociales o de otro tipo) sobre las personas puedan considerarse objetivos: *Estoy estafado por una inmobiliaria sin escrúpulos; *Estaremos beneficiados por una considerable rebaja fiscal. Es relevante también el hecho de que con el verbo transitivo puedan crearse actos verbales (§ 42.2), lo que explica contrastes como {Fui ~ Estuve} advertido y {Fui ~ *Estuve} insultado.

28.16j La mayor parte de los verbos intransitivos que admiten «estar + participio» expresan cambios de estado. Si alguien se pierde, puede decirse que está perdido; si una herida se infecta, pasa a estar infectada; si una prenda se mancha, pasa a estar manchada, y si alguien se muere, se obtiene como resultado el estar muerto. Aceptan esta pauta un gran número de verbos intransitivos pronominales que expresan asimismo cambios de estado. Se dice, en efecto, estar {acostumbrado ~ adormecido ~ alborotado ~ averiado ~ escondido (de esconderse) ~ refugiado}, entre otros muchos. Constituyen grupos homogéneos los verbos pronominales que expresan procesos o estados asociados con posiciones físicas: estar {acostado ~ agachado ~ encogido ~ levantado ~ parado ~ situado ~ tumbado ~ ubicado}, a veces interpretadas figuradamente: estar {apoyado ~ basado ~ fundamentado ~ sustentado}. Forman un grupo muy numeroso los participios de los verbos pronominales que expresan reacciones emocionales: estar {angustiado ~ arrepentido ~ avergonzado ~ enojado ~ entristecido ~ impresionado ~ indignado ~ preocupado ~ sorprendido (de sorprenderse) ~ trastornado ~ turbado}. Aun así, en algunos de estos casos surgen los problemas de delimitación entre los usos adjetivales y los participiales a los que se aludió en las páginas precedentes. Véanse también los § 27.10 y 27.11.

28.16k Se observan algunas irregularidades en la aceptación de la perífrasis por parte de los verbos intransitivos no pronominales que expresan cambio de estado. Se admite estar {crecido (de crecer) ~ decaído ~ encogido ~ menguado ~ muerto ~ rejuvenecido}, pero la existencia de adjetivos que expresan esos mismos estados tiende a bloquear otros: *estar adelgazado (cf. delgado); *estar madurado (cf. maduro); etc. Se asocian con los verbos transitivos aumentar, disminuir, engordar y otros semejantes los participios que se admiten en estar {aumentado ~ disminuido ~ engordado}: La visión está aumentada en un trescientos por ciento; El ganado está criado y engordado con los mejores piensos. Otros, en cambio, se pueden asociar con la variante transitiva o con la intransitiva de sus respectivos verbos: estar {vinculado (vincularse o ser vinculado) ~ relacionado (relacionarse o ser relacionado) ~ cambiado (cambiarse o ser cambiado) ~ detenido (detenerse o ser detenido, tanto en el sentido de ‘parar’ como en el de ‘arrestar’)}.

28.16l Se recordó en los apartados precedentes que algunos autores han negado que exista la perífrasis «tener + participio» porque los participios alternan en ella con los adjetivos. No obstante, aunque se dan casos de difícil delimitación, parece, en principio, posible separar las oraciones en las que tener se construye con complemento predicativo del objeto directo (Tengo las manos mojadas) de la perífrasis «tener + participio» (Tengo apalabrada la venta del local). Si se consideran estas últimas, pueden distinguirse dos variantes de la perífrasis «tener + participio». En la primera, restringida a ámbitos dialectales, no se obtiene la concordancia de género y número que se mencionó en el § 28.16a. En el español popular hablado en Asturias y otras áreas del occidente peninsular español se emplean expresiones como Hoy no tengo visto a la moza en todo el día o Tiene perdido la cabeza. Usos muy similares a estos, en los que tener se acerca a los auxiliares de los tiempos compuestos, se han registrado ocasionalmente en el español popular yucateco: Tengo hecho algunas cosas. En la segunda variante de la perífrasis, común al español general, la concordancia es siempre forzosa (Tienes abierta la puerta; Tenía controlados a todos sus compañeros). Las restricciones léxicas a las que está sujeta esta segunda variante son también mayores, como se explicará resumidamente en los apartados siguientes. Por otra parte, en la primera variante (muy restringida en su distribución geográfica, como se ha explicado, y similar a la pauta sintáctica característica del portugués), «tener + participio» se admite en los verbos intransitivos (No tengo ido al mercado; Estos días tengo dormido poco), mientras que en la segunda solo se aceptan los transitivos. Así, mientras que el verbo hablar corresponde a la primera variante en Tenemos hablado largamente sobre ello, pertenece a la segunda en Un asunto que tenemos ya muy hablado. El verbo platicar, común en México y Centroamérica, admite este mismo uso: Porque es, según como los tengo platicado ya antes [...] (Morales Bermúdez, Obra literaria). La primera variante no ha pasado a los registros formales. En los apartados que siguen se analiza únicamente la segunda.

28.16m La mayor parte de los participios que se combinan con tener en la perífrasis «tener + participio» expresan realizaciones (es decir, procesos con fin natural, recuérdese el § 23.3f). Se distinguen dos usos de esta perífrasis, ambos restringidos a la segunda variante de la que se habló en el apartado anterior: en el primero se expresa la consecución de un evento o el término de un estado de cosas, como en El labriego tenía arado el bancal y relleno de semilla el surco (Blasco Ibáñez, Jinetes); en el segundo, más propio de la lengua conversacional, la acción es frecuentativa, como en Lo tengo recorrido diez o doce veces, o en el siguiente ejemplo, en el que habla un barbero: Trataba bien a la gente que tenía. Ahora, eso sí, con distancia, como era él; pero también generosamente. Yo lo tengo afeitado la mar de veces (Sánchez Ferlosio, Jarama).

28.16n La clase aspectual que forman los predicados de realización (§ 23.3) es útil para delimitar los usos perifrásticos de «tener + participio», ya que el significado de esta construcción comporta la necesidad de alcanzar un término en el evento que se considere. Se comprobó en las secciones anteriores que una parte del significado original del auxiliar como verbo de movimiento (ir, venir, andar, seguir) o de estado (estar) permanece de forma abstracta en las perífrasis verbales. Este factor parece igualmente relevante en el caso de «tener + participio». En efecto, no son del todo equivalentes las oraciones No había acabado la carrera y No tenía acabada la carrera. En ambas está presente el concepto de consecución de un proceso, pero la segunda añade —de forma abstracta— la idea de posesión o su valoración positiva por parte del hablante. Cuando se dice, en el mismo sentido, tener algo {alquilado ~ arrendado ~ prestado}, se mantienen —igualmente de forma abstracta— los conceptos de posesión, persistencia o permanencia de un estado de cosas. Si resulta más natural la expresión tener depositado un documento que tener enviado un documento (ambas construidas con verbos de realización) es, asimismo, porque el participio de la primera puede relacionarse de manera mucho más clara que el de la segunda con las ideas de permanencia, persistencia, mantenimiento o ubicación que se asocian con el significado de tener.

28.16ñ Aunque la interpretación figurada de la noción que expresa el verbo tener solo es aplicable a algunos casos, resulta de utilidad para explicar el hecho de que la perífrasis se dé tan frecuentemente con verbos que expresan nociones asociadas con la posesión o la ubicación de algo, interpretados estos conceptos en sentido recto o bien de modo traslaticio. Destaca entre ellas la noción de contacto:

La lanza, que tenía arrimada a un árbol, era grandísima y gruesa (Cervantes, Quijote II); Quart tenía apoyada una mano sobre el arco de entrada a la cripta (Pérez-Reverte, Piel); El coronel tenía cruzadas las manos sobre el vientre (Vargas Llosa, Ciudad).

Este concepto está asociado a su vez, por extensión, con el de sujeción, que admite usos físicos y figurados:

Yo tengo atada mi alma con mis buenos deseos, que son tan diferentes de los tuyos (Cervantes, Quijote I); Y sin miedo de aburrirle, tardes enteras le tenía amarrado a su brazo (Clarín, Regenta); Lo tuvo agarrado mientras él seguía contestando sus preguntas (García Márquez, Cien años); […] la mandíbula fuerte, como si la tuviera apretada siempre (Marías, J., Mortal); Con aquello no había contado yo: me tenían atrapado (Mendoza, Aventura); Tuve la ilusión de que aquello que tenía aferrado con la mano izquierda le asentaba un recio tirón (Güiraldes, Segundo); Y su mano derecha, que le tenía atenazado el codo, era a la vez suave, vigorosa y cruel (Muñoz Molina, Jinete); Su tía Meca le tenía apresada la cara en sus manos (Vargas Llosa, Fiesta),

y también con los de coerción, control y otras formas de acción impositiva:

Ataúlfo llegó a dominarme por el terror, me tenía acobardada (Navarro Villoslada, Urraca); Le perdí el cariño al gato que todo el tiempo me tenía asustada (Castro, J., Aguas); Porque los tengo amenazados, sabe, con unos árboles grandotes que hay en la escuela, y si me repiten, pues los llevo y les hago cortar los árboles (Walsh, Oficios); […] esa dolorosa mezcla de resentimiento y desesperada compasión que me ha tenido ahogada durante años (Etxebarria, Beatriz); Somoza estaba hecho un energúmeno, a la gente la tenía acojonada y allí no se atrevía nadie a levantar la vista (Cela, San Camilo); Bernabé y yo, desde hace un tiempo, lo tenemos controlado (Díez, Fantasmas).

Cabe pensar, prosiguiendo en esta misma dirección, que el hecho de que muchos participios que la perífrasis admite con naturalidad expresen estados de sorpresa o desconcierto está relacionado con el uso metafórico de la idea de aprisionamiento tener a alguien {admirado ~ cautivado ~ embelesado ~ embobado ~ sorprendido}. Esta relación se pone de manifiesto en uno de los sentidos del verbo tener: tener a alguien puede significar, en efecto, ‘tenerlo cautivo’, de forma similar a como tener el balón (¡Ya lo tengo!) se interpreta como ‘tenerlo sujeto’ o ‘tenerlo alguien en su poder’.

28.16o Se usa muy frecuentemente «tener + participio» con los complementos cuantitativos de verbos que expresan la idea de juntar cosas o personas, a veces asociando esas nociones con las de cuidado o conservación de algo (tener {almacenado ~ amontonado ~ archivado ~ atesorado ~ guardado ~ juntado}…): tener reunida a la familia; tener acumulado mucho poder; tener ahorrados unos miles de pesos. En general, los verbos que expresan diversas formas de mantener o conservar algo admiten sin dificultad la perífrasis: tener algo {anotado ~ aprendido ~ apuntado ~ copiado ~ memorizado ~ recogido ~ recopilado ~ reseñado}. Lo hacen igualmente los que se refieren a los resultados, tangibles o no, de pactos o acuerdos: tener algo {acordado ~ apalabrado ~ concertado ~ contratado ~ reservado}. Resulta ilustrativo comprobar que el participio del verbo dar no se suele construir con tener si lo dado hace referencia a objetos físicos o seres materiales. La construcción es, sin embargo, frecuente (sobre todo en la lengua clásica, pero también en la moderna) si lo que se da pone de manifiesto la existencia de obligaciones, garantías o compromisos:

[…] aquella suspensión, que tan derechamente iba contra la palabra que tenía dada a Ricaredo (Cervantes, Española); Comía los viernes y cuaresma, con licencia de los médicos, que se la tenían dada por sus indisposiciones (Medina, Chile); ¿Dónde diantres se tendrán dada cita con Satanás, que todos acuden a mi barca, teniendo tan cerca el puente? (Bécquer, Leyendas); Cuando Ana consultó con el Magistral en casa de doña Petronila, ya tenía dado su consentimiento (Clarín, Regenta); […] entrar con la noticia de que quedaba desempeñada su comisión con el mismo celo de que tantas pruebas tenía dadas (Larra, Doncel).

Las excepciones son muy raras en los textos modernos y poco frecuentes en los clásicos: Se ha de tener dado a Dios en el ánimo todo lo que el hombre posee (Quevedo, Poesías).

28.16p Junto a los usos descritos en los apartados anteriores, en los que tener mantiene de forma abstracta restos de su significación original, la perífrasis adquiere valores más alejados de la noción de posesión o pertenencia. Se usa «tener + participio» con los verbos decir, pedir, pensar, prohibir, prometer, repetir y otros similares. Estos verbos admiten complementos oracionales (además de nominales) y expresan actitudes proposicionales que hacen referencia a acciones delimitadas temporalmente. La perífrasis suele expresar en estos casos reiteración o insistencia en relación con lo que se dice o se hace, como en Te lo tengo dicho; Le teníamos prohibido bañarse en la pileta, o en el texto siguiente: Ya tengo declarado que no tuve parte en las muertes que se refieren (Villanueva, Ezequiel Zamora). Otras veces alude más bien a la consideración detenida de algo o la maduración de ideas o pensamientos: Pero ya su padre tenía pensado que yo le hacía falta (Sampedro, Sonrisa). Suelen rechazar la perífrasis los verbos de este grupo que no denotan nociones delimitadas (*Tengo creído que están equivocados), lo que se deduce de la tendencia general a no admitir la perífrasis que muestran los verbos que expresan estados o acciones sin límite natural (*Te tenemos esperado mucho tiempo). Aun así, se documentan algunas excepciones, como Te lo tienes merecido.

28.16q Se distinguen principalmente dos usos en la perífrasis «llevar + participio». En el primero de ellos se requieren, como en «llevar + gerundio», complementos nominales cuantitativos que permiten establecer un cómputo medido hasta el momento del habla o el punto de referencia que se obtiene de la flexión verbal de tiempo. El participio corresponde a los verbos que denotan realizaciones (§ 23.3), en el sentido de eventos delimitados. La naturaleza del cómputo estará en función del grupo nominal cuantitativo: puede ser temporal, como en La tienda llevaba cerrada dos semanas o en Al cabo de unos minutos ya no supe cuánto tiempo llevaba extraviado en el túnel (Muñoz Molina, Beltenebros). Puede ser también espacial, como en Llevo recorridos cinco kilómetros o en Llevaba andado en aquel salón camino suficiente para llegar a la luna (Clarín, Regenta), pero también puede establecerse en función de otras magnitudes:

Los libros, ¡bah! Cinco llevaba publicados, ¿y qué? Nada. Ni sombra de nada (Alberti, Arboleda); Cebó las arañas con lombrices y los reteles con tasajo, y al caer el sol llevaba embuchadas cinco docenas (Delibes, Ratas); Habría de expresarse las víctimas que lleva inmoladas en su secular dominación (Sawa, Iluminaciones); ¿O es que vas a devolver lo que llevas cobrado, incluida la renta del piso…? (Díez, Fantasmas).

No es de extrañar, en consecuencia, que resulten particularmente frecuentes en esta construcción los verbos que expresan acciones relativas al cómputo de cantidades: llevar {acumulado ~ contabilizado ~ reunido ~ sumado}. Como en el caso de «tener + participio», se registran usos no concordados de la perífrasis: Pero lo cierto es que Brasil ya lleva gastado unos seis mil millones de dólares (Clarín 17/10/2008). Se recomienda, sin embargo, la variante concordada: lleva gastados.

28.16r El segundo uso de la perífrasis está más cerca del predicativo. Se emplea llevar con participios de verbos transitivos o pronominales que expresan contacto o vinculación, como asociado (El tema lleva asociada cierta complejidad), emparejado, unido o aparejado: Le asaltaban de golpe todas las preocupaciones que lleva aparejadas el dinero (Mendoza, Ciudad). Se reconoce generalmente que a este uso se llega por extensión metafórica del significado original de llevar: llevar atada una cadena al cuello. El sentido general de contacto se extiende a los verbos que expresan la forma en que se presentan los componentes integrantes de algo: llevar {adosado ~ incorporado ~ integrado ~ metido}, como en Las tarjetas de crédito llevan incorporado un chip electrónico. Aun así, debe señalarse que no existe acuerdo en que este uso sea perifrástico, en cuanto que se obtiene también sin participios (llevar encima, llevar dentro, etc.) y alterna con adjetivos (llevar sujeta una estampa). Véase el § 38.7s.

28.16s Cabe destacar algunos puntos entre los que se han examinado en las páginas precedentes. Como se ha explicado, los límites entre los esquemas perifrásticos y los atributivos en las construcciones de participio (y en algunas de gerundio) constituyen todavía hoy una cuestión polémica no dilucidada. Gana hoy adeptos la línea de análisis que intenta reducir a las construcciones atributivas los esquemas perifrásticos mencionados. Por un lado, las restricciones de orden aspectual (incluyendo el modo de acción en la categoría de aspecto) son habituales en las construcciones predicativas; por otro, se observan notables diferencias en la aceptación o el rechazo de las pautas características de las perífrasis verbales (§ 28.3 y 28.4), así como en el grado de independencia sintáctica que muestran sus componentes (§ 28.5). Estas notables divergencias entre esquemas perifrásticos se suelen interpretar como consecuencia de la variación que se reconoce generalmente en los procesos de gramaticalización. A todo ello cabe añadir que, como se ha recordado, las perífrasis pertenecen al grupo de los llamados predicados complejos, junto con los tiempos compuestos, los grupos verbales de las oraciones pasivas (y algunos otros que contienen complementos predicativos), las construcciones de verbo de apoyo, las locuciones verbales, ciertas colocaciones y algunos complementos de infinitivo que no forman perífrasis. Es de esperar que el análisis que se haga de los elementos constitutivos de los predicados complejos se articule en futuras investigaciones a partir de distinciones y de generalizaciones igualmente válidas para otras construcciones predicativas, lo que por el momento solo se ha conseguido parcialmente.

 

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