Sintaxis

44 Oraciones subordinadas de relativo

44.7 Particularidades de las relativas sin antecedente expreso

44.7a En los § 44.1e y ss. se explicó que se denominan relativas sin antecedente expreso (llamadas por algunos gramáticos relativas sustantivadas) las relativas especificativas que carecen de antecedente nominal explícito. Se distinguieron allí dos variantes de esta construcción: las relativas libres, también llamadas relativas con antecedente implícito, y las relativas semilibres. Como se explicó en esos apartados, mientras que las relativas libres incorporan semánticamente el antecedente sin expresarlo sintácticamente (Quien dice eso miente), las semilibres cuentan con un determinante que hace referencia a la clase de individuos denotada por el grupo nominal (el artículo el en El que diga eso miente). En sentido estricto, estas relativas no identifican al antecedente, como tampoco lo hacen los adjetivos calificativos en los grupos nominales, sino que —al igual que estos últimos— aportan propiedades que permiten caracterizarlo. La mayor parte de las relativas sin antecedente expreso equivalen a grupos nominales, como en el que llame ~ la persona que llame, pero algunas de las construidas con adverbios relativos equivalen a grupos adverbiales o preposicionales: donde tú vayas ~ allá donde tú vayas ~ al lugar al que tú vayas.

44.7b Como las relativas libres contienen su propio antecedente, los relativos que las encabezan poseen rasgos léxicos que permiten delimitar la clase de entidades que puedan realizar ese papel. Así, quien limita su designación a los seres animados —casi siempre las personas—, por lo que podría sustituirse, en el primer ejemplo, por la persona que. Por su parte, los adverbios donde, como y cuando designan lugares, modos y tiempos (momentos o períodos), respectivamente, y podrían ser sustituidos en los correspondientes ejemplos por el lugar donde, la manera como y en el momento en que. Forma también relativas libres el cuantificador cuanto(s), analizado en el § 22.6, ya que posee un contenido equivalente a los que o todos los que: Cuantos participamos en la elaboración de la Constitución sabemos que como obra de consenso tuvo mucho de pacto (Vanguardia [Esp.] 27/2/1994). Así pues, al incorporar internamente nociones de localización, modo y temporalidad, estos relativos suelen prescindir de los correspondientes sustantivos antecedentes. El hecho de que las relativas formadas por adverbios desempeñen la función de complemento circunstancial respecto de la oración principal llevó a algunos gramáticos en la tradición a considerar que estas unidades son también conjunciones que introducen subordinadas adverbiales de lugar, modo y tiempo, respectivamente (§ 1.13p y ss.). En los § 43.1g, h y 44.1t y ss. se explica por qué las relativas libres no se asimilan a las subordinadas sustantivas.

44.7c Como se acaba de observar, se forman relativas libres con los pronombres relativos quien/quienes y cuanto/cuanta/cuantos/cuantas, y con los adverbios relativos donde, como, cuando y cuanto. He aquí algunos ejemplos de estas oraciones:

Quienes esperaban turno mostraban caras de padecimiento extremo (Sepúlveda, l., Viejo); Su hijo Felipe II no es emperador, pero su reinado fue el más poderoso de cuantos tuvo Europa en todos los tiempos (Morón, Historia); Mariana miró hacia donde se encontraba la imagen de la Virgen (Ferré, Batalla); A mí me gusta como habla (Gamboa, Páginas); Cuando supe lo tuyo y lo de Lupe, figúrate que me alegré muchísimo por ti y me alegré muchísimo por mí (Pombo, Ventana); Puedes llorar cuanto quieras, nadie va a escucharte (Salisachs, Gangrena).

Es oportuno recordar que la presencia del relativo quien/quienes no garantiza que la relativa sea libre, puesto que con este mismo pronombre se forman relativas con antecedente expreso. Lo mismo sucede con los adverbios relativos cuando, donde y como. Se obtiene en esos casos una estructura oracional, en vez de nominal. Se subraya el antecedente expreso de quienes en el primero de estos dos textos, y el de que quien en el segundo:

He tenido que buscar mucho para encontrar hombres en quienes pueda confiar a ciegas (Moix, Arpista); Lo mismo cabe decir sobre S. Martínez, quien hace tiempo que no juega (País [Esp.] 4/10/2001).

44.7d La combinación el que se diferencia en este punto de quien, ya que la primera no encabeza relativas con antecedente expreso, a menos que vaya precedido de preposición. Así pues, la secuencia subrayada en Martínez, el que hace tiempo que no juega constituye una relativa semilibre, por tanto un grupo nominal definido asimilable a otros formados sin relativas (el listo, el del banco, etc.). No obstante, se explicó en el § 44.3o que en algunos países americanos el que puede equivaler a el cual en estas construcciones, que se interpretan, por consiguiente, como relativas explicativas. Las relativas con antecedente expreso construidas con adverbios relativos (como en la manera como se portó, el momento cuando ocurrió) se analizan en los § 22.8c, 22.9c y 22.10a.

44.7e Las relativas libres aparecen en las construcciones de relieve o perífrasis de relativo como uno de los dos miembros de una relación predicativa: Con Manuel es con quien tengo que ponerme de acuerdo. Las características de esta clase de estructuras enfáticas se estudian en los § 40.10 y 40.11. El que rechacen los relativos complejos apoya el análisis de estas construcciones como relativas libres. El relativo complejo el cual encabeza relativas con antecedente explícito, por lo que no puede aparecer en esta pauta: Con Manuel es con el {que ~ *cual} tengo que ponerme de acuerdo. En el caso de el que, el hecho de que el adjetivo único pueda aparecer entre artículo y relativo indica que no se trata del relativo complejo el que. Se obtiene así un contraste marcado entre *el muchacho con el único que vino (con relativa especificativa) y De este muchacho es del único que me fío (con construcción de relieve), correspondiente a la variante no perifrástica Solo me fío de este muchacho. Las construcciones relativas de relieve no son argumentos ni adjuntos de ningún predicado, sino oraciones que constituyen recursos sintácticos de los que la gramática dispone para identificar el valor de una variable en una relación atributiva: la oración Fue Pablo el que llamó es, por tanto, el resultado de proporcionar el valor de x en la fórmula x llamó. Dicho valor constituye el foco de la construcción, como se explica en el § 40.10b.

44.7f Se recordó en los apartados precedentes que se forman relativas libres con los pronombres quien y cuanto, y con los adverbios donde, como, cuando y cuanto. Esas expresiones incluyen, pues, en su propio contenido rasgos léxicos que delimitan la clase de sus posibles antecedentes: personas (o seres animados), lugares, modos, cantidades, instantes o períodos. Frente a ellas, que, cuyo y el cual están incapacitados para encabezar relativas libres, ya que por sí solos no pueden restringir la clase de sus antecedentes potenciales. Contrastan, pues, claramente Quien dice eso miente con *El cual dice eso miente y *Que dice eso miente. Así pues, los pronombres y adverbios que encabezan las relativas libres pueden conformar grupos nominales porque llevan incorporada la referencia implícita a su propio antecedente (quien ‘la persona que’, donde ‘el lugar donde’, etc.), lo que les permite funcionar como argumentos o adjuntos del predicado principal. Las relativas libres pueden ejercer diversas funciones sintácticas en relación con ese predicado (marcado con subrayado discontinuo en los ejemplos que siguen):

Sujeto: Ya sabe que quien invierte el dinero controla el producto, sea el que sea (Silva, L., Alquimista).

Complemento directo: El Presidente invitó a quien tenga pruebas sobre hechos dolosos a presentarlas (Nacional 24/7/2000).

Complemento indirecto: Se conceden a quien las quiere (Sanchis, Retablo).

Término de preposición en los complementos de régimen: Nadie se burla de quien a sí mismo se ha castigado con la muerte (Landero, Juegos).

Término de preposición en los complementos circunstanciales: Ha precisado que no concurrirá ante quienes conducirán el proceso (Época [Chile] 5/6/1997).

Complemento circunstancial: ¿Comemos donde siempre? (Mundo [Esp.] 3/12/1995); Iba saliendo cuando Luciano me detuvo (Serrano, M., Corazón).

44.7g En los ejemplos que se citaron en el apartado anterior, las relativas sin antecedente expreso, sean libres o semilibres, son argumentos o adjuntos (sujetos, complementos directos, etc.) de algún predicado, y están, por tanto, integradas en alguna estructura oracional. Pueden usarse asimismo para contestar preguntas, como cualquier grupo nominal:

—¿Has esperado mucho tiempo? —El que ha hecho falta (Chacón, Voz); Director de teatro: ¿Y quién eres? Payaso: Quien tú has dicho que soy (Martín Manuel, Poder); ¿Dónde nos podemos ver? —Donde usted diga (Tomás, Orilla).

Muchas de ellas aparecen en enunciados no oracionales, como sucede en las enumeraciones yuxtapuestas o coordinadas, así como en las respuestas infraoracionales:

Hay que empezar a tener la responsabilidad de hacer frente a los sueños de uno. A los que se tienen y a los que vendrán después (Diario Vasco 21/9/1996); ¿A cuántos hombres se ha llevado usted al huerto? A todos los que canté en mis canciones y solo a esos (Tiempo [Esp.] 26/11/1990).

44.7h La naturaleza gramatical de las relativas semilibres ha sido objeto de discusión entre los gramáticos clásicos y modernos (recuérdese el § 44.1g). En la opción más restringida, que se adoptará aquí, son relativas semilibres las especificativas que van precedidas del artículo definido, como las subrayadas en los ejemplos que se transcriben a continuación:

No son palabras tuyas las que levantan esos andamiajes que recorres (Puga, Silencio); Los que me amenazan están ahí (Martínez, Vuelo); Tengo menos años de los que algunos piensan y más de los que otros suponen (Tomeo, Mirada).

Algunos autores extienden las relativas semilibres a las que contienen indefinidos, sean inespecíficos, como en el primero de los dos ejemplos que siguen, o específicos, como en el segundo:

Hay unos que nacen con estrella y otros estrellados (Herrera Luque, Casa); No podían aprovecharse ni los zapatos. Le escogí unos que mi padre casi no se calzaba porque le quedaban pequeños (Ruiz Zafón, Sombra).

Se entenderá aquí que unos es el pronombre indefinido que ejerce la función de antecedente del relativo. Desde ese punto de vista, estas oraciones se considerarán relativas con antecedente expreso integradas en grupos pronominales, lo que las descarta del grupo que ahora se estudia. Finalmente, otros gramáticos —tradicionales y modernos— entienden que el artículo el en El que diga eso miente es, en realidad, un pronombre demostrativo (aproximadamente como aquel en Aquel que diga eso miente), aunque sea átono. Desde ese análisis tal oración debe considerarse una relativa con antecedente expreso: el artículo el, reanalizado como forma pronominal. Se dan más detalles sobre esta interpretación en los § 15.7d y ss. No se considerarán relativas libres las formadas por los relativos indefinidos cualquiera, quienquiera, comoquiera, dondequiera y cuandoquiera. Estas construcciones se analizan en el § 22.12.

44.7i El artículo determinado contenido en las relativas sin antecedente expreso puede interpretarse de dos formas. En la primera lectura el artículo retoma, como lo haría un pronombre personal, el contenido de un sustantivo o grupo nominal presentado en el discurso previo. Se subraya este elemento con trazo discontinuo en los ejemplos siguientes:

El dinero que recibía, no era precisamente el que esperaba (Esquivel, Deseo); La casa desentonaba de las que suelen verse por aquellos contornos (García Pavón, Reinado); ¿Qué obreros? —preguntó Susan. —Los que están instalando el ascensor, mujer (Bryce Echenique, Julius).

Los sustantivos marcados con trazo discontinuo no son, en sentido estricto, los antecedentes de los relativos subrayados, no solo porque no han de concordar con ellas en número (§ 44.7j), sino porque no aparecen contiguos a ellos (recuérdese que la contigüidad del relativo con el antecedente es un requisito de esta relación sintáctica: § 44.1p). Así pues, en este análisis el antecedente del relativo es el artículo. En la segunda opción, la secuencia el que esperaba se analiza en la forma el Ø que esperaba, tal como se sugirió en el § 44.1g. En esta interpretación, Ø es el antecedente tácito del relativo, de modo que el sustantivo marcado con trazo discontinuo en los ejemplos precedentes proporciona la referencia a distancia de este elemento sobrentendido, como se indica en el § 15.7. Se trata del proceso habitual en las relaciones anafóricas, como en Las novelas negras me gustan más que las Ø de ciencia ficción.

44.7j La relación anafórica que se describió en el apartado precedente exige concordancia de género, pero no de número. En el segundo de los ejemplos de ese grupo (La casa desentonaba de las que suelen verse…), el sustantivo casa (en singular) permite que se interprete el artículo las (en plural) o el sustantivo tácito (Ø) que cabe suponer en esta construcción. Se comprobó también (§ 44.1g) que este elemento tácito —o bien el artículo mismo en los análisis que prefieren evitarlo— no siempre posee un antecedente discursivo del que tomar su referencia. En esos contextos, el que y la que suelen equivaler al relativo quien si se habla de personas:

La que se está muriendo, en cambio, es la abuela (Martínez, Vuelo); Edmundo, el más inseguro, el que nunca quería pisar suelo firme para no confiarse […] (Gopegui, Real); Oiga, toda mi vida he trabajado como el que más para formar una empresa floreciente (Giménez Bartlett, Serpientes); El que priva al pueblo de la potestad de elegir a sus gobernantes, le retira la base de todas sus libertades (Otero, L., Temporada); Aquí solo se abre camino el que no repara en medios (Aub, Calle).

Alternan en los ejemplos que se citan las interpretaciones específicas e inespecíficas del grupo nominal que contiene la relativa. Estas últimas no vienen marcadas por el modo del verbo de la subordinada, sino por ciertos operadores de la oración principal, que se expresan principalmente a través del uso de tiempos verbales no delimitados (presente e imperfecto). Véase sobre este punto el § 15.8. En otras ocasiones, en cambio, es la propia relativa la que marca la naturaleza inespecífica del grupo nominal mediante el recurso al modo subjuntivo (§ 25.10l).

44.7k El artículo neutro lo hace referencia a entidades inanimadas. En las relativas libres o semilibres da lugar a las paráfrasis la(s) cosa(s) que o aquello que, si bien es el contenido de la relativa el que contribuye a fijar la interpretación precisa en cada caso. Sobre las posibilidades denotativas de lo, véase el § 14.9:

Di lo que te dé la gana, pero es así (González León, Viejo); Nada de lo que yo tengo, nada de lo que soy, ni nada de lo que pienso, es mío (Posse, Pasión); Todo lo que hacía era emitir las facturas al nombre, la dirección y el código que él me indicaba (Silva, L., Alquimista); Yo le voy a decir lo que es una imagen nítida, dijo Sofian apuntándole con el índice en el rostro (Souza, Mentira); Me dijo que fue esa tarde cuando descubrió lo que quería (Ospina, Ursúa); Era efectivamente como una de aquellas vendedoras que no se van hasta que no les compra uno lo que quieren (Castañón, Pabellón).

44.7l Los relativos complejos formados con que y cual son característicos de las relativas especificativas preposicionales, como se vio en el § 44.2a. Estas relativas tienen antecedente: la computadora con la que trabajo. Es dudoso que las relativas libres no preposicionales contengan relativos complejos. Como argumento a favor de considerar relativos complejos los que aparecen en relativas libres no preposicionales se han aducido alguna vez equivalencias como {el que ~ quien} llamó. Sin embargo, de ellas se deduce que el relativo quien incorpora la información que aporta el artículo determinado, pero este hecho no descarta que artículo y relativo formen parte de segmentos sintácticos distintos. Por otra parte, la relativa especificativa comparte paradigma con otros modificadores restrictivos, como los adjetivos o ciertos grupos preposicionales: el {bueno ~ que es bueno}; la {de Luis ~ que prefiero}. En general, en las construcciones no relativas, el artículo puede fijar igualmente la denotación del grupo nominal (persona o cosa), como se explica en los § 13.7c, 14.9f y 15.2l, y se comprueba en estos textos:

Los contrastes —mahlerianos— entre lo elevado y lo vulgar encontraron en director y orquesta una buena caja de contrastes (Mundo [Esp.] 28/11/1996); El sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos, el vulgar de lo que come (proverbio mongol) (Diario Navarra 9/1/2001).

44.7m Corrobora igualmente la separación sintáctica del artículo y el relativo en las relativas libres el hecho de que sea posible intercalar entre ambos los adjetivos, ya mencionados, mismo y único:

Además —me ha pasado— el mismo que se vanagloria de tan sabio consejo, fuma descaradamente delante de una y del crío, mientras lo enuncia (Penerini, Aventura); Lo único que me sobra es paciencia (Sepúlveda, L., Viejo).

También lo hace el hecho de que el artículo alterne con el demostrativo aquel sin que se pierda la interpretación inespecífica:

Aquel que no se desmiembre, aquel que se mantenga junto y apretado, carecerá de otra alternativa que la puramente sociológica (Azúa, Diario); Aquello que en la vida real es o debe ser reprimido de acuerdo a la moral reinante —y a veces, simplemente, para asegurar la supervivencia de la vida— encuentra en ella refugio (Vargas Llosa, Verdad).

44.7n Tal como es de esperar, cuando el que forma un relativo complejo, no es posible intercalar los adjetivos mismo y único entre el artículo y el que, y tampoco se puede sustituir el artículo por el demostrativo: el muchacho con el (*mismo) que fue, *el muchacho con aquel que fue. Justifica, finalmente, la separación de los dos componentes de el que, la que, etc., en las relativas semilibres el hecho de que, en el español oral de parte de las Antillas, de algunos países caribeños, así como de Chile, el Río de la Plata y las islas Canarias (España), se pueden intercalar los cuantificadores más y menos entre artículo y relativo en ciertos grupos nominales superlativos. Esta intercalación no podría obtenerse si ambos formaran un relativo complejo, por tanto, una unidad léxica o morfológica. Se trata de construcciones como lo más que me gusta (por lo que más me gusta) o la más que bailó (por la que más bailó): Insiste sobre esa actividad en que asegura fue la más que bailó (Vea 6/10/2002). Las particularidades de este proceso de anteposición se analizan en el § 45.13u.

44.7ñ Las relativas libres explicativas construidas con lo pueden anticipar el contenido proposicional del segmento al que se refieren, casi siempre oracional. Se forman sobre todo con lo que y con como, más raramente con los demás relativos:

Además solicitaron, lo que también les fue denegado, usar dos helicópteros norteamericanos en la vigilancia de la ciudad (Rumbo 20/10/1997); Le imaginaba en un estado catastrófico, solo, sin trabajo, sin posibilidades para emprender cualquier otra actividad y, lo que era peor, le veía como un erizo al que no se le puede rozar sin ser herido (García Morales, Lógica); Sin embargo, como bien dices, unas y otras alternativas son totalmente opinables (Schwartz, Conspiración).

Este comportamiento es común con otras expresiones atributivas, como en No la saluda nunca y, lo peor de todo, anda diciendo cosas increíbles de ella.

44.7o La incapacidad de que y el cual para aparecer al frente de las construcciones mencionadas en el apartado precedente está relacionada con el hecho de que estos pronombres tampoco puedan encabezar relativas libres, como se observó en los § 22.4h, n, ñ. Estas relativas libres anticipatorias no son preposicionales. Existen, sin embargo, algunas excepciones, como la expresión lexicalizada a lo que {voy ~ iba}, en la que se acepta también la primera persona de plural: a lo que {vamos ~ íbamos}. Se usa esta fórmula para indicar que el hablante retoma el hilo principal de su argumentación tras un excurso. Precede siempre a la oración que expresa el contenido que el hablante presenta como sustancial:

A lo que iba: esa primera mujer no sé bien de qué murió (Marías, J., Corazón); Bueno, pues a lo que voy. La vida parece de nuevo un enorme colegio (Mundo [Esp.] 12/9/1995); Pero a lo que vamos. Una noche, en marzo de 1937, llamaron a Sol desde un bar de la Prosperidad (Leguina, Nombre); A lo que íbamos: Juan Antonio estaba en la cama leyendo y Paula, su mujer, pretendía, con poco éxito, sacarse una espinilla que según ella —y tenía razón— le afeaba (Marsillach, Ático).

44.7p Las relativas libres o semilibres encabezadas por una preposición no están excluidas de la función de sujeto, si bien suelen resultar poco elegantes en ese esquema. Se trata de secuencias como Con quien sale tu hermana fue novio mío; A veces, en quien menos confías te asombra; Adonde nos llevaron no era el lugar más adecuado; A quien le diste el encargo es un mequetrefe. He aquí algunos ejemplos que ilustran esta pauta:

A quien pisoteen estas piernas o ahoguen estos brazos va a saber lo que es morir (Martín Recuerda, Arrecogías); A quien le apasione el tema Guerra tiene perfecto derecho a seguir apasionándose, pero que siga donde corresponda (Tiempo [Esp.] 16/4/1990); A quien se considera como el mejor entrenador de todos es el que más contribuye al aburrimiento (Proceso [Méx.] 15/12/1996).

En la mayor parte de estas construcciones se interpreta un antecedente genérico. Así, la primera oración de este grupo admite la paráfrasis Aquel a quien pisoteen estas piernas, sea el que sea… Nótese que el sujeto no es un grupo preposicional, sino el grupo nominal que constituyen el antecedente implícito y la relativa (‘la persona a quien pisoteen estas piernas’). Aun así, predomina en los textos, y se considera preferible estilísticamente, la opción en la que se evita la relativa libre preposicional, es decir, El que sale con tu hermana fue novio mío o El muchacho con el que sale tu hermana fue novio mío, en lugar de Con el que sale tu hermana fue novio mío. La relativa libre preposicional se admite con mayor naturalidad cuando se percibe su proximidad a las interrogativas indirectas, como en la cita siguiente, en la que se subraya la relativa libre preposicional en función de sujeto: Acusará a quien sea, sin importar de quién se trate (Nacional 11/7/1997). Sobre la proximidad entre relativas e interrogativas indirectas, véase el § 43.7n.

44.7q Las relativas libres encabezadas por una preposición presentan también restricciones cuando ejercen la función de objeto directo. Se admiten, sin dificultad, las que contienen la preposición a característica de los complementos directos de persona e indirectos porque en estos casos la preposición es externa a la subordinada, aunque pueda darse en ellas la superposición de la que se hablará en los apartados que siguen: Contrataremos a quien ustedes elijan; Concedieron el premio a quien no se lo merecía, etc. No resulta fácil evitar el antecedente expreso en los demás casos. Se prefiere, pues, marcadamente Ya tengo eso a lo que te referías en tu carta a Ya tengo a lo que te referías en tu carta. Se dice, de manera análoga, A menudo guardamos aquello de lo que podemos prescindir, pero resulta muy forzada la variante A menudo guardamos de lo que podemos prescindir. En los § 26.12j y 43.7n se explica que los verbos haber, tener y algunos otros se construyen con relativas de infinitivo, que aportan información modal. La oración No hay de quién fiarse equivale, en efecto, a No hay ninguna persona de la que pueda uno fiarse (el primer elemento subrayado en esta paráfrasis aporta la inespecificidad, mientras que el segundo aporta la información modal). He aquí otras relativas preposicionales libres en función de objeto directo que se ajustan a esta pauta:

De los negocios paternos solo aprendió una cosa: era bueno tener en quien confiar (Caso, Peso); Yo era una persona solicitada o, al menos, tenía con quien ir a los sitios (Puértolas, Noche); Pero con esas canas no había a donde ir (González León, Viejo); Los franceses han llevado una derrota, y ya apenas queda uno en España; de modo que no hay de quien venir huyendo (Alcalá Galiano, Memorias).

44.7r Son algo más complejas las relativas libres o semilibres en las que tiene lugar la concurrencia de dos preposiciones: la que corresponde al predicado principal y la que aporta el subordinado. Esta concurrencia da lugar en muchos casos a oraciones de relativo anómalas: *No se deben dar tantas facilidades a de quien uno no se puede fiar; *Conocí finalmente a de quien me diste tan buenas referencias; *Estaba predispuesto contra de quien hablas, etc., en marcado contraste con las interrogativas indirectas (§ 43.8o), como en este ejemplo: Como el sistema es tan corrupto, los negocios llevan distintos libros, dependiendo de a quién se los muestren (Nuevo Herald 17/4/1997). Existen, no obstante, algunas excepciones que se analizarán en los apartados que siguen. En la pauta más común, la relativa lleva su propio antecedente, de forma que se evita esa confluencia de preposiciones: No se deben dar tantas facilidades a alguien de quien uno no se puede fiar; Conocí finalmente a la persona de quien me diste tan buenas referencias, etc. Aunque aparecen ocasionalmente en los textos, no se recomiendan construcciones como No confío nada en con quienes te vas todas las noches de juerga, frente a la variante con antecedente: No confío nada en los amigos (los muchachos, las personas, etc.) con quienes te vas todas las noches de juerga.

44.7s Se obtiene a veces la concurrencia de dos preposiciones en las relativas que se analizan, en particular cuando la preposición externa a la relativa es de. El contexto puede ser el mismo de una interrogativa indirecta, como sucede en Eso depende de en lo que pueda usted ayudarme a mí (Ruiz Zafón, Sombra). En esta opción es mucho más frecuente la variante interrogativa: Eso depende de en qué pueda usted ayudarme a mí43.8o), o la relativa con antecedente expreso: Eso depende de aquello en lo que pueda usted ayudarme a mí. La lengua clásica ofrece numerosos testimonios de esta construcción sin antecedente expreso cuando la preposición es de. Esta pauta es característica de las construcciones comparativas, como en Sufra y calle el que se atreve a más de a lo que sus fuerzas le prometen (Cervantes, Quijote I). Se documenta de manera ocasional en la lengua contemporánea, especialmente en los complementos preposicionales no restringidos descritos en el § 29.5:

Ya estaban haciendo las cuentas de en lo que los [= ‘los tres mil pesos’] habían de gastar (Fernández Lizardi, Periquillo); Quart hacía un esfuerzo para regresar al presente y a Sevilla: a lo que era, en vez de a lo que podía haber sido (Pérez-Reverte, Piel); Pero tengo entendido que, aparte de con quien habría sido mi suegra, usted estuvo casado con su hermana (Marías, J., Corazón); De Soto se apresuró hacia su jefe con el paso elástico de a quien le faltan lustros para padecer artrosis (Val, Hendaya).

44.7t La concurrencia de preposiciones en las relativas libres estaba mucho menos restringida en el español medieval y en el clásico. La preposición externa a la relativa podía estar seleccionada por un verbo o por cualquier otra clase de palabras. Los siguientes testimonios proceden de los siglos xvi y xvii:

No me olvido de a quien tanto debo en el Señor (San Juan de la Cruz, Cartas); Tiénenla por poco humilde y que quiere enseñar a de quien havía de deprender (Santa Teresa, Vida); No quiero ver el zeño / vanamente severo / de a quien la sangre ensalça, o el dinero (León, Poesía); La buena criança de don Polindo amansó algo la pena de Carleseo; porque era tanta que los coraçones de con quien conversava tenía cautivos (Polindo); Pero es mucho lo que puede el cariño de a quien se debe y desea (Poza, Lengua); No son pasos de riesgos menores éstos, que, si no los desengaña la codicia de a quien se sirve, les suele atajar un balazo (Remiro, Peligros).

44.7u Se suele omitir una de las dos preposiciones cuando son idénticas y concurren en los contextos descritos. También cabe hablar en estos casos de superposición, traslape o solapamiento de preposiciones. El proceso es sistemático cuando ambas introducen complementos directos o indirectos, como en Uno castigaba a quien el otro perdonaba (no *a a quien el otro perdonaba) o en Entiendo que mintió usted para defender al hombre que asesinó a quien usted llama su amigo (Ruiz Zafón, Sombra), donde tampoco se podría decir *a a quien usted llama su amigo. Si el verbo del predicado principal coincide con el de la subordinada, y también lo hace la preposición que corresponde a su régimen, se produce igualmente el solapamiento o traslape al que se alude, como en Piensa por un momento en lo que yo estoy pensando (no *en en lo que yo estoy pensando), o en estos otros ejemplos:

Era capaz de preparar unos guisos majestuosos, cuya caricia a las tripas parecía imposible por venir de quien venía (Ayerra, Lucha); [...] y siempre, hable de lo que hable, el corazón se le va (ABC Cultural 14/5/1996); Por tratarse de quien se trataba, no me atreví a preguntar más (Pombo, Héroe).

Se obtiene asimismo este esquema cuando se elide, en lugar de repetirse, el verbo subordinado en la oración de relativo. Así, en Puedes ir con quien quieras (Palou, Carne) se entiende … con quien quieras ir. Sobre este tipo de elipsis, véanse los § 28.1q y ss. Cuando las preposiciones coinciden, pero no lo hacen los respectivos predicados regentes, es menos habitual el solapamiento. Como tampoco resulta natural la concurrencia de preposiciones (*Eso es parecido a a lo que yo me refiero), la relativa preposicional se construye, en estos casos, con antecedente: Eso es parecido al asunto al que yo me refiero; Me limito a hablar de aquello de lo que me acuerdo. Aun así, las variantes con solapamiento o traslape de preposiciones (Eso es parecido a lo que yo me refiero; Me limito a hablar de lo que me acuerdo) no se rechazan en el registro formal de algunas áreas, entre otras la rioplatense, la chilena y la andina.

44.7v Algo más frecuentes en los textos son las construcciones en las que se omite la preposición a que marca el objeto directo o indirecto de la oración subordinada, de forma que se deja solo la preposición que aporta el verbo principal:

Tan solo había ido a la fiesta para encontrarme con él y no con quien pensaba ver en la recepción (Armas Marcelo, Madrid); Solo la imagen de quien escogí desde un fondo ciego de fatalidad y de imposibilidad permanece cerca de mi corazón (Perucho, Pamela).

Así, si en este último ejemplo no se hubiera omitido la preposición a, se habría obtenido *Solo la imagen de a quien escogí desde… Cuando el antecedente tácito del relativo es inespecífico, no hay propiamente confluencia de preposiciones, ya que puede omitirse la preposición a de la oración subordinada. Estas otras construcciones se consideran plenamente correctas:

En la nota adjunta se decía que podía asistir al mismo en compañía de quien ella eligiese (Fernández Castro, Novia); Cuando el cuerpo le pedía pelea la armaba con quien tuviera delante (Cela, Cristo).

44.7w Alternan donde y en donde22.8o) para expresar la noción de ubicación, como en el lugar {donde ~ en donde} vivo. Ambas opciones se consideran correctas, pero es más frecuente omitir la preposición:

En el cuarto anónimo donde está ahora hay solo un catre de monje, mudas de ropa, un baño, una heladera y botellas de whisky (Martínez, Vuelo); Luego Ariosto mandó a los expedicionarios a dormir en las tiendas, donde estarían algo más protegidos en caso de ataque (Allende, Ciudad); Una aseveración fácil de entender si uno se mueve en el barrio cercano al aeropuerto en donde vive mi amigo palestino (Torres, M., Hombres); Nos vimos los tres en la terraza del hotel Guadacorte, muy cerca del lugar en donde habían vivido Teresa Mendoza y Santiago Fisterra (Pérez-Reverte, Reina).

44.7x Puede omitirse la preposición a ante el adverbio donde cuando el verbo de la oración principal se construye con un complemento argumental que expresa meta o dirección, como en Iremos {donde ~ adonde ~ a donde} digan ustedes, o en el fragmento que se reproduce a continuación: Al día siguiente, fueron donde lo había visto girar y a la misma hora apareció el mismo coche con los jefes del Ejército (Feo, Años). La preposición también se omite optativamente cuando el predicado que la selecciona pertenece a la subordinada, como en el primero de los dos ejemplos que siguen. Como se comprueba, está presente en el segundo:

A miles de leguas del lugar donde llegaron los hombres venidos del cielo los indígenas en sus comarcas milenarias […] nada podían saber del Almirante (Roa Bastos, Vigilia); En los pequeños pueblos a donde iban, no le daba tiempo para establecer en un mes una amistad a la que pudiera confiarle sus problemas (Esquivel, Deseo).

Sobre el uso incorrecto de a donde (o adonde) por donde, como en la casa a donde vivo, véase el § 22.8r.

44.7y Las alternancias descritas se dan igualmente en las construcciones del tipo «donde + grupo nominal». En esta pauta, donde y a donde se asimilan, en parte, a las preposiciones (§ 22.8y y 29.2n) y alternan con en casa de o a casa de:

Violeta fue donde Marcelina a preguntarle qué pasaba (Serrano, M., Vida); El mozárabe regresó adonde Guacelmo, que se había puesto a rezar frente a la cruz (Torbado, Peregrino); Antes de llegarme a la Presidencia, fui a donde Rocío, la hallé llorosa, doblegada sobre su máquina de escribir (Chávez, Batallador).

Como se ve, alternan aquí la presencia de la preposición a y su omisión: Fui donde Rocío ~ Fui a donde Rocío.

44.7z A diferencia de donde, el adverbio relativo cuando no presenta variantes con la preposición en, si se exceptúan las locuciones distributivas de vez en cuando y de cuando en cuando. No obstante, la idea de localización temporal que caracteriza al adverbio cuando explica que sea conmutable por (en) el momento en (el) que:

Hubo un movimiento de desconcierto en palacio en el momento en que Maximiliano nacía en la habitación situada encima de la estancia (Moix, A. M., Vals); Eso pasa justo en el momento en el que usted está a punto de alcanzar un puesto de mucho poder en la sanidad pública (Millás, Desorden).

Sobre el uso de cuando con antecedente expreso, como Llega el momento cuando se hace necesario ofrendar la vida y a ello estoy dispuesto (Britton, Siglo), véase el § 22.9c. Sobre otros aspectos de la gramática de este adverbio, véanse los § 22.7-11.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
oración (subordinada) de relativo sin antecedente expreso

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE