Sintaxis

38 El atributo (II). Construcciones semicopulativas. Los complementos predicativos. Las construccion

38.4 El atributo en las construcciones semicopulativas (IV). Alternancias entre los verbos de cambio

38.4a Las numerosas alternancias que se obtienen en las oraciones construidas con verbos semicopulativos que denotan cambio de estado muestran que la elección de un verbo o de otro permite expresar significados diferentes en un gran número de casos. En las secciones precedentes se comprobó que los atributos que se construyen de manera característica con ser eligen hacerse o volverse, mientras que los que lo hacen con estar prefieren ponerse o quedarse. En cuanto a resultar o salir, se constató que admiten atributos construidos con ser y con estar, y también que expresan significados diferentes en estos contextos.

38.4b El que existan al menos dos verbos de cambio por cada verbo copulativo de estado deja abierta, en cierta medida, la elección del verbo auxiliar. En esta sección se añadirán algunas diferencias entre los verbos semicopulativos mencionados para completar la información que se dio sobre ellos en las precedentes. Antes de hacerlo conviene insistir en que las incompatibilidades a las que dan lugar los emparejamientos a los que se hace referencia excluyen un buen número de opciones. Así, los atributos que rechazan estar y aceptan ser, rechazan a su vez ponerse y admiten hacerse, lo que da lugar a contrastes como El cambio {era ~ *estaba ~ *se ponía ~ se hacía} inevitable. A su vez, los atributos que se construyen con estar no se combinan con volverse: {*volverse ~ estar ~ quedarse} quieto. Como el verbo ponerse no acepta los atributos que se construyen con ser, es esperable que rechace los formados por grupos nominales, como efectivamente sucede: Se {hizo ~ *puso} abogada. Existen otras muchas incompatibilidades similares que se deducen de las propiedades expuestas.

38.4c Tanto ponerse como quedarse son compatibles con los atributos que eligen estar. El segundo es característico de los participios y adjetivos participiales que cuentan con un verbo de cambio de estado para expresar el significado que correspondería a la combinación con ponerse. Este último verbo tiende a rechazarse en estos contextos:

*ponerse admirado ~ quedar(se) admirado ~ admirarse; *ponerse callados ~ quedar(se) callados ~ callarse; *ponerse embarazada ~ quedar(se) embarazada ~ embarazarse; *ponerse sentadas ~ quedar(se) sentadas ~ sentarse; *ponerse trastornado ~ quedar(se) trastornado ~ trastornarse; *ponerse ubicada ~ quedar ubicada ~ ubicarse; *ponerse vinculado ~ quedar vinculado ~ vincularse; *ponerse zanjada ~ quedar zanjada ~ zanjarse.

38.4d También rechazan ponerse, como se vio, muchos de los adjetivos que poseen correlatos con participios que expresan cambio de estado, como en desnudo ~ desnudado y lleno ~ llenado. Son esperables, en consecuencia, contrastes como {*ponerse ~ quedarse} desnudo: Cuando se quitó el rey el pantalón y la camisa y se quedó desnudo y sonriente cara a cara con la cámara […] (Pombo, Ventana). Si alternan ponerse y quedar(se) con los mismos adjetivos, se perciben diferencias de significado:

quedarse contento (‘quedarse satisfecho’) ~ ponerse contento (‘ponerse alegre’);

quedarse tonto (‘quedarse débil mental’) ~ ponerse tonto (‘ponerse terco, pesado’);

quedarse limpio (‘pasar a estar limpio’ o ‘quedarse sin dinero’) ~ ponerse limpio

(‘lavarse, vestirse con ropa limpia’).

Cabría añadir otras similares con quedarse solo (‘quedarse sin compañía’) ~ ponerse solo (‘pasar a ocupar un lugar sin ayuda’), pero la segunda construcción no es propiamente semicopulativa. Se ilustran a continuación las diferencias mencionadas:

A Barrantes le tocó limpiamente el [=‘puesto’] de Lanzarote: quedó contento (Torrente Ballester, Saga); Ningún ser humano se pondría contento al ver todo esto (Burgos, E., Rigoberta); Le habría preguntado al doctor canadiense […] qué posibilidades de quedarse tonto le brindaba ese sitio (Millás, Articuentos); ¡Bah! No te pongas tonto (Aguilera Malta, Pelota); Su noche había sido hecha toda a tramos como había sido el firmamento previamente surcado por las aborregadas nubes y había ahora ido quedándose limpio de todo blanco (Pombo, Metro); Ha sido del susto; pero ya me pondré limpio en el primer riachuelo que nos encontremos (Sastre, Viaje).

38.4e Aunque ponerse coincide con estar en que rechaza con claridad los atributos nominales, ambos auxiliares los aceptan en los grupos preposicionales como términos de la preposición de37.2h), como en Estuvo de médico o en Se había puesto de imaginaria en nuestros jeeps (Leguineche, Camino). Contrastan así marcadamente Se puso de portero, que indica un cambio accidental, y Se hizo portero, que expresa el ingreso en cierta actividad profesional. Se dedicarán los § 38.10 y 38.11 a los atributos construidos como términos de preposición.

38.4f Mientras que la oposición entre volverse y ponerse es, en buena medida, paralela a la que explica la distribución del par ser ~ estar, el verbo semicopulativo quedar(se) parece comportarse como la variante intransitiva de dejar. En efecto, en El accidente lo dejó ciego se dice que la persona designada por el complemento directo pasa al mismo estado en el que termina el sujeto en (Se) quedó ciego por el accidente. Contrastan, en el mismo sentido, La noticia lo dejó pálido y (Se) quedó pálido por la noticia.

38.4g Se ha explicado que coinciden volverse y hacerse en introducir estados que se interpretan como caracterizadores, estables o permanentes. Sin embargo, se prefiere hacerse en muchos de los casos en los que es posible la alternancia con resultar, venir a ser o llegar a ser, como en El frío {se hacía ~ resultaba} insoportable; El paseo {se hacía ~ resultaba} agradable, o en los ejemplos siguientes:

Tanta facilidad de maniobra se hizo sospechosa (Alberto, Eternidad); El paseo hacia el 112 de la calle Mercer se hizo tan natural como el té de las tres de la tarde (Volpi, Klingsor); Al pronto se me hizo guapísima (Sánchez Mazas, Pedrito).

Se registran en la lengua antigua usos de hacerse con atributos que expresan estados carenciales, hoy construidos con quedarse: Antes de edad me hice calvo (Cervantes, Casamiento).

38.4h Se vio en el § 38.2e que los sustantivos atributivos que se prefieren con hacerse denotan, en un gran número de casos, cambios de estado de naturaleza social o laboral. Estos atributos no se aceptan con volverse: Se hizo aviador ~ *Se volvió aviador. Se ha observado que tiende a rechazarse la pauta «hacerse + grupo nominal» cuando el cambio de estado al que se alude no es voluntario, lo que suele suceder con ciertas alteraciones relativas a la salud, la actitud o la personalidad de los individuos. En estos casos se percibe una marcada tendencia a usar volverse, tanto si los atributos son adjetivales como si son nominales. Se prefiere, por tanto, la primera opción en Se {volvió ~ hizo} una persona amargada o en Se había {vuelto ~ hecho} un histérico. Análogamente, si se dice Se hizo drogadicto se sugiere una transformación consciente o voluntaria de alguien, al contrario que en Se volvió un drogadicto.

38.4i Volverse y hacerse se cruzan en muchos casos. He aquí algunos ejemplos de estas alternancias: El aire se {hacía ~ volvía} espeso; El griterío se {hacía ~ volvía} ensordecedor; Nos vamos {haciendo ~ volviendo} viejos (también mayores); Se {hizo ~ volvió} rico. Se ilustran algunas de ellas a continuación:

Tematizaba esa variante del sueño venezolano de hacerse rico de golpe que es la aventura de los mineros (Miranda, Palabras); Se volvió rico de golpe (Moneta, Ischigualasto); La gritería se hizo ensordecedora, y el pianista, quizás con el propósito de apaciguar los ánimos, se lanzó a tocar con estrépito (Araya, Luna); Comienza entonces a escucharse el ascenso de la música discorde, hasta alcanzar […] el momento en que se vuelve ensordecedora (Panero, Lugar); La población se está haciendo vieja (Díaz, L., Radio); Se está volviendo viejo, y está en las mismas (García Vega, Años).

38.4j Las diferencias a las que se aludió en el apartado anterior pueden manifestar preferencias estilísticas, pero también dialectales. Así, se prefiere hacerse viejo en México o en España, pero esta expresión alterna con volverse viejo en la mayor parte de las demás áreas lingüísticas, especialmente en la caribeña. El contraste entre hacerse rico y volverse (o quedarse) pobre —en lugar de hacerse pobre— puede deberse a que el uso de pobre con estar es más común que el de rico con ese mismo auxiliar. Las preferencias estilísticas en la alternancia hacerse ~ volverse se comprueban en los textos siguientes:

El buey fiero, en tierra extraña se hace manso (Melcón, Catalina); La firmeza —aparente— de Juan Antonio se ablandó de pronto y el tono de su voz se hizo melódico y sibilino (Marsillach, Ático).

En el primero habría sido posible … se vuelve manso, y en el segundo hubiera resultado también natural … se volvió melódico.

38.4k En la medida en que puede decirse ser impertinente y estar impertinente, es esperable la alternancia entre volverse impertinente (‘pasar a serlo’) y ponerse impertinente (‘pasar a estarlo’). Se obtienen alternancias similares entre volverse serio y ponerse serio; volverse (o hacerse) insoportable y ponerse insoportable. Así pues, volverse pálido o volverse azul es adquirir esos nuevos estados, que se suponen no transitorios. En el texto siguiente se entiende que cierto jefe se convirtió en una persona de tales características y no que mostró tales propiedades durante un episodio particular: Te dirá que hace mucho tiempo un jefe shuar se volvió malo y sanguinario (Sepúlveda, L., Viejo). Por su parte, ponerse pálido o ponerse azul es pasar a estos estados temporalmente. Así, en Lo cierto es que se puso feliz (Bryce Echenique, Huerto) no se entiende que el sujeto se convirtiera en una persona feliz, sino que manifestó dicho estado en un episodio particular. Finalmente, quedarse pálido o quedarse azul es alcanzar esos estados como efecto de una acción o un proceso. Los siguientes ejemplos ilustran las diferencias con un mismo atributo, el adjetivo pálido:

Se fue volviendo pálida y triste. Andrés decía que era el embarazo (Mastretta, Vida); Súbitamente calló, pues su hijo se había puesto pálido (Martínez Salguero, Combate); Se iba somatando la puerta y él se quedaba pálido, descompuesto, derrumbado (Cifuentes, Esmeralda).

38.4l Las diferencias de significado en el verbo semicopulativo elegido están en función de las acepciones del adjetivo con el que se combina en contrastes como los siguientes:

ponerse bueno alguien (‘recobrar la salud’) ~ volverse bueno alguien (‘hacerse bondadoso, buena persona’);

quedar reservado algo (‘quedar en reserva’) ~ volverse reservado alguien (‘volverse cauteloso o circunspecto’);

volverse frío alguien (‘hacerse insensible, distante’) ~ ponerse frío algo (‘perder calor’);

volverse feo alguien (‘perder su belleza’) ~ ponerse feo algo (‘ponerse desfavorable’, ‘amenazador’ o ‘en mal estado’).

Las paráfrasis pueden ser distintas si se aplican a cosas, como en ponerse buena una fiesta (‘animarse’). Se ilustran a continuación algunos de los contrastes mencionados:

Ese su mundo creativo forjado por la disciplina se había vuelto frío, lo había abandonado el sentimiento y del nuevo bullir vital va a surgir la fuente olvidada (Coronado, J., Fabuladores); El tiempo se había puesto frío y húmedo (Uslar Pietri, Visita); Lo bello se volverá feo y viceversa… por eso las termitas fabricarán cañones (Arrabal, Torre); Mejor se van las mujeres, que esto se pone feo (Arrau, Norte).

 

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