Sintaxis

31 La conjunción. Sus grupos sintácticos. Las construcciones coordinadas

31.14 Relaciones y límites entre conjunción y adverbio (II). Otras conjunciones. Su relación con los usos adverbiales

31.14a La locución adverbial en tanto alterna con en tanto que y tiene un significado muy similar al de mientras, en especial en lo relativo al contraste de usos temporales y adversativos. El valor temporal del adverbio en tanto es paralelo al del adverbio mientras (A1 en el § 31.13i), en el que, como se explicó, mientras equivale a mientras tanto: Volvieron en tanto los expedicionarios, con las orejas gachas por el fracaso (Arenales, Arauco). Se emplea también en tanto (que) como locución conjuntiva que introduce oraciones subordinadas temporales de simultaneidad. Este uso de la conjunción en tanto (que), paralelo a A2, está más próximo a los adverbios relativos. Es más frecuente omitir la conjunción que en estos contextos, pero se documentan igualmente con ella. Las dos opciones se consideran correctas. La variante sin conjunción corresponde a estos ejemplos:

En tanto Cucurella desnudaba los cuerpos, el teniente registraba los bolsillos de chaquetas y pantalones (Azúa, Diario); Entonces, en tanto se toma una copa conmigo, cosa que no puede despreciarme, hablamos un poco, aunque solo sea un poco, como hombres que somos (Díez, Expediente); Le arrancó unos besos lujuriosos, en tanto yo, en el fondo del pasillo, pensaba en arrancar mi carrera desaforada hacia el otro extremo del zaguán (Zaldívar, Capablanca).

Estos otros ilustran la variante con ella:

En tanto que Periandro esto dezia, le estaua mirando Auristela con ojos tiernos (Cervantes, Persiles); Y le pareció entender que José Gaspar le recomendaba a su mujer no moverse de allí en tanto que él retornaba (Rubín, Rezagados); “Qué tipo tan medio-antipático”, pensó Estefanía en tanto que el conejo se iba corriendo (Paso, F., Palinuro).

31.14b El uso adversativo (o de contraposición) de en tanto (que) es también paralelo al de mientras (grupo B en el § 31.13i) y se obtiene con conjunción y sin ella:

La verdad parece ser que el caroreño es muy sosegado, en tanto el tocuyano es muy nervioso (Tamayo, Hombre); El bronce se ve bien con flores amarillas y naranjas, en tanto que el cobre exalta los tintes del otoño (Lesur, Albañilería); Llegó a decir, en un sermón, que los condenados a muerte eran unos privilegiados, pues sabían a qué hora podrían presentarse ante el tribunal de Dios, en tanto que los demás mortales lo ignoraban (Gironella, Hombres).

La relación entre los usos temporales y condicionales descrita para mientras se extiende a en tanto, especialmente en los contextos en los que equivale a siempre y cuando, construido con subjuntivo, como en Eso no podrá ocurrir en tanto tengan vida jurídica los Tratados de Integración Centroamericana en El Salvador (Salvador Hoy 19/2/1997). Como se ve, en esta oración se dice que algo no sucederá si se da cierto estado de cosas (interpretación condicional), pero a la vez se dice que dejará de suceder a lo largo del período en el que se dé determinada situación (interpretación temporal).

31.14c Se usa ocasionalmente en tanto (que) con valor causal, como en el texto siguiente:

Del mismo modo que enfermedades somáticas fueron consideradas neurosis, también psicopatías de antaño no serían consideradas hoy como tales. Si un determinado modo de ser es anómalo en determinada época, lo es en tanto que, entre otras cosas, mantiene un sistema de valores no compartidos (Castilla, Psiquiatría 1).

El deslizamiento de los usos temporales a los causales se da en estos casos de manera muy similar a como tiene lugar con el adverbio cuando y su correspondiente correlato conjuntivo. Recuérdese que se analizó este proceso en los § 22.9u y ss. Se ha extendido, como calco del francés, el uso preposicional o cuasipreposicional de en tanto con el significado de ‘en calidad de, considerado como’: Tan solo reflejan mi profunda convicción de que, en tanto gobernante, debo respetar las posiciones diversas que sobre un determinado aspecto tengan otros grupos sociales (Nación [C. Rica] 16/11/2000). Se prefiere usar en cuanto o como con este valor.

31.14d Los adverbios antes y después30.6i y ss.) pueden ser interpretados como comparativos de pronto (o temprano) y tarde, respectivamente (§ 30.6i y ss. y § 45.2ñ). Por ello, al igual que otros comparativos de desigualdad, pueden construirse con la conjunción que, como en las oraciones siguientes:

Lo único que el jockey alcanzó a decir antes que empezaran a felpearlo fue […] (Piglia, Respiración); No supe de dónde provenía hasta unos segundos más tarde, después que la hube observado atentamente y por entero (Panero, Lugar).

No obstante, mantiene su naturaleza comparativa cuando introduce la preposición de:

Pasaron muchos años antes de que ella me confesara que […] (García Márquez, Vivir); Todas las mañanas, después de que Félix parte a comprar mariscos y pescados en el mercado de Baltimore, muy temprano, […] (Donoso, Elefantes).

31.14e Antes que y después que han sido consideradas conjunciones subordinantes por algunos autores que resaltan la productividad de la pauta «adverbio + que» (grupo B en el § 31.11a) en la creación de estas voces. Esta asimilación resulta, sin embargo, problemática, ya que la construcción mantiene las propiedades de una comparación adverbial. Tanto en la variante con que como en la opción con de admite, en efecto, las expresiones que en el § 45.2f se llaman diferenciales. Se subrayan en los textos que siguen:

Me levantaba mucho antes que amaneciera (Allende, Casa); […] ocho años después de que la divisaste por última vez (Dorfman, Nana); […] desde mucho antes de que aparecieran las naves del Gran Almirante (Carpentier, Siglo).

En general, las conjunciones y los grupos que forman no admiten cuantificadores de grado. En el ejemplo de Alejo Carpentier que cierra esta serie, sigue al adverbio antes un grupo preposicional formado con la pauta «de + subordinada sustantiva», propiedad que aceptan los adverbios además y encima, entre otros. Es esperable la omisión del verbo en el complemento de una comparación de desigualdad (Llegó antes que yo), y la inviabilidad de este proceso en una subordinada sustantiva (*Llegó antes de que yo).

31.14f Se considera conjunción primero que (‘antes que’), poco usada en la actualidad: Me hubiera resistido a creerlo si tu cara, primero que lo que has dicho, no fuera tu mejor confesión (Pocaterra, Tierra). Se emplea luego que en el sentido de después que, como en Luego que acabé me entré al truco para descansar (Fernández Lizardi, Periquillo). Suele considerarse locución conjuntiva porque no se construye con grupos nominales, a diferencia de después (Entré después que ella) y también porque rechaza las expresiones diferenciales (mucho, varios días, etc.) a las que se aludió en el apartado precedente. No se considera conjunción, sino adverbio, la forma luego cuando va seguida de la preposición de y una subordinada sustantiva, sea esta de infinitivo, como en No regresó a su casa luego de haber asistido a sus clases (Plaza, Cerrazón), o de verbo en forma personal, como en Almorzaron solos, luego de que Esteban, dándose una vuelta por la cocina y despensa, hubiese abrazado a Rosaura y Remigio (Carpentier, Siglo).

31.14g La combinación siempre que tiene sentido temporal construida con indicativo (siempre que te veo), y también con subjuntivo, en el sentido de ‘cada vez que’. Este modo suele dar lugar a la interpretación condicional, como en Puedes jugar a lo que quieras, siempre que te vea o en los textos siguientes:

Tanto el panadero como él se comprometían a guardar el silencio más absoluto y a ayudar a su querido visitante a encubrir su hallazgo, siempre que les permitiera compartirlo (Mujica Lainez, Escarabajo); Se usaba para una pareja comprometida en matrimonio y siempre que hubiese un cuarto comensal a la mesa (Chao, Altos).

La locución conjuntiva condicional siempre que alterna en ciertos registros con siempre y cuando47.10d, e), que carece, en cambio, de usos temporales: Te lo diré {siempre que ~ siempre y cuando} prometas guardar el secreto. La alternancia es igualmente posible en El gobierno les iba a dar ampliación de trabajo para un año más, pero siempre y cuando ellos entraran a trabajar y rompieran la huelga (Viezzer, Hablar).

31.14h Es más polémico el análisis sintáctico de siempre que cuando esta expresión tiene sentido temporal. Aunque algunos autores entienden que sigue siendo conjunción en estos usos, otros sostienen —parece que con mayor fundamento— que siempre es un adverbio cuantificativo en esta interpretación (equivalente aproximadamente a ‘todas las veces’) y que la partícula que que lo sigue encabeza en este uso una subordinada relativa. Está a favor de este análisis el que la construcción pueda usarse para contestar preguntas encabezadas por cuándo, el que el adverbio siempre pueda negarse (No siempre que te llamo me contestas) y el que admita el modificador casi (Casi siempre que salimos de paseo, llueve). En la lengua coloquial de algunos países se emplea también nunca en este contexto, como en Nunca que te llamo estás en casa. Se usó pues que31.11f) con el sentido de después que en el español antiguo:

Fue establido pora siempre por que podiesse durar el regno que todo Rey que ouiere fillos de leal coniugio […] pues que el padre moriesse el fillo maor herede el regno (Fuero General Navarra); E pues que Narses llego a Ytalia, ovo su batalla con los estrogodos e venciolos e mato todos los mas dellos (Juan Manuel, Crónica); E pues que ellos legaran a la casa, despertóse Turno que dormía (López Ayala, Décadas).

31.14i En el § 22.6p se clasifica en cuanto entre los adverbios relativos, que se diferencia de en cuanto que en que denota inmediatez. Muy similar es el significado de enseguida que:

Enseguida que llegué, pedí hablar con la directora (Dou, Luna); Erigiose en poder, y enseguida que fue gobierno, planteó con franqueza la cuestión que le había llevado a aquel extremo (Alarcón, Madrid).

Aun así, algunos autores sitúan esta partícula entre las conjunciones, ya que presenta la pauta «adverbio + conjunción subordinante». La relación entre antes que y antes de que (examinada en el § 31.14d) es paralela a enseguida que y enseguida de que23.16k y 43.6h).

31.14j La locución una vez que expresa posterioridad. Aunque suele considerarse locución conjuntiva, algunos autores han aducido que dificulta este análisis el que alterne con muy diversos predicados en las oraciones absolutas (una vez tomada la decisión, una vez en casa: § 38.12f). La locución una vez que es propia del español general, pero se registra también sin que en ciertas variedades del discurso jurídico, especialmente el administrativo. Se ejemplifican ambas formas a continuación:

Una vez que Digitar marche, tendré que dedicarme a tiempo completo (Paz Soldán, Materia); Una vez que el alto personaje, oscuro y cadavérico, entró en el Santuario, […] el rumor continuó, impaciente, al otro lado de la puerta (Vargas Llosa, Guerra); Dichos ingresos se entregarán una vez sean percibidos por la Unión (García Enterría / Tizzano / Alonso, Código); Una vez reciba el expediente, el tribunal decidirá si suspende cautelarmente el traslado (País [Esp.] 30/5/1997).

31.14k La conjunción a la vez que se asimila aparentemente a las copulativas en oraciones como El destino es sabio a la vez que cruel (Vázquez, A., Maremágnum). No obstante, el hecho de que suela ir precedida de pausa en estos contextos da a entender que pertenece más bien al paradigma que forman además, encima y otros adverbios que introducen incisos de interpretación aditiva (§ 31.4w). Tal como se vio en el § 22.7e, cuando a la vez que introduce un verbo en forma personal, se asimila a los adverbios relativos, ya que expresa simultaneidad entre dos situaciones. Repárese en que el paralelismo temporal entre dos situaciones pasa a ser modal en a medida que, al paso que, al tiempo que y otras formas similares que oscilan tradicionalmente en las clasificaciones de partículas entre las conjunciones subordinantes y los adverbios relativos (§ 22.7g). Se les aplican, por otra parte, consideraciones similares a las que se hicieron en la sección anterior en relación con el carácter híbrido de mientras.

31.14l Se explicó al comienzo de este capítulo que las conjunciones subordinantes se combinan con verbos en forma personal. Entienden algunos autores que este requisito no se ha de aplicar en todos los casos, puesto que la partícula al en la construcción «al + infinitivo», que se analiza en los § 26.13f-n, no podría ser conjunción subordinante, pero tampoco adverbio. Como se indica en esos apartados, es dudoso que al pueda analizarse como amalgama de la preposición a y del artículo el. Esta construcción se caracteriza por admitir infinitivos con sujeto léxico (al salir el sol: § 26.7f-j), como otras construcciones adverbiales (después de nacer su segundo hijo), pero se diferencia de los adverbios no relativos en que ocupa siempre una posición inmediatamente preverbal y en que rechaza los verbos en forma personal.

31.14m La locución nada más se usa en España con el sentido de ‘en cuanto’ ante verbo en forma personal, pero sobre todo ante infinitivo (§ 26.13n). En el español americano suele preferirse apenas llegó o ni bien llegó a nada más llegar, pero esta opción se registra en zonas de la Argentina y Chile. Se utiliza en América la locución adverbial no más, tanto ante infinitivo como ante verbo en forma personal:

Nada más te han metido en el coche has notado sobre la nariz y la boca un pañuelo lleno de peste (Vázquez Montalbán, Galíndez); Doña Matilde y doña Asunción se reúnen todas las tardes, nada más comer, en una lechería de la calle de Fuencarral (Cela, Colmena); Nomás le dabas la vuelta a una llavecita y salía el agua directo al lavamanos (González, E., Dios); Nomás entrar, pateó un cenicero (Ramos / Lejbowicz, Corazones).

Estos usos alternan con en cuanto seguido de verbo conjugado. En la lengua coloquial de México y algunos países centroamericanos se registra «nada más de + infinitivo», con sentido temporal (‘al instante de, al momento de’), pero también causal (‘con solo, por el solo hecho de’):

Se le ponía chinita la piel nada más de pensar en la plata que se había acumulado (Loaeza, Mujeres); Nada más de oír la sugerencia desperté (Mastretta, Vida); Nada más de llegar a la Universidad de Costa Rica a ver dónde se metía (CREA oral, Costa Rica).

 

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