Sintaxis

47 Construcciones condicionales y concesivas

47.8 Tiempo y modo en las oraciones condicionales

47.8a La información temporal y modal que aportan las condicionales y las concesivas es de cierta complejidad, no solo por la variedad de los esquemas que se admiten, sino también por la intersección de los valores semánticos que se expresan en esas correlaciones de tiempos y modos. A diferencia de otros tipos de subordinadas, los rasgos modales y temporales de las prótasis condicionales no están regidos por un elemento de la oración principal, sino que son interdependientes: los de la subordinada ponen de manifiesto la actitud del hablante sobre la posibilidad, probabilidad o irrealidad de la situación supuesta; los de la principal indican la modalidad de la oración, y están a menudo en correlación con los anteriores. Así, la selección entre una de las formas alternativas de Si le {sube ~ subiera ~ hubiera subido} la fiebre, … condiciona la de la apódosis: … {báñese ~ se bañaría ~ ¿se habría bañado?}, sea esta una orden, una conjetura o una pregunta. En esta sección se representan abreviadamente los esquemas temporales que corresponden a los períodos condicionales usando, por mera convención y con propósitos didácticos, los tiempos y modos de los verbos tener y dar. Así, se usará la fórmula Si tiene, dará para designar un período cuya prótasis se forma con un verbo en presente de indicativo y cuya apódosis se construye con un verbo en futuro, también de indicativo, como en Si la llaman, irá. Se usarán esquemas similares para representar otras correlaciones temporales y modales. Así, la fórmula Si tuviera, habría dado se aplica a cualquier período condicional que contenga un imperfecto de subjuntivo en la prótasis y un condicional compuesto en la apódosis, como en Si me hicieras caso, no habrías estado tan resfriado. Algunos esquemas temporales admitidos por las condicionales tienen correlatos en las oraciones concesivas:

Aunque tiene, dará: Aunque se lo explican, no lo entenderá.

Aunque tiene, da: Aunque se lo explican, no lo entiende.

Aunque {tuviera ~ tuviese}, daría: Aunque se lo {explicaran ~ explicasen}, no lo entendería.

Aunque {hubiera ~ hubiese} tenido, habría dado: Aunque se lo {hubieran ~ hubiesen} explicado, no lo habría entendido.

Como se advierte, las diferencias existentes entre las oraciones de cada paradigma no alteran la relación causal que vincula los dos hechos (la explicación y la comprensión) en cada tipo de subordinada, relación que se presenta como efectiva en el período hipotético, pero como inoperante en el concesivo. Los esquemas temporales que corresponden a las oraciones concesivas se estudiarán en el § 47.13.

47.8b En las correlaciones temporales y modales características de los períodos condicionales no se tienen en cuenta las estructuras en las que el tiempo o el modo de la apódosis están determinados por algún elemento independiente de la prótasis. Así, no está relacionado con la prótasis el modo verbal que muestra la apódosis cuando este aparece inducido por adverbios como los que se subrayan en Si me lo explican, {tal vez ~ acaso ~ ojalá} lo aprenda o en: Mañana, si la situación no se resuelve como espero, acaso diga otra cosa (Valle-Inclán, Corte). De manera análoga, la elección del condicional subrayado en este otro texto tampoco está relacionada con el presente que muestra la prótasis: Si sabéis algo interesante, os agradecería que me lo contaseis (Mendoza, Laberinto). De hecho, la oración en la que aparece podría usarse como oración independiente. Tampoco puede hablarse de una correlación Si tiene, habría dado en Si atendemos a los rumores que corren, a Antonio le habrían propuesto un nuevo cargo23.16w y ss.).

47.8c Si el período condicional es independiente (en el sentido de no subordinado), los tiempos verbales del indicativo se orientan directamente en relación con el presente de la enunciación: son, como se explica en el § 23.1m, tiempos absolutos. La inclusión del período condicional en el discurso indirecto va acompañada de la predecible transposición temporal. Así, en la versión indirecta de Si me lo explican, lo {entiendo ~ entenderé}, los tiempos del discurso directo se transponen tomando como referencia el tiempo del verbo al que quedan subordinados: Le dije que, si me lo explicaban, lo {entendía ~ entendería} (véanse los § 24.7, 24.8). En la tradición gramatical es frecuente distinguir tres períodos:

Período real: se forma con prótasis en indicativo. Se ajusta a las pautas Si tie
ne, da o Si tuvo, dio. Así, pues, los tiempos verbales de este período pueden ser presentes, como en Si vives en esta ciudad, no puedes evitar el agobio, o pasados, como en Si estudiaste allí, sin duda aprendiste mucho.

Período potencial: Se ajusta a la pauta Si {tuviera ~ tuviese}, daría, como en Si fuera rico, viviría aquí.

Período irreal: Corresponde a la pauta Si {hubiera ~ hubiese} tenido, {hu
biera ~ hubiese ~ habría} dado, como en Si hubiese tenido tiempo, habría ido
a visitarlos. También se considera irreal el período Si {tuviera ~ tuviese},
habría dado (Si estuvieras más atento en clase, habrías obtenido mejor calificación) en algunos de sus usos, como se verá en los apartados que siguen.
Corresponden también a este período ciertos usos de Si tiene, da (como Si lo sé, no vengo).

Algunos gramáticos de nuestra tradición consideran que el segundo de los tres grupos presentados constituye una variante del tercero. Conviene precisar, en cualquier caso, que la naturaleza real, potencial o irreal de un período no viene siempre determinada por la correlación temporal que en él se establece, sino también por los significados que se le otorga en función de diversos criterios históricos, geográficos o sociolingüísticos. Así, en ciertas variantes de la lengua popular es potencial el período Si tenía, daba como en Si tenía dinero, me compraba una finca47.8g). En los apartados siguientes se analizarán otros casos de correlaciones que se asignan a un período o a otro en función de las variables mencionadas.

47.8d Las pautas gramaticales que se introducen están condicionadas por las restricciones de tiempos y modos que caracterizan a la conjunción condicional si. Esta conjunción rechaza, en efecto, en la lengua actual (no necesariamente en la antigua, véanse § 23.14o-q y 47.8y) el futuro (*si tendrás dinero), el condicional (*si tendrías dinero), el presente de subjuntivo (*si tengas dinero) y el pretérito perfecto de subjuntivo (*si hayas tenido dinero). A ello se añade que los tiempos del subjuntivo establecen menos distinciones que los del indicativo, como se explica en el § 24.1a. Como allí se muestra, la forma del subjuntivo cantara puede corresponder a cantó (Pensé que llegó > No pensé que llegara), a cantaba (Pensé que llegaba > No pensé que llegara) o a cantaría (Pensé que llegaría > No pensé que llegara). Los demás tiempos del subjuntivo poseen limitaciones similares. Varias de las pautas que caracterizan las relaciones temporales y modales en los períodos condicionales se formulan, como se ha visto, con formas verbales en subjuntivo. Sin embargo, no todas reciben una sola interpretación.

47.8e En el período real se expresan hechos que se tienen por verdaderos o por esperables, como en Si se lo explican, lo entiende. Se construyen también mediante este esquema los períodos condicionales en los que se introducen compromisos y promesas, como en Si me llaman, voy; Si me pregunta, se lo digo, etc., puesto que tales actos verbales se fundamentan en la fijación o la determinación actual de alguna acción futura. Aplicado al presente de indicativo, el llamado período real admite dos interpretaciones, ya que —al rechazar el español las combinaciones *si tendrá y *si tenga— el presente en si tiene cubre los usos prospectivos, como en si nos mudamos a esta casa dentro de dos años, además de los actuales. Así pues, el presente en si tiene puede designar un hecho actual, un hecho futuro, o un hecho habitual, como se explica en el § 23.6.

47.8f Aunque estas alternancias se presentan a veces como manifestaciones de una neutralización temporal, debe señalarse que la falta de información sobre el valor del presente da lugar a casos de ambigüedad, no tanto de vaguedad o de indeterminación. Así, la oración si vives aquí es ambigua, en cuanto que se puede referir a un estado de cosas presente o a uno futuro (además de a un interlocutor particular o a uno genérico). Esta ambigüedad puede ser deshecha por adverbios temporales o por diversos factores contextuales o situacionales, pero está favorecida por el hecho de que vivir sea un verbo de estado. Nótese que la interpretación de vas en si te vas es, en cambio, prospectiva (§ 23.6n y ss.), aunque se diga si te vas ahora mismo. En la variante Si tiene, dará también se obtiene, por lo general, la interpretación prospectiva del presente, pero no se excluye la actual, tanto si el futuro de la prótasis se usa en la interpretación de conjetura (Si vives aquí, pagarás seguramente un alquiler muy alto), como si no es así (Si vives aquí, el año que viene te subirán mucho la renta).

47.8g El período potencial (Si se lo explicaran, lo entendería) expresa situaciones abiertas relativas a eventos que pueden tener lugar. No se define, pues, de forma positiva frente al real, ni negativa frente al irreal. Aun así, las prótasis del período potencial implican que en el presente no se da el estado de cosas que describen (si me invitaran conlleva ‘No me han invitado’), aun cuando dejan abierta la posibilidad de que se dé en el futuro. La ambigüedad del presente de indicativo (situación actual o bien prospectiva) a la que se refiere el apartado anterior se extiende al presente de subjuntivo. La forma esté designa, por tanto, un estado actual en No creo que esté aquí, y uno futuro en cuando esté aquí. Como se explicó en los apartados precedentes, no existen en español prótasis con el esquema *si tenga (*si Maite llegue), aunque sí existen los esquemas en caso de que tenga y a menos que tenga. La forma cantara ~ cantase pone de manifiesto en las prótasis condicionales (si cantara) la misma ambigüedad que se ha descrito para el presente. En consecuencia, no es posible saber —fuera de contexto— si la expresión si viviera aquí designa una situación actual probable o bien una situación futura hipotética. Se analizan otros aspectos de esta cuestión en los § 24.2g y ss.

47.8h Como se explicó en el § 47.1d, se llama interpretación contrafactual o contrafáctica de una expresión a la inferencia según la cual se obtiene como verdadero el estado de cosas contrario al que se afirma. Así, son contrafactuales las exclamaciones ¡Haber venido ayer! o ¡Hubieras venido ayer!42.3s), puesto que implican que el hablante no vino en el día anterior al que se enuncian. La exclamación ¡No haberte comido todos los caramelos! implica, en el mismo sentido, que el interlocutor de esas palabras llevó a cabo la acción que se menciona. La pauta Si {tuviera ~ tuviese}, daría caracteriza, como se ha explicado, el período potencial. Se ha debatido largamente la cuestión de si este esquema es o no contrafactual cuando se aplica a situaciones actuales. Ciertamente, el que dice Si yo viera bien, no necesitaría estos anteojos manifiesta sin lugar a dudas que no ve bien. Nótese, sin embargo, que la inferencia contrafactual no se obtiene de manera automática a partir de ese esquema temporal. La oración Si este número fuera un cuatro, aquel sería un seis, aplicada a un pasatiempo matemático, se refiere a una situación presente, al igual que la anterior, pero no se deduce directamente de ella ‘Este número no es un cuatro’ ni tampoco ‘Este número es un cuatro’.

47.8i El esquema Si {tuviera ~ tuviese}, daría se elige muy a menudo como recurso argumentativo mediante el que el hablante desea obtener de la prótasis una inferencia de polaridad contraria a la que esta manifiesta, como en Si hoy fuera feriado, este comercio no estaría abierto, o en Si no fueras tan tozudo, aceptarías lo que te proponemos. El que usa la primera construcción presenta, pues, como contrafactual el período condicional, puesto que desea llegar a la conclusión de que el día en que está hablando no es feriado. La deduce de la inferencia contrafactual correspondiente a la apódosis (es decir, ‘Este comercio está abierto’) y de una información más general que asume como verdad conocida (Los comercios no están abiertos los días feriados). No es posible, sin embargo, asegurar que se obtendrá sistemáticamente una inferencia contrafactual a partir de la pauta Si {tuviera ~ tuviese}, daría. Aun así, tal implicación se asocia a ella muy a menudo en el discurso.

47.8j El esquema Si {tuviera ~ tuviese}, habría dado da lugar a la lectura contrafactual con mayor claridad que el esquema Si {tuviera ~ tuviese}, daría. La interpretación contrafactual resulta favorecida en aquel caso por la naturaleza perfectiva de la apódosis. De hecho, en el apartado anterior se mostró que no se obtiene siempre el sentido contrafactual en el esquema Si {tuviera ~ tuviese}, daría, incluso cuando se describen hechos presentes. Estas interpretaciones contrafactuales resultan mucho más difíciles de evitar en el esquema Si {tuviera ~ tuviese}, {hubiera o hubiese ~ habría} dado. Los textos muestran, en cualquier caso, que se obtiene muy frecuentemente tal inferencia tanto en este último esquema como en el anterior:

Usted me gusta mucho. Creo que mi hijo hizo una excelente elección. Si fuera más joven, hasta yo hubiera tratado de conquistarla (Shand, Farsa); Si fuera más joven, tal vez lo haría, pero ahora… ¡No! ¡Qué horror! (Reyes, C., Carnaval).

47.8k El llamado período irreal (Si se lo hubieran explicado, lo habría entendido) se asocia de modo característico con la inferencia contrafactual de la que se habló en los apartados anteriores. Se designan, por tanto, situaciones que contradicen algún estado de acontecimientos, concretamente hechos no verificados si la oración es afirmativa (a menudo opciones fallidas, desaprovechadas o simplemente no acaecidas) y verificados si es negativa. Así pues, el ejemplo propuesto Si se lo hubieran explicado, lo habría entendido permite inferir tres informaciones: la primera es ‘No se lo explicaron’; la segunda es ‘No lo en tendió’; la tercera es el hecho de que la segunda se sigue de la primera. He aquí otros ejemplos de esta pauta:

¡Si me hubieran acogido con amor, no habría dado yo un mal paso! (Galdós, Desheredada); Si hubiera hecho caso de mis médicos llevaría muchos años enterrado (García Márquez, General); Si hubiera pasado algo grave, no estarías levantándote tan tarde (Martínez, Evita); Ahora con más fuerza, traspasada de aflicción, te repito, si me hubieras matado a mí en vez de a él, todavía tendríamos poeta y seguiríamos sin mancha (Alatriste, Vivir).

47.8l Las inferencias mencionadas presentan algunas excepciones. Es posible usar en sentido no contrafactual el período Si {hubiera ~ hubiese} tenido, daría cuando se carece de información sobre el desenlace de algún acontecimiento. Si un alumno ha realizado un examen cuya calificación no se ha hecho pública, puede hacer planes sobre lo que haría si hubiera aprobado o si no hubiera aprobado. Así pues, el período irreal Si hubiera aprobado, mi papá me compraría una bicicleta no es contrafactual en el contexto que se describe (es decir, el examen ya está hecho, pero su resultado se desconoce), pero lo sería si ese enunciado se emite después de conocer las calificaciones. Estas interpretaciones no contrafactuales son más difíciles de obtener, en cambio, si la apódosis se construye con un tiempo compuesto. Así pues, Si hubieras aprobado, habrías empezado a dar saltos de alegría implica, para muchos hablantes, ‘No has aprobado’. La interpretación contrafactual puede salvarse en estos contextos si el período se subordina a un entorno que especifique léxicamente su carácter hipotético, como en Imaginé que, si hubieras aprobado, habrías empezado a dar saltos de alegría.

47.8m No se considera inapropiado ni incorrecto añadir de forma expresa, por razones de énfasis, la inferencia contrafactual que se obtiene de los períodos irreales, ya sea de la prótasis o de la apódosis, como en Si hubiera sido un atentado, alguna organización se lo habría atribuido, pero ninguna organización se lo atribuyó. En la lengua oral se agrega a veces esta inferencia en un inciso situado entre la prótasis y la apódosis, como en Si lo hubiera pedido, que no lo pidió, se lo habríamos dado, o en el texto siguiente:

También se hubieran agraviado de lo mismo los otros lugares y Aduanas si lo hubiera egecutado, lo cual no he hecho por no haber ido á los dichos lugares, por lo que me detuve en el negocio de la provincia de Guipúzcoa (Peñalosa, J., Carta).

Incisos como el anterior, en los que se agrega explícitamente tras la prótasis la inferencia contrafactual que podría obtenerse de ella, son característicos asimismo de los períodos potenciales:

Si yo tuviera algún poder político, que no tengo ninguno, lo que haría sería denunciar el uso y abuso del bromuro bajo el franquismo (Vázquez Montalbán, Soledad); Si él tuviera vocación de célibe, que no la tenía en absoluto, le gustaría vivir en un monasterio así (Gironella, Hombres); Si hiciéramos caso de la Constitución, que no lo hacemos (País [Esp.] 15/5/1980); Si fuera inconstitucional, que no lo es, habría que reprochárselo a ellos (ABC 25/7/1997).

47.8n Los incisos que se mencionan adquieren mayor valor expresivo en el período real, ya que es más probable que pueda tener lugar la situación que se introduce en estas construcciones. Recuérdese que el presente en las prótasis condicionales puede aludir a una situación actual o a una futura:

Si recuerdas, que no recordarás, mi planteamiento inicial era que el extraterrestre narraría su aventura directamente, por medio de una suerte de “informe” a sus congéneres (Merino, Andrés Choz); Si Damián se mosquea, que no se va a mosquear, pero en fin, si se mosquea, las pruebas darán positivo, el mismo positivo que si te las hicieras tú (Grandes, Aires).

47.8ñ Se habló con anterioridad de la alternancia entre las apódosis … daría ~ … habría dado con las prótasis construidas con Si {tuviera ~ tuviese}…, y se hizo notar allí la ambigüedad temporal que caracteriza a esta última forma (Si Maite viviera aquí…). Es oportuno recordar que la forma {hubiera ~ hubiese} cantado está libre de ambigüedad temporal, de modo que la prótasis si Maite hubiera vivido aquí expresa únicamente una posible situación pasada que no ha tenido lugar. Ello garantiza la interpretación contrafactual referida al pasado (‘Maite no vivió aquí’) en todos estos contextos, con las excepciones a las que se aludió en el § 47.8l. Nótese que la inferencia contrafactual que permite en la prótasis el pretérito imperfecto de subjuntivo se refiere al presente (Si yo fuera rico > ‘No lo soy’), no al pasado, mientras que la que establece la forma {hubiera ~ hubiese} cantado se refiere siempre al pasado. Así pues, de Si yo lo hubiera sabido no se infiere ‘No lo sé’, sino ‘No lo sabía’ o ‘No lo supe’. En la lengua hablada, más raramente en la escrita, se construyen también períodos irreales con el esquema Si {hubiera ~ hubiese} tenido, daba (como en Si se lo hubiera contado a alguien, seguro que se reía de mí), ya que el imperfecto de indicativo puede suplir al condicional perfecto (… seguro que se habría reído de mí).

47.8o También en la lengua hablada, y especialmente en la conversacional, se forman períodos irreales con la pauta Si tiene, da, como en Si lo sé, no vengo (que no implica ‘No lo sé’, sino ‘No lo sabía’) o en Si no me escapo, me matan (que implica ‘Me escapé’). La primera oración equivale a Si lo hubiera sabido, no habría venido, y la segunda a Si no me hubiera escapado, me habrían matado. La interpretación contrafactual del presente de indicativo en este esquema se determina contextualmente. Así, el período condicional Si me llama, voy podría usarse como equivalente de Si me hubiera llamado, habría ido, pero también con el sentido de En caso de que me llame, iré. El contexto puede deshacer esta ambigüedad a favor de la interpretación contrafactual, como sucede en el primero de los textos que siguen, pero también a favor del período real, como sucede en el segundo:

Qué rabia… Si llego antes todavía le cojo aquí y me firma un autógrafo (Martínez Mediero, Bragas); Hasta ahora no tengo noticias, pero si me llaman y me pagan vuelvo a trabajar (Clarín 5/2/1997).

Se han debatido largamente los factores contextuales y discursivos que permiten obtener a los hablantes una u otra interpretación de manera casi inmediata en esta pauta. La interpretación contrafactual podría o no darse en secuencias como Si le devuelvo el dinero, se enfada. En una de sus dos lecturas, esa secuencia apunta a una situación futura: el hablante argumenta en contra de la opción de devolver ese dinero presentando una consecuencia indeseable de tal acción; en la otra interpretación la secuencia se refiere a una situación ya acaecida en la que no se produjo la devolución de la que se habla. De la misma forma, puede decir Si lo pienso dos veces, no lo compro el que ya ha comprado algo, pero también el que se dispone a comprarlo. Podría usar la secuencia Si doy un paso más, me caigo el que no se cayó porque no dio cierto paso, pero también el que duda entre darlo o no. Existen otros muchos casos similares.

47.8p La interpretación contrafactual en la pauta Si tiene, da emerge asimismo cuando la falsedad de la apódosis se deduce de la prótasis en las oraciones que en el § 47.6d se llamaron binegativas, como en Si él es un buen científico, yo soy Einstein, y otras similares que se describieron en esa sección. Induce asimismo la interpretación contrafactual la perífrasis «llegar a + infinitivo» con apódosis en presente o en algún tiempo compuesto, como en Si llega a enterarse tu mamá, nos castigan a los dos. Sin embargo, como llega está en presente en esta construcción, la interpretación contrafactual no es forzosa: Si llega a enterarse tu mamá, nos castigan a los dos, así que más vale que no se entere.

47.8q Algo menos frecuente, pero igualmente posible, es el esquema Si tiene, {hubiera o hubiese ~ habría} dado, también con interpretación contrafactual. Así, se interponen equivale a ‘se hubieran interpuesto’ en el primero de los textos que siguen:

Lo hubiera pasado mal si no se interponen los amigos (Muñoz Seca, Verdad); Si Alatriste no llega a saltar atrás, del todo descompuesto, allí mismo habría entregado el ánima (Pérez-Reverte, Oro).

Como se observó en el apartado anterior (y muestra el último ejemplo), propicia esta lectura la perífrasis «llegar a + infinitivo». En la lengua hablada (sobre todo en el español europeo y el rioplatense) se forman asimismo períodos de interpretación contrafactual con el esquema Si tenía, daba, como en Si lo pedía, me lo daban, en el sentido no iterativo en el que se designa una opción pasada no aprovechada (por tanto, ‘No lo pedí’). Muy similar es la interpretación de Si tiene, daba, también favorecida por llegar, como en Si aquel tren llega a salir, seguro que ahora no estaba yo contándolo, dijo mi abuelo (Muñoz Molina, Sefarad).

47.8r Se asimilan indirectamente a las condicionales contrafactuales las que se construyen con apódosis exclamativas de carácter exhortativo, muy a menudo encabezadas por la conjunción que, como en ¡Que me cuelguen si miento! o en los ejemplos que se muestran a continuación:

Que me parta un rayo si lo sé —le dijo al capitán— (Pérez-Reverte, Alatriste); Gáneme el fuego de las almas malditas si miento con esta boca que se han de comer los gusanos! (Medina, D., Cosas); ¡Que me aspen si entiendo algo! (Alviz, Son); ¡Que me corten las orejas si no te has inventado eso de “Sellemos nuestro amor con un beso”! (García May, Alesio); ¡Que me maten si ya no estamos en la región del fuego o bien cerca de ella! (Sastre, Viaje).

Las oraciones que corresponden a esta pauta se construyen por lo general con fórmulas lexicalizadas o semilexicalizadas. El hablante pone en ellas como garantía de su sinceridad algún perjuicio que podría recibir si no fuera cierto lo que dice. La presencia de juramentos e imprecaciones en la apódosis provoca que la prótasis pospuesta se interprete con la polaridad contraria a la que la apódosis manifiesta. Estos juicios muestran, en cualquier caso, el punto de vista del hablante, más que una inferencia proporcionada por el esquema oracional, por lo que no existen razones lógicas que lleven objetivamente a la conclusión ‘No miento’ a partir de la exclamación ¡Que me cuelguen si miento! Aun así, el hecho de que la apódosis introducida por que presente una acción muy perjudicial para el que habla lleva de forma natural a esa conclusión. Es muy similar la interpretación contrafactual de las fórmulas cuya prótasis antepuesta contiene ciertos numerales cardinales (diez, cien, doscientas, mil, un millón, etc.) con los que se alude al elevado número de ocasiones en las que se ha hecho algo (Si no lo dijo diez veces, no lo dijo ninguna) o al número igualmente elevado de personas o cosas que participan en alguna situación (Si no había diez mil personas, no había ninguna).

47.8s La locución si no es por… seguida de un grupo nominal admite, además del presente de indicativo, el pretérito imperfecto de subjuntivo (si no fuera por…) y el pluscuamperfecto de subjuntivo (si no hubiera sido por…), e induce en los tres casos la interpretación contrafactual de la apódosis. Así pues, Si no es por ese antibiótico, el paciente no sobrevive implica ‘El paciente sobrevivió’. He aquí otros ejemplos en los que se obtienen inferencias similares:

¡Si no fuera por las niñas, ya le había puesto yo las peras a cuarto hace una temporada! (Cela, Colmena); Si no es por su reverencia estaría en el convento de las monjas de la calle de Quiñónez (Galdós, Nazarín); Si no fuera por ustedes, no habría perdido a mi esposa (Vargas Llosa, Pantaleón); Si no es por mí, nadie conocería esta casa (Gala, Hotelito); Si no fuera porque el hijoputa del Cantanotte todavía respira, ¡maldita sea!, cualquier día hubiera yo consentido en salir del pueblo (Sampedro, Sonrisa); Si no hubiera sido por él, que puso todo su empeño en llevar adelante la idea, hubiéramos fracasado (Guzmán, Y., País).

47.8t Los esquemas que repiten tiempo y modo en prótasis y apódosis, como Si tiene, da o Si tenía, daba, se llaman a veces simétricos. La lengua antigua conoció el esquema simétrico Si tuviese, diese para los períodos irreales, con el sentido que corresponde hoy a Si {tuviera ~ tuviese}, daría, especialmente con los imperfectos terminados en -se, como en Fuéssedes mi huésped, si vos ploguiesse, señor (Cid). Este esquema fue perdiéndose en la lengua clásica, hasta el punto de quedar relegado a los casos en los que el pretérito imperfecto de subjuntivo de la apódosis está determinado desde fuera del período condicional, como en el ejemplo siguiente:

Mandó a un capellán suyo se informase del retor de la casa si era verdad lo que aquel licenciado le escribía, y que asimesmo hablase con el loco, y que si le pareciese que tenía juicio, le sacase y pusiese en libertad (Cervantes, Quijote II).

Para expresar la irrealidad de pasado en el esquema simétrico Si {tuviera ~ tuviese}, {diera ~ diese}, las formas en -se de la prótasis se correspondían frecuentemente con formas en -ra en la apódosis, que conservaban el valor de habría cantado. Así pues, el equivalente en la lengua actual al fragmento Sabet bien que, si ellos le viessen, non escapara de muert (Cid) sería Sabed bien que si ellos lo hubiesen visto, no habría escapado de la muerte. A partir de esta posición, ya desde la Edad Media fue extendiéndose la forma cantara a las prótasis de los períodos contingentes (en el sentido de los que no dan lugar a interpretaciones factuales ni contrafactuales) a expensas del futuro de subjuntivo (§ 24.3). Se extendió asimismo a los períodos irreales a expensas de las variantes en -se. Se hacen otras consideraciones sobre este proceso en el § 24.2. En la actualidad, las prótasis con si tuviese se mantienen en la lengua escrita con asiduidad mucho mayor que en la hablada, y en el español europeo con frecuencia algo mayor que en el americano, aunque su uso es en ambos casos menor que el de las formas correspondientes en -ra.

47.8u La progresiva extensión del imperfecto de subjuntivo de la apódosis a la prótasis (§ 24.2n) se produjo a partir de la segunda mitad del siglo xiii. El esquema simétrico Si tuviera, diera, con ambas formas en -ra, se generalizó a partir del último cuarto del siglo xiv como expresión prototípica de la irrealidad pasada:

No vos quiero negar mi fazienda, que bien vos pudiera mentir si quisiera (Palmerín); Si con mi sotileza y buenas mañas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre (Lazarillo); También me vengara yo si pudiera, fuera o no fuera armado caballero, pero no pude (Cervantes, Quijote I); A la guerra me lleva / mi necesidad; / si tuviera dineros, / no fuera, en verdad (Cervantes, Quijote II); Yo si tuviera mano y autoridad para ello siempre aconsejára á nuestros Pios y Católicos Reyes que detuvieran la suya en conceder estas futuras, y expectativas (Solórzano Pereira, Política).

47.8v El esquema Si tuviera, diera es arcaico en el español actual para la mayor parte de los hispanohablantes, como se explicó en el § 24.2m. Solo se conserva en el español moderno en las apódosis formadas con quisiera, debiera y, más raramente, pudiera: En pos de los objetos […] se me van los ojos y quisiera comprar muchas cosas, si tuviera dinero y proporción para enviarlas á mis hermanos (Valera, Correspondencia). Aun así, ha de tenerse en cuenta que este uso de las formas citadas se da también en oraciones independientes (Quisiera pedirte un favor). No se establece, pues, propiamente correlación con la prótasis en estos casos. Se han documentado algunos restos del esquema, ya perdido, Si tuviera, diera en la lengua popular del área andina y de las Antillas, parte de Centroamérica (sobre todo Costa Rica y El Salvador), así como en Venezuela. A esta pauta corres ponden secuencias como Yo me comprara esa casa si tuviera dinero; Saliera contigo si tuviera carro; Yo pusiera un almacén si encontrara dónde y otras similares que se citan en el § 24.2m. La valoración sociolingüística de estas expresiones es muy diversa. Así, en la República Dominicana el proceso está en extensión y tiende a consolidarse en los registros formales, mientras que en Puerto Rico no rebasa el ámbito del habla coloquial (a veces, de la popular), y no se percibe un paso similar a los niveles lingüísticos de mayor prestigio.

47.8w La especialización de las formas compuestas para la expresión de la irrealidad del pasado es un proceso largo que se detecta desde la segunda mitad del siglo xiii. De hecho, las prótasis del tipo si {hubiera ~ hubiese} tenido se atestiguan ya en Berceo: Si non fuesse Sïagrio tan adelante ido, / si oviesse su lengua un poco retenido, / non serié enna ira del Crïador caído (Berceo, Milagros). El esquema Si tuviese, hubiera dado se usó en la lengua clásica con preferencia de las formas en -se en la prótasis y de -ra en la apódosis, hasta el punto de que la extensión de la forma en -se a la apódosis fue censurada en un tiempo como aragonesismo (Si hubieses querido, te hubiesen pagado en el acto). En la actualidad es poco frecuente, pero no se considera incorrecta.

47.8x Como se explicó en los apartados precedentes, las prótasis del tipo si {tuviera ~ tuviese} se interpretaron en la lengua antigua con el sentido que hoy corresponde a si {hubiera ~ hubiese} tenido, por tanto, con valor de anterioridad. Sin embargo, el uso de la forma cantara ~ cantase con valor de anterioridad no ha desaparecido por completo de la lengua actual, aunque lo haya hecho de las oraciones condicionales introducidas por la conjunción si. En el español americano, más que en el europeo, se registra hoy la alternancia entre cantara ~ cantase y {hubiera ~ hubiese} cantado en contextos retrospectivos como en el caso de que él en aquella época {tuviera ~ hubiera tenido} conocimiento de ello.

47.8y Se observó en el § 47.8d que se rechaza en el español contemporáneo la pauta si cantará. Esta combinación se admite hoy en italiano o en francés, y también se daba en el español medieval y en el renacentista. Se estudia en los § 23.14o-q. Tampoco existe en el español actual la opción si tuviere. El futuro de subjuntivo, restringido en las lenguas románicas al español, el portugués y el gallego, es el resultado del sincretismo entre dos formas latinas de perfecto: el perfecto del subjuntivo potuĕrim y el futuro compuesto potuĕro. La lengua antigua aceptaba esta forma en las prótasis como refuerzo del carácter hipotético de la condición expresada, tanto si el estado de cosas que esta introduce está por venir como si es actual. Se analiza esta construcción en el § 24.3. No ha pasado a la lengua culta del español general el esquema si tendría (Si serías un poco más alto, tocarías el techo), que, sin embargo, se emplea en determinadas áreas, como se explicó en el § 23.15d.

47.8z Se ha observado que la interpretación de la distribución interna de los tiempos y modos en los períodos condicionales depende también en alguna medida de factores aspectuales, en particular, del carácter delimitado o no delimitado (o bien télico o no télico) de sus respectivos predicados. Cuando las situaciones descritas no están delimitadas, como ocurre con los estados y las actividades, se superponen total o parcialmente en los períodos condicionales:

Si están juntos, salen a caminar; Si es de buena calidad, dura; Si pesa usted menos de cincuenta kilos, no puede donar sangre; Si viaja, lo acompaño; Si está de buen humor, nos divertimos.

En cambio, si uno de los predicados es télico o delimitado, el tiempo de la prótasis designa un hecho anterior al expresado en la apódosis. Así, en Si Andrés lee una novela, se acuerda del protagonista se entiende que la lectura de la novela es condición necesaria para que se recuerde a la persona de la que se habla, y por tanto ha de preceder a esta situación. También en Si se encuentran, salen a caminar se entiende que el encuentro precede al paseo. Se obtienen relaciones similares en otros casos análogos, sea cual sea el tiempo en que se ubiquen las situaciones (ambas en futuro, ambas en pasado, o bien presente–futuro o pasado–presente):

Si lo invitan a la reunión, irá; Si lo invitaron, fue; Si está en su casa, te atenderá; Si lo han invitado, está en la reunión.

Se ha observado asimismo que la perífrasis «estar + gerundio» favorece la interpretación epistémica (recuérdese el § 47.4b) de los períodos condicionales. En Si hay un fuerte estrépito, los animales se están escapando (también con la variante es que se están escapando) se establece una inferencia o una deducción, mientras que en Si hay un fuerte estrépito, los animales se escapan se dice que la primera situación provoca o desencadena la segunda.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
ambigüedad, contrafactual

 

Nueva gramática de la lengua española
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