Sintaxis

42 La modalidad. Los actos de habla. Construcciones imperativas, interrogativas y exclamativas

42.6 Características generales de las oraciones interrogativas

42.6a Las oraciones interrogativas se dividen en dos grandes grupos: directas e indirectas. Las interrogativas directas (¿Qué quieres?) constituyen enunciados interrogativos; las indirectas (No sé bien qué quieres) son una variedad de las oraciones subordinadas sustantivas. Las interrogativas indirectas se estudian en los § 43.7 y 43.8. Las directas, que se analizarán en este capítulo, se dividen de la siguiente forma:

1. Totales o disyuntivas

a. De o no (o polares)

b. Alternativas

2. Parciales o pronominales

42.6b Las interrogativas totales se suelen llamar también disyuntivas, ya que presentan implícita o explícitamente dos o más opciones entre las que el oyente debe elegir. En las de o no (también llamadas polares) se contraponen dos opciones antagónicas, como en ¿Tienes frío? —donde se entiende ‘¿Tienes frío o no (tienes frío)?’—, o en ¿Ha llamado Elena? —donde se entiende ‘¿Ha llamado Elena o no (ha llamado Elena)?’—. En las alternativas se elige entre dos o más opciones, como en ¿Prefieres este libro o el otro?, o en ¿Iremos por fin a Roma, a París o a Londres?

42.6c Las interrogativas parciales se llaman también pronominales, en un sentido amplio del término pronombre que incluye los determinantes y adverbios interrogativos. En estas oraciones se introducen, en efecto, pronombres, determinantes o adverbios interrogativos que proporcionan la incógnita que debe ser satisfecha en la respuesta, como en ¿Qué estás leyendo?, ¿Cuál carro es el tuyo? o en ¿Dónde se guardan las tazas de café? En algunos sistemas terminológicos se llama a estas construcciones interrogativas abiertas porque ponen de manifiesto la existencia de una serie de opciones no expresas, restringidas por el tipo de interrogativo empleado. De estas opciones se debe elegir una en la respuesta. Análogamente, se llama a veces interrogativas cerradas a las interrogativas totales o disyuntivas, ya que la opción que debe ser elegida se proporciona en el propio texto, como en ¿Prefieres este libro o el otro?, o bien se omite, pero se identifica sin dificultad por ser la contraria a la opción que se explicita: ¿Estarás aquí mañana a las ocho (o no estarás aquí mañana a las ocho)?

42.6d Aunque admiten otros usos, como se explica en los § 22.2m y ss. y 43.7j y ss., las construcciones interrogativas se emplean fundamentalmente para solicitar información: ¿Qué hora es?; ¿Vienes con nosotros?; ¿Funciona este teléfono? El acto verbal que se realiza debe distinguirse de la modalidad oracional que le corresponde. Así, pueden solicitarse informaciones mediante oraciones imperativas (Dime qué hora es, por favor) e incluso —de manera velada unas veces y más explícita otras— mediante oraciones enunciativas, sean afirmativas (Alguno de ustedes debe de saber qué hora es) o negativas (No sé qué hora es). Así pues, en todas estas expresiones se solicita información. No son, sin embargo, oraciones interrogativas, a diferencia de ¿Qué hora es?

42.6e Las oraciones interrogativas directas se marcan en la escritura con dos signos de interrogación: el de apertura (¿) y el de cierre (?). Se emplea el segundo en muchas lenguas para indicar el punto en que termina el enunciado interrogativo. El primero, que indica el punto en que se inicia, es menos común en los sistemas ortográficos. Entre las lenguas románicas se usa en español y en gallego, y de modo optativo en catalán. A veces deja de escribirse el signo de apertura (¿) por influencia del inglés o de otras lenguas en las que no se emplea. Este signo no es, sin embargo, potestativo en español, por lo que se considera falta de ortografía el omitirlo.

42.6f No rechaza la ortografía española la mezcla de signos interrogativos y exclamativos en la misma oración (¿Quieres callarte ya, caramba!):

¿Sabes lo que pasa! ¿Sabes lo que de verdad está pasando, Tom! (Vallejo, A., Cangrejos); Entreténgase con el crepúsculo. ¿No ve que empieza! (Nieva, Señora); ¿Tuvo doble nacionalidad! (Martín Manuel, Poder); ¿Por qué quieren matarme! (Arroyo, Sentencia); ¡¿Quién ha muerto?! ¡Habla, Aquiles! ¿Quién ha muerto! (Tavira, Pasión).

42.6g Es posible, asimismo, encabezar un enunciado con dos signos de apertura, uno interrogativo y uno exclamativo. Este uso es característico de las construcciones enfáticas en las que se desea presentar un enunciado como interrogativo y exclamativo a la vez. En estos casos han de ser también dos los correspondientes signos de cierre:

—¿Hace mucho que no juegas? —Años. —¿¡Años!? —Años (Fontanarrosa, Área); —¿Y por qué no se quedó usted allá, con su compañero, ya rico y señorón? —¡¿Yo?! (Draghi, Hachador); —¿¡Suprimir los bailes!? ¡Eso sí que no! (Fernán Gómez, Viaje); Algo como un disparo hizo dar un salto al durmiente. —¿¡Qué pasa!? (Castro, Ó., Llampo).

También se registra el uso concatenado de varios signos de apertura de exclamación (raramente de interrogación). Aparecen de forma ocasional en contextos muy expresivos y se corresponden con otros tantos signos de cierre:

¡¡No hay sentimientos contradictorios!! (Gómez, E., Aula); ¡Ha ido a París! ¡¡Ha vuelto de París!! ¡¡¡Jesús!!! (Larra, Fígaro); Hacían rabiar a Lucas, golpeando con puños y vasos en la madera de la mesa repetían: ¡¡Mú-sí-cá!!, ¡¡mú-sí-cá !!, ¡¡mú-sí-cá!!, ¡¡mú-sí-cá!! (Sánchez Ferlosio, Jarama).

42.6h En las situaciones no marcadas, se recomienda colocar el signo de apertura de interrogación donde comience realmente la pregunta, no ante el texto o el enunciado en el que aquella se inserta. Se aconseja, por esta razón, que el signo siga a los tópicos extraoracionales (§ 40.3i):

Y si los pájaros se venden, ¿cuánto vale el sol, la luna, el ruido que hace el viento entre las hojas? (Obligado, C., Salsa); Pensándolo bien, ¿por qué Reina va a cabalgar tan temprano? (Martínez, Vuelo); Y hablando de la guerra, ¿qué dicen las gentes aquí sobre ello? (Barea, Forja); Papá, ¿qué es esto? (Burgos, A., Reloj); El libro traducido, ¿a qué literatura, es decir, a qué lengua pertenece? (Zum, Narrativa); Porque a la verdad ¿qué van a hacer al Congreso diputados de esta clase? (Heredia, Escritos).

Aun así, debe tenerse en cuenta que el signo de apertura de interrogación permite distinguir estas construcciones de las interrogativas en las que se pide una confirmación o una aclaración (§ 42.11). En estas últimas, el hablante reproduce un enunciado inmediatamente anterior o una parte de él. Se distingue ortográficamente, por consiguiente, entre A tu primo, ¿lo detuvo la policía? y ¿A tu primo lo detuvo la policía? En el último caso, la oración podría usarse (sin pausa detrás de primo y, por tanto, sin coma) como réplica a la afirmación A mi primo lo detuvo la policía, emitida por el otro interlocutor. Se recomienda asimismo introducir el signo de apertura de interrogación tras los vocativos, no delante de ellos:

Padre, ¿por qué llora? (Krauze, Poder); Maestro, ¿qué juicio te merece Tadeo? (Mattos, Puerta); Felipe, ¿qué te pasó? (Belli, Mujer); Henríquez, ¿le gustan a usted los versos largos? (Henríquez Gratereaux, Empollar).

Se mantienen, en cambio, en el interior de la interrogación los vocativos que se sitúan a la derecha de la pregunta, como en ¿Qué es esto, María? Se percibe en los textos cierta variación en la posición del signo interrogativo de apertura con respecto a los adverbios en -mente que se introducen a manera de tópicos, como en Técnicamente, ¿es bueno? y ¿Técnicamente es bueno?

42.6i También quedan fuera de los signos interrogativos las prótasis condicionales o concesivas:

Si la [=‘poesía’] sentimos inmediatamente, ¿a qué diluirla en otras palabras, que sin duda serán más débiles que nuestros sentimientos? (Borges, Noches); Aunque el deporte rey es el fútbol, ¿qué deporte destaca en este salón? (Tiempo [Esp.] 19/3/1990).

Se añaden a estas algunas oraciones causales en posición de tópico: Como ya lo he dicho, ¿para qué lo voy a repetir? Al igual que los tópicos extraoracionales, quedan también fuera del entorno interrogativo la conjunción pero, la locución adverbial sin embargo y otros muchos conectores y marcadores discursivos, como en Pero ¿por qué no me avisaste?, opción que se considera preferible a ¿Pero por qué no me avisaste?

42.6j Al igual que sucede con las interrogativas parciales (§ 42.9), se constatan en las interrogativas totales alteraciones del orden de palabras no marcado correspondiente a las variantes declarativas. Así, el grupo nominal sujeto de las interrogativas totales se pospone con cierta frecuencia (¿Vendrá mañana el médico?), pero suele anteponerse si se pretende confirmar o poner en duda alguna afirmación previa, especialmente si esta se ha presentado con sujeto antepuesto (¿El médico vendrá mañana?). Estos casos no deben confundirse con aquellos en que hay un tópico externo al enunciado interrogativo: El médico, ¿vendrá mañana? El grupo nominal el médico no puede considerarse en sentido estricto sujeto de vendrá en esta oración, ya que está situado en una posición extraoracional, por tanto fuera de la oración interrogativa. Este grupo nominal en posición de tópico constituye el referente o el antecedente del sujeto tácito de vendrá.

42.6k Existe una relación estrecha entre los pronombres indefinidos y los interrogativos. Las oraciones que contienen indefinidos (Esta mañana ha llamado alguien) suelen constituir la información presupuesta por las interrogativas parciales correspondientes (¿Quién ha llamado esta mañana?). La pregunta interrogativa parcial solicita, como se ve, que se proporcione la información correspondiente a la persona, cosa, lugar, etc. que el indefinido representa. Muchas oraciones interrogativas totales que contienen indefinidos (¿Vas a algún sitio?; ¿Te dijo algo?) se usan en el coloquio con el mismo sentido de las interrogativas parciales correspondientes (¿A qué sitio vas?; ¿Qué te dijo?). El interrogativo quién y el indefinido nadie alternan a veces en la interrogación indirecta, como en Tú no eres {quién ~ nadie} para darme órdenes, pero no lo hacen en la directa.

42.6l En el habla coloquial de muchos países hispanohablantes alternan el interrogativo qué y el grupo indefinido una cosa en interrogativas directas como ¿Sabes {qué ~ una cosa}? Aunque algunos autores han señalado que esta construcción está influida por el inglés (You know what?), es posible que no sea necesariamente así, ya que se ha documentado la variante ¿Sabes lo qué?, no perteneciente a la lengua estándar, en zonas rurales en las que no es probable que se dé dicha influencia. Todos estos procesos ponen de manifiesto que una parte del significado de las palabras interrogativas corresponde a un elemento indefinido. Este elemento aporta la variable de persona, cosa, lugar, tiempo, modo, etc. que constituye la incógnita que debe satisfacerse.

42.6m El hecho de que los pronombres y adverbios interrogativos identifiquen personas, cosas, tiempos y otras informaciones similares hace que se asimilen a las expresiones definidas. De hecho, los adverbios interrogativos pueden ser términos de preposición, como los sustantivos y los pronombres (¿Por dónde vas?; ¿De cuándo hablan?). En este sentido, tiene particular interés el hecho de que las secuencias con las que se construyen las interrogativas parciales se usen como títulos de libros o de otros textos, sin que la secuencia muestre entonación interrogativa. Se construyen estas expresiones denominativas con infinitivo (Cómo vencer la timidez; Dónde invertir sin riesgo), pero también con verbo en forma personal (Cómo gané mi primer millón de dólares; Qué puede hacer usted para dejar de fumar). A esta misma pauta corresponden estos textos:

Yo tuve una columna que se llamaba “Cómo ser bella” (CREA oral, Venezuela); Se ha iniciado como escritora con una divertida novela-documento que se titula Cómo ser mujer y no morir en el intento (Cambio 16 25/6/1990); Cómo se cuenta un cuento (García Márquez, Cuento).

En sentido estricto, no puede decirse que estas sean oraciones interrogativas directas, ya que el título no suele ser ¿Cómo vencer la timidez?, sino Cómo vencer la timidez (por tanto, sin la entonación característica de las oraciones interrogativas). En estos casos, el significado de los pronombres y adverbios interrogativos es el que se expresaría con un elemento nominal (‘la forma de vencer la timidez’, ‘los lugares en los que invertir sin riesgo’, etc.). El punto en común de estas expresiones con las interrogativas indirectas seleccionadas por predicados asertivos (Te diré cómo vencer la timidez) radica en que no se solicita al oyente que satisfaga una incógnita, sino que se anuncia que se va a presentar cierta información que el hablante posee.

42.6n En los títulos construidos con oraciones interrogativas de la manera descrita se introduce, como se ha explicado, cierta información nominal que da nombre al escrito. Lo que se espera del contenido de los textos así encabezados es que proporcionen la información correspondiente a la variable representada por el elemento interrogativo que aparece en el título, esto es, la relación de cosas que hay que hacer para vencer la timidez, de lugares en los que se puede invertir sin riesgo, etc. Este hecho pone de manifiesto que la entonación es un factor esencial para otorgar estructura proposicional a las interrogativas directas, es decir, para presentar esas secuencias como opciones abiertas (en el sentido de inconclusas o incompletas; recuérdese el § 42.6c) que deben ser cerradas o saturadas por las respuestas que se solicitan. Sobre la relación entre las interrogativas indirectas y los grupos nominales definidos se hacen varias consideraciones en los § 43.8c y ss.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
oración (de modalidad) interrogativa

 

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