Morfología

10. La prefijación

10.3 Propiedades fonológicas y morfológicas de los prefijos

10.3a Varios fenómenos revelan que la prefijación interactúa fonológicamente con la base morfológica en menor medida que la sufijación. Sucede así, por ejemplo, con los hiatos formados como resultado de la concatenación de morfemas. Como se señala en el § 9.4g, los procesos de sufijación omiten o anulan la marca de palabra de las voces derivadas: coch(e) > coch-azo; cas(a) > cas-ero. En el § 11.4l se explica que la composición no anula la vocal final del primer miembro del compuesto ni la primera del segundo componente (portaestandarte). Cuando se trata, sin embargo, de vocales iguales contiguas, es habitual que en la pronunciación se articulen como una sola, por lo que es frecuente que la reducción se produzca también en la escritura. Es cierto que, en buena parte de los casos, la tendencia mayoritaria actual sigue manteniendo las dos vocales, pero, siempre que la palabra se conserve reconocible, se acepta también la simplificación. Así, coexisten en el uso de los componentes de cada uno de los siguientes pares:

antiimperialismo ~ antimperialismo, autoobservación ~ autobservación, contraalmirante ~ contralmirante, contraanálisis ~ contranálisis, contraatacar ~ contratacar, intraarticular ~ intrarticular, multiinstitucional ~ multinstitucional, portaaviones ~ portaviones, preestreno ~ prestreno, prooccidental ~ proccidental, reemplazar ~ remplazar, reestructurar ~ restructurar, supraaórtico ~ supraórtico, semiinconsciente ~ seminconsciente, sobreesfuerzo ~ sobresfuerzo.

No es posible la simplificación cuando el resultado conlleva coincidencia con otra palabra, como se observa en los casos de reemitir (‘volver a emitir’) y remitir (‘enviar), reestablecerse (‘volver a establecerse’) y restablecerse (‘recuperarse de una enfermedad’), entre otros. También se conserva la doble vocal en las palabras resultantes de unir el prefijo semi- a bases que comienzan por el prefijo privativo i- (semiiletrado, semiilegal, semiirregular), para diferenciarlas de aquellas otras en que no existe tal prefijo (semiletrado, semilegal, semirregular). Se mantiene, asimismo, de manera prácticamente exclusiva en las voces formadas con el prefijo co-: cooperar, coordenada, coordinar, coorganizar. Cuando coinciden la consonante final de un prefijo o una base compositiva y la inicial de una raíz, se da la reducción consonántica, como en malograr (no *mallograr), transiberiano (no *transsiberiano). Se recomienda usar pos- como forma simplificada de post- ante consonante, por tanto posverbal, posmoderno, en lugar de postverbal o postmoderno. Se usa, en cambio, post- cuando la base comienza por s-. Se prefiere, en consecuencia, postsocialismo a *possocialismo, puesto que la doble ese es de difícil articulación en español. Por el contrario, se admiten secuencias de consonantes dobles con otros prefijos. Así, en in-negable el español tolera una secuencia de dos enes, pronunciación que se prefiere a la variante simplificada, que no existe en la escritura. En postraumático se funden la consonante final del prefijo post- y la inicial de la base. Se percibe mayor variación en los textos cuando se antepone el prefijo a bases que comienzan por vocal: pos(t)impresionismo, pos(t)operatorio. También en estos casos se recomiendan las variantes simplificadas, aunque se admiten igualmente las otras en los registros formales.

10.3b Los prefijos manifiestan asimismo cierta independencia acentual de la base a la que se unen. Es frecuente que los sufijos, e incluso ciertas bases compositivas (§ 11.10), modifiquen la posición del acento de la palabra con la que se combinan. No sucede así, en cambio, con los prefijos, que mantienen sistemáticamente esta propiedad inalterada. Desde el punto de vista silábico, los prefijos tienden a no integrarse en otras sílabas (en el § 1.7a se explica la diferencia que existe entre la segmentación silábica de sublunar y la de sublime). La relativa independencia fonológica del prefijo tiene también efectos ocasionales en la morfología histórica. Así, ciertas consonantes oclusivas sordas no se sonorizaron porque la vocal que las antecede pertenece a un prefijo, como en lat. recordāri > esp. recordar (no *regordar), frente a lat. picāre > esp. pegar.

10.3c Algunos prefijos presentan variantes alternantes. Las diferencias entre ellas son a veces históricas, como en entreponer ~ interponer, donde la primera opción es una variante desusada de la segunda. También substraer es una variante antigua de sustraer, como soalzar lo es de sobrealzar. Las formas entredecir e interdecir, ambas pertenecientes a la lengua antigua, se derivan de la misma voz latina interdicĕre. Se registran asimismo entremedio (forma poco usada que no se recomienda) e intermedio, con diferencia de significado. Cuando se mantienen vivas las dos variantes de uno de estos dobletes, se percibe siempre alguna diferencia de significado que los diccionarios recogen: superponer ~ sobreponer; entrelínea ~ interlínea. Otros prefijos presentan variantes en distribución complementaria en la lengua actual (§ 1.4d). Los criterios para elegir una u otra son casi siempre fonológicos. Así, con- elige la variante co- si la raíz empieza por l- (colateral) o r- (corresponsable). El prefijo in- elige i- ante l- (ilegal) o r- (irrepetible). El prefijo bi- conoce las variantes bis- y biz- (bisnieto ~ biznieto; bizco cho ~ biscocho, la última en desuso), que se aplican a pocas formaciones. Admite, en cambio, gran número de bases encabezadas por consonante (bicúspide, bilabial, bilingüe, bimestre, biplano, bipolar), pero también por vocal (biangular, bianual, biauricular). Se harán otras precisiones acerca de estas variantes en los apartados correspondientes a cada prefijo.

10.3d Las variantes en distribución complementaria descritas en el apartado anterior se distinguen de los prefijos morfológicamente similares, pero diferentes en su significado y en su origen. Se confunden a veces ante- y anti-, y se forman adjetivos como antidiluviano (variante que se desaconseja) por antediluviano, aunque existe antecristo como variante anticuada de anticristo. También es frecuente confundir inter- (‘entre’) con intra- (‘en el interior de’), e intercambiar indebidamente el significado de interparlamentario (‘común a varios parlamentos’) e intraparlamentario (‘interno a un solo parlamento’). Contrastan de modo análogo amoral (‘sin sentido moral’) e inmoral (‘opuesto a lo moral’); alegal (‘externo a la ley’) e ilegal (‘contrario a la ley’), como se explica en el § 10.10m.

10.3e En otras ocasiones, los significados diversos se deben a variantes alternantes de la base. Así, cuando los prefijos cuantitativos bi-, tri- o cuatri- se anteponen a los adjetivos temporales, se confunden a veces indebidamente con otros derivados con los que mantienen diferencias claras de significación. Contrastan, pues, bianual (‘que sucede dos veces al año’) y bienal (‘que sucede cada bienio’); trianual (‘que sucede tres veces al año’) y trienal (‘que sucede cada trienio’). El mismo criterio distingue bimensual de bimestral. Aun así, debe tenerse en cuenta que adjetivos como trimestral, bienal, etc. no se derivan mediante prefijación, ya que son formas obtenidas por sufijación a partir de sustantivos prefijados: trimestre, bienio, etc.

10.3f Son numerosas las propiedades morfológicas y fonológicas que diferencian la prefijación de la sufijación. Una de las diferencias fundamentales se refiere a las restricciones que pesan sobre la productividad de ambos procesos derivativos. Los sufijos suelen adjuntarse a bases de la misma categoría o de otra próxima (por ejemplo, sustantivos y adjetivos). Entre los prefijos se observa mayor variedad. Así, los prefijos contra- y super- se unen a nombres (contraoferta, supermodelo), adjetivos y participios (contrahecho, superinteresante) y verbos (contradecir, superpoblar). Aun así, la productividad de los prefijos suele ser mayor con una clase particular de palabras. En efecto, sobre- admite algunos adjetivos (sobreagudo) y algunos sustantivos (sobrearco), pero es mucho más productivo como prefijo verbal (sobrecargar, sobrentender, sobresalir, sobrevenir, entre otros muchos verbos). Cabe decir lo mismo del prefijo des-, que se combina con algunos adjetivos (descontento, descortés, deshonesto, desigual, desleal) y sustantivos (desamor, deshonor, desorden, desunión) y —de nuevo— con gran número de verbos (desenchufar, deshacer, desoír, destapar, etc.). Por lo general, las bases con las que se combinan los prefijos se agrupan más claramente por sus propiedades semánticas que por su categoría gramatical, como se verá a lo largo de este capítulo.

10.3g Es frecuente que los sufijos alteren la categoría gramatical de la base cuando forman una palabra derivada. Los prefijos, en cambio, suelen mantenerla, propiedad que comparten con los sufijos apreciativos (§ 9.1e). Se mantiene la base adjetival de la derivación en antinuclear, inútil, subacuático, ultraelegante (es decir, A > A); la base nominal en contraorden, neorromanticismo o ex espía (es decir, N > N; sobre la naturaleza separable del prefijo ex-, véanse los § 10.4g-l); la base verbal en descoser, rehacer, sobrecargar (V > V), y la adverbial en anteayer, requetebién (por tanto, ADV > ADV). Esta regularidad en el mantenimiento de la base explica que los prefijos no se suelan clasificar por las categorías gramaticales a las que dan lugar (a diferencia de los sufijos: derivación nominal, adjetival, etc.), sino por los significados que expresan.

10.3h A pesar de que las regularidades a las que se hizo referencia en el apartado precedente se aplican a un gran número de casos, algunos gramáticos entienden que ciertos procesos de prefijación pueden cambiar la categoría gramatical de la base con la que se combinan. Así, ciertos autores evitan analizar como parasintéticas formaciones verbales como en-fri-ar8.8) y proponen, en cambio, que el prefijo en- convierte el adjetivo frío en un verbo, de forma que el segmento -ar sería la marca de dicho cambio categorial. El análisis de la parasíntesis, que se adopta aquí, interpreta en-…-ar como un afijo discontinuo verbalizador. Cabe observar que -ar es un sufijo verbalizador cuando da lugar a verbos a partir de adjetivos sin concurrencia con el prefijo, como en caliente > calentar8.6).

10.3i Otro caso en el que se ha argumentado que los prefijos cambian la categoría de su base afecta a los segmentos anti-, pro-, pre-, pos(t)-, así como a otros de significado cuantificativo (mono-, multi-, bi-, tri-), entre otros. Entienden algunos autores que estos prefijos forman adjetivos denominales, ya que los sustantivos con los que se combinan pueden funcionar como modificadores del sustantivo una vez prefijados. Así, contrastan *declaraciones aborto con declaraciones proaborto; *máscaras gas con máscaras antigás; *bandera color con bandera tricolor; *vehículo plaza con vehículo biplaza; *seguro riesgo con seguro multirriesgo, entre otros muchos casos análogos. Se ilustran a continuación algunas de estas voces:

Por primera vez, la FDA ha aprobado un tratamiento antiarrugas (Mundo [Esp.] 30/5/1996); [...] manifestó ayer que “al final de la era Clinton, el movimiento provida está más fuerte que nunca” (Diario Vasco 23/1/2001); La cocina se entregará amueblada, y los baños con aparatos sanitarios en color y grifería monomando (Vivienda 23/3/2001).

Existe otro análisis posible de estas construcciones. Cabe pensar que el prefijo facilita el uso predicativo o atributivo del sustantivo, más que el cambio de categoría. La ausencia de concordancia en declaraciones [plural] proaborto [singular] es característica de las construcciones apositivas, no de la relación «sustantivoadjetivo». Se dice, de manera análoga, productos multirriesgo, en lugar de *productos multirriesgos. Existen, sin embargo, algunas excepciones, como banderas tricolores o viviendas unifamiliares. Este último adjetivo se forma a partir del sustantivo familia, no del adjetivo familiar, de manera parecida a como unipersonal o unicelular se forman a partir de persona y célula, respectivamente. Aun así, todas estas voces dan lugar a las llamadas paradojas de segmentación1.8c y 10.3m):

El sol del mediodía, al atravesar los cristales emplomados, proyectaba formas multicolores (González, E., Dios); […] bloques de viviendas con patios interiores, para la burguesía media; y viviendas unifamiliares y plurifamiliares, menos espaciosas, para los obreros (Estébanez Álvarez, Ciudades).

En todos estos casos, la grafía recomendada es aquella en que no se emplean guiones ni espacios de separación entre el prefijo y la base.

10.3j Se registran a veces casos en los que, tras un proceso de prefijación, también pueden cambiar las marcas flexivas de la base léxica. Así, el sustantivo sílaba contrasta con monosílabo, polisílabo, bisílabo y otras palabras derivadas con prefijos cuantificativos, a pesar de la inexistencia del sustantivo sílabo en el sentido pertinente aquí (cf. sílabo ‘índice, catálogo’). Es algo más complejo el caso del adjetivo o sustantivo analfabeto/analfabeta (latín tardío analphabētus, y este del gr. analphábētos). Aunque se podría asociar con la base alfabeto en el análisis sincrónico, esta pauta es poco productiva en el español moderno. De hecho, el prefijo negativo griego an- (variante de a- ante vocal) solo se aplica a nuevas voces españolas en la formación de escasos tecnicismos, como anafrodisíaco. El adjetivo alfabeto/alfabeta se creó como forma regresiva1.6k) y es común en algunos países americanos, sobre todo en las áreas caribeña y rioplatense. En otras áreas lingüísticas se registra ocasionalmente en ámbitos especializados:

La Liga Feminista […] abogaba por el derecho al voto de la mujer alfabeta (Burgos Ortiz, Movimientos); La lengua dominante o la lengua franca conoce una forma escrita en la que se expresan las minorías alfabetas (Ninyoles, Idiomas).

Para los hablantes que desconocen este adjetivo, pero usan analfabeto, existe alguna relación entre la estructura de este último derivado y el de voces como monosílabo o polisílabo.

10.3k Como se señala en el § 36.1i, existe a veces cierta redundancia, requerida por el idioma, en la información que el prefijo aporta a la base verbal cuando también la pone de manifiesto alguna preposición, como en convivir con, interponerse entre, introducirse en. En otros casos se evita este uso redundante (sobrevolar los tejados, no *sobrevolar sobre los tejados). La redundancia de la que se habla se percibe además, en alguna medida, en las formas no transparentes a las que se hizo referencia en la sección anterior. Así, en absorber y proseguir (o en los verbos latinos de los que estas voces se derivan), el prefijo reproduce de manera abstracta el significado que ya expresa la raíz. Se obtiene un efecto parecido en el verbo supervigilar10.5k), y también en el segundo término de pares como censurarse ~ autocensurarse; relacionarse ~ interrelacionarse; chocarse ~ entrechocarse, y otros similares que se analizan en el § 10.7. En relación con la naturaleza abstracta del significado de los prefijos, recuérdese el § 10.1j.

10.3l No es frecuente que la prefijación altere la regularidad o irregularidad de una forma verbal, pero sucede en ciertas ocasiones. Así, el imperativo de la segunda persona de singular del verbo decir en las variedades tuteantes es di4.13a), pero esta forma no se mantiene en los verbos derivados mediante prefijación a partir de él: predice, no *predí; desdice, no *desdí; contradice, no *contradí. Es habitual, en cambio, que la prefijación imponga requisitos severos a las bases léxicas. Así, en el § 7.14m se explica que muchos adverbios en -mente solo se forman a partir de adjetivos o participios que contienen prefijos negativos, como en inopinado > inopinadamente, pero no opinado > *opinadamente.

10.3m La segmentación binaria de las voces que contienen prefijos y sufijos suscita otras dificultades que los morfólogos han puesto muchas veces de manifiesto en los últimos años, y que suelen denominar paradojas de segmentación o de encorchetado. Como se ha señalado en no pocas ocasiones, si se segmenta el adjetivo intramuscular en la forma intra-muscular, se deriva correctamente un adjetivo de otro mediante un proceso de prefijación, pero se pierde la relación semántica que habría de establecerse entre el prefijo intra- y el sustantivo músculo. Si se segmenta en la forma intramuscul-ar, se mantiene esa relación semántica, pero se deriva un adjetivo de un sustantivo inexistente (*intramúsculo). La segmentación intra-muscul-ar (ternaria, en lugar de binaria) resuelve el conflicto, pero tiene el inconveniente de tratar esta palabra como una formación parasintética, es decir, como si su estructura fuera análoga a la de ex-carcel-ar y otras muchas formas similares que se analizan en los § 8.7, 8.8 y 11.3d-f. Esta opción no es del todo correcta, ya que las formas inexistentes excárcel- y -carcelar no presentan las características de las mencionadas intramuscul- y -muscular. Las paradojas de segmentación caracterizan la estructura morfológica de los adjetivos antediluviano, submarino, ultramontano y otros muchos semejantes. En el presente texto no será posible analizar cada una de las soluciones que se han ofrecido a estas paradojas en las teorías morfológicas contemporáneas. Se pondrá de manifiesto, sin embargo, que no siempre es posible conseguir que la segmentación de las palabras prefijadas respete a la vez las condiciones formales que la morfología impone y la estructura jerarquizada que permita explicar su significado. Se analizan otros aspectos de las paradojas de segmentación en los § 1.8c, 11.6l y 11.8a.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
distribución complementaria

 

Nueva gramática de la lengua española
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