Sintaxis

27 El verbo (V). Las formas no personales: el gerundio y el participio

27.3 El sujeto del gerundio. Sujetos expresos y sujetos tácitos

27.3a El gerundio verbal coincide con el infinitivo en que puede construirse con sujeto expreso o con sujeto tácito. El primero, siempre pospuesto con las escasas excepciones que se mencionan en los § 27.3h, j, l, es más frecuente en el gerundio externo (Estando él satisfecho, le importaba poco cómo estuvieran los demás), pero se admite también en algunos gerundios adjuntos, como en Todas esas cosas ocurrieron siendo yo estudiante o en Eso solo se arregla hablando con ella. Como se observó en la sección anterior, se supone en el análisis sintáctico que los gerundios poseen muchas veces sujetos tácitos. En estos casos se interpreta que la acción, el estado o el proceso del que se habla se atribuye a alguna entidad por lo común mencionada en la oración principal, como en Teniendo tantas páginas, el libro va a resultar muy caro, donde el sujeto tácito de teniendo se refiere a el libro. Nótese que podría haberse dicho igualmente Teniendo el libro tantas páginas, va a resultar muy caro. En esta última oración es el verbo principal el que aparece con sujeto tácito, de forma que su referencia se recupera de la oración de gerundio, que lo muestra expreso. Así pues, el sujeto del gerundio puede ser un segmento nominal u oracional explícito, pero también un elemento pronominal sobrentendido, cuya referencia se obtiene casi siempre de la oración principal.

27.3b Como en el caso del infinitivo (§ 26.8b, k), el sujeto tácito se puede presentar mediante el símbolo Ø, como en Laura no conseguirá nada quejándose Ø, donde se marca con subrayado la relación de correferencia. Este análisis permite entender que la persona que se queja es Laura, sin que ello obligue a afirmar que el sustantivo Laura es el sujeto de la oración subordinada. Cuando los gerundios externos o absolutos están antepuestos a la oración principal, los sujetos tácitos se interpretan como los pronombres de las construcciones catafóricas (§ 16.6d). Así pues, si una oración comienza con Aun teniendo toda la información…, no será posible saber a qué individuo ha de atribuirse ese contenido hasta que se introduzca en la oración principal el director adjunto dudaba con frecuencia al tomar sus decisiones.

27.3c Se ha observado que uno de los factores que inducen el sujeto expreso del gerundio es la ausencia de agente explícito en la oración principal, como sucede en las pasivas reflejas y en las impersonales con se. Contrastan marcadamente El asunto se solucionaría presentando usted su candidatura y *Yo solucionaría el asunto presentando usted su candidatura. Estos contrastes ponen de manifiesto cierta tendencia a que se mantenga en la oración de gerundio posverbal el agente que se ha introducido en la oración principal, de manera que tiende a rechazarse un nuevo argumento diferente de él. Resulta por ello forzado el sujeto expreso del gerundio en oraciones como El Gobierno obtuvo un brillante resultado negociando su embajador cada punto del tratado, y otras muchas similares.

27.3d Como se ha visto, son relativamente infrecuentes los sujetos expresos con los gerundios adjuntos si el predicado de la oración principal presenta su propio sujeto. Aun así, estas oraciones tienen a veces sujetos expresos, en especial si reciben interpretación contrastiva, como en Ella dice que el asunto se arreglaría yendo yo a ver al jefe (es decir, ‘no otro’), donde el sujeto expreso del gerundio subordinado no coincide con el del verbo principal. Tampoco lo hace en […] letras que ella hacía llevándole él la mano (Gallegos, Bárbara). La coincidencia de rasgos es parcial en Intentémoslo poniéndote arriba (Leguina, Nombre). En esta oración, el sujeto del verbo principal es un pronombre tácito de primera persona del plural, de forma que el sujeto subrayado comparte con él los rasgos de persona, (tú y yo frente a ), pero no los de número. Debe señalarse, no obstante, que es tradicionalmente polémica la cuestión de si en sentido estricto son o no sujetos de los gerundios los pronombres enfáticos que los siguen. Se expone más detalladamente esta cuestión en el apartado siguiente.

27.3e En los § 26.7m-ñ se explica que los infinitivos admiten ciertos pronombres pospuestos que se suelen analizar como complementos predicativos en lugar de como sujetos, como en Beatriz deseaba hacerlo ella (es decir, ‘ella misma’ o ‘ella sola’). Los gerundios aceptan pronombres enfáticos en construcciones similares:

Finalmente el poeta imita narrando él solo y hablando siempre él mismo, ya en favor de la virtud, ya en menosprecio del vicio (Luzán, Poética); ¿Hacerlo sufrir costara lo que costara, aunque sea convirtiéndose él mismo en basura? (Vargas Llosa, Conversación).

Reducida a lo esencial, la polémica se plantea en estos términos: unos gramáticos entienden que él mismo es el sujeto de convirtiéndose en el ejemplo de Vargas Llosa que se acaba de citar. Otros consideran, por el contrario, que él mismo es un complemento predicativo del sujeto tácito del gerundio, como se acepta generalmente para el infinitivo en Beatriz deseaba Ø hacerlo ella misma. Repárese en que, en oraciones (sin gerundios ni infinitivos) como La bebita se tomó ella sola toda la papilla, el pronombre subrayado (que podría omitirse) forma un segmento con el adjetivo que lo sigue, de manera que ambos constituyen conjuntamente un complemento predicativo del sujeto la bebita. Es probable que este análisis se pueda extender a los textos de Luzán y Vargas Llosa que se acaban de citar, pero —como se ha señalado— no todos los gramáticos lo aceptan.

27.3f Se adelantó en el § 27.3a que la mayor parte de los gerundios con sujeto expreso son externos o absolutos. El sujeto expreso que se introduce suele ser retomado en la oración principal (Teniendo el libro tantas páginas, no va a ser fácil leerlo), pero no sucede así, necesariamente, en oraciones como Permitiéndolo Dios, mañana emprenderemos el viaje, en Saliendo ayer Elena de su casa, tuvo lugar un terrible atropello o en Faltándome , me siento frágil hasta en mi trabajo (Poniatowska, Diego). En general, cuando el sujeto del gerundio externo coincide con el del verbo principal, se percibe una marcada tendencia a que solo se manifieste en una de las dos oraciones. Como en otras muchas ilustraciones de la relación «tópico–comentario» (§ 40.1d), suele reconocerse casi siempre alguna conexión discursiva entre ambas, incluso si la sintaxis no la revela de forma expresa.

27.3g La conexión discursiva a la que se hace referencia en el apartado anterior puede hacerse patente de diversos modos. Nótese que los vecinos es el sujeto paciente del gerundio en No habiendo sido convocados los vecinos con la antelación suficiente, los acuerdos tomados no son válidos. El agente del participio tomados no está expreso, pero la estructura sintáctica permite suponer que es el grupo nominal los vecinos el que proporciona su referencia. La conclusión podría ser errónea (… tomados por el Ayuntamiento), ya que en las relaciones predicativas que se establecen en estas estructuras interviene un proceso de cálculo cuyos resultados no se garantizan siempre con recursos sintácticos. Se retoma este punto en el § 40.3t. En el mismo sentido, el sujeto expreso del gerundio no coincide exactamente con el de la oración principal en el siguiente ejemplo de Cervantes: Subió don Quijote sin replicarle más palabra, y guiando Sancho sobre su asno, se entraron por una parte de Sierra Morena (Cervantes, Quijote I). El plural al que se refiere se entraron lo forman Sancho, sujeto expreso del gerundio, y don Quijote, sujeto de otra oración. Existen otras muchas conexiones discursivas similares.

27.3h El sujeto expreso de los gerundios externos o absolutos aparece normalmente pospuesto, como se comprobó en los apartados precedentes. Estos gerundios con sujeto expreso son muy a menudo compuestos. Los casos en los que el sujeto aparece interpolado (Habiendo yo advertido que…), es decir, insertado entre auxiliar y participio, eran mucho más frecuentes en la lengua antigua. Estas construcciones aparecen en la prosa de los tres últimos siglos. Se han ido perdiendo de manera gradual y son ya relativamente infrecuentes en el español escrito contemporáneo, en el que son sustituidas por las que muestran el sujeto tras el participio (Habiendo advertido yo que…). La primera construcción se ejemplifica en los textos siguientes:

No se descubrió esto hasta un día que, habiendo don Lorenzo sacado una pieza entera de tabí parecióle a Trapaza hacer una sangría a este presente (Castillo Solórzano, Trapaza); ¿No me dirás qué será la causa que habiendo Fermín entrado en galera robusto, gordo y fuerte […], tanto se desmedra más, cuanto yo más lo acaricio? (Alemán, Guzmán I); ¿Conque tú por qué no me has de conocer no habiendo yo mudado de traje? (Fernández Lizardi, Periquillo); Habiendo Nuño salido a registrar el campo, vio subir la colina al Velludo, negro de humo, medio chamuscadas las barbas y el saco de cuero quemado (Espronceda, Sancho Saldaña).

27.3i La segunda de las opciones introducidas en el apartado anterior se documenta también en la prosa clásica, como en Y habiendo aplacado Sancho a su mujer, se pusieron en camino del Toboso (Cervantes, Quijote II), y es la que se elige preferentemente en la lengua actual, como se comprueba en los ejemplos que siguen:

Dio motivo a nuevas efusiones de sentimiento y dolor por su cruenta partida, habiendo prorrumpido muchas mujeres en inconsolable llanto (Vargas Llosa, Pantaleón); Habiendo ardido Santa María de la Plata la noche anterior, era un verdadero milagro que hubiesen respetado la procesión (Torrente Ballester, Gozos); Por otra parte, habiendo sido Prisciliano un teólogo […] apenas conocíamos su doctrina (Menéndez Pelayo, Heterodoxos).

27.3j Se piensa generalmente que la alternancia entre las dos opciones que se acaban de mostrar es posible como resultado de un proceso variable de reestructuración o reanálisis. En la segunda variante, «haber + participio» se analiza como un solo núcleo verbal al que se pospone el sujeto, pero en la primera se fragmenta como las perífrasis verbales, de forma que el sujeto puede intercalarse entre los dos componentes. Las perífrasis dan lugar, de hecho, a contrastes similares. Las dos opciones se ilustran a continuación:

A lo vltimo estando comiendo los onze, se les apareció, y reprehendió la dureza de su coraçon; porque no creyeron a los que le avian visto resucitado (Quevedo, Política); Y estando yo convenciendo a la Josefona de que bien podía prestarme sin menoscabo de su erario los doscientos reales, oímos el bullicio (Galdós, Episodios).

En los § 23.1h-l y 28.5 también se analizan las analogías y las diferencias que existen entre los tiempos compuestos y las perífrasis verbales.

27.3k Resultan inusitadas en la lengua actual las construcciones formadas con gerundios compuestos en las que no solo se interpola el sujeto entre auxiliar y participio, sino también otros complementos del verbo, sean directos, indirectos o circunstanciales, como sucede en los textos siguientes:

Habiendo el duque una y muy muchas veces advertido a su lacayo Tosilos cómo se había de avenir con don Quijote para vencerle sin matarle ni herirle, ordenó que se quitasen los hierros a las lanzas (Cervantes, Quijote II); A la ermita de Silerio con las hermosas hermanas Nísida y Blanca se encaminaron, habiendo primero ellos y ellas despedídose del venerable Aurelio (Cervantes, Galatea); Y como quiera que aquesto se entienda, habiendo con ello Sofar dado principio a su plática, entra en la disputa luego (León, Job); Aviendo David a tan alto valimiento, y tan preferida privança llegado con Saul […] (Quevedo, Política); Y, habiendo Sancho lo mejor que pudo acomodado a Rocinante y a su jumento, se fue tras el olor que despedían de sí ciertos tasajos de cabra (Cervantes, Quijote I).

Los incisos interpuestos entre auxiliar y participio introducen una ruptura aún mayor en el gerundio compuesto. Se trata de un artificio literario documentado ocasionalmente en la prosa clásica, como en Y fue desta suerte: que, habiendo el Uchalí, rey de Argel, atrevido y venturoso cosario, embestido y rendido la capitana de Malta […] acudió la capitana de Juan Andrea a socorrella (Cervantes, Quijote I).

27.3l Los gerundios preposicionales (§ 27.4j-l) aceptan sujetos pospuestos, como en En llegando la ocasión, como ha sucedido hoy, hace cosas tan grandes que al Rey le llaman de tú (Fernán Caballero, Clemencia). Se construyen con sujetos antepuestos los gerundios que aparecen en los pies de foto e ilustraciones (El presidente saludando al embajador: § 27.7b-d, m). Se sitúan en posición preverbal o posverbal los que aparecen en las oraciones exclamativas o interrogativas bimembres, como en ¿Trabajando ustedes a estas horas? ~ ¿Ustedes trabajando a estas horas? Se construyen sin sujeto los gerundios elocutivos o ilocutivos, a los que se hace referencia en el § 27.1m: Resumiendo, …; Concretando, …; Cambiando de tema, …; etc.

27.3m En los primeros apartados de esta sección se explicó que los gerundios admiten, al igual que los infinitivos, sujetos tácitos. Se señaló allí que, en un gran número de contextos, el sujeto del verbo principal proporciona la referencia del sujeto tácito del gerundio. Cuando se dice La muchacha salió de casa dando un portazo, se entiende que la persona que sale es la misma que la que da el portazo. La correferencia de sujetos se obtiene también en Me entretuve ordenando papeles, en El conserje, creyendo que la bolsa estaba vacía, la tiró a la papelera, o en Pensándolo bien, me quedo en casa, así como en otras muchas oraciones en las que se reconoce una estructura similar. El antecedente del sujeto tácito del gerundio es otras veces el complemento indirecto del verbo principal. Esta variante es característica de ciertos verbos de pensamiento y afección psíquica, como en Se le ocurrió la solución paseando; Se te saltaban las lágrimas abrazándola, y de oraciones que contienen dativos éticos o simpatéticos (§ 35.7f-o), como en Nos pasábamos el tiempo hablando de teleologías (Millás, Articuentos). El complemento agente de las pasivas también puede proporcionar el antecedente de ese sujeto, como en una radiación que fue descubierta por Curie investigando otros problemas. La misma relación se obtiene en las impersonales con se, como en Solo se descubrirá al asesino tendiéndole una trampa.

27.3n En el apartado precedente se considera la interpretación del sujeto del gerundio en la oración Se le ocurrió la solución paseando. Si se contrasta esta secuencia con Dio con la solución paseando y con Le explicó la solución paseando, se podrá comprobar que en la segunda se obtiene la correferencia de sujetos que no se da en la primera, aunque se describe en ella un proceso mental casi idéntico. En la tercera se da a entender que los que pasean son los dos interlocutores (cf. … paseando juntos), pero podría también entenderse que el sujeto del gerundio es correferente con el del verbo principal (cf. Le explicó la solución por teléfono paseando por la playa). En la primera de estas dos interpretaciones, el antecedente del sujeto tácito del gerundio se obtiene sumando la referencia del sujeto de explicó y la de su complemento indirecto le. De una forma o de otra, en todos los casos mencionados hasta ahora se recupera la referencia del sujeto tácito del gerundio a partir de la oración principal en la que se inscribe.

27.3ñ El antecedente del sujeto tácito de un gerundio puede obtenerse también de alguna oración situada en el discurso previo, como sucede a menudo en la interpretación de los referentes de los pronombres. Ilustran este esquema sintáctico oraciones como Todo depende de la calidad de las lámparas. Siendo buenas, nunca tiene uno problemas de imagen. Como se comprueba, el sujeto del verbo principal de la última oración es el pronombre uno; sin embargo, el antecedente del sujeto tácito del gerundio siendo no es este pronombre, sino el grupo nominal las lámparas, que se obtiene del discurso inmediatamente anterior.

27.3o Los gerundios poseen otras veces sujetos tácitos de interpretación inespecífica. Estos sujetos no recuperan su contenido del discurso previo, sino que lo dejan indeterminado, como en El niño solamente se dormía cantándole la misma nana tres o cuatro veces. El sujeto no expreso del gerundio cantándole recibe aquí interpretación inespecífica (‘cantándole alguien, uno, cualquiera, etc.’). Se obtienen muy a menudo sujetos tácitos de interpretación inespecífica en los gerundios que aparecen como modificadores en las construcciones del tipo «haber que + infinitivo» (§ 28.4ñ), como en Hay que resolver los problemas abordándolos fríamente; en las pasivas reflejas (Se escurren los macarrones y se sirven espolvoreándolos con queso parmesano); en los gerundios externos de ciertos verbos cuando el predicado principal se construye con sujetos oracionales (Considerando el asunto con más atención, cabe pensar que…); y en otras construcciones similares de naturaleza impersonal. El problema de dilucidar el sujeto de los gerundios no se plantea en los de interpretación predicativa (La encontré llorando). Aun así, es preciso determinar en estos casos cuáles son los participantes de los que se predica el gerundio. Se examinarán estas cuestiones en el § 27.6ñ.

27.3p El comportamiento gramatical de los sujetos tácitos de los gerundios externos o absolutos es paralelo al de los infinitivos en las construcciones adverbiales (§ 26.8). El sujeto tácito del gerundio se recupera en la mayor parte de estas secuencias a partir de la oración a la que modifica el gerundio:

Temiendo que diese con su alegría en los límites de la locura, la incité al reposo (Galdós, Episodios); Siendo muy bella, tan bella, no la amaba (Trigo, Posadas); Sabiendo mis celos, Eloísa comenzó a ponerme azucarados telegramas (Chávez, Batallador).

Coinciden, pues, en el primer ejemplo el que teme y el que incita. El sujeto tácito de siendo en el segundo ejemplo es el antecedente de la, no el del sujeto de amaba. En el tercero, el sujeto tácito de sabiendo es el antecedente de me, por lo que sabiendo podría alternar con sabiendo yo. Otras veces, en cambio, el referente de este sujeto tácito no aparece representado en la oración principal, lo que requiere que el oyente o el lector establezcan inferencias en las que intervienen factores discursivos. Así, en Moviendo tanto el brazo, el tratamiento no va a surtir ningún efecto cabe pensar que coinciden el que mueve el brazo y el destinatario de cierto tratamiento. En Conociéndote, es más que una tontería, le advirtió, es todo un disparate (Grandes, Aires) no se expresa tampoco el referente del sujeto tácito del gerundio. En esta oración podría haberse dicho también Conociéndote como te conozco. Sobre esta construcción, véanse los § 27.5l, m.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
oración absoluta, oración de gerundio

 

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