Sintaxis

40 Las funciones informativas

40.4 El concepto de foco. Los focos antepuestos

40.4a Como se explicó en el § 40.2c, los focos son segmentos que se resaltan o se ponen de relieve en el interior de un mensaje. El papel discursivo del foco consiste, fundamentalmente, en especificar el valor de una variable. Así, si el foco del ejemplo Clara trajo este paquete (introducido en el § 40.1g) es este paquete, la oración expresará el valor de x en el segmento temático Clara trajo x. En general, los focos se caracterizan por elegir una opción entre diversas alternativas, que a su vez son valoradas de modo diferente en función de sus diversas manifestaciones. El concepto de foco es más controvertido que el de tópico. En primer lugar, admite, como se verá enseguida, un mayor número de interpretaciones semánticas; en segundo lugar, existe una larga serie de adverbios que poseen focos. Estos segmentos focales o focalizados se interpretan de forma diversa (inclusiva, exclusiva, aproximativa, etc.) en función de las propiedades del adverbio que incide sobre ellos (§ 40.5-9). Los tópicos no se ven, en cambio, abarcados de manera similar por otros adverbios, sino tan solo identificados, como se ha visto, por un número reducido de partículas introductorias. Finalmente, los focos pueden afectar a segmentos menores que una palabra, como en Es una cuestión de ACtitud, no de APtitud (donde las letras mayúsculas marcan la prominencia acentual). Este factor hace que el concepto de foco posea una vertiente metalingüística, a la que el de tópico tampoco tiene acceso.

40.4b Las generalizaciones introducidas en los apartados anteriores sobre los elementos remáticos se aplican especialmente a los focos, puesto que estos constituyen toda la información remática, o bien la parte central de ella. Los focos no pueden ser átonos y no se eliden, a diferencia de los tópicos. Se reconocen habitualmente dos clases de focos: el foco presentativo (también foco informativo o foco amplio, entre otras denominaciones) y el foco contrastivo. Son informativos, en primer lugar, los focos que coinciden con toda la información que se suministra. Las oraciones existenciales ilustran esta situación, entre otras que se mencionaron en los § 40.1h y ss.: Hay un largo silencio en torno al viejo inmóvil, centro de miradas que chocan contra él y rebotan (Sampedro, Sonrisa).

40.4c En segundo lugar, también son informativos los focos que proporcionan la respuesta a las preguntas. Así, la expresión un libro de cuentos es el foco presentativo si esa secuencia constituye la respuesta a la pregunta ¿Qué le regaló Clara a su hijo? En las respuestas a las preguntas parciales (§ 42.6) se proporciona, en efecto, la información que solicita el pronombre o el adverbio relativo con el que aquellas se construyen:

—¿Qué ves? —Veo un león (Jodorowsky, Danza); —¿Cuándo empezó en todo esto? —Empecé a los diecisiete años (Tiempo [Esp.] 17/12/1990); —¿Quién tiene mejor oído musical? —Las chicas (Norte Castilla 18/11/2002).

Se asimilan también a los focos presentativos la mayor parte de los focos antepuestos que no aportan información marcada respecto de los pospuestos y que no reciben realce acentual:

Ya hemos llegado. Aquí es (o Es aquí); En la mesa tienes el dinero (o Tienes el dinero en la mesa); Mejor sería esperar (o Sería mejor esperar); De eso se trata (o Se trata de eso).

40.4d A diferencia del foco informativo, el contrastivo exige identificar un elemento entre un conjunto de entidades, unas veces presentadas explícitamente en el discurso previo y otras muchas tan solo supuestas o sobrentendidas. El elemento focal se contrasta de manera explícita con otro en No quiero esta camisa, sino aquella otra, o en los textos siguientes:

Pero nadie se equivoque: la música no es telón de fondo, sino protagonista suprema (Nuevo Herald 25/6/1997); Las denuncias […] no solo hacen daño a los partidos políticos sino al país (Tiempos 20/1/1997); Estoy muy lleno. No me traiga cabrito, sino unos frijoles (Ibargüengoitia, Atentado); A veces, también, las situaciones exageradas no las creaba yo, sino algún camarada profundamente enamorado de su francesita también simpatizante (Bryce Echenique, Martín Romaña).

40.4e Como se ha indicado, el elemento que se destaca puede contraponerse solo implícitamente a otros posibles que se rechazan. Así, en la oración La música que le gusta a mi hijo es esta (se subraya el foco contrastivo), se identifica un tipo de música y se rechazan otros que no se mencionan. Puede haberse aludido a ellos, expresa o veladamente, en el discurso previo, pero también es posible que queden solo supuestos. Por esta razón, entienden algunos autores que el concepto de contraste es demasiado específico y prefieren la noción de interpretación exhaustiva. Desde este punto de vista, en La música que le gusta a mi hijo es esta no se expresa tanto la exclusión de ciertos tipos de música como la elección de una en particular. La noción de ‘contraste’ viene a ser, por tanto, una consecuencia de dicha elección. Son, en cambio, más propiamente contrastivos los grupos verbales a los que se antepone el adverbio enfático : la expresión el lugar al que me gustaría ir se diferencia de el lugar al que me gustaría ir en que en la primera expresión el hablante contrasta un determinado lugar con otros posibles, supuestamente presentados en el discurso anterior, que se rechazan o se descartan. Estas oraciones se analizarán en el § 40.7. El foco de la negación presenta diversas variantes, por lo que se dedicará una sección a analizarlo (§ 40.6).

40.4f El foco presentativo no excluye opciones paralelas a la que se elige. Puede, pues, identificarse como foco la expresión subrayada en Ayer vi a tu hermano Pepe sin que ello nos lleve a interpretar que el que la usa quiere dar a entender que no vio ese día a ninguna otra persona. Esta interpretación es más difícil de obtener en las respuestas a las preguntas (—¿A quién viste ayer? —A tu hermano Pepe), pero es igualmente posible en ellas. De hecho, el que se obtenga o no la interpretación exhaustiva en las preguntas (la única posible en ¿Quién descubrió el pararrayos?) depende, en gran medida, de factores pragmáticos.

40.4g En general, el hecho de que la estructura informativa de una oración esté en función del discurso previo ayuda a explicar que un mismo foco pueda ser contrastivo unas veces y presentativo otras. En efecto, el segmento subrayado en El autogiro lo inventó Juan de la Cierva sería foco presentativo si esa oración se usara como respuesta a la pregunta ¿Quién inventó el autogiro?, pero sería foco contrastivo en un hipotético diálogo en el que un interlocutor afirmara —El autogiro lo inventó un ingeniero alemán, y otro respondiera —El autogiro lo inventó Juan de la Cierva. Como se ve, los dos focos aportan información nueva, pero solo uno de ellos rechaza además cierta información previa para ocupar su lugar. Los focos contrastivos que no aparecen al final de su oración, pero sí dentro de su grupo verbal, suelen resaltarse con prominencia acentual, como en Le regaló UN LIBRO a su hijo (no otra cosa). Las mayúsculas representan, como antes, el segmento que contiene el acento enfático.

40.4h Con las escasas excepciones que se analizarán en este mismo capítulo, suele ser también foco contrastivo el segmento que no contiene una relativa en las oraciones llamadas copulativas enfáticas o fórmulas de relieve, como en De este libro es del que me han estado hablando todo el mes. Estas oraciones dan lugar a la interpretación exhaustiva a la que se ha hecho referencia en los apartados anteriores si el foco es una expresión definida (o al menos específica). La cuestión no se plantea, en cambio, en caso contrario: Es mucho lo que se ha publicado sobre esta cuestión. Se dedicará a estas oraciones el § 40.10. El segmento que no contiene que en las llamadas copulativas de que galicado40.12a y ss.) es también focal, y generalmente contrastivo, como en Fue en el parque que lo encontraron. Se analizarán estas oraciones en los § 40.10-12.

40.4i Se llama anteposición focal (también de foco o focalizadora) el proceso de adelantar un segmento focal al principio de su oración, o de otra que toma a esta como subordinada, como en Eso mismo pensaba hacer yo esta tarde (se subraya el foco) o en los textos siguientes:

Hasta él había llegado la historia (Lynch, Dedos); Algo había él intuido la noche de la despedida (Álvarez Gil, Naufragios); Ni el mando de una galera le dieron (Fuentes, Naranjo); En eso mismo me hubiera podido empeñar para cambiar todo (Viezzer, Hablar); Mucho se ha escrito y dicho sobre el papel de la prensa en la Transición (Cebrián, Pianista); Estas cosas tenía yo en la cabeza cuando no estaba yaciendo con mi indio (Obligado, C., Salsa); ¡Con estas manos lo haría yo si los tuviese aquí! (Buero, Caimán); —Y de eso quería yo hablar (Vázquez Rial, Isla).

Como se ve, la anteposición focal no da lugar necesariamente a interpretaciones contrastivas. Estas interpretaciones pueden obtenerse si el grupo nominal es definido (o en general referencial, puesto que puede designar un lugar o un tiempo), pero no se deducen cuando es cuantificativo, o en general indefinido. Muchos de estos focos antepuestos (Algo te dirá; Demasiado me parece que vas a pagar) difícilmente podrían usarse como tópicos en algún contexto. Por otra parte, repárese en que, en el texto de Carlos Fuentes que se cita, la anteposición focal confluye con la característica de la alternancia negativa (No le dieron ni x ~ Ni x le dieron: § 48.3).

40.4j El sujeto de las oraciones que contienen focos antepuestos aparece en posición posverbal, si bien se admiten varias posiciones posverbales alternativas: Eso mismo pensaba yo hacer esta tarde; Eso mismo pensaba hacer yo esta tarde; Eso mismo pensaba hacer esta tarde yo. La anteposición enfática es un proceso muy cercano a la interrogación o a la exclamación desde el punto de vista sintáctico y semántico. En la pregunta ¿Dónde vive Elsa? (se subraya el foco) se solicita que se proporcione el valor de la variable correspondiente al argumento locativo del verbo vivir. Como se ha explicado, la respuesta a esa pregunta constituye el foco de la oración declarativa correspondiente (Elsa vive aquí). Si este foco se antepone (Aquí vive Elsa), ocupará una posición sintáctica paralela a la que ocupa el adverbio interrogativo correspondiente. Las palabras interrogativas presuponen informaciones que se expresan mediante pronombres o adverbios indefinidos: ¿Qué piensas regalarle? implica ‘Piensas regalarle algo’; ¿Adónde vas mañana? implica ‘Mañana vas a alguna parte’; etc. El foco contrastivo presupone, por el contrario, la existencia de una o varias opciones que casi nunca se presentan explícitamente. Unas veces es solo una en particular la que se contrasta (No X, sino Y), pero otras muchas la opción elegida se contrapone implícitamente a todas las demás opciones posibles (X, y ninguna otra cosa), lo que da lugar a la interpretación exhaustiva.

40.4k Se rechazan los sujetos preverbales en las interrogativas parciales (*¿Dónde Elsa vive?), a menos que el propio pronombre interrogativo sea el sujeto (¿Quién vive aquí?). Existen, no obstante, algunas excepciones, que se estudian en los § 42.9d y ss. Análogamente, también se rechazan las oraciones equivalentes construidas con focos antepuestos (*Aquí Elsa vive). En los textos siguientes se subrayan los segmentos focales con trazo continuo y los sujetos posverbales con trazo discontinuo:

¿Dónde está Nin? Eso mismo preguntaba el folleto (Alba, V., Pájaro); Algo tendrán que hacer ustedes (Prada Oropeza, Hora); ¡Demasiado interés tiene este tipo en que nos presentemos a esa sala de fiestas! (Olmos, Marina); Un mes estuvo Merceditas tocando solo cosas tristes en su viola d’amore (Bryce Echenique, Martín Romaña).

Se registran ocasionalmente focos antepuestos con sujetos preverbales en las áreas andina y caribeña, como en Una cosa tú debes saber o en Eso yo escuchaba cada vez que caía al fondo (Viezzer, Hablar). A diferencia de los tópicos, los focos antepuestos no son retomados por pronombres en el interior de la oración: Algo habría que {decirle ~ *decírselo}. De hecho, si las oraciones muestran estos pronombres, es muy probable que el segmento antepuesto sea interpretado como tópico, tal como se vio en el § 40.3a. Contrastan así, El departamento, yo lo vendería (se subraya el tópico), y El departamento vendería yo (se subraya el foco).

40.4l Las preguntas parciales (§ 42.9) pueden ser negativas: ¿A quién no se lo dijiste? Los focos antepuestos se diferencian de los grupos interrogativos igualmente antepuestos en que se rechazan en las oraciones negativas. Se obtienen así contrastes como ¿Qué no haría él? ~ *Eso no haría él. Recuérdese que la variante con pronombre átono Eso, no lo haría él no contiene un foco, sino un tópico inicial. Son inseguras algunas posibles excepciones, como la que representa el texto siguiente: Afrontamos este torneo sin entrenar, por lo que mucho no podemos pretender (Nueva Provincia 18/2/1997). Al igual que en el fragmento ya citado Muy serio, no creo que sea40.2e), la interpretación que parece predominar es la de tópico, a pesar de que los cuantificadores que preceden a la negación puedan caer bajo su ámbito en otros contextos: Mucha gente no vino.

40.4m Del mismo modo que los pronombres interrogativos pueden adelantarse desde el interior de una subordinada sustantiva, como en ¿Qué crees tú que harán ahora ellos? (se subraya el complemento directo de harán), también se adelantan los focos que ejercen un papel similar, como en Eso mismo creo yo que habría que hacer, donde eso mismo es el complemento directo de hacer. He aquí otros ejemplos similares:

Mujer, en algún sitio digo yo que cabrá (Marsillach, Aniversario); Eso mismo les dije yo que convenía (Matto, Aves); Eso dice Renzi que le decía en sus cartas el Profesor Maggi (Piglia, Respiración).

También al igual que en las interrogativas, se pospone el sujeto de la subordinada. Resulta, pues, anómala la variante del texto de Marsillach con sujeto antepuesto: *Mujer, en algún sitio yo digo que cabrá. Véase también el § 22.17.

40.4n Se ha observado repetidamente en los estudios sobre las funciones informativas que los tópicos iniciales se relacionan con alguna posición intraoracional en segmentos no directamente subordinados. Tales segmentos ocupan posiciones no accesibles a procesos de anteposición o de promoción, en el sentido que se da a este concepto en el § 22.17. Como allí se explica, están entre esas posiciones las que ocupan las subordinadas sustantivas que complementan a los nombres: En cuanto a la subida de impuestos, siempre existe la posibilidad de no hacerla. Por el contrario, los focos son segmentos adelantados desde posiciones intraoracionales, por lo que la posición con la que se relacionan ha de ser accesible, en el sentido explicado en esa sección. Contrastan, pues, marcadamente, Eso mismo creo yo que habría que hacer (se subraya el complemento directo de hacer, adelantado a la posición de foco inicial, como se vio en el apartado precedente) y *Eso mismo existe la posibilidad de hacer (se subraya el complemento directo de hacer indebidamente antepuesto desde una posición no accesible).

40.4ñ Se explicó en el § 40.3i que los tópicos pueden preceder a las oraciones interrogativas o imperativas. Como es de esperar, los focos antepuestos no lo hacen: Escriba usted algo aquí ~ *Algo escriba usted aquí; ¿Quién te dio esto? ~ *¿Esto quién te dio? En cambio, pueden anteponerse a los predicados realizativos sin que estos pierdan su valor ilocutivo (§ 42.2c): Una cosa te prometo: volveré.

40.4o Los tópicos y los focos son compatibles en el mismo enunciado. En tales casos, los primeros ocupan posiciones más externas, como en A Juan [tópico], algo [foco] habría que decirle. Los focos pueden seguir asimismo a los grupos relativos, como en los políticos que así piensan; los profesores de los que tanto he aprendido, etc. Esta pauta suele ser arcaizante cuando se aplica a segmentos más complejos. De hecho, es característica de los refranes (se subrayan los focos):

El que algo quiere, algo le cuesta; Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija; El que a hierro mata, a hierro muere; Quien de los suyos se aleja, Dios lo deja.

Por otra parte, se explicó en el § 40.2l que un enunciado puede construirse con tópicos dobles o incluso triples. El foco antepuesto es, por el contrario, uno solo: Así viven en este pueblo ~ *Así en este pueblo viven. En los registros poco formales son posibles pautas como «tópico + tópico + foco» en las que dos o más tópicos precedan a un único foco. El primero puede ser compatible con el sujeto, como en Así que nuestra empresa [tópico] en ese tipo de proyectos [tópico] bien poco [foco] estaría dispuesta a arriesgar.

40.4p La anteposición focalizadora puede tener lugar en el interior del grupo nominal. En efecto, en […] la en otro tiempo sabia y esclarecida Universidad (Cueto, Bosquejo), se adelanta un adjunto del grupo adjetival coordinado sabia y esclarecida. Esta anteposición, característica de la lengua literaria, se prefiere a la variante que la evita cuando los modificadores del sustantivo son prenominales: *la sabia y esclarecida en otro tiempo universidad. El grupo antepuesto en otro tiempo recibe una interpretación focal, ya que contrasta con otro intervalo temporal contextualmente determinado: el tiempo actual. La alternancia es algo más frecuente en los participios: lo allí dicho ~ lo dicho allí; lo arriba explicado ~ lo explicado arriba. Aun así, debe señalarse que algunos de los segmentos que se anteponen a un núcleo nominal en estos contextos se interpretan como incisos aun cuando no todos presenten en la escritura las comas de separación esperables:

Le ha puesto las cosas un poco más difíciles a los en teoría equipos grandes (Diario Vasco 3/6/2001); […] incapaz de sustraerse a la, por algún motivo indeterminado, incongruente estampa que ofrecían esos chiquillos sentados en los pupitres (Hernández Vélez, Naturaleza); En las citas anteriores, desde la, en principio asombrosa, mención de Cezanne, hasta esa lucha, al parecer descabellada e inútil contra la apariencia […] (País [Esp.] 11/9/1977); Obtiene el premio de representar a España en el, hasta entonces olvidado, Festival de la Canción de Eurovisión (Telos 1/3/2004); En el peor [de los casos], se produce el, entre nosotros tan frecuente, odio al intelectual (López Aranguren, Memorias).

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
foco, rema

 

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