Sintaxis

38 El atributo (II). Construcciones semicopulativas. Los complementos predicativos. Las construccion

38.6 Los complementos predicativos (I). Sus clases. Complementos predicativos del sujeto, el objeto directo y otras funciones sintácticas

38.6a Como se explicó en el capítulo precedente, el complemento predicativo, término que la tradición gramatical española adoptó de la francesa, constituye una variante del atributo. Algunos autores evitan este término y usan en su lugar las denominaciones atributo del sujeto o atributo del complemento directo. Se empleará aquí la denominación tradicional complemento predicativo (que se puede abreviar en predicativo) en el sentido que se introdujo en el § 37.1p. Los complementos predicativos se pueden clasificar en función de varios criterios:

A. Según la función gramatical desempeñada por el grupo sintáctico del que se predican

1. Complementos predicativos del sujeto: Me escribió muy contenta.

2. Complementos predicativos del complemento directo: Llevaba impecables los pantalones.

3. Complementos predicativos del complemento indirecto: Le registraron los bolsillos apoyado a la pared.

4. Complementos predicativos del complemento de régimen: Piensa en ella a tu lado.

B. Según su opcionalidad en el predicado verbal

1. Complementos predicativos opcionales o potestativos: Había comprado nuevecito el auto.

2. Complementos predicativos obligatorios o seleccionados: Te creía muy lejos.

C. Según su interpretación semántica

1. Complementos predicativos de interpretación concomitante: Esta crema se sirve fría.

2. Complementos predicativos de interpretación causal: Murió fusilado.

3. Complementos predicativos de interpretación condicional o modal: Lo preferiría más pequeño.

4. Complementos predicativos de interpretación resultativa: La hierba crece alta.

En esta sección se estudiarán los complementos predicativos que se establecen en función del criterio A. Las secciones siguientes se dedicarán a los demás grupos. Cabría agregar un cuarto criterio: su naturaleza categorial, es decir, el hecho de que las expresiones predicativas sean adjetivales, nominales, preposicionales u oracionales. No se añade aquí este cuarto criterio porque se analizó en el capítulo anterior (§ 37.2-4). Aun así, se harán algunas consideraciones en los apartados correspondientes sobre ciertas diferencias reseñables entre predicativos adjetivales, nominales o preposicionales. Se dedicará una sección aparte a los complementos predicativos que aparecen insertos en entornos preposicionales, ya que presentan características particulares. Los atributos pueden predicarse del término de una preposición en una estructura cuasipreposicional (con un pañuelo en la cabeza), pero también de un complemento del nombre (un retrato del rey a caballo). A estas construcciones se dedicarán los § 38.9k y ss. Finalmente, los grupos adjetivales y nominales pueden ser términos de preposición en construcciones en las que se predican de un elemento externo al grupo preposicional, como en Trabajo de ayudante o Lo tachan de usurero. Estas oraciones se analizarán en los § 38.10a y ss.

38.6b El grupo A1 corresponde a los complementos predicativos del sujeto, es decir, a las expresiones atributivas que se predican del sujeto de algún verbo pleno. Tal como se vio en las secciones precedentes, se denota alguna cualidad del sujeto en las dos opciones del par Noelia {quedó ~ llegó} exhausta, pero en el primero no se puede prescindir del atributo (como tampoco en Noelia estaba exhausta). En el segundo caso, por el contrario, se manifiesta un estado temporal de Noelia, lo que permite la paráfrasis ‘Cuando llegó, estaba exhausta’. Los complementos predicativos del sujeto se construyen mayoritariamente con estar, pero se verán algunas excepciones en los apartados siguientes. Son complementos predicativos del sujeto las expresiones que se subrayan en ¿Cenamos juntos?; Lo contaba escandalizada; No pude viajar sentado, o en los siguientes ejemplos:

Ángel se acuesta tranquilo. De pronto, se levanta y siente algo detrás de su espalda (Ott, Dientes); Era indispensable mirar el agua sin interés, caminar distraído (Onetti, Viento); Pero al cementerio llego sediento y traqueteado (Barnatán, Frente); Nos miraban sonrientes y tranquilos, soñadores, con los ojos profundos (Rossi, María); Se acerca muy seria al sillón de Dalmau (Ribera, Sangre); Todos se despiertan sobresaltados y confundidos como si retornaran de una pesadilla (Assad, Cenizas); Sí, no te sorprendas, vengo como amigo tuyo (Volpi, Klingsor).

Debe advertirse que varios de estos adjetivos admiten también ser, pero el sentido en que se usan en las expresiones que se citan es el que corresponde a estar. Así, se puede decir de una persona que es distraída, pero la expresión Caminan distraídas expresa un comportamiento accidental, que es el que estar suele poner de manifiesto. Obsérvese que en el último ejemplo se subraya como amigo, no solo amigo. La construcción como amigo se emplea como atributo de estar (Estoy aquí como amigo tuyo), no de ser.

38.6c Los complementos predicativos del sujeto admiten otras veces el verbo ser, pero aun en estas secuencias denotan —en la mayor parte de los casos— estados circunstanciales, como en Empezó muy joven sus estudios. En cambio, en la lengua literaria —y, en general, en la escrita— son relativamente frecuentes los complementos predicativos del sujeto que pueden usarse también como atributos con ser, como en Se lanzó veloz a su cuello; Se le acercó protector, o en los textos que se citan a continuación:

El viajero […] vuela fugaz hacia un paisaje de montañas y de fuentes encantadas (Llamazares, Río); Me dan todavía más miedo estos dolores que no aparecen instantáneos y totales (Tusquets, Mar); Seréis como dioses, si voláis audaces como vuelan ellos sobre la moral (Miras, Brujas); Chirría lenta y musical la carreta llena de paja (Agromayor, España); Nos recibió el administrador, muy atento y servicial, pero de una mentalidad tan infantil e ilógica que en diversas oportunidades soltamos la risa sin podernos contener (Guevara/Granado, Viaje); La que ha nacido pobre lo será siempre (Serrano, M., Corazón); Nació en Canadá, vivió feliz y acabó sirviendo a la ciencia en Chile (Tibón, Aventuras).

38.6d Se asimilan también en parte a los complementos predicativos de este grupo los que se construyen con el verbo sonar, que aceptan asimismo ser en las oraciones copulativas, como en Puede sonar absurdo lo que digo; Sus palabras sonaron proféticas, o en los textos siguientes:

No suena irritado ni plañidero, sino rítmico, tranquilo (Sampedro, Sonrisa); Todo eso suena gris, monótono (Alba, V., Pájaro); Qué espantoso suena esa palabra, deberían prohibirla (María, Fábrica).

A pesar de que estos adjetivos, y algunos del grupo de ejemplos precedentes, se construyen con ser, denotan estados circunstanciales. Unas veces muestran propiedades transitorias de algo o alguien; otras —como en los predicativos de sonar— ponen de manifiesto percepciones sensoriales igualmente episódicas.

38.6e En los § 37.3e y ss. se explica que en determinadas construcciones se da una relación estrecha entre atributos y adjuntos. Los complementos predicativos del sujeto guardan relación con los adverbios que suelen denominarse orientados al sujeto30.9l y ss.). Sucede así en los pares siguientes, en los que se expresan significados muy similares:

Entró {cauteloso ~ cautelosamente}; Pagaba {puntual ~ puntualmente} la renta; Saludó {cortés ~ cortésmente} a la concurrencia; Los corredores entraron {veloces ~ velozmente} en la meta.

Se obtienen contrastes similares con la pauta «de manera + adjetivo», como en El perro saltó {ágil ~ de manera ágil}; La bombilla lucía {intermitente ~ de manera intermitente}. Los adverbios orientados al sujeto denotan cierta manera de actuar que se define en función de alguna propiedad (la ‘cautela’, la ‘puntualidad’, la ‘cortesía’, etc.) que se atribuye a los individuos de los que se predican las acciones mencionadas, pero también a ellas mismas. Solo algunas veces está presente la interpretación de manera en la misma medida que la atributiva: la ‘cortesía’ puede ser, en efecto, una propiedad del saludo y del que saluda. Otras veces la interpretación de manera se subordina indirectamente a la atributiva. En José leía tranquilamente el diario no se denota tanto cierta manera tranquila de leer como el estado de tranquilidad del que lee. Existen otros muchos casos similares.

38.6f Los contrastes entre atributos y adjuntos dependen de la naturaleza léxica de unos y otros, pero también de la del verbo principal. Así, la alternancia entre apasionado y apasionadamente podría producirse en el primero de los dos textos que siguen, con un verbo de acción, pero resultaría difícil en el segundo, con uno de estado:

Declara apasionado a su nueva esposa: “Antes de conocerte jamás había sentido lo que era amar…” (CREA oral, Chile); Perder a una mujer a la que se ama apasionadamente es como perder una parte de uno mismo (Vázquez Rial, Isla).

En el capítulo anterior se explica que existe un reducido grupo de adverbios en -mente que se admiten como atributos de estar: espléndidamente, estupendamente, magníficamente, maravillosamente, y unos pocos más.

38.6g Los complementos predicativos del sujeto no son imposibles con verbos que no expresan propiamente acciones (como en Vivían felices), pero —tal como se ha resaltado con reiteración en los estudios sobre ellos— presentan notable resistencia a ser usados en esos contextos. Esa resistencia suele atribuirse a la tendencia del complemento predicativo a denotar un estado solapado o traslapado con el intervalo temporal que aporta el predicado principal. Aunque no es esta la única interpretación que admite (§ 38.8), sí es la que se obtiene por defecto en un mayor número de casos y con menores restricciones. En efecto, el ejemplo propuesto Noelia llegó exhausta admite la paráfrasis ‘Noelia estaba exhausta cuando llegó’. De igual manera, en el que se cita a continuación se dice que las flores presentan cierto estado de languidez mientras crecen: Las flores que no viven en el jardín, entre flores e insectos, crecen mustias (Vargas Llosa, Tía). Así pues, para que la oración Juan merece un premio, con verbo de estado, admitiera un predicativo del sujeto debería circunscribirse el significado de este al intervalo temporal denotado por el predicado verbal (aproximadamente, ‘Juan está … mientras merece un premio’), lo que se rechaza por razones semánticas. Tampoco resultaría natural añadir un predicativo del sujeto a la oración El cuadro de encima de la chimenea sobra, porque forzaría del mismo modo la superposición de un estado con un intervalo temporal de difícil, si no imposible, interpretación (‘El cuadro está … mientras sobra’). De hecho, en las escasas ocasiones en las que se obtienen predicativos del sujeto con verbo de estado, es posible concebir el solapamiento del que se habla:

Se frotó los ojos y halló las manos llenas de sangre. La muchacha linda como medialuna yacía acuchillada a su lado (Faner, Flor); ¡Te la hicieron buena! Me gustás más de la otra forma (Gambaro, Sol).

38.6h El complemento predicativo del sujeto puede ocupar distintas posiciones dentro del grupo verbal: tras el complemento directo, si existe (Escribió la carta sumamente preocupado), o bien ante él (Miraba distraído las hojas de los árboles). Con los verbos que se construyen con complemento directo e indirecto, el predicativo aparece normalmente a la derecha del verbo (La presidenta entregó complacida el premio a los ganadores). Es menos frecuente que se ubique tras los dos complementos (La presidenta entregó el premio a los ganadores complacida), y muy raro que aparezca entre ambos, a menos que se sitúe en un inciso (*La presidenta entregó el premio complacida a los ganadores). Por otra parte, solo en ciertas variantes de la lengua literaria se anteponen al verbo los complementos predicativos del sujeto:

Tropellan sombras escusando el día / cándidos sus caballos, con desgarro / veloces corren o quizá huyendo / vienen grandes peligros advirtiendo (Soto, Rayos); Monótona atraviesa la luz los cristales cubiertos de albayalde (Chacel, Barrio).

Resulta asimismo poco frecuente que el complemento predicativo del sujeto se coloque tras este, a no ser que, por otras razones, el sujeto esté pospuesto, como en si llega tu mamá cansada o en Aquí vivían unos cuantos gatos abandonados por todo el vecindario. Esta pauta puede suscitar ambigüedad entre la interpretación de modificador nominal y la de atributo. Como sucede en muchas construcciones, la ambigüedad puede ser deliberada en el verso lírico: No sueñes, ¡ay!, pues que llegó el invierno / frío y desolador (Castro, R., Sar). Los complementos predicativos del sujeto situados en incisos periféricos se asimilan a las construcciones absolutas, como se explica en el § 38.11e: Desnudo de cintura para arriba, echó a andar hacia él (Grandes, Aires).

38.6i El grupo A238.6a) corresponde a los complementos predicativos del objeto directo. Entre ellos están los que se subrayan en estos ejemplos: Alquilé amueblado el apartamento; Colgaste el cuadro un poco torcido; Enviaron la carta sin sello; La encuentro a usted un poco abatida, o en estos otros:

Encontraba irresistible la tentación de compararla [=‘la ciudad’] con Quito (Trama 3/10/2002); Los países ricos están comprando caro el petróleo (Ramírez, Alba); Le había prometido a Marcelo devolverme entera a casa (Grandes, Edades); Lavar y pelar las zanahorias, ponerlas a cocinar enteras en agua sin sal durante 20 minutos (Pirolo/Pirolo, Dietas).

Los complementos predicativos del objeto directo pueden estar constituidos por adjetivos (Lo compraste muy caro), sustantivos (Lo eligieron alcalde), locuciones adjetivas o adverbiales (La llevaba en volandas) y también por oraciones, en el caso de los complementos seleccionados (Lo quiero que tenga aire acondicionado). Estos predicativos pasan a serlo del sujeto en las correspondientes oraciones pasivas, ya sean de participio, como La carta fue enviada sin sello (también sin timbres, sin franqueo o sin estampilla, según los países), o reflejas, como Si la carne se sirve poco hecha (también poco cocida o poco asada, según los países), no todos quedarán conformes. Los participios de los verbos transitivos admiten complementos predicativos del sujeto de predicación, como en una carta enviada sin estampilla.

38.6j La gramática de los complementos predicativos del objeto directo presenta notables diferencias según estos sean optativos u obligatorios. A esta cuestión se dedicará la sección siguiente. Se observa, sobre todo en los primeros, una tendencia —muy similar a la que se analizó en las páginas precedentes respecto de los complementos predicativos del sujeto— a construirlos con expresiones predicativas que se usan con estar. Así, en La lubina se hornea cubierta de sal se hace referencia a cierto estado accidental o episódico de la lubina (estar cubierta de sal) cuando es o debe ser horneada. En Lo golpearon atado de pies y manos se describe, análogamente, el estado que presenta el que recibe los golpes. Los verbos transitivos de complemento predicativo obligatorio no muestran esta misma tendencia. Así pues, se admite el adjetivo posible, que se construye con ser, en hacer posible una solución, considerar posible un acuerdo, ver posible que la economía mejore, y en otros grupos verbales transitivos formados con complementos predicativos no omisibles. Se rechaza, en cambio, el adjetivo posible en *analizar posible una solución, *narrar posible un acuerdo, y otras muchas construcciones transitivas que no pertenecen al grupo restringido de las anteriores. Contrastan, de modo análogo, Tengo por correcta la respuesta (con tener por ‘considerar’) y *Respondió usted correcta la respuesta. Existen otros muchos casos similares.

38.6k Los verbos transitivos que no expresan propiamente acciones aceptan predicativos del complemento directo cuando este no es potestativo (considerar, tener, tener por: § 38.7a y ss.), pero son raros en caso contrario: Mantiene intactas sus aspiraciones (que implica ‘Mantiene sus aspiraciones’); Sabe completa la tabla de multiplicar; Llevaba rotas las sandalias. Aun así, algunos de estos verbos admiten imperativos, lo que pone en tela de juicio el que no sean verbos de acción. Más claramente estativos son ocupar, en una de sus acepciones (*La gente ocupaba abarrotadas las calles), bordear (*Una carretera bordea mojada la pista), admirar, implicar, merecer y otros muchos verbos transitivos de estado que se excluyen de esta pauta (§ 34.3b, m).

38.6l Suelen rechazarse asimismo, como complementos predicativos de los verbos transitivos, las expresiones que denotan estados no transitorios. Así, el adjetivo frío admite estar, además de ser. Se usa con naturalidad como complemento predicativo del objeto directo en tomar frío el té, lo que sugiere una paráfrasis temporal relativa a uno de sus estados posibles (‘tomar el té cuando está frío’, ‘tomar el té mientras está frío’). Este tipo de paráfrasis haría difícil, sin embargo, que el adjetivo frío se usara como complemento predicativo aplicado a alguna cosa que manifieste ese estado de modo permanente, incluso aunque esa situación se describiera con el verbo estar. De manera análoga, aunque el adjetivo torcida no se rechace como complemento predicativo, resulta anómalo en el grupo verbal *fotografiar torcida la torre de Pisa, puesto que su presencia en esa secuencia sugiere que la torre de Pisa ha sido fotografiada en uno de sus estados posibles, contra lo que resulta ser cierto. En los § 38.8b y ss. se retomará esta interpretación semántica de los complementos predicativos, llamada concomitante, temporal o descriptiva. Es solo aparente la excepción que representan oraciones como Lo encontraron muerto, que admite la paráfrasis ‘Lo encontraron cuando (ya) estaba muerto’. No se aplican estas consideraciones a los complementos predicativos resultativos, de los que se hablará más adelante (§ 38.8g y ss.). Así, en Colgaste el cuadro un poco torcido no se designa cierto estado temporal del cuadro mientras es colgado, sino aquel que pasa a tener cuando finaliza la acción de colgarlo.

38.6m Los complementos predicativos adjetivales y participiales del sujeto y del objeto directo se sustituyen por adverbios, no por pronombres átonos: Te veo cambiado > Te veo así (no *Te lo veo). Los nominales se sustituyen por pronombres neutros, pero no átonos: Salió oficial de segunda de la escuela > Salió eso; Lo considero un disparate > Lo considero eso; Si te hacen ministro... > Si te hacen eso... (no *Si te lo hacen...); también pueden ser reemplazados por el demostrativo tal17.10a y ss.), como en Luego que hubo perdido esperanza de arrancarle alguna palabra que la pusiese en la pista de aquel grave secreto, pues tal lo consideraba ya, tomó su manto (Milla, Visitador).

38.6n El verbo llamar acepta en el español europeo (raramente en el americano) que la expresión nominal predicativa sea sustituida por un pronombre neutro, como en La llaman “la Terremoto” > Se lo llaman. Es común, en cambio, a todas las variedades la sustitución de estos predicativos por adverbios: La llaman así; ¿Cómo la llaman? La primera opción es peculiar desde el punto de vista sintáctico porque se representa en ella el objeto directo, lo que resulta inusitado en la secuencia de clíticos se lo16.11a y 35.2e y ss.). De forma similar, se constituye en el siguiente texto un pronombre reflexivo cuya función es la de complemento directo del verbo llamar, de manera que lo sustituye al complemento predicativo nominal (democracias): Los sistemas en que opciones análogas no son posibles no son democracias, aunque se lo llamen por triplicado (País [Esp.] 28/8/1977). Esta construcción es diferente de la impersonal refleja con verbo transitivo. Esta última pauta es característica del español americano, como se explica en el § 41.12. Así pues, el pronombre se no constituye el objeto directo en el texto siguiente, sino que representa al sujeto tácito de llamar, como en las demás impersonales reflejas: Al descontento se lo llama sedición (Vistazo 6/2/1997). El verbo decir admite también complementos predicativos, pero no se construye con complemento directo, sino con indirecto: {Le ~ *Lo} decían “el Hechizado”.

38.6ñ Al igual que los complementos directos, los indirectos y los de régimen, los complementos predicativos de objeto directo forman parte de expresiones lexicalizadas o semilexicalizadas, algunas de las cuales se asimilan a las locuciones verbales, como en pillar desprevenido (a alguien), coger o tomar prisionero (a alguien) o poner preso (a alguien): Don Felipe les dijo que, ante las graves denuncias que le habían llegado, había resuelto poner preso al príncipe aquella misma noche (Uslar Pietri, Visita). El verbo hacer forma una serie amplia de locuciones verbales en cuyo interior se encuentra un sustantivo sin determinante que se asimila parcialmente a los complementos predicativos: hacer {añicos ~ cisco ~ fosfatina ~ pedazos ~ polvo ~ realidad ~ trizas}. Se ilustran algunas de ellas en los siguientes ejemplos:

¿Por qué no hizo añicos el espejo? (Cardoza, Guatemala); ¿No sabes que con tus locuras estás haciendo polvo toda la tradición cristiana y todas las Sagradas Escrituras? (Martínez Mediero, Niño); Ello podía hacer trizas a cualquier pretencioso pretendiente con una de sus salidas, sin darle entrada (Cabrera Infante, Habana); Sus perlas hicieron fosfatina mi coral (Molina Foix, Quincena).

No pertenece claramente a este grupo hacer prisionero, ya que se admiten otros muchos sustantivos en esta pauta:

Lo hicieron prisionero y fue condenado a muerte (Guevara / Granado, Viaje); […] ya que al veterano Gamboa le hicieron ministro (Ortiz-Armengol, Aviraneta); Ni aunque lo hubieran hecho presidente del mundo me hubiera gustado tocarlo (Mastretta, Vida).

38.6o Es sistemático el rechazo de los complementos predicativos en las oraciones transitivas de objeto directo sin determinante, lo que da lugar a contrastes como estos: Siempre tomo té frío [con adjetivo como modificador nominal] ~ Siempre tomo frío el té [con predicativo de un complemento directo definido] ~ *Siempre tomo frío té [con predicativo de un complemento directo sin determinante]. Este requisito es similar al que se obtiene en las oraciones copulativas: {El té ~ *Té} está frío. Constituyen una excepción importante las construcciones con haber. Así, en No hay vinos mejores cabe entender que vinos mejores es el complemento directo de hay (> No hay o No los hay), pero también que mejores es un complemento predicativo (> No hay mejores o No los hay mejores). Se analizan otros aspectos de esta construcción en los § 15.6d y ss.

38.6p Los complementos predicativos del objeto directo aparecen tras el verbo (Alquilé amueblado el departamento) o tras el complemento directo (Alquilé el departamento amueblado). En este último caso puede producirse ambigüedad entre la interpretación predicativa y aquella en la que el adjetivo o el grupo adjetival es un modificador del sustantivo dentro de su mismo grupo nominal (recuérdese el § 38.6h). En esta última interpretación se sustituye por un pronombre todo el complemento directo: Lo alquilé; en la primera, el predicativo no queda incluido en el pronombre sustituto: Lo alquilé amueblado. La posición del predicativo ante el objeto directo garantiza que no se producirá ambigüedad. Repárese en que podría haberla si difíciles estuviera situado detrás del objeto directo (las cosas) en el primero de los siguientes ejemplos:

Era su modo característico de pintar difíciles las cosas. Aunque intentaría, de todos modos, ver qué podía hacerse (Ponte, Contrabando); Ahora vio que tenía los dedos manchados de tinta (Martini, Fantasma).

No la hay, en cambio, en el segundo porque el predicativo no es opcional. La oración no implica, en efecto, ‘Ahora vio que tenía los dedos’. A esta construcción se dedicarán los § 38.7a y ss.

38.6q El grupo A338.6a) corresponde a los complementos predicativos del objeto indirecto. Se ha observado que esta opción está sumamente restringida, pero es posible con los dativos posesivos (§ 35.7f-o) en secuencias como Le registraron los bolsillos apoyado en una pared y con las manos atadas a la espalda; Le extirparon la muela dormido. Suelen rechazarse los predicativos referidos a complementos indirectos que poseen otras interpretaciones (*Iván le regaló un disco a Julia muy contenta), pero los grupos verbales de gerundio son menos restrictivos en esta pauta. Se prefiere, pues, Le tocó la lotería estando desocupado a Le tocó la lotería desocupado. Uno de los factores que mejoran la aceptabilidad de los complementos predicativos del objeto indirecto es el que pueda interpretarse que el verbo lexicaliza —en el sentido de ‘contiene como parte de su significado’— cierta información que corresponde a un objeto directo, como en disparar (‘lanzar disparos’) o golpear (‘dar golpes’): Le dispararon sentado a la puerta de su casa; Le golpeaban la cabeza atado de pies y manos. No se asimilan a los complementos predicativos los adverbios que se integran en el grupo verbal y permiten interpretar los pronombres dativos como complementos suyos, como en La bala le pasó cerca. En estas construcciones, que se analizan en los § 35.3k y ss., no se predica el adverbio (cerca) del complemento indirecto (le), sino que se interpreta este último como complemento del primero: ‘La bala pasó cerca de él’.

38.6r El grupo A4 está asimismo muy restringido. Los complementos de régimen admiten también predicativos cuando denotan estados o situaciones (recuérdese el § 38.6l), como en Piensa en ella junto a ti, donde junto a ti es un complemento predicativo de ella. Repárese en que en esta oración no se habla exactamente de pensar en una persona, sino más bien de hacerlo en una situación o en un estado de cosas en los que interviene el complemento (aproximadamente, ‘ella a tu lado’). La interpretación proposicional que se obtiene es similar a la que caracteriza los atributos analizados en los § 38.7d y ss. Sobre los complementos predicativos insertos en el interior de grupos nominales, como en un retrato de Cervantes de perfil, véanse los § 38.9k y ss.

38.6s Se ha debatido largamente la cuestión de si son posibles las construcciones de doble atributo. Si el adverbio bien ejerce esta función en Ana se encuentra bien, es razonable pensar que también la ejerce en Ana se encuentra bien tan delgada. Aun así, esta construcción se considera a menudo forzada, sobre todo cuando los dos atributos son posverbales. En lugar de La niña se pone insoportable hambrienta, se prefiere evitar el segundo atributo y sustituirlo por una oración (… cuando está hambrienta), o bien anteponerlo (Hambrienta, la niña se pone insoportable). Desde el punto de vista sintáctico, estas construcciones tienen interés porque ponen de manifiesto que con los verbos semicopulativos se crea un primer grupo verbal, mientras que el complemento predicativo del sujeto, especialmente si está situado en un inciso, puede agregar significados externos, como en el caso de los adjuntos oracionales. Estos significados se analizarán en el § 38.12. El doble atributo recuerda en parte las construcciones de doble complemento locativo (Trabaja en Buenos Aires en un banco) o de doble complemento temporal (Quedaremos esta tarde a las tres).

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
ambigüedad, complemento predicativo

 

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