Sintaxis

33 El sujeto

33.4 Sujetos expresos y sujetos tácitos (I). Sus rasgos gramaticales

33.4a Al igual que sucede en otras lenguas románicas, las propiedades de la flexión verbal permiten que puedan formarse en español oraciones sin sujeto expreso, como en Quiero algo de leche; Saltaban en la arena o en las oraciones siguientes:

De la colección que poseo he escogido algunas cartas cuyas copias le remito. Tal vez sean las más insignificantes (Rubén Darío, Epistolario); Hemos visto cosas peores (Edwards, Anfitrión); En todo caso no fue sola: fue escoltada por el alcaide y un guardia armado (Cabrera Infante, Habana); Nos besaba rápido para no interrumpir la conversación que había iniciado apenas al vernos. Hablaba a una velocidad imposible sin encimar las palabras ni confundirse (Mastretta, Cielo).

33.4b Entienden hoy muchos gramáticos que estas oraciones contienen un sujeto tácito (también nulo, vacío, elidido, no expreso, sobrentendido o catalizado, en diversos sistemas terminológicos), que, a pesar de carecer de rasgos fonéticos, forma parte de la oración. Tales sujetos tácitos tienen propiedades pronominales que desencadenan la concordancia de número y persona con el verbo, así como la de género y número con adjetivos o participios. Pueden representarse convencionalmente mediante el signo Ø, como en Ø saltaban en la arena. Así pues, estos elementos nulos o vacíos intervienen en las relaciones de concordancia por cuanto poseen rasgos morfológicos que pueden contrastarse con otros. En Ø estaban cansadas o en Ø llegaron hartas puede decirse que Ø concuerda en género y número con cansadas y hartas respectivamente; en Ø nunca te arrepentiste concuerdan las tres expresiones subrayadas en número y persona, ya que arrepentirse es un verbo pronominal (§ 41.13). Por otra parte, los sujetos nulos o tácitos pueden ser antecedentes de los pronombres reflexivos o recíprocos, que siempre los requieren en función de su propia definición: Ø no se soportaban.

33.4c Existe una relación estrecha entre la capacidad de una lengua para admitir sujetos tácitos y la riqueza morfológica de su flexión verbal. Es también muy cercana la relación que se establece entre los sujetos tácitos (Llamó ayer) y los sujetos posverbales (Llamó María), puesto que son muchas las lenguas que admiten unos y otros, así como las que rechazan ambos. Se ha observado que, en el español antillano, en el de otras partes del Caribe, así como en el hablado en las islas Canarias y en el occidente de Andalucía (España), es mayor proporcionalmente la presencia de sujetos expresos en contextos en los que en otras variedades son frecuentes los tácitos, lo que suele relacionarse con la pérdida del carácter distintivo de las inflexiones verbales: Yo no pude estar allí, yo oí la gritería, pero yo estaba en mi oficina en una reunión y los oí gritando (CREA oral, Puerto Rico). En algunas variedades del español antillano los sujetos preverbales son posibles incluso en las oraciones interrogativas (¿Qué tú quieres?), como se explica en los § 42.9d, h. Asimismo, es particular de esta zona el uso de ellos referido a individuos de los que no se ha hablado antes, pero que se ubican en un lugar que se menciona (En el trabajo ellos me maquillan), como se explica en el § 41.9f. Se ha observado cierta preferencia a la reduplicación pronominal de interpretación no contrastiva (como en Si yo te dijera a ti que… en lugar de Si yo te dijera que…) en las mismas áreas en las que los sujetos pronominales expresos se usan de forma general en interpretaciones no contrastivas. Sobre otros aspectos de esta correlación, véanse los § 16.14q y 40.3u y ss.

33.4d El concepto de sujeto tácito se ha interpretado de varias formas en la tradición gramatical hispánica. Los gramáticos se han planteado en múltiples ocasiones la pregunta de cuál es el sujeto de las formas verbales cuando aparecen en textos como el siguiente (se subrayan los verbos sin sujeto expreso):

Los ladrones actuaron como si estuvieran en su casa, con una frialdad que aún asombra a los investigadores. Fueron a la cocina, donde se apoderaron de una gran cantidad de fruta que sacaron al jardín para comérsela (Mundo [Esp.] 30/9/1996).

Al repasar los análisis tradicionales se obtienen varias respuestas a esta cuestión. En los apartados que siguen se repasarán y se valorarán de manera sucinta las más conocidas.

33.4e Algunos autores entienden en la tradición que el sujeto de fueron, se apoderaron y sacaron en el texto que se cita sería el grupo nominal los ladrones, que aparece en el fragmento anterior. Esta respuesta no se considera hoy aceptable, puesto que en la actualidad se admite mayoritariamente que el sujeto de una oración debe formar parte de ella (a diferencia de otras unidades gramaticales, como los antecedentes de ciertos pronombres). Por otra parte, los ladrones no puede ser a la vez el sujeto de actuaron, el de fueron, el de se apoderaron y el de sacaron porque estos verbos no están coordinados y aparecen en oraciones diferentes. En una variante de este análisis se entendía que en oraciones como Estoy cansada, el adjetivo cansada concuerda en género con el hablante, que se hace equivaler al sujeto. Tampoco este análisis se considera hoy defendible, ya que confunde los signos lingüísticos con sus referentes (y, por tanto, las palabras con las personas o las cosas, además del género con el sexo). De forma análoga a como el atributo de una oración copulativa se predica del sujeto (es decir, de un pronombre, una oración o un grupo nominal), el género de un adjetivo debe proceder de alguna unidad gramatical (sea segmental o no), y no de su posible referente en la realidad.

33.4f En algunos textos tradicionales se ofrece otra respuesta a la pregunta planteada en el § 33.4d. Consiste en entender que el sujeto de fueron y de se apoderaron en el texto que se citó en el § 33.4d es el grupo nominal los ladrones, que se ha elidido. Tal análisis tiene el inconveniente de que requiere que se identifique un elemento en el discurso antes de postular el sujeto de una oración. Si el verbo sin sujeto expreso aparece sin discurso previo (es decir, en comienzo absoluto), carecería de sujeto y se asimilaría a un predicado impersonal, lo que se considera muy problemático.

33.4g No terminan ahí las explicaciones tradicionales a la pregunta introducida en el § 33.4d. Suponen, en efecto, algunos autores que los sujetos de estas oraciones son pronombres elididos. Con los sujetos pronominales de primera y segunda persona, esta respuesta no se aleja mucho de la que presenta como sujetos pronombres nulos o tácitos (Ø), si bien existen diferencias de tipo informativo entre las opciones con pronombre expreso (Nosotros iremos) y las que carecen de él (Ø iremos). Se habla de ellas en los § 33.5 y 40.1ñ. El concepto mismo de ‘pronombre elidido’ es algo impreciso, ya que no aclara suficientemente la cuestión de cómo ejerce cierta función sintáctica un elemento no presente en la oración ni representado en ella. A esto se añade que algunas oraciones con verbos sin sujeto expreso no admiten pronombres personales que los reemplacen. En efecto, los pronombres personales están muy restringidos desde el punto de vista sintáctico cuando designan cosas materiales (§ 16.3m). Si se aplica el análisis del pronombre elidido a oraciones como No pisen ahora el suelo porque está muy húmedo, se obtendrá la variante … porque él está muy húmedo. Esta variante resulta muy forzada para casi todos los hispanohablantes (con posibles excepciones, como el español dominicano, tal como se explica en el § 16.3l). El análisis esbozado puede resultar también problemático con sujetos que designan personas. En efecto, si se supone que el sujeto del verbo toma en La mayoría de la gente piensa que toma las decisiones por sí sola (Ciberpaís 2/9/2004) es el pronombre elidido ella, no se obtendrá la correferencia entre dicho pronombre y el sujeto de la oración principal (la mayoría de la gente) en la variante … piensa que ella toma las decisiones por sí sola. Los pronombres personales nulos (Ø) no tienen las mismas propiedades referenciales que sus variantes plenas (en el sentido de ‘con rasgos fonéticos’), aunque puedan compartir con ellas sus rasgos morfológicos.

33.4h Por último, otros gramáticos consideran que las oraciones sin sujeto expreso no contienen un elemento pronominal tácito que desempeñe esa función. Según este punto de vista, la información de número y persona expresada por la flexión verbal hace innecesaria la presencia de un elemento pronominal nulo y constituye per se un sujeto flexivo o desinencial. Desde esta perspectiva, cuando aparece en la oración un sujeto expreso junto al sujeto desinencial, aquel añade un contenido léxico que concreta o especifica a este último. Este análisis presenta algunos aspectos positivos, pero también varios negativos. Entre los positivos destaca sobre todo el hecho de que otorga a los rasgos de persona del verbo la capacidad de designar individuos, en cuanto que su naturaleza es propiamente pronominal. Constituye otra ventaja el que se considere la información nominal que aporta el sujeto como una ampliación de la que aporta la flexión, de forma en cierto modo parecida a como, en las construcciones de duplicación pronominal (Nos lo dijo a nosotras), el segmento tónico (a nosotras) expande potestativamente la información que aporta el átono (nos). Junto a estos aspectos positivos, se reconocen al menos tres negativos, que se explican de manera resumida en los apartados que siguen:

33.4i Un inconveniente no menor de esta propuesta es el hecho de que no permite mantener la distinción entre rasgos morfológicos informativos y concordantes en la flexión. En efecto, la información de número es informativa (en el sentido de que se interpreta semánticamente) en el sustantivo ediciones en las otras ediciones íntegras revisadas, pero aparece solo por razones de concordancia en las demás palabras de ese grupo nominal. De manera análoga, en la oración Los envíos llegaron puntuales el único rasgo de número que se interpreta semánticamente es el del sustantivo envíos, puesto que denota ‘pluralidad’. Los que aparecen en las demás palabras de esa oración obedecen a diversos procesos de concordancia, tales como «sustantivo–artículo», «sujeto nominal–verbo», «sujeto nominal–atributo adjetival». Si se aplica la hipótesis esbozada en el apartado anterior, la flexión de número aparece por concordancia en Los envíos llegaron puntuales, por lo que no se interpretará en las palabras subrayadas. Pasaría, en cambio, a ser informativa (es decir, a interpretarse semánticamente) en Llegaron puntuales, lo que introduce una asimetría de difícil resolución.

33.4j En segundo lugar, la propuesta del sujeto flexivo o desinencial hace difícil explicar cómo se desencadena la concordancia de género de los complementos predicativos o de los atributos en oraciones como Estaban cansadas o Acabó harta. Para mantener la hipótesis, este análisis se vería forzado a asignar información encubierta de género a la flexión verbal de persona, de forma similar a como se hace con los pronombres personales: Yo estoy {cansado ~ cansada}. Por último, esta opción presenta también ciertas dificultades de orden segmental, en cuanto que atribuye la categoría de grupo verbal al segmento que sigue a la conjunción que en las subordinadas sustantivas, por ejemplo el subrayado en Pensé que llegaría mañana. Asigna, en cambio, la categoría de oración al marcado en Pensé que Javier llegaría mañana, lo que introduce otra asimetría sintáctica difícil de explicar en términos composicionales. Por el contrario, el análisis en la forma Pensé que Ø llegaría mañana no presenta este problema, puesto que permite diferenciar el grupo verbal (llegaría mañana) de la oración (Ø llegaría mañana), y explica además el que sea este último el elemento que sigue a la conjunción que en las subordinadas sustantivas.

33.4k Si se retoma el texto del diario El Mundo citado en el § 33.4d, puede considerarse que el grupo nominal los ladrones es el antecedente del sujeto tácito o nulo (Ø) que puede postularse para los verbos que se subrayan: Los ladrones actuaron como si estuvieran en su casa, con una frialdad que aún asombra a los investigadores. Ø Fueron a la cocina, donde Ø se apoderaron de una gran cantidad de fruta que Ø sacaron al jardín para comérsela. No es menor el problema de dilucidar por qué sabemos que los ladrones es el antecedente de Ø en este fragmento. En cuanto que Ø posee rasgos pronominales, la pregunta remite a la cuestión, más general, de cómo se asignan antecedentes a los pronombres. Existen varias respuestas en función de las clases de pronombres (§ 16.6), pero parece haber acuerdo general en que, en el caso que se menciona, la información requerida es de tipo discursivo, ya que el texto introduce cierto referente al que se atribuye una serie de acciones. Como no se introduce un referente nuevo, la interpretación más natural de Ø al comienzo de un nuevo período es la que proporciona el grupo nominal ya introducido. La flexión verbal muestra que concuerda con él en número y persona. Se explican otros aspectos de estas relaciones en los §16.3l y ss., así como en los § 40.1n y ss. Es importante tener en cuenta que estas consideraciones no afectan al proceso de asignar un sujeto a un verbo, sino un antecedente (o, en general, un referente) a una unidad pronominal.

33.4l Como se explicó en el § 33.4b, los sujetos pronominales nulos o tácitos (Ø) pueden ser antecedentes de los pronombres reflexivos, y también concordar con los atributos y los complementos predicativos. Además, pueden ser antecedentes de ciertos cuantificadores que aparecen en posición posverbal. Así, el sujeto de nacieron es ambos en Tenía dos hermanos. Ambos nacieron en este pueblo. No lo es, sin embargo, necesariamente en Mis hermanos viven en países distintos. Sin embargo, nacieron ambos en este pequeño pueblo. En efecto, ambos, todos y ciertos grupos nominales definidos que se les asimilan (los dos, los cuatro, etc.) tienen puntos en común con los reflexivos y con los complementos predicativos, por lo que son compatibles con los sujetos expresos, como en Javier y María tenían los dos los mismos intereses, o en las oraciones siguientes:

El soborno y el enriquecimiento sin causa están ambos contemplados claramente como delitos en la legislación colombiana (Rumbo 1/9/1997); Las familias dichosas son todas iguales (Aguilar Camín, Error).

Estas construcciones, que se denominan de cuantificación flotante, se analizan en el § 19.10. Así pues, ambos se predica de el soborno y el enriquecimiento en el primero de estos textos. Puede afirmarse, en el mismo sentido, que ambos se predica de Ø en Ø nacieron ambos en este pequeño pueblo, que pasaría a ser una oración de sintaxis paralela a Mis hermanos nacieron ambos en este pueblo. La oración propuesta es también compatible con un sujeto pronominal pospuesto (ambos), con un ligero cambio de significación. De forma análoga, en lugar de entender que todos es el sujeto de están en Esos libros son muy interesantes. Están, además, todos rebajados, cabe pensar que se obtiene la pauta Ø están, además, todos rebajados, donde los elementos subrayados reflejan los rasgos de número y persona del sujeto nulo.

33.4m Los pronombres personales en posición posverbal parecen ejercer la función de sujeto en secuencias como Quería hacerlo ella (en el sentido de ‘ella misma, ella sola’). Sin embargo, poseen propiedades en común con las expresiones que se mencionaron en el apartado anterior, ya que son compatibles con un sujeto expreso, como en Batán constituía él solo un espectáculo de ventriloquía (Vargas Llosa, Tía). El segmento subrayado no es, por tanto, el sujeto de constituía, sino más bien un complemento predicativo del sujeto de esa forma verbal (es decir, Batán). Las variantes de estas construcciones con verbo en forma no personal, como en El joven pretendía dirigir él la orquesta, se analizan en el § 16.3h y en los § 26.7d y ss. Repárese en que él equivale aquí a él mismo. Se predica, pues, del sujeto tácito del infinitivo (Ø), cuyo antecedente es el joven: El joven pretendía [Ø dirigir él la orquesta]. Sobre los grupos coordinados en los que se desdoblan los antecedentes plurales de los pronombres (como en Sus abuelos eran él de Mérida y ella de Maracaibo) véase el § 31.6w.

33.4n Si se aceptan los sujetos nulos o tácitos de naturaleza pronominal (Ø), cuya utilidad en el análisis gramatical se intentó justificar en los apartados precedentes, se plantea de inmediato la cuestión de determinar sus rasgos. Estos elementos pronominales tácitos o nulos pueden ser especificados, como se ha visto, con cualquier rasgo de género, número o persona. En las lenguas que no cuentan con equivalentes de estas unidades (y en las que no existen, por tanto, traducciones literales de oraciones como Llegó ayer; Saldremos hoy, o Terminarán pronto) se usan casi siempre pronombres personales en su lugar. Los rasgos semánticos que cabe atribuir a Ø son más inestables. Aun así, son numerosos los autores que han hecho propuestas —formuladas desde varios marcos teóricos— cuyo objetivo común es analizar las oraciones sin sujeto expreso a partir de los posibles rasgos gramaticales de este elemento nulo (se caracterice con el signo Ø o con otro cualquiera). Aunque existen diferencias notables entre esos análisis, poseen un denominador común que se considera positivo, ya que permiten reformular de manera más precisa nociones como las de ‘verbo sin sujeto’, ‘sujeto elidido’ u ‘oración impersonal’, entre otras similares, comunes en la tradición, que requieren de alguna especificación conceptual. En los apartados siguientes se resumen de manera muy esquemática los rasgos fundamentales a los que se alude.

33.4ñ La identificación de Ø no plantea problema si este sujeto tácito posee rasgos de primera o segunda persona. La posibilidad de que la segunda persona del singular reciba una interpretación inespecífica es la misma que en el caso del pronombre . Así, puede usarse en el sentido de ‘uno, cualquiera’, como en la siguiente cita: O sea, uno no tiene la conciencia de que en el futuro si no te das tus propias cosas, estás pelando, ¿no? (CREA oral, Venezuela). También los sujetos nulos de segunda persona admiten esta interpretación, como en Cuando [Ø] te montas, nunca sabes, qué tipo de taxista te va a llevar (Motos, Club). El sujeto nulo de montas, añadido entre corchetes, comparte su interpretación inespecífica con los demás pronombres subrayados. Se analizan otros aspectos de esta cuestión en los § 16.2t, u.

33.4o En un gran número de casos en los que Ø posee rasgos de tercera persona, se obtiene una interpretación referencial o específica, que puede ser anafórica o catafórica. Es anafórica en el texto citado en el § 33.4d (por tanto, Los ladrones actuaron… Ø Fueron a la cocina, … Ø se apoderaron de una gran cantidad de fruta), ya que los ladrones precede a Ø. Es, en cambio catafórica, en Aunque no estaba tan cerca de Lucero como antes, Agnes se sentía feliz de haber regresado (Bain, Dolor), donde cabe postular una relación de correferencia como la esquematizada en Aunque [Ø] no estaba… Agnes…, de forma que Ø precede a Agnes, al contrario que en el texto anterior. Se retomará esta última construcción en los § 33.4w y 33.5j. Sobre otros aspectos de las relaciones catafóricas, véanse los § 15.7b y ss. y 16.6d y ss.

33.4p En la mayor parte de los contextos se obtiene la interpretación definida Ø si este elemento pronominal posee los rasgos [3.ª persona, singular]. En efecto, el que lee u oye la secuencia Me aconsejó que no me preocupara no puede saber quién formuló el consejo. De ello no se deduce que la oración carezca de sujeto, sino que el referente de Ø [3.ª persona, singular], reflejado en la flexión verbal, no se proporciona en este fragmento del discurso. Sucedería lo mismo en la variante Ella me aconsejó que no me preocupara. Repárese en que ella es un pronombre definido, con independencia de que sepamos o no identificar su referente. De forma análoga, si un relato empezara con las palabras Se había levantado a las cinco de la mañana, no podríamos identificar la referencia de Ø (sujeto de había levantado), pero sabríamos que se trata de cierto individuo particular (interpretación definida) de cuya identidad cabe esperar que se informe en el resto del texto. En los dos apartados siguientes se presentarán, no obstante, algunas excepciones sistemáticas a la generalización según la cual los sujetos tácitos con los rasgos [3.ª persona, singular] son definidos de forma característica.

33.4q Representan la primera excepción las oraciones impersonales con se o impersonales reflejas41.10), como en la oración En Australia se maneja por la izquierda. En esta oración se predica el manejar por la izquierda de las personas que lo hacen en Australia. Cabe, pues, suponer que se reproduce los rasgos de tercera persona de un sujeto tácito Ø de interpretación genérica, lo que da lugar a paráfrasis aproximadas como ‘todo el mundo’, ‘la gente en general’, etc. Otras veces, la interpretación a la que estas oraciones dan lugar no es genérica, sino indefinida, como en Se trabajó intensamente en ello, donde no se dice que todo el mundo trabajara de ese modo, sino que lo hicieron una o varias personas que no se mencionan. Estas oraciones solo se obtienen con sujetos de persona. Se analizan otras de sus propiedades en el § 41.10.

33.4r Representa la segunda excepción el uso que se hace de los verbos sin sujeto expreso (casi siempre en presente de indicativo) en ciertos titulares de prensa:

Asesina a inocente y lo inculpa (Nuevo Herald 1/11/2000); Mata a su marido una semana después de casarse (Vanguardia [Esp.] 30/5/1995); Roba dos millones en el banco donde trabajaba (País [Esp.] 2/1/1981); Huye tras provocar un muerto en accidente (Mundo [Esp.] 15/8/1995).

Los verbos que se subrayan presentan algunos rasgos notables. En efecto, los sujetos tácitos que se les supone no equivalen a pronombres personales en las lenguas sin sujetos nulos (fr. il o elle; ingl. he o she, etc.). Así pues, los titulares periodísticos equivalentes no pueden formarse con sujetos pronominales en esos idiomas, sino únicamente con grupos nominales indefinidos que especifiquen alguna propiedad de la persona de la que se habla, como en Berliner tötet seine 17 Jahre jüngere Ex-Frau (Berliner Morgenpost 3/10/2008), es decir ‘Un berlinés mata a su ex mujer, 17 años más joven que él’. Esta opción es también posible en español, si bien no se plantea en ella el problema de interpretar un sujeto tácito: Ladrón es detenido cuando huía con el botín (Durango al día 6/1/2009). Sobre la ausencia de determinante en los titulares de prensa del español americano, véanse los § 15.12f, g. Como se ve, a los rasgos de Ø que el verbo refleja —es decir, [3.ª persona, singular]— cabe agregar, en los titulares de prensa citados, el de indefinitud, aproximadamente como en alguien, cierto individuo u otras expresiones indefinidas equivalentes. Por último, Ø posee también en estas oraciones el rasgo [humano], ya que no se forman de esta manera titulares periodísticos que se prediquen de cosas. Coincide en ellos con el sujeto de las oraciones impersonales con se (Se trabajaba mucho) y con el de las construcciones impersonales que se mencionarán en el apartado siguiente.

33.4s El sujeto tácito Ø puede recibir los rasgos [3.ª persona, plural] reflejados en el verbo. Si designa individuos y acepta una interpretación indefinida, se obtienen los sujetos nulos característicos de las oraciones impersonales en las que se atribuye una acción o una propiedad a personas no identificadas. Estas construcciones se forman de manera característica con presentes e imperfectos, que son tiempos imperfectivos e inductores de genericidad (§ 15.8). La interpretación indefinida que poseen tales sujetos tácitos puede ser inespecífica, como en Me han dicho que tengo que operarme (es decir, ‘Alguien, que no interesa identificar, me ha dicho que tengo que operarme’) o en Esta semana vendrán (=‘alguien vendrá’) a reparar la caldera. A pesar de que el sujeto posee aquí rasgos de plural, que el verbo refleja, no se refiere necesariamente a un conjunto de personas. Esta última oración no afirma, por consiguiente, que serán varias las personas que vendrán a reparar cierta caldera. De forma análoga, el que pueda decirse con naturalidad Te han llamado por teléfono. Era tu hermana muestra que el rasgo [plural] de esta variante de Ø no se traduce por fuerza en la denotación de un conjunto de individuos, sino que está más bien en función de los otros rasgos, en particular [humano] e [indefinido]. La interpretación de Ø [3.ª persona, plural] puede ser otras veces más propiamente genérica. Así, la oración En Australia manejan por la izquierda, similar a la propuesta en el § 33.4q, no afirma que alguien sin identificar maneja de esta manera en aquel país, sino más bien que todo el mundo lo hace. Se analizan otros aspectos de esta interpretación de los sujetos nulos o tácitos en los § 41.10n y ss.

33.4t Los pronombres personales ellos y ellas poseen los rasgos [3.ª persona, plural], pero no adquieren las interpretaciones indefinidas a las que se ha hecho referencia. No equivalen, por consiguiente, Te llamaron por teléfono y Ellos te llamaron por teléfono. No obstante, en el español coloquial puertorriqueño se observan algunos usos del pronombre ellos con interpretación indeterminada por influencia del inglés. Así, en el texto siguiente aparece la expresión lo que ellos llaman sin referencia previa a ningún grupo particular de personas; es decir, con el sentido de ‘lo que llaman, lo que se llama’: ¿Era un curso global? Bueno, en el arte dieron […] lo que ellos llaman el quarter system, dos quarters, que son como dos semestres (CREA oral, Puerto Rico). Recuérdese, en este mismo sentido, el § 33.4c. Se han observado usos similares a estos de tipo anafórico en el habla coloquial de muchas variedades del español, si bien presentan la particularidad de que los textos no contienen grupos nominales que denoten conjuntos de individuos como posibles antecedentes, sino más bien expresiones que aluden a ámbitos (geográficos, sociales o de otro tipo) en los que se ubican. Se trata de secuencias como En la Argentina hay mucha afición al fútbol. Ellos [los argentinos] suelen decir que tienen a los mejores futbolistas.

33.4u Todos los sujetos nulos analizados en los apartados precedentes son argumentales. Este rasgo es el que permite afirmar que en Se trabajaba mucho o en Te llaman por teléfono se predican las acciones de trabajar y de llamar de algún individuo, aunque no se den precisiones que permitan identificarlo. Es controvertida la existencia de un sujeto en las oraciones formadas con los verbos denominados impersonales léxicos, clase que ilustran prototípicamente los que designan fenómenos atmosféricos o climáticos: Llueve; Ahora no graniza; Nevó mucho ayer. Estos verbos se estudian en el § 41.5. Algunos gramáticos defienden también la existencia de un sujeto nulo o tácito en este tipo de oraciones, es decir, un elemento pronominal Ø de carácter no argumental paralelo a los pronombres expletivos o pleonásticos de otras lenguas (fr. il pleut; ingl. it rains; al. es regnet). Así pues, el pronombre Ø poseería los rasgos [3.ª persona, singular], que refleja no solo el verbo (llueve), sino también algunos complementos predicativos (recio, racheado). Carecería, en cambio, de interpretación argumental, ya que los verbos mencionados no tienen argumentos. Frente a este análisis, otros gramáticos niegan la existencia de sujetos nulos no argumentales en español, y consideran que en oraciones como Llueve recio la tercera persona que aparece en el verbo y la forma masculina del complemento predicativo son las opciones no marcadas de concordancia en español. La aparición de sujetos explícitos bajo determinadas condiciones con los verbos meteorológicos, como en Amaneció un día espléndido, radiante de sol (Barea, Forja) o en Llovía un agua que limaba las aristas de las piedras (Prada, Tempestad) se estudia en los § 41.5d, k, n. En el español popular de la República Dominicana se registran oraciones como Ello está lloviendo o Ello hacía calor. Este uso, que se analiza en el § 16.2g, muestra que los sujetos pleonásticos o expletivos no son desconocidos del español.

33.4v En el § 33.1p se mencionó el problema que representa la concordancia con el verbo de los sujetos oracionales. En efecto, el verbo aparece en 3.ª persona y en singular en oraciones como Es necesario que vengas; No es obvio que tengas razón; Conviene que recapacites o No importa que Pocha se haya ido, hijito (Vargas Llosa, Pantaleón). Este rasgo no puede ser inducido por las oraciones, puesto que estas carecen de número y de persona. El problema se extiende al género, ya que se suele considerar que los atributos aparecen en género neutro con las oraciones de sujeto oracional (Es necesario que vengas). Como en los casos mencionados en los apartados precedentes, algunos autores entienden que la tercera persona en las oraciones formadas con la pauta Es imposible que… se elige por defecto. Otros sostienen que les corresponde una estructura análoga a las de otras lenguas que presentan sujetos expletivos: fr. C’est impossible que…; al. Es ist unmöglich, dass…; ingl. It is impossible that…, por tanto un pronombre nulo (Ø es imposible que…) que forme un argumento discontinuo con la oración subordinada. En el español antiguo se registran testimonios del pronombre ello usado como los pronombres expletivos de esas otras lenguas, como en Ello es cierto que cuando llegaron allí pocos años después los acolhúas, encontraron ya fundada por los tepanecas la ciudad de Atzcapotzalco (Clavijero, Historia). Este uso está vivo en el español no estándar de la República Dominicana, como extensión natural de los usos mencionados en el apartado precedente: Ello parece que no hay azúcar; Ello es necesario que vengan todos; Ello es fácil llegar. Véase también, en relación con este uso, el § 16.2j.

33.4w Así pues, reducida a lo esencial, la pregunta de cómo concuerdan en número y persona con el verbo las subordinadas sustantivas recibe hoy dos respuestas. La primera consiste en suponer que los rasgos de número (singular) y persona (tercera) del verbo son inducidos por un pronombre neutro, que puede ser expreso (francés, inglés, alemán, español antiguo, español popular dominicano) o tácito (español general contemporáneo, italiano). Este pronombre no es argumental, por lo que los predicados de los que se habla no tienen dos sujetos. Es, en cambio, catafórico16.2g y 16.6d), y ocupa la posición preverbal por razones sintácticas. Se ha aducido a favor de este análisis el que permite distinguir un grupo verbal en estas oraciones, concretamente el subrayado en Ø conviene que Javier trabaje más, lo que tiene algunas consecuencias sintácticas con respecto a la formación de oraciones interrogativas y relativas (§ 43.4k). En el segundo análisis, los rasgos de tercera persona y de singular se inducen en el verbo porque constituyen la opción no marcada, de forma que los pronombres expletivos no serían necesarios en ninguno de estos casos.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
sujeto expreso, sujeto tácito, tácito

 

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