Sintaxis

30 El adverbio y el grupo adverbial

30.4 Adverbios cuantificativos

30.4a Los adverbios pueden ser expresiones cuantificativas. El concepto tradicional de ‘adverbio de cantidad’ recoge en buena medida esta propiedad. Muchos autores añaden hoy la noción de ‘adverbio de grado’, ya que, si bien ciertos indefinidos expresan exactamente ‘cantidad’ (la expresión mucha arena designa una gran cantidad de arena), este concepto no es el más apropiado cuando se aplica a un gran número de adverbios que modifican a los adjetivos. Así, en bastante limpio no se manifiesta propiamente ‘cantidad’, sino que se evalúa más bien el grado en que se presenta la limpieza. Este tipo de consideraciones se extiende a los adverbios cuantificativos que modifican a otros adverbios (suficientemente temprano) o a ciertos verbos (Me gusta mucho). Aunque cuantificar es, según el DRAE, “explicitar la cantidad en los enunciados o juicios”, el concepto técnico —sintáctico y semántico— de ‘cuantificación’ resulta algo más abarcador que el de ‘cantidad’. Otros lingüistas optan por usar el término citado adverbio de grado en un sentido aún más amplio para que pueda abarcar también conceptos como los de ‘frecuencia’ (viajar excesivamente), ‘tiempo’ (Ayer dormí muy poco), ‘intensidad’ (Hay que trabajar más) y otros similares que se mencionarán en los apartados que siguen. El hecho de que pueda darse, además, ambigüedad entre ellos (§ 20.5-8 y 30.4j, ñ) pone de manifiesto que los adverbios pueden cuantificar nociones muy diversas. Además de adverbios de cantidad y adverbios de grado, se han usado en la bibliografía términos como adverbios cuantitativos, adverbios mensurativos, adverbios de medida y otros semejantes con el mismo sentido que aquí se dará a la expresión adverbios cuantificativos. Se analizan otros aspectos de estas cuestiones en los § 19.3j, k y 20.5-8.

30.4b La clase de los adverbios cuantificativos es heterogénea. La componen, en primer lugar, un grupo cerrado de adverbios idénticos a los correspondientes indefinidos cuantitativos (adjetivos o pronombres): algo, bastante, cuanto, cuán(to), demasiado, harto, más, menos, mucho/muy, nada, poco, un poco, suficiente, tan(to). Estas expresiones, que se analizan en los § 20.5-8, modifican a los sustantivos y a los grupos nominales (más casas, unas pocas monedas), pero son adverbios cuando inciden sobre otras categorías (más inteligentes; muy lentamente; divertirse un poco; harto probable). El uso adverbial de lo bastante, lo suficiente, lo necesario y otras expresiones similares (que no constituyen unidades léxicas, sino sintácticas) se analiza en el § 39.7d: No estudias lo suficiente.

30.4c A todas estas expresiones es posible añadir un grupo de adverbios que no son indefinidos, pero pueden expresar gradación o intensificación cuando funcionan como modificadores. Se trata de adverbios como bien en Mis gentes son bien ricas, qué te crees (Fuentes, Frontera), pero no en Canta bien, donde se expresa manera. Pertenecen a este grupo los adverbios regular (Ahora no come mucho, solo regular) o sobremanera, que incide sobre grupos verbales o adjetivales:

Me agradaría sobremanera que se retirara sin pérdida de tiempo (Shand, Antón); […] dejando atrás muy grandes poblaciones y provincias sobremanera ricas (Sanchis, Retablo).

Se prefiere esta variante a la grafía sobre manera, hoy minoritaria. No se consideran correctos los usos de este adverbio con preposición antepuesta (de sobremanera, en sobremanera), documentados ocasionalmente tanto en el español americano como en el europeo.

30.4d El adverbio asaz (‘bastante’) es de escaso uso en la lengua oral de hoy. Puede modificar a los adjetivos, como en […] con un resultado compositivo asaz honorable (Mujica Lainez, Bomarzo), o a los adverbios, como en Pura se queja, asaz ingenuamente (Trigo, Frío). Es menos frecuente que incida sobre sustantivos no contables en singular o contables en plural. De hecho, este último uso está prácticamente perdido y solo se registra como arcaísmo deliberado:

[…] donde he visto asaz caualleros desa tierra (Fernández, J., Belianís); […] patria de los mataderos, de las grandes huelgas y movimientos reprimidos con asaz violencia, cuna de gángster y fortunas incalculables e inconfesables (Razón [Esp.] 1/2/2003).

La variante con de (asaz de), hoy casi desaparecida, se usaba en estos mismos contextos:

Vieron la isla Jaçinctus asaz de lexos por sus grandes arboredas que tiene (Villena, Eneida); […] el qual perdió asaz de vino, que dizen que valía quarenta mill marauedís (Carrillo Huete, Halconero); Osé sobir en la montaña y maté asaz de bestias fieras en ella (Primaleón); Asaz de desdichada es la persona que a las dos de la tarde no se ha desayunado (Cervantes, Quijote II).

En esta construcción, el adverbio asaz tenía además la capacidad de cuantificar elementos contenidos en el grupo preposicional al que precedía, aun estando situado fuera de él. Se admitía, pues, asaz de cuerpo grande con el sentido de ‘de cuerpo bastante grande’ o asaz de poca edad con el de ‘de bastante poca edad’:

Era muy fermoso e asaz de cuerpo grande e blanco e rubio (García Salazar, Historia); Pues yo só mancebo e asaz de poca hedad para codiciar la vida (Corral, Don Rodrigo).

Las alternancias del tipo solo con una mano ~ con solo una mano, que admite la lengua actual, se analizan en el § 40.9g. Sobre otras como gente {de casi ~ casi de} cualquier lugar, véase el § 40.9p.

30.4e Se añade a los adverbios mencionados un grupo amplio constituido con la forma compositiva -mente: considerablemente, escasamente, extraordinariamente, extremadamente, increíblemente, notablemente, suficientemente; como en increíblemente deprisa, extraordinariamente lejos, dormir suficientemente, sumamente práctico o en los textos que se reproducen a continuación:

Sus ensayos y su lenguaje, en fin, son acentuadamente filosóficos (Sábato, Heterodoxia); El margen es alarmantemente estrecho, pero triunfa la democracia (Martín Moreno, Mutilado); No me extraña porque la marquesa es descabelladamente buena (Cortázar, Armas).

Con el sentido de sumamente, se usa supremamente en Colombia: Es supremamente riesgoso para el país (Tiempo [Col.] 13/9/1996). Sobre estas construcciones, véanse también los § 13.16h y ss.

30.4f Se suele incluir entre los adverbios cuantificativos una larga serie de locuciones adverbiales (§ 30.15a) que se subrayan en los ejemplos siguientes: tozudo a más no poder; preocupado en extremo (es decir, ‘sumamente preocupado’), o en estos ejemplos:

Por ambas partes corrió la sangre en abundancia (Baroja, Inquietudes); Lo cierto es que el escrito resulta desconcertante en demasía, y está cuajado de problemas (Ayala, Usurpadores).

El grupo de locuciones cuantificativas del español es muy extenso, sobre todo si se incluyen entre ellas las que aportan significados ponderativos o evaluativos (§ 30.16a y 30.17g). La mayor parte se forma con las preposiciones a y de:

a brazo partido, a chuzos, a espuertas, al máximo, a manta, a mares, a más no poder, a toda velocidad, a todo pulmón; de caerse muerto, de chuparse los dedos, de ensueño, de espanto y brinco, de locura, de maravilla, de película, de quitar el hipo, de rechupete, de todas todas, de todo punto, de veras, de verdad, etc.,

pero algunas están formadas con otras preposiciones, como se explicará en los § 30.16a y 30.17a. Varias de ellas se usan también como locuciones adjetivales (§ 30.17j).

30.4g No hay acuerdo entre los gramáticos sobre si son pronombres o adverbios (o admiten las dos interpretaciones) las expresiones algo, bastante, demasiado, mucho, nada o poco cuando modifican a ciertos verbos transitivos. Apoya la opción pronominal el que, con algunos de ellos, estas formas alternen con grupos nominales, como en Lee {mucho ~ muchos libros}, y también el que los complementos partitivos (§ 20.1) se puedan omitir y recuperar en función del contexto previo, como en Tiene mucho (es decir, ‘mucho de ello, de eso’). En ambos casos los cuantificadores pueden ser antecedentes de un pronombre, como en Tenía mucho, pero lo perdió, lo que apoya igualmente su naturaleza pronominal. Algunos gramáticos han interpretado como pronombres neutros los adverbios cuantificativos argumentales (§ 30.2n), puesto que suelen alternar con grupos nominales: Se demoró {cinco minutos ~ muy poco}; La película dura {tres horas ~ muchísimo}.

30.4h Unos pocos adverbios terminados en -mente se aceptan en los contextos en los que se requieren argumentos cuantificativos, como en durar eternamente, pesar extraordinariamente, por lo que alternan con grupos nominales y pronominales; otros, en cambio, son rechazados en esas construcciones: *costar considerablemente, *durar notablemente, *medir increíblemente. Se ha aducido como argumento a favor del análisis adverbial (frente al pronominal) el hecho de que las expresiones que proporcionan las paráfrasis adecuadas no son, en muchos contextos, grupos nominales, sino adverbios o locuciones adverbiales: La quiere {mucho ~ intensamente}; Trabaja {demasiado ~ en exceso}. Sobre alternancias como comer {grandes cantidades ~ en grandes cantidades}, véase el § 20.6b. Sobre otros aspectos de esta polémica, véase el § 20.6.

30.4i Como se ha explicado, adverbios como algo, bastante, demasiado, mucho, nada o poco expresan siempre cierta forma de cuantificación que corresponde a su naturaleza gramatical como indefinidos (sean existenciales o evaluativos: § 20.3a). No obstante, la noción cuantificada varía en cada caso según el predicado sobre el que incide el cuantificador, y podrá ser el grado, la duración, la intensidad, la frecuencia o alguna magnitud similar. Así, el adverbio nada establece el grado de cierta propiedad en No le pareció nada atractivo, pero manifiesta, en cambio, la medida de cierta magnitud temporal en Este cuaderno no me ha durado nada. En los apartados siguientes se especificará la naturaleza de esas magnitudes variables.

30.4j Los adverbios evaluativos pueden denotar frecuencia si los predicados a los que modifican designan acciones o procesos: Las personas de edad avanzada repiten bastante las cosas; Escribe demasiado sobre la política local; No hablaste mucho de ello; Viene poco por la ciudad; Las cigüeñas ya se ven poco por aquí. Los verbos que poseen argumentos temporales dan lugar a la interpretación temporal de estos cuantificadores en la que se expresa duración, como en No hay que alargarla más. La película ya dura bastante. Existen, no obstante, algunas excepciones. Así, en parte de Centroamérica, el Río de la Plata, Chile, Colombia y España, entre otras áreas, resultan naturales estos adverbios con el verbo pasar, como en La niña pasa mucho viendo televisión o en el texto siguiente: […] uno pasa mucho fuera de casa con ellos. Al final somos todos una gran familia (Clarín 8/4/2005), mientras que en otras áreas se requieren en estos casos grupos nominales: mucho tiempo, muchos días, muchas horas, etc. Cabe pensar que esta diferencia está relacionada con el hecho de que el verbo pasar no conlleva inherentemente la noción de ‘tiempo’ en las áreas en las que exige grupos nominales, a diferencia de durar, que la expresa léxicamente: durar {mucho ~ mucho tiempo}. Otros verbos, como estar (estar mucho con alguien) o venir (venir mucho a un sitio), se comportan como durar. Algunos, como costar, no pueden desvincularse del concepto de ‘precio’ o de ‘valor’: costar {mucho ~ mucho dinero}.

30.4k Se extiende la interpretación temporal de los adverbios cuantificativos a muchos de los verbos que expresan actividades y estados (en el sentido de sucesos no limitados o no acotados que se explica en el § 23.3a): No permaneció demasiado entre ellos; No podemos esperar mucho; Voy a dormir un poco; Antes trabajaba cuarenta horas semanales, pero ahora trabaja mucho menos. Existe relación estrecha entre la interpretación de frecuencia (Ahora pongo menos este tipo de música) y la interpretación desplazada de estos cuantificadores, que se obtiene en ciertos contextos genéricos (§ 15.8). En efecto, cuando se dice La gente compra mucho este disco, no se afirma exactamente que la gente compre muchas veces cierto disco, sino más bien que muchas personas lo compran. El significado que aporta el cuantificador mucho se aplica, como se ve, al sujeto más que al propio verbo comprar. Se obtiene el mismo efecto en Los consumidores buscan mucho este producto; Los clientes alquilan bastante las películas de acción, o en Ahora los turistas no piden demasiado este platillo, entre otras muchas oraciones posibles formadas con la misma pauta. Dicha interpretación se considera un caso particular de la que se obtiene con los grupos nominales indefinidos en los contextos analizados en los § 15.8j y ss.

30.4l La interpretación espacial de los adverbios cuantificativos es insegura. Unos autores la rechazan y entienden que los indefinidos subrayados en La estación no dista mucho de aquí o en Hoy no nadaste demasiado son pronombres neutros (§ 16.2), ya que alternan con grupos nominales (La estación no dista muchos kilómetros de aquí). Otros consideran que son adverbios y que su significado espacial se obtiene de forma similar a como se alcanzan las interpretaciones temporales descritas en los dos apartados precedentes.

30.4m La interpretación intensiva de los adverbios indefinidos proporciona paráfrasis aproximadas con los adverbios intensamente, fuertemente, profundamente, vivamente y otros similares, así como con sus antónimos: Aquí huele un poco a humedad; En nuestro departamento, no hemos estudiado demasiado este problema; Se lo agradezco mucho. Aun así, suponen algunos autores que esta interpretación está determinada por el contenido léxico del verbo, de forma que viene a ser alguno de sus componentes semánticos el que resulta cuantificado cada vez que se obtiene esta lectura. Desde este punto de vista, el papel del adverbio mucho en adelgazar mucho es el mismo que desempeña el adverbio muy en muy delgado, aun cuando la forma delgado no sea sino un componente (morfológico, pero también semántico) de adelgazar. Se aplican razonamientos similares a la interpretación de expresiones como sangrar bastante o necesitar demasiado a alguien.

30.4n No suele obtenerse, en cambio, con los predicados de realización (§ 23.3e) la interpretación que se acaba de describir, sino la de frecuencia, ya mencionada: visitar mucho una exposición, leer mucho a un novelista (frente a estudiar mucho un asunto, donde se obtiene la interpretación intensiva: ‘a fondo’). En general, la interpretación intensiva es característica de los verbos intransitivos que en el § 41.4e se llaman puros (brillar, bullir, chirriar, florecer, sonar, etc.: El sol no brillaba demasiado), así como de los inacusativos formados a partir de nombres no contables y de adjetivos. Como se ha explicado, cabe pensar que en esos casos se cuantifica el estado final en el que desemboca el proceso: embrutecerse, enfangarse, enlodarse, ensuciarse, enturbiarse, etc.

30.4ñ Las distinciones introducidas entre los diversos valores semánticos de los adverbios evaluativos permiten entender que un mismo predicado pueda elegir uno u otro en contextos diversos si se dan las condiciones apropiadas para ello. Así, con el verbo vivir se obtiene la interpretación temporal en Deseo vivir mucho para ver por mis pro pios ojos la felicidad (Galdós, Episodios). Aparece, en cambio, la intensiva en Cervantes había vivido bastante ya o, más bien, no había podido vivir enteramente en momento alguno (Zambrano, Discurso), y cabe entender cualquiera de las dos en La tía le dijo que era necesario haber vivido mucho para conocer la índole verdadera de un hombre (García Márquez, Amor). Menos probable, aunque gramaticalmente posible, es la interpretación argumental de mucho en vivir mucho, es decir, el sentido en el que esa expresión significaría ‘vivir o experimentar muchas cosas’. Surgen contrastes parecidos a los mencionados en muchos casos similares.

30.4o Algunos adverbios cuantificativos, pueden no expresar, en sentido estricto, ninguna de las nociones mencionadas en los apartados anteriores. Así, el adverbio nada en No ordenas nada tu cuarto no expresa de manera diáfana intensidad (puesto que no se ordena intensamente un cuarto), frecuencia (frente a nunca), espacio o duración. Cabe, pues, pensar que el indefinido nada cuantifica, en realidad, el concepto de orden, que subyace al verbo ordenar (aproximadamente, ‘No pones ningún orden en tu cuarto’). Ello sugiere, en opinión de algunos gramáticos, que la noción que resulta en verdad cuantificada por los adverbios indefinidos puede obtenerse, como se explicó en los apartados anteriores, de algún componente de naturaleza subléxica que se halla en el predicado al que modifican. Nótese, en el mismo sentido, que, cuando se dice Llovía exageradamente, se habla de cierta forma de llover cuya propiedad es ser exagerada, pero también de cierta cantidad de lluvia a la que puede aplicarse ese adjetivo. Existen otros muchos casos similares.

30.4p Los adverbios de grado terminados en -mente a los que se aludió en el § 30.2c pueden clasificarse en función del adjetivo del que se derivan. Algunos de ellos se forman con adjetivos que denotan nociones relacionadas con la cantidad, el número, la suficiencia o el exceso: escasamente, excesivamente, suficientemente, sobradamente; otros proceden de adjetivos que expresan el carácter completo o incompleto de algún conjunto: absolutamente, completamente, enteramente, medianamente, parcialmente, totalmente; los hay que se forman sobre numerales multiplicativos: doblemente, triplemente; sobre adjetivos que denotan propiedades relacionadas con el tamaño: altamente, enormemente, grandemente; o con diversas formas de valoración: asombrosamente, dolorosamente, especialmente, increíblemente, terriblemente, tremendamente. Estos adverbios cuantificativos son incompatibles con otros modificadores de grado, como en asombrosamente (*bastante) lejos, ya que, en cierta forma, ocupan su lugar. Existen, no obstante, algunas excepciones relativas a los cuantificadores comparativos, como en considerablemente más alto. Se analizan en los § 13.16h y ss. El adverbio medio como modificador de adjetivos y participios (medio tonto, medio dormido, medio muerto) se analiza en los § 19.4k y ss. La posibilidad de considerarlo un prefijo en estos casos se estudia en los § 10.4ñ y ss.

30.4q Los adverbios completamente, enteramente, parcialmente son cuantificativos solo de manera indirecta, ya que están restringidos por las propiedades léxicas del predicado al que modifican. Se estudiarán en el § 30.8. Los adverbios de aproximación casi y apenas se han interpretado a veces como cuantificativos, pero pueden incidir sobre expresiones que no admiten gradación, como en casi infinito (cf. *muy infinito). Se examinan estos adverbios en el § 40.9. El hecho de que posean ámbito y entren en alternancias como Apenas duró una hora ~ Duró apenas una hora hace pensar que pueden caracterizarse como un subgrupo de los adverbios de foco.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
adverbio de cantidad, adverbio de grado, cuantificación

 

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