Sintaxis

47 Construcciones condicionales y concesivas

47.16 Fórmulas concesivas duplicadas. Otras construcciones concesivas sin la conjunción aunque

47.16a La conjunción aunque se documenta a partir del siglo xiii: […] et aunque ffaga abondamiento de emienda por obra, ssegunt le mandare aquel a qui sse conffiesa (Alfonso X, Setenario). No obstante, no se extendió hasta el siglo xv, en especial seguida de indicativo. La conjunción maguer o maguera se usaba de forma general en el español medieval para introducir períodos concesivos con ambos modos:

Maguer que fue el fuego tan fuert e tan quemant, / nin plegó a la dueña nin plegó al ifant (Berceo, Milagros); Con su poder e su saber e su seso poblaron la meytad del mundo, e non gelo pudo ninguno contradezir, maguer non eran de su partiçion nin de su derecho (Cifar); Pero si anduuiese como libre treinta años dende adelante no lo podria demandar por sieruo maguera anduuiese fuydo a mala fe en tierra de xpistianos (Partidas).

Esta conjunción era ya poco utilizada en la lengua clásica, aunque se emplea en el Quijote con intención deliberadamente arcaizante: Maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita (Cervantes, Quijote I). Con esa misma intención se documenta en ocasiones en textos muy posteriores. La conjunción maguera, que muestra las cuatro variantes maguera, maguer, maguer que y maguera que, procede del griego bizantino makári (‘ojalá’), quizá a través de dialectos italianos. En su compleja evolución semántica pasó de la exclamación desiderativa al sentido concesivo a partir del marcado contraste que existe entre la expresión desiderativa y la inferencia negativa que se desprende de la prótasis.

47.16b En el español medieval era muy frecuente la correlación entre los subordinantes concesivos maguer, comoquier que o aunque y ciertas partículas adversativas, como empero, todavía, con todo eso o por eso en uso pleonástico, situadas delante de la apódosis. Esta marca de adversación reforzaba el valor concesivo de los subordinantes que no habían llegado a su total gramaticalización. El primero de los dos textos que siguen muestra la correlación maguer… pero…, y el segundo comoquier… empero…:

Et maguer este bautismo se face apriessa por mengua de las cosas que dicho habemos, pero tanto vale para haber firme creencia (Partidas); Ca cuemo quier que sancta maria madre de nuestro sennor ihesu xpisto. fue meior & mas alta que todos los apostoles; empero nol quiso dar el poder de ligar & de soluer (Alfonso X, Primera Partida).

Se registran a veces en la lengua contemporánea, sobre todo en la conversacional, otras correlaciones similares a estas, que muestran, como ellas, cierto grado de redundancia, como en A pesar de que estuvo poniendo problemas durante un par de horas, aceptó, sin embargo, todo lo que pedían, o en Así y todo, aún existía otro problema: los colores diluidos en aceite resultaban demasiado espesos (Andahazi, Secreto). También se emplean en fórmulas duplicadas, como en Se enfade o no se enfade, pienso ir a ese concierto de todos modos. Se analizarán las principales propiedades de estas fórmulas en los apartados siguientes.

47.16c Adquieren sentido concesivo las prótasis formadas por un verbo en subjuntivo no dependiente cuyo complemento constituye un grupo nominal definido que contiene una oración de relativo, de forma que el verbo de la relativa reproduce el inicial, como en Se ponga [la ropa que se ponga], siempre está elegante. No obstante, piensan algunos gramáticos que el segmento encerrado entre corchetes es oracional, en lugar de nominal, como se explicará en los apartados que siguen. Los grupos sintácticos que median entre los verbos duplicados pueden formarse también con «lo + adjetivo o adverbio», como en sea lo bueno que sea o cante lo bien que cante. Estas prótasis concesivas han sido llamadas de indiferencia porque su significado abarca todas las situaciones posibles que se consideran relevantes, de forma que ninguna de ellas invalida la conclusión que la apódosis establece.

47.16d Las prótasis concesivas de indiferencia admiten paráfrasis con relativas inespecíficas44.1z): Cualquiera que sea la ropa que se ponga, siempre está elegante. Con las concesivas de indiferencia y con los relativos inespecíficos se puede expresar lo que la conjunción aunque no permite manifestar, es decir, el conjunto inespecífico de situaciones que conducen a la conclusión única formulada en la apódosis. Las prótasis concesivas de indiferencia se dividen en dos grupos muy similares a los que caracterizan tradicionalmente las oraciones interrogativas, sean directas o indirectas (§ 42.7-9):

1. Parciales o particularizadoras

2. Totales, universales o disyuntivas

47.16e En las prótasis concesivas duplicadas del grupo 1 se introducen personas, lugares, tiempos y otras entidades análogas de forma parecida a como se hace en las interrogativas parciales (§ 42.9). Los grupos nominales que contienen son siempre definidos, como el que se subraya en el ejemplo propuesto Se ponga la ropa que se ponga… o en los textos siguientes:

¿Es que la obra de arte, tenga la tendencia que tenga, no nos hace mejores con la visión, la sensación de la belleza? (Azorín, Cervantes); No eres demasiado femenina, María sí que lo es, siempre lo ha sido, tenga la edad que tenga (Pombo, Metro); El Estado, y a través de él, el capital, tome la forma que tome, ha ganado ya la pelea por dos o tres siglos (Jodorowsky, Pájaro); Llegue el gobierno que llegue van a ser respetados ciertos lineamientos en lo económico, social y político (Salvador Hoy 28/2/1997).

Los sustantivos admiten asimismo diversos modificadores, especialmente posnominales: se ponga los vestidos de noche que se ponga, diga las tonterías absurdas que diga, etc. Es más frecuente, sin embargo, que las oraciones del grupo 1 se formen con relativas libres o semilibres (§ 44.1e y ss.), como en venga de donde venga, se ponga lo que se ponga o llame quien llame. He aquí otros ejemplos de esta pauta:

—Diga lo que diga, yo sé que eso le duele —dijo Nieves— (Vargas Llosa, Casa); Se haga lo que se haga, siempre es un mal negocio (Landero, Guitarrista); Sea quien sea, representa una temible amenaza (Buero, Lázaro); Yo investigaré la vida de Pamela y seguiré su rastro en el pasado, esté donde esté (Perucho, Pamela); Y te pongas como te pongas, las cosas son así (Vázquez Montalbán, Soledad); Llegue cuando llegue, llegará tarde (Provincias 27/10/2008).

47.16f Las prótasis concesivas de indiferencia del grupo 2 se denominan totales o universales porque son paralelas a las interrogativas totales (§ 42.7 y 42.8), de naturaleza disyuntiva. Estas se suelen dividir en polares o de o no (¿Vino Iván o no?) y alternativas (¿Vino Iván o David?). Las prótasis concesivas de indiferencia admiten la misma división. Las llamadas de o no se construyen con verbos en subjuntivo duplicados, como en Llame o no llame…; Te guste o no te guste…, o en los ejemplos que se reproducen a continuación:

Sea o no sea cierto, sé que dondequiera que se encuentre mi papá le encantará saber que he vuelto a tomar las clases de astronomía que dejé cuando me casé (Esquivel, Deseo); Tenga o no tenga timba, no va a negar un vaso a dos amigos que acaban de cruzar el desierto (Díez, Fuente); Y la verdad o las respuestas, lo creas o no, nos vienen de lo alto (Portal, Pago); No se nos pide nada a cambio, cobija a los guerrilleros quiera o no quiera el guerrillero, el preso político, esa amnistía se aplica y no más. Es una amnistía general sin condiciones (Alape, Paz).

Las alternativas se forman con grupos sintácticos distintos, aunque paralelos, igualmente construidos con verbo en subjuntivo. El segmento coordinado puede ser verbal, como en Te lleve de paseo o te traiga rosas…; Sean ustedes millonarios o trabajen por cuenta ajena…, pero también puede ser un argumento o un adjunto del verbo, como en Se trate de obras de arte o de piezas sin valor…; Te guste el campo o la playa… He aquí algunos ejemplos de la variante llamada alternativa:

De un trabajo duro en el campo, haga calor o frío […] no se puede sacar una idea de la naturaleza demasiado elaborada (Limón, Andalucía); Hace tiempo que en las sociedades industriales, gobiernen los conservadores o los socialdemócratas, hay una fuerte tendencia a la convergencia de programas (Estefanía, Economía); A fin de cuentas, me dirá el libertino, practiquemos la virtud o el vicio, el crimen o la comunicación, tanto da (Savater, Invitación); Su primera preocupación es dar de comer al pueblo y reconstruir el país sin renunciar a ninguna ayuda, venga del Este o del Oeste (ABC 6/8/1989).

En la lengua antigua, y a veces hasta en la actual, se registran también sin conjunción disyuntiva, como en Sean rricos, sean sanos, / Non les dé Dios ceguedad (Arcipreste Hita, Buen Amor). Esta opción ha dado lugar a la pauta sea… sea…, característica de los esquemas de coordinación (§ 31.3q, r).

47.16g Es habitual en estas últimas construcciones que el segmento coordinado se interprete en relación con algún elemento que aparece fuera del inciso que caracteriza la expresión disyuntiva, como en Necesitamos urgentemente un nuevo profesor, sea doctor o licenciado (véase el § 31.9f). Las dos estructuras sintácticas presentadas en el apartado precedente expresan el mismo significado que se obtiene con prótasis condicionales coordinadas con tanto… como…31.3p): te guste o no ~ tanto si te gusta como si no; se trate de obras de arte o de piezas sin valor ~ tanto si se trata de obras de arte como si se trata de piezas sin valor. Al igual que sucede en las construcciones desiderativas de subjuntivo (§ 42.2e y ss.), el sujeto o los complementos de los verbos que forman las prótasis concesivas de indiferencia se posponen siempre: diga Andrés lo que diga ~ *Andrés diga lo que diga; sea ello o no imprescindible ~ *ello sea o no imprescindible. También se posponen los adverbios que pudieran modificarlos: dijera entonces lo que dijera ~ *entonces dijera lo que dijera; digan ahora una cosa o la otra ~ *ahora digan una cosa o la otra.

47.16h En las prótasis concesivas de indiferencia polares (o de o no) se produce con frecuencia la elisión del segundo verbo, como en Me otorguen o no (me otorguen) el crédito, ampliaré la casa. En las parciales o particularizadoras es habitual que el segundo verbo no reproduzca exactamente al primero, sino que constituya una perífrasis verbal correspondiente a él, sea con verbo expreso (te miren como quieran mirarte, dígase lo que se quiera decir) o con verbo elidido:

Al despertar de la de mañana, otra gente, otro mundo, otra vida… Frente a ti, otros ojos que, te miren como quieran, nunca te mirarán como yo (Álvarez Quintero, Zagala); El dinero por sí no hace, dígase lo que se quiera, ni tierra ni trabajo (Unamuno, Caballero).

Sobre la elipsis del verbo en las perífrasis verbales, véanse los § 28.1m y ss. y también 42.7u. La repetición de formas verbales no mantiene en todos los casos los mismos tiempos. El modo que se elige es siempre el subjuntivo, como se ha explicado, pero se admiten correlaciones temporales como cante… cantare: Diga lo que dijere, le respondí, yo lo hago por ayudarle a buscar el pan (Fernández Lizardi, Periquillo), así como cantara… hubiera cantado (… dijera lo que hubiera dicho), la última menos frecuente.

47.16i Varios gramáticos han señalado que al segmento marcado entre corchetes en Se ponga [la ropa que se ponga], siempre está elegante corresponde la categoría de oración, no la de grupo nominal. Se plantea de nuevo, como se ve, la alternativa que se suscitaba al considerar la estructura sintáctica de las construcciones concesivas encabezadas por la preposición por47.15l). Entre otros argumentos a favor de la opción oracional, se ha hecho notar que, cuando el verbo duplicado tiene régimen preposicional, la preposición no aparece repetida: Siempre, hable de lo que hable, el corazón se le va hacia ese sueño de unir la belleza intrínseca […] y el testimonio moral (ABC Cultural 14/6/1996). No obstante, como en el caso de las construcciones concesivas con por, las dos opciones (estructura nominal y estructura oracional) parecen posibles en algunos casos. Así, junto a Vaya al sitio que vaya le van a dar una calidad de asistencia óptima (Mundo [Esp.] 26/2/2003) es igualmente posible Vaya al sitio al que vaya…, donde el grupo relativo subrayado encabeza una relativa especificativa. La coincidencia de preposiciones en las oraciones de relativo se analiza en los § 44.2t y ss. La que se da en las interrogativas indirectas se considera en el § 43.8p.

47.16j El componente -quiera (correspondiente a los latinos -vis o -lĭbet) de los relativos de generalización forma parte asimismo de la conjunción siquiera, que se gramaticalizó como subordinante concesivo en concurrencia con el verbo ser, siempre en subjuntivo. Siquiera equivale a aunque en estas construcciones:

Suele ya ser vergonzoso para los escritores ápteros oficiales, no citar de cuando en cuando, siquiera sea para censurar sordamente, a Paul Verlaine (Rubén Darío, Modernismo); No te mofes de los sentimientos religiosos de nadie, siquiera sea por respeto a las creencias de tus antepasados (Ramón Cajal, Charlas); Tampoco aspiraba yo a otra cosa que a escritor aficionado, ya que la profesionalidad, toda profesionalidad, siquiera fuese la profesionalidad literaria, me daba miedo (Umbral, Ninfas); Quería ser sincera con alguien, siquiera fuese una vez (Trapiello, Amigos).

Aunque no es construcción frecuente, se registra también sin verbo expreso: Además, tengo yo el gusto de invitarlos a ustedes, siquiera esta cosilla insignificante (Sánchez Ferlosio, Jarama). El uso de siquiera como adverbio (como en sin intentarlo siquiera) se analiza en el § 40.8j.

47.16k La frontera entre las estructuras yuxtapuestas y las coordinadas se hace tenue con así y con y eso que, que encabezan prótasis pospuestas. La conjunción concesiva así (distinta del adverbio así) se construye siempre con subjuntivo y admite paráfrasis con aunque, a pesar de o aun cuando. Se documenta ocasionalmente la locución concesiva así que con el mismo valor que así. En el uso más común, así se caracteriza por introducir un predicado de significación hiperbólica, como en No vuelvo a ese lugar así me maten, o en estos otros ejemplos:

Estaba recansado de esa tierra descomedida y no habría diablo que me sujetara, así tuviera un facón de tres brazadas (Güiraldes, Segundo); —Haré que te acepte ese libreto, así sea lo último que yo haga en mi vida (Allende, Eva).

Este significado se expresaba a menudo en el español clásico mediante la conjunción si:

Pensar yo que don Quijote mintiese, siendo el más verdadero hidalgo y el más noble caballero de sus tiempos, no es posible, que no dijera él una mentira si le asaetearan (Cervantes, Quijote II); Ofrezco no volver más, / si me costase la vida, / a dejarme retratar / de ti (Calderón, Pintor).

Sobre el uso de así con el sentido de ojalá, véase el § 32.5p.

47.16l En otro uso, más frecuente en el español americano que en el europeo, así equivale a aunque en contextos más neutros, también construidos con subjuntivo, y generalmente en incisos en los que se presenta alguna opción como viable en el caso de que se descarten las demás. Así introduce en estos casos una forma subjuntiva del verbo ser, como se muestra en los textos siguientes:

¿O es ley de la vida despreciar así sea secretamente a los viejos? (Fuentes, Frontera); La experiencia amorosa nos da de una manera fulgurante la posibilidad de entrever, así sea por un instante, la indisoluble unidad de los contrarios (Paz, Arco); Estaba preparado para no ser recibido, así fuera con una excusa amable, y esa certidumbre lo mantenía tranquilo (García Márquez, Amor); Así sea por teléfono me gustaría explicarle al ingeniero el motivo de mi viaje hasta aquí (Mutis, Maqroll).

47.16m El adverbio bien, que se asocia a la polaridad afirmativa enfáticamente marcada, es el primer constituyente de la locución bien que y el segundo de si bien. Aunque ambas han sido consideradas calcos del francés o del italiano, se ha señalado en los estudios sobre estas construcciones que bien que se registra en algunos textos medievales españoles, como en Bien qu’él non lidiará contigo, mas facer lo ha con otros (Calila e Dimna), y si bien se usa desde el siglo xv, antes del período de influencia italianizante. Si bien es hoy en día una conjunción concesiva de uso general en la lengua culta:

El argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa (Borges, Ficciones); Ofrecía unas perspectivas que, si bien a otro hubieran parecido de una austeridad y rudeza rayanas en lo siniestro, complacieron profundamente a Gudú (Matute, Gudú); Tengo el gozoso deber de comenzar mis palabras expresando un sentimiento que, si bien no es específicamente humano pues los animales también lo conocen, nunca puede faltar a la cita del humanismo: me refiero al agradecimiento (Savater, Despierta); Esa amistad iba a durar por larguísimos años, si bien iba a ser puesta a prueba por esa apuesta de su cumpleaños número veinticinco (Dorfman, Nana).

Se registra esporádicamente la forma híbrida si bien que, mezcla de si bien y de bien que, que se recomienda evitar.

47.16n La locución conjuntiva bien que es de escaso uso en el español contemporáneo, pero se empleó con frecuencia en la lengua literaria de los dos últimos siglos, siempre con indicativo. Todavía aparece de manera ocasional en los registros más elevados, sobre todo en el español europeo. Se registra asimismo la variante aun bien que, muy rara en la lengua actual:

Aun bien que tal vez, malino, / algunas verdades dices (Cervantes, Rufián); El matarse es cobardía / y es poner tasa a la mano / liberal del Soberano / Bien que nos sustenta y cría (Cervantes, Sultana); Continuaremos bajo su régimen; bien que en otra forma (Ortega Gasset, Rebelión); La dureza de aquellas palabras dejó mudos de espanto y de pena a los dos ancianos —bien que el Trasgo no era aún anciano— (Matute, Gudú).

La locución se documenta también en los textos americanos, aunque con frecuencia algo menor:

Gritó, gritó más fuerte, […] bien que siguiera clavada en el suelo (Asturias, Torotumbo); Bien que mis buenos amigos, después que reían a mi costa cuanto querían, me consolaban contándome las caídas que habían llevado para aprender (Fernández Lizardi, Periquillo).

Existió asimismo la variante aun si bien, pero aparece en los textos antiguos con significado más propiamente condicional que concesivo:

¡Aun si bien lo supieses, reventarías! (Rojas, Celestina); Esto no fuera con tanta liviandad que no tuviese para aquella empresa tan justa causa como la tenía en lo de Navarra; y aun si bien se quiere considerar, era mucho más justificada y honesta con las gentes (Zurita, Anales II); Y, aun si bien hago la cuenta, / creo que voy engañado (Cervantes, Baños).

47.16ñ También el adverbio mal queda integrado en algunas locuciones concesivas. Así, mal que seguida de subjuntivo ha quedado fijada en la fórmula «mal que + pesar (en subjuntivo)», como en mal que le pese, mal que pesara a las autoridades, etc. La variante con pronombre dativo átono es más frecuente, pero se atestigua asimismo la que contiene «a + grupo nominal», o bien ambos segmentos en la llamada construcción de doblado (§ 35.4):

Solo un optimismo biológico y sexual podía disimularle a algunos su insularidad, mal que le pesara a John Donne (Cortázar, Rayuela); Hay cosas concretas o materiales, tales como organismos y sistemas sociales, que escapan a la física cuántica, mal que les pese a quienes creen que esta teoría es universal (Bunge, Ser); Y mal que pese a los que tienen ínfulas arias, algo nos queda (Silva, L., Rif); Ganga no era una ciudad, mal que pesara a los gangueños (Bobadilla, Fuego).

Existen varias hipótesis sobre su origen, pero se explicó en el § 47.15f una que se considera plausible. No ha pasado a la lengua culta la expresión manque (característica de la lengua rústica y de algunas variedades de la popular). Se registra tanto en el español europeo como en el americano:

¡Viva er Beti manque pierda! (País [Esp.] 21/6/1977); Aquí naiden se muere manque quera morirse (Vega, A. H., Marcelina); Jefe es jefe manque tenga cochochos (Herrera Luque, Casa); ¡Ay, tan buena que era manque tuviera su geniecito! (Buenaventura, Diestra).

47.16o Se asimila a las locuciones conjuntivas la fórmula enfática y eso que, seguida de indicativo y en posición pospuesta. Las oraciones introducidas por y eso que suelen indicar una posible causa que ha sido ineficaz al operar en sentido contrario a lo enunciado en la primera oración: Se puso furioso, y eso que se lo dije de buen modo; ¡Qué calor, y eso que el verano apenas ha comenzado! El indicativo que sigue a la locución marca el carácter factual del primer miembro. Esta construcción no se suele usar en los registros más formales:

Creo que fue una de las sensaciones más hermosas de mi vida, y eso que yo viví el Mundial (Fontanarrosa, Mundo); Ni siquiera se movió al oírme entrar, y eso que yo lloraba muy fuerte en ese momento (Cortázar, Armas); A mí nadie me habla, y eso que todavía yo soy chiquito (Arenas, Celestino).

47.16p Las oraciones construidas con y eso que suelen admitir paráfrasis con prótasis concesivas factuales introducidas por aunque o a pesar de que, pero se diferencian de ellas en que poseen mayor facilidad para aparecer en una construcción independiente en la que se agrega una apostilla a lo que se acaba de decir:

Pedro Páramo causó tal mortandad después que le mataron a su padre, que se dice casi acabó con los asistentes a la boda en la cual don Lucas Páramo iba a fungir de padrino. Y eso que a don Lucas nomás le tocó de rebote (Rulfo, Pedro Páramo); En aquellos tiempos ya convenía que alguien quedara en Madrid guardando la casa… ¡Y eso que aún no habían empezado a caer los obuses en la Gran Vía, como a los pocos meses, cuando uno mató a tu padre! (Sampedro, Amante); Si el Mansalvo ese era un león en el combate, era más fiero adivinando la suerte de la gente. Y eso que el gringo viejo le resultó más valiente que nadie en las batallas que peleó aquí en Chihuahua (Fuentes, Gringo).

47.16q Poseen sentido concesivo las locuciones adverbiales con todo, aun así, así y todo, en todo caso, de todos modos, igual. Aunque sin embargo suele tener sentido adversativo, se asimila a las locuciones prepositivas de valor concesivo cuando el sustantivo embargo va seguido de un complemento preposicional. Esta construcción es hoy poco usada:

Hoy día es el hombre más ocupado que conozco, sin embargo de que nadie tenga derecho a ocuparle (Mesonero Romanos, Obras jocosas); Sin embargo de que ese caballero haya gastado más que usted en nuestro favor, usted ha sido la causa de todo (Fernández Lizardi, Periquillo); Sin embargo de que apeláis a buenos testigos, permitidme que no os crea (Navarro Villoslada, Urraca).

47.16r La locución adverbial no obstante30.13g, h) se origina en una construcción absoluta cuyo predicado es un participio de presente. Todavía se puede reconocer esta pauta en secuencias como No obstante aquella inesperada visita, decidieron quedarse a pasar la noche en Chenthan Dzong (Allende, Reino), donde se subrayan los dos componentes (predicado y sujeto) de la construcción absoluta. El sujeto es aquí nominal (aquella inesperada visita), pero puede ser también oracional:

Con majestuoso paso, no obstante calzar bordadas zapatillas, se restituyó a su habitación (Clarín, Regenta); Me sentaba francamente bien, no obstante carecer de camisa, corbata y otros detalles que, sin ser imprescindibles, habrían realzado mi apostura (Mendoza, Laberinto).

Al igual que otros participios pasivos permiten formar grupos relativos (visto lo cual, dicho lo cual: § 22.3), también los forma no obstante:

Hacía calor, no obstante lo cual las parejas que transitaban por sus angostas aceras, altas como de un metro sobre el barro que salpicaban las escasas recuas y vehículos, conservaban unos espesos atuendos ceremoniosos (Mujica Lainez, Escarabajo).

No obstante se usa hoy de forma general como locución adverbial. Aun así, conserva propiedades anafóricas, puesto que equivale a ‘a pesar de ello’.

47.16s Mucho menos usada es la construcción no embargante, también construida con sujeto en cláusula absoluta y con sentido concesivo:

Y mandó al primo que, no embargante que fuese casado con otra, la tomase por muger (Hurtado Mendoza, Guerra); Mas yo, que gusto —no embargante mi edad mayúscula— de las cosas escondidas, he probado de alzar el telón de boca de este misterio (Estébanez Calderón, Escenas).

Al igual que no obstante, forma grupos relativos: […] no embargante lo cual no quisieron ellos decir cosa alguna (Salvador Lara, Historia).

47.16t Aunque no constituyen oraciones concesivas, poseen sentido concesivo una serie de estructuras sintácticas binarias que no están marcadas por los recursos gramaticales convencionales. Sus miembros se enfrentan en una contraposición que implica, como otras que se han examinado, inferencias basadas en ciertos estereotipos o realizadas de acuerdo con determinadas expectativas. Los segundos miembros de las oraciones copulativas, encabezados por la conjunción y, separados a veces por una pausa, expresan en un gran número de casos una contraposición que no resulta difícil parafrasear con aunque, a pesar de y otras expresiones similares: ¡Ya lee perfectamente!, y aún no va a la escuela; No la ascienden, y se mata trabajando; Camina erguido, y tiene noventa años; No engorda, y se pasa el día comiendo; Los han premiado, y no hacen más que mentir y robar. Adquieren asimismo valor concesivo ciertas oraciones parentéticas que manifiestan oposición a lo que afirma el enunciado principal, como la subrayada en este ejemplo: En el café, parece que no, todo se sabe (Cela, Colmena).

47.16u Se obtiene a menudo la interpretación a la que se refiere el apartado anterior en la coordinación adversativa cuando el primer término se construye con un futuro de conjetura (§ 23.14h), como en Será poco diplomática, pero la nombraron embajadora, o en los textos siguientes:

Y la guerra será una locura, pero el tráfico de armas deja buenos dividendos (Kociancich, Maravilla); No será fácil, pero es posible (Díaz, Neruda); Mi madre será religiosa, pero no lo suficientemente estúpida como para acusarme por eso (Ramos-Perea, Obsesión); A vosotras no os gustará, pero a mí me gusta (Chacel, Barrio); Otras virtudes no tendrá Sempere, pero hay que reconocer que es un buen raceador (Pérez Merinero, Días); La chica será tonta, pero en eso tiene razón (García Hortelano, Gramática).

Así, el primer ejemplo de este grupo posee un significado similar al del período concesivo Aunque la guerra sea una locura, el tráfico de armas deja buenos dividendos. Véase también el § 23.14l. Esta pauta se extiende al condicional de conjetura (§ 23.15j y ss.).

47.16v Se analizó en el § 47.15m la estrecha relación que existe entre algunas construcciones causales y concesivas. A lo allí señalado cabe añadir que se ha perdido el uso concesivo que admitían en la lengua clásica las locuciones puesto que y ya que:

De varios alhelíes lo conpone, / jasmines y mosquetas olorosas / […] Ramicos y otras flores tanbién pone, / que puesto que no huelen, son vistosas (Tamariz, Novelas); Yo sé, Olalla, que me adoras, / puesto que no me lo has dicho (Cervantes, Quijote I); Ya que fue restaurada en su sentido, no lo fue en su sentimiento (Zayas, Desengaños).

Las conjunciones subrayadas pueden sustituirse por aunque. Cabe agregar a este grupo ya sea que, que admite paráfrasis con tanto… como… similares a las mencionadas en el § 47.16g: Desde aquí todo el mar se abre dilatadamente, ya sea que las velas se dirijan hacia tus puertos, Corcyra, ya sea que se trate de alcanzar, hacia la izquierda, a la Iliria (Covarrubias, Suplemento). No obstante, puede entenderse también que se trata de un caso de coordinación distributiva (sea… sea…, sea… o…), como en ya sea en invierno o en verano. Aun así, estas fórmulas distributivas con los tiempos sea, fuera o fuere proceden de las prótasis concesivas disyuntivas analizadas en los apartados precedentes. Véase sobre este punto el § 31.3q.

47.16w Aceptan también estas paráfrasis algunas subordinadas temporales, como Después de todo lo que he trabajado en la vida, mira cómo me encuentro. El adverbio cuando se asimila a las conjunciones condicionales en las construcciones descritas en el § 47.10k, pero se acerca a las concesivas cuando posee sentido contrastivo, como en Me ha pedido que sea su garante cuando todavía no me ha devuelto el dinero que le presté. Sobre este uso de cuando, véase también el § 22.9v.

47.16x Los gerundios de interpretación concesiva se analizan en los § 27.5g y ss. Estos gerundios suelen ir precedidos por algún adverbio escalar (§ 40.8b), como en aun admitiendo que, incluso suponiendo que, o en Pues aun admitiendo que entre sí se comprendan los asamblearios en su germanía salvaje, es del todo cierto que los intérpretes pueden variar a su antojo el contenido de las alocuciones (Marías, J., Corazón). A diferencia de los gerundios condicionales, que requieren formas prospectivas (Siendo así, te acompañaré), los concesivos no imponen restricciones sobre el tiempo de la apódosis: Aun siendo así, {gozan ~ han gozado ~ gozaron} de prebendas injustificables. El significado concesivo emerge asimismo en los participios incluidos en las oraciones absolutas (§ 38.12e y ss.) cuando se combinan con apódosis factuales. Es más frecuente que aparezcan precedidos del adverbio aun, como en Aun negados por la razón, los fantasmas se resisten a morir (Dolina, Ángel) o en La posesión, aun consentida, pone al varón en actitud agresiva (Carpentier, Pasos).

 

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