Morfología

5. La derivación nominal (I). Nombres de acción y efecto

5.6 Los sufijos -a, -e, -o (I). Aspectos morfofonológicos, semánticos y dialectales

5.6a Los sufijos derivativos vocálicos átonos -a (comprar > compra), -e (desfilar > desfile), -o (tirar > tiro) dan lugar a un gran número de derivados deverbales. Eran infrecuentes en latín (pugna, lucta), pero crecieron rápidamente en español. Ya en los primeros textos se atestiguan muchos derivados en -a y -o (ayuda, caza, duda, cerca, cambio, ruego, engaño) y unos pocos en -e, como alcance. Estos derivados (y en especial los terminados en -o y -e) fueron ganando terreno desde el siglo xv, en un proceso expansivo continuo cuyo vigor se comprueba en el español contemporáneo. Su rendimiento es hoy algo mayor en el español americano que en el europeo, como se verá en esta sección.

5.6b Los sufijos -a, -e, -o anulan la vocal temática del verbo al que se adjuntan, como en engañ(a)(r) > engañ-o. Existen en español sufijos derivativos que hacen recaer el acento en la sílaba que contiene la vocal temática, como los que forman participios (asar > asado), o bien sobre la sílaba que sigue a esa vocal (fundar > fund-a-ción), pero solo -a, -e, -o se caracterizan por suprimir dicha vocal sin atraer sobre ellos el acento: desear > deseo. No obstante, sugieren algunos autores (y se aceptará aquí) que esa aparente irregularidad desaparece si se entiende que los sufijos vocálicos se forman sobre los temas de presente, no sobre los infinitivos. De hecho, las alternancias vocálicas relativas a la diptongación que estos derivados muestran son las mismas que caracterizan los temas de presente (§ 4.10b-o). Se trata de las alternancias /e/ ~ /ié/:

acertar > acierto; asentar > asiento; contender > contienda; encerrar > encierro; enmendar > enmienda; fregar > friega; gobernar > gobierno; plegar > pliegue o pliego; quebrar > quiebra; sembrar > siembra; sosegar > sosiego; tentar > tienta (y tiento); tropezar > tropiezo,

y también /o/ ~ /ué/:

acordar > acuerdo; contar > cuenta o cuento; consolar > consuelo; denostar > denuesto; esforzar > esfuerzo; mostrar > muestra; probar > prueba; recordar > recuerdo; trocar > trueque; volar > vuelo; volcar > vuelco,

además de /e/ ~ /i/. Esta última alternancia es menos frecuente (reñir > riña), pero es también observable en los temas de presente: yo riño, tú riñes, etc. (§ 4.10p-r).

5.6c Unos pocos sustantivos derivados mediante sufijos vocálicos son voces esdrújulas acabadas en -a, como prórroga (no *prorroga, de prorrogar), súplica, réplica, dúplica, práctica, prédica, y también en -o, como pronóstico, depósito y cómputo. Se asimilan indirectamente a este grupo los antiguos derivados en -´ida y -´eda (véndida, cómpreda), de los que solo permanecen pérdida y búsqueda. Los derivados de verbos terminados en la secuencia «vocal + ar» tampoco son siempre regulares en lo que respecta a la asignación del acento. Son muy numerosos los sustantivos en -o procedentes de verbos que terminan en -ear8.3-5). A ese extenso paradigma pertenecen, entre otros muchos, los siguientes nombres:

abucheo, acarreo, babeo, balanceo, besuqueo, boxeo, braceo, brujuleo, cabeceo, centelleo, choriceo, chorreo, conteo, coqueteo, flirteo, floreo, franqueo, gorjeo, gorroneo, hormigueo, manoseo, martilleo, meneo, merodeo, ojeo, olfateo, paladeo, parcheo, parpadeo, paseo, pataleo, pedaleo, picoteo, rastreo, silabeo, sondeo, tambaleo, tartamudeo, tecleo, titubeo, toreo, torpedeo, trapicheo, vagabundeo, zapateo, zarandeo.

En todos ellos se sitúa el acento en la sílaba que contiene la vocal /e/ (por tanto ma.no.se.o), independientemente de que la secuencia vocálica de la terminación de infinitivo se pronuncie con diptongo (ma.no.sear) o con hiato (ma.no.se.ar).

5.6d Los sustantivos derivados de verbos sujetos a la alternancia -i.ar ~ -iar4.9f-h) se ajustan a la pauta que se acaba de describir: criar > cría (la cría de ganado); liar > lío. En cambio, los que proceden de verbos que terminan en -iar con diptongo en todas las variedades del español adelantan el acento una sílaba: agobiar > agobio; resabiar > resabio; denunciar > denuncia; lidiar > lidia; limpiar > limpia; remediar > remedio. Se exceptúan los derivados de descarriar (> descarrío, no *descarrio); extraviar (> extravío no *extravio); ataviar (> atavío, no *atavio); aviar (> avío, no *avio), que crean hiatos. Estas diferencias confirman la hipótesis (§ 5.6b) de que los derivados vocálicos se forman sobre temas de presente, ya que respetan las pautas acentuales de estos. Así, aunque unos hispanohablantes segmentan desviar en la forma des.viar y otros en la forma des.vi.ar, todos conjugan el presente de indicativo en la forma desvío, no en la opción *desvio. El sustantivo mantiene, por tanto, esta pauta acentual: un desvío. Se aplica el mismo razonamiento a los demás casos. Cabe pensar, de todas formas, que se invierte el proceso derivativo en voces como descarrío > descarriar o en hastío (lat. fastidĭum) > hastiar. Esta solución (N > V, en lugar de V > N) es polémica, y no parece apoyada por el punto de vista histórico, ya que desviar entra en la lengua a comienzos del siglo xiii, pero desvío no lo hace hasta mediados del xv; ataviar ingresa a principios del xiv, pero atavío se incorpora un siglo después. Se retoma la cuestión de la dirección de los procesos derivativos en la morfología sincrónica y diacrónica en los § 5.7 y 7.1f y ss.

5.6e Algunas alternancias consonánticas ponen de manifiesto que ciertos derivados nominales vocálicos no se forman sobre temas de presente. Se obtiene la alternancia /d/ ~ /s/ en casos como ofender > ofensa (no *ofenda, pero yo ofendo, tú ofendes, presente de ofender); defender > defensa; ascender > ascenso; descender > descenso, y la alternancia /t/ ~ /s/ en otros como permitir > permiso (lat. permissum). Derivaciones como convidar > convite (no *convide) y envidar > envite (no *envide) presentan anomalías que se justifican porque los sustantivos no son voces patrimoniales, sino préstamos del catalán o del occitano. En el caso de repeler > repulsa, se obtiene una base supletiva análoga a las descritas en el § 5.2p. Existe, no obstante, el verbo poco usado repulsar (lat. repulsāre). También se requiere una base alternante en deber > deuda (antiguo debda). A pesar de que mordisco se deriva de mordiscar, suele asociarse en el análisis sincrónico con morder, lo que exige otro radical supletivo (mordisc-). El sustantivo derivado de morder es muerdo, menos usado: De entrada, el bicho me larga un muerdo en el estómago que me deja bizco (Sierra Fabra, Regreso), además de mordida5.8). Los verbos terminados en -currir forman derivados en -curso, como en transcurrir > transcurso y otros que se mencionarán en el § 5.6l.

5.6f Los sufijos vocálicos se agregan sobre todo a los verbos de la primera conjugación, pero se documentan usos que corresponden a las tres:

Derivados en -a:

De verbos en -ar: caza, danza, lidia, subasta.

De verbos en -er: contienda.

De verbos en -ir: bulla, riña, tunda, tupa.

Derivados en -e:

De verbos en -ar: apunte, arranque, cierre, deje, enchufe.

De verbos en -er: cierne, debe (el debe y el haber).

De verbos en -ir: combate, debate.

Derivados en -o:

De verbos en -ar: abandono, arriendo, descuento.

De verbos en -er: ascenso, descenso, socorro, sorbo.

De verbos en -ir: consumo, despido, recibo, reparto, transcurso.

Los derivados en -a son femeninos; los que se forman en -e y en -o son masculinos. No son nombres deverbales linde (ambiguo en cuanto al género: § 2.4g y ss.), del que se deriva lindar (no al contrario), y tampoco sangre (femenino), que da lugar a sangrar. Este proceso (N > V) se estudia en el § 8.6.

5.6g Los sustantivos derivados de los verbos de la primera conjugación mediante los tres sufijos vocálicos son muy numerosos, mientras que los procedentes de verbos de las demás conjugaciones forman paradigmas muy reducidos. De hecho, no contienen muchos derivados que no se mencionen en la relación anterior. Así, a las formas en -o procedentes de verbos terminados en -ir que se acaban de señalar cabe agregar los nombres poco usados insumo (< insumir), percibo y apercibo, junto con los terminados en -currir, de los que se hablará en el § 5.6l. A las voces derivadas de los verbos terminados en -er puede añadirse el poco usado acorro (< acorrer). Es, en cambio, de uso general embate, no así el verbo embatirse, con el que se asocia. Se ejemplifican a continuación algunos de estos derivados:

[…] para estar fuertes & conbatir contra el rebate grande de los adversarios (San Cristóbal, Vegecio); Llegaron en su acorro (Rodríguez Montalvo, Amadís); […] teniéndolas [las mercadurías] con el apercibo y apresto necesario (Carvajal, J., Descubrimiento); El estiércol es el insumo básico para la producción de humus de lombriz (Pineda Milicich, Lombricultura).

5.6h Los paradigmas restringidos a los que se hizo referencia en el apartado precedente corresponden a derivados de verbos de la segunda y la tercera conjugaciones. Contrastan marcadamente con los muy extensos a los que dan lugar los verbos de la primera. La siguiente relación parcial corresponde al sufijo -a:

ayuda, baja, boga, busca, cala, capea, carga, cata, charla, compra, compulsa, conquista, conserva, consulta, contrata, cría, cuenta, demanda, demora, denuncia, derrama, dispensa, doma, duda, encomienda, entrega, espera, esquila, estafa, estima, firma, friega, guarda, guía, habla, junta, jura, leva, lucha, marcha, mejora, mengua, mezcla, monda, muda, obra, pelea, pesca, poda, pregunta, prueba, pugna, quema, quiebra, reconquista, reforma, refriega, renuncia, réplica, reserva, siega, siembra, sobrecarga, sonda, sospecha, súplica, tala, tasa, tienta, toma, trilla, trova, veda, zurra.

5.6i La relación que sigue está formada por derivados en -e, también de la primera conjugación:

afeite, arranque, ataque, avance, baile, bote, canje, cese (válido para la acepción transitiva y la intransitiva de cesar), cierre, chifle, choque, contraste, corte, desquite, derrumbe, desarme, desbarajuste, descarte, desenlace, desfile, desfogue, desgaje, desgaste, desguace, despeje, despiste, desplante, despliegue, disfrute, empaste, empate, empuje, encaje, engarce, engaste, enjuague, enlace, ensamble, entronque, frote, galope, plante, pliegue, quite, realce, rearme, rebote, recorte, redoble, remate, repliegue, rescate, roce, saque, soporte, temple, toque, transporte, trasplante, trote, trueque, viaje, vislumbre.

Este grupo es uno de los más productivos en los tiempos recientes, en especial en la lengua juvenil, en la conversacional y en la deportiva. Aun así, no todas las voces que siguen se conocen en todas las áreas hispanohablantes:

achique (de espacios), alucine, cague, chute, cierre, corte, derrumbe, deschongue, desmadre, desmelene, despeje, despelote, despipote, destape, disfrute, flipe, ligue, mate, pase, quite, rechace, refocile, regate, remate, saque, tranque, trinque, vacile, etc.

5.6j La siguiente lista corresponde a los derivados en -o, igualmente de la primera conjugación:

abandono, abasto, abono, aborto, abrazo, acaloro, acomodo, acoso, aderezo, adorno, agasajo, agobio, ahogo, ahorro, alboroto, aliento, aliño, amago, amparo, anhelo, anticipo, anuncio, apaño, aplomo, aprieto, apuro, arrebato, arreglo, arresto, asiento, asombro, asomo, atasco, atavío, atraso, aviso, bautizo, bostezo, brillo, brinco, calco, cambio, canto, cargo, castigo, cobijo, cobro, comienzo, consuelo, cotejo, cuento, degüello, denuesto, derribo, desafío, desahogo, desaliento, desaliño, desamparo, descargo, desconcierto, desembarco, desembolso, desenfado, desfalco, desgarro, desmayo, despacho, despilfarro, despojo, destrozo, deterioro, dibujo, disparo, embarazo, embarco, embargo, embeleso, embrollo, empalago, empeño, encanto, encierro, encuentro, enfado, engaño, enredo, entierro, envío, esfuerzo, espanto, estorbo, estreno, gasto, gobierno, grito, guiño, guiso, halago, insulto, mando, manejo, mordisco, pago, paro, poso, quiebro, rasguño, recargo, recelo, recuerdo, refuerzo, regalo, remiendo, reparo, reposo, respiro, retiro, retoño, retorno, retraso, rezo, ruego, saldo, saludo, sofoco, soplo, suspiro, tiento, timo, tiro, trabajo, trasiego, traspaso, trastorno, trato, trazo, tropiezo, uso, vuelco, vuelo, yerro,

a los que deben añadirse los terminados en -eo, como los que se mencionaron en el § 5.6c. En muchos casos se obtiene más de un derivado por verbo (pago ~ paga; coste ~ costa ~ costo; recargo ~ recarga; embarco ~ embarque, etc.). Véanse sobre estas diferencias los § 5.11i, j. Estas opciones dobles y triples acrecientan la rentabilidad de los sufijos vocálicos en el sistema derivativo nominal del español. También aumenta la productividad del paradigma la predilección que parecen sentir los hablantes de todas las épocas por los derivados de cuerpo fónico más breve.

5.6k No existe un procedimiento que permita predecir cuál es el sufijo vocálico apropiado que debe unirse a cada base verbal, pero se perciben algunas regularidades morfofonológicas. Como se señaló en el § 5.6c, muchos verbos terminados en -ear eligen -o (parpadear > parpadeo). Cabe añadir que los acabados en -ecer, -izar e -ificar suelen bloquear estas formaciones. Es habitual que los verbos de una misma serie derivativa seleccionen el mismo sufijo vocálico para la formación de sus derivados nominales. Se comprueba esta tendencia en grupos como pliegue (< plegar), despliegue y repliegue; ascenso (< ascender) y descenso; plante (< plantar), implante y replante, el último menos usado. En cambio, no se relaciona hoy desplante con desplantar.

5.6l De los verbos discurrir, transcurrir, concurrir y recurrir se derivan, respectivamente, discurso (también decurso, aunque no existe *decurrir), transcurso, concurso y recurso, todos latinismos. Son menos frecuentes incurso (‘acometida, incursión’): Fácilmente se turban a cualquier incurso de enemigos (Londoño, Discurso) y ocurso, que se usaba en México y en otros países con el sentido de ‘petición escrita’: Hicieron ocurso al Rey (Quirós, Memoria). El sustantivo excurso (lat. excursus) no es nombre derivado. Se documentan agrupaciones similares en otros paradigmas. Así, están atestiguados desarme (< desarmar) y rearme (< rearmar). También lo está arme (< armar) —en el español de Chile y Colombia, así como en Honduras, El Salvador y otros países centroamericanos— en el sentido de ‘acción de montar un arma’, como en La capacitación fue en el arme, el desarme, el mantenimiento y el uso apropiado de estas ametralladoras (Semana 6/11/2006), no en el de ‘acción de proporcionar armas’, lo que lo aleja de los anteriores. Existen muchos casos similares.

5.6m La mayor parte de los sustantivos derivados en -a, -e, -o denotan acciones, entre ellos casi todos los que se mencionaron en los § 5.6h-j. A esas voces deben agregarse los derivados de verbos en -ear, algunos de los cuales se citaron en el § 5.6c. La proporción de estos nombres es más alta en el español americano que en el europeo, dado que también lo es la de los verbos correspondientes en -ear8.3 y 8.4). Entre las muchas formaciones características del español americano (no usadas por igual en las mismas áreas), cabe señalar las siguientes, casi todas propias de los registros conversacionales y algunas restringidas a la lengua popular: carameleo (de caramelear ‘dilatar engañosamente la solución de un asunto’), usada en Colombia; escobilleo (de escobillear ‘zapatear suavemente en el baile’), en las áreas caribeña y rioplatense; guabineo (de guabinear ‘huir de las situaciones difíciles’), en Venezuela; macaneo (de macanear ‘decir mentiras o desatinos’), en el área rioplatense; palanganeo (de palanganear ‘fanfarronear’), en esta misma área y también en la andina —en Costa Rica y otros países centroamericanos designa, en cambio, un conjunto de acciones dilatorias—; pescueceo (de pescuecear ‘estirar el pescuezo para ver algo’), en Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos; pichuleo (de pichulear ‘buscar afanosamente ventajas o ganancias pequeñas en compras o negocios’), en Chile y el Río de la Plata, a veces en alternancia con hueveo, leseo, chuleteo y otros sustantivos; tasajeo (de tasajear ‘acuchillar’), documentado en las áreas mexicana y centroamericana, caribeña y andina; tracaleo (de tracalear ‘hacer trampas’), en Venezuela; esnobeo (de esnobear ‘hacer el esnob’), documentado en varios países, pero con mayor frecuencia en el área rioplatense.

5.6n Pertenecen a esta misma pauta los siguientes derivados (casi todos restringidos geográficamente, por lo que no siempre son usados en todas las áreas hispanohablantes):

abejoneo, bareo, batiboleo, batuqueo, bembeteo, boleteo, caceroleo, cachateo (también cacheteo), cachureo, cancaneo, chineo, choreo (de chorear, ‘robar’), chuchoqueo, cogoteo, corconeo, costureo, coyoteo (a veces, en alternancia con coyotaje), dragoneo, estaqueo, fleteo, jaloneo, jamaqueo, jarepeo, palanqueo, plagueo, proseo, ruleteo, sabaneo, testeo, tracateo, traqueteo.

Se ejemplifican a continuación algunas de las formas mencionadas:

El motor podía trabajar horas enteras sin el menor cancaneo (Álvarez Gil, Naufragios); Están listas para el fleteo playero de la tarde (Rodríguez Juliá, Cruce); Estos espíritus tan proclives al macaneo metafísico tenían una noción sonante y contante de la ayuda (Dolina, Ángel); —Qué lindo debe ser el aparato del Nacho —exclamó ella en un desenfadado alarde de envidia, en realidad un pescueceo por la ventana (Delgado Aparaín, Balada); […] un sitio de matanza y tasajeo de grandes herbívoros (Rodríguez Cuenca, Chibchas); Afirmó ayer que combatirá la “dedocracia”, “la puestitis” y el “palanganeo” de la política tradicional (Nación [C. Rica] 1/12/1996); Muchas veces, luego de padecer el ruleteo, los enfermos vuelven al Pérez Carreño y les asisten por cortesía (Universal [Ven.] 26/6/1996).

No es frecuente que estos derivados posean significados diferentes según los países, pero así sucede algunas veces. El sustantivo chaqueteo expresa la acción de impedir con malas artes el éxito de una persona en Chile, la de actuar servilmente buscando un favor en Guatemala, la de cambiar de bando o de partido político por conveniencia personal en España, México o El Salvador, y la de masturbarse en parte del área centroamericana (de chaquetearse ‘masturbarse’).

5.6ñ Un gran número de los derivados en -a, -e, -o admiten también la interpretación de efecto, como mezcla, pesca, reforma, corte, abono y muchos más. Los que proceden de verbos de uso técnico restringido son en su mayoría transparentes si se conoce el sentido del verbo. Así pues, azolve designa la acción o el efecto de azolvar; deshierbe o desyerbe, la de deshierbar o desyerbar; entore, la de entorar; descalce, la de descalzar (‘socavar’, como en descalzar raíces), característica de la agricultura: El suelo se disgrega tendiendo a recuperar su nivel inicial desprendiéndose de las raíces que quedan entonces al aire, y este descalce de las mismas es mucho mayor en las tierras turbosas (González Vázquez, Alimentación). De aterrar (‘cubrir con tierra’) se deriva aterro: Cada tío llevaba en sus espaldas una pesada finca —hacienda, dirías vos—, aterro de matazales ahogándose encharcados (Rossi, María). La interpretación de efecto es también transparente en otros casos. De uno de los sentidos de amarrar (‘hacer trampa’) se deriva amarre (‘treta, componenda’), común en los países andinos y en México: Me ha dicho que ponga toda la plata que tengo porque hay un amarre para que gane Lady Di (Bayly, Días).

5.6o La interpretación de efecto destaca sobre la de acción en un gran número de derivados (como antes, se interpreta el proceso derivativo como parte de la morfología sincrónica). A ese extenso grupo pertenecen los siguientes, que corresponden a los tres sufijos:

acuerdo, adobo, agobio, ahogo, ajuste, alivio, anticipo, aplique, aprieto, apunte, arreglo, asombro, atasco, atraso, bosquejo, calco, cálculo, cambio, canto, cargo, castigo, cita, cobro, consuelo, cuenta, demora, derroche, desahogo, descarte, desembolso, desgaste, despilfarro, despiste, despojo, destrozo, deterioro, dibujo, disparo, dote, empaste, empate, engaño, envío, estampa, excusa, grito, guiño, guiso, implante, importe, impuesto, informe, insulto, mareo, mejora, mezcla, mofa, monda, mordisco, muestra, olvido, paga, pliegue, queja, quiebro, rebaja, rebaje, rebote, recargo, recuerdo, regalo, remiendo, reporte, reseña, retraso, revuelto, rizo, ruego, saldo, saludo, sobra, sofoco, tiro, trazo, tropiezo, ultraje.

Como en otros muchos casos similares, el efecto de las acciones puede ser material (deterioro, dibujo) o no serlo (despiste, desahogo). Los sentidos particulares que adquiere la interpretación de efecto no son siempre fáciles de calcular cuando se sale de los usos relativamente técnicos a los que se ha hecho referencia. Así, en su interpretación de efecto, rebaje designa la parte de una pieza cuyo espesor se ha rebajado, mientras que en la de acción (común en el Río de la Plata) expresa —en uno de sus sentidos— el proceso de reducir la marcha de un automóvil: […] tercera y otra vez freno y rebaje en los descensos vertiginosos (Gasulla, Culminación). Se considerarán diversas restricciones contextuales de estos sustantivos en los apartados siguientes, y también en los § 5.11i, j.

5.6p Una serie de derivados en -o que denotan ‘efecto’ designan cantidades económicas. Así, ingreso puede parafrasearse como ‘la cantidad de dinero que se ingresa’. Pertenecen a este grupo adelanto, adeudo, ahorro, anticipo, atraso, débito, depósito, descuento, devengo y pago, a los que pueden añadirse reembolso, desembolso y entero (de enterar ‘pagar’), usado en México y en el área centroamericana: Los contribuyentes convinieron en su oportunidad los adeudos a su cargo y al hacer entero de la última parcialidad,resulta que adeudan una cantidad superior a la original […] no obstante haber cubierto oportunamente 35 parcialidades” (Excélsior 11/7/1996). En Chile se emplea el sustantivo castigo (de castigar ‘reducir gastos’) como nombre de efecto para referirse a la cantidad de dinero que se paga como recargo o comisión: Chile, Argentina y Uruguay son buenos países donde cambiar dinero europeo, pues el castigo es similar al de Europa (Lux, Chile).

5.6q Entre los derivados en -e de este grupo, cabe señalar importe, ajuste y desgrave. El segundo se usa en Nicaragua, Guatemala, Panamá y otros países centroamericanos, así como en parte del área caribeña, para designar el precio acordado para un trabajo hecho a destajo. El sustantivo desgrave se registra en Venezuela, la Argentina y otros países en el sentido de ‘cantidad desgravada’, y también en el de ‘acción de desgravar’. Se usa repele (de repelar) en Venezuela con referencia al dinero y también a la comida y otras materias que restan o sobran después de alguna actuación: Se aprobaron 522 millardos, ¿pero qué pasó? Que de esos 522 millardos, el Tribunal Supremo de Justicia tomó 510 millardos, entonces, con el repele que quedó que se conformen los trabajadores (Frontera 16/12/2008). Se documenta asimismo en la lengua de la agricultura en España como derivado de repelar (‘cortar, pelar, cercenar’). Entre los derivados en -a correspondientes a este grupo cabe señalar paga, deuda, entrega y arruga (‘deuda retrasada’), este último propio del español conversacional peruano: Está negociando las formas de pago de una arruga de alrededor de 11 millones de dólares (Caretas 14/3/2002).

5.6r Otros derivados deverbales en -o asociados con la noción de ‘efecto’ designan sonidos de diferente naturaleza, o bien ciertas acciones que suelen comportarlos. Están entre esas voces grito, hipo, lamento, lloro (existe también llorido, § 5.9l, m), rebuzno, relincho, resoplo, respiro, rezongo, silbo, sollozo, suspiro, susurro, trueno, a las que pueden añadirse aúllo y maúllo, menos frecuentes que aullido y maullido, de igual significado. Sobre el sufijo -ido en otras formaciones similares (balar > balido), véanse los § 5.9l, m. Son también numerosos los derivados que se usan, sobre todo en contextos atributivos, para caracterizar acciones o situaciones, como cuando se dice de algo o alguien que es un espanto, un encanto, un disparate o (en algunos países) un arrastre, en el sentido de ‘rémora’, como en Debe frenar su afán de iniciativa, que es un arrastre de la época industrial (Jauretche, Pelo). En las áreas mexicana, centroamericana, rioplatense y chilena se utiliza más este nombre con el sentido de ‘éxito, buena aceptación, atractivo, pegue’, sobre todo en la expresión tener arrastre: La Caponera (interpretada por Blanca Guerra), así llamada “quizá por el arrastre que tenía con los hombres” (Paranaguá, Ripstein). En Colombia, tal vez por extensión de este uso, también significa amante12.3m).

5.6s Designan instrumentos, medios o recursos otros muchos sustantivos derivados mediante sufijos vocálicos. Predominan aquí los terminados en -e, como acople, alargue, cierre, empalme, enchufe, enganche, envase, remolque, soporte. Se usa engrane (‘rueda dentada’) en México y algunos países centroamericanos (engranaje en otros): Gírelo hasta que las poleas del desviador estén alineadas directamente bajo el engrane que lleva la cadena (Lesur, Bicicletas). Se registran asimismo derivados en -o correspondientes a este grupo: adorno, aparejo, aviso, barreno, cerco, rallo. Es también instrumental cierro (‘valla, cercado’), voz propia de zonas rurales del área mexicana y centroamericana, así como de la chilena: ¿Con qué porquería de cierro te descuartizaste? ¿Estaba sucio? (Carballido, Soñar). Se usa, además, en Andalucía, Santander y otras partes de España, unas veces con el sentido de ‘valla’, como en Lorenzo se situó contra la pared, al resguardo de un cierro (Caballero Bonald, Pájaros), y otras con el de ‘ventana’: La habitación de tío Ramón tenía un cierro grandísimo que daba a la calle (Mendicutti, Palomo). En México se documenta separo (‘celda de aislamiento’). Pueden añadirse a esta lista refuerzo (en el sentido de ‘pieza para reforzar’, aunque se extiende también a las personas y a cosas no materiales) y recibo (en el de ‘escrito o resguardo para atestiguar que se recibe algo’). Entre los escasos derivados en -a de este grupo, cabe mencionar cerca y el poco usado toa, que designaba cierta soga de arrastre para barcos (de toar ‘llevar a remolque una embarcación’). Sobre los que designan lugares (albergue, consulta, cruce), véase el § 6.12x; los que se refieren a tiempos o a períodos (poda, siembra, veraneo) se examinan en el § 6.12z; los que designan personas (escolta, escucha, guía) se consideran en el § 6.11ñ; finalmente, algunos expresan propiedades, estados y actitudes (acierto, disimulo, encono, entrega), por lo que se asimilan a los nombres de cualidad.

5.6t Muchos derivados en -a, -e, -o están restringidos sintácticamente. Unos pocos se usan más en plural (como en las sobras de una comida, las vistas de una habitación, este último, raro fuera de España), a veces en el interior de alguna expresión idiomática: a resultas (de algo), en ciernes, a marchas forzadas, a portes debidos (solo en España), hacer (algo) trizas, con miras (a algo), soltar amarras3.8f y ss.). La relación de sustantivos derivados en -a, -e -o que aparecen sobre todo en modismos o en expresiones semiidiomáticas es más extensa. Pertenecen a ese grupo los que se subrayan a continuación:

a buen recaudo, en remojo, acuse de recibo, toque de queda, ni por asomo, a la baja, al quite, al acecho, al abrigo (de algo), ir a la deriva, ir a remolque (de alguien o de algo), tener aguante (para algo), a galope, al trote, a nado, tener un tropiezo, dar (algo) un vuelco, dar (o tomar) un respiro.

Más restringidos geográficamente están los que aparecen en dar el camelo, dar el pego, estar en la vil chilla o de un saque, entre otros similares.

5.6u A la vez que se crean derivados nuevos mediante los tres sufijos vocálicos, sobre todo con -e y -o, desaparecen voces formadas con ellos. Tienen hoy poco uso los sustantivos atolondro, baila, cambia, cobra, derramo, dona, espante, fisga, gano, hincha (como nombre de acción o efecto), postula, procura, punza, rasa, seca o sosiega, pero se atestiguan todavía en textos recientes (europeos y americanos) atranco, empujo, rebusco o rumia entre otros similares:

No saben ya cómo salir del atranco en que se metieron (Unamuno, Epistolario); Los ejércitos conservadores fueron cayendo ante el empujo de los liberales (Britton, Siglo); Empezó el más minucioso e indecente rebusco, descerrajando muebles, y sin perdonar los colchones de la enferma (Mármol, Amalia); Oyó este un sollozo ahogado y con trazas de inacabable, la rumia de una desesperación sofocada y patética (Caballero Bonald, Pájaros).

5.6v El uso de dura por duración, ya infrecuente, se documenta en ciertos ámbitos del lenguaje jurídico de España: Tendría obligación de indemnizar al propietario; siendo de quince años la dura de la acción para exigir este resarcimiento (Maura, Dictámenes). Es propio de este mismo lenguaje el uso de quita para referirse a la condonación de una deuda: Se reunieron para intentar llegar a un acuerdo tras la ruptura de las negociaciones al no aceptar Bankinter la quita propuesta por Dole Food (Mundo [Esp.] 9/1/1996). Resigna por renuncia era propio del lenguaje eclesiástico en España: Admitió la resigna del Obispo de Huesca (Fuente, Historia V). Poseen también uso restringido seca por sequía en la agricultura, o descarrilo por descarrilamiento en el lenguaje ferroviario, entre otros sustantivos formados con esta misma pauta:

La seca persiste o, mejor dicho, las lluvias que hacen falta para recomponer la humedad en los suelos […] se hacen esperar (Nación [Arg.] 29/10/2003); El coche Fiat reparado por obreros de TEA retomó su marcha a las 21.30 de ayer luego de ser devuelto a las vías tras un descarrilo (Hora Digital 19/10/2007).

5.6w Es frecuente que se formen o se rescaten derivados deverbales —de significado casi siempre transparente—, aun cuando existan en el idioma otras soluciones léxicas para el sentido que se quiere expresar. Estos procesos son característicos de la lengua conversacional, de la popular y a veces de la rural. Así, comienzo es palabra común, pero empiezo es hoy de escaso uso, aunque está en el DRAE desde las primeras ediciones y se registra en algunos países del área caribeña: Diría que todo es cierto al empiezo de la madruga (Chaparro, Empiezo). Aunque existe el sustantivo solución, se ha acuñado resuelve (de resolver) en Panamá, Puerto Rico, Colombia y otros países del área caribeña: Un ‘resuelve’ a la sudoración excesiva […] (Prensa [Pan.] 24/6/2004). Igualmente, aunque saludo es de uso general, se registra salude en el español rural panameño.

5.6x Otras muchas veces el nuevo derivado es paralelo a otro ya existente de mayor cuerpo fónico, al que agrega algún matiz expresivo. Así, aunque exista desparramamiento, se forma desparrame, además del menos usado desparramo: Emilia comienza a recoger el desparramo de ropas y objetos y a meter todo de vuelta en las mochilas (Álvarez, Catedral). A pesar de la existencia de acelero (nombre de cualidad) y de aceleramiento (nombre de proceso), se forma acelere (‘rapidez, premura’), extendido en el habla conversacional de muchos países: Entraron los policías con acelere de payasos, corriendo de un lado para otro, dando órdenes a gritos, apuntando con carabinas (Jodorowsky, Pájaro). El sustantivo degenere (propio del registro coloquial y usado a veces con intención festiva) expresa de forma más vívida la noción de ‘proceso en curso’ que degeneración: Lo que no admito es el degenere […], pero el sexo bien llevado, piel a piel, es muy sagrado (Hoy [Chile] 24/12/1984). Existen otros muchos casos similares.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
sufijo vocálico

 

Nueva gramática de la lengua española
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