Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.5 Cohesión e independencia de los componentes de las perífrasis. Perífrasis verbales y tiempos compuestos

28.5a Los tiempos compuestos y las perífrasis verbales tienen muchas propiedades en común. En la actualidad, algunos gramáticos optan por considerar los tiempos compuestos como un tipo particular de perífrasis verbal (concretamente, «haber + participio»), mientras que otros mantienen ambas construcciones en dos clases bien diferenciadas, como solía hacerse en la tradición. Las principales diferencias entre los tiempos compuestos y las perífrasis verbales son dos: por un lado, los primeros rechazan la concordancia con los participios: Las {*he ~ tengo} escritas; por otro, no presentan ningún tipo de restricción semántica con respecto a los predicados a los que pueden aplicarse ni con respecto a sus sujetos. No existen, pues, verbos que carezcan de tiempos compuestos (véanse los § 28.9b y ss. para las restricciones que se observan con el auxiliar soler). Por esta razón, los tiempos compuestos se han incluido tradicionalmente en los paradigmas de las conjugaciones verbales. Las perífrasis, en cambio, exigen en muchos casos que los predicados a los que se aplican, o bien sus sujetos, cumplan ciertos requisitos semánticos. En general, las perífrasis coinciden con los tiempos compuestos en que constituyen grupos sintácticos que integran gramaticalmente dos formas verbales. En esta sección se mostrará que esta integración suele permitir, sin embargo, que los dos miembros del conjunto «verbo auxiliar + verbo auxiliado» que se forma en las perífrasis y en los tiempos compuestos mantengan por separado una parte de sus propiedades sintácticas.

28.5b Las restricciones semánticas a las que se aludió en el apartado anterior están determinadas por el esquema perifrástico en su totalidad, no solamente por el verbo que lo encabeza. Por ejemplo, tener en el esquema «tener + participio» exige un sujeto agentivo y un predicado transitivo que exprese alguna acción: se dice El arquitecto ya tenía dibujados los planos, pero tiende a rechazarse El agua ya tenía perforada la roca en tanto en cuanto no existe acción consciente que pueda atribuirse a algún individuo (se descartan ahora los casos en los que se atribuye animacidad a los sujetos de cosa, como en El óxido tenía comido el marco). Ese mismo verbo no presenta tales restricciones en el esquema «tener que + infinitivo», que admite verbos de estado sin dificultad: La solución tiene que ser muy fácil. De forma análoga, empezar en el esquema «empezar a + infinitivo» rechaza los predicados que expresan nociones puntuales (no suele decirse Empezó a darle una bofetada), no así en el esquema «empezar por + infinitivo» (Empezó por darle una bofetada). Finalmente, el verbo ir en la perífrasis «ir + gerundio» suele rechazar los predicados de estado (*El libro iba conteniendo muchas ilustraciones), pero no lo hace en el esquema «ir a + infinitivo» (El libro iba a contener muchas ilustraciones). Ninguna de estas restricciones aspectuales se aplica a los tiempos compuestos. La noción de anterioridad que haber expresa en ellos es independiente de la naturaleza del evento que se menciona en cada caso.

28.5c Las perífrasis verbales no son unidades léxicas. El simple hecho de que el verbo auxiliado admita la variante pasiva (No pudo ser terminado) muestra que poder terminar no es una unidad léxica, como lo sería una locución verbal (dar a luz), sino cierto tipo de predicado complejo construido sintácticamente, lo que no permite que se asimile a las formas que se obtienen en los paradigmas de las conjugaciones. Se suelen considerar varios criterios para medir la relativa independencia sintáctica de los dos componentes de las perífrasis, similares a los que en los § 23.1j y ss. se mencionaron cuando se aludió a la independencia, igualmente relativa, de los dos componentes de los tiempos compuestos. Destaca en especial entre estos criterios la posible interpolación de diversos elementos entre ellos (recuérdese el § 23.1k). Se dedicarán a esta pauta los apartados siguientes.

28.5d Las perífrasis admiten con cierta facilidad que el sujeto del complejo verbal aparezca entre auxiliar y auxiliado, sobre todo en la lengua escrita, como en No puedo yo saber qué ocurrió; Andaba su jefe metido en asuntos turbios, o en Cuando empezó él a trabajar en esta oficina, todo se solucionó. Los tiempos compuestos no rechazan esta forma de interpolación, aunque es algo menos frecuente en ellos. La favorecen en particular los contextos irreales (Lo que habría yo hecho si…). Las formas polisilábicas de haber aceptan la interpolación del sujeto con mayor facilidad que las monosilábicas (compárese Había yo pensado que… con *He yo pensado que…), acaso porque estas últimas se asimilan indirectamente a los elementos proclíticos. Aun así, las formas hemos y habéis no se ajustan del todo a esta generalización, puesto que suelen rechazar la interpolación. Se detectan algunas excepciones ocasionales, más frecuentes en el español hablado en las Antillas: Pero nunca hemos nosotros culpado al pueblo norteamericano (CREA oral, Cuba).

28.5e Las perífrasis de participio no aceptan la elipsis de esta forma verbal, en lo que coinciden con los tiempos compuestos (*Esta mañana he estudiado, pero esta tarde no he). No obstante, se documentan en la lengua antigua algunas excepciones: Parece que hemos dejado mucho la palomica y no hemos (Santa Teresa, Moradas). Las perífrasis verbales coinciden con los tiempos compuestos en admitir ciertos adverbios entre auxiliar y auxiliado, aunque estos últimos suelen estar, al menos en la lengua actual, más limitados en esta pauta sintáctica. Resultan más naturales, para la mayor parte de los hablantes, oraciones como Las discusiones solían invariablemente ser infructuosas que la variante con tiempo compuesto: … habían invariablemente sido infructuosas. El origen de los tiempos compuestos está en las perífrasis verbales, como se explica en el § 23.1i, por lo que no es de extrañar que en los textos medievales se encuentren —proporcionalmente— más casos de interpolación que en los contemporáneos. De hecho, en la lengua actual no son posibles construcciones como la que sigue, que representa una pauta frecuente en los textos medievales:

Y marauillan se agora que se quieran los reyes y sepan de ellos seruir se como ge les han merecido. por la contra el noble Aragon que siempre como leal ha siempre no solamente defendido a sus reyes delos reyes contrarios y de sus enemigos. como vistes que defendio el rey don remiro su primero principe (García Santa María, Corónica).

28.5f La interpolación de adverbios en los tiempos compuestos es poco frecuente en la lengua oral contemporánea. En la escrita la favorecen especialmente ciertos grupos de adverbios. Destacan, entre ellos, los aspectuales (§ 30.8), sobre todo ya, todavía y —en menor medida— gradualmente, poco a poco, por completo y otros similares:

El tenaz millonario había ya adquirido las cuatro esquinas de aquella mini-calzada, con sus respectivas casas (Najenson, Memorias); Mi padre me había ya enseñado con su ejemplo que la muerte es solamente un primer paso en nuestro viaje sin retorno hacia el silencio (Llamazares, Lluvia); Un hombre de unos 45 años, bien vestido y elegante, de aspecto distinguido, se había completamente emborrachado y gritaba desaforado, dando tumbos y tirando las mesas, rompiéndolo todo (Leyva, Piñata); Ha sido verdaderamente accidental que el término se haya gradualmente restringido para cierta clase concreta de asociaciones (Magallón, Renacimiento).

28.5g Los adverbios mencionados y otros semejantes pueden interpolarse igualmente entre los componentes de algunas perífrasis verbales, como «ir + gerundio» (Iban progresivamente disminuyendo), «venir + gerundio» (Vienen ya superando los dos mil dólares) y otras que se ejemplifican a continuación:

No voy ahora a insistir sobre la cuestión (Ortega Gasset, Artículos); Cuando lo pescó, empezó inmediatamente a soñar con el negro (Vargas Llosa, Tía); […] para estar siempre en la compañía de los suyos, los que se han ido poco a poco reuniendo con ella en el pequeño cementerio (Muñoz Molina, Sefarad); Las tropas chinas irían progresivamente ocupando todas las regiones del país (Velasco Piña, Regina); Don Juan iba irresistiblemente hundiéndose en sus propias profundidades (Espínola, Don Juan); Edmundo pasó varias tardes en su piso franco hojeando revistas musicales y oyendo la radio para poder después dar alguna sugerencia útil y así hacerse valer (Gopegui, Real); Volvía de nuevo a jugar la única carta que en mi situación podía jugar, la de quitarles importancia a las cosas (Vergés, Cenizas); Podía quizás ser impura, pero no tenía nada de extraña (Grandes, Aires).

28.5h La interpolación de elementos negativos entre los componentes de perífrasis y tiempos compuestos constituye otra pauta que permite comparar esas estructuras, así como evaluar la relativa independencia de sus componentes. Las perífrasis verbales aceptan las interpolaciones de palabras negativas, como en No pudo ni siquiera llamarla; Nadie iría nunca a pensar algo así, o en los fragmentos siguientes:

No se puede ni andar de sucio que está y el Ayuntamiento no hace nada (Millás, Soledad); No os podéis ni imaginar cuántas vueltas le habrá dado (Pardo Santayana, Beso); Aquellas ideas no dejaron ni un instante de martillar su cerebro (Álvarez Gil, Naufragios); Y esta era justamente la representación que el puritano sentimiento moral de Eisenhower no podía ni por un solo instante soportar (Sánchez Ferlosio, Homilía); Con tan exclusivista criterio en lo tocante a la selección de clientela esta no iba nunca a resultar muy numerosa (Velasco Piña, Regina).

28.5i Los tiempos compuestos admiten los adverbios ni siquiera y ni ante el participio, como en No había ni siquiera imaginado lo que le podría ocurrir o en Me extrañó mucho que no hubiera ni empezado el trabajo, con la posible excepción de las formas monosilábicas de las que se habló en el § 28.5d (No has ni probado la ensalada). Admiten también los adverbios nunca (No lo hubiera nunca creído) y tampoco (Nadie lo había tampoco previsto), entre otros similares:

[…] padre de la niña más adorable que haya jamás andado a pasos cortos sobre sus graciosos pies (Panero, Lugar); Pronto tuvimos listo el primer pabellón, provisto de adelantos cuya complejidad y eficacia yo no hubiera nunca sospechado (Torrente Ballester, Filomeno); Sería una persona tanto más feliz. Tanto más feliz de no haber nunca existido (Dorfman, Nana); Como antes no había nunca montado, empezó a desconfiar de sus aptitudes (Bioy Casares, Diario); Mas luego, Costillares, que se consideraba libre por no tener nada escriturado y no haber tampoco hablado con esta Maestranza, decidió torear en su plaza (Tapia Bolívar, Historia).

Algunas perífrasis, como las modales, aceptan incluso que el verbo auxiliado se anteponga en las variantes de esas construcciones que admiten foco inicial (§ 40.3s, 40.4 y 48.3s), como en Ni hablar podía, y también en las que se construyen con tópicos iniciales, como en Entender, podía, pero expresarse, ya no40.3q y ss.).

28.5j Se ha sugerido en algunos estudios sobre estas construcciones que ciertos adverbios tienen la capacidad de adjuntarse al verbo auxiliado creando un segmento sintáctico que no impide la anteposición de los pronombres átonos, tanto en las perífrasis (No lo puedo ni ver; Ella no lo debía ni saber; No nos lo podíamos siquiera imaginar) como en los tiempos compuestos (No lo hubiera nunca sospechado). He aquí algunos ejemplos de esa pauta:

Leonor era una esclava de don Rodrigo, y don Rodrigo no le había nunca negado nada a él (Madariaga, Corazón); Doña Luz no lo podía ni ver (Vergés, Cenizas); Ándele, dele un beso al libro porque tal vez no lo vuelva nunca a ver (Proceso [Méx.] 17/11/1996); Los demás miembros del Cuerpo, como se comprenderá, no lo podían ni tragar (Moreno-Durán, Diana).

Como se explica en el § 16.12m, los pronombres átonos que complementan al verbo auxiliado (Pude solucionarlo) pueden anteponerse al auxiliar (Lo pude solucionar), pero no suelen hacerlo si media un adverbio entre ellos (*Lo pude no solucionar). Se exceptúan los casos en los que el adverbio se adjunta al infinitivo de modo similar a como lo hacen los prefijos, con lo que se crea sintácticamente un predicado complejo si el significado lo permite: Le puedo no hacer caso si usted me lo pide (es decir, ‘pasar por alto, ningunear’); La podríamos no invitar, pero estamos obligados (es decir, ‘excluir’). En el § 28.5ñ se analizarán otros casos de anteposición de pronombres átonos en construcciones con interpolación.

28.5k Si bien los tiempos compuestos no aceptan la negación directa del verbo auxiliado (*Habíamos no decidido hacer el viaje), admiten esta posibilidad varias perífrasis de gerundio:

[…] del pequeño Partido Nacional Republicano, que al final acabaría no colaborando en el Frente Popular (Tusell, Historia); El aparato sigue no cabiéndome en los ojos debido a su gran boca redonda (Somers, Retrato); Un lío. Al final terminé no sabiendo cuál era mi mano derecha (Sierra, M., Palomas); El indiano se estaba echando encima un lío gordo y acabaría no sabiendo dónde andaba con aquella turulata de Isabel de la Hoz (Pombo, Ventana).

28.5l La pauta sintáctica que se describe en el apartado anterior está relacionada con la naturaleza durativa de los predicados con los que se construye la perífrasis. La negación expresa en ellos la pérdida de continuidad del estado descrito o el cese de alguna actividad en curso. De forma similar, la perífrasis «empezar a + infinitivo» (§ 28.10m y ss.) admite la negación del verbo auxiliado cuando se expresa la interrupción de un proceso continuo, como en Empezó a no pagar el alquiler o en Esta repetición de cada gesto y de cada actitud suya empiezan a no decirle nada (Casares, Dios), pero carece de sentido cuando se expresa el ingreso en una actividad nueva cuya existencia se niega (*Ayer empecé a no leer este libro). En cambio, «volver a + infinitivo» se parece en este punto a «seguir + gerundio» y su variante con continuar, a pesar de que esta última pauta se considera a veces no perifrástica porque el gerundio alterna con adjetivos:

Apenas le quitaron los tubos y la despertaron, volvió a no comer (Aguilar Camín, Error); La autoridad seguía no viendo nada (Galdós, Episodios); La verdad era que la Generalidad continuaba no dándoles sino vagas esperanzas respecto a su Manual (Gironella, Cipreses).

Con volver se expresa en estas construcciones que se retoma cierta situación inicial (‘el no comer’, en el primer ejemplo que se cita); con seguir y continuar se manifiesta, en cambio, que se mantiene una situación que se define negativamente (‘el no ver nada’ en un caso; ‘el no darles sino vagas esperanzas’ en otro).

28.5m Las perífrasis «estar + gerundio» e «ir + gerundio» suelen rechazar la negación del verbo auxiliado (*Estoy no descansando), con muy escasas excepciones, casi todas asociadas con contextos enfáticos en los que se percibe algún efecto estilístico:

¡Cuántas horas y horas he estado no viendo otra cosa que esa imagen! (Mallea, Bahía); Cuántas cosas se van no diciendo a lo largo de una vida o historia o relato, a veces sin querer o sin proponérselo (Marías, J., Corazón).

28.5n Admiten también la negación del verbo auxiliado varias perífrasis modales (Puede no estar en lo cierto; Deberíamos no tener miedo), aunque tienden a rechazarla otras (*Has de no salir de casa). El hecho de que los verbos de acción negados se reinterpreten en ciertos contextos como predicados de estado, en cuanto que denotan omisiones, favorece la aparición de la negación en esas construcciones, como en Tendrías que no fallar en las tres primeras preguntas (es decir, ‘… que acertar’) o en el texto siguiente, en el que se dice que alguien hizo algo, pero estuvo cerca de no hacerlo: Un día le anunciaron que un subjefe de batallón, poco conocido, quería hablarle. Estuvo a punto de no recibirlo (Uslar Pietri, Oficio). Para la interpretación semántica de la negación con los verbos modales, véase el § 28.7.

28.5ñ Otras clases de adverbios admiten también la interpolación entre auxiliar y auxiliado. Entre los que expresan aproximación destacan casi y prácticamente, tanto en las perífrasis verbales:

Anoche ha sido el colmo, no has podido prácticamente dormir (Álvarez Gil, Naufragios); El puente de Jamaica (hoy desaparecido) era tan bajo que los tripulantes de las canoas tenían casi que acostarse para pasar por debajo de él (Leyva, Piñata); La sesión de los comités de huelga quedó prácticamente suspendida (Velasco Piña, Regina); Poco a poco fue subiendo el tono de su voz, hasta llegar casi a gritar las palabras de agradecimiento que en esa ocasión le había dedicado Tintín (Martínez Pisón, Ternura),

como en los tiempos compuestos:

Cuando detuve mi carrera había casi llegado a casa de Tomás (Alou, Aportación); Resultó ser que Titico había prácticamente organizado una agencia de viajes para homosexuales (Álvarez Gil, Naufragios); […] el elevado número de consignaciones que mensualmente se registran y que han prácticamente saturado los reclusorios de la ciudad (Excélsior 9/11/1996); A mí me tocó en sexto lugar, cuando ya había casi terminado el crucigrama de la revista Fuensanta (Ibargüengoitia, Crímenes).

En uno y otro caso se registran variantes de estas construcciones con pronombres átonos usados como proclíticos:

Ya lo tenemos prácticamente decidido (Mendicutti, Palomo); A mi abuela sus hijas le han prácticamente “robado” las recetas y la manera de prepararlas (Quintas/Susmanschy/Soria, Cocina); La habían invitado a que los acompañara, se lo habían casi rogado (Pitol, Juegos).

28.5o Entre los adverbios de tiempo que aceptan la interpolación con facilidad se encuentran los cuantificadores siempre y nunca, pero también previamente, sucesivamente, recientemente, tardíamente y otros similares. Como antes, la posición intercalada del adverbio se acepta en los tiempos compuestos:

Determinó encomendar a la prudencia los yerros que por falta de ella había recientemente cometido (Larra, Doncel); […] aunque otras naciones hayan tardíamente emprendido la competencia (Ganivet, Epistolario); Indicaba una serie de defectos que su ama de llaves habría sucesivamente encontrado en el pobre Martín (Sábato, Héroes); Muchos vecinos resultaron casados varias veces sin haber previamente enviudado (Vargas Llosa, Tía); En Chicago los científicos habían reiteradamente fracasado en sus intentos por dar con el último ladrillo de la materia (ABC 29/4/1994),

y en las perífrasis verbales:

Amparado por el Gobierno, Madariaga pudo siempre sobreponerse a las más severas crisis económicas (Proceso [Méx.] 21/7/1996); Jamás supo atender casa ni pudo nunca sufrir la vida en el campo (Vargas, Pasado); En Alabama han empezado recientemente a encadenar a los presos en grupos de trabajo, como en los viejos tiempos (Meléndez, Identidad).

28.5p Los adverbios que expresan el modo en que se llevan a cabo las acciones suelen rechazar la interpolación en la lengua actual, lo que generalmente se aplica por igual a los tiempos compuestos (*Había muy deprisa salido de casa) y a las perífrasis (*Siguió rápidamente hablando). No obstante, se ha observado que algunas perífrasis no rechazan con tanta claridad esta pauta, que se admite en proyectos que iban lentamente poniéndose en marcha. También los adverbios que denotan la actitud del sujeto hacia la acción expresada (§ 30.9i) aceptan a menudo la interpolación en la lengua literaria clásica y moderna, tanto en los tiempos compuestos:

[…] por averlas prudentemente dexado (Quevedo, Política); Después de haberle cortésmente preguntado por su salud, tomó asiento (Espronceda, Sancho Saldaña); […] por la leyenda bajo la cual miss Glowston le había ardorosamente presentado a Lord Byron (Mallea, Bahía); Sin denotar la más mínima inquietud, le dijo lo que había cuidadosamente preparado (Vargas Llosa, Fiesta),

como en las perífrasis verbales:

Empezó cuidadosamente a partir en trozos pequeños las orillas de las tortillas que había utilizado para hacer sus chilaquiles (Esquivel, Agua); […] el modelo último de sociedad que queremos sinceramente construir (Álvarez Álvarez, España); Aquellos de entre ustedes que desean la felicidad tendrán voluntariamente que renunciar al duro título de Patrones (Ocampo, V., Testimonios).

28.5q Como se explicó en los apartados anteriores, es posible deslindar los casos en que la interpolación adverbial da lugar a nuevos segmentos obtenidos por la adjunción de un adverbio al verbo auxiliado —No lo podía [ni siquiera abrir]— de otros en los que se sigue percibiendo que el adverbio interpuesto modifica conjuntamente a toda la construcción y se interpreta de forma cercana a las construcciones con incisos (Habían seguramente supuesto que…; Estarían para entonces resueltos). Esta última situación se aplica sobre todo a los adverbios que expresan realce, particularización y otras formas de relieve, como de verdad, verdaderamente, especialmente, de hecho y otros similares. Estos adverbios se interpolan tanto en los tiempos compuestos:

Si todos se hubieran esforzado en no escribir sino lo que han verdaderamente vivido […] (Rubén Darío, Modernismo); Ha terminado creyendo que iba a producirse, o estaba produciéndose, o a punto de producirse, o que se había realmente producido (Semprún, Federico Sánchez); Después de haber auténticamente sudado la “gota gorda” en los peores momentos de la crisis, comienza ya a cosechar (Excélsior 18/1/1997); De los cuentos elegidos para este libro, me ha impresionado singularmente El prodigioso miligramo, que hubiera ciertamente merecido la aprobación de Swift (Borges, Biblioteca),

como en las perífrasis verbales:

¿Tú crees que con tanto paternalismo y falta de rigor en la disciplina laboral podemos de verdad construir el socialismo, Caridad? (Quintero, Esperando); Según el ecólogo norteamericano George Wallace, el turismo puede verdaderamente llamarse “ecológico” o “ético” (Ceballos-Lascuráin, Ecoturismo); Nunca he vuelto, de hecho, a mirarme en un espejo (Llamazares, Lluvia); Mr. Neale iba, indudablemente, a proseguir (Lugones, Cuentos); Llegó, probablemente, a perderse durante unas horas en la Colonia (Onetti, Astillero); Y aquel dolor casi mudo no debió sin duda de hacer dulce el despertar de nuestra madre (Panero, Lugar); Iban, seguramente, a quedar traumados, carne de cañón de psiquiatras, rebeldes con causa (López Páez, Herlinda).

28.5r A pesar de que en esta obra se describen de forma abreviada los esquemas perifrásticos de infinitivo mediante segmentaciones como «tener que + infinitivo», se vio en los § 28.1k y ss. que es igualmente necesaria la segmentación «tener + que infinitivo», como en [Tenía] [que irse]. Esta última permite intercalar de manera correcta los adverbios mencionados en los apartados anteriores (Tenía siempre que irse), mientras que la segmentación «tener que + infinitivo» no lo permite en muchos de estos casos (*Tenía que siempre irse). Se aplica el mismo razonamiento a otros tipos de intercalación. Se dice, en efecto, Empiece usted por mover los brazos, no *Empiece por usted mover los brazos. A ello se añade que los segundos miembros de estas expresiones se pueden desdoblar en estructuras coordinadas, como en Tengo que vestirme y que salir corriendo. El primer segmento de «tener que + infinitivo» difícilmente puede hacerlo (*Tengo que o tienes que salir corriendo); el verbo auxiliar puede, sin embargo, desdoblarse en estos procesos, como en Tenemos o tienen que hacer algo con urgencia.

28.5s La relativa independencia sintáctica de los dos componentes de las perífrasis verbales y de los tiempos compuestos se pone claramente de manifiesto en los varios tipos de coordinación que admiten. Es posible, en primer lugar, coordinar únicamente verbos auxiliados, como en El tío pudo enterarse y enterarnos de que el Ministro estaba de acuerdo (Benedetti, Montevideanos). En segundo lugar, el grupo verbal formado por el verbo auxiliado y sus complementos —es decir, sin integrar el auxiliar, como en Iban interrogando a los sospechosos puede coordinarse con otro análogo, como en Iban interrogando a los sospechosos y comparando sus testimonios o en Había tenido que abandonar a su prometida en el altar y huir de París para regresar a Barcelona (Ruiz Zafón, Sombra). Otra forma de coordinación consiste en unir el grupo preposicional que introduce el auxiliar con otro semejante:

[…] en tanto los demás rompían a reír y a prodigar las obscenidades (Mujica Lainez, Escarabajo); Se acariciaban y se abrazaban y luego volvían a separarse y a simular ademanes elegantes (Solares, Mártires); Cuando se toma la segunda copa, los borbotones de pelo color ladrillo que le cuelgan a los costados de la frente empiezan a humedecerse y a apelmazarse y a pegársele contra las sienes (Saer, Ocasión).

28.5t La coordinación de los verbos auxiliados o principales, así como de los segmentos sintácticos que forman, se da igualmente en los tiempos compuestos. En el § 28.1k se explicó que son correctas dos segmentaciones de las perífrasis verbales en apariencia opuestas. Se ha observado en los estudios recientes que también son necesarias las dos segmentaciones correspondientes de los tiempos compuestos: [había cerrado] [la puerta] ~ [había] [cerrado la puerta]. Una de las ventajas de la segunda opción es que permite explicar que el segundo miembro se coordine con otro análogo. Se subrayan los segmentos coordinados en los textos siguientes, pertenecientes a varias épocas:

Verdad es que ya ha dejado el pincel y tomado el azada (Cervantes, Quijote II); Aquella era la ocasión de haberle soltado cuatro frescas; pero si lo hubiera hecho, habría entregado la carta y denunciado mi despecho (Galdós, Prohibido); Había ido a peinarse a una peluquería, pedido a doña Lucía que la ayudara a planchar una blusa, se había probado todos sus vestidos y zapatos y mirado y remirado en el espejo y demorado una hora en pintarse (Vargas Llosa, Conversación); El sol que forjó tus pecas como un florecimiento sin motivo, había apagado tus ojos y recontado tu pelo (Umbral, Mortal); A medianoche habían echado los naipes y leído símbolos extraños en la borra del café derramada sobre el plato (Britton, Siglo); Y Fabricio, ah, Fabricio el provinciano, había abandonado el pueblo y dejado atrás los mosquiteros que se desbalagaban en la ceniza y la miel de los atardeceres (Paso, F., Palinuro).

28.5u Las perífrasis verbales aceptan tiempos compuestos: Puedo ir ~ He podido ir. Los procesos de coordinación se extienden a esta pauta: Otro ha hecho lo que yo habría podido y sabido hacer (Galdós, Episodios). Solo algunos auxiliares admiten tiempos compuestos en el segmento auxiliado: Suelo haber terminado a las ocho de la tarde28.9b). En tales casos, es posible coordinar tanto el tiempo compuesto con otro análogo, como únicamente el grupo verbal que forman el verbo principal y sus complementos con otro grupo verbal (… y cerrado la tienda hasta el día siguiente). De cualquier manera, se observa que en la lengua actual los segmentos que con más frecuencia se coordinan en los tiempos compuestos son los participios:

La sociedad porteña lo había aceptado y halagado a Tony, pero a ella no (Mujica Lainez, Invitados); A menudo se ponía a pensar si su vocación militar no se había diluido y perdido totalmente frente a la ambición política (Prada Oropeza, Hora); Mi modesto refugio de casa, aquel desván donde había jugado y leído tantos años, bajo la claridad plateada que se volcaba desde la claraboya (Merino, Orilla); Porque hoy he venido a darte una lección práctica, a mostrarte cuánta razón tienes en todo lo que has pensado y escrito en tu ensayo (Mendoza, M., Satanás); El mayor tenía cara de sapo y sus rasgos hinchados se habían acentuado y sonrosado con el alcohol (Vargas Llosa, Fiesta).

 

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