Sintaxis

33 El sujeto

33.7 La concordancia «sujeto–verbo» (II). Sujetos coordinados

33.7a Las personas gramaticales están sujetas a la jerarquía 1.ª > 2.ª > 3.ª, de modo que, cuando se coordinan varios pronombres de persona distinta formando un grupo sintáctico al que corresponde la función de sujeto, el verbo manifiesta la persona gramatical del pronombre que aparece más a la izquierda en dicha jerarquía. Así, cuando se coordinan un pronombre de primera persona y uno de segunda o de tercera, el verbo muestra la flexión de primera persona, como en Lo {haremos ~ *haréis} tú y yo (por el orden 1.ª > 2.ª), o en Lo {haremos ~ *harán} él y yo (por el orden 1.ª > 3.ª); si se coordina un pronombre de tercera persona con uno de segunda, el verbo mostrará una desinencia de segunda persona (por el orden 2.ª > 3.ª), como en Lo {haréis ~ *harán} tú y ellos.

33.7b Esta jerarquía de personas no se aplica de igual manera en todas las variedades del español. En las zonas en las que no se usa la forma vosotros, la coordinación de un pronombre de segunda persona y uno de tercera da lugar a una forma verbal de tercera persona, por lo que es correcta la coordinación No lo harán ni tú ni él. A esta misma pauta corresponde el siguiente texto: Dice Pablo que tú y él llevan algún tiempo de noviazgo y que han pensao en casarse (González, Provisiones). En las áreas en las que se usa el pronombre vosotros, esta concordancia es anómala, y se obtiene la variante haréis: No lo haréis ni tú ni él (por el orden 2.ª > 3.ª). Con esta salvedad, la jerarquía descrita se aplica también si alguno de los elementos coordinados es un grupo nominal, por tanto, un segmento con rasgos de tercera persona: Os {invitaremos ~ *invitarán} mi mujer y yo (por el orden 1.ª > 3.ª); Ni tu jefe ni tú ni yo {vamos ~ *vais ~ *van} a hacer nada en este momento (por el orden 1.ª > 2.ª > 3.ª).

33.7c También se extiende la jerarquía mencionada a la flexión de persona que manifiestan el pronombre se y sus variantes en los verbos pronominales, puesto que estos morfemas concuerdan siempre con los de la flexión verbal (§ 41.13a): Nos reíamos tú y yo (por el orden 1.ª > 2.ª); Os enojaréis tanto tú como él (por el orden 2.ª > 3.ª); No nos habíamos levantado temprano ni ellos ni nosotros (por el orden 1.ª > 3.ª). Los siguientes ejemplos ilustran estas posibilidades:

Cuando él y yo nos conocimos, él había renunciado a la esperanza de vivir (Castellanos, R., Eterno); Si tú y yo nos lleváramos en otra forma… ¿querrías? (Leñero, Mudanza); Tú y yo nos vamos a casar (Santiago, Sueño); Ni él ni yo nos lo podíamos creer (Mendicutti, Palomo); Para que ni ella ni tú os preciéis de estorbar mi soberano albedrío, ni a ella ni a ti daré oídos… (Sanchis, Retablo); Ella y tú os habíais quedado solos (Ortiz, L., Luz); Habrás hecho un beneficio al país, a ti mismo y al propietario de esta asignatura, que ni tú, ni yo, ni los estudiantes sabemos para qué sirve (Clarín, Cuesta).

33.7d El criterio que se tiene en cuenta en estos casos para decidir la flexión verbal de persona es mucho más firme que el que se suele aplicar para ordenar los grupos coordinados que, sean o no sujetos, contienen nombres o pronombres. El orden 3.ª > 2.ª > 1.ª es frecuente en el interior de tales grupos, a veces por razones de cortesía, como en el ejemplo mencionado Ni tu jefe ni tú ni yo… No obstante, en el último texto citado se ordenan las expresiones coordinadas de otra forma: ni tú (2.ª), ni yo (1.ª), ni los estudiantes (3.ª). Sobre otros aspectos que intervienen en estas ordenaciones, véanse los § 31.2ñ, o.

33.7e Se explica en el § 16.15q que en el español americano, así como en el de las islas Canarias y el de gran parte de Andalucía (España), la forma ustedes es la única empleada para dirigirse en plural a varios interlocutores. En las restantes áreas del español europeo, la alternancia vosotros ~ ustedes marca la distinción entre el tratamiento de confianza y el de respeto. En este último ámbito geográfico, la jerarquía expuesta en el apartado anterior no se aplica a los casos, poco frecuentes, en los que la tercera persona correspondiente a la forma de respeto (usted, ustedes) se coordina con un pronombre de segunda persona (tú, vosotros). En estas situaciones —en las que se supone que el que habla desea hacer referencia a interlocutores a los que dispensa tratamientos diferentes— el verbo muestra en su flexión la tercera persona que corresponde a la forma de respeto: Tanto tú como usted están invitados a la fiesta. Como el pronombre usted concuerda en tercera persona, no se plantea la cuestión de elegir la persona del verbo cuando se coordina con un nombre o un grupo nominal, ya que los dos miembros coordinados poseen rasgos de tercera persona:

Con lo que no contaba Pajarito de Soto —continuó— era con que usted y Teresa, su mujer, le habían estado poniendo los cuernos a sus espaldas (Mendoza, Verdad); Si usted y Fifí no hablan, puede que Chacal no se dé ni cuenta (Alonso Millán, Guardapolvo).

33.7f No resulta extraño, en cambio, usar un grupo nominal construido con numerales o indefinidos que se ajuste a la situación descrita en las áreas en las que se distingue vosotros de ustedes. Así, la oración Los tres tenéis razón (restringida a una parte de España, como se ha recordado) implica que el hablante dispensa trato de confianza a sus tres interlocutores. Por el contrario, Los tres tienen razón, dirigida a tres personas a la vez, es una construcción apropiada en esas mismas áreas si el que habla usa el tratamiento de respeto con una, dos o las tres personas por separado, y el de confianza con al menos una o dos de ellas. Lógicamente, no se plantea el problema en el español americano ni en las zonas del europeo en las que se neutraliza el trato de confianza y el de respeto en el plural.

33.7g En el español chileno, en el rioplatense, el andino y en una parte del hablado en las áreas centroamericana y caribeña, es posible que un verbo en primera persona del plural aparezca acompañado de un sujeto tácito, especificado con los rasgos de 1.ª persona, singular, y un grupo preposicional introducido por la preposición con, como en Con María fuimos al cine; Estuvimos hablando de ello con tu papá. Los siguientes ejemplos ilustran esta construcción comitativa:

Vos sabés, Tita, que con Ana María fuimos una pareja que nos quisimos mucho, muchísimo (Pavlovsky, Potestad); Al margen de eso, con Cardoen somos amigos desde niños (Caras 13/10/1997); Con Michael comenzamos a planear el viaje (Allende, Paula); Con Carlos Benegas pudimos después desarrollar el guion de la película (ABC Color 27/10/1996); La anciana buscaba refugio y yo estaba en la aldea. Entonces, con los compañeros habíamos implementado la autodefensa como lo implementamos en mi aldea (Burgos, E., Rigoberta).

33.7h La construcción que se describe en el apartado anterior posee una interpretación conjuntiva, por tanto ‘María y yo fuimos al cine’, ‘Cardoen y yo somos amigos’ en el ejemplo de Caras, etc. No obstante, la secuencia Con María fuimos al cine puede recibir también, como en las demás áreas hispanohablantes, una interpretación en la que el sujeto es un pronombre tácito de primera persona del plural y el grupo introducido por con se interpreta como un complemento circunstancial de compañía: ‘Otra persona y yo fuimos al cine acompañados por María’. La construcción comitativa a la que se hace referencia aparece en la lengua medieval, como Pesó al conde don García e mal era irado, / con diez de sos parientes aparte davan salto (Cid), y se registra asimismo en italiano o en catalán actuales, entre otras lenguas. También se usa en el español hablado en las zonas de España en las que el castellano convive con el catalán. No suele darse cuando el verbo no aparece en primera persona de plural. No se construyen, por tanto, oraciones como Con Javier fueron al cine, en el sentido de ‘Javier y otra persona no especificada fueron al cine’.

33.7i No existe completo acuerdo entre los gramáticos sobre si con es propiamente preposición en los textos que se citan o se asimila más bien a una conjunción copulativa. Dificulta esta última interpretación el hecho de que los pronombres personales se rechacen en estas construcciones, como en *Yo con María fuimos al cine. Esta pauta, sin embargo, es posible en el español andino, en concreto en el del Perú, como en Yo con María jugamos a los naipes o en Fuimos al cine yo con María, en posición posverbal.

33.7j El complemento preposicional es mucho más frecuente en posición preverbal en las construcciones examinadas. Se prefiere, por tanto, Con tu papá estuvimos hablando de ello a Estuvimos hablando de ello con tu papá (en la interpretación que ahora interesa); Con mi compañero terminamos la tarea, en lugar de Terminamos la tarea con mi compañero, aunque esta última pauta se documenta en el español del Perú, como se ha señalado. Estas otras variantes reciben en las áreas lingüísticas mencionadas la misma interpretación que en el español general, con la excepción mencionada. Así pues, Terminamos la tarea con mi compañero designa una situación en la que el que habla terminó cierta tarea con su compañero y con el concurso de otras personas.

33.7k Cuando aparecen un sustantivo o un grupo nominal en función de sujeto preverbal, seguidos de un inciso encabezado por además de, junto a, junto con, con, así como, como, la concordancia con el verbo se establece mayoritariamente en singular:

El Alfolí, junto con las salinas, ha sido declarado recientemente bien cultural de interés nacional (Vanguardia [Esp.] 3/6/1996); Fermín, junto con la madre, la arrastra hacia afuera (Gambaro, Malasangre); El saxo, así como otros instrumentos de viento y numerosos objetos culturales de forma alargada, es tenido por símbolo fálico (Quezada, Mensaje).

No obstante, se registra a veces la variante en plural, que se considera menos recomendable, como en Ese sacerdote, junto con otros nueve, cruzaron la puerta e iniciaron la marcha (Velasco Piña, Regina). Cuando los grupos preposicionales y adverbiales que expresan información aditiva no constituyen un segmento sintáctico con el elemento al que se suman, la concordancia solo es posible en singular: Al poco rato de estar esperando, Camus apareció, junto con la actriz María Casares (Vargas Llosa, Pez).

33.7l Los grupos nominales coordinados concuerdan con el verbo en plural: La computadora y la impresora se {estropearon ~ *estropeó} esta mañana. En los textos antiguos se registran, en cambio, numerosos casos de concordancia en singular, tanto con sujetos preverbales como con los posverbales:

Que todos los palaçios e la çibdat venia a tierra (Cifar); La tierra e las comarcas de alderredor es la más virtuosa e más abastada del mundo (Díaz Games, Victorial); Lo confirmó Cardenio, don Fernando y sus camaradas (Cervantes, Quijote I).

33.7m También en la lengua actual se registra la concordancia en singular en las oraciones de sujeto coordinado, si bien, como cabe esperar, la concordancia en plural es mayoritaria en los textos. Se ha observado en muchas ocasiones que las variantes en singular se registran sobre todo cuando las dos ideas que se asocian se identifican en la conciencia lingüística del hablante como si designaran una sola entidad compleja. Se obtienen así alternancias como El optimismo y la euforia de los primeros momentos {había ~ habían} pasado ya; El respeto y la admiración que despierta en sus compañeros {ha ~ han} ido en aumento, y otras muchas similares. Los ejemplos que se citan a continuación contienen sujetos coordinados preverbales y posverbales con el verbo en singular:

La comida y la bebida corre a cuenta de él (Tomás, Orilla); A algunos les encanta la música tibetana y los helados de fresa (Sabadell, Monos); Ahora su fuerza y su poder sobre nosotros estriba en que son tan primitivas que todo lo basan en llenar el estómago (Vázquez-Figueroa, Caribes); [...] marca del hombre superior encerrado en unas ensoñaciones también superiores, de las que nace el arte y la poesía (Ynduráin, Clasicismo); La llama y la luz es el resultado visible del desprendimiento de dicha energía (Fernández Chiti, Hornos); La fricción y el masaje favorece la circulación sanguínea (Rosales/Reyes, Enfermería); La alegría y la diversión caracterizó la original despedida de solteros al estilo mexicano (Prensa [Hond.] 11/9/1996); La realización y el diseño estuvo a cargo de Phantasia, empresa especializada en medios digitales (Caretas 23/1/1997); [A] unos diez minutos al sur de Babahoyo queda el río y el pueblo de Juján (Cuvi, Ecuador).

Aunque no se han estudiado con detalles las consecuencias significativas de la concordancia en las oraciones que corresponden a esta pauta, se ha resaltado en numerosas ocasiones que, cuando se elige el plural, el hablante considera que los dos elementos coordinados designan entidades diferentes, lo que sucedería si en cada uno de estos textos se hubiera optado por la variante en plural: corren, encantan, estriban, etc. Véase sobre estas cuestiones el § 31.6.

33.7n Cuando los sustantivos que integran el grupo nominal se construyen sin determinante, o bien comparten alguno, se elige mayoritariamente la concordancia en singular, sobre todo si los dos sustantivos que comparten determinante se interpretan como propiedades del mismo individuo: El pintor y poeta declaró que legará toda su obra al morir. He aquí otros ejemplos que corresponden a esta pauta:

El abogado y finquero estaría en poder de sus plagiarios desde el jueves (Siglo Veintiuno 17/3/1997); El político y empresario decidió colaborar en la creación de ARENA (Américas 1/4/1997); El alimento y hospedaje será así (Hora 23/1/1997); Su conclusión y entrega está prevista para el 27 (Tiempos 31/3/1997); Todo juicio y ponderación llegó a ser de suyo imposible (Moreno-Durán, Diana); La liberalización y desreglamentación de la economía española debe centrarse […] en reformar el sector público (Vanguardia [Esp.] 14/7/1995).

Se prefiere, por tanto, la primera de las dos opciones en La recolección y venta de grano {tiene ~ tienen} lugar en agosto. No obstante, como la coordinación de grupos nominales es un procedimiento sintáctico que aporta información determinativa (§ 33.1l), son posibles las alternancias de singular y plural con los grupos nominales construidos sin determinante, como en Le {faltaba ~ faltaban} tiempo y paciencia. La opción en singular es habitual cuando el sujeto aparece pospuesto y los elementos coordinados son sustantivos abstractos y no contables, en particular si se construyen con un único determinante o sin determinación. En cambio, la opción en singular es rara con los sujetos preverbales. Es común, en efecto, la pauta que corresponde a Por medio de procesos electrolíticos se obtiene oro y plata de alta pureza (Proceso [Méx.] 29/12/1996), pero resulta extraña la variante con el sujeto preverbal: Oro y plata de alta pureza se obtiene…

33.7ñ Los sujetos coordinados formados por la expresión conjuntiva discontinua «tanto A como B» concuerdan en plural:

Tanto Betty Boop como Matty encajaron mal que Obdulita se casara antes (Cela, Cruz); Tanto el uno como el otro recurrieron a métodos autocráticos para la toma de decisiones (País [Esp.] 24/9/1997); Tanto Ahuízotl como Zamacoyáhuac conservaban una inalterable serenidad (Velasco Piña, Tlacaélel).

Estas construcciones se analizan en el § 31.3.

33.7o Los sustantivos y los grupos nominales coordinados por la conjunción disyuntiva o reciben distintas interpretaciones semánticas que influyen en la concordancia con el verbo cuando desempeñan la función de sujeto. Esos valores semánticos se estudian en el § 31.9. Cuando la conjunción o expresa equivalencia y une dos expresiones que se refieren a una única entidad, la concordancia se establece necesariamente en singular, como en El colibrí o pájaro mosca vive en las selvas amazónicas. Cuando las expresiones coordinadas designan entidades distintas y aparecen en posición preverbal, predomina la concordancia en plural, tanto en la pauta «A o B» como en la variante «o A o B»:

No le permitía, cruel, salirse del marco de lo que su rostro o su estatura parecían anunciar (Panero, Lugar); Afirma que en el fútbol el fracaso o el éxito pueden llegar en cualquier circunstancia (País [Esp.] 10/9/1977); Él o yo, o ambos, volveremos a la patria, después de haber recorrido toda la redondez de la tierra (Valera, Morsamor); Si se llega a un acuerdo entre socialistas y nacionalistas vascos, o José María Benegas o José Antonio Ardanza tendrán que retirar su candidatura a “lendakari” (ABC 17/2/1987); Al parecer, o Newton o Maxwell estaban equivocados (Alemañ, Relatividad).

Se elige asimismo el plural cuando la serie coordinada constituye una enumeración no exhaustiva:

Entonces mamá, o papá, o la tata, me daban un golpecito en la mano (Grandes, Malena); Julio Espinosa, Ana Fernández, Gonzalo González o Pedro Hernández son algunos de los que conforman la lista de autores (Canarias 17/5/1999).

33.7p La concordancia en singular se registra también, aunque con menor frecuencia, en las pautas que se mencionaron, sobre todo en la variante «o A o B», característica de la disyunción exclusiva (§ 31.9b), lo que da lugar a alternancias como La prensa especializada asegura que o el argentino o el suizo {ganará ~ ganarán} el torneo. Favorece asimismo el uso del singular la interpretación de elección libre o abierta de la disyunción (§ 31.9b y ss.), sobre todo en contextos genéricos, como en Un niño o una niña de quince años suele saber más informática que sus padres; Todo deportista o todo actor tiene un buen seguro de vida en estos tiempos. Como se explica en los apartados a los que se remite, esta lectura puede considerarse una variante de la interpretación inclusiva en ciertos contextos.

33.7q Cuando aparece un adjetivo plural dentro del grupo nominal coordinado que funciona como sujeto, la concordancia con el verbo suele arrastrar ese rasgo, como en El oído o el ojo humanos no perciben tal distorsión (Neri, Satélites). Como en los casos analizados en los apartados precedentes, la elección del singular implica otras veces que el hablante asocia semánticamente las dos expresiones coordinadas y las interpreta como una sola realidad compleja, como en Y si partimos del supuesto de que los mensajes periodísticos son siempre el resultado de una obra colectiva, la reprimenda o la expulsión debe hacerse extensiva a todo el equipo responsable (Martínez Albertos, Noticia).

33.7r En los dos apartados anteriores se analizó brevemente la concordancia «sujeto–verbo» de los grupos coordinados disyuntivos en posición preverbal. Se ha observado que la preferencia por el singular es mucho más marcada cuando los sujetos coordinados son posverbales. La coordinación puede ser exclusiva, como en los ejemplos siguientes:

Una misma opinión es diferentemente valorada si la expresa un hombre o una mujer (Orúe/Gutiérrez, Fútbol); Dependiendo del vegetal que se desea cultivar, se utiliza el uno o el otro (Estrella 8/4/2004);

pero también inclusiva, como en estos otros:

Todos pagan el precio del pasaje convenido, pero llega un mestizo o un blanco y se considera con derecho a despejar de su asiento al indio (Guevara/Granado, Viaje); Nada nos importaba el castigo o la muerte (Fernández Santos, Extramuros); Los gobiernos de turno han gozado del raro privilegio de controlar la producción de las estadísticas con las que se evaluará el éxito o el fracaso de su propia gestión (Clarín 7/4/1997).

33.7s Como se explica en los § 48.3q y ss., los grupos nominales coordinados mediante la conjunción ni (o ni… ni…) presentan una importante diferencia con los construidos con la conjunción o. En efecto, los formados con la pauta «A ni B» pueden ocupar la posición posverbal, no la preverbal, lo que da lugar a contrastes como No llegaron (ni ) las frutas ni las verduras. Puede aquí omitirse la conjunción subrayada, frente a la variante Ni las frutas ni las verduras llegaron, donde no es posible elidir dicha conjunción en el español actual (aunque sí lo era en la lengua medieval: § 48.3r). Las oraciones correspondientes formadas con la conjunción o no presentan esa asimetría. La concordancia en plural es ampliamente mayoritaria con los grupos nominales formados con la pauta «ni A ni B» en posición preverbal:

Ni Zulema ni Rosa se percataban de esas expoliaciones (Mujica Lainez, Casa); Ni Margot ni su madre pudieron saber cuántas horas yació la pobre sin conocimiento (Martínez, Evita); Pero ni el uno ni el otro son ajenos a su surgimiento y desarrollo (Méndez, Limbo); ¿Por qué ni carnapianos ni popperianos contribuyeron a este debate? (Bunge, Ser); La cosa no da para mucho, porque ni el uno ni la otra sueltan prenda (Vanguardia [Esp.] 27/3/1994).

33.7t Aunque con frecuencia mucho menor, se registra también el singular en este esquema: Ni ella, ni Helena le quiere, ni puede quererle (Unamuno, Abel). Favorece la elección del singular el hecho de que el último segmento coordinado imponga esta forma de concordancia, como el indefinido nadie en El verano pasado ni yo, ni mis padres, ni nadie de mi familia, fue a Almansilla (Grandes, Malena). Repárese en que el hecho de que ni yo sea uno de los segmentos coordinados en este fragmento no impone la concordancia en primera persona del plural, que se admitiría igualmente. Si no intervienen otros factores, la elección del plural es inexcusable cuando uno de los dos elementos coordinados aparece en primera o segunda persona, como en Ni ella ni yo tenemos compostura (Galdós, Episodios). En estos casos se elige también el plural con los sujetos posverbales (por tanto, No tenemos compostura ni ella ni yo). En los demás casos, los sujetos posverbales formados por coordinación disyuntiva alternan la concordancia en singular y en plural:

No aparecían ni la capa ni las plumas que utilizaba para su actuación en el cabaret (Mendoza, Verdad); Se trataba de contratos, folletos, estudios y valoraciones en los que no aparecía ni su firma, ni el membrete (Ekaizer, Vendetta).

33.7u Como se explica en el § 3.1c, el género neutro carece de plural. En la coordinación de grupos nominales o pronominales neutros predomina el singular, como en Me gusta lo uno y lo otro o en los ejemplos que siguen, construidos con sujetos preverbales y posverbales:

Pensemos en que lo bueno y lo malo que nos envía es lo que nos conviene (Galdós, Episodios); Lo político y lo ideológico crea el ardor, mientras que un análisis sin compromiso acerca más a la realidad (Época [Esp.] 15/9/1997); Para el niño, en cambio, solo existe lo bueno y lo malo. No hay término medio (Caminos /2002); Porque querer ser distinto de lo que se es ha sido la aspiración humana por excelencia. De ella resultó lo mejor y lo peor que registra la historia (Vargas Llosa, Verdad); En Torreón, por ejemplo, existe lo público y lo privado (Tortolero, Agua).

Sin embargo, se registran usos análogos a estos también en plural:

En la tina del baño, sobrenadaban lo mugroso y lo superfluo (Paso, F., Palinuro); […] en un cerrado círculo austero de convicciones estrictas, donde lo bueno y lo malo se encastillaban en exactas posiciones (Mujica Lainez, Unicornio); Lo abstracto y lo geométrico caracterizan pues, los espacios de Rodeo (Stichomythia 1/2002); ¿Por qué dedicarle tanto espacio? Por una parte, porque lo eléctrico y lo magnético fascinan (Claro, Sombra).

33.7v Uno de los factores que favorecen la presencia del plural en esta pauta es el hecho de que los predicados denoten grupos o conjuntos, como los que se construyen con mismo, igual, diferente, complementarse, equivaler y otros muchos predicados. La alternancia «singular-plural» resulta natural en pares como Lo uno y lo otro {viene ~ vienen} a ser lo mismo. Aun así, en las oraciones no copulativas construidas con estos predicados se suele preferir el plural, como en Lo uno y lo otro se complementan o en Lo real y lo irreal se confunden a veces. He aquí otros testimonios de este uso, con verbo en plural y sujetos preverbales y posverbales:

Lo racional y lo irracional constituyen una indisoluble realidad que confiere a la vida humana una característica fundamental: su imprevisibilidad (Vargas Llosa, Verdad); Desde el principio, lo insólito y lo banal caminan juntos (Paranaguá, Ripstein); Como bien dice Baudrillard, lo real y lo virtual son indistinguibles (País [Esp.] 20/9/1997); En él se conjuntaban lo mágico y lo real, el ensueño y el sufrimiento atroz (Colinas, Año); Transitan un espacio simbólico en que confluyen lo político y lo moral (Bonilla Vélez, Violencia); Esta fragmentación de la cultura urbana, donde se mezclan lo tradicional y lo moderno, también se redefine por la incorporación de la cultura masiva (Comunicación 3/1/2002).

Estas alternancias muestran que tanto la conjunción copulativa como el predicado verbal se asocian con rasgos de plural que pueden prevalecer sobre los que caracterizan a los grupos nominales o pronominales de género neutro.

33.7w Las oraciones subordinadas sustantivas coordinadas que desempeñan la función de sujeto concuerdan con el verbo en singular, como en Es preferible que uno salga y que el otro se quede; Me gusta escuchar música y leer buenas novelas, o en los textos siguientes:

Me tocó padecer y luchar, amar y cantar (Neruda, Confieso); Le cuesta mucho trabajo actuar y decidir su conducta cívica racionalmente (Vargas Llosa, Señor); No es suficiente que nos conozcan y que nos recuerden (Juan Andrés, Mecenazgo); Nos conviene que sigan invirtiendo y que continúen desarrollando el sector hidrocarburífero nacional (Deber 18/10/2004); Pero también es cierto que los saboteó y que, finalmente, quedaron destruidos (Zaragoza, Concerto); Es importante que concurra al tribunal y que entregue su versión sobre los cargos que se le hacen (Caras 9/1/1998); No se sabe dónde lanzarlas ni quién las recibirá (Mundo [Esp.] 3/12/1996).

33.7x Aunque con menor frecuencia, se registran usos en plural, en especial con infinitivos coordinados:

Menard —recuerdo— declaraba que censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica (Borges, Ficciones); Para ella guisar y comer eran como decir una plegaria (Mastretta, Cielo).

Como en los textos que se citaron en el § 33.7v, favorecen la aparición del plural los predicados que se atribuyen necesariamente a grupos o conjuntos. Alternan, pues, el singular y el plural en pares como Beber buen vino y comer marisco {resultan igual de caros ~ resulta igual de caro}. Se registra asimismo el plural en los textos siguientes:

La propia Cámara acordó hace un tiempo que consumir drogas y ser funcionario del Poder Legislativo son incompatibles (Proceso [Méx.] 25/8/1996); Pero dice Max Scheler que amar y dominar son dos actitudes complementarias (Sábato, Hombres).

Esta variante es inusitada con las oraciones de verbo en forma personal: {Es necesario ~ *Son necesarios} que vaya uno y que el otro se quede.

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE