Morfología

8. La derivación verbal. La parasíntesis

8.8 Verbos derivados en -ar y sus variantes (III). Formas parasintéticas. Los tipos en-A-ar y en-N-ar. Otras pautas morfológicas

8.8a Se forman en español muchos verbos derivados mediante los esquemas en-A-ar y en-N-ar, pero la lengua antigua conoció un número aún mayor. En la actualidad el esquema en-A-ar da lugar a verbos de interpretación causativa análoga a la que corresponde a las formas en a-A-ar y A-ar. Así, endulzar, derivado de dulce, significa ‘poner dulce’. Posee la variante pronominal endulzarse, que significa ‘ponerse dulce’, es decir, pasar al estado o la propiedad designada por ese adjetivo. Se observa el mismo proceso en los siguientes verbos, entre otros:

emborrachar(se), embravar(se) —menos usado que embravecer(se)—, encorvar(se), enfoscar(se) (de fosco, ‘hosco, desapacible’), engalanar(se), enhuecar(se), ensanchar(se), ensuciar(se), entibiar(se), enturbiar(se).

Son escasos los usos intransitivos no pronominales de los verbos que pertenecen a este esquema. Se emplean como intransitivos enviudar (‘quedar viudo o viuda’), engordar (‘ponerse gordo’, que también acepta el uso transitivo: engordar el ganado), emparentar (‘hacerse pariente’ o ‘entrar en relación de parentesco’) y empeorar (‘ir a peor’). Los verbos emparentar y empeorar se usan también como transitivos. El pronombre se es necesario en casi todos los demás para obtener la interpretación intransitiva. Véanse también sobre este punto el § 34.6e y también los § 41.13 y 41.14.

8.8b La lengua antigua formó un gran número de verbos en en-A-ar y en-N-ar. Casi todos se han perdido o han sido sustituidos por verbos construidos con otras pautas morfológicas. Así, enllenar (‘llenar’) se documenta en el siglo xiii en ejemplos como Dieron las dueñas tan grandes gritos que tod el mont enllenaron dellos (Alfonso X, General Estoria II) y se perdió en el siglo xvi, pero permaneció en el lenguaje rural de zonas de Chile y el Río de la Plata. También se usa ocasionalmente en zonas rurales del occidente y del sur de España, aunque no es propio de la lengua culta. Sobre esta misma pauta en-A-ar se crearon, entre otros, los verbos siguientes. Con posibles excepciones (como enranciar o enrasar), son poco usados en la lengua actual o están restringidos a ámbitos dialectales:

embastardar, embeodar, embermejar, embizcar, enalbar, enanchar (registrado en la lengua popular de Chile y el Uruguay, entre otros países), enangostar, encalvar, encautivar, encertar (de cierto), enclarar (de claro), enchicar, endurar, enfear, engrandar, enlaciar, enlerdar (de lerdo), enlisar, enranciar, enrasar, enrojar, enrubiar, entristar, entortar, enyertar.

8.8c Permanecen restos de la vitalidad de la pauta en-A-ar en el español de América y en el de algunas regiones de España, aunque no todos los verbos que se documentan en esas áreas sean herencia de formaciones antiguas. En la lengua medieval se usaba ensordar por ensordecer: Óyeme, y el afecto no te ensorde ni la esperanza del deleite te ciegue (Rojas, Celestina). Este mismo verbo se registra en la actualidad en Chile y el Río de la Plata, también como transitivo: Me ensordas con tus gritos. El verbo enseriarse (‘ponerse o volverse serio’) se emplea ocasionalmente en Andalucía (España), el área caribeña y algunos países andinos. Se documentan asimismo en América, aunque de manera irregular, los siguientes verbos:

enaltar(se) (‘ensalzar’, en Chile), enchuecar(se) (de chueco, ‘torcido’, en Chile, el área andina y algunos países centroamericanos), enflacar (en México), enfuertar(se) (en México), enmarchitar, entercar(se), entontar(se) (los dos últimos en Chile), enzoquetar(se) (en México, parte de Centroamérica y en el Caribe continental).

Se usa encalamocarse (de calamoco ‘confuso’) en el Caribe continental con el sentido de ‘confundirse, enredarse’: Cuando Don Tita Franco me la pregunta salteada, entonces me encalamoco, me vuelvo un ovillo, me asusto (Morón, Gallo). En México y América Central se utiliza el verbo encatrinarse (‘engalanarse’), que se deriva de catrín (‘elegante’). En zonas del occidente de España se documenta enviejar(se) (‘hacerse viejo’) y en el norte se registra encortar y también encurtiar (de curtiu ‘corto’). El español general conserva algunos participios, sustantivados o adjetivados, en en-N-ado, que se derivan de verbos con menos uso que dichos participios: encarnizado, endemoniado, endiablado, enmarañado.

8.8d Permanecen vivos en la lengua actual algunos verbos antiguos formados con la pauta en-A-ar (enfriar, engordar, engrosar, ensuciar, enturbiar) y se han originado muchos otros nuevos. A partir de la segunda mitad del siglo xv se fueron perdiendo un gran número de verbos antiguos de este grupo. Algunos permanecen o permanecieron en usos dialectales, como se ha señalado arriba, y otros fueron sustituidos por verbos creados mediante otros esquemas morfológicos. Así, existe el verbo emborrachar en el español general, formado sobre borracho, pero apenas se usan actualmente embizarrarse, enlozanarse, ensalvajarse y otros análogos que conoció la lengua antigua. La sustitución de la pauta en-A-ar por la pauta en-A-ecer es la que afecta a un número mayor de verbos. Entre otras muchas sustituciones, se produjeron las que se presentan a continuación. Debe advertirse, no obstante, que se trata de procesos graduales, ya que algunos de los verbos en en-A-ar todavía se registran en determinadas áreas. Con estas excepciones, el primer miembro de cada uno de los pares que siguen es hoy de menor uso que el segundo:

embravar ~ embravecer; encalvar ~ encalvecer; endurar ~ endurecer; engrandar ~ engrandecer; enrojar ~ enrojecer; ensordar ~ ensordecer; entristar ~ entristecer; enviejar ~ envejecer.

Tiene hoy mayor uso ahuecar que enhuecar y aclarar que enclarar, y están muy restringidos tanto empocar como empoquecer. Algunos verbos antiguos en en-A-ar no fueron sustituidos por otros y se perdieron, como enertarse (de yerto) o enferozarse (de feroz).

8.8e Existen en el español actual numerosos verbos que se ajustan al esquema en-N-ar(se), muchos de los cuales se corresponden con pautas significativas relativamente estables. Al igual que una gran parte de los verbos deadjetivales ajustados al esquema en-A-ar(se) se interpretan como el proceso que conduce al estado resultante expresado por el adjetivo, como se explicó en los apartados anteriores, también son muchos los verbos derivados mediante el esquema en-N-ar(se) que admiten interpretaciones similares. Así, enarcar es ‘dar forma de arco’, y endeudarse es ‘pasar a tener deudas’, es decir, ‘contraerlas’. También se usa entramparse con ese sentido en España, el Río de la Plata y otros países, y encalillarse (derivado de calilla ‘deuda’) en el español coloquial chileno: Se encalilló en préstamos a largo plazo. El verbo enchibolarse (de chibola) significa en el registro coloquial de El Salvador y otros países centroamericanos ‘enredarse en un asunto, equivocarse, confundirse’. En Venezuela se emplea empavar(se) (de pava ‘mala suerte’) con el sentido de ‘dar o tener mala suerte’: La cuadra parece estar empavada. Un suicidio y casi un muerto en menos de un mes (Herrera Luque, Casa). En el noroeste argentino se registra empavonar(se) como ‘poner(se) el ojo morado a causa de un golpe’, derivado del sustantivo pavón (‘pavo real’). Recuérdese el § 8.2i en relación con el verbo pavonearse. El sentido tradicional de enervar era ‘debilitar’, pero se ha extendido por influencia del francés el uso de este verbo con el significado de ‘producir un estado de nervios’, que se ajusta a la interpretación semántica de los verbos anteriores: Los abusos alcohólicos y sexuales lo enervan de una ansiedad iracunda (Herrera Luque, Casa).

8.8f Se obtienen interpretaciones similares a las descritas (en las que el sustantivo representa el estado final alcanzado por un proceso o llevado a cabo por alguna acción) en otros verbos de este mismo grupo: embrujar(se), enamorar(se), encariñar(se), enfiebrar(se) (‘entusiasmar(se)’ en el área caribeña), enlutar(se). Se deriva el verbo embromar(se) (‘molestar(se)’) en Venezuela del significado que allí tiene el sustantivo broma (‘pequeño molusco que se adhiere a los cascos de las construcciones navales y las deteriora’ y, por extensión, ‘molestia, fastidio’): ¿Novia usted, compadre, tan viejo y tan feo? No me embrome (Uslar Pietri, Oficio). En todos estos usos se percibe una relación, literal o figurada, entre el sustantivo y el verbo derivado en en-N-ar(se). Junto a estos empleos transparentes, existen otros relativamente opacos, al igual que sucedía con los verbos en N-ear, N-ar y a-N-ar. Así, el sustantivo cachimba designa en algunos países centroamericanos ‘cierta calabaza de forma alargada’ y —por extensión— también el ‘semblante adusto’ o la ‘expresión irritada del rostro’. El verbo encachimbarse es común allí con el sentido de ‘irritarse’: La gente se encachimbó y comenzó la protestadera (Flores, Siguamonta). Con este mismo significado se registra encachilarse (de cachilo, ‘enfadado, irritado’) en el Río de la Plata.

8.8g El sustantivo que funciona como base de derivación de muchos verbos en en-N-ar se interpreta unas veces como ‘lugar en donde’ o ‘lugar en el que culmina alguna acción’, y otras como paciente de ella. Así, los verbos embotellar y encalar se derivan de los sustantivos botella y cal, respectivamente, mediante dicho esquema, pero el primero significa aproximadamente ‘meter algo en una botella’ (y no, en cambio, ‘poner una botella en algún sitio’), mientras que el segundo equivale a ‘dar o echar cal a algo’ (y no, en cambio, a ‘poner alguna cosa en cal’ ni a ‘poner cal en algún lugar’). Como se ve, la aportación semántica del sustantivo a la interpretación del verbo es muy diferente en estos casos. A las dos interpretaciones del sustantivo de la base mencionada corresponden dos grupos de verbos, ambos numerosos. El primero será estudiado en los dos apartados siguientes. El segundo se analizará en los § 8.8j y ss.

8.8h Como se ha explicado, la base léxica de los verbos del primero de estos dos grupos denota el lugar en que termina lo que sufre alguna acción o aquello de lo que acaba por formar parte, como en embotellar ‘poner algo en una botella’. En este y otros muchos casos, el sustantivo de la base se interpreta como ‘recipiente o contenedor de algo’:

embalsar, embarcar, embaular, embolsar, embotellar, emboscar, embotijar, embuchar, empaquetar, emparedar, encajonar, encapsular, encarcelar, enclaustrar, encorralar, enchiquerar, enfundar, engavetar, enjabar (de jaba ‘cierto tipo de cajón’ en parte del área andina), enjaular, enlatar, ensobrar, entonelar, envainar, envalijar.

Aunque envasar se puede relacionar sincrónicamente con envase, envase es nombre deverbal de envasar, verbo derivado a su vez de vaso. Como se deduce de la relación anterior, el verbo enjaular coincide con embotellar en que jaula y botella se interpretan como lugares en los que se encierra, se ubica, se guarda o se vierte alguna cosa. A esos verbos se añaden los que se forman con sustantivos que pueden interpretarse como lugares en sentido figurado (encandilar, encumbrar, enfrascarse, empantanar), y también los que se constituyen con sustantivos que designan perímetros y espacios lineales (encaminar, encuadrar, engarzar, enmarcar, ensartar), a veces usados también figuradamente. De este modo, la expresión empantanarse un proyecto significa ‘detenerse, bloquearse’, por extensión del significado figurado de pantano ‘dificultad, estorbo grande’, que el DRAE recoge. Con un sentido análogo se usa el verbo entramparse, citado en el § 8.8e, que admite los significados de ‘enredarse’ y ‘contraer deudas’.

8.8i Es igualmente figurada la interpretación de red en enredar(se), que pertenece a este mismo grupo de verbos con la pauta en-N-ar(se); la del verbo encharralarse (‘embarullarse’, ‘enredarse’), que se usa en Honduras, Nicaragua y otros países centroamericanos, derivado de charral (‘maleza’, y también ‘cabellera’); la de gaveta en engavetar, que se aplica a los trámites legales en gran parte de las áreas centroamericana y caribeña con el sentido de ‘retrasarlos’; la de enconcharse (‘retraerse’); la de empilarse (de pila ‘batería’), empleado en el Perú y otros países andinos con el significado de ‘pasar a un estado de atención o excitación’; o la de encamburarse (de cambur ‘plátano’), que en Venezuela significa ‘encumbrarse gracias a razones partidistas o de amistad’: […] el actor con aspiraciones de alcalde y la objetiva periodista que finalmente se encamburó con sueldo oficial (Universal [Ven.] 8/11/2004).

8.8j El segundo de los dos grupos de verbos introducidos en el § 8.8g está formado por sustantivos que designan sustancias y materias que se untan, se adhieren o se superponen, así como muy diversos objetos que es posible aplicar o añadir a otra cosa para completarla o alterar su forma total o parcialmente:

embaldosar, embarnizar, embarrar, embetunar (también se usa abetunar), embrear, empapelar, empastar, empedrar, empolvar, enaceitar, encadenar, encalar, encementar, encerar, enchilar, encortinar, enfocar, enharinar, enjabonar, enjoyar, enladrillar, enmantecar, enmelar, enrejar, ensalitrar, ensalivar, ensebar, ensillar, ensogar, entablar, entablillar, entarimar, entintar, entiznar, entoldar, entunicar, enyesar.

Algunos de estos verbos alternan con variantes en N-ar: barnizar es más común que embarnizar; tiznar se usa más que entiznar; pero alternan aceitar y enaceitar, cementar y encementar. Interesa resaltar la contribución semántica del sustantivo al significado de los verbos de este grupo, que se adelantó en el § 8.8g: empolvar algo no significa ‘poner algo en polvo’, sino ‘poner o echar polvo a algo’, frente a lo que sucedía con los verbos del grupo anterior. Pertenece también a este segundo paradigma el verbo encasquillar, cuando se emplea en el sentido de ‘herrar’ (encasquillar una mula; derivado de casquillo, ‘herradura’), común a varios países americanos. Se asimila igualmente a este grupo entrabar (‘poner trabas’), que se utiliza en zonas de las áreas caribeña continental, andina y chilena: Dejen de entrabar la marcha de las decisiones y apliquen estas oportunamente (Chaparro Alfonzo, Integración). Este verbo admite una variante pronominal (Se entrabaron en una larga disputa). También se incluye aquí el verbo enchachar, usado en Centroamérica (‘sujetar fuertemente’ o ‘poner las esposas’), que se deriva de chacho, voz de origen náhuatl que significa ‘pegado, unido, siamés’: Si los tombos nos agarran, nos enchachan y nos canean […] (Prensa [Nic.] 5/12/1997), es decir, ‘Si los policías nos agarran, nos esposan y nos encarcelan…’.

8.8k Existen algunos verbos en a-N-ar que se ajustan a la pauta descrita en el apartado anterior, como alinderar, que se usa en el Caribe continental, así como en el Ecuador y otros países andinos (alinderar un terreno ‘ponerle linderos’), acolchar, acolchonar y acojinar, mientras que otros que se interpretan semánticamente de esta forma corresponden al esquema N-ar: alfombrar, azafranar, almidonar, barnizar. A este grupo pertenece asimismo aceitar (‘poner aceite’, no ‘poner en aceite’), que posee la variante aceitear, usada en Bolivia y otros países andinos. Son, en cambio, escasos los verbos en N-ar que, como almacenar o archivar, pertenecen al grupo primero (es decir, al de enjaular o embotellar). Esto da a entender que el valor locativo del prefijo en- (lat. in-) ejerce algún papel en la interpretación del sustantivo como lugar de destino de la noción designada por el verbo.

8.8l El sustantivo del que derivan muchos verbos del segundo grupo se ha interpretado a veces como complemento instrumental o de materia en las paráfrasis correspondientes, sobre todo si en lugar de ‘poner’ se entiende que la acción que se designa es propiamente la de ‘cubrir’ (encalar puede interpretarse como ‘cubrir con cal’). En varios países centroamericanos y caribeños se usa el verbo encabuyar —también escrito encabullar—, que significa ‘forrar con cabuya’ (‘cierta fibra procedente de la pita’; ‘colilla de cigarro’ en algunos países). La noción que expresa cubrir parece asimismo más apropiada que la que denota poner con los verbos empapelar, entintar o empedrar, frente a otros —como encadenar— a los que no se les aplica con igual propiedad. Debe tenerse en cuenta que en- conserva en algunos casos el valor de movimiento direccional (a, hacia) que «in + acusativo» tenía en latín, como se percibe en empuñar, enquiciar y otros verbos. Esta misma interpretación direccional se observa en los casos en los que el sustantivo sobre el que se forma el verbo parece designar el lugar al que se dirige o se orienta, física o figuradamente, la entidad a la que se refieren el sujeto o el objeto directo del verbo: embocar, encañonar, encarar, etc.

8.8m Como se vio en los apartados anteriores, son muy numerosas las interpretaciones metafóricas del sustantivo que funciona como base de derivación en los verbos en en-N-ar. Lo son especialmente las que corresponden a los que pertenecen al grupo en el que el sustantivo se interpreta como lugar en el que termina la acción. Así, es claro que la expresión embolsarse o embolsillarse el dinero (la segunda opción se prefiere en gran parte de las áreas caribeña, andina y rioplatense; también se usa embolsicarse en el Perú) no designa exactamente ‘la acción de ponerlo en una bolsa o en un bolsillo’. De igual modo, encajar algo no equivale tampoco a ‘ponerlo en una caja’. Como se mencionó en el § 8.8h, los sustantivos cumbre, candil y frasco pueden interpretarse figuradamente en encumbrar, encandilar y enfrascarse.

8.8n La vitalidad con que se percibe la presencia de los sustantivos de los que se derivan esos verbos es variable y depende en parte de la cultura léxica del hablante. Así, encandilar significó ‘acercar el candil’, de donde se derivó el sentido de ‘alumbrar’ y más tarde el de ‘deslumbrar’ (verbo que se emplea con sentido recto y traslaticio) y, por extensión, el de ‘embelesar’. Igual de transparente es el uso del verbo enchilar(se), derivado de chile, que se registra en México y parte de Centroamérica con el significado de ‘producir resquemor o enfurecer(se)’: Las risitas de algunos y el golpe mismo lo enchilaron y se levantó mentando madres (Hayen, Calle). Se usa además con el sentido de ‘llenarse de deudas’ en El Salvador y otros países centroamericanos. Es asimismo transparente el significado de encangrejarse (‘atascarse’), propio de Cuba y otros países antillanos (encangrejarse un mecanismo, un motor, una palanca), o el de encarpetar (‘archivar, olvidar’), propio de muchos países americanos: La Mesa Directiva […] encarpetó el proyecto (Caretas 21/12/1995).

8.8ñ La pauta des-N-ar permite variantes pronominales y se extiende a un número reducido de verbos: desquiciar (de quicio), desnortarse (‘perder el norte’), y también a descalabrarse, que ha perdido su relación con calavera en la conciencia lingüística de los hablantes, o a despabilarse, que tampoco la mantiene con pabilo o pábilo. Más transparente es la relación semántica entre despeñarse y peña, desbarrancarse y barranco, desriscarse y risco. No corresponden a este apartado verbos como desenchufar, que se forma sobre enchufar, no sobre enchufe. Su estructura morfológica no es, por tanto, des-N-ar, sino des-V. Se analizan estas formaciones en los § 10.10ñ-w.

8.8o La pauta con-N-ar es reconocida por algunos morfólogos en conformar, configurar y congraciar, pero no por otros; solo algunos asignan, de manera análoga, el esquema con-A-ar a los verbos condensar y confirmar. Otros esquemas parasintéticos de muy escasa productividad que se han propuesto a veces en los análisis morfológicos son los siguientes:

des-A-ar (desbastar, desbravar); entre-N-ar (entrecomar, entrecomillar); ex-A-ar (exacerbar, exaltar, exasperar, explanar, expropiar); ex-N-ar (exclaustrar, exfoliar, exhalar, explayar); pro-A-ar (prolongar); pro-N-ar (prohijar); re-N-ar (reciclar, recular); son-A-ar (sonrojar); tras-N-ar (trashumar, trasnochar, traspapelar, trasvasar).

Muchas de estas voces admiten variantes pronominales. La mayor parte de ellas proceden directamente de formaciones latinas.

 

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