Sintaxis

33 El sujeto

33.5 Sujetos expresos y sujetos tácitos (II). Aspectos discursivos de la alternancia. Otros factores

33.5a Las informaciones de número y persona que contiene la flexión verbal han de ser átonas, al igual que las demás informaciones flexivas. El sujeto nulo o tácito al que se asignan esas mismas informaciones carece de rasgos fonéticos, como se ha explicado. De todo ello se deduce que la interpretación del sujeto tácito (Ø) es no contrastiva. En cambio, la de los pronombres correspondientes no lo es siempre. En efecto, si en lugar de No vamos ahora a preocuparnos de esa cuestión se dijera Nosotros no vamos ahora a preocuparnos de esa cuestión, se sugeriría que otros pueden hacerlo. Como en el español antillano y en las demás áreas que se mencionaron en el § 33.4c están más restringidos los sujetos nulos o tácitos, es esperable que sean más los contextos en los que se usan pronombres expresos sin interpretación contrastiva, como en Yo la llamé ayer (en lugar de La llamé ayer); Ustedes tienen que trabajar más (en lugar de Tienen que trabajar más) o En Puerto Rico, pues, nosotros llevamos una vida diferente (CREA oral, Puerto Rico). Aun así, se ha observado que el uso más abarcador de nosotros (que puede comprender al que habla o los que hablan más al que escucha o los que escuchan, junto con algún conjunto mayor de individuos) se registra con mayor facilidad en contextos no contrastivos, como en Pero nosotros vivimos en el seno de una cultura que no ve bien este entretenimiento (Dunia 7/1995).

33.5b Los sujetos tácitos no pueden interpretarse como focos, a diferencia de lo que sucede con los pronombres explícitos, que pueden desempeñar esa función informativa (§ 40.1ñ). Así, a la pregunta ¿Llamó Javier? podría responderse con la oración No, llamé yo, o bien No, YO llamé, donde el sujeto se interpreta como foco contrastivo (las mayúsculas representan en el segundo ejemplo el acento enfático que reciben los sujetos preverbales que se interpretan como foco). A esa misma pregunta no podría responderse, en cambio, con la oración No, llamé, puesto que el sujeto tácito —o la flexión de persona a la que corresponde— no puede recibir la interpretación de foco contrastivo. De igual manera, es esperable que resulte agramatical la oración *Llamó, y no su hermana, puesto que el sujeto tácito no puede recibir la interpretación de foco contrastivo que impone la presencia de la expresión correctiva y no su hermana, a diferencia de un pronombre expreso: Llamó él, y no su hermana; ÉL llamó, y no su hermana. La flexión de persona se emplea excepcionalmente de manera contrastiva cuando se oponen dos formas verbales de idéntica raíz, a menudo en contextos de cita: No cantó mal; más bien cantaron mal.

33.5c Los sujetos tácitos de tercera persona son característicos de las oraciones en las que se ha introducido un tema discursivo y existen ciertas garantías de que la predicación que se va a establecer se aplica a esa misma entidad. El ejemplo del diario El Mundo que se citó en el § 33.4d ilustra bien este tipo de contextos. En lugar de Fueron a la cocina, donde se apoderaron de una gran cantidad de fruta que sacaron al jardín para comérsela, no podría haberse dicho Ellos fueron a la cocina…, ya que este pronombre se interpretaría de forma contrastiva. Obligaría, por tanto, a buscar otro referente discursivo que pudiera oponerse al anterior. En el § 40.3w se explica que muchos sujetos expresos se interpretan como temas o tópicos contrastivos. Así sucede con los sujetos pronominales subrayados en el texto siguiente, que desglosan la referencia de un pronombre introducido previamente: Ambos tienen doctorados; él, en bioquímica, y ella, en genética humana (País [Esp.] 2/4/1987). Véase también, sobre esta construcción, el § 31.6w.

33.5d La interpretación de un determinado segmento como tema contrastivo exige información discursiva. Resultaría posible, en efecto, usar la expresión Buenos días, yo me llamo Javier García (en alternancia con la variante sin el pronombre yo) si alguien se presenta a sí mismo en una reunión a la que asisten otras personas que también se presentan a sí mismas o han sido presentadas. Sin embargo, esa misma secuencia, con el pronombre yo como sujeto expreso, resultaría inusitada al comienzo de una llamada telefónica, frente a la variante Buenos días, me llamo Javier García. La razón de esa marcada diferencia radica en que en la conversación telefónica el sujeto de la oración no identifica o individualiza a una persona frente a otras. Al interpretarse el pronombre yo como tema o tópico contrastivo, el hablante estaría sugiriendo de forma insólita a su interlocutor telefónico que diera su propio nombre para que pudiera establecerse el contraste que la estructura sintáctica exige.

33.5e La misma interpretación del sujeto como tema contrastivo se obtiene en la secuencia Ana tiene coche, pero yo voy a trabajar en transporte público, que establece un contraste con el sujeto de la primera oración: Ana. No es posible, en consecuencia, suprimir el sujeto que se subraya. Aun así, debe tenerse en cuenta que el contraste que establecen los sujetos pronominales explícitos no se expresa siempre abiertamente. Esto sucede de manera general con los verbos que describen una opinión o una percepción del sujeto. En efecto, el que dice Yo lo veo así o Yo creo que va a llover no está oponiendo directamente su punto de vista al de otras personas, pero sí supone que su parecer podría contrastar con el de otros, aun cuando no lo manifiesten.

33.5f En el § 40.3x se explica que no resultaría natural suprimir el pronombre sujeto yo en diálogos como —¿Qué nota sacaste en el examen? —Yo no me meto en tus asuntos. En cambio, se usaría con normalidad la respuesta —No recuerdo, en lugar de la variante —Yo no recuerdo. Este marcado contraste pone de manifiesto que, para determinar si un sujeto se interpreta o no como tema contrastivo, es preciso examinar la relación predicativa en su conjunto, pero también ponerla en relación con el discurso previo. El pronombre yo es tema contrastivo en el primer ejemplo porque el interpelado interpreta las palabras de su interlocutor como una intromisión en sus asuntos, lo que no se deduce de la estructura sintáctica. Por el contrario, en el segundo caso se omite con naturalidad el sujeto porque corresponde a una información temática no contrastiva.

33.5g Existen, no obstante, numerosos casos en los que un sujeto pronominal puede hacerse expreso, aun cuando se interprete como tema no necesariamente contrastivo y su contenido se recupere del contexto inmediato. Unas veces son razones morfológicas las que inducen a su presencia, pero otras veces los factores que intervienen son de naturaleza léxica. En efecto, el imperfecto de indicativo presenta la misma forma en la primera y en la tercera persona del singular (§ 4.4h). En lugar de ella dormía se podría haber dicho únicamente dormía en el texto siguiente:

Cuando mis diligencias en los bancos tenían éxito, me ponía al día con las cuentas del hotel y compraba un ramo de flores para Alcira. Ella dormía poco y los desvelos le habían apagado la mirada (Martínez, Cantor).

En tal caso, pudiera no haber quedado del todo claro que el autor deseaba hacer referencia a Alcira, que aparece al final del período anterior.

33.5h Como se ha explicado, los factores que intervienen pueden ser de naturaleza léxica. Así, el pronombre usted no se interpreta contrastivamente en los imperativos (Siéntese usted, por favor; Llame usted; Pase usted), a diferencia del pronombre tú (Siéntate tú, por favor; Llama tú; Pasa tú) o del pronombre vos (Sentate vos, por favor; Llamá vos, Pasá vos). Es probable que esta diferencia se deba al origen no pronominal de usted (recuérdense los § 16.1b y 16.14g), puesto que los grupos nominales que contienen formas de tratamiento tampoco requieren la interpretación contrastiva cuando son usados en los imperativos: Pase Su Excelencia; Hágame Su Ilustrísima el favor de…42.4c). Se analizan otras consecuencias gramaticales del origen nominal de usted en los apartados mencionados. La presencia del pronombre personal sujeto puede constituir también un recurso literario, sobre todo cuando el autor desea crear un determinado efecto a través del contraste que sugiere su presencia. En efecto, podría haberse omitido el pronombre ella en La miré y ella bajó la cabeza (Grandes, Malena), puesto que la persona que realiza la acción de bajar la cabeza es la misma a la que se refiere el pronombre la. No obstante, al no omitir el pronombre ella, la autora desea contrastar dos acciones que se atribuyen a dos personas distintas (‘el yo mirarla’ y ‘el bajar ella la cabeza’), lo que la lleva a elegir la variante con sujeto expreso.

33.5i Como se explica en el § 16.2c, el pronombre ello suele tomar como referente el contenido de la oración que lo precede en el discurso: Continúa siendo objetivo común que la línea entre en servicio en el 2002. Ello implica iniciar las obras en 1996 (Vanguardia [Esp.] 27/2/1994). Exceptuando su uso expletivo (§ 16.2g y 33.4v), el pronombre ello no tiene un correlato tácito, por lo que no podría suprimirse en el texto que se acaba de citar. No obstante, es posible que un sujeto tácito tenga un antecedente oracional, en particular en el diálogo:

El niño: Nunca escribí un poema.

Florentino: No es importante. Los poemas se pueden pensar, sentir en la mano o mirarlos… (Santana, Tendido).

Así pues, el sujeto tácito del predicado No es importante tiene por antecedente la oración que lo precede inmediatamente: Nunca escribí un poema.

33.5j Las características fundamentales de las construcciones catafóricas se explican en el § 16.6. La determinación de si existe o no catáfora entre dos segmentos referenciales requiere igualmente de información léxica y discursiva. En efecto, la interpretación más natural de la secuencia Cuando ella estudia, María no oye música o de Si él duerme mal, Javier se enfada mucho, es aquella en que los pronombres ella y él hacen referencia a alguna persona mencionada en el discurso previo o señalada mediante el gesto, en lugar de a las personas a que María o Javier refieren. Cuando no existe discurso previo, la variante de estas oraciones con sujeto tácito en la subordinada (Cuando Ø estudia, María no oye música) da lugar sin dificultad a la relación catafórica descrita. En los contextos en que el sujeto pronominal explícito de la oración subordinada recibe una interpretación necesariamente contrastiva, puede establecerse también la relación de correferencia catafórica con el sujeto de la oración principal, como en Cuando ella duerme pero los demás hacen ruido, María se enfada mucho o en Si él duerme mal pero los niños descansan, Javier está tranquilo.

33.5k Se ha observado, no obstante, que los contrastes anteriores están en función del adverbio o la conjunción elegidos e, indirectamente, en función de la sintaxis de la construcción. En efecto, la relación catafórica se consigue sin dificultad en la oración Aunque ella no lo sabía, Ana había contraído una grave enfermedad, emitida sin discurso previo, e incluso se prefiere la presencia del pronombre a su ausencia (Aunque no lo sabía, Ana había contraído…). El que la relación catafórica se obtenga menos fácilmente con los relativos cuando o donde que con la conjunción aunque se puede interpretar como efecto de que los primeros sean internos al predicado verbal. Se examinan algunas variantes de este factor en los § 16.6c, d.

33.5l Como se ha explicado, no alternan los sujetos tácitos con los expresos en las oraciones impersonales a las que se hizo referencia en el § 33.4t: Llaman a la puerta ~ Ellos llaman a la puerta. Tampoco alternan con pronombres expresos los sujetos pronominales tácitos que se interpretan como variables ligadas, en el sentido explicado en los § 16.6i y 19.9l. No alterna, pues, el sujeto Ø con él o ella en oraciones como Nadie dijo que Ø tuviera hambre. Si se eligen los pronombres él o ella se entenderá que no se hace referencia al indefinido nadie, sino a un antecedente introducido antes en el discurso o señalado mediante deixis. En los § 34.2d y ss. se hacen consideraciones parecidas en relación con el complemento directo. Se ha observado, sin embargo, que la interpretación del pronombre personal sujeto como variable ligada puede darse de manera excepcional si el contexto es contrastivo. El pronombre personal (él o ella, en particular) recibe entonces una marcada prominencia prosódica y se interpreta como ‘él mismo o ella misma, no los demás’. Aun así, es más frecuente él mismo que él en estos contextos enfáticos, como en Nadie suele aceptar que él mismo tenga la culpa de algo.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
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