Sintaxis

31 La conjunción. Sus grupos sintácticos. Las construcciones coordinadas

31.6 Coordinación copulativa y pluralidad

31.6a El resultado de coordinar dos o más grupos nominales mediante una conjunción copulativa es un grupo sintáctico que tiene las propiedades de una expresión nominal en plural, lo que se manifiesta en la concordancia con verbos y adjetivos: Laura y Claudia juegan juntas; Elsa y yo tomamos el desayuno. También se revela esta propiedad en la relación anafórica o catafórica que estos grupos pueden mantener con los pronombres: Ni a su hijo ni al mío les gustan las películas de terror; Necesitaba tanto un sillón como una mesa, pero no los encontraba a buen precio.

31.6b Como los plurales, los componentes de la coordinación admiten interpretaciones distributivas y colectivas de los predicados con los que se unen. La interpre tación distributiva consiste en atribuir a cada uno de los componentes de la coordinación el significado del predicado. Así, la oración El periódico y el desayuno están sobre la mesa no contiene el segmento El periódico está sobre la mesa, pero esta información se deduce o se infiere porque el significado del predicado están sobre la mesa se desdobla y se aplica distributivamente a cada uno de los elementos que componen su sujeto. Se extiende el mismo razonamiento a los casos en los que el grupo coordinado desempeña cualquier otra función sintáctica oracional. Así, la oración No se fía ni de ti ni de mí no contiene el segmento No se fía de mí, pero ese significado se infiere como en el caso anterior. Aunque la mayor parte de los predicados acepta esta interpretación de sus argumentos, un grupo numeroso de ellos la rechaza, como se verá en las páginas siguientes.

31.6c Entre los predicados que rechazan la interpretación distributiva destacan los que se interpretan de forma colectiva (también conjunta o acumulativa). Así, de la oración Los alumnos y las alumnas de este curso suman cuarenta no puede deducirse Los alumnos suman cuarenta. No es posible por tanto distribuir la significación del predicado verbal (suman cuarenta) y aplicarlo a cada elemento de los que componen su sujeto. Repárese, en el mismo sentido, en que mientras que de Jorge y Ramón son altos se deduce ‘Jorge es alto’ y ‘Ramón es alto’, de Jorge y Ramón son parecidos no se deduce ‘Jorge es parecido’ y ‘Ramón es parecido’, sino ‘Jorge es parecido a Ramón’ y ‘Ramón es parecido a Jorge’. Estos últimos predicados, de naturaleza colectiva, se suelen llamar simétricos y se caracterizan por predicarse de grupos, manifestados mediante plurales o elementos coordinados. Se analizarán sus propiedades fundamentales en los apartados siguientes.

31.6d Las oraciones formadas con argumentos plurales o coordinados no son recíprocas, pero se interpretan semánticamente de forma semejante a las que sí lo son. En la oración Jorge y Ramón son parecidos se entiende, en efecto, … entre sí, y este grupo preposicional es característico de las oraciones recíprocas, como se observa en el § 16.5c. Es lógico, por otra parte, que la similitud o la diferencia sean propiedades que han de aplicarse a dos o más seres, mientras que la altura es una propiedad que se predica de cada uno por separado.

31.6e La interpretación distributiva de los grupos coordinados se obtiene por defecto. Por consiguiente, a falta de indicaciones léxicas o sintácticas, la mayor parte de los predicados con sujetos o complementos coordinados se interpretan distributivamente. Razones de naturaleza extralingüística pueden limitar las posibles interpretaciones de una oración en estos contextos. Así, la secuencia Luis y Antonio han escrito el informe puede referirse a dos informes o a uno solo escrito por los dos juntos; en la oración Luis y Antonio subieron el piano tiende a excluirse, en cambio, la interpretación distributiva por razones extralingüísticas. Los grupos nominales indefinidos insertos en el grupo verbal favorecen, en general, la colectiva (Luis y Ana han tenido un hijo), pero los factores que provocan la elección en estos casos son también, en buena medida, de naturaleza discursiva (cf. Mi jefe y mi cuñado tienen ahora una nueva hipoteca). En los § 20.9n y ss. se analizan otros factores que intervienen en la elección.

31.6f El adverbio respectivamente garantiza la distribución ordenada de las relaciones predicativas, como en Miguel, Luis y Marina han decidido estudiar Matemáticas, Derecho y Física, respectivamente, o en El envío de los documentos a Madrid y Bruselas fue ordenado por la Audiencia Nacional y el Gobierno, respectivamente. La ausencia del adverbio respectivamente en esos ejemplos podría provocar ambigüedad, ya que cabría asignar las acciones descritas a varios individuos a la vez. He aquí algunos ejemplos similares:

Entre las zonas somáticas, diferenciadas con claridad, encontramos la zona intestinal, la zona cardíaca y la zona cerebral, según que el sonido sea muy grave, medio grave o muy agudo respectivamente (Benezon, Musicoterapia); Entre los religiosos el caso más conocido es el de las hermanas francesas de las Misiones Extranjeras, Alice Domon y Léonie Duquet, detenidas, respectivamente, el 8 y 10 de diciembre de 1977 (Mignone, Iglesia).

31.6g Cervantes prescinde a veces en el Quijote de las marcas distributivas, lo que dificulta la interpretación de algunos pasajes. Así, en […] dejando libre sin jáquima y freno al rucio y a Rocinante (Cervantes, Quijote II), se quiere decir ‘sin jáquima al rucio y sin freno a Rocinante’. También resulta inusitado en la lengua actual coordinar dos verbos, pero no sus complementos, si se designa alguna acción distribuida entre los componentes de un sujeto múltiple. De nuevo, se trata de una estructura sintáctica que Cervantes usa en el Quijote: Los consejos y la compañía del maestro Elisabat le fue y le fueron de mucho provecho (Cervantes, Quijote I). En esta oración se debe entender que fue es el verbo que corresponde a la compañía, y que fueron el que corresponde a los consejos. Se trata, como el caso anterior, de un recurso de la lengua clásica que no ha pasado a la moderna, ni siquiera a los registros más formales del español contemporáneo.

31.6h Se explica en los apartados precedentes que los predicados llamados simétricos fuerzan la interpretación colectiva de los plurales y los grupos coordinados. Suelen dividirse de esta forma:

A. Con sujetos de interpretación colectiva

B. Con objetos directos de interpretación colectiva

Cada uno de estos grupos posee dos variantes. En una de ellas muestran un único argumento plural, o formado mediante coordinación, como en Luisa y Antonia se parecen. En la otra variante los argumentos se presentan separados, de forma que el segundo constituye un grupo preposicional, como en Luisa se parece a Antonia.

31.6i Como cada uno de los tipos sintácticos mencionados presentan dos variantes (1 y 2) se obtienen los cuatro grupos siguientes:

A1: La idea central en ella es que las especies que más se parecen en la actualidad son aquellas que se originaron de un ancestro más reciente (Piñero, Bacterias); Ahora —durante la LXI Asamblea Plenaria del Episcopado, realizada la semana pasada—, obispos y religiosos hicieron las paces (Proceso [Méx.] 17/11/1996); Huicholes y coras pelearon en las Huastecas, purépechas y otomís lucharon en las selvas de Tabasco y Campeche (Carrillo, Pintura).

A2: (Viendo en torno). Perpetua no se parece a usted (Carballido, Soñar); Sara, que acababa de cumplir los quince años, hizo las paces con su madre (Dou, Luna); No tuerzas, madre mía, no tuerzas esos morros, que ya hiciste las paces con Quiteria (Miras, Brujas); Camargo peleó con dos compañeros de la escuela (Martínez, Vuelo).

B1: Como la historia y todo lo que toca al hombre, el amor, que enriquece la vida y endiosa la pareja, es también algo turbio y contaminado, no puede germinar sin mezclar el sufrimiento y el goce, la generosidad y la crueldad (Vargas Llosa, Verdad); Desde el día en que le dije seriamente que a estas alturas, tan avanzado el siglo, era imposible ya seguir confundiendo el lenguaje y la verdad (Rossi, María); Descosa el pespunte que une la tira y el cuello, y desprenda este (Tudela/Herrerías, Costura); Otras muchas costumbres populares, arraigadas en la tradición de los pueblos, en su folklore, relacionan el pan y el matrimonio (Tejera, Pan).

B2: La mayoría de las veces creo que los que estamos acá somos considerados de izquierda, pero nunca hemos mezclado un asunto con otro (Hoy [Chile] 25/8/1997); Una brújula que confunde el Norte con el Sur puede ser grave, grave (Vargas Llosa, Tía); Primitiva ahuyentó a los sirvientes y se paró justo en el pasillo que une la cocina con el comedor, lista para intervenir si había golpes (Elizondo, R., Setenta); A veces relacionaba el asunto con su última visita al Perú, que había sido bastante agradable, pero le era imposible el nombre del café de Barranco en que Alicia se le acercó con el pretexto de que lo había visto la noche anterior (Bryce Echenique, Magdalena).

31.6j Los predicados de los grupos B1 y B2 denotan contacto y, por extensión, vínculo o relación, pero también las nociones opuestas (separar, distanciar). Pertenecen a estos tipos los verbos atar, chocar, conectar, fundir, juntar, pegar, unir, vincular y otros similares. Véanse, en relación con estos verbos, los § 36.7a, b. Alternan aparentemente la conjunción y y la preposición con en pares como mezclar un nombre {y ~ con} el otro; confundir esta puerta {y ~ con} la del salón; unir un cabo {y ~ con} el otro; relacionar esta idea {y ~ con} aquella. Sin embargo, la alternancia no es exacta, puesto que, si se elige la conjunción, se obtiene un solo argumento, además del sujeto: el subrayado en relacionar una cuestión y la otra. Si se elige la preposición con se obtienen, en cambio, dos argumentos, además del sujeto: los subrayados en relacionar una cuestión con la otra. La flexión verbal refleja en algunas variedades del español la presencia del argumento preposicional. Oraciones como Fuimos al cine con Marta se interpretan en algunos países en el sentido de ‘Marta y yo fuimos al cine’. Esta cuestión se analiza en los § 33.7g y ss.

31.6k Algunos predicados del grupo A son variantes pronominales de otros del tipo B. Así, el verbo pronominal comunicarse pertenece a A, mientras que el verbo transitivo comunicar (como en Quiero comunicar el salón con el estudio) pertenece a B. Se obtienen diferencias similares entre aliarse y aliar; casarse y casar; conectarse y conectar; distanciarse y distanciar; mezclarse y mezclar; unirse y unir. Pertenecen también al grupo A, en alguna de sus interpretaciones, los verbos coincidir, combatir, competir, confraternizar, confundirse (en el sentido de ‘mezclarse’), conversar, discrepar, discutir, disentir, distanciarse, divergir, divorciarse, entrelazar(se), jugar, luchar, mezclar, negociar, parecerse, pelear o rivalizar, entre otros.

31.6l Algunos verbos del grupo A1 integran morfológicamente la preposición que expresan sintácticamente en la opción A2, a menudo repitiendo el mismo segmento, como en Las dos fincas colindaban ~ Una finca colindaba con la otra. Esta relación morfológica se analiza en los § 10.7s y ss. y 36.1j. La vertiente morfológica de los vínculos entre coordinación y pluralidad afecta a otros prefijos, de modo notable a inter- y entre-. En el § 10.7 se plantea de forma más general este aspecto de la relación entre morfología y sintaxis. Repárese en que varios verbos simétricos contienen el prefijo con-, o su variante co-, que aporta la información adverbial que corresponde a ‘conjuntamente’ o ‘en común’. En muchos de ellos se percibe con claridad el significado del prefijo en la lengua actual (coeditar, colaborar, compartir, confraternizar, convivir, cooperar), mientras que en otros resulta ya casi opaco, aun cuando fuera transparente en latín: competir < competĕre ‘dirigirse a un mismo punto’; colisionar < collidĕre < cum-laedĕre ‘herirse mutuamente’; confabularse < confabulāri ‘conversar’. Se aplica un razonamiento similar a concordar, coordinar(se) y otros muchos verbos. Tampoco se percibe ya hoy el valor del prefijo griego syn- (‘unión’) en los verbos simétricos simpatizar y sintonizar.

31.6m Algunos predicados admiten con naturalidad la interpretación simétrica aun cuando denotan acciones que no han de ser realizadas necesariamente por varios individuos a la vez. Otros, por el contrario, denotan acciones o estados que no pueden predicarse de un solo individuo. Entre estos últimos están coincidir, debatir, discutir, encariñarse (con), hablarse (con), parecerse, así como hacer las paces, hacer buenas migas, estar a partir un piñón y llevarse como el perro y el gato. Entre los primeros se hallan, en cambio, jugar, bailar, bromear o hablar. Cuando se dice de dos o más personas que estuvieron jugando, bailando, bromeando o hablando es natural entender que lo hicieron ‘unas con otras’, aun cuando la interpretación no simétrica (esto es, la interpretación distributiva) sea también posible. Por el contrario, son muchos los verbos que no denotan acción recíproca sin marca formal que la especifique. Si se dice de dos personas que estuvieron escribiendo durante un tiempo, no se entenderá que se cruzaban cartas (cf., en cambio, Se estuvieron escribiendo durante un tiempo, con pronombre recíproco: § 16.5). Si, por el contrario, decimos de esas dos personas que hablaron largamente, entenderemos con naturalidad que lo hicieron entre sí. Tal diferencia se debe a que las nociones mencionadas (el juego, el baile, el habla, etc.) son interpretadas como inherentemente relacionales. No lo son, sin embargo, por exigencia lógica, ya que es posible jugar, bailar o hablar en solitario.

31.6n Como se ha señalado, los predicados simétricos manifiestan en su significado informaciones relativas a la reciprocidad, que vienen a ser equivalentes a las que otros muchos predicados expresan con diversas ayudas gramaticales: entre sí, el uno {con ~ de ~ para…} el otro, mutuamente, etc. Así, el pronombre se es necesario para manifestar el significado recíproco en oraciones con verbos no simétricos, como Laura y Germán se escribían, pero no es imprescindible una marca sintáctica para expresar esa noción en Laura y Germán conversaban, ya que el verbo conversar denota léxicamente la noción de reciprocidad. El morfema se que aparece en algunos de los verbos simétricos mencionados (confabularse, coordinarse, relacionarse) se comporta como la marca característica de los verbos pronominales: Se coordinan entre sí; Se confabulan unos con otros. No son pronominales, en cambio, escribir o amar, por lo que la forma se en Se escriben o Se aman se analiza como pronombre recíproco. De forma análoga, es de esperar que el grupo unos con otros no se pueda suprimir libremente en Los estudiantes preparaban las tareas unos con otros si se desea obtener la significación recíproca (es decir, si se desea significar que se realizaba un trabajo conjunto). La expresión unos con otros no resulta, en cambio, imprescindible en Los gladiadores luchaban unos con otros en la arena del circo, puesto que el verbo luchar es simétrico, a diferencia del verbo preparar.

31.6ñ Como se ve, las expresiones entre sí o el uno {a ~ de ~ con…} el otro refuerzan o destacan la significación recíproca de ciertos verbos que ya la poseen de manera implícita (jugar, luchar, bailar), pero la añaden como información nueva en los numerosos casos en que no está determinada por el significado (preparar, escribir, etc.). Se deduce de todo ello que la relación de reciprocidad puede marcarse sintácticamente (con el pronombre recíproco se o con los grupos preposicionales entre sí, el uno al otro, etc.), morfológicamente (con los prefijos con- o dis- o alguna de sus variantes) o bien léxicamente, es decir, en función del significado expresado por el propio predicado, como en los casos de mezclar, rivalizar o hacer las paces.

31.6o En función del contexto y la situación, es posible obtener interpretaciones no simétricas de muchos de los predicados mencionados, lo que se consigue dejando tácito uno de sus argumentos. Así, en Estuvieron hablando largamente cabría entender ‘con ella’ (por tanto, no solo ‘entre sí’); en mezclar bien los ingredientes podría entenderse ‘con la salsa ya preparada’; en Son socios desde hace años podría interpretarse ‘del club’, y en Los novios estaban enojados podría querer decirse ‘con el dueño del restaurante’.

31.6p Tampoco se obtiene la interpretación simétrica en los casos en que no se atribuye a las personas o las cosas la misma participación en las acciones que se describen. Cabe decir, por ejemplo, de dos personas que chocaron en la calle, y también que una chocó con (o contra) la otra; pero si un automóvil choca con un muro, no se diría de ambos que chocaron, ya que solo uno de ellos experimenta movimiento. Se obtienen diferencias similares en función de factores relativos a ordenaciones cronológicas o jerárquicas. Así, la oración Kant coincidía con Aristóteles en muchas cuestiones no implica Aristóteles coincidía con Kant en muchas cuestiones. Decimos, de modo similar, que un hijo se parece a su padre (y no a la inversa). Son muchos los casos en los que el argumento mencionado en segundo lugar se interpreta en estos contextos como prominente o destacado en diversos sentidos.

31.6q Existen ciertas diferencias geográficas en el uso de los verbos simétricos. Se usa empatar en el español general en el sentido de ‘obtener los mismos puntos o votos que otra persona’; en el de varios países americanos significa también ‘enlazar, empalmar’ (empatar dos cabos de una cuerda); en el de Venezuela y otros países del área caribeña, empatarse dos personas es ‘hacerse novios’. Se utiliza platicar en el sentido de ‘conversar’ en México, Centroamérica y buena parte del área caribeña. Conferenciar se usa con este mismo sentido, pero también, sobre todo en el área rioplatense, con el de ‘dar conferencias’ (interpretación no colectiva). En una de sus interpretaciones (‘celebrar sesión’), el verbo sesionar se emplea como verbo simétrico, por tanto con sujetos plurales (Sesionamos los martes) o con complemento preposicional (Sesionaron con la Cámara de Comercio). He aquí algunos ejemplos:

Además allí empataron Barcelona, Sevilla y Zaragoza, los tres a cero goles (País [Esp.] 2/2/1977); PSOE e IU empataron en las elecciones con un total de nueve concejales (Mundo [Esp.] 15/6/1995); Emeterio y Luis, platicando en el patio morisco, empataban una copa de vino tras la otra (González, E., Dios); Platican entre ellas y gozan ese nuevo respiro que el muchacho les permite (Martín Campo, Carreteras); […] y al frente Contreras y el gordo Restrepo platicaban con Malú y con Claudia y parecía que soplaban para que las faldas se siguieran levantando (Gamboa, Páginas); […] mientras la traductora, la guionista y la productora conferenciaban en el fondo, al borde del colapso nervioso (Film 6/7/2003); En una sesión llena de medidas de seguridad, ante la presencia de seguidores y simpatizantes del parlamentario, los 14 integrantes sesionaron a puerta cerrada (Telégrafo 16/6/2004).

31.6r Los predicados simétricos no son solo verbales. Entre los adjetivos simétricos del español figuran, en alguna de sus interpretaciones, los siguientes:

adyacente, afín, antónimo, cercano, coetáneo, coincidente, colindante, compatible, complementario, común, conexo, contemporáneo, contiguo, contradictorio, diferente, distinto, divergente, gemelo, idéntico, igual, incompatible, lejano, paralelo, perpendicular, próximo, simétrico, similar, sinónimo.

Se añaden a ellos muchos adjetivos formados sobre participios de verbos simétricos: asociado, alejado, conectado, contrapuesto, distanciado, emparentado, junto, opuesto, parecido, separado, etc. Entre los sustantivos simétricos cabe señalar los siguientes, aunque solo en alguna de sus interpretaciones:

adversario, amigo, camarada, colega, compañero, competidor, compinche, cómplice, cónyuge, cuñado, enemigo, gemelo, pariente, primo, socio, tocayo, vecino.

31.6s Son menos numerosos los adverbios o las locuciones adverbiales que pertenecen a este grupo: de acuerdo, en desacuerdo, en contacto, lejos, cerca, en relación, en colaboración, al lado, conjuntamente. Entre las preposiciones, solo una pone de manifiesto las propiedades características de esa clase: entre. En ocasiones, forman el predicado simétrico los grupos verbales —idiomáticos unas veces y sintácticamente complejos otras—, como en establecer lazos, llevarse bien, tener una relación, formar un círculo, hacer un dúo, formar una pareja excelente, hacer un buen equipo, o en las locuciones verbales mencionados en las páginas precedentes (hacer las paces, estar a partir un piñón, hacer buenas migas, etc.).

31.6t Se explicó en el § 31.3a que las conjunciones coordinantes discontinuas o correlativas se interpretan casi siempre en sentido distributivo, por tanto no colectivo. Es lógico, en consecuencia, que sean rechazadas por los predicados simétricos. Ello significa que cada uno de los miembros unidos por las conjunciones compuestas tanto… como… o tanto… cuanto… habrá de predicarse independientemente del significado del verbo. Son, en consecuencia, esperables contrastes como Tanto el uno como el otro son {pacientes ~ *parientes} (si no se habla de una tercera persona, tal como se ha explicado), o *Tanto Miguel como Luis eran socios entre sí (frente a … eran socios del club).

31.6u La conjunción discontinua ni… ni…31.9p, q y 48.3q, r) forma grupos conjuntivos compuestos que se interpretan distributivamente, por lo que también rechazan los predicados simétricos. Así, mientras que en Miguel y Rosa no bailaron en toda la noche se percibe la interpretación recíproca (‘el uno con el otro’) o la no recíproca (‘solos’ o ‘con alguien no especificado’), la no recíproca es la única que se obtiene en Ni Miguel ni Rosa bailaron en toda la noche. Ello es consecuencia de que los grupos formados con ni… ni… se especialicen en la interpretación distributiva. Contrastan, por la misma razón, No me parecieron simpáticos ni Pablo ni Luisa y *No me parecieron semejantes ni Pablo ni Luisa (de nuevo, sin complemento). Existen, sin embargo, algunas excepciones, que se mencionan en el § 31.9p.

31.6v Son muchos los contextos en los que el lugar que corresponde a un grupo formado por coordinación (juntar un cabo y el otro) es ocupado por un plural (juntar cabos), por un nombre no continuo (juntar dinero) o por un sustantivo colectivo (juntar un ejército). Estas relaciones entre coordinación y pluralidad se analizan en los §12.2s, 12.4q y ss. y 20.9n, ñ.

31.6w Los nombres colectivos pueden constituir antecedentes de ciertos grupos coordinados que presentan separados los referentes de los primeros en construcciones distributivas. Las secuencias obtenidas se ajustan a la pauta «nombre colectivo… + [pronombre en singular … + y + pronombre en singular…]», como en Era una unión perfecta, él de Mérida y ella de Maracaibo o en los textos siguientes:

Lentamente se aproximaba la extraña pareja gorda… él de negro y sombrero de copa, ella de blanco con uno empingorotado y palo de escoba al sesgo (Espinosa, E., Jesús); Alquiló las dos habitaciones a un matrimonio: él, poeta; ella, poetisa; y la hija, un poema (Anderson, Telar).

Se da también esta pauta con antecedentes plurales o coordinados, ya sean estos explícitos, o implícitos, como en el último ejemplo:

[…] frente a unas deliciosas órdenes de tamales chiapanecos, unos de cambray y otros envueltos en hoja de plátano (Serrano, M., Corazón); Él como yo, vivió en la zona republicana, él de adolescente y yo de hombre hecho (País [Esp.] 2/4/1985); Ahora la obligué a vestirse de tehuana para engañar al tío Homero: ella de tehuana y yo de jipi (Fuentes, Cristóbal).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
predicado colectivo

 

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