Sintaxis

42 La modalidad. Los actos de habla. Construcciones imperativas, interrogativas y exclamativas

42.16 La exclamación (IV). Exclamación y ponderación. El uso enfático del artículo determinado

42.16a Muchas oraciones pueden considerarse exclamativas porque contienen artículos determinados usados de forma enfática. Las construcciones exclamativas encabezadas por artículos definidos como ¡Las historias que inventa!; ¡Lo inteligente que es!; ¡La suerte que tiene! suelen interpretarse como las exclamativas parciales correspondientes (¡Qué historias inventa!; ¡Qué inteligente es!; ¡Qué suerte tiene!), y pueden también construirse como complementos en los contextos en los que aparecen las exclamativas indirectas (Todo el mundo se sorprende de las historias que inventa). He aquí algunos ejemplos del uso enfático del artículo:

Tú no sabes la noche que he pasado, de lo peor (Vázquez, Á., Juanita Narboni); ¡Las cosas que uno tiene que oír en su casa, Manuelita! (Chase, Pavo); ¡Lo que puede inventar una dama para presumir sin que nadie ose llamarla presumida! (Moix, Arpista).

Así pues, la noche que he pasado equivale en el primer ejemplo a Qué noche he pasado, y ¡Las cosas que uno tiene que oír en su casa! equivale, en el segundo, a ¡Qué cosas tiene uno que oír en su casa! Entienden algunos autores que estos segmentos incluyen una subordinada relativa que especifica a un grupo nominal o preposicional de naturaleza enfática. Parece predominar hoy el análisis de estas oraciones según el cual la estructura del segmento subrayado en Tú no sabes la noche que he pasado es la de una oración, en lugar de la de un grupo nominal. Desde este punto de vista, la noche es aquí el complemento directo de he pasado, antepuesto a la posición inicial por un proceso de prolepsis. Consiguientemente, la forma que sería aquí conjunción subordinante en lugar de relativo.

42.16b Las construcciones con artículo determinado enfático se presentan fundamentalmente en tres contextos. Los dos primeros son exclamativos, a diferencia del tercero:

A. Oraciones subordinadas a un predicado que selecciona exclamativas indirectas: Mira lo bien que escribe; Es increíble el tiempo que pierde uno en los embotellamientos.

B. Oraciones exclamativas independientes: ¡En el lío (en) que se ha metido!; ¡Las barbaridades que dice este hombre!; ¡Lo triste que se puso aquel día!

C. Oraciones subordinadas a predicados que seleccionan interrogativas indirectas: Depende de lo bien que trabaje; Ignoro el dinero que le habrá costado todo esto.

El grupo nominal que contiene el elemento enfático se relaciona en los tres casos con una función sintáctica dentro de la oración introducida por la partícula que.

42.16c Como se ha indicado, las construcciones con artículo enfático coinciden con las que se forman anteponiendo a la oración grupos sintácticos formados por qué, cuánto, cómo y otras palabras interrogativas-exclamativas. Se obtienen así alternancias como las siguientes:

¡Las barbaridades que dice! ~ ¡Qué barbaridades (que) dice!; ¡Lo triste que se puso aquel día! ~ ¡Qué triste (que) se puso aquel día!; Ignoro el dinero que le habrá costado todo esto ~ Ignoro cuánto dinero le habrá costado todo esto; Mira lo bien que escribe ~ Mira qué bien (que) escribe.

En el carácter enfático de las construcciones que se analizan tiene un papel esencial la naturaleza del artículo determinado, ya que no se obtienen con el indeterminado ni con otros elementos indefinidos o cuantificativos: Es increíble {*un ~ *algún ~ el} tiempo que se pierde; Fíjate {*unas ~ las} barbaridades que dice.

42.16d El verbo saber admite oraciones subordinadas (No sé qué coche es este), pero acepta también construcciones con artículo enfático, incluso con los mismos sustantivos que se rechazan en ausencia de que: así, No sé los coches que tendrá ese magnate (es decir, ‘cuántos coches’ o ‘qué gran número de coches’) contrasta marcadamente con *No sé los coches. Ello da a entender que la primera oración debe interpretarse como ‘No sé cuántos coches tendrá ese magnate’, es decir, con un complemento oracional. Esta propiedad del artículo enfático da lugar a contrastes como los siguientes:

*Nadie sabe los disgustos ~ Nadie sabe los disgustos que le ha dado; *Me pregunto la gente ~ Me pregunto la gente que estará viendo esto ahora mismo; *No puedo adivinar los niños ~ No puedo adivinar los niños que asistieron; *Soy incapaz de calcular los discos ~ Soy incapaz de calcular los discos vendidos por este grupo en los últimos tres años.

Repárese en que no se diría tampoco *No puedo calcular estos discos, lo que confirma que el fenómeno está asociado al artículo determinado, en lugar de a otros determinantes. Se presentan habitualmente en los estudios de sintaxis contrastes como los anteriores como prueba de que las construcciones de relativo enfático no tienen la estructura que corresponde a un grupo nominal. Recuérdese el § 14.9d.

42.16e Los predicados a los que se subordinan las construcciones con relativo enfático admiten también a veces grupos nominales. En estos casos puede obtenerse una estructura nominal o bien una estructura oracional. Así, la oración No recuerdo las barbaridades que me dijo puede significar que he olvidado ciertas informaciones (estructura nominal) o que esas barbaridades eran muy numerosas o muy llamativas (estructura oracional). A la estructura nominal corresponde una interpretación referencial, en la que se designan determinadas entidades. A la estructura proposicional corresponde la interpretación enfática característica de las oraciones exclamativas (§ 42.13). Se percibe una ambigüedad similar en oraciones como Mira los libros que está leyendo, en la que el complemento directo puede interpretarse como un grupo nominal (interpretación referencial) o bien como una estructura proposicional. En el primer caso se pide a alguien que dirija su vista a ciertos libros; en el segundo, el que habla se admira o se sorprende (agradable o desagradablemente) por su contenido, su número u otras propiedades que se puedan considerar extremas. No obstante, esta oración admite también la interpretación que corresponde a una interrogativa indirecta ordinaria (en el sentido de que mira podría equivaler a averigua). Se volverá sobre esta ambigüedad en el § 42.16h. En la interpretación exclamativa que se ha descrito, el verbo mira, al igual que fíjate, se asimila, en parte, a las interjecciones en este uso, como se explica en el § 32.5k.

42.16f La sustitución por un pronombre del grupo sintáctico que contiene el artículo es sensible a la interpretación nominal u oracional. El segmento subrayado en No sé los actos que tiene previsto presidir esta semana se sustituye por el pronombre lo (No lo sé), en lugar de por el pronombre los (*No los sé), lo que confirma que posee naturaleza oracional. Asimismo, en la estructura enfática se rechaza la preposición a en los complementos directos de persona, como en No soy capaz de imaginar los niños que había allí (aproximadamente, ‘Cuán gran número de niños habría allí’). Si se dijera … a los niños que había allí, se obtendría la estructura nominal, es decir, se hablaría de individuos particulares que alguien no es capaz de traer a su memoria.

42.16g En los registros informales se da con frecuencia una discordancia aparente de número en las construcciones que se analizan. El siguiente texto de Cortázar muestra el verbo es en singular, pero su sujeto (las cosas que dicen) presenta rasgos de plural: Admiro mucho a los escritores, es increíble las cosas que dicen (Cortázar, Reunión). La discordancia aparente no es tal si se entiende que la expresión subrayada posee una estructura oracional (como en ¡Qué cosas dicen!). Las oraciones subordinadas que ejercen la función de sujeto concuerdan con el verbo en singular, y este número es el que muestra la forma es. He aquí otros ejemplos similares de esta aparente falta de concordancia:

Es curioso las excusas que siempre buscan los vencidos (Martín Recuerda, Arrecogías); No en vano es admirable las explicaciones que nos dan para justificarse en sus proyectos de quitarnos las pequeñísimas y escasas mejoras que tenemos (País [Esp.] 1/2/1984); Es impresionante los sentimientos a favor y en contra que despierta esta mujer (Cambio 16 19/2/1990); De sobra era sabido los métodos que empleaban: la tortura, el volcán… (Belli, Mujer); Es interesante los calificativos que esta ecóloga le da a este árbol (Asencio, Producción).

Aunque se recomienda evitar esas construcciones en los niveles de lengua más cuidados, ya que carecen de prestigio, debe tenerse en cuenta que no constituyen propiamente casos de discordancia, ya que para que la discordancia se diera, habría de atribuírseles una estructura nominal. Se hablaría, pues, de la propiedad de ser curiosas aplicada a ciertas excusas en el primer ejemplo, de la propiedad de ser admirables de ciertas explicaciones, en el segundo, etc.

42.16h Los grupos nominales construidos con artículo determinado enfático y en plural pueden recibir varias interpretaciones oracionales. Si se opta por la cuantitativa, en ¡Las joyas que llevaba! se obtendrá la paráfrasis ‘¡Cuántas joyas llevaba!’; pero, si se elige la cualitativa, se obtendrá, en cambio, ‘¡Qué joyas llevaba!’ (es decir, ‘tan magníficas’ o quizá ‘tan inapropiadas’). Análogamente, ¡Las cosas que sabe este hombre! admite paráfrasis cuantitativas como ‘¡La de cosas que sabe este hombre!’, pero también cualitativas, como ‘Qué cosas tan raras, sorprendentes, peculiares… sabe este hombre’. La posibilidad de obtener la estructura nominal en las construcciones de artículo enfático depende, en lo fundamental, de las propiedades del predicado principal, como en Me admira la capacidad de trabajo de Ángel. Como consecuencia del significado del verbo admirar, se expresa algún valor extremo (por tanto, ‘la gran capacidad de trabajo de Ángel’). Análogamente, el grupo nominal el esfuerzo que pone en ello no expresa en sí mismo si cierta cantidad de esfuerzo es grande o es exigua. Aunque mantenga su estructura nominal en Llama la atención el esfuerzo que pone en ello, se obtendrá la ponderación característica de las expresiones exclamativas, orientada, además, en el sentido positivo (‘el sumo esfuerzo que pone en ello’). Conviene, pues, distinguir, la expresión de este valor ponderativo, compatible con la estructura nominal, y el hecho mismo de que la construcción presente una estructura oracional o una nominal.

42.16i Se observó en el § 42.15e que el lugar que ocupa la preposición puede ayudar a dilucidar entre una estructura nominal y una oracional, lo que no impide que ambas sean compatibles con el valor ponderativo. El diagnóstico es igualmente válido en las construcciones exclamativas de artículo enfático. En efecto, los segmentos que se subrayan son oraciones de relativo especificativas encabezadas por un grupo preposicional relativo (§ 22.1j y 22.3):

Es increíble la destreza a que llegan algunos (Gumilla, Historia); Es lamentable, deplorable y preocupante el nivel a que se ha descendido en la carrera por la silla presidencial (Tiempos 10/4/1997).

La estructura nominal de los grupos en los que se inscriben es compatible con el valor ponderativo extremo de las magnitudes que se denotan (por tanto, ‘gran destreza’ en el primer ejemplo y ‘muy bajo nivel’ en el segundo). Independientemente de ello, estas construcciones poseen estructura nominal.

42.16j Repárese ahora en que si, en lugar de la primera, se hubiera dicho Es increíble a la destreza que llegan algunos, se obtendría la estructura oracional, ya que no sería posible mantener el análisis del segmento subrayado como oración de relativo. Por el contrario, ese segmento se asimila a las exclamativas indirectas (§ 43.2c y 43.7s), lo que explica que no se requiera la concordancia, tal como se mostró en el § 42.16g. Se asimila, en cambio, a una interrogativa indirecta el segmento subrayado en el fragmento siguiente: Nunca sé a la hora que salgo (CREA oral, España), que alterna con … a qué hora salgo. El valor ponderativo de una expresión de sentido exclamativo es compatible, como se ha explicado, con la estructura nominal del grupo sintáctico en el que se integra. No se asocia únicamente, por tanto, con la estructura oracional. Se expresa, pues, ponderación (en el sentido de énfasis sobre algún valor extremo) en los dos miembros de pares como Ya sabes las dificultades por las que pasa (con relativa y estructura nominal) y Ya sabes por las dificultades que pasa (sin relativa y con estructura oracional); ¡El lío en que se ha metido! y ¡En el lío que se ha metido!, y otros muchos pares análogos.

42.16k Si las construcciones subordinadas de artículo enfático se interpretan como exclamativas indirectas, es lógico que hayan de ser compatibles con los predicados que introducen este tipo de subordinadas. Ser increíble, ser curioso y otros que se mencionaron en las páginas precedentes pertenecen a ese paradigma. Así pues, la presencia del adjetivo increíble en este texto de Cortázar (con artículo enfático) permite que el segmento subrayado se interprete como una oración exclamativa indirecta (aproximadamente equivalente a ‘Cuán sumamente fuerte silbo’): “Es increíble lo fuerte que silbo”, pensó Oliveira (Cortázar, Rayuela). Análogamente, preguntar y depender son compatibles con la interrogación indirecta, pero no lo son con la exclamación indirecta. Así pues, la primera es la interpretación que se obtiene en Me pregunto los días que pensará quedarse o en Depende de lo fuerte que sea. Por último, el verbo decir selecciona interrogativas indirectas (entre otras opciones), pero afirmar no se construye ni con interrogativas indirectas ni con exclamativas. De esta sola diferencia se deducen contrastes como {Dijo ~ *Afirmó} lo que le había parecido el proyecto.

42.16l No es imposible que un mismo predicado acepte la interpretación interrogativa o la exclamativa, de forma que será el contexto el que favorezca en cada caso la que resulte pragmáticamente adecuada. A veces es la propia forma verbal la que tiende a seleccionar una determinada lectura: No sé las aficiones que tiene da lugar a la lectura interrogativa; en cambio, No sabes las aficiones que tiene sugiere una interpretación exclamativa, en parte porque no sabes se asimila a una expresión interjectiva, al igual que mira, fíjate y otras construcciones similares, como se hace notar en el § 32.5k. El artículo enfático será, pues, compatible con la interpretación cuantitativa (‘cuántas aficiones tiene’) y con la cualitativa (‘qué clase de aficiones tiene’). Como las oraciones de relativo son modificadores internos al grupo nominal, su presencia resulta, por lo general, insensible a los contextos en los que este es seleccionado (aunque el modo subjuntivo o indicativo sea fundamental en la interpretación semántica de esos segmentos). Este es otro factor que se ha considerado repetidamente en la abundante bibliografía sobre estas cuestiones para negar el carácter de oración de relativo al segmento subrayado en Es increíble lo cara que está la vida en Venecia, pero también al marcado en por más disculpas que le ofrezca, que se analiza en los § 47.15a y ss.

42.16m El esquema pseudopartitivo con artículo enfático «la de + sustantivo plural» fija la interpretación exclamativa cuantitativa de estas construcciones, como en ¡La de veces que se lo he dicho! o en No sabes la de amigos que tiene. Se trata de un esquema muy productivo en la lengua actual, pero también bastante reciente, ya que sus primeros testimonios literarios datan de finales del siglo xix:

El tío volvió a inclinar la cabeza. ¡La de planes que tenía dentro de ella! (Clarín, Hijo); Yo no sé la de regalos que me ha hecho ya (Martín Gaite, Visillos); Cada que me voy a confesar, la de penas que me cuenta el señor cura (Fuentes, Región); ¡Si supieras la de trabajos que te ha de procurar este momento! (Diosdado, Comuneros); ¿Cómo está, señora? ¡Qué alegría! La de años que hace que no viene por aquí, nos tiene muy olvidados… (Grandes, Aires); La de cosas, sí señor, que yo habré visto —repitió el otro— (Montero, M., Trenza); —Vaya que sí. Una vez fui al cine, en Loja, y vi una película mexicana, de amor. Para qué le cuento, compadre. La de lágrimas que solté (Sepúlveda, L., Viejo).

Esta pauta parece haberse desarrollado por elisión del sustantivo cantidad.

42.16n La fórmula que se describe en el apartado precedente sugiere exceso en la cuantificación que se pone de manifiesto, lo que explica su rechazo en los contextos interrogativos: *Dígame, por favor, la de veces que vio al acusado la semana antes del crimen. Se documentan usos literarios del esquema completo con el mismo significado que la fórmula abreviada:

—¡Te diré! ¡La cantidad de conocimientos que tú desparramas al cabo el día! (Sánchez Ferlosio, Jarama); La cantidad de puestos que tenéis en ese negocio, Asun; ni que fuera un Ministerio (Aldecoa, Fulgor).

42.16ñ La estructura oracional de las construcciones de artículo enfático es compatible con las propiedades cuantificativas del artículo determinado, que se reflejan especialmente en las estructuras en las que el artículo lo funciona como cuantificador de grado de adjetivos o de adverbios (§ 14.9):

Y aquí se demuestra lo difíciles que son, a veces, las observaciones telescópicas cuando se trata de discernir pequeños detalles (Oliver, Astrónomo); Empezó a lamentarse de lo rápidamente que pasa el tiempo (Tomeo, Amado).

42.16o La partícula con encabeza grupos sintácticos de significación cuantitativa, formados generalmente por un artículo y un sustantivo, adjetivo o adverbio, más una subordinada de relativo: ¡Con la suerte que tiene!; ¡Con lo amable que parecía!; ¡Con lo bien que cantaba! La construcción exclamativa formada de esta manera suele interpretarse como concesiva respecto de alguna información consabida o presentada en el discurso precedente. Estas construcciones ponderativas encabezadas por con se integran casi siempre en un texto mayor, a la manera de las que se forman con a pesar de y otras partículas concesivas:

Vale más que no entre en detalles, este tequila de la Viuda de Martínez me suelta la lengua, con lo suavecito que es (López Páez, Herlinda); ¡Con el frío que hace y yo sudando toda, por los huesos de mi padre! (Miras, Brujas); Quise ir a contratiempo, desprestigiar los viejos ritos, prestarme a la seducción de la novedad, ser la artífice de mi ración, buena o mala, ¡con lo fácil que era dejarse llevar de la mano! (Portal, Pago); Con lo lista que eres, a veces pareces tonta, Cris, guapa (Diosdado, Ochenta).

42.16p Las construcciones formadas con artículo determinado enfático, y sobre todo con el neutro lo, pueden funcionar como términos de preposición en esquemas equivalentes a la subordinación de valor causal, consecutivo o concesivo. En muchos de estos contextos, no es posible conmutar el artículo enfático por un cuantificador interrogativo o exclamativo. La posibilidad de concurrencia de grupos nominales neutros con adverbios o con adjetivos de concordancia externa muestra, sin embargo, que estas construcciones se asimilan a las que se describieron en los apartados anteriores de esta sección. Unas veces se construyen estas secuencias con los cuantificadores mucho o poco, como en estos ejemplos:

A veces, pierdo la paciencia, pero es por lo mucho que te quiero (Santiago, Sueño); Tenía una mirada escalofriante, una mirada demasiado intensa acaso por lo poco que la usaba (Benet, Saúl); Poco hombre me pareces tú para lo mucho que amenazas (Cela, Pascual Duarte); Wilson muchas veces tenía ganas de mandarla a la mierda a causa de lo mucho que lo atormentaba con su silencio y su reticencia (Vergés, Cenizas).

En otras ocasiones, se extienden a un gran número de adjetivos y adverbios cuantificables, como en las oraciones siguientes:

No le hacía el parque ni pizca de gracia, por lo cerca que estaba el Penal (Mendicutti, Fuego); De lo feo que se estaba poniendo aquello, la trigueñita mandó a buscar al señor cura (Vega, A. L., Crónicas); Esa noche, pese a lo incómodo del tren, Crispín durmió como niño (Elizondo, R., Setenta); Me sentía a gusto callejeando por aquel barrio, pese a lo desapacible del tiempo (Lago, Brooklyn).

42.16q Por elisión de la conjunción que y de la cópula en las construcciones con artículo neutro enfático seleccionadas por la preposición por, se obtienen a veces grupos preposicionales que contienen complementos predicativos en los que se produce la concordancia externa del adjetivo. Esta construcción es rara en la lengua coloquial, pero se documenta en la literaria:

Se esfuerza por sonreírme tristemente, con estos dientes suyos parecidos a los de una cordera por lo claros y grandes (Rojas, C., Hidalgo); La voz de Helena Yolza no solo contrastó por lo dulce y grata sino porque iba cargada de una convicción mayor (Cuauhtémoc, Grito); Su melodía casi hipnótica por lo pegadiza fue utilizada al año siguiente para una campaña publicitaria de zapatillas infantiles (Fresán, Historia).

La misma construcción aparece sin elisión en otros casos, como en Las Abuelitas, tal vez por lo impresionables que dicen ser las señoras de cierta edad, se lo tomaban mucho más a pecho (Obando, Paraíso).

42.16r Se expone en el § 14.9d la diferencia que existe entre el lo llamado referencial y el lo denominado enfático. Como se ha explicado en los apartados anteriores, este último se asimila en la mayor parte de los casos a un cuantificador de grado equivalente al adverbio exclamativo cuán o a qué: ¡Lo lista que fuiste! equivale, de manera aproximada, a ¡Cuán lista fuiste! o a ¡Qué lista (que) fuiste! Desde el punto de vista sintáctico, la principal diferencia entre el lo enfático y el lo referencial estriba en sus distintas propiedades combinatorias. A diferencia de este último, el lo enfático puede concurrir con adjetivos en cualquier forma flexiva:

¡Usted sabe lo orgullosa que es ella, también! (Wolff, Álamos); Es increíble lo milagrosos que son los rezos de la maga (Navajas, Agonía); Si vieras lo amigas que se han hecho en unas pocas horas Mimí y Carol (Sierra Fabra, Regreso); Hoy por primera vez me di cuenta de lo viejo que está (Paso, F., Palinuro).

42.16s El lo enfático, a diferencia del referencial, puede ir inmediatamente seguido de adverbios: Es de agradecer lo rápidamente que se nos ha atendido. Debido a su naturaleza de cuantificador de grado, solo los adjetivos y adverbios que expresan cualidades graduables o cuantificables aparecen junto al artículo neutro enfático. Es de todo punto esperable por ello que la lengua rechace secuencias como *Es de lamentar lo antes que se fue (frente a … lo temprano, con adverbio graduable). El lo referencial con interpretación atributiva cuantificada (descrita en los § 14.9i y ss.) puede aparecer en los contextos en que se seleccionan interrogativas y exclamativas indirectas, que son los que caracterizan al lo enfático. Se abordan otros aspectos de estas cuestiones en los § 14.9 y 14.10.

 

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