Sintaxis

25. El verbo (III). El modo

25.14 Elección del modo con preposiciones, adverbios e interjecciones

25.14a Se construyen en subjuntivo las subordinadas sustantivas que ejercen la función de término de las preposiciones para y sin, a las que se agrega por cuando expresa finalidad (§ 46.1d):

Tuvo que sobreponerse para que ellos no advirtieran su turbación (García Márquez, Amor); El final llega sin que uno lo convoque, ¿no te parece? (Benedetti, Porvenir); La juventud debe luchar por que la libertad sea una realidad (Hora 19/7/2000).

No obstante, en áreas con fuerte influencia del inglés, se han documentado ocasionalmente construcciones finales de verbo finito en indicativo, como en Voy a arreglarlo todo para que vienes mañana, que se recomienda evitar. También se han atestiguado secuencias de este tipo en el español coloquial de hablantes bilingües del área andina por influencia de su lengua nativa.

25.14b Se suman al paradigma de para, sin y por (con sentido final) un gran número de locuciones preposicionales. Están entre ellas las siguientes: a costa de, a efectos de, a fin de, a tiempo de, al margen de, con miras a, con visos de, en contra de, en detrimento de, en espera de, en lugar de, en perjuicio de, en prevención de, en vez de, en vísperas de o so pena de, entre otras. Se ejemplifican a continuación algunas de esas construcciones:

El auxiliar la siguió hasta la puerta a fin de que la guardia la dejara salir (Dimas, Pesadilla); Una pústula debía ser reventada de inmediato y sin sentimentalismos so pena de que la infección pudriera el organismo todo (Vargas Llosa, Guerra); Y en prevención de que cometas nuevas barrumbadas, te ordeno leer a las tropas durante tres días (Roa Bastos, Supremo); A principios de septiembre se marcharon a la capital, a tiempo de que la nueva esposa empezara el curso en la escuela (Muñoz Molina, Sefarad); Solo los bufones podían ridiculizar a los poderosos, pero ello a costa de que los bufones fueran clasificados entre los animales domésticos (Miguel, Perversión); Comencé a sostener reuniones con el Alto Mando Policial a efectos de que el equipamiento de este año sea oportuno y adecuado (Tiempos 13/2/1997).

Debe señalarse, no obstante, que varias de las locuciones preposicionales mencionadas podrían considerarse conjuntivas si se entiende que la conjunción subordinante que no forma parte de una subordinada sustantiva, es decir, si se obtienen segmentaciones como [a tiempo de que] [la atendieran], en lugar de [a tiempo de] [que la atendieran]. Estos problemas de segmentación se analizan en los § 31.11, 31.14 y 46.2. Buena parte de las construcciones mencionadas en el apartado precedente aluden a estados de cosas futuros y, en especial, a lo que se desea conseguir o evitar, así como a diversas situaciones no experimentadas. Unas pocas (en lugar de, al margen de, so pena de, en prevención de) hacen referencia a variantes o sustitutos de alguna situación que se presenta como real. Este rasgo las conecta con la negación, como pone de manifiesto la proximidad entre en prevención de y para que no.

25.14c Entre las locuciones preposicionales que admiten subordinadas sustantivas como término, se usan casi siempre con indicativo gracias a, bajo pretexto de y en relación con, entre otras:

La atmósfera era densa, gracias a que las puertas y ventanas fueron cerradas herméticamente (Edwards, Patio); A los tres días de habérselo regalado, le escribió pidiéndoselo bajo pretexto de que no se hallaba sin él (Mármol, Amalia); Las cifras anteriores confirman las previsiones publicadas en relación con que la fábrica de productos tubulares está alcanzando actividades máximas (País [Esp.] 13/4/1979).

La preposición entre elige el indicativo cuando no encabeza un complemento de régimen, como en Es que entre que trabajo mucho y lo mal que administro el tiempo, soy una catástrofe (Martín Gaite, Irse), pero cuando lo hace, admite el subjuntivo en función del significado del predicado al que modifique. En el siguiente ejemplo, la preposición entre encabeza el complemento de régimen del sustantivo diferencia: Es la diferencia entre que Bee haya muerto y que esté viva (Cortázar, Armas). Véase, sobre estas construcciones, el § 36.9n.

25.14d La locución preposicional a pesar de tiene sentido concesivo, pero se diferencia de la conjunción aunque en que se emplea con indicativo más frecuentemente que con subjuntivo. Como en otras construcciones concesivas, se introduce en esos contextos cierto impedimento inefectivo en la consecución de algo (§ 47.1r):

A pesar de que veía luciérnagas donde no las había […] se sobrepuso a la somnolencia que le entorpecía los sentidos (García Márquez, General); A pesar de que unos y otros han hecho correr tanta sangre en el barrio, hasta ahora nos han respetado (Vargas Llosa, Mayta); Aiol continuó con más mesura y ya no atajé su relato, a pesar de que abundaba en inexactitudes (Mujica Lainez, Unicornio).

Admite el subjuntivo en contextos similares a los de aunque25.13h-j), en especial cuando el hablante desea presentar la información concesiva como parte del trasfondo discursivo. En estos casos, el subjuntivo introduce un contenido proposicional que se quiere hacer aparecer como si fuera conocido, sea porque se menciona en el texto previo, sea porque hay razones para pensar que no es nuevo para el oyente:

A pesar de que esto lo tuviera claro, a Chicho le costaba mucho, sin embargo, contenerse ante los pertinaces ataques del periódico (Jorquera, Chicho); En verdad, es extraño que se considere a un ser humano como algo inalterable e idéntico consigo mismo en el tiempo, a pesar de que crezca, se enferme, aprenda filosofía, se vuelva loco o pierda un brazo en la guerra (Sábato, Universo).

Sobre otros usos del subjuntivo temático, véanse los § 25.3r, 25.4i, m, 25.5i y 25.13i, p.

25.14e La alternancia modal que manifiesta hasta puede relacionarse con el análisis, esbozado en los § 22.9i y ss., según el cual su término oracional se asimila a las relativas sin antecedente expreso. De hecho, la elección del modo en esas oraciones suele ajustarse a las pautas que se estudiaron en los § 25.9-12. Se da, por tanto, alternancia modal en las oraciones genéricas, como en Esperan días y días hasta que les {dan ~ den} la cédula, pero se elige el subjuntivo en el entorno de los predicados de sentido prospectivo que se mencionaron en el § 25.11c: Has de trabajar hasta que te canses; Quiero que trabajes hasta que te canses; etc. A diferencia de hasta, la preposición desde elige el indicativo (desde que vivo allí), salvo en los contextos que se refieren al futuro, como en Quiero que trabajes desde que yo me {vaya ~ *iré} hasta que vuelva. Cabe añadir el empleo de cantara por canté o había cantado característico de la lengua periodística. Como se señaló en el § 25.9h, este uso no está sujeto a ningún proceso de inducción, ya que se considera que cantara se asimila a las formas del modo indicativo: Tenía días de haber dejado el lecho donde permaneció postrado dos semanas, cosa que no había acontecido desde que se casara, y casi nunca desde que naciera (Chávez, Batallador). Sobre otros aspectos de esta sustitución, véase el § 24.2i.

25.14f Son varios los adverbios que admiten subordinadas sustantivas en su complemento preposicional (después de que…, encima de que…). El adverbio encima induce el indicativo cuando se asimila a además:

Encima de que se trata de una misión difícil, Scavino me tiene entre ojos (Vargas Llosa, Pantaleón); Lo peor de todo es que encima de que no me llaman, yo ni siquiera tengo a quién llamar (Vázquez, Á., Juanita Narboni).

Cuando la locución adverbial por encima se construye con complemento preposicional —lo que da origen a la locución preposicional por encima de en algunos análisis—, expresa un significado similar a ‘dejando de lado’, lo que explica que sea compatible con los dos modos. Cuando se emplea con indicativo, recibe la interpretación aditiva y equivale a además de; cuando se construye con subjuntivo, suele equivaler a por más que, lo que da lugar a un sentido concesivo. Se ilustran ambos usos en los siguientes textos:

Por encima de que tal esfuerzo produce a la sociedad un núcleo de competentes profesionales, sabido es que los excedentes revierten sobre la actividad civil (González Ruiz, Misión); […] por encima de que su autor lo muestre desnudo en su amor al becerro de oro (Marcos, Fantasma); Por encima de que objetivamente Banesto convenga a una entidad o a otra, de las tres que pujan en la subasta, la batalla política ha tenido también una incidencia clara sobre el futuro del banco (Mundo [Esp.] 25/4/1994).

El sentido aditivo mencionado constituye un significado cercano al que caracteriza al adverbio ya mencionado además, que se construye con subordinadas sustantivas en indicativo: Pero Don Diego había perdido la serenidad, y la inteligencia se le extraviaba, además de que las argucias del escribano lo habían aligerado de sus mezquinos ahorros (Mujica Lainez, Escarabajo).

25.14g El adverbio después se utiliza con indicativo en contextos similares a los que aceptan encima, es decir, cuando el que habla presenta como inconveniente alguna situación que no satisface determinadas expectativas, como en estas oraciones:

Uno de los periodistas peruanos residentes en Quito le había tachado de agente del Gobierno “después de que le dimos todo tipo de facilidades para que realizase su trabajo” (Mundo [Esp.] 10/2/1995); ¿Después de que seduce a mi hijo, todavía quiere casarse con él? —dijo Ángela—. ¡Qué desfachatez! (Ibargüengoitia, León).

En estos contextos, similares en parte a los concesivos, no se deja de expresar posterioridad, pero predomina la idea de contrariedad, como pone de manifiesto la paráfrasis a pesar de todo ello, entre otras similares. Se percibe en algunos usos de después, asimismo construidos con indicativo, una relación causal que no anula, como antes, la meramente temporal: Pero ahora, después de que te he visto, se me ha descabalado la idea (Caballero, Squash). Se emplea también el adverbio luego en estos contextos con sentido temporal, como en Luego de que los detectives se acomodaron en los sillones de cuero, Manuel abrió de par en par la vitrina forrada de espejos (Rovinski, Herencia).

25.14h Cuando después expresa posterioridad, rechaza el futuro, al igual que cuando, mientras y otras expresiones que se analizan en el § 24.9: *después de que llegarás. En estos contextos temporales, alternan indicativo y subjuntivo en el español americano. El uso del subjuntivo es compartido por el español europeo, en el que constituye la opción mayoritaria:

La prima Hildebranda Sánchez había venido a visitarla poco después de que ella estuviera en su hacienda (García Márquez, Amor); ¿Qué te parece, hija, si después de que acabe todo esto, nos vamos tú y yo por ahí? (Gallego, Adelaida); […] después de que el cuerpo de alguno hubiese empezado a largar la sangre como vino por cuello de odre (Carpentier, Siglo); Dijo Lumina cuando aquella tarde, después de que reposara en la cama un rato, ayudó a Dacio a levantarse (Díez, Fulgor).

En cambio, el indicativo es habitual en el español americano en estas construcciones temporales. Repárese en que después no alterna en ellas con encima o con además, a diferencia de las que se analizaron en el apartado precedente:

Los caliés se llevaron a Manuel esta madrugada, poco después de que saliste de allá (Vargas Llosa, Fiesta); —¿Viste a la abuela en la regadera? —preguntó Leonor. —Después de que estuvo con el abuelo, bien que la vi (Aguilar Camín, Error); Dejaron a Rafael Moncada aprovisionado de agua, pan y jamón, después de que Nuria le limpió y vendó el corte del brazo (Allende, Zorro); Pero después de que la tía Rebeca se hizo cargo de la casa —y mucho después de que Natanael se borró […]— (García Márquez, Obra periodística); Pero, después de que Porzia lo abandonó, atraída por la opulencia del duque de Mugnano, sus investigaciones tomaron un rumbo más práctico y concreto (Mujica Lainez, Bomarzo).

Este uso es infrecuente en el español europeo, pero se registra también en él: Después de que tú te fuiste, dejando correr a la fantasía detrás de unos perros famélicos comprendí que precisamente me habías abandonado porque no había quedado embarazada (Benet, Región). No existe diferencia apreciable de significado en estos contrastes. Las subordinadas que complementan al adverbio antes se construyen siempre con subjuntivo: antes de que {*amanece ~ amanezca}.

25.14i Los adverbios de duda y de posibilidad son compatibles con los dos modos dentro de su propia oración. El subjuntivo puede aparecer en estas construcciones, pero solo si el adverbio precede al verbo, lo que introduce en el proceso de inducción modal una restricción sintáctica similar a la que se analizó en el § 25.12a para las oraciones de relativo: […] quizás fuera solo cuestión del tiempo que tomó identificarlos como lo que eran (Donoso, Casa). Así, junto a Quizá {oyó ~ oyera} la conversación, se obtiene {Oyó ~ *Oyera} quizá la conversación, donde quizá se interpreta como adverbio parentético. Esta restricción se extiende a tal vez, acaso y a {lo ~ la} mejor25.14n), así como a posiblemente, probablemente, seguramente y otros adverbios similares: Y de esto usted probablemente no sepa nada (Sánchez-Ostiz, Ilusión). Ello da lugar a contrastes como Posiblemente {es ~ sea} lo mejor, frente a {Es ~ *sea}, posiblemente, lo mejor. Aunque el indicativo predomina desde el punto de vista estadístico en los textos con estos adverbios:

Posiblemente no hay sustancia más sutil que el aire de la primavera avanzada (Goytisolo, Diario); Probablemente barruntaba que en el fondo el fanfarrón era un cobarde (Mujica Lainez, Casa); Seguramente de pequeña te gustaba espiar los movimientos de los mayores a través de esos agujeros (Millás, Visión),

se documenta también el subjuntivo:

Él le sopla a Inteligencia militar que este McKenzie probablemente esté alentando a esas organizaciones él mismo (Dorfman, Nana); Lo mejor es dejar las cosas como están y los cambios que seguramente haya que hacer, dejar que los inicie (Tiempo [Col.] 2/4/1997); Posiblemente fuera conveniente que la honorable abuelita consultara este asunto (Allende, Reino).

25.14j Los adverbios mencionados aparecen dentro de la oración y casi siempre preceden de manera inmediata al verbo. Es posible, sin embargo, que medie alguna palabra entre ellos, como en […] probablemente el agricultor ya tenga algunas de ellas [=‘las herramientas’] y por lo tanto no necesite comprar lampa (Pineda Milicich, Lombricultura). No obstante, el subjuntivo queda sin inductor cuando sigue una pausa al adverbio, lo que se interpreta como indicio de que ocupa una posición externa a la oración. Contrastan, pues, Probablemente {vendrá ~ venga} y Probablemente, {vendrá ~ *venga}. Sobre la posición de estos adverbios en la oración, véanse los § 30.2q y ss.

25.14k El adverbio quizá(s) suele rechazar el indicativo cuando se combina con el tiempo presente usado con valor de futuro (§ 23.6n-p). Se prefiere, pues, la segunda opción en Quizás {voy ~ vaya} mañana a la ciudad. Cabe pensar que este contraste se debe a la colisión semántica que se produce entre el significado del adverbio quizá(s) y el sentido de ‘decisión firme’ que se asigna generalmente al presente prospectivo. La elección del modo en los demás contextos depende en gran medida de cómo se interprete la estructura informativa de la oración y, en particular, de que se enfatice o no la verosimilitud de lo que se presenta como probable o la certeza —presente o futura— de lo que aparece como inseguro. Así, el autor elige el indicativo en los textos siguientes para presentar de forma cautelosa su conclusión:

Quizá no debí hacerlo: quizá debí ser más discreta (Salisachs, Gangrena); Se había desnucado en la bañadera, quizás había bebido demasiado (Piglia, Respiración); Tal vez eran impostores, tal vez hubo entre ellos un ajuste de cuentas (Parra, King Kong); La respuesta te dejó estupefacto, quizás habías bebido demasiado vino y veías las cosas con un exceso de pesimismo (Gabriel Galán, J., Bobo); Quizás no lo pudo evitar, quizás dejó que todo ocurriera así (Salazar, Selva).

El subjuntivo es posible en estos textos si el que habla desea relativizar aún más su aserto, como sucede en Tal vez fuese una de sus reacciones infantiles, frescas, que tanto enamoraban a Aldo (Chavarría, Rojo).

25.14l El subjuntivo es algo más frecuente con los adverbios de duda cuando la información que introducen no es focal, lo que permite que la atención del hablante o del oyente se centre en algún otro segmento del discurso. Así, el que dice Estoy buscando a alguien que quizás trabaje aquí (Salazar, Selva) presenta la búsqueda de cierta persona como información central o nuclear, mientras que con la oración de relativo agrega determinado dato que desea presentar como circunstancial. En muchos de estos casos, el elemento focalizado es posterior al que introduce el adverbio de duda, como sucede en estos ejemplos:

Acaso anduvieran por ahí disimulados, el Satyrión y el Erithraicón de Simaetha, o algún estimulante afrodisíaco similar (Mujica Lainez, Escarabajo); Tal vez sea cierto que la naturaleza pone en marcha sus propios mecanismos de supervivencia para evitar que arrastremos hasta la muerte más carga de la que somos capaces de soportar (Regàs, Azul); Un pan dividido por la mitad quizá alimente, pero dividido en doce se convierte en migajas (Caretas 28/9/1995); La ciencia avanza tan rápido que tal vez tengamos la primera playa en Sinus Iridum antes de que yo cumpla 20 años (Obando, Paraíso).

25.14m Como en los contextos examinados en los § 25.4g y 25.5g, también en estas construcciones alterna el presente de subjuntivo con el futuro, particularmente en las oraciones de sentido prospectivo en las que se hace referencia a contenidos no experimentados. Así, consiga alterna con conseguirá (no con consigue) en la apódosis del siguiente período condicional: Si está en mi bando, quizá consiga soportar todo esto (Palou, Carne). La forma salgamos lo hace con saldremos (no con salimos) en el siguiente período, encabezado por una subordinada temporal: Cuando este follón acabe, quizá salgamos por el monte, a ver (Mendoza, Verdad). La construcción «quizá + futuro» expresa la intención del que habla de acentuar la verosimilitud de lo que solo se presenta como probable, como en estas oraciones:

Quizá pensará alguien que nosotros, por salir tan mal librados con esta Filosofía de la Historia, […] (Valera, Leyendas); Quizá hab notado ya el amable lector que el nuevo milenio recién estrenado ayer no trajo consigo apocalipsis alguno (Faro Vigo 2/1/2001); Nos llegaba palpitando a través del negro y frío espacio; esa misma luz que quizá seguirá pasando por aquí dentro de mucho tiempo (Montero, Loca); Ya con este serán cuarenta bisnietos y al final del año quizá llegaremos a los cuarenta y tres (Azuela, A., Tamaño).

Cabe hacer notar que en el último siglo se atestigua un notable decrecimiento del futuro en favor del subjuntivo en estos contextos, por lo que el énfasis del hablante no constituye el único factor diferenciador. Sobre otros aspectos de la alternancia «presente de subjuntivo–futuro», véanse los § 24.1i y ss.

25.14n La locución adverbial a lo mejor30.11i y 30.15j) se construye asimismo con ambos modos, si bien alcanza más extensión el indicativo que el subjuntivo: Si te fijás un poco, a lo mejor vos lo comprendés (Cortázar, Rayuela). La proporción de los usos con subjuntivo es ligeramente mayor en el español americano que en el europeo:

No dudo que un huizache cimarrón y un huizache chaparro cuando se juntan, a lo mejor den un huizache con un perfume que abone las grietas de la tierra (Azuela, A., Tamaño); A lo mejor no sepa cómo insurgió Caldera a la vida política (Universal [Ven.] 3/11/1996); A lo mejor se hubiera muerto ya desde hace rato (Quintero, Esperando); A lo mejor lo hubiera apartado (Aguilar Camín, Error).

La variante a la mejor se usa en el español oral de México y, con algunas diferencias de extensión o vitalidad, también en los países centroamericanos y antillanos. Se construye casi siempre con indicativo:

A la mejor nos habrás heredado algún daño (Excélsior 1/9/2000); Vamos a tener fe, vieja, que a la mejor Jehová nos da tranquilidá (Paz Hernández, Paraíso); A la mejor no es tan malo envejecer y morir (Gánem, Caminitos); A la mejor no es toro sino esfinge (Tibón, Aventuras); A la mejor deciden cerrarle el changarro y lo echan a la calle (Hayen, Calle).

25.14ñ El adverbio de duda igual, propio de la lengua coloquial de muchos países hispanohablantes, se usa solo con indicativo: Ese igual no vuelve por aquí en su vida, vete a saber (Grandes, Aires). Expresa asimismo duda o posibilidad la locución adverbial capaz que, si bien está solo parcialmente lexicalizada, ya que —como se explica en el § 30.11jcapaz mantiene en ella parte de sus propiedades adjetivales. Esta construcción se registra —con mayor o menor extensión— en casi todos los países americanos. Es más frecuente su empleo con indicativo (capaz que lo sabe) que con subjuntivo (capaz que lo sepa), pero en el español de algunos países (Chile, entre ellos) se invierte la proporción. Corresponden a la primera pauta estos ejemplos:

Si le digo algo capaz que me golpea con el palo que todos ellos llevan (Antognazza, Vida); Y él, capaz que a las cinco de la mañana se traía uno para acá (Polimeni, Luca); Y capaz que no se va (Hayen, Calle); Capaz que harían una gran labor desde la presidencia (Prensa [Nic.] 7/1/2002); Lo que pasa es que capaz que los padres no lo comprenden (Timinetzky, Salud),

y a la segunda, estos otros:

Con tanto cacareo se le va a espantar la criatura y capaz que nazca alelada (Allende, Casa); Ojo que estos datos capaz que no sean exactos (Clarín 21/10/1987); Como era un poco tirano, capaz que los hubiese enviado a todos al destierro porque era muy temperamental y odiaba las aglomeraciones (Época [Chile] 21/2/1997); Los ingenieros nos dijeron que no seríamos dueños de las tierras si no firmábamos la división. Y yo dije, ¡capaz que me la quiten! (Hoy [Chile] 11/7/1984).

Menos frecuente es la variante sin que, como en Capaz se acuerdan de lo que sucedió o Capaz tienen un problema.

25.14o La expresión puede que, compuesta por una forma verbal del verbo poder y la conjunción subordinante que, ha acabado asimilándose a una locución adverbial. No obstante, se registran pueda que y podía que28.10) en algunos países americanos, aunque esas variantes no han pasado a la lengua culta. Puede que se construye siempre con subjuntivo, como en Isabel no está mal, y trabajándola un poco, sacudiéndola un poco, puede que se convierta en flor de piba (Benedetti, Nostalgia). La variante pueda que, infrecuente en la lengua escrita, introduce igualmente el subjuntivo:

Pues donde comenzó la vida natural pueda que se mantenga y se prolongue (Farro, Industria); Pueda que detrás de esa condición exista una situación depresiva que deba tratarse a tiempo (Medicina 11/2002).

Se documenta también pueda que en el habla coloquial del noroeste de España, donde no ha pasado a la lengua escrita. No se asimila exactamente a estas construcciones la expresión pudiera que, propia de la lengua popular del Río de la Plata, como en estos ejemplos:

A ti, al menos, pudiera que te lo envidie; pero a nosotros… (López, V., Novia); […] “pudiera que algún día…”, como dicen (Lira, Medicina).

Se considera que en estos casos pudiera es una forma verbal, ya que los hablantes que usan pudiera que… también emplean no pudiera que… (si no pudiera que me dejaran salir, es decir ‘si no pudiera ser que…’) o se pudiera que… (si se pudiera que cambiaran el día, es decir, ‘si se pudiera conseguir que…’). No se usa, en cambio, puede que con negación (*No puede que sea verdad), como se espera de una locución adverbial.

25.14p En los § 22.7a y ss. se explica por qué son escurridizos los límites entre las locuciones subordinantes y los adverbios relativos. En el § 25.12j se observó que la determinación del modo con que se construye el adverbio relativo cuando está más en función de sus propiedades como relativo que de su condición de adverbio. En su uso temporal, la locución siempre que se asimila en gran parte a los adverbios relativos, más exactamente a los grupos cuantificativos a los que equivale, como todas las veces que… o en todas las ocasiones que… Coincide siempre que con cuando en su rechazo del futuro (§ 25.12i) y también en los aspectos fundamentales de la elección del modo que se expusieron en ese apartado: siempre que ella {está ~ esté} de acuerdo. Otro comportamiento similar al que manifiesta el adverbio relativo cuando es el que muestra mientras cuando equivale a ‘durante el tiempo (en) que’. Esa similitud se percibe tanto en el rechazo del futuro (No tendrás problema mientras {*vivirás ~ vivas} allí) como en lo relativo al efecto de los inductores modales (Quiero que te portes como es debido mientras estés en esta casa). Las propiedades que mientras comparte con los adverbios relativos se analizan en los § 22.7e y 31.13.

25.14q La locución una vez que (conjuntiva para unos gramáticos, pero adverbial para otros por las razones que se explican en el § 31.14j) se asimila al uso temporal de mientras y de cuando en los aspectos mencionados: rechazo del futuro, alternancia modal y empleo del subjuntivo en función de algún inductor, como el imperativo en Déjenlo partir mañana por la mañana, una vez que haya aprendido su lección (Dorfman, Nana), o el futuro en Una vez que pasen las elecciones presidenciales podremos ayudarlos a que obtengan su libertad (Benítez, F., Lázaro), entre otros. Al mismo grupo pertenece luego que. Se construye con indicativo en Luego que salió de la cárcel, fue a ver a su esposa (Fernández Lizardi, Periquillo), pero con subjuntivo inducido por el futuro en Luego que salga, le daré las buenas noches y me marcharé (Galdós, Episodios).

25.14r Si bien suele analizarse como locución conjuntiva la expresión después que, en la que la presencia de que parece estar inducida por la naturaleza comparativa de después, esa expresión alterna con después de25.14f-h) en muchos contextos en los que presenta el mismo significado. Al igual que sucede con «después de que + indicativo», en la variante con «después que + indicativo» se obtiene el significado causal del que se habló en el § 25.14g, a menudo compatible con el temporal:

Después que me abracé con él en media cancha, me encontraba radiante de alegría (Aguilera Malta, Pelota); Y yo no querría que mi hijo fuera destruido precisamente ahora, después que ha sobrevivido a tantas calamidades (Benedetti, Primavera).

Otras veces se obtiene solo este último:

—Tiene razón —me dijo después que nos saludamos (Galdós, Episodios); Alcé a cuatro pasajeros diferentes después que se bajó el inglés (Draghi, Hachador).

En los contextos que se mencionan alternan los dos modos si se describen hechos presentes o pretéritos (… después que se {bajó ~ bajara} el inglés), pero el subjuntivo pasa a ser la única opción si la situación es prospectiva: ¿Y qué harás después que firmes el contrato? (Aguilera Malta, Pelota).

25.14s Como se explica en los § 22.7f, g, las partículas conforme, según y a medida que se asimilan a los adverbios relativos (y particularmente al adverbio como), en cuanto que expresan la proporción en que dos o más situaciones son paralelas, o dos o más procesos siguen un curso en similar progresión. El modo con el que se construyen está inducido por elementos análogos a los que lo determinan en las demás oraciones de relativo. Así, la presencia del subjuntivo en Conforme vayas repitiendo las palabras que yo diga, te irás quedando dormida (Rulfo, Pedro Páramo) está en función del futuro irás, de modo similar a como en Pasen ustedes uno a uno a medida que los llame depende del imperativo pasen. Muy frecuentemente, el modo subjuntivo determinado por algún otro inductor es el que a su vez induce el subjuntivo en a medida que y conforme, como en Quiero un rosal que crezca más alto a medida que pasen las primaveras.

25.14t Las interjecciones que se construyen con oraciones subordinadas suelen hacerlo solo con uno de los dos modos, por tanto sin alternancia. A partir de la estructura oracional «ser una lástima que + subjuntivo», donde el atributo una lástima impone el subjuntivo a la subordinada sustantiva de sujeto, se crea la interjección lástima32.4e), que se emplea con ese mismo modo: ¡Lástima que de este poema tan en la cuerda del autor no queden más que rasguños sueltos! (Menéndez Pelayo, Heterodoxos). En los § 32.5o y ss. se exponen los argumentos por los que algunos consideran interjección a ojalá (que) y otros, adverbio. Esa partícula se usa únicamente con subjuntivo: Ojalá todo salga bien (Rulfo, Pedro Páramo); Ojalá que cuantos me rodean fueran como tú (Matute, Aranmanoth). En España se emplea el adverbio así como interjección en oraciones como Así te mueras, cabrón (Trapiello, Amigos), siempre con subjuntivo, y en otras similares que se describen en el § 42.4o. La interjección dale con introduce subordinadas en subjuntivo en las que se expresa que el hablante considera excesiva la insistencia de alguien en manifestar un juicio o en realizar una acción. Rige indicativo o subjuntivo en función de que el contenido proposicional reiterado describa o no una situación ya alcanzada en el momento al que corresponde el contenido que se censura:

¡Y dale con que me he ausentado! (Olivera Figueroa, Enfermera); Al poco de hablarme, todo el día con lo mismo, que a casarnos pero cuanto antes, y dale con que nos casáramos (Quiñones, F., Hortensia).

25.14u Se ha observado que las expresiones adverbiales al fin, por fin, finalmente y otras similares favorecen a veces el subjuntivo en las subordinadas relativas cuando se usan en contextos exclamativos. Contrastan, pues, marcadamente *Dices algo que tenga sentido y Por fin dices algo que tenga sentido (la última, en alternancia con el indicativo). El efecto inductor de estas expresiones se extiende a otras exclamaciones en la lengua clásica. El subjuntivo que se subraya en el siguiente ejemplo del Quijote está contenido en una oración de relativo: ¡Bendito sea todo el cielo, que nos ha deparado una aventura que sea de provecho! (Cervantes, Quijote I). No se hace referencia con este subjuntivo a una situación prospectiva. Coincide con otros usos de este modo en expresar una situación no experimentada, pero no posee más inductor que la exclamación inicial.

 

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