Sintaxis

35 El complemento indirecto

35.1 Introducción. Características del complemento indirecto. Sus clases

35.1a Se llama tradicionalmente complemento indirecto u objeto indirecto la función sintáctica desempeñada por los pronombres átonos de dativo y por los grupos preposicionales encabezados por la preposición a que designan el receptor, el destinatario, el experimentador, el beneficiario y otros participantes en una acción, un proceso o una situación. Con algunas excepciones, que se estudiarán en este capítulo, el grupo preposicional aparece en oraciones en las que, o bien puede ser reemplazado por un pronombre átono de dativo, o bien concurrir con él. La primera opción (sin pronombre dativo) corresponde a estas oraciones:

Jacinto pidió a su esposa que los niños ocuparan la misma habitación (Bain, Dolor); La perfección misma con que el siglo xix ha dado una organización a ciertos órdenes de la vida es origen de que las masas beneficiarias no la consideren como organización (Ortega Gasset, Rebelión); Da a sus amigas de Madrid la receta de una tarta (Rosenblat, Castellano); Tal fue, senado ilustre, la primera herida que mi cuerpo ofrendó a Su Majestad (Sanchis, Retablo).

La segunda, en la que concurren el pronombre dativo y el grupo preposicional, ilustra las llamadas construcciones de doblado (o de duplicación) del pronombre átono, que se analizarán en el § 35.4:

Después tiró al suelo el sombrero, lo pateó, se dio de puñadas en el estómago y vociferaba que yo era peor que un ladrón, pues que le había arrebatado su porvenir a un hombre honrado joven (Meza Suárez, Tío); Al Rey le han gustado las capillas que ha visto (Lázaro Carreter, Crónica); No veo por qué contarle a un extraño nuestras intimidades (Vilalta, Piso); Lo mismo le escribía un romance a la santa Menedora como llenaba papeles con endechas (Argüelles, Letanías); Lo pedí a través de la UNEAC, pero solo podían dárselo a una persona que estuviese casada (Arenas, Antes); A las italianas les encanta el hombre latino (Caras 1/9/1997).

35.1b Como sucede en el caso de otras funciones sintácticas, se dice —por extensión— que esos grupos preposicionales constituyen el complemento indirecto de los verbos sobre los que inciden. También ejercen esa función los pronombres de dativo por los que se reemplazan, como en Me lo dio; No le caen bien; Os importa poco el futuro; Se lo repetía siempre, o Supongo que Alberto los insultó y les pidió que le entregaran a Lupe (Bolaño, Detectives). Es importante tener en cuenta que, cuando concurren ambos, grupo preposicional y pronombre, en una oración, no se entiende que el verbo posea dos complementos indirectos, sino que uno reproduce el otro, o bien que ambos forman un segmento discontinuo (le… a Javier; te… a ti, etc.). Las características de estas expresiones se analizan en los § 16.14 y 35.4.

35.1c La función de complemento indirecto es particularmente controvertida porque, a diferencia de otras, no tiene encaje fácil en la distinción independiente entre argumentos y adjuntos (§ 1.12e, f). Suele aceptarse hoy que las construcciones con pronombres dativos constituyen un caso particular de las llamadas aplicativas. Estas estructuras se registran en lenguas pertenecientes a muy diversas familias y se caracterizan por que integran en el predicado verbal, con marcas morfológicas diversas, un gran número de circunstancias que se presentan, en principio, como externas a él. Cabe decir, en efecto, que el pronombre dativo le que aparece en Le di el regalo representa uno de los tres argumentos del verbo dar, pero repárese en que también son pronombres dativos los subrayados en estos ejemplos:

Me apagó la luz; Todos se le reían; Me extraña que no llame; Le nació un hijo; El niño no me come; Se te han acercado; No se me ponga nerviosa; Les sangra la nariz; Nos cayó encima un chaparrón; No os será fácil; ¿Le pongo azúcar al café?

No todos los pronombres átonos de este grupo de ejemplos constituyen argumentos de los predicados sobre los que inciden. Así, el verbo apagar selecciona dos argumentos (un agente y un paciente). Como aparece construido con tres participantes en el primero de los ejemplos que se mencionan, cabe conjeturar que el dativo constituye un complemento adjunto integrado morfológicamente en el predicado. No es sencillo, sin embargo, determinar con exactitud cuáles de los demás pronombres que aparecen en estos ejemplos son argumentos y cuáles adjuntos. De esta indeterminación deducen algunos gramáticos contemporáneos que los dativos no representan nunca argumentos, sino más bien marcas de diversos adjuntos integrados de forma variable en el predicado. Parece estar más extendida la postura contraria, según la cual puede establecerse la siguiente división de los complementos indirectos, que también se acepta aquí:

Complementos indirectos seleccionados, argumentales o actanciales

Complementos indirectos no seleccionados, no argumentales o no actanciales

35.1d El complemento indirecto a tres jóvenes escritores que aparece en la oración Concedieron un premio literario a tres jóvenes escritores está exigido por la naturaleza semántica del verbo conceder. Sabemos, en efecto, que no tiene sentido conceder algo si la concesión no recae en alguien o en algo. Este complemento argumental designa, como se ve, el destinatario de la acción verbal. También son complementos seleccionados los llamados experimentantes. Estos otros complementos se refieren al individuo que experimenta la noción que el verbo designa, como los pronombres átonos que aparecen en Me gustan las manzanas o Le cuesta caminar. El primero apunta, en efecto, a la persona que experimenta el gusto y el segundo a la que experimenta la dificultad. Se analizarán otros complementos indirectos argumentales en los § 35.5 y 35.6.

35.1e Aunque la distinción entre argumento y adjunto no está presente en las gramáticas tradicionales, se introducen en muchas de ellas varios tipos de dativos caracterizados por desempeñar un papel semántico no central en la predicación: los dativos de interés (también commodi o incommodi: § 35.7b-e) designan el individuo que se ve beneficiado o perjudicado por la acción o el proceso, como en Me buscaron un albergue; los dativos posesivos o simpatéticos35.7f-q) hacen referencia a la persona o la cosa a la que se atribuye algo, muy a menudo en una relación de posesión o de inclusión (A la casa se le mojó el tejado); los dativos éticos35.7r-t) permiten integrar en el verbo un elemento igualmente ajeno a él, pero afectado en alguna medida por la noción que expresa el predicado (No se me ponga nerviosa). Si los complementos de origen (alejarse de alguien) y término (acercarse a alguien) son —como se piensa hoy— argumentales, también habrían de serlo los complementos indirectos que expresan esas nociones: acercársele, alejársele35.6a-g), como en No te me acerques o Se nos alejan las oportunidades. Los dativos simpatéticos se diferencian de los demás en que son compatibles con otras interpretaciones de los complementos indirectos. Así, el pronombre le en Le dolían las muelas designa el que experimenta el dolor (dativo argumental), pero también permite entender que las muelas pertenecen (posesión inalienable) a ese individuo, rasgo característico del dativo simpatético o dativo posesivo. Se retomará esta compatibilidad en los § 35.7h y ss. Existen otras interpretaciones semánticas de los complementos argumentales y no argumentales que se irán analizando a lo largo del presente capítulo.

35.1f Los complementos indirectos están sometidos a diversas condiciones de legitimación. No se agregan, pues, libremente a cualquier predicado, sino que están en función, por un lado, de las propiedades argumentales de este y, por otro, de las diversas condiciones semánticas (a veces aspectuales: § 35.7x) o discursivas que caracterizan el valor semántico de cada tipo de pronombre dativo. Puede observarse, por ejemplo, que la primera de las dos oraciones que siguen resulta más natural que la segunda: Me fallaste ~ Me fracasaste. Para explicar la diferencia, ha de tenerse en cuenta que el verbo fallar introduce un complemento indirecto argumental en una de sus interpretaciones (aproximadamente, ‘no responder a alguien de la forma esperada’). Este argumento puede estar representado por un grupo preposicional, o bien por un pronombre, como en el ejemplo propuesto. En el segundo caso, fracasar solo posee un argumento, que corresponde al sujeto. No obstante, la acción que denota puede perjudicar de manera directa a alguien, de modo que no es imposible interpretar el pronombre me como dativo de interés, especialmente en el español americano: ¿Se acuerda del taller? A los seis meses me fracasó. La competencia (Candelaria, Golpe). Se aplican razonamientos similares a otras muchas construcciones formadas con dativos no argumentales.

35.1g Se han observado otras diferencias entre los complementos indirectos argumentales y los no argumentales. Cuando los primeros se interpretan como destinatarios, suelen admitir los participios, a diferencia de los segundos. Junto a A Luisa le {concedieron ~ pintaron} la casa se obtiene un marcado contraste en la casa {concedida ~ *pintada} a Luisa. Análogamente, junto a secuencias irregulares como *el alojamiento encontrado a los turistas (cf. Encontró alojamiento a los turistas) o *la luz apagada al niño (cf. Le apagué la luz al niño), resultan naturales los complementos indirectos que modifican a los participios en las citas siguientes:

La cantidad aportada a la comida por cada uno de estos niveles, ha de ser más importante (Lavilla, Familia); En un comunicado leído a los representantes de la Prensa internacional […] (País [Esp.] 25/10/1980); Entre las especies robadas a Nieto Miranda figuraba una tarjeta bancaria (Expreso [Perú] 30/1/1997).

35.1h Los complementos indirectos inciden sobre verbos, y los participios son formas verbales. Existe, no obstante, una importante diferencia entre los pronombres átonos y los grupos preposicionales encabezados por la preposición a: los primeros solo inciden sobre formas verbales conjugadas o sobre infinitivos y gerundios (con excepciones como híjole y otras expresiones lexicalizadas: § 35.2s), mientras que los segundos admiten también otras bases cuando son argumentales, especialmente adjetivos en -ble:

La cantidad realmente otorgable a terceros países disminuiría (País [Esp.] 9/9/1995); No se trataba de valores religiosos, sino sociales, transmitibles a los hijos en la América del fin de siglo xx (Vanguardia [Esp.] 10/11/1996); La memoria que compre usted hoy no será transferible a las máquinas de mañana (Nueva Provincia 4/2/1997).

Pueden ser asimismo argumentos de sustantivos deverbales:

De hecho, la concesión del premio a mi novela provocó las iras de la prensa franquista (Semprún, Federico Sánchez); En ciertos momentos, la guerra santa, es decir, la promesa del Paraíso a los que murieran en la lucha contra los infieles, fue considerada como un sexto pilar (Calvo Serraller, Historia); La respuesta del público a estas piezas no fue menos entusiasta que a las anteriores (Nuevo Herald 21/10/1997).

Sobre esta propiedad de los adjetivos terminados en -ble, véanse también los § 7.10i y 27.10h, i. Acerca de su manifestación en los sustantivos, véanse los § 36.5a-j. Ha de tenerse en cuenta, sin embargo, que estas dos pautas no coinciden en todos los casos. Junto a Pese al recibimiento preparado a la comitiva del embajador español […] (Mundo [Esp.] 5/3/1994), no se obtiene *la preparación del recibimiento a la comitiva del embajador español, si se entiende el segmento subrayado con trazo continuo como complemento de preparación, no de recibimiento.

35.1i Las propiedades que se mencionaron en el apartado anterior tienen interés gramatical por varias razones. Por un lado, estos complementos preposicionales son solo argumentales, como se ha señalado, especialmente en la interpretación semántica de destinatario. Así, junto a Les anularon los descuentos a los pensionistas, tiende a rechazarse el grupo nominal descuentos anulables a los pensionistas. Se rechazan asimismo secuencias como *la corrección de la novela al escritor y otras muchas semejantes. En segundo lugar, se plantea inmediatamente la cuestión de si los adjetivos y los sustantivos pueden tener complementos indirectos. Se han dado al menos dos respuestas a esta pregunta. La primera consiste en entender que el análisis de estos complementos debe ser paralelo al de los adjuntos. De los § 1.12f-h y 39.3 se deduce que, en lugar de decir que los nombres, los adjetivos y los adverbios poseen complementos circunstanciales (nombre de cierta función sintáctica), debe suponerse que la noción de ‘adjunto’ (opuesta a la de ‘argumento’ y, por tanto, de naturaleza semántica) es transcategorial. En la segunda respuesta, la noción misma de complemento indirecto se considera una amalgama de informaciones más básicas que pueden presentarse juntas o separadas: segmento argumental o no argumental (cada uno de ellos con varias interpretaciones), presencia o ausencia de un pronombre dativo, presencia o ausencia de un grupo preposicional encabezado por la preposición a. Ambas respuestas son compatibles y, de hecho, se suelen defender, con algunas variantes, en los análisis gramaticales contemporáneos.

35.1j Aunque se acepta aquí la distinción entre complementos indirectos argumentales y no argumentales, conviene hacer notar que algunos autores han puesto en tela de juicio su base conceptual. En efecto, se recordó en los apartados precedentes que la naturaleza argumental del complemento indirecto de los verbos dar o conceder está determinada por su misma definición, ya que las acciones que denotan no tienen sentido si no poseen destinatario. Repárese ahora en que la acción de leer no requiere destinatario (leer un libro) y, sin embargo, el verbo leer se usa en esquemas de tres participantes, como El gringo le leyó a la mula un pasaje del libro de los Mormones (Leis Romero, Sol ), y puede, además, incidir directamente sobre participios: Una declaración leída a la Prensa en Marrakech […] (País [Esp.] 18/3/1981). Aunque la cuestión es polémica, cabe deducir que, al menos en una de sus interpretaciones, leer posee un complemento argumental que designa el destinatario de la lectura (‘cierto animal’ en el ejemplo de Leis Romero), mientras que en otros sentidos se construye solo con dos participantes. Otros verbos admiten variaciones similares en función de la presencia o ausencia de destinatario, como en ganar un premio frente a ganar a alguien un partido.

35.1k Se ha estudiado solo parcialmente la relación que existe entre la presencia de un complemento indirecto y el significado del verbo que lo selecciona. En los § 35.5d y ss. y 35.6c se harán algunas consideraciones sobre los principales grupos semánticos que se suelen distinguir. Entienden algunos autores que las variaciones en la elección del pronombre acusativo o el dativo (§ 16.8c, 16.9 y 35.8d) pueden no deberse solo a factores geográficos (los más estudiados), sino también a la prevalencia de unos u otros rasgos semánticos en el significado mismo del predicado. Así, aunque los complementos de persona del verbo interrumpir se interpretan mayoritariamente como directos, se han atestiguado numerosos usos de este verbo con complemento indirecto entre hablantes no leístas. Se ilustran las dos opciones a continuación:

Lo había dejado hablar sin interrumpirlo, limitándose a asentir y esperar, cuando el senador tenía una caída (Vargas Llosa, Fiesta); Se detuvo delante de mí, dulcificó la expresión de la cara y dijo: buenas tardes, lamento interrumpirle. Mi nombre es Juan de los Palothes (Henríquez Gratereaux, Disparatario).

Cabe pensar que los hablantes que eligen la última opción asocian interrumpir con molestar y otros verbos de afección sujetos a una alternancia sistemática entre dativos y acusativos (Eso {lo ~ le} alegra a uno), como se explicará en los § 35.8f-h.

35.1l Se puede entender en el mismo sentido que, como ocurre en otros casos similares, el uso del verbo apuntar con dativo, frecuente entre hablantes no leístas (apuntarle con la pistola), es consecuencia de que prevalece en el significado de este verbo el rasgo de dirección o de destino, presente igualmente en acercarse a alguien > acercársele y en otros predicados similares (§ 35.5i). Se ejemplifican a continuación las dos opciones:

Uno de ellos le apuntó con un revólver calibre 32 y le exigió que le entregara la moto (Clarín 12/1/1997); Lo apuntaron con sus armas y uno de ellos ladró que lo fusilarían si hablaba una palabra más (Jodorowsky, Pájaro).

35.1m En algunas gramáticas tradicionales se consideraban también complementos indirectos los encabezados por la preposición para cuando introducen el destinatario de alguna acción. En la actualidad se considera que no lo son, ya que no admiten la sustitución por pronombres dativos. No son equivalentes, por tanto, Le dio un regalo a su amiga y Le dio un regalo para su amiga. Los grupos preposicionales con para son, además, compatibles con los complementos indirectos, como en el último de estos ejemplos o en Le entrega la carta para el Rey y le ordena que no acuda a Villa Giralda (Anson, Don Juan). Como se comprueba, el pronombre dativo le y el grupo preposicional para el Rey tienen referentes distintos. Debe señalarse, no obstante, que algunos pronombres dativos seleccionados por adjetivos tienen correlatos con la preposición para (Fue difícil para él). Estos complementos indirectos se estudiarán en los § 35.5p-r. La relación entre los dativos de interés (Le compuso un soneto) y las construcciones con para (Compuso un soneto para ella) se analizará en el § 35.7e.

35.1n Aunque los complementos que introduce la preposición para no se consideran indirectos, comparten con estos la capacidad de designar la persona o la cosa a la que se destina algo. Así, en La goma no elimina el deseo de fumar, pero puede proporcionar una alternativa para las personas dependientes del cigarrillo (Hoy [Chile] 25/1/1984), la preposición para podría ser sustituida por la preposición a, propia del complemento indirecto, sin dar lugar a una secuencia anómala y sin cambios apreciables de significado. Sin embargo, no se obtiene con para un complemento indirecto, tal como se ha visto.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
complemento indirecto, dativo, experimentante, verbo transitivo

 

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