Morfología

5. La derivación nominal (I). Nombres de acción y efecto

5.2 El sufijo -ción y sus variantes (I). Aspectos morfofonológicos

5.2a El sufijo -ción destaca por su productividad en el paradigma derivativo de los nombres de acción deverbales. Procede del latín -tĭo, -ōnis. El sufijo -ción, de origen culto, coexiste con -zón, patrimonial, aunque son escasos los dobletes (cremación ~ quemazón). También alterna con las variantes -sión (incluir > inclusión) e -ión (confesar > confesión), cuya distribución se explicará en las páginas que siguen. Todos estos sustantivos derivados son femeninos, pero se documentan algunos masculinos entre los terminados en -zón (remezón, estremezón), así como algunos de ambos géneros (armazón). Se ejemplifican a continuación algunos sustantivos derivados en -ción con verbos pertenecientes a las tres conjugaciones:

Derivados de verbos en -ar: abdicación, agitación, apreciación, creación, delegación, mediación, oscilación, predestinación, vacunación, variación, verificación.

Derivados de verbos en -er: aparición, composición, demolición, disposición, obtención, perdición, resolución.

Dderivados de verbos en -ir: abolición, definición, fundición, nutrición, partición, petición, prohibición, recepción, reducción, restitución.

5.2b El estudio de las propiedades morfofonológicas de los derivados en -ción se enfrenta a numerosas irregularidades, resultado de la confluencia de formas heredadas del latín o del español antiguo (muchas veces sin relación con verbos existentes en la actualidad) y formaciones nuevas. En los derivados actuales, -ción se adjunta al tema verbal (formado por la raíz y la vocal temática; véase el § 4.1d), con ciertas excepciones que se estudiarán enseguida. La vocal temática de estos derivados es la característica de los temas de participio, que coinciden con los de infinitivo en la primera conjugación (consumar > consum-a-ción, junto a consumado) y en la tercera (consumir > consum-i-ción, junto a consumido), pero no en la segunda (demoler > demol-i-ción, como en demolido, no *demoleción). Los derivados en -ción de verbos en -er constituyen el grupo menos numeroso de los tres. Dentro de él son muy pocos los casos en que se mantiene la vocal temática, como en perdición o en los desusados movición (pero movención hoy en algunos países, como se explicará en el § 5.3a) y vendición (de vender), actual venta: Hizo vendición de su parte al príncipe por precio de diez y seis mil maravedís (Zurita, Anales I). También es este segundo grupo el que presenta mayor número de irregularidades. Por el contrario, el grupo formado por los verbos de la primera conjugación es el más numeroso de los tres, y muchos de los derivados que corresponden a esa clase se obtienen sin provocar cambios en la base ni alteraciones en el sufijo. Se reconocen, sin embargo, reajustes de tipo morfofonológico (producto, como se ha señalado, de procesos históricos) en los derivados de los tres paradigmas.

5.2c Son muchos los casos en los que se producen alteraciones morfofonológicas en el proceso que se describe. Se da a veces la elisión de la vocal temática y, como resultado de la confluencia del sufijo con la consonante final de la raíz, la conversión de esta en /k/, como en cocer > cocción; deducir > deducción. Se han formulado varias generalizaciones en la morfología sincrónica para explicar otras alternancias similares, cuyo análisis diacrónico se establece en función de otro tipo de razonamientos (§ 1.6g, también 7.1f y ss.). Así, se ha observado que -ción puede originar otros cambios en la consonante final de la raíz verbal, como su ensordecimiento, en el caso de /b/ (recepción, transcripción), o incluso su elisión, como sucede frecuentemente con la /t/ (adopción, invención). Las modificaciones pueden ir también asociadas a cambios en el vocalismo de la raíz, como la sustitución de /i/ por /e/ en dirigir > dirección. La haplología es sistemática en los derivados de los verbos en -ecer, como en aparecer > aparición (no *aparecición), entre otros que se analizarán abajo. En los apartados que siguen, se agruparán estas y otras irregularidades morfofonológicas características del sufijo -ción. Estos ajustes morfofonológicos se examinarán aquí con criterios sincrónicos, como se hace por lo general en las gramáticas descriptivas actuales, pero no se omitirá la referencia a los factores históricos fundamentales que subyacen a estos procesos. Las polémicas que surgen en cuanto a la legitimidad de estos dos enfoques en la morfología derivativa, así como a la comparación de los resultados a los que se llega desde cada uno, se resumen en los § 1.6. y 7.1f y ss.

5.2d Pierden la vocal temática característica de los verbos una serie numerosa de sustantivos derivados en -ción. Son raros, por ejemplo, los verbos terminados en -uir que mantienen dicha vocal ante el sufijo -ción, como sucede en intuir > intu-i-ción (latín medieval intuitio, -onis). Constituyen, en cambio, un grupo numeroso los sustantivos derivados de verbos terminados en -uir que se forman con la variante -ución, por tanto sin vocal temática. Son los que están vinculados con los derivados latinos de statuĕre ‘establecer’ (constituir > constitución; instituir > institución; prostituir > prostitución; restituir > restitución; sustituir > sustitución) o de tribuĕre ‘asignar’ (atribuir > atribución; contribuir > contribución; retribuir > retribución). No se forman, pues, voces como *constitu-i-ción o *atribu-i-ción, en contraste con la citada intu-i-ción. Los verbos que se relacionan con los derivados (latinos o romances) del latín struĕre (‘disponer, reunir’) terminan en -struir y forman derivados en -cción: construir > construcción; destruir > destrucción; instruir > instrucción. Los sustantivos terminados en -sión ~ -ción derivados de verbos en -uir (como concluir > conclusión) se analizarán en el § 5.2t. En estos y otros muchos casos que se verán a lo largo de este capítulo, las irregularidades morfofonológicas que se postulan en la morfología sincrónica son innecesarias en la diacrónica, ya que los cultismos calcan formaciones latinas.

5.2e Tampoco mantienen la vocal temática los sustantivos en -ción derivados de los verbos que terminan en -tener, como detención (no *deten-i-ción, aunque exista detenido), contención, obtención, retención, abstención, atención. Ya no se usa tención (de tener), que se empleó al menos hasta el siglo xix: Visión, tención y fruyción / tendrás allá con las almas (Osuna, Abecedario V). Se emplea entretención como derivado deverbal de entretener(se) en Chile, México, Costa Rica, Panamá, la República Dominicana, el Ecuador y otros países, como en Yo creo que es válido hacer programas de mera entretención (Época [Chile] 19/5/1997), a menudo en alternancia con entretenimiento, empleado casi en exclusiva en las demás áreas. De mantener se deriva mantención, ya desusado en el español europeo pero vivo en algunos países americanos, entre ellos Chile y Panamá; también se registra en el Ecuador, Guatemala y el área rioplatense: Las ropas merecen especial cuidado, tanto en su mantención como en su aseo (Artigas, Sobrevivencia). En los demás países se emplea mantenimiento en este sentido. El sustantivo manutención procede diacrónicamente de manutener (verbo poco usado fuera del lenguaje jurídico), pero se asocia sincrónicamente con mantener en su sentido de ‘costear las necesidades económicas’. También se forman sin vocal temática otros muchos derivados irregulares, aun así sujetos a ciertas pautas morfológicas, como se indicará en los apartados siguientes.

5.2f Como se ha explicado, las principales irregularidades morfofonológicas que se obtienen en los derivados deverbales en -ción afectan a bases léxicas que —con pocas excepciones— no suelen ser palabras españolas, sino voces latinas (§ 10.1h). El origen latino de algunos verbos explica que se puedan establecer generalizaciones morfofonológicas sobre los derivados de verbos que comparten una misma terminación en la actualidad, si bien no es siempre legítimo identificar dicha terminación con un morfema del español contemporáneo (§ 5.1ñ y ss.). En los § 10.1h y ss. se alude a la polémica en torno a si -cibir, -ducir y los demás segmentos mencionados en los paradigmas que siguen son o no propiamente morfemas del español. Se entenderá aquí que han de ser considerados segmentos morfológicos, no solo porque representan antiguos verbos latinos, sino porque determinan de manera objetiva la constitución formal de estas voces derivadas. Aun así, al contrario de lo que sucede con los morfemas propios, no es posible relacionar estos segmentos con un mismo significado. Debido a esta carencia semántica, algunos autores evitan opciones como “verbos terminados en -cibir”, que se preferirá aquí, y prefieren fórmulas como “verbos formados con la pauta X-cibir”, o bien “verbos acabados en /siˈbiɾ/ ~ /θiˈbiɾ/” —donde, como se ve, la terminación se trata como una mera secuencia fonológica— para presentar estos mismos paradigmas. Las primeras generalizaciones sobre los derivados en -ción que se obtienen a partir de las terminaciones verbales son las siguientes:

Verbos terminados en -cibir. Forman derivados en -cepción, como en apercepción, percepción, recepción. Está hoy perdido el verbo decebir ‘engañar’, por lo que no se considera voz derivada decepción (latín tardío deceptĭo, -ōnis).

Verbos terminados en -ducir. Forman derivados en -ducción, como en abducción, aducción, conducción, deducción, inducción, producción, reducción, traducción.

Verbos terminados en -scribir. Forman derivados en -scripción, como en adscripción, circunscripción, descripción, inscripción, prescripción, proscripción, suscripción, transcripción.

Verbos terminados en -poner. Forman derivados en -posición, como en composición, contraposición, deposición, disposición, exposición, imposición, interposición, oposición, predisposición, presuposición, proposición, reposición, suposición, transposición. Nótese que, en términos sincrónicos, es dudoso que aposición se pueda considerar derivado de aponer.

Verbos terminados en -sumir. Forman derivados en -sunción, como en asunción, presunción, reasunción, subsunción. Se diferencian en su significado consunción y consumición, el último con mantenimiento de la vocal temática. Ambas formas proceden de consumir, pero se especializa cada una en un uso distinto de este verbo.

Verbos terminados en -solver. Forman derivados en -solución, como en absolución, disolución, resolución.

Verbos terminados en -traer. Forman derivados en -tracción, como en traer > tracción o en abstracción, contracción, detracción, distracción, extracción, retracción, retrotracción, sustracción.

En cuanto a la distinción entre raíz y morfema en las voces así formadas, suele proponerse en la morfología sincrónica que estas voces exigen bases supletivas. Así pues, recep- sería una base supletiva de recib- en recep- + -ción > recepción. También se han descrito estos paradigmas aislando diversos procesos fonológicos en ellos: ensordecimiento de la consonante final /b/ > /p/ en suscribir > suscripción; velarización y oclusivización de /s/ ~ /θ/ > /k/ en conducir > conducción, etc. En los apartados que siguen se presentarán las alternancias morfofonológicas con la misma notación simplificada que se ha usado en este.

5.2g Presentan más irregularidades los sustantivos que proceden de verbos de otras terminaciones. Cabe establecer algunos grupos, entre ellos los siguientes:

Verbos terminados en -decir. Forman derivados en -dicción, como en dicción (< decir) o en contradicción, predicción. Ya no se usa interdecir, por lo que no puede asociarse en la lengua actual con interdicción. Se exceptúan bendecir y maldecir (> bendición, maldición; no *bendicción, *maldicción), pero el primero se ajustaba a esta pauta en los textos antiguos: Diole la bendiccion paternal que el padre deue dar asu fillo (Rey don Jayme). No tiene derivados desdecir.

Verbos terminados en -venir. Cuando toman el sufijo -ción, forman derivados en -vención, sin vocal temática, como en convención, contravención, intervención, prevención, reconvención, subvención. No se usa hoy el verbo invenir, por lo que no se considera derivado invención. Con escasas excepciones (entre ellas el español rural de la República Dominicana), no se documenta el verbo desprevenir, pero es de uso general el adjetivo desprevenido, con el que se asocia desprevención6.5g). También es excepción el verbo venir, del que se deriva venida. El verbo sobrevenir no posee sustantivo deverbal en la actualidad, aunque hasta el siglo xvi se documentaba el nombre sobrevenida, derivado de la forma participial (§ 5.8).

Verbos terminados en -egir, -igir, -eger, -ergir y -erger. Varios de ellos forman derivados en -ección, como en elegir > elección. A este grupo pertenecen rección, corrección, aflicción, dirección, protección. En cambio, exigir > exigencia; converger (o convergir) > convergencia; divergir > divergencia. Aunque existe recolegir, ya desusado, el sustantivo recolección se asocia con recolectar. En la morfología sincrónica no se suele considerar deverbal el nombre erección (lat. erectĭo, -ōnis), pero la acepción 2 del DRAE (‘fundación, institución’) mantiene de un modo claro su vínculo con erigir. Se documenta recientemente erectarse en algunos países americanos.

Verbos terminados en -facer. Forman derivados en -facción. No obstante, este proceso es discutible como parte de la morfología sincrónica, ya que, con la excepción de satisfacer > satisfacción, ninguno de los verbos de esta clase se usa en la actualidad: contrafacer > contrafacción; desfacer > desfacción; rarefacer > rarefacción; refacer > refacción. No se pueden asociar con bases verbales españolas calefacción (latín tardío calefactĭo, -ōnis), rubefacción (lat. rubefacĕre ‘poner rojo’), tumefacción, estupefacción (nombre de estado, más que de acción), etc. Aun así, se ha creado recientemente, como forma regresiva, el verbo calefactar. De calefacción se deriva calefaccionar, empleado en el Río de la Plata y en Chile: La Ruby causa tal ebullición que debe tener calefaccionando este salón entero (Donoso, Elefantes).

5.2h Algo más compleja es la formación de derivados en -ción a partir de verbos acabados en -tar. La mayor parte de los terminados en -etar forman derivados en -eción, por tanto, con pérdida de la -t-, además de la vocal temática, como en sujetar (antiguo subjectar) > sujeción; concretar > concreción; objetar > objeción; repletar > repleción (el último solo usado como tecnicismo); secretar > secreción; excretar > excreción. Apenas se usa ya compleción (< completar), excepto en el lenguaje técnico como posible calco del inglés completion. Las pautas que unifican estas series las proporcionan verbos latinos como iactāre, frecuentativo de iacĕre (‘echar’), o plere (‘llenar’). El verbo excretāre se formó sobre excrētus, participio de excrescĕre. Así pues, en español no es posible segmentar *ex-cretar, ya que este verbo se constituyó sobre una base que resulta opaca en nuestra lengua. Solo es posible, por consiguiente, establecer un paradigma de origen latino dentro del cual cobra sentido el derivado excreción. Forman también derivados en -ción con pérdida de -t- y de la vocal temática otros verbos terminados en -tar, como editar (> edición, no *editación).

5.2i A esta última serie pertenecen los sustantivos aserción (< asertar, limitado al lenguaje técnico de la filosofía y la lingüística); canción (< cantar) y ejecución (< ejecutar), entre otros. Sobre el sustantivo concreción (< concretar), véanse los § 6.5e y ss. Cabría, en principio, asignar también a este paradigma los verbos opositar y depositar. Aun así, es discutible que el primero constituya la base de oposición, ya que parece darse el proceso contrario (oposición > opositar). La mayor parte de verbos terminados en -ctar forman derivados en -cción, como en desinfectar > desinfección; infectar > infección; redactar > redacción o en -xión (conectar > conexión), que constituye otra manifestación gráfica de /kˈsion/. Es poco usado reflectar (aplicado solo a la luz), por lo que reflexión no se suele considerar voz derivada. En los países en los que se emplea colectar se percibe con mayor claridad su vínculo con colección.

5.2j En los apartados precedentes se mostraron varios procesos de pérdida de la vocal temática junto con la de la consonante que la precede. Pero los derivados que corresponden a esta pauta son más numerosos. Así, unción (lat. unctĭo, -ōnis) se asocia con el verbo ungir (lat. ungĕre) y podría considerarse sincrónicamente derivado de él si se entiende que la posición de /x/ ante /s/ o /θ/ da lugar a un grupo consonántico imposible en español (/xs/ o /xθ/), lo que fuerza la pérdida de dicha consonante (nótese que tampoco son posibles palabras como *ungción). El mismo análisis se extiende, siempre desde el punto de vista sincrónico, a absorber (> absorción, no *absorbción); extinguir (extinción, no *extingción) y a otros verbos. No se ajustan, en cambio, a pautas reconocibles en español actual procesos como redimir > redención (lat. redemptĭo, -ōnis) o constreñir > constricción (latín tardío constrictĭo, -ōnis). No se considera palabra derivada en la morfología del español prestidigitación, que solo se asocia con el sustantivo prestidigitador. Tampoco lo es el nombre traición, que remite al antiguo verbo traer (también trahir ‘traicionar’): Non tardo mucho que Jullio Çessar fue traido (Zorita, Árbol). El sustantivo resurrección (latín tardío resurrectĭo, -ōnis) se asocia con resucitar; el derivado delectación (lat. delectatĭo, -ōnis), con deleitar, a pesar del origen provenzal de este verbo. Existen otros muchos casos similares.

5.2k El proceso devolver > devolución ha quedado asimismo aislado en el sistema morfológico del español de hoy, ya que es difícil extenderlo, en la morfología sincrónica, a los demás nombres terminados en -volución. Los sustantivos evolución e involución proceden respectivamente de evolutĭo, -ōnis e involutĭo, -ōnis, y no pueden asociarse con verbo alguno en el español actual. Es discutible que revolución (lat. revolutĭo, -ōnis) pueda considerarse hoy derivado de revolver, ya que —a pesar de la conexión metafórica que existe entre esas voces— la morfología sincrónica exige mayor vínculo semántico en los procesos derivativos. También pone en duda ese proceso el hecho de que exista revolución > revolucionar, frente a lo que es habitual en los derivados en -ción: § 5.1s. Otras voces terminadas en -ción que no se consideran derivadas en la morfología sincrónica son acción y sus compuestos interacción y reacción, coalición, contracepción, convección, disquisición, inspección, premonición, prospección, vacación (aunque existe vacar, no siempre relacionado hoy con ese sustantivo). Se extiende la formación de verbos a algunos de estos nombres (acción > accionar; inspección > inspeccionar; reacción > reaccionar; vacación > vacacionar, y otros que se mencionaron en el § 5.1t).

5.2l Son raros los casos en los que parece reconocerse la pauta N-ación o N-ición. Estos sustantivos designan procesos o períodos más que propiamente acciones: lunación (‘tiempo que tarda la Luna en pasar de una conjunción con el Sol a la siguiente’); dentición (‘tiempo en que se echa la dentadura’); placentación (‘implantación del embrión de los mamíferos placentarios en el útero de la madre, con formación de una placenta’). Varias de estas voces son cultismos (latín tardío lunatĭo, -ōnis; lat. dentitĭo, -ōnis, etc.) que corresponden a una pauta que tuvo vitalidad en latín. Es problemática, en cambio, la segmentación que estos derivados han de recibir en la morfología sincrónica del español. En efecto, para segmentar el sustantivo sidrificación en la forma sidrific-a-ción, habría que suponer el verbo no atestiguado *sidrificar. Si la palabra se segmenta, en cambio, como sidr-ificación, se debe acudir a la pauta N-ificación, que es anómala en la morfología del español actual.

5.2m Varios nombres derivados en -ción que contienen prefijos negativos no se obtienen a partir de verbos, sino de otros sustantivos. Así, inatención se segmenta en la forma [in][atención], no *[inaten][ción], puesto que no existe *inatender (frente a desatender) ni *inatento (frente a desatento). Al mismo grupo pertenecen inadaptación, indefensión, indefinición y otros sustantivos. Aun así, se ha propuesto que algunos de estos nombres podrían tener base adjetiva (indefenso > indefensión; inadaptado > inadaptación), en cuanto denotan cualidades o propiedades, en lugar de efectos. De hecho, una serie limitada de derivados en -ción (o sus variantes) se asocia en la conciencia lingüística de los hablantes con adjetivos en lugar de con verbos, como sucede en conciso > concisión; corrupto > corrupción; erecto > erección; estupefacto > estupefacción. Véase sobre este punto el § 6.5g. No es nombre de cualidad insurrección, aunque se pueda asociar con insurrecto, ya que este sustantivo se utiliza como nombre de acción.

5.2n Los verbos correspondientes a ciertas formas prefijadas son menos usados que los sustantivos con los que esas formas se relacionan. De este modo, mientras que existen pocos testimonios de ultracorregir y de radiocomunicar, son muy abundantes los de ultra corrección y radiocomunicación. Aun así, se comprueba que se va extendiendo el empleo de algunos de estos verbos. Están documentados, con mayor o menor frecuencia, autoinducción y autoinducir, coproducción y coproducir, fotocomposición y fotocomponer, hemoaglutinación y hemoaglutinar. La desigual frecuencia de uso de los nombres y los verbos se refleja también en los diccionarios, ya que es habitual que los verbos no se recojan, pero sí se dé cabida en ellos a los sustantivos derivados. Se ajustan a la estructura de los compuestos nominales (N-N) drogadicción, vasoconstricción y venopunción, entre otros. Se describen en el § 11.5e.

5.2ñ Como se ha señalado, el sufijo -ción presenta, además de la variante vernácula -zón, las variantes -ión (rebelar > rebelión) y -sión (percutir > percusión). Obsérvese que se debe decidir a veces si la variante aislada es -sión o -ión teniendo en cuenta las posibles alternancias morfofonológicas a las que da lugar la base verbal. Así, en la palabra remisión se suele postular la variante del sufijo -ión, pues se entiende que la -s- pertenece al tema verbal. En efecto, la segmentación [remis][ión] tiene, frente a [remi][sión], la ventaja de que contiene una base léxica supletiva para el verbo remitir (remis-) que aparece en remiso, remisible, remisivo, etc. El mismo razonamiento se aplica a otros muchos casos similares. En cambio, el verbo percutir forma los derivados percutido, percutible o percutor, lo que hace pensar que la segmentación más conveniente para percusión es [percu][sión], con posible elisión de la -t final de la base verbal para evitar una secuencia -ts- que el español tiende a evitar. No se documenta, en efecto, independientemente la forma percus- como variante del tema verbal. En este texto se hablará de la terminación -sión, como se ha hecho en casos análogos introducidos en los apartados precedentes. Ello no significa que en todos los nombres deverbales terminados en -sión haya de aislarse este segmento como alomorfo del sufijo, ya que, tal como se ha explicado, la consonante -s- puede formar parte en ciertos casos de una variante supletiva de la raíz.

5.2o Es oportuno recordar, a propósito de la cuestión que se suscitó en el apartado precedente, que el latín formaba sustantivos deverbales partiendo tanto del tema de presente como del tema de participio pasado. Algunos especialistas en la morfología diacrónica postulan que el sufijo latino -ĭo, -iōnis se adjuntaba al tema del participio perfecto pasivo, lo que da lugar a voces terminadas en -sĭo, -siōnis o -tĭo, -tiōnis, que se transmiten por vía culta al español. Estas justificaciones de índole etimológica dan cuenta de latinismos como gestión o combustión, sustantivos que en la conciencia lingüística de los hablantes ya no se sienten como deverbales, puesto que se ha perdido la base léxica de derivación: los verbos latinos gerĕre y comburĕre, respectivamente. Conviene, pues, tener en cuenta que, se asocien o no con verbos existentes en la actualidad, casi todas las voces españolas terminadas en -sión son latinismos. Aun así, siguiendo las pautas generales del análisis morfológico que han sido introducidas, en los apartados siguientes se mostrará la forma en que se pueden analizar como palabras derivadas en la morfología sincrónica.

5.2p La terminación -sión es elegida por los sustantivos derivados de verbos que pertenecen a varios grupos morfológicos, especialmente a los siguientes:

Verbos terminados en -mitir, como en admitir > admisión. Al mismo grupo pertenecen emisión, dimisión, omisión, permisión (menos usado que permiso), remisión, transmisión, retransmisión.

Verbos terminados en -meter, como en comisión (de delitos), de cometer; intromisión (no *entromisión, por tanto con alteración en el prefijo de entrometer); sumisión (está documentado somisión en el español medieval, lat. submissĭo, -ōnis); promisión (lat. promissĭo, -ōnis), menos usado que promesa.

Verbos terminados en -primir. Forman derivados terminados en -presión, por tanto con alteración de la raíz, como en comprimir > compresión (no *comprimisión ni *comprisión). A este grupo pertenecen depresión, impresión, opresión, represión, supresión. El sustantivo expresión pertenece a este mismo paradigma. El verbo exprimir se documenta ampliamente con este uso en la lengua antigua, como en Los hombres exprimen los conceptos del corazón con las palabras (Lope Vega, Peregrino), y se está recuperando en la actual por calco del francés. El nombre expresión se asocia en la conciencia lingüística de los hablantes con el verbo expresar5.2v).

Verbos terminados en -ceder. Forman, con algunas excepciones, derivados en -cesión, como en ceder > cesión. A este grupo pertenecen accesión (menos usado que acceso), concesión, intercesión, retrocesión (menos usado que retroceso), sucesión. El sustantivo procesión pertenece a esta pauta, pero es discutible que se vincule con el verbo proceder en la conciencia lingüística de los hablantes.

Tal como se explicó en los apartados precedentes, cabe también otro análisis de estos derivados. Puede entenderse, en efecto, que no se segmentan comisión, depresión o concesión en las formas [comi][sión], [depre][sión], [conce][sión], sino en las formas [comis][ión], [depres][ión], [conces][ión]. En estas otras segmentaciones, la variante del sufijo -ción es -ión, de forma que la consonante -s- pasa a integrarse en una variante supletiva de la raíz: comis-, depres-, conces-.

5.2q Los verbos terminados en -der o -dir poseen variantes supletivas con -s-, con lo que se obtienen procesos como ceder > cesión; conceder > concesión; agredir > agresión. Pertenecen a la misma pauta decisión, disuasión, elisión, evasión, incisión, invasión, persuasión, etc. La variante supletiva de la raíz (es decir, conces-, agres-, etc.) aparece en otros derivados: concesible, agresivo, etc. No posee, en cambio, estructura morfológica digresión (lat. digressĭo, -ōnis, derivado de digressus, participio de digrĕdi ‘alejarse’). No pueden asociarse con un verbo español efusión (lat. effusĭo, -ōnis), afusión (latín tardío affusĭo, -ōnis) o profusión (lat. profusĭo, -ōnis), entre otros.

5.2r Presenta más irregularidades la derivación de sustantivos terminados en -sión a partir de los verbos que acaban en -nder y -ndir. De extender se deriva extensión (no *extención), mientras que de atender se obtiene atención (no *atensión). La pauta más frecuente es la primera de las dos, como en comprender > comprensión o en ascensión, defensión (menos usado que defensa o que su antónimo indefensión), descensión (menos usado que descenso), ofensión (menos usado que ofensa), pretensión (de pretender, frente a pretención ‘cualidad de pretencioso’), propensión, reprensión, suspensión. Existe también accesión (lat. accessĭo, -ōnis). No se asocia aprensión con aprender, aunque sí aprehensión con aprehender. No tienen derivados en -sión otros verbos terminados en -ender, como encender, del que se obtiene el sustantivo participial encendido, o condescender, del que se deriva condescendencia6.3p y ss., si bien este último no es nombre de acción). Son derivados de verbos terminados en -ndir los sustantivos escisión (de escindir), rescisión y expansión; otros, como fusión (también existe fundición, con otro sentido), confusión, difusión, infusión o transfusión, corresponden a verbos que acaban en -fundir (lat. -fundĕre ‘echar, derramar’).

5.2s Un proceso morfofonológico similar proporciona (en el análisis sincrónico) bases supletivas en -s- a los verbos terminados en -tir o -ter, como en verter > versión; convertir > conversión. A este grupo pertenecen también inversión, perversión, reconversión, reversión, subversión, entre otros. Carecen, en cambio, de verbo correspondiente en español, y no se consideran palabras derivadas, animadversión (lat. animadversĭo, -ōnis) o aversión (lat. aversĭo, -ōnis), que son cultismos. Los sustantivos percusión y repercusión se asocian hoy con percutir y repercutir, en lugar de con percudir y repercudir, menos usados.

5.2t El grupo de los verbos terminados en -dir presenta otras irregularidades: de rendir se obtiene rendición (no *rendisión ni *rensión); de sacudir, sacudida o sacudimiento; de añadir, añadido y añadidura; de refundir, refundición (no *refusión ni *refunsión), y de reincidir, reincidencia. De los verbos terminados en -cluir (lat. cludĕre ‘cerrar’) se derivan sustantivos en -ión a través de bases supletivas en -s- y pérdida de la vocal temática, como en recluir > reclusión (lat. reclusĭo, -ōnis), ocluir > oclusión; concluir > conclusión. Nótese que la existencia de formas como concluso o conclusivo apoya también la segmentación [conclus][ión] (con conclus- como base supletiva de la raíz) en lugar de [conclu][sión]. No se interpreta en el análisis sincrónico como nombre deverbal colisión (lat. collisĭo, -ōnis, de collidĕre ‘chocar’), del que se deriva colisionar. En registros muy formales —a menudo, el lenguaje jurídico— de las áreas centroamericana, caribeña, andina, rioplatense y chilena se documenta ocasionalmente el verbo colidir, como en Si coliden un derecho y una ley es porque esa ley no es “de derecho” (Ramis, Esencia).

5.2u La variante -ión se conserva también en cultismos como confesión, progresión o el ya poco usado abusión: La costumbre y abusión de enterrar vivos los criados y las mugeres con el hombre principal defuncto, también se usava y guardava en aquella tierra (Inca Garcilaso, Florida). Todos ellos se derivan de bases léxicas terminadas en -s y sin vocal temática. Representan la continuación culta de derivados latinos (confessĭo, -ōnis, progressĭo, -ōnis, abusĭo, -ōnis), procedentes a su vez de verbos deponentes que no han dejado huella en español (confitēri, progrĕdi, abūti). La pérdida del elemento que se hallaba en el origen de la familia léxica se ha solventado en nuestra lengua mediante la creación de nuevos verbos, generalmente con el sufijo verbalizador -ar (véase el § 8.6a), para rellenar las lagunas en la serie derivativa (confesar, progresar, abusar). En el apartado siguiente, se examinarán los verbos que admiten derivados en -ión considerando el proceso en términos sincrónicos.

5.2v Como se acaba de señalar, se obtienen derivados en -ión a partir de una serie de verbos terminados en -sar. A los mencionados confesar, progresar y abusar cabe añadir dispersar, expresar, precisar, revisar, supervisar, de los que se obtienen respectivamente dispersión, expresión, precisión, revisión, supervisión. Junto a revisión, se usa revisación en el Río de la Plata, casi siempre restringido a revisación médica: Se presentó a la revisación médica con un amuleto (Martínez, Perón). Sobre la relación entre expresión y exprimir, recuérdese el § 5.2p. También pertenecen a este grupo los derivados en -ión de los verbos terminados en -pulsar, como expulsión, impulsión (menos usado que impulso), pro pulsión, pulsión, repulsión o retropropulsión, que pueden derivarse respectivamente de expulsar, impulsar, propulsar, pulsar, repulsar (poco usado) y retropropulsar. No se percibe, en cambio, relación sincrónica entre compulsar y compulsión. El verbo latino pulsāre era el frecuentativo de pellĕre, y se formó a partir del participio de este último (pulsus). Existen en español algunos dobletes, como expeler ~ expulsar; impeler ~ impulsar; repeler ~ repulsar, que ponen de manifiesto esa misma relación. En cuanto al sustantivo profesión, no se suele relacionar con profesar en la conciencia lingüística de los hablantes, salvo en secuencias como profesión de fe.

5.2w Más irregular aún es la relación que puede establecerse sincrónicamente entre ver y visión (lat. visĭo, -ōnis, formado sobre el participio visus, de vidēre). Contienen el segmento -visión tanto el nombre previsión (derivado de prever), como provisión (de proveer, asociado en latín con la misma base léxica: providēre). Otros sustantivos terminados en -ión que cabe derivar de verbos en el análisis sincrónico son rebelión (< rebelar) y los formados a partir de unir y los verbos que se derivan de él: unión (< unir); desunión (< desunir); reunión (< reunir). Cabría agregar opinión al grupo de los sustantivos derivados en -ión, pero no se trata de un nombre de acción, por lo que, tal como sugiere el DRAE, es preferible optar por la dirección contraria (opinión > opinar ‘formar o sustentar una opinión’, véase el § 1.6k).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
haplología

 

Nueva gramática de la lengua española
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