Sintaxis

25. El verbo (III). El modo

25.11 El modo en las subordinadas relativas (III). Inductores modales

25.11a Se ha observado numerosas veces en los estudios gramaticales sobre los modos que el subjuntivo aparece en una serie de contextos, llamados generalmente opacos en la tradición semántica y filosófica (§ 15.10d), que se caracterizan por suspender la referencia de los grupos nominales. Como se adelantó en la sección anterior, coinciden en gran medida con los contextos que dan lugar a la interpretación inespecífica de los grupos nominales indefinidos. Así, contrastes ya señalados, como {Busco ~ *Tengo} un diccionario que me sirva, ponen de manifiesto que buscar es uno de los verbos que crean tales contextos: el hecho de que el diccionario del que se habla se presente como hipotético es compatible con las propiedades semánticas del complemento de buscar, no con las del complemento de tener. El primero induce, en función de su significado, la interpretación inespecífica de su complemento indefinido, lo que resulta compatible con el valor que el subjuntivo aporta.

25.11b Se hizo notar asimismo en los § 25.10d, e que el concepto de ‘existencia’ es escurridizo aplicado a los grupos nominales complejos. La anomalía de la oración propuesta *Tengo un diccionario que me sirva contrasta muy claramente con la gramaticalidad de las subordinadas de relativo construidas en indicativo que aparecen en secuencias en las que se niega la existencia de personas o cosas: Todos los filatélicos están de acuerdo en que el sello único que dices que tienes no existe. Repárese en que, en esta última oración, se niega de manera expresa la existencia de cierto objeto que se describe con un grupo nominal definido de interpretación específica. En general, los grupos nominales construidos con indicativo (el sello único que tengo) implican la existencia de las entidades designadas, si bien tal inferencia es fácilmente cancelable, como se acaba de comprobar. Por el contrario, la oración *Tengo un diccionario que me sirva no puede interpretarse en contexto alguno, ya que el subjuntivo determina la naturaleza inespecífica del grupo nominal indefinido. Al no tratarse de una información implicada, no puede cancelarse. Así pues, el grupo nominal solo será compatible con los contextos virtuales, prospectivos, irreales o, en general, modales que dan carta de naturaleza a esa interpretación inespecífica. En esta sección y en la siguiente se estudian estos contextos. Se trata de los predicados intensionales (como buscar o necesitar), pero también de ciertos elementos modales de ámbito oracional, como la interrogación, el tiempo futuro, el condicional, el imperativo, los verbos modales (especialmente poder y deber) y otros elementos análogos que contribuyen a que las oraciones denoten estados de cosas no factuales (en el sentido explicado de ‘virtuales’, ‘hipotéticas’ o ‘no experimentadas’). Asimismo se incluyen entre estos contextos la negación, los cuantificadores negativos y otros similares cuyo papel en la inducción modal se analiza en estas secciones.

25.11c Pertenecen al grupo de buscar otros muchos verbos de naturaleza prospectiva que suelen llamarse intensionales en los estudios gramaticales y también en los de filosofía del lenguaje (§ 15.10d): demandar, desear, necesitar, pedir, perseguir, preferir, pretender, proponerse, querer, recomendar, requerir, solicitar y otros similares que favorecen la interpretación inespecífica de los grupos nominales. He aquí algunos ejemplos de grupos nominales indefinidos, en los que se marcan el elemento inductor y el inducido como se ha hecho en las secciones precedentes:

Yo necesito un hombre que me atienda (Parrado, Bembeta); Se propuso escribir un libro que fuera superior a todos los libros del mundo, salvo a la Biblia (Borges / Vázquez, Introducción); Desean un país que pueda desarrollar un estado de bienestar (Hora 14/7/1997); Yo prefiero un hombre que mate con balas antes que con pompas (Piñera, Pompas); Las mujeres quieren dos cosas, me dijo, de los hombres: quieren un padre que las proteja y un hijo al que proteger (Dorfman, Nana); Le preguntó con simpatía y gracejo si deseaba una mesa, y Lorencito […] solicitó una que estuviera cerca del escenario (Muñoz Molina, Misterios).

25.11d Los sustantivos que se relacionan morfológica o semánticamente con estos verbos comparten la propiedad que se menciona, como en Mientras hablaba con don Pompeyo de la religión, de sus dulzuras, de la necesidad de una Iglesia que se funde en revelaciones positivas, el Magistral preparaba todo un plan para sacar provecho de su victoria (Clarín, Regenta), donde funde corresponde al presente de subjuntivo de fundar, no al de indicativo de fundir. Lo mismo se puede decir de los adjetivos: Es preferible contar con una persona que sepa hacer las cosas en una isla desierta (Universal [Ven.] 1/9/1996). Cabe agregar a este grupo de inductores las locuciones que expresan los mismos significados. Así, en demanda de es la locución preposicional que induce el subjuntivo en Después de infinitas gestiones en demanda de un lector que supiera francés […] (Sawa, Iluminaciones). La preposición para lo induce asimismo, incluso si el suceso que se toma como referencia ya ha tenido lugar, como en Se firmó un tratado con los Estados Unidos para hacer un canal que abriera en dos la cintura de América (Mastretta, Mal), en alternancia con el indicativo (… que abriría en dos la cintura de América).

25.11e Como se ha explicado, el modo indicativo no se excluye en la mayor parte de estos contextos, si bien no está inducido por otro elemento de la oración. Según se ha señalado, en estos grupos nominales formados con relativas en indicativo no se designan necesariamente individuos existentes o conocidos, pero sí se caracterizan tipos particulares de personas, animales o cosas: Prefiero un ruiseñor que canta en la cocina o sobre un paraguas que no un ruiseñor cantando en la arboleda (Huidobro, Epistolario). Aun así, el indicativo puede resultar forzado en algunas de las construcciones que se describen, sobre todo porque los rasgos que presentan como virtuales las entidades a las que se refieren los grupos nominales indefinidos pueden no ser adecuados, por razones pragmáticas, para identificarlos entre otros posibles o para caracterizar a personas o cosas existentes. No resultaría, por tanto, natural el uso del indicativo en Necesito un voluntario que la lleve hasta el promontorio y la clave entre las rocas (Vázquez-Figueroa, Bora Bora) y en otras muchas secuencias similares.

25.11f En el § 25.1i se vio que el verbo depender induce siempre el subjuntivo en las subordinadas sustantivas, como en Su vida puede depender de que lo haga sin demora (Mendoza, Verdad). En las relativas induce el mismo modo, como en Depende del cristal con que se mire o en Todo depende del rumbo que tomen las cosas (Vallejo, F., Rambla), de nuevo en alternancia con el indicativo. La relación entre los dos tipos de subordinadas es muy estrecha en estas secuencias, ya que el grupo nominal constituye aquí un caso de interrogativa encubierta43.8c y ss.). Se interpreta, pues, como si fuera una oración interrogativa indirecta (aproximadamente, ‘Depende de cuál sea el rumbo que tomen las cosas’), por tanto una subordinada sustantiva. Cuando el grupo nominal no adquiere este valor, la relativa aparece más frecuentemente en indicativo. Así, en La decisión depende del ministro que acaban de nombrar, se dice que cierta decisión depende de cierta persona, no de cierto estado de cosas que haya de verificarse. Se obtiene el mismo resultado en ¡Lucidos estaríamos si nuestro negocio dependiera del lujo que gastan los descamisados! (Galdós, Episodios).

25.11g Cuando el grupo nominal que constituye el término de la preposición según29.2e y ss.) contiene una subordinada relativa, el modo en que esta aparece suele estar determinado por el mismo criterio que se aplicó en el apartado anterior. Así, el subjuntivo es posible en Según el concepto que tengas de lo que es una inversión… (Núñez Alonso, Lazo), ya que el grupo nominal que contiene la relativa se interpreta como interrogativa encubierta (aproximadamente, ‘Según cuál sea el concepto que tengas…’). En cambio, en Este centro de energías renovables formará parte, según las previsiones que maneja el Gobierno, del centro tecnológico o de innovación (Solá, Geografía), la forma verbal en indicativo que se subraya pertenece a un grupo nominal que podría carecer de subordinada (cf. según las previsiones, según el ministro, según ella). Los predicados que expresan indiferencia suelen construirse con subjuntivo en las relativas, como en Me da igual lo que diga (ABC 10/9/1997), en lo que coinciden con las sustantivas: Me da igual que {*dice ~ diga} esto o que {*dice ~ diga} lo otro. Sin embargo, como en otros casos mencionados anteriormente (§ 25.9d y 25.11f), el indicativo se admite en las relativas, aunque se rechace en las sustantivas: Me da igual lo que {dice ~ diga}. En los § 33.2a y ss., y también 47.2c y ss., se analizan las subordinadas sustantivas de sujeto (consideradas condicionales por algunos gramáticos) del tipo de No me importa si fumas, que se construyen con indicativo en estos contextos: Me da igual si dice eso.

25.11h Las formas cantará y cantaría son inductores del subjuntivo en las oraciones de relativo (como se observó, el indicativo no está inducido en esas estructuras). No lo son, en cambio, en las subordinadas sustantivas. Así, el verbo notar se construye con grupos nominales (Notó su presencia) y con subordinadas en indicativo (§ 25.3g): Noto que las cosas mejoran; Notaba que las cosas mejoraban; Notará usted que las cosas {mejoran ~ mejorarán ~ *mejoren}. Como se ve, el futuro en el verbo notar no altera la selección del modo en la subordinada sustantiva. En las relativas, por el contrario, el futuro es uno de los inductores más característicos del subjuntivo, como se adelantó en el § 25.9g. Ambos expresan por lo general contenidos virtuales o no experimentados, análogos en cierta manera a los que los verbos intensionales (§ 25.11c) ponen de manifiesto léxicamente (recuérdense además las alternancias entre ambas formas en pares como No sé si {vaya ~ iré}, descritas en el § 25.5o). He aquí algunos ejemplos de relativas que contienen formas del subjuntivo inducidas por un futuro:

En Viena bailaré contigo / con un disfraz que tenga / cabeza de río (Lorca, Poeta); El Banco Mundial otorgará prioridad, en sus préstamos, a los países que apliquen planes para el control de la natalidad (Galeano, Venas); No se sabe qué les gustará a los que vengan (García Márquez, Vivir).

En los ejemplos citados, el verbo que aparece en futuro precede al grupo nominal que contiene a la relativa en subjuntivo. En el § 25.12a se comprobará que no ha de ser así en todos los casos.

25.11i Muy similares son los contextos en los que la forma cantaría induce el subjuntivo, como en estos ejemplos:

Les daría unos polvos que le echasen en el vino, que le harían dormir con pesado sueño más tiempo del ordinario (Cervantes, Extremeño); Algún desconocido admirador de mis versos plantaría un laurel que, descollando altivo entre los árboles, hablase a todos de mi gloria (Bécquer, Celda); Me aseguraría de no provocar una crisis que abriera las puertas a un golpe de Estado (Vargas Llosa, Pez); Muy pronto encontraría una bocacalle que me devolviera al punto de partida (Muñoz Molina, Beltenebros).

En el ejemplo de Cervantes que encabeza este grupo, y en algunos otros similares, la relativa adquiere valor final (‘… para que se los echasen en el vino’). En los § 25.12l, m se retomará la relación que existe entre esta interpretación y la elección del modo. Se ha observado que las formas en -se del pretérito imperfecto (§ 24.2) son mucho menos frecuentes en estos contextos.

25.11j La forma cantaría se denomina condicional23.15) precisamente porque puede introducir situaciones virtuales o hipotéticas similares a las que encabezan las conjunciones y locuciones conjuntivas condicionales. En los § 47.8d y ss. se explica que la conjunción si elige formas del presente de indicativo, pero también del pretérito imperfecto de subjuntivo: si {encuentras ~ *encuentres ~ encontraras} el libro. No obstante, el presente de subjuntivo que aquí se rechaza se admite en las subordinadas relativas, como en si encuentras un libro que te guste. Cabría pensar asimismo que el verdadero elemento inductor es aquí el valor prospectivo del presente en encuentras. Sobre este tipo de inducción modal a través de un elemento intermedio se volverá en los § 25.12g y ss. El contexto prospectivo que se introduce en estos casos no es muy diferente del que aporta el condicional en Leería un libro que me recomendaran.

25.11k Ciertos auxiliares modales de las perífrasis verbales (en particular deber, poder y tener que) también inducen —aunque no imponen— el subjuntivo en las subordinadas de relativo, en lo que coinciden con las construcciones que se han analizado en los apartados precedentes. Así, si bien el subjuntivo fuera carece de inductor en la segunda opción de Me prestaste un diccionario que me {fue ~ *fuera} útil, lo que provoca la agramaticalidad de la oración, lo posee en cambio en Me pudiste prestar un diccionario que me fuera útil, donde no se altera el tiempo verbal, pero se añade el verbo auxiliar poder. He aquí otros ejemplos formados con auxiliares de perífrasis como inductores modales del subjuntivo en las subordinadas relativas:

La República debía ser el régimen que resolviera de una vez por todas las lacras seculares del campo español (García Cortázar / González Vesga, Historia); Ese cuento podía abrir el camino que lo llevara a encontrar su verdadera voz (Pitol, Juegos); Tiene que haber un niño que haga el milagro de echar a los hombres malos que traen las cajas negras (Donoso, Pájaro).

25.11l El verbo poder legitima la presencia del subjuntivo en sus dos interpretaciones fundamentales, en las que expresa ‘posibilidad’ y ‘capacidad’ (§ 28.6a y ss.). El segundo de estos dos sentidos se extiende a los predicados conseguir, lograr, llegar a y otros similares, que también poseen significación prospectiva. Así pues, a pesar de la presencia de un pretérito en logró, se acepta con naturalidad el subjuntivo en Logró encontrar un coche de segunda mano que le resultara útil. Esta secuencia resultaría anómala si se sustituyera logró encontrar por encontró, ya que el subjuntivo carecería de inductor. Sobre el sentido final de algunas de estas relativas, véanse los § 25.12l, m. Sobre el uso de conseguir o lograr como inductores del subjuntivo en las subordinadas sustantivas, véase el § 25.3p.

25.11m La negación es un inductor característico del subjuntivo en las oraciones de relativo, al igual que lo es en las sustantivas (§ 25.7). El efecto de la negación en la elección del subjuntivo se comprueba en pares como No guardó nada que fuera comprometedor ~ *Guardó algo que fuera comprometedor. También están inducidos por la negación los subjuntivos que se subrayan a continuación:

Ya no era un hombre que fuera atrapando las miradas con solo aparecer en algún lugar (Montero, Loca); No fue una protesta que tuviera propósitos exclusivamente socialistas o revolucionarios (Tusell, Historia); No se veía valija ni bolso de mano, ni objeto alguno que fuera suyo (Castillo, Cuentos).

25.11n En los grupos nominales encabezados por indefinidos negativos a los que modifica una relativa de verbo finito, se elige casi siempre el subjuntivo, como en nada que le baje la fiebre, nadie que yo conozca o en ningún lugar que haya visitado. He aquí otros ejemplos similares:

No está muy lejos de aquí un sitio donde hay casi dos docenas de altas hayas, y no hay ninguna que en su lisa corteza no tenga grabado y escrito el nombre de Marcela (Cervantes, Quijote I); No conozco a ninguno que se libre de ello (Allende, Plan); Eso nadie que tenga dos dedos de frente va a negártelo (Díez, Fuente); Me causó más molestias que ningún otro guionista con el que haya trabajado (López Navarro, Clásicos); Tampoco hay nadie de quien pueda decirse con toda seguridad que está a salvo (Muñoz Molina, Sefarad).

Las escasas excepciones son características de los contextos genéricos, como se explicó en la sección anterior (§ 25.10p-s). No obstante, se hizo notar en el § 25.10r que en algunos países americanos se admiten las relativas en indicativo incluso si contienen indefinidos negativos inducidos desde la oración principal, como en No conozco ningún libro que trata de ese asunto. Cabe pensar que estos usos están relacionados con la neutralización de indicativo y subjuntivo que se da ocasionalmente en algunas áreas hispanohablantes en las que se admite el indicativo en contextos característicos del subjuntivo, como en para que se van25.14a) y en otras secuencias similares.

25.11ñ Los predicados verbales, adjetivales o nominales que expresan negación, rechazo u oposición constituyen inductores modales en las subordinadas sustantivas, como se observó en el § 25.3m. También lo son en las de relativo, como en Se oponen radicalmente a una modificación de la ley que recorte sus prerrogativas (de nuevo, en alternancia con el indicativo), o en estos otros ejemplos:

Nada tan lejos de nuestro ánimo como negar los agravios que haya podido sufrir tan respetable clase en el cambio de nuestras instituciones (Giner Ríos, Estudios); Le había aconsejado que […] evitara proponer una legislación que fuera a producir unos resultados no auténticos (Tusell, Historia); Solo le faltaba llevar colgado un cartel que dijera “yonqui” (Etxebarria, Beatriz).

Las preposiciones y locuciones preposicionales que expresan esos mismos significados se inscriben en este mismo grupo:

No puede uno ir de España a Inglaterra sin llevar a los amigos alguna chuchería que tenga color local (Galdós, Fortunata); Tlacaélel se manifestó en contra de que fuesen las autoridades las que adoptasen las medidas necesarias para hacer frente a la amenaza (Velasco Piña, Tlacaélel).

25.11o Se recordó en el § 25.7b que el indefinido poco se asimila a la negación y a los llamados inductores negativos48.6) en varios contextos. También lo hace en el hecho de que induce el subjuntivo en las oraciones de relativo, como se comprueba en Cuenta con {pocos ~ *algunos ~ *muchos} que lo respeten o en En el pueblo había muy pocas casas que tuvieran más de un piso (Cabrera Infante, Habana), de nuevo en alternancia con el indicativo. Este cuantificador es un inductor interno, de acuerdo con la distinción que se introdujo en el § 25.2l, incluso cuando aparece antepuesto en las construcciones focalizadas, como en Pocos hubo que no conocieran a Lucía (Riva, Cuentos).

25.11p El indefinido poco solo induce el subjuntivo en algunas de sus interpretaciones. Se prefiere marcadamente el indicativo en Son pocos los que {saben ~ sepan} de eso, pero el subjuntivo en Hay pocos que {saben ~ sepan} de eso. Es posible atribuir estos contrastes a la estructura sintáctica de esas oraciones, pero también a la interpretación del cuantificador pocos. En el primer caso, pocos hace referencia a un conjunto de personas identificables por el hablante. De hecho, cabe suponer que pocos recibe aquí la interpretación que en el § 20.1k se denomina partitiva encubierta. Designa, por tanto, un subconjunto de alguna magnitud mayor y alterna con unos pocos, muchos, bastantes, etc. En el segundo caso, haber induce la interpretación inespecífica del complemento, y la oración equivale de manera aproximada a ‘No hay prácticamente nadie que sepa de eso’.

25.11q La interrogación es un inductor del subjuntivo en las oraciones de relativo dependientes de los indefinidos alguien, algo, alguna cosa, etc., como en ¿Hay algo más que desee usted añadir? o en ¿Encontraste a alguien que te echara una mano? La interrogación indirecta reproduce a veces esta pauta, como en Le preguntaron si había algo que quisiese añadir. Las formas verbales imperativas como inductores del subjuntivo están muy restringidas en las subordinadas sustantivas (§ 25.2i), a diferencia de lo que sucede en las relativas. Se trata de oraciones como Dile algo que le guste. Las oraciones de relativo en las que se induce el subjuntivo de esta manera pueden contener o no un antecedente expreso:

Come cualquier animal que encuentres (Vázquez-Figueroa, Tuareg); “Dame lo que tengas de beber”, me dijo (Aguilar Camín, Error).

25.11r Los contextos comparativos comparten con varios de los inductores modales mencionados en los apartados precedentes el hecho de que, además de favorecer la presencia de los indefinidos negativos (como en más tarde que nunca), también favorecen la del modo subjuntivo en las subordinadas de relativo, especialmente las formas cantara y haya cantado. Se obtienen estas construcciones en ciertas comparaciones de igualdad:

Contracayes sonrió como un oso que supiera hacerlo (Clarín, Regenta); Es como un fantasma que volviera, desde el fondo del tiempo, a mostrarme a los muertos (Vargas Llosa, Mayta); Teresa apareció en la escalinata, majestuosa como una Juno que tuviera el busto en sopera y un abanico de carey (Mujica Lainez, Aquí); Schnebel aparece más como un desencadenador de nuevas búsquedas que como un autor que haya conseguido logros importantes dentro de ellas (Marco, Historia).

25.11s También se crean estas construcciones con el adjetivo mismo, como en Se levantó instantáneo, lo mismo que un relámpago rumoroso que huyera (País [Esp.] 1/4/1985). El adverbio igual aparece asimismo de forma característica en estas oraciones:

Entonces se vio que el enano melancólico se había movido un poco hacia la acera y paraba un taxi. Igual que un peón de ajedrez que cambiara de casilla (Pérez-Reverte, Carta); El Café, antes de media hora, quedará vacío. Igual que un hombre al que se le hubiera borrado de repente la memoria (Cela, Colmena); Permitíase aun acompañar al capellán a que desayunara en el comedor tras del oficio, igual que si fuera la dueña de casa (Barrios, Rajadiablos).

Como en los casos anteriores, el indicativo no es imposible en muchos contextos si se desea hacer referencia a entidades particulares: igual que un dibujo que guardo en mi casa.

25.11t En las secuencias mencionadas en el apartado precedente se introducen contextos irreales que el hablante presenta deliberadamente como inexistentes, hipotéticos o lejanos. En cambio, con el presente y el pretérito perfecto no se obtiene esa implicación, sino que se introducen comparaciones en las que alternan más libremente el indicativo y el subjuntivo: Tiene trece años y el pecho le apunta un poco, como una rosa pequeñita que vaya a abrir (Cela, Colmena). Los cuantificadores comparativos de desigualdad son algo menos frecuentes en esta construcción, pero también posibles en ella: Le dejé más blando que un rollo de manteca y más convertido que un sarraceno que se tornase anacoreta (Navarro Villoslada, Urraca). Los verbos parecer y semejar se asimilan a esta pauta:

Llegó a parecerme un gran actor que tuviera a su cargo un gran papel (Torrente Ballester, Filomeno); Semeja la de un Júpiter tonante que enviara rayos y centellas a diestra y siniestra (Granma Internacional 8/1996).

El indicativo no es imposible en los contextos que se mencionan en este apartado y en el anterior, pero, al igual que en los casos analizados en los § 25.11d y ss., no está inducido en ellos.

25.11u Los cuantificadores superlativos inducen términos de polaridad negativa (§ 25.9b: la novela más aburrida que he leído nunca) y son asimismo inductores modales. El modo subjuntivo en las oraciones de relativo contenidas en expresiones superlativas aparece sobre todo en tiempos compuestos y perífrasis verbales, y constituye además un rasgo característico de la lengua literaria. En casi todos estos casos se produce alternancia con el indicativo, como en El mejor asado criollo que yo {he ~ haya} probado. Si bien es más frecuente el indicativo en la conversación, el subjuntivo enfatiza la rotundidad de la afirmación, y en particular el hecho de que, de todo el conjunto de elementos que se menciona o se presupone, solo uno cumpla o haya cumplido las condiciones particulares que se destacan:

Era permitido que casase con la señora más ilustre que hubiese (Cieza, Crónica); Y el negocio de hilo en que metí a tu padre es la cosa más inofensiva que haya pasado por su camino (Mastretta, Vida); Elevamos el globo más grande que hubieran visto los cielos de Antioquia (Vallejo, F., Virgen); Tu inclinación natural puede ser escoger la unidad más rápida que puedas encontrar (Prensa [Nic.] 6/3/2001); El parlamentarismo resulta aquí la comedia más grotesca que haya podido envilecer a un país (Arlt, Locos).

He aquí algunos ejemplos con indicativo:

Soy la persona más sensata que existe (Kociancich, Maravilla); Por el momento es la amenaza más grave que ha enfrentado la Humanidad desde los albores de la presencia del hombre en la tierra (Castillo, P., Sida); Debo decir que lo considero la persona más honesta que he conocido (Torres Nava, Conquista).

25.11v Es particularmente frecuente que el subjuntivo no sea el único elemento inducido por el cuantificador comparativo en estas construcciones, ya que puede serlo también algún término de polaridad negativa, sobre todo expresiones como jamás, nunca, en mi vida y otras similares:

Ya os he dicho que soy el ser más espantoso que haya existido jamás en la faz de la tierra (Andahazi, Piadosas); […] uno de los mejores equipos que haya habido nunca en el fútbol (ABC 7/5/1985); Es la cosa más extraordinaria que haya visto en mi vida (Quiroga, H., Amor).

El modo indicativo se documenta con menor frecuencia en estos contextos, pero se admite igualmente en ellos, como en el ejemplo mencionado la novela más aburrida que he leído nunca, o en Lo que encontré, sentado en el suelo alfombrado, fueron fotos y cartas de la pareja más enamorada que había visto jamás (Paz Soldán, Materia). La presencia del indicativo en esta pauta es especialmente interesante porque constituye una aparente anomalía en el sistema sintáctico del español, ya que (con las posibles excepciones mencionadas en el § 25.10s) los términos de polaridad negativa no siguen a un verbo en indicativo en las subordinadas cuando su inductor está fuera de su oración: No vi que {*tenía ~ tuviera} ningún interés; No sabíamos que nos {*estaba ~ estuviera} esperando nadie. Este factor se estudia en el § 48.9.

25.11w Los adverbios apenas y solo, así como el adjetivo único, son inductores de los términos de polaridad negativa (§ 48.6k, p). También lo son del modo subjuntivo en las oraciones de relativo:

En el mundo, hoy, solo hay un jugador que valga 1 300 millones (ABC 12/5/1988); Durante aquellos “días calientes” apenas hubo representación que transcurriera sin alguna interferencia (Carreras, Cantar); A ver si en este país la única persona que haya pedido algún tipo de donativo para una campaña política es Enrique (País [Esp.] 4/7/1997).

Coinciden con las expresiones superlativas en que expresan la idea de que cierto elemento se caracteriza por cumplir de forma exclusiva determinada propiedad. En algunas construcciones de este tipo se admite también el indicativo, ya que este modo no requiere ningún inductor en las subordinadas de relativo: el único día de la semana en el que conseguí pegar ojo.

 

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