Sintaxis

38 El atributo (II). Construcciones semicopulativas. Los complementos predicativos. Las construccion

38.10 Complementos predicativos en contextos preposicionales (II). Predicativos como términos de preposición

38.10a Se forman en español un buen número de construcciones que presentan atributos insertos en grupos preposicionales. Estas expresiones contienen complementos predicativos referidos al sujeto o al complemento directo de un verbo, como en presumir de listo o tildar a alguien de cobarde. Repárese en que en la oración Los políticos nunca pecan de ingenuos (en la que políticos e ingenuos concuerdan en género y número) no se predica de los políticos la expresión de ingenuos, sino únicamente el adjetivo ingenuos. Por el contrario, el atributo de la oración La guerra no era contra ellos no es el pronombre ellos, sino el grupo preposicional contra ellos. Los atributos del primer tipo se consideran a veces resultados de elidir un infinitivo, como en Presume de (ser) elegante; Se le acusa de (ser) traidor; Se jacta de (ser) valiente; Pasa por (ser) culto, pero este análisis es inapropiado en otras ocasiones: Se los dio por (*ser) desaparecidos; No me tome usted por (*ser) tonto. La oración Ustedes pecan de ingenuos se forma con un complemento de régimen (de ingenuos) que contiene en su interior una expresión predicativa que se atribuye al sujeto de la oración (ustedes). En la variante con predicativos del objeto directo, es este último el elemento al que se asigna la propiedad de la que se habla: Los teníamos por personas decentes. Importa resaltar, en consecuencia, que el complemento predicativo de los en esta última oración no es por personas decentes, sino personas decentes, es decir, la frase nominal atributiva que concuerda en número (no necesariamente en género) con el elemento del que se predica.

38.10b Los atributos insertos en grupos preposicionales a los que se refirió el apartado precedente se forman con diversas preposiciones seleccionadas por el verbo en función de preferencias léxicas. Se construyen con de las expresiones predicativas incluidas en el complemento de régimen del verbo pecar y de varios otros que denotan presunción o vanagloria: jactarse (Se jacta de valiente), alardear, presumir, ufanarse, vanagloriarse, a los que se suma la expresión dárselas o darse de en la lengua conversacional (Se las da de lista; Se da de bueno). He aquí algunos ejemplos de esta pauta:

A ver usted, que se las da de culto. ¿Qué es un materialista? (Skármeta, Cartero); Por ello, la respuesta de los partidos ante la descarada posición de los empresarios peca de hipócrita (Tiempos 9/3/1997); Su autor alardea de innovador, pero no hace más que repetir aquella infamia (Babelia 24/8/2002); A los diecisiete años, Ana presume de intelectual y desprecia a sus vulgares amigas (Martín Gaite, Usos); Por eso se jacta de guapo, de príncipe azul en busca de su cenicienta (Herrera Luque, Casa).

La mayor parte de estos verbos admiten también complementos nominales. No son propiamente predicativos, pero aportan rasgos típicos del sujeto: No me fío de quienes, alardeando de su encendida fe, enfrían su dolor por los demás (Martín Prieto, Cartas). Aun así, repárese en que un padre puede presumir, alardear o vanagloriarse de los éxitos de su hijo. Los términos de la preposición no se omiten en español. El grupo preposicional formado por la pauta «preposición + adjetivo» se omite en algunas de estas oraciones y se recupera su información a partir del discurso: Se vanagloria demasiado de sus éxitos ~ Se vanagloria demasiado.

38.10c Forman otro grupo los complementos predicativos de los verbos que denotan juicio, como en acusar de algo, dar por algo, tildar de algo, tratar de algo, en las interpretaciones aquí pertinentes:

Su visita a las ruinas interiores de la residencia puede ser tildada de macabra y chocante (Caretas 25/4/1997); Avergonzados de su madre, a la cual acusaron de promiscua, decidieron matarla (Fuentes, Espejo); Cuando el Caballo le explicó lo que quería que hiciera, Jaime se puso furioso y lo trató de loco (Jodorowsky, Pájaro); Sin duda me tomó por un abogado (Borges, Libro); Fueron a dar tan lejos que no hubo manera de encontrarlos y se les dio por desaparecidos (Alberto, Eternidad).

Otros verbos que admiten estos complementos aluden a la acción de cambiar de apariencia una persona o una cosa: vestir de algo, caracterizar de algo, etc.:

¿Pero no fue hace poquito que te disfrazaste de Gazpacho? (Campanella/Castets, Hijo); ¡Podrías visitarla en su casa, caracterizado de vendedor de nata! (Cabrujas, Americano); Es obvio que alguien lo vistió de mujer después de que recibiera las puñaladas (Somoza, Caverna); Cedió el aparato a Alfonsina, quien se hizo pasar por la señora Guarina Tessón, nombre de soltera de la mujer de Imbert (Vargas Llosa, Fiesta).

Constituyen otro grupo de verbos los que aluden al empleo que se hace de alguna cosa:

Es un libro largo, de usos múltiples; se puede usar de almohada o como defensa personal (Excélsior 19/6/1996); ¡Usted es un hipócrita! Las masacres le sirven de pretexto para expresar su antisemitismo (Monegal, Jardín); Durante mucho tiempo su labor pasó desapercibida y Oñate lo utilizó de parachoques, de filtro, frente al poder censor (Díaz, L., Radio).

Los atributos adjetivales son frecuentes con los verbos que expresan presunción (alardear de influyente) y juicio (acusar de incompetente), pero se rechazan con los que denotan cambio de atuendo o de apariencia: Se vistió de hermosa odalisca (no *Se vistió de hermosa), y uso o empleo: Estas piezas se usan de dispositivos eléctricos (no *Estas piezas se usan de eléctricas).

38.10d No forman parte de complementos de régimen, pero se construyen con de (a veces en alternancia con como), los complementos predicativos nominales que designan alguna actividad u ocupación en la que se ingresa (Entró de botones; Se va a colocar de aprendiz; Me voy a París de becario; Se apuntó de bombero), se permanece (Trabaja de gerente; Se quedó de vigilante; Está de jefa de sección; Llevo dos años de profesor contratado; Asiste de enfermera) o se termina: Debe haber terminado de médico igual que usted, ¿no? (Dorfman, Muerte). Repárese en que en este último texto no se dice que alguien cesa en cierta actividad, sino que esa actividad es la última en alguna serie de ellas, como en Terminó siendo médico. Es importante tener en cuenta en todas estas construcciones si la preposición forma parte o no de un complemento de régimen. Es este factor el que permite diferenciar pares como Lo van a {dejar ~ quitar} de conserje. La preposición de está regida por quitar (como lo está en quitar de la mesa un plato), pero no por dejar. En este último caso, de conserje alterna con siendo conserje o en el puesto de conserje. A su vez, dejar lo hace con colocar y con otros verbos que no rigen la preposición de.

38.10e Se construyen con a las expresiones predicativas que aparecen en el complemento de meterse: Se metió a monja (también de monja en algunos países, además de Se metió monja, más usado en España). Son ya locuciones verbales las expresiones tomarse (algo) a mal (también a broma, en broma, en serio) y llevar o tener (algo) a gala, formadas con la misma pauta. En la lengua antigua se agregaba a este grupo el verbo tener, como en Tuvo a milagro la mejoría de su amo (Cervantes, Quijote I). Persisten rastros de esta expresión en la locución tener (algo) a bien (‘considerar adecuado’). Más numerosos son los usos de las construcciones predicativas con la preposición por, que abarcan varios verbos de juicio:

Es que yo entiendo por rock, no solo la corriente metálica, que es la que me gusta a mí, sino mucho más (Época [Chile] 5/12/1997); Todo aquello formaba parte de su visión, y él lo tenía por cierto (Somoza, Caverna); No lo por seguro, Vega. Pero gracias (Buero, Detonación).

Aparecen atributos introducidos por esta misma preposición también en otros predicados: llevar por título, elegir por compañero, querer por esposo. La preposición encabeza en la mayor parte de estos casos complementos de régimen, pero introduce un complemento circunstancial de causa en Lo detuvieron por incauto. Introducen asimismo atributos los complementos de régimen con para con unos pocos verbos, como estudiar, ir u opositar, en construcciones como Este niño va para catedrático (es decir, ‘… llegará a convertirse en catedrático’) o Ricardo estudia para periodista. Estos atributos están restringidos a los grupos nominales sin determinante que denotan profesiones, cargos o puestos sociales: Iba para {obispo ~ abogado ~ presidente del gobierno}.

38.10f Se asimila como a las preposiciones cuando se usa en el sentido de ‘en calidad de’, o ‘en tanto que’ ante diversas expresiones predicativas. Introduce en estos contextos atributos que se predican del sujeto (Entró como ayudante; Te lo digo como amigo tuyo) o del complemento directo (Lo mandaron como embajador; Guarda esas fotos como recuerdo). También aparecen estas expresiones en las oraciones de verbo semicopulativo (Se ponía como loca) y como predicados del término de la preposición en algunas construcciones prepositivas:

Su amor hacia los animales y el cuidado que ponía en ellos debe ser claramente manifiesto cuando hace unos años un amigo pensó en él como el mejor receptor de un cachorro de león (Hola 1/6/1995); Es consciente de que se habla de él como candidato a sustituir al almirante (Verdad 15/7/2009); Se convirtió en la mano derecha […] cuya expedición a Cuba contó con él como uno de sus principales colaboradores (Trabajadores 19/12/2003).

38.10g Entre los verbos que se construyen con complementos predicativos encabezados por como destacan especialmente los que denotan juicio:

Pero los ceibeños tomaron como instancias ofensivas las llegadas del habilidoso volante Jorge Pineda y la movilidad de Alejandro Naif (Prensa [Hond.] 12/12/1996); La plancha circular de barro cocido se interpreta como la base de una edificación que se destruyó con el tiempo (Boada, Arquitectura); También Peres evaluó como positiva la ayuda humanitaria de los Cascos Blancos de la ONU en esa zona (Clarín 7/4/1997); La pareja detenida en Argentina fue descartada como posible autora del homicidio (País [Ur.] 6/9/2001).

Cabe agregar los que expresan uso o empleo, o bien aluden al trato que se da a alguien o a la finalidad con la que se ejerce alguna acción sobre personas o cosas:

Es un material sumamente duro, tanto que es usado como abrasivo (Fernández Chiti, Diagnóstico); las facciones en lucha adquirieron buques mercantes […] y los prepararon como barcos de guerra (Scheina, Iberoamérica); A todos los futuros sargentos nos trató como personas dotadas de discurso (Laín Entralgo, Descargo).

38.10h Con el verbo considerar alternan los complementos nominales con como (considerar algo como una necesidad ineludible, como un ejemplo, como una prueba irrefutable) y sin como (considerar algo una necesidad ineludible, un ejemplo, una prueba irrefutable). La primera opción aparece en estos ejemplos:

Me considero sobre todo como un cronopio que escribe cuentos y novelas (Cortázar, Cartas); Se le consideraría como un ejemplo de inmoralidad, un tipo execrable (Torrente Ballester, Filomeno); Esto era considerado como un artefacto de lujo (Leyva, Piñata); El trabajo siempre se consideró como un castigo (Chacel, Barrio); Esta renta podía ser considerada como una gran especulación industrial (Alamán, Historia).

La segunda, igualmente correcta, se ilustra en estos otros:

Si tú consideras eso un escándalo, eso es otro problema, yo no voy a hacer ninguna denuncia sin fundamento y sobre conjeturas (Proceso [Méx.] 29/9/1996); Nosotros no consideramos eso una deformación (Nacional 22/12/1997); En este punto nos queda por comparecer a los antiguos, que consideraban el arroz una especia de lujo, para usar con moderación (País [Ur.] 4/10/2001).

La construcción descrita se diferencia de otra cercana en la que considerar significa ‘apreciar’ o ‘tomar en consideración’, como en Me he dado cuenta de que mi esposa no me considera como esposo (Cela, Cristo).

38.10i Los complementos predicativos adjetivales muestran la misma alternancia entre la presencia y la ausencia de como, aunque estadísticamente es menos frecuente que aparezca en ellos dicha partícula prepositiva:

Toda guerra nacional se debe considerar como legítima (Bello, Derecho); Una dilatada zona de no menos del 89 por ciento de sus moradores puede considerarse como infranqueable (Martín Gaite, Usos); Yo también me consideré como muerto cuando ella murió (Moncada, Cena).

En la lengua actual se prefiere la construcción sin como cuando el complemento es adjetival. Así, se prefiere considerar inadmisible algo a considerar como inadmisible algo.

38.10j En los complementos predicativos nominales construidos con el verbo juzgar alterna también la presencia con la ausencia de como. Los siguientes ejemplos ilustran su presencia:

Fui un voluntario enfrentado a lo que se juzgaba como la desorganización de un gobierno timorato y sin imaginación (Fuentes, Cristóbal); Lo juzga como juego de niños (Ramírez Heredia, Rayo); Observó ambos símbolos y los juzgó como respectivos augurios de su inminente muerte (Velasco Piña, Regina).

En cambio, se constata su ausencia en Se mostraba pugnaz […] empezando por los tíos Macrina y Vidal cuya expatriación juzgaba un acto de cobardía (Delibes, Madera). Al igual que en el caso anterior, son frecuentes los predicativos adjetivales sin como: Lo juzgo inadmisible y absurdo (Borges, Libro) y menos habituales los usos con como, que conoció la lengua clásica: Albanio, si tu mal comunicaras / con otro que pensaras que tu pena / juzgaba como ajena […] (Garcilaso, Poesías). También como en el caso precedente, en la lengua contemporánea se consideran preferibles estos complementos predicativos adjetivales sin como. Se prefiere, pues, juzgar inútil algo a juzgar como inútil algo. La presencia de como es, en cambio, necesaria en los complementos de presentar (presentar algo como necesario), admitir (admitir una teoría como hipótesis de trabajo) y otros similares. Se percibe variación en los complementos predicativos nominales del verbo ver, aunque predomina la pauta con como:

Es que yo lo veo una tontería (CREA oral, España); Yo no lo veo como un enredo (Benedetti, Primavera); Yo la veía como la figura más bella de un cuadro (Campo, Ocios).

Esta variante con como puede interpretarse también como el resultado de un proceso de elipsis.

38.10k Los verbos que expresan denominación, elección y reconocimiento (denominar, nombrar), a los que se hizo referencia en los § 38.7o y ss., son más raros usados con como. En el caso de elegir se prefiere la variante sin como con nombres de persona, no necesariamente con otros sustantivos:

Tomó a mal que la familia Kikoy lo hubiese elegido como sustento de los más pequeños (Fontanarrosa, Nada); Se dirigen al punto previamente elegido como escenario de su hazaña (Ayala, Rapto); La noche había caído cuando alcanzaron la cañada elegida como sitio de reunión (Chao, Altos).

38.10l Con los verbos que denotan uso, empleo o función, mencionados en el § 38.10c, alternan de y como. También lo hacen algunos de los que expresan posesión de algo o designan ciertas manifestaciones verbales (decir, responder, etc.). Predomina en estos últimos la alternancia entre por y como. Se obtienen así los pares siguientes:

Uso este plato {de ~ como} cenicero; El bastón le sirvió {de ~ como} palanca; Lo tenía {de ~ como} ayudante; Llevaba un pañuelo {por ~ como} sombrero; Lo tengo {por ~ como} amigo; Dijo eso {por ~ como} todo comentario.

Se ejemplifican a continuación algunos de ellos:

Qué oficina, parece que la usa como sala de consultorio (Morales, A., Verdad); Enrique, de ocho años, prometió a su padre que primero sería despedazado que dejar lo usasen de instrumento (Otero, L., Temporada); Cuando se llevó a cabo el proceso en su contra serví como testigo (Volpi, Klingsor); Por barco vienen unos cien ejemplares de tu biografía, que pienso repartir entre las señoras de El Condado, para que les sirvas de ejemplo (Ferré, Batalla).

38.10m Varios verbos transitivos de otros grupos, que no admiten predicativos nominales ni adjetivales, aceptan en cambio con naturalidad complementos predicativos con como: Hizo como tesis de licenciatura un trabajo sobre Galdós; No se podría afirmar como un hecho cierto. La preposición como no se puede omitir en ninguno de estos casos. Se sienten poco naturales oraciones como Recuerdo felices esos años o Lo reconoció hijo suyo, a diferencia de Recuerdo esos años como los más felices de mi vida o Lo reconoció como hijo suyo. También se registra un contraste similar con los complementos de régimen: *Hablaba de ella embajadora (con complemento de régimen) contrasta con Hablaba de ella como futura embajadora, de nuevo en la construcción predicativa con como. Aparecen asimismo introducidos por como muchos complementos predicativos del sujeto que resultarían anómalos sin la presencia de esta partícula:

Hoy la violencia se desarrolla como fenómeno recurrente en los departamentos de mayor concentración de la propiedad de la tierra (Alape, Paz); Todo lo que empieza como comedia termina como película de terror (Bolaño, Detectives); Pero yo, hablándole como aficionado más que como presidente, le puedo decir que el domingo me gustaría verle sobre el campo (País [Esp.] 17/12/1980).

38.10n Alternan la presencia y la ausencia de la preposición a en las expresiones encabezadas por como en contextos en los que se introducen complementos directos de persona: Los trataron como criminales ~ Los trataron como a criminales. Los siguientes ejemplos muestran esta misma alternancia:

No se les permitió a los gitanos instalarse en el pueblo ni volver a pisarlo en el futuro, porque se los consideró como mensajeros de la concupiscencia y la perversión (García Márquez, Cien años); En la presentación les dije que los iba a tratar como personas (Proceso [Méx.] 27/10/1996); Malditos ellos, malditas sus almas, maldita su descendencia, malditos todos los enemigos del Rey, Dios los aplasta como a gusanos asquerosos (Uslar Pietri, Lanzas); ¡Ya está decidido el tornaviaje y en llegando os denunciaré como a corsario vil, como a un infame criminal…! (Roa Bastos, Vigilia).

Se perciben ligeras diferencias de significado en estos contrastes. En la variante sin a se obtiene el sentido de como que se mencionó en los apartados anteriores (‘en calidad de’). En la variante con a se obtiene la interpretación comparativa de como31.3c y 45.8j y ss.), aproximadamente ‘como se trata a los criminales’, ‘como se aplasta a los gusanos’. Aun así, la diferencia de sentido es muy leve en algunos de estos contrastes:

Morelos lo veía como a su enemigo y era natural entonces que recibiese las noticias de sus papeles con desconfianza (Leñero, Martirio); Aunque ahora soy su enemigo y quien lo sucedió en la Presidencia me ve como su enemigo (Excélsior 1/11/1996).

 

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