Sintaxis

45 Construcciones comparativas, superlativas y consecutivas

45.2 Elementos constitutivos de la comparación de desigualdad (I). Definiciones

45.2a Las estructuras comparativas de desigualdad vinculan varias unidades gramaticales, de cuya interrelación se obtienen los significados complejos que expresan esas estructuras. Las nociones fundamentales que cabe distinguir son las siguientes:

1. Noción comparada

2. Primer término de la comparación

3. Segundo término de la comparación

4. Cuantificador comparativo o grupo cuantificativo

5. Complemento comparativo

6. Núcleo de la comparación

7. Expresión diferencial

45.2b El concepto de noción comparada se introdujo en la sección precedente. Como allí se vio, esta noción especifica la naturaleza cuantitativa de lo que se compara. El llamado primer término de la comparación es el elemento que designa la entidad que se pone en relación con otra, mientras que el segundo término de la comparación es el segmento que designa la entidad en relación con la cual se compara algo o alguien. Así, en el ejemplo El árbol era mucho más alto que la casa, la noción comparada es ‘el grado de altura’, el primer término de la comparación es el árbol, y el segundo término de la comparación es la casa.

45.2c La noción comparada (‘grado de altura’) se obtiene, como se explicó en la sección precedente, a partir del cuantificador comparativo (más, menos) o del grupo cuantificativo (más alto en el ejemplo propuesto) que este encabeza. El cuantificador comparativo incide sobre el núcleo de la comparación (alto). Este elemento determina el tipo de grupo sintáctico que forma la comparación. En el ejemplo propuesto se trata de un grupo adjetival, puesto que alto es un adjetivo. El elemento diferencial es mucho, que especifica cuánto es más alto el árbol que la casa, es decir, cuál es la diferencia entre las dos medidas.

45.2d El segundo término de la comparación (la casa, en el ejemplo propuesto) está incrustado, como se ve, en el grupo conjuntivo que constituye el complemento comparativo (que la casa). En resumen, en El árbol era mucho más alto que la casa se reconocen estos componentes de la comparación de desigualdad:

1. Primer término de la comparación: el árbol.

2. Segundo término de la comparación: la casa.

3. Grupo cuantificativo: mucho más alto.

4. Núcleo de la comparación: alto.

5. Complemento comparativo: que la casa.

6. Noción comparada: ‘grado de altura’.

7. Expresión diferencial: mucho.

A esa serie de componentes semánticos se agrega la de los segmentos sintácticos que se reconocen en la oración: era mucho más alto que la casa es un grupo verbal; mucho más alto que la casa es un grupo adjetival, etc.

45.2e La distribución de componentes esbozada en el apartado anterior requiere algunas precisiones. Como se ve, el complemento comparativo lo es en realidad del cuantificador comparativo, o del grupo cuantificativo que este constituye. El cuantificador precede siempre al complemento comparativo, pero en las construcciones llamadas correctivas o de adecuación (§ 45.12f y ss.) el núcleo de la comparación aparece a veces desgajado del grupo cuantificativo, como en Era, más que difícil, imposible. Los cinco primeros componentes constituyen segmentos sintácticos, mientras que el sexto designa el concepto semántico en torno al cual se establece la comparación. Como se muestra en el ejemplo propuesto, el grupo adjetival que desempeña la función de atributo (mucho más alto que la casa) contiene aquí el grupo cuantificativo y el complemento comparativo. Sin embargo, estos dos componentes no forman necesariamente un segmento sintáctico en otras oraciones comparativas, como se comprobará en los apartados que siguen.

45.2f El componente número 7 de la relación anterior ejerce un papel importante en la comparación, puesto que mide la diferencia existente entre los dos grados que se comparan. Esa medida puede proporcionarse también con grupos nominales: medio metro más alto, mil pesos más barato. Como se ve, el grupo cuantificativo de las comparaciones de desigualdad, encabezado por los cuantificadores más o menos, puede estar a su vez modificado por otro cuantificador, como en muchas más cajas de cartón, bastante menos seguros de sí mismos, un poco más cerca de ti, algo más amablemente, o bien por un grupo nominal cuantificativo, como en dos años más joven, medio metro más alto o tres veces más. Las expresiones cuantificativas que se acaban de mencionar especifican la medida de la diferencia que se reconoce entre las entidades que se relacionan en la comparación. Así pues, cuando se dice de una cosa que es dos metros más alta que otra, no se le atribuye una altura de dos metros, sino que se pone de manifiesto que esa magnitud (dos metros) establece la diferencia que existe entre dos medidas. De manera análoga, si se dice de una ciudad que está diez kilómetros más lejos de la costa que otra ciudad, no se expresará con esa magnitud (diez kilómetros) la distancia entre las dos ciudades, sino la diferencia que existe entre sus distancias respectivas a la costa, medidas por separado. Los grupos nominales cuantificativos mencionados se agregan a los grupos comparativos presentados arriba y configuran con ellos grupos comparativos complejos. Desde el punto de vista semántico, los primeros expresan, como se ve, alguna magnitud diferencial entre los elementos que se comparan. Pueden llamarse, por tanto, grupos cuantificativos diferenciales o simplemente expresiones diferenciales. Se analizarán en la sección siguiente.

45.2g Los procesos de coordinación permiten desdoblar los componentes de la comparación. Así, pueden coordinarse los complementos comparativos (más interesante que este libro y que aquel otro), los grupos cuantificativos (más alta y más despierta que las demás), los grupos diferenciales (Te costaría diez dólares o veinte dólares más que el otro), los núcleos (más alta y despierta que las demás), los primeros términos de la comparación (Los libros y los discos lo entretenían más que ninguna otra cosa) y también los segundos (mejor que un libro y un disco). Se muestran a continuación otros ejemplos de desdoblamiento:

Ella y yo somos más antiguas que el director y que todos los médicos y los enfermeros (Luca Tena, Renglones); Sentí que la protegía algo más fuerte que el mar y que todos los elementos enfurecidos (Fernández Spencer, Pueblo); Sus perros los siguieron, más flacos y más bulliciosos que sus dueños (Arguedas, J. M., Zorro); Decidió al fin alquilar un departamento más amplio, en un barrio menos bohemio y apartado que San Telmo (Martínez, Vuelo).

45.2h Los cuantificadores más y, en menor medida, menos fuerzan la llamada concordancia negativa con los indefinidos que aparecen en el segundo término de la comparación (más inteligente que ninguno de sus compañeros, menos caro que ninguno de los demás productos, más tarde que nunca):

Siempre fue capaz de reclutar un poderoso ejército en menos tiempo que ningún otro señor (Otero, L., Temporada); También, en casa, durante la cena comentaron lo mismo. Que cuánta gente. Que más gente que ningún año (Martín Gaite, Visillos); Hoy he llegado más temprano que nunca (González León, Viejo); Creció sensata y fresca, más hermosa que ninguna de las Gonzalbo previas (Aguilar Camín, Error); Tú sabes mejor que nadie de dónde viene y adónde conduce todo eso (Collyer, Habitante); Es hoy más urgente que nunca encontrar ese lenguaje común que facilite los contactos creadores (Valente, Palabras).

En estas construcciones las palabras negativas alternan generalmente con cualquiera (más inteligente que cualquiera de sus compañeros), y a veces también con todo(s). Aunque no sean siempre intercambiables, son casi equivalentes desde el punto de vista semántico las expresiones Es mejor que todos; Es mejor que ninguno; Es mejor que nadie, y Es mejor que cualquiera. Véase, sobre estas construcciones, el § 48.4v.

45.2i Se suelen llamar comparativos sincréticos los que contienen implícito en su significado el cuantificador comparativo. Los comparativos adjetivales sincréticos del español son cuatro: mejor, peor, mayor y menor. Los dos primeros son asimismo comparativos adverbiales, de modo que mejor es el comparativo de bueno —Es mejor (‘más bueno’) que yo— y también el de bien —Canta mejor (‘más bien’) que yo—. A su vez, peor es el comparativo sincrético de maloEs peor (‘más malo’) que yo— y también el de mal —Canta peor (‘más mal’) que tú—. Los adjetivos mayor y menor son, respectivamente, los comparativos sincréticos de grande y pequeño (también chico o chiquito). Se dice, por tanto, mejor que ella, peor que el año pasado, mayores que los demás, menores que sus ingresos. Los adjetivos comparativos sincréticos, al igual que los cuantificadores más o menos, inducen la concordancia negativa de la que se habló en el § 45.2h:

Tú que has vivido a su lado en estos años sabes mejor que nadie la fuerza de su admirable fe (Aleixandre, Encuentros); Vos tenés que ayudarme —dijo Lavinia— yo tengo que hacerlo. Yo conozco esa casa mejor que nadie (Belli, Mujer); “Hoy me siento peor que nunca”, se quejó (Sánchez, H., Héroe).

45.2j La comparación de propiedades expresadas con adjetivos está sujeta en español con gran frecuencia a una ambigüedad sistemática. En la última edición del DRAE se distinguen dos sentidos en el adjetivo largo: ‘que tiene más o menos longitud’ y ‘que tiene longitud excesiva’. Estos dos sentidos permiten explicar las paradojas semánticas a las que este adjetivo da lugar. Como largo puede abarcar toda la escala de longitud, es posible decir de un objeto Es corto, ha de hacerse más largo. También cabe decir de algo estrecho que ha de pasar a ser más ancho y de una persona mala que ha de ser mejor (esto es, ‘más buena’). Los comparativos sincréticos mantienen, por tanto, la ambigüedad interpretativa que se reconoce en muchos adjetivos agrupados en pares antonímicos. Esta es una propiedad característica de los adjetivos y de ciertos adverbios (bien/mal). Se analiza en los § 13.2l y ss.

45.2k Los comparativos adjetivales sincréticos se diferencian de los que expresan el grado positivo (es decir, de los que no contienen cuantificación) en que admiten el adverbio mucho en lugar de muy. Así pues, mucho en mucho más alto expresa la llamada magnitud diferencial, que, como se recordará, es la que manifiesta la diferencia obtenida entre dos mediciones. Se dice, en cambio, muy alto (no *mucho alto), puesto que muy es cuantificador del adjetivo simple (o en grado positivo) alto. Esta diferencia entre adjetivos comparativos y no comparativos explica combinaciones como mucho mejor, mucho peor, mucho mayor, mucho menor, puesto que estas formas contienen en su significado el cuantificador más.

45.2l Los adjetivos superior e inferior no son comparativos sincréticos: no se dice *mucho superior (sino muy superior) ni *mucho inferior (sino muy inferior). En la expresión subrayada en el texto siguiente, no es el adverbio mucho, sino la locución en mucho (que podría posponerse) la que cuantifica a superior: El número de votos nulos es en mucho superior a la diferencia de sufragios entre ambos abanderados (Presente 6/7/2009). Como no son sincréticos, estos adjetivos no se construyen con la conjunción que. Son, también, agramaticales las combinaciones *anterior que el otro, *posterior que los demás, y *ulterior que algunos, frente a las que se forman con las correspondientes variantes con a: anterior al otro, posterior a los demás y ulterior a algunos. Aun así, estos adjetivos expresan una comparación léxicamente. Parte de su originario valor comparativo permanece en su significado relacional, por lo que no se combinan con más (no se dice más anterior, más posterior). Se aplica el mismo razonamiento a los adjetivos inferior y superior. Se documenta en pocas ocasiones en los textos la forma superior que como en Tenemos el deber de advertirle a la gente que el costo de la vida es, actualmente, seis veces superior que el del último año de gobierno del presidente Luis Herrera Campins (Universal [Ven.] 17/4/1988). También se registra ocasionalmente en la lengua popular de algunos países el comparativo mejor en expresiones como Te veo más mejor que antes. Se recomienda evitar ambas construcciones en los registros formales.

45.2m El adjetivo mayor se diferencia de los demás adjetivos sincréticos en que admite usos no comparativos (además del comparativo, ya descrito). En los no comparativos mayor es un adjetivo calificativo. Se asimila a los llamados clasificativos (§ 13.2i) en expresiones como caza mayor, órdenes mayores o palo mayor, pero denota cualidades o propiedades evaluables en alguna escala cuando hace referencia al tamaño o la altura de las personas, como en los textos siguientes:

Luego, cuando fui un poco más mayor, entré a trabajar de aprendiz en una tienda (ABC 2/11/1986); Voy a ser más mayor cuando esta guagua nazca… (Caras 12/5/1997); ¡Estás muy mayor! Nin adelantó orgullosa el pecho (Obligado, C., Salsa); Julián ya está muy mayor, es posible que pronto nos falte (Santander, Ramona).

45.2n En muchos países americanos se usa el adjetivo grande para medir la edad (como en Estaba muy grande: había cumplido los noventa años), y mayor como su comparativo, sea con ser o con estar. En el español coloquial europeo (pocas veces en el americano) se usa también mayor en referencia al tamaño de las personas cuando es relativo a la edad, como en Tu hijo está muy mayor: casi llega al techo. Así pues, en los lugares en los que se emplean no son incorrectas las combinaciones más mayor y muy mayor (Estaba muy mayor o Era muy mayor) cuando se usa mayor como adjetivo en grado positivo. Se consideran, en cambio, incorrectas, y se recomienda evitarlas, cuando el adjetivo aparece en grado comparativo, como en La muchacha está mucho más mayor que hace unos años. Este uso se registra en España —raramente en América— en ciertas variantes del habla popular o rural.

45.2ñ Son adverbios comparativos sincréticos antes (‘más pronto, más temprano’) y después (‘más tarde’). Se dice, por tanto, mucho antes y mucho después (no *muy después). Se atestigua a veces la forma muy antes: Tan pronto se encuentra apta, o en ocasiones muy antes de ello, la biología del niño se transforma en un satisfactor dentro de la comunidad limitada y dolida (Ramírez, S., Infancia). Admiten asimismo poco o bastante, puesto que estos adverbios pueden modificar a adjetivos o adverbios, tanto si están cuantificados (bastante mejor) como si no es así (bastante bueno):

En realidad, debí abandonarlo mucho antes (Peri Rossi, Solitario); Las vimos alejarse festivas, perderse poco después (Jaramillo Levi, Tiempo); Había sido despoblada —misteriosamente— bastante antes de la llegada de los israelitas (Najenson, Memorias); Lorca escribe su poema ese mismo año, poco después de aparecer el libro del escritor irlandés (Valente, Palabras).

Aceptan además estos adverbios la conjunción comparativa que (antes que, después que):

Pues debiera importarte. Me voy a volver vieja antes que tú. Además, la gente va a murmurar, tú sabes cómo es la gente aquí (Vergés, Cenizas); Una banda de gitanos pasó cierta vez por el caserío. Unos hacían bailar osos. Otros trataban en caballos. Frontino desapareció dos días después que la banda (Alegría, Mundo); Muchos años antes que él lo había dicho un gran comentarista español de Tácito (Marañón, Tiberio).

El primero induce también la concordancia negativa mencionada en el § 45.2h (antes que nadie), pero el segundo tiende a rechazarla (*después que nadie). Sobre la construcción más antes, véase el § 45.13e.

45.2o Como se explica en el § 30.6p, el adverbio antes no expresa propiamente comparación temporal en algunas construcciones en las que alterna con más, como en Todos lamentamos profundamente lo ocurrido, y yo {antes ~ más} que nadie, o en […] con voz antes basta y ronca que sutil y delicada (Cervantes, Quijote II). A pesar de ello, antes no pierde por completo su naturaleza comparativa. En otros casos que se estudiarán en el § 45.12h, en los que denota también sustitución o preferencia, antes llega a perder el valor comparativo. El adverbio primero se asimila a antes en su interpretación comparativa (primero que nada). Para su uso superlativo, véase el § 45.13v. Sobre el ahora desusado enantes, véase el § 30.6q.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
comparativo sincrético, grado positivo

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE