Morfología

7.La derivación adjetival y adverbial

7.4 Sufijos característicos de los adjetivos calificativos (II). Los sufijos de grado extremo -ísimo/-ísima, -érrimo/-érrima

7.4a Los sufijos -ísimo/-ísima (lat. -issĭmus, -a, -um) y -érrimo/-érrima (lat. -errĭmus, -a, -um) suelen analizarse junto con las construcciones superlativas. No obstante, como se explica en los § 45.13a-c, los llamados superlativos absolutos no presentan en el español actual las propiedades que caracterizan sintácticamente a los demás superlativos, sino que se comportan como adjetivos de grado extremo o adjetivos elativos13.3).

7.4b El sufijo -ísimo/-ísima se une a un gran número de adjetivos calificativos que adquieren el significado de grado extremo de la cualidad, casi siempre con connotaciones expresivas, lo que ha llevado a algunos autores a agruparlos con los sufijos apreciativos (§ 9.1i). Los adjetivos que permiten derivados en A-ísimo forman un grupo muy amplio. El DRAE solo suele recoger los que presentan particularidades morfofonológicas, aplicando el mismo criterio que se tiene en cuenta con los derivados en -ito y otros sufijos apreciativos. No aparecen, pues, en el DRAE varios de los adjetivos que se mencionan a continuación, pero todos ellos son comunes:

bellísimo, contentísimo, cordialísimo, durísimo, fecundísimo, ferocísimo, generosísimo, gravísimo, honestísimo, inteligentísimo, intensísimo, larguísimo, levísimo, lindísimo, modestísimo, negrísimo, nerviosísimo, numerosísimo, oscurísimo, peligrosísimo, prudentísimo, purísimo, rarísimo, secretísimo, sencillísimo.

Los adjetivos en -ísimo/-ísima forman en español un paradigma breve de tratamientos que se aplican a quienes tienen determinados títulos o dignidades: excelentísimo, ilustrísimo, reverendísimo, serenísimo. Por sus connotaciones afectivas, los adjetivos derivados mediante este sufijo son muy raros en el lenguaje científico y en el técnico, pero muy frecuentes en el familiar.

7.4c Los cuantificadores bastante, cuanto, mucho, poco y tanto admiten superlativos derivados en -ísimo. El de bastante es mucho menos usado en la lengua actual que en la antigua, al menos hasta el siglo xvii y principios del xviii:

Ya la república cristiana está bien pertrechada, y tiene bastantísimo reparo contra este daño general que aquí digo (Malón Chaide, Conversión); De este presupuesto se induce bastantísima prueba (Sigüenza Góngora, Libra); Tiene uno bastantísimo trabajo con las propias pesadillas rabiando por encizañarme, como para tener que cargar con las ajenas (Alviz, Son).

Las demás formas en -ísimo de estos cuantificadores (cuantísimo —muy frecuente en España—, muchísimo, poquísimo y tantísimo) admiten usos adjetivales (cuantísimo tiempo, muchísimo trabajo, poquísima vergüenza, tantísimos años), adverbiales y pronominales, como las voces de las que proceden, siempre con connotaciones expresivas:

No era posible contar los hombres que llegaron; eran muchísimos y caminaban ordenadamente (Jiménez, F., Traducción Popol); Celebraban muchos bautizos y poquísimos matrimonios (Deber 18/10/2004); Y dado que todo ha subido tantísimo, hemos acordado, solo para entrar en pláticas, un aumento del veinticinco por ciento en nuestros salarios (Santander, Corrido); Muchísimos lo adoran por sus milagros (Méndez, M., Peregrinos).

A diferencia de cuanto, cuantísimo solo se utiliza encabezando grupos sintácticos exclamativos como en ¡Cuantísimo podía vislumbrarse aquí! (Pombo, Metro). En el habla popular de algunas regiones de la España meridional se registra la variante cuantismo, que no ha pasado a la lengua culta. Admiten también -ísimo algunos adjetivos de naturaleza identificativa, como mismo > mismísimo. Lo hacen igualmente los ordinales primero (de primerísima fila) y último (ultimísima novedad). Aceptan asimismo -ísimo/-ísima los adverbios cerca, deprisa, despacio, lejos, pronto, tarde y temprano, entre otros, pero lo rechazan muchos adverbios en -mente, con muy escasas excepciones que se tratan en el § 7.14n.

7.4d Entienden algunos gramáticos que -ísim- debe ser considerado interfijo, de manera similar a como se ha considerado -it- en los diminutivos. Aducen a favor de ese análisis el que -ísimo/-ísima respete la vocal final en los adverbios cerca (cerquísima) y deprisa (deprisísima), y el que mantenga la consonante final en lejos (lej-ísim-os). Este análisis no se extiende, en cambio, a la variante lejísimo, que también se considera correcta. Alternan una y otra en parte de las áreas centroamericana, caribeña y rioplatense; en las demás suele predominar lejísimos:

Lo tiré lejísimos, mirando hacia la isla, lo más duro que pude para que la resaca no me lo devolviera (Rossi, María); Estaba ahora en Santos Suárez, por la Calzada de Jesús del Monte, lejísimo (Cabrera Infante, Habana).

7.4e Se perciben más alternancias de diptongación en los derivados en -ísimo/-ísima que en los que se obtienen con otros sufijos. Aunque en la mayor parte de los casos predominan las variantes con diptongación en la lengua actual, se observan alternancias en los pares siguientes, entre otros:

ardentísimo ~ ardientísimo; bonísimo ~ buenísimo; calentísimo ~ calientísimo; certísimo ~ ciertísimo; destrísimo ~ diestrísimo; ferventísimo ~ fervientísimo; fortísimo ~ fuertísimo; grosísimo ~ gruesísimo; incertísimo ~ inciertísimo; novísimo ~ nuevísimo; recentísimo ~ recientísimo; ternísimo ~ tiernísimo; valentísimo ~ valientísimo.

7.4f Los factores que regulan la distribución de esas formas son variables. Así, se suele preferir calientísimo en las mismas áreas en las que se usa calientito9.1ñ). Otras veces, la distribución no es geográfica, sino que atiende a otras variables sociolingüísticas. Se suelen considerar populares o conversacionales las formas ciertísimo, fuertísimo y valientísimo, mientras que ardentísimo, bonísimo y ferventísimo se sienten muy cultas. Se observa en algunos hablantes cierta tendencia a emplear nuevísimo en el sentido físico (un traje nuevísimo), a la vez que reservan novísimo para el uso figurado (aproximadamente ‘muy reciente’, como en una noticia novísima), pero no todos dividen de esta forma los usos de estas dos variantes. He aquí algunos ejemplos de las alternancias mencionadas agrupados por pares:

Los adultos no sospechan jamás, o quieren imaginar que no existen, lazos íntimos y fuertísimos entre sus niños y la gente prohibida (García Ramis, Días); Sentía un dolor fortísimo en la parte izquierda del pecho (Álvarez Gil, Naufragios); Y uno se siente dueño, domador de un paisaje, de algo que ve, ciertísimo, aquí, frente los ojos (González León, Viejo); El Almirante concibió en su corazón certísima confianza de hallar lo que pretendía (Roa Bastos, Vigilia); […] en esta cama que está toda revolcada y calientísima (Martín Campo, Carreteras); Allí me hice una larga friega con agua calentísima de la canilla (Fogwill, Cantos).

7.4g El sufijo -ísimo posee la variante -císimo, que aparece en combinación con adjetivos terminados en -n, como joven (jovencísimo), bribón (briboncísimo), barrigón (barrigoncísimo), fregón (fregoncísimo) o ruin (ruincísimo). Se registran, no obstante, numerosas excepciones: catalán (catalanísimo), común (comunísimo), haragán (haraganísimo). También aparece la variante -císimo con algunos adjetivos terminados en -dor (como en trabajador > trabajadorcísimo, paralelo a trabajadorcito, en alternancia con trabajadorísimo, que se considera menos recomendable) y en -or (mayor > mayorcísimo). Hasta hace poco tiempo alternaban popularcísimo (hoy ya poco usado) y popularísimo, así como amplicísimo (forma ya en desuso) y amplísimo. Como derivados de amigo alternan hoy el cultismo amicísimo (lat. amicissĭmus) y la voz patrimonial amiguísimo, con preferencia por esta última. Se ejemplifican a continuación algunas de estas alternancias, en forma de pares:

¡Ese es el famoso Petardo Lermes, popularísimo en Bogotá! (Rivera, Vorágine); Y por último, en la noche, se realizará el baile de gala con las popularcísimas: “Banda Cohuich”, y “La Recoditos” (Periódico Express 3/12/2008); […] como si se conocieran y fueran amiguísimos (Vargas Llosa, Lituma); El paje es amicísimo del teatro (Azorín, Sancho); En el análisis de la vida, hechos y obras de esta singular, inquieta y trabajadorísima mujer, percibimos características de monstruosidades equiparables (Dallal, Estudios); Además, él es inteligentísimo, talentosísimo y trabajadorcísimo (Caretas 10/1/2009).

Eligen -ísimo/-ísima, los adjetivos tenaz, eficaz y otros que terminan en /s/ (/θ/ en gran parte del español europeo) o cuya raíz termina en esa consonante al suprimir la vocal final: dulc(e) > dulc-. Como superlativo de parco se usó parcísimo en la lengua antigua, con pérdida de la consonante velar: Pero, si la humanidad es fingida con jeroglíficos y fábulas, habemos de andar parcísimos (Terrones, Instrucción).

7.4h Las bases supletivas son numerosas en estos derivados. Son irregulares los siguientes adjetivos, entre otros que también proceden directamente del latín: antiquísimo (antiguo), crudelísimo (menos usado que cruelísimo), fidelísimo (que alterna con fielísimo), frigidísimo (de frío, menos usado que friísimo), sapientísimo (sabio). Los adjetivos terminados en -ble7.10) presentan la variante -bil- en los derivados en -ísimo/-ísima, al igual que en los sustantivos en -(i)dad (amabilidad: § 6.1f). Se obtienen así agradabilísimo, amabilísimo, miserabilísimo, nobilísimo, notabilísimo, etc. Esta forma de derivación requiere, por consiguiente, variantes supletivas en la base como parte del análisis sincrónico (amabil-ísimo), pero algunos autores las evitan postulando en su lugar un interfijo y un proceso de haplología: amab(le) + -il- + -ísimo > amabilísimo. Se exceptúa el adjetivo poco usado feblísimo (de feble). Alternan endeblísimo y endebilísimo, de endeble. En muchas ocasiones, el segmento -ble no puede considerarse sufijo desde el punto de vista sincrónico. De hecho, los adjetivos más transparentes en -ble rechazan -ísimo (traducible, transportable, etc.). Véase también sobre este punto el § 7.10h. Se ejemplifican a continuación algunas de las alternancias mencionadas:

Mahler es fidelísimo de su propia estructura (Liberman, Gustav Mahler); Ya te sigo, fielísima doncella (Alcalá Galiano, Memorias); Nacen en páramos y punas frigidísimas (Antúnez, Dieta); Fui inmediatamente a saludar a mi mamá, que me dio un beso friísimo (Alatriste, Vivir); Los versos han resultado endeblísimos (Gómez Restrepo, Carta); Se forjó sobre endebilísimos cimientos (Unamuno, Recuerdos).

Es también irregular cursilísimo, con -l- epentética.

7.4i La formación de derivados rompe el diptongo /io/ y asimila las dos vocales /i/, como se ve en limpi(o) + -ísimo > limpísimo, así como en sucísimo o en el adverbio despacísimo; pero se rechazan los derivados de otros adjetivos similares a los mencionados (reacio, nutricio, etc.). No suelen admitir tampoco -ísimo/-ísima los adjetivos terminados en -ío (sombrío, tardío, vacío, etc.), con la excepción de frío, que forma friísimo, como se ha explicado, y de impío, que forma impiísimo: Fue puesto en grande angustia aquel impiísimo Rey (Estella, Vanidad). Tampoco admiten generalmente este morfema los adjetivos terminados en -uo, pero se documentan en los textos algunos testimonios de arduísimo (de arduo), ingenuísimo (de ingenuo), exigüísimo (de exiguo). También se registra ocasionalmente el derivado antigüísimo, que no se recomienda, en lugar del cultismo, de uso general hoy, antiquísimo (lat. antiquissmus).

7.4j El rechazo de algunos derivados en -ísimo/-ísima tiene otras veces causas semánticas. Resultan poco naturales las formas en -ísimo/-ísima de muchos adjetivos que poseen prefijos negativos: anormal (> anormalísimo frente a normalísimo), inapropiado (> inapropiadísimo frente a apropiadísimo), inútil (> inutilísimo frente a utilísimo). Esta asimetría es esperable, ya que los adjetivos que se mencionan no aceptan con entera naturalidad los adverbios de grado (resulta, en efecto, más natural muy útil que muy inútil). Se observa asimismo cierta tendencia a rechazar el afijo por parte de algunos adjetivos que ya han sufrido un proceso derivativo en español, sobre todo los formados mediante ciertos sufijos. Resulta, pues, natural la derivación amable > amabilísimo, pero muy forzada lavable > lavabilísimo. Véase el § 7.10c sobre otras diferencias entre los grupos a los que pertenecen esos dos derivados en -ble. Tampoco acepta el sufijo insinuante (de insinuar), a diferencia de importante, que solo algunos consideran voz derivada en el análisis sincrónico. Por último, rechazan -ísimo/-ísima muchos derivados despectivos (feúcho, grandote, etc.) y diminutivos (pequeñito, rojito, etc.), pero se registran excepciones, como chiquito > chiquitísimo.

7.4k Por razones semánticas, tienden a rechazar -ísimo/-ísima los adjetivos de relación, puesto que no denotan propiedades graduables. Algunos adjetivos relacionales que se reinterpretan como calificativos aceptan, en cambio, el sufijo (una canción popularísima, una costumbre mexicanísima, un monarca cristianísimo: § 13.12u), pero otros no lo admiten, incluso aunque se haya dado este cambio de categoría, acaso porque se imponen las constricciones formales a las que se aludió en los apartados precedentes (por ejemplo, el diptongo final en literario: § 7.4i).

7.4l Los participios pasivos rechazan -ísimo/-ísima en los tiempos compuestos (He leído este libro), en las construcciones absolutas (Una vez estudiada la lección, …) y en otros usos similares; pero lo admiten en algunas perífrasis verbales, en particular en aquellas en las que el participio está más cerca de los usos atributivos, como en Tenía preparadísimo el discurso o en Me aseguró que estaba prohibidísimo conducir con el carné pasado de fecha (Millás, Articuentos). Como es de esperar, los participios que han pasado a usarse como adjetivos (en alguno de sus significados) aceptan -ísimo/-ísima sin dificultad. A ese amplio grupo pertenecen los siguientes, entre otros muchos:

abultadísimo, afortunadísimo, agradecidísimo, atrevidísimo, cargadísimo, celebradísimo, contadísimo (por ejemplo, en contadísimas ocasiones), estudiadísimo, movidísimo, pesadísimo, pobladísimo, queridísimo, refinadísimo, restringidísimo, trabajadísimo, etc.

Véase también el § 28.16a.

7.4m Poseen significación expresiva los escasos sustantivos que admiten estos derivados (campeonísimo, generalísimo), algunos de los cuales pueden adquirir connotaciones burlescas, como cuñadísimo, nietísimo, vecinísimo o hermanísimo: El dolorido hermanísimo, un servidor, respondo justamente cogiendo por el cuello al petulante príncipe (Cabrera Infante, Tigres). En las áreas mexicana y centroamericana se registra el adjetivo padrísimo, derivado del sustantivo padre (en su uso adjetival), con el significado de ‘magnífico, extraordinario’. Como se trata de un adjetivo, adquiere flexión de género:

Dijo que a él su mamá también le platicaba de niño unas historias padrísimas de los mayas y de Pancho Villa (Chavarría, Rojo); Se refieren a él como “Señor presidente”, lo que le provoca “un sentimiento padrísimo, entiendo ya por qué cuando los señores llegan ahí no quieren soltar el poder. Te sientes como el rey” (Proceso [Méx.] 13/10/1996).

7.4n Eligen -érrimo/-érrima las bases supletivas de un buen número de adjetivos que contienen [r] en su última sílaba:

acérrimo (de acre), aspérrimo (de áspero, menos usado que asperísimo), celebérrimo (de célebre), integérrimo (de íntegro, aunque se usa también integrísimo), libérrimo (de libre), misérrimo (de mísero), nigérrimo (de negro, menos usado que negrísimo), paupérrimo (de pobre, menos usado hoy que pobrísimo), pulquérrimo (de pulcro, de escaso uso, junto a pulcrísimo), salubérrimo (de salubre).

En el español coloquial de muchos países se usan con intención sarcástica o paródica buenérrimo, elegantérrimo, guapérrimo, tristérrimo y algunos otros derivados. No tiene base española ubérrimo (lat. uberrmus, de uber ‘fértil’). Con las excepciones mencionadas relativas al español conversacional, todas las bases del sufijo -érrimo/-érrima son variantes alternantes cultas de origen latino. No se forman, pues, derivados en -érrimo/-érrima a partir de voces patrimoniales españolas.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
elativo, grado superlativo

 

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