Sintaxis

26 El verbo (IV). Las formas no personales: el infinitivo

26.4 Los infinitivos verbales. Su interpretación semántica. Infinitivo simple e infinitivo compuesto

26.4a Como se ha explicado, el significado de los infinitivos nominales puede ser proporcionado directamente por el diccionario (grupo 1 del § 26.3a), pero también puede obtenerse a través de varios recursos sintácticos, sobre todo por la naturaleza gramatical de las palabras a las que el infinitivo complementa. La interpretación semántica del infinitivo verbal está inducida por factores similares. Así, el infinitivo expresa un estado de cosas en Es necesario mejorar las exportaciones, ya que aparece en una subordinada sustantiva que funciona como sujeto del predicado ser necesario, o en No es fácil sustraerse a los innumerables cantos de sirena (Morales, J., Ensayos). Las oraciones subordinadas sustantivas de verbo finito (… que mejoren las exportaciones; … que se sustraigan a los inmumerables cantos de sirena) expresan esos mismos significados. El infinitivo se refiere a una acción o un evento en Después de hablar con él, quedaron más tranquilos, donde la oración subordinada en la que se encuentra es complemento del adverbio de tiempo después30.6m, o). Puede decirse que el infinitivo expresa una actividad en Vengo a ayudarte, lo que sabemos —como en los casos anteriores— por las propiedades sintácticas del contexto en el que aparece subordinado. Aun así, se ha señalado repetidamente en los estudios sobre estas cuestiones que los límites entre las nociones semánticas que puede expresar el infinitivo son a menudo imprecisos. En las secciones siguientes se explicarán estos significados.

26.4b Aunque las oraciones subordinadas sustantivas con verbo en forma personal alternan con los infinitivos en gran número de contextos, están más restringidas semánticamente que ellos. Por ejemplo, las subordinadas sustantivas expresan hechos o estados de cosas. Como los infinitivos pueden denotar esas mismas nociones, se obtienen pares como Es posible {escribir ~ que Luis escriba} una novela. Las oraciones sustantivas de verbo finito no denotan, en cambio, acciones. Los infinitivos sí pueden expresar este significado con naturalidad, lo que da lugar a contrastes como Es lento {escribir una novela ~ *que Luis escriba una novela}. Repárese en que la irregularidad de la segunda opción es similar a la que se obtendría predicando el adjetivo lento del sustantivo hecho.

26.4c El contraste entre las subordinadas sustantivas que expresan hechos o estados de cosas y las que hacen referencia a acciones puede diluirse en el complemento de ciertos verbos, como en Me prometió {que me llevaría al cine ~ llevarme al cine}, pero se percibe con nitidez —y es sumamente relevante— en el de otros. Obsérvese que las oraciones Me olvidé de que apagué la luz y Me olvidé de apagar la luz coinciden en estar construidas con dos subordinadas sustantivas formadas por los mismos verbos, que funcionan además como término de la misma preposición de. Estas dos oraciones poseen, por tanto, estructuras sintácticas similares y, sin embargo, expresan significados muy diferentes: el que usa la primera manifiesta que la información que expresa olvidé corresponde a un determinado hecho (un hecho ya sucedido, como muestra el pretérito perfecto simple apagué), mientras el que emplea la segunda oración expresa que olvidó una acción, por tanto que dejó de hacer algo. Como en los casos examinados en los apartados precedentes, el significado que corresponde al infinitivo puede ser distinto del que expresa la oración subordinada correspondiente cuando se construye con verbo en forma personal.

26.4d El significado del infinitivo está también inducido por el del predicado al que se subordina en los casos en los que se introducen acciones, propiedades o estados habituales o caracterizadores, como en Me gusta ir al cine; … leer; … irme de vacaciones; … comer pasta, etc., frente a otros en los que esos procesos y estados son episódicos o momentáneos, como en Me apetece ir al cine; … leer; … irme de vacaciones; … comer pasta. En los primeros ejemplos se habla, por consiguiente, de acciones que definen los gustos de alguien, mientras que en los segundos se expresan ciertas sensaciones puntuales. La construcción «apetecer + infinitivo» es característica del español europeo, aunque no es del todo desconocida en el americano: Hoy más que nunca me apetece ir (Donoso, Casa). En este último son más frecuentes variantes como «dar ganas de + infinitivo» o «provocar + infinitivo», la última especialmente en el Caribe continental y en el área andina: No sé, no me provocaba entrar a clases (CREA oral, Venezuela). Como se ve, el hecho de que el infinitivo pueda expresar un comportamiento habitual o una acción momentánea está determinado en parte por el predicado al que complementa. Para el análisis de alternancias similares sin infinitivos (del tipo de Me apetecen las manzanas ~ Me gustan las manzanas), véase el § 15.8a.

26.4e En la mayor parte de sus usos, el infinitivo es una forma verbal dependiente de otras sintáctica y semánticamente. La información sobre el tiempo, el modo, el número y la persona que el infinitivo no puede expresar se obtiene muy a menudo de los predicados a los que se subordina. El número y la persona son proporcionados por el sujeto, sea expreso o tácito, y se analizarán en los § 26.7 y 26.8. El tiempo que corresponde a las acciones que expresan los infinitivos es prospectivo cuando estos se subordinan a palabras que imponen esa significación a sus complementos. Así, la interpretación prospectiva de marcharme en Sentí un enorme deseo de marcharme está inducida por el sustantivo deseo y es relativamente similar a la que corresponde al subjuntivo en oraciones cercanas a esta (su deseo de que vuelva pronto). Sería incluso posible que una expresión adverbial de interpretación prospectiva, como mañana o dentro de unos días, modificara al infinitivo en estos casos, aun cuando el verbo principal (sentí) estuviera en pretérito perfecto simple: Ayer sentí un enorme deseo de marcharme mañana.

26.4f El hecho de que no se perciba contradicción en secuencias como la que se acaba de mostrar pone de manifiesto que la interpretación temporal prospectiva del infinitivo está inducida por la naturaleza semántica del sustantivo deseo. La noción deseada puede ser no activa en estos casos (cf. deseos de morir, interés en descansar, ganas de no hacer nada), pero se interpreta como noción prospectiva por el hecho de que el infinitivo se subordine a los sustantivos que se mencionan. En general, la interpretación prospectiva de los infinitivos es habitual cuando estos se subordinan a nombres, verbos y adjetivos que expresan voluntad, temor, solicitud, influencia, necesidad y otras nociones similares que remiten a acontecimientos venideros: deseoso de triunfar, miedo de viajar, obligar (a alguien) a decir (algo), prometer regresar, urgir (a alguien) a viajar. Frente a los verbos de voluntad o influencia, los de percepción (§ 24.7t y 25.3g, j) establecen la coincidencia temporal del infinitivo con el predicado al que se subordinan, como en Lo vi llegar.

26.4g La interpretación prospectiva de los infinitivos se obtiene también en la mayor parte de las interrogativas indirectas. Puede decirse No sé qué hago; No sé qué hice y No sé qué haré, pero el que dice No sé qué hacer no expresa el contenido de las dos primeras oraciones, sino un significado cercano, aunque no idéntico, al que corresponde a la tercera. Se ha sugerido en los estudios gramaticales que esta interpretación prospectiva del infinitivo en las interrogaciones indirectas pudiera estar inducida por un verbo modal tácito, como en No sé qué pueda hacer. El infinitivo alterna a veces en estos contextos con verbos en subjuntivo de interpretación igualmente prospectiva (No sé qué vaya a hacer). Secuencias como No sé qué haga Beatriz son naturales en el español de México y algunos países centroamericanos, pero no en el de otras áreas hispanohablantes, como se explica en los § 25.5o-q. Las interrogativas indirectas de infinitivo construidas con por qué suelen ser asimismo prospectivas: No tengo por qué callarme —dijo—. El que no quiera oírme que se vaya (García Márquez, Cien años), pero pueden aludir también a situaciones actuales como en La niña no tiene por qué estarse aquí sacrificada todos los domingos (Sánchez Ferlosio, Jarama), donde se niega la existencia de justificación para una acción que está ocurriendo, aunque también podría estarse poniendo en tela de juicio la razón de alguna acción futura. Sobre el cruce entre ‘causa’ y ‘finalidad’ que caracteriza algunas construcciones encabezadas por la preposición por, véanse los § 46.1c y ss., 46.2k, l y 46.4d. Sobre las alternancias entre infinitivo y subjuntivo, véanse los § 26.11d, e, g, i, 26.12b, c, g y 26.14f; acerca de las propiedades prospectivas de los verbos modales, véase el § 28.6c.

26.4h Se explicó en las secciones anteriores que el infinitivo coincide con el gerundio en que admite formas compuestas: haber cantado, habiendo cantado. El infinitivo compuesto o infinitivo de perfecto (haber cantado) expresa contenidos distintos de los que manifiesta el infinitivo simple (cantar), pero se ha observado que ambos alternan, con una leve diferencia interpretativa, en los complementos de varias categorías que expresan inherentemente significaciones de naturaleza retrospectiva, como en después de {llegar ~ haber llegado}; culpable de {recibir ~ haber recibido} un soborno; gracias por {venir ~ haber venido}; castigado por {faltarle ~ haberle faltado} al respeto. El infinitivo simple era raro en estos mismos contextos en el español antiguo. Tampoco se suele aceptar hoy en ellos en francés, italiano y otras lenguas románicas: compárese después de {llegar ~ haber llegado} con el francés après {*arriver ~ être arrivé}. Entienden algunos autores que la alternancia libre o casi libre del infinitivo simple y el compuesto en dichos contextos podría estar relacionada con el hecho de que haber se use como auxiliar de los tiempos compuestos de todos los verbos, sin alternancia con ser o con los auxiliares derivados del latín esse41.4b, c), pero no existe acuerdo absoluto sobre esta posible relación. La información temporal y aspectual retrospectiva que introduce haber en después de haber llegado está presente en cierto modo en el adverbio después. Cabe, pues, pensar que está inducida en la subordinada por la significación de esta palabra y que este efecto puede quedar sin manifestación formal, ya que es también posible decir después de llegar.

26.4i Interviene asimismo el tiempo del verbo principal en las alternancias entre el infinitivo simple y el compuesto. Obsérvese que la alternancia es prácticamente libre en Me multaron por {pasarme ~ haberme pasado} un semáforo. No obstante, la sinonimia no se obtendría de manera forzosa si se usara el futuro multarán en lugar de multaron, ya que en este último caso la infracción a la que se hace referencia puede cometerse antes o después del momento en que se habla. Ello muestra que existe una relación estrecha entre la información perfectiva que haber pone de manifiesto en el infinitivo compuesto y el hecho de que el predicado al que se subordina exprese un suceso ya acaecido. El infinitivo compuesto aporta información que se percibe asimismo como redundante en ciertas perífrasis con verbos modales: Pudo {asistir ~ haber asistido}; Debió {estar ~ haber estado} presente en la muerte de su madre. Sobre estas alternancias véase el § 28.7g.

26.4j En otros muchos casos, el infinitivo compuesto aporta un significado claramente diferenciado del que corresponde al simple, como en Me alegro de {estar ~ haber estado} presente; Lamento {tener ~ haber tenido} que tomar esa decisión; Más te valdría {estar ~ haber estado} atento, y otros muchos pares en los que la subordinada de infinitivo designa una situación anterior a la que expresa la principal (infinitivo compuesto), o bien coexistente con el tiempo que corresponde a esta (infinitivo simple). El primero tiende a rechazarse con un gran número de predicados de significación prospectiva, como en Pidió ver (no *haber visto) los documentos; Ha renunciado a estar presente; Tal vez decidan reclamar, etc. Se asimilan a este grupo los verbos que expresan influencia, una de cuyas manifestaciones es la causación: Fue obligado a {abandonar ~ *haber abandonado} la sala, en cuanto que las situaciones causadas son posteriores a la acción de llevarlas a cabo. Como se comprueba, el verbo principal de muchas de estas oraciones expresa alguna acción que ha de ser anterior a la realización del estado de cosas denotado por el complemento: si alguien pide hacer algo, su petición es necesariamente anterior a la acción que solicita. Como consecuencia de esta restricción semántica, resulta difícil, cuando no imposible, interpretar el significado perfectivo del auxiliar haber si el infinitivo compuesto aparece en estas oraciones. Se admiten, no obstante, secuencias como Deseábamos haber celebrado esta fecha como se merecía el Maestro de Pocuro (Hoy [Chile] 8/11/1978), o como Su intención era haber estado allí porque los estados intencionales a los que se alude pueden seguir vigentes después de que tenga lugar el suceso al que el infinitivo se refiere. Aun así, se ha observado que la presencia del infinitivo de perfecto en estas oraciones solo resulta natural si el verbo al que se subordina aparece en pretérito perfecto simple o en pretérito imperfecto, lo que vincula estas construcciones con las que se describieron en el apartado precedente.

26.4k Los verbos de percepción rechazan los infinitivos compuestos: La vi {entrar ~ *haber entrado}. Esta restricción suele interpretarse como un caso particular de la condición temporal de simultaneidad a la que se hizo referencia en el § 24.7t, en el sentido de que las situaciones percibidas coinciden temporalmente con la acción de percibirlas. Tampoco suele admitirse el infinitivo compuesto en la interrogación indirecta: No consiguió averiguar cómo {entrar ~ *haber entrado} allí, lo que se relaciona —de nuevo— con la interpretación prospectiva que el infinitivo adquiere en estas oraciones (§ 26.4g). Son igualmente prospectivos los infinitivos que aparecen en las oraciones de relativo (§ 26.12d), por lo que no sorprende que rechacen las formas compuestas: Tengo todavía dos artículos que {leer ~ *haber leído}.

26.4l Los auxiliares modales suelen admitir el infinitivo compuesto en las perífrasis verbales (Pudo haber salido), como se mencionó en el § 26.4i. Se prefiere la perífrasis «tener que + infinitivo» a la correspondiente con haber de en estos casos (Tuvo que haberlo visto), pero se registra también esta última, con mayor frecuencia en textos antiguos: No parece que le hubo de haber ido tan bien al inglés (Victoria, Documento Filipinas). El rechazo del infinitivo perfecto en lugar del simple en la mayor parte de las perífrasis de significación aspectual (Comenzó a sangrar; Tardó en darse cuenta; Acabó de escribir la carta) es consecuencia de la incompatibilidad semántica entre la naturaleza perfectiva de dicho infinitivo y la información que expresan esos verbos. Aun así, la interpretación epistémica de algunos auxiliares modales (§ 28.6a) es compatible con el infinitivo compuesto, como en ¿Cómo va a haber trabajado para el SIM si ni ha hecho la mili ni ha estado nunca en la capital? (Goytisolo, Liberación), que significa aproximadamente ‘¿Cómo es posible que haya trabajado para el SIM si ni ha hecho la mili ni ha estado nunca en la capital?’. Sobre estas cuestiones, véase también el § 28.6h.

26.4m El infinitivo compuesto posee interpretación estativa o estativizadora, en el sentido de que permite convertir los predicados que expresan acciones o procesos en otros que expresan estados o propiedades. En efecto, varios verbos de lengua y de pensamiento solo aceptan en el español actual infinitivos si estos expresan estados, como en Aseguró saberlo; Dijo estar de acuerdo; Reconoció tener el dinero; Siempre cree tener razón. Los verbos mencionados suelen rechazar los infinitivos que designan acciones no habituales (tienden a rechazarse, en efecto, oraciones como Aseguró robar el dinero o Cree viajar mañana en avión), pero aceptan en cambio el infinitivo compuesto con naturalidad: Aseguró haber robado el dinero; Cree haber viajado en avión. He aquí otros ejemplos de infinitivo compuesto en contextos similares:

Las tres afirmaron haber estado con el reo en la mañana del día de autos (Mendoza, Ciudad); Reconoce haber arrojado piedras contra la policía (Soriano, León); Pero ya creo haber explicado lo que pienso de la prensa seria y de la sección policial (Sábato, Héroes); Y reconoció haber escrito algunas frases cuyo único objeto era lisonjear a quienes lo deseaban (García Márquez, General).

Se considera también esta propiedad en los § 23.4n, ñ, donde se muestra que el verbo poder da lugar a un efecto análogo.

26.4n Cuando las acciones se interpretan como hábitos, propiedades o capacidades, se asimilan a los estados, tal como se explica en el § 23.5h. Así, la oración Pablo toca el piano puede describir un determinado suceso que está teniendo lugar ahora, pero también (y quizá más probablemente) cierta capacidad o habilidad de Pablo que no tiene por qué manifestarse en el momento en que se habla. Por el contrario, la subordinada tocar el piano que aparece en la oración Dice tocar el piano no describe una acción puntual, sino cierta propiedad o capacidad de alguien. Así pues, el infinitivo subordinado permite reinterpretar en estos casos los verbos de acción como verbos que expresan situaciones habituales. Designan asimismo hábitos, capacidades o propiedades los infinitivos que se subrayan en los ejemplos siguientes. Aunque no todos correspondan a verbos de estado, se subordinan a verbos de lengua y de pensamiento, así como a otros que se asimilan a estos grupos:

Confesó ser anabaptista (Menéndez Pelayo, Heterodoxos); La acompañé a visitar la casa de Cristina, esa quinceañera que decía escuchar la voz del Señor en latín (Paz Soldán, Materia); Un matarife de Shangai aseguraba degollar cabras con mayor eficacia tras leer el Libro Rojo del Camarada Mao (Azúa, Diario); En todo caso creo conocer mis límites: no soy un descubridor, no soy un inventor (Rossi, A., Distraído); Y reconocí saber algo de lo que en realidad no tenía seguridad ni constancia (Marías, J., Corazón); Afirmó no tener todavía ninguna teoría firme (Argullol, Razón); Ha demostrado confiar más en un extraño que en su madre (Marsé, Montse).

26.4ñ Los verbos subrayados con trazo discontinuo en el apartado precedente dan lugar a interpretaciones de simultaneidad como las que se analizan en los § 24.7h y ss. Así, el texto citado de Menéndez Pelayo Confesó ser anabaptista equivale a Confesó que era anabaptista. La interpretación temporal de era (pretérito imperfecto) se analiza en el § 23.10. Si se hubiera dicho, en cambio, Deseó ser anabaptista, se hubiera obtenido en el infinitivo la interpretación prospectiva descrita en los apartados precedentes. Aun así, se documentan en ocasiones infinitivos simples de verbos de acción usados en la interpretación no estativa como complementos de confesar, creer, decir y otros verbos similares. En estos casos no se alude a hábitos ni a propiedades caracterizadoras. Se trata de secuencias como Dijo sentirse (‘que se sentía’) bien; Creyó ver (‘que veía’) un fantasma, o como las que muestran estos otros ejemplos:

Después levanté la vista al cielo y creí notar que una cortina se movía en una de las ventanas del segundo piso (Bolaño, Detectives); Desde la torre dijo presenciar el júbilo de Sevilla (Ortiz-Armengol, Aviraneta).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
oración de infinitivo

 

Nueva gramática de la lengua española
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