Sintaxis

37 El atributo (I). Clases de expresiones predicativas. El atributo en las oraciones copulativas

37.9 El atributo en las oraciones copulativas con ser y estar (III). Aspectos sintácticos y léxicos

37.9a Como se explicó en el § 37.5, los atributos nominales se construyen con ser. Se registran muy escasas excepciones, como Estaba jefe de sección, en el área mexicana. No lo son, en cambio, construcciones como estar águila, estar burro, estar mosca, estar perro, estar pez y otras similares que se describen en los § 13.6k-m, ya que estos sustantivos se interpretan como adjetivos calificativos: estar completamente pez. Aun así, en algunas de ellas (como esta última, usada en el español europeo con el sentido de ‘estar poco ducho’) se percibe alternancia en la concordancia de número (Están {pez ~ peces} en Literatura) como resto de su naturaleza nominal. He aquí algunos ejemplos de esta pauta:

El día estaba perro, por el frío (Ayerra, Lucha); El primer día terminó en paz de dios, aunque la chilladera de los chirices estuvo perra (Flores, Siguamonta); […] estaba mosca. No sabía hacia dónde iban los acontecimientos (Ekaizer, Vendetta); Francisco Bergamín, ilustre político y catedrático, examinaba a un alumno que estaba pez (Fisas, Historias).

La alternancia ser ~ estar es más sistemática en pares como Fue torero (sustantivo) ~ Estuvo (muy) torero (adjetivo). El uso adjetival de estos sustantivos es general en español y se documenta abundantemente en la literatura de todas las épocas:

Muy filósofo estás, Sancho (Cervantes, Quijote II); A fe que estás gentilhombre (Lope Vega, Villano); ¡Buen pájaro estás tú! (Galdós, Misericordia).

37.9b Se construyen con ser gran número de adjetivos. Destacan en primer lugar los de relación (§ 13.12), como digital, económico, geográfico, literario, musical, político, etc. Algunos de ellos pueden usarse como adjetivos calificativos y, en tales casos, no es extraño encontrarlos construidos con estar, lo que desemboca en las diferencias de significado que se explican en la sección a la que se remite:

—Que qué tal día hace. —No está muy católico. Mejor que coja la gabardina (Martín Gaite, Fragmentos); Miguel Ángel Gil está diplomático. Pide disculpas a Alcalá, pero intenta justificar a su entrenador (Morena, Larguero); ¡Ábreme una vena que hoy estoy poética! (Miralles, Motín); Está decimonónica perdida. ¡Déjala dormir la mona! (Obligado, C., Salsa).

Aun así, los usos calificativos de los adjetivos relacionales están en alternancia con ser, como en ser muy política una persona o en los textos siguientes:

Es lo que él dice. Él es muy económico (Belli, Mujer); Su respuesta fue muy diplomática y acertada (Ruiz Orbegoso, Sugerencias).

En tales casos, la alternancia obedece a los principios generales expuestos en la sección anterior.

37.9c Forman oraciones copulativas con ser muchos adjetivos de naturaleza modal que admiten como sujetos oraciones subordinadas sustantivas. Pertenecen a este grupo cierto, conveniente, importante, imprescindible, posible, probable, como en Es posible que llueva; Es importante que estés aquí a las cuatro en punto. No son muchos los adjetivos calificativos de este grupo que se construyen con estar. Con algunos de ellos se prefiere quedar38.2j y ss.) en muchos países americanos:

A lo mejor está feo que me quite la chaqueta en un sitio tan chulo como este, pero es que ya no puedo más (Pérez Merinero, Días); Ya estaría bueno que el gobierno tome cartas en el asunto y dé a los habitantes de mi ciudad un aire más limpio (Época [Chile] 27/6/1996); Estaba claro que no iba a tener otra opción (Rodríguez Calafat, Informática); Está claro que el mar era su pasión (Aldecoa, Cuentos); ¡Estaría bueno que viniese de América a hablar en una cuadra, y ante media docena de personas! (Landero, Juegos).

Son numerosos, en cambio, los participios que se ajustan a esta pauta, a menudo usados adjetivalmente: asumido, comprobado, decidido, entendido, resuelto, etc.:

Está comprobado que los niños y adolescentes más tímidos son los principales usuarios de la red (Excélsior 20/7/2000); Ya estaba decidido que nos iríamos a vivir a la urbanización y comenzaron a construir una casa (García Ramis, Días); Está probado que los extravertidos expresan más el dolor (Cibeira, Bioética); Ya estaba entendido que esa renta había que olvidarla (Ramírez Heredia, Rayo).

37.9d Eligen asimismo ser gran número de adjetivos que denotan rasgos valorativos de las personas o las cosas, muy frecuentemente del carácter o la personalidad de los individuos: amable, cobarde, cortés, decidido, ejemplar, espantoso, espléndido, estudioso, exigente, fiel, maravilloso, prudente, ruin, sensible, sesudo, sincero, singular, terrible, torpe, tranquilo, valiente. Los ejemplos siguientes ilustran estas construcciones.

La expresión de su rostro es tranquila, triste y tranquila (Bolaño, Detectives); No podía confiársele información delicada y su procesamiento era torpe, errático y hasta peligroso para la seguridad (Obando, Paraíso); Catalina era valiente y decidida (Rovinski, Herencia); El viejo Dictador era amable y cordial con todos, salvo aquellos sobre quienes hubiese arrojado su condena (Herrera Luque, Casa); Esther no era exigente ni celosa; en realidad, me dejaba en libertad (Chávez, Batallador).

Los adjetivos de este grupo admiten, sin embargo, usos con estar cuando se designan comportamientos particulares o circunstanciales, siguiendo el principio general expuesto en la sección anterior:

No hay que interferir. Fíjate en ese charco, lo ves sucio, pero está tranquilo (Jodorowsky, Pájaro); Estás espectacular. No sé cómo haces para verte tan guapa (Bayly, Mujer); Pensó que había estado sincero y fatal (Benedetti, Primavera); La tendencia de los precios del petróleo crudo estuvo indecisa ayer en el mercado (Universal [Ven.] 5/9/1996).

37.9e En el § 37.7a se introdujo el par El conserje {estuvo ~ fue} muy amable conmigo esta mañana. El uso de estar es aquí enteramente esperable, pero no lo es tanto el de ser, puesto que se emplea este verbo en un contexto en el que se expresa una propiedad episódica de un individuo. Suele relacionarse esta excepción con el hecho de que los adjetivos mencionados denotan comportamientos que afectan a otros individuos, lo que da lugar a pares como Fue amable ~ Actuó amablemente o En esta ocasión {ha sido muy elegante ~ ha actuado con mucha elegancia}. A este grupo pertenecen cariñoso, distante, encantador, frío, generoso, grosero, simpático, sincero y otros muchos adjetivos que expresan modos de ser o de comportarse. Estos grupos verbales expresan, pues, acciones, como confirma el que se usen también en imperativo: Sé amable con ella. A pesar de que el grupo que forman es numeroso, está restringido. Se dice, en cambio, de una persona Se mostró triste conmigo en lugar de Fue triste conmigo. He aquí otros ejemplos de esta construcción:

Los hechos parecen señalar que Bolívar fue injusto con él (Nacional 18/4/1997); La Madama fue generosa con Sussy al no exigirle reparaciones por el dinero invertido en trapos y pasajes (Herrera Luque, Casa); Esta vez el presidente fue cuidadosamente grosero (Proceso [Méx.] 8/12/1996); Lo pasé muy bien porque, en realidad, la multitud fue encantadora conmigo (Caras 19/11/1997); No me mires así, fue muy atento con nosotros (Contreras, G., Nadador).

37.9f Alternan ser y estar con los adjetivos de color (Su nariz es roja ~ Su nariz está roja), pero también con los que designan otras propiedades físicas sujetas a alteración: El mesero {es ~ está} gordo. Como cabe esperar, la alternancia no siempre es posible —sin dar lugar a interpretaciones especiales— con sujetos que designan objetos materiales a los que no se les supone la capacidad de alterar sus dimensiones. La diferencia entre Luis es ancho de hombros y Luis está ancho de hombros depende de que el hablante presuponga la existencia o no de un cambio con respecto al valor previo de la anchura de Luis. No resulta natural la alternancia La calle es ancha ~ *La calle está ancha, ya que no se supone a las calles la propiedad de experimentar cambios en su anchura. Recuérdense, en este sentido, los matices especiales señalados en el § 37.7k acerca de los adjetivos que designan dimensiones relacionadas con la altura, como La cima de la montaña es alta ~ La cima de la montaña está alta.

37.9g Se usan con el verbo ser algunos de los adjetivos que denotan propiedades cuantitativas (abundante, considerable, copioso) o temporales (duradero, eterno, fugaz, pasajero, repentino) de las cosas:

El pescado era muy abundante en el puerto del Callao (Olivas, Cocina); La producción de artículos es profusa en esta época (Hora 19/7/2000); La inmigración de músicos italianos también fue copiosa en El Salvador (Zanders, Historia); Su paso por México fue fugaz (Miralles, J., Cortés); Yo quiero que la llama sea eterna —dijo el guerrero (Bucay, Cuentos); Para determinar si la extinción masiva había sido repentina o si había sido un proceso lento, se midió la concentración de iridio (Altschuler, Hijos).

No admiten con facilidad la alternancia ser ~ estar los adjetivos que designan formas. Resulta natural decir La escultura de barro es redonda, pero se siente más forzada la variante La escultura de barro está redonda, salvo en contextos muy particulares en los que se entiende que se ha manipulado un objeto hasta obtener una forma redonda en él. Favorece el uso de estar con adjetivos que indican propiedades físicas el adverbio ya30.8s-z), que marca explícitamente la presencia de un cambio de estado: El bizcocho ya está alto; La nariz ya está roja; El agua ya está caliente; La escultura ya está redonda.

37.9h Se explicó en el § 37.7j que de buen corazón es una locución adjetiva que se construye con ser. Lo hacen otras muchas locuciones adjetivas no usadas por igual en todos los países hispanohablantes: de armas tomar, de cuidado, de la cáscara amarga, de malas pulgas (o de pocas pulgas, según los países), de mírame y no me toques (también a mirame y no me toqués en las zonas voseantes), de toma pan y moja, y otras que se mencionan en el § 13.18.

37.9i Se observan asimetrías en la elección del verbo copulativo en las expresiones que hacen referencia a las circunstancias meteorológicas, puesto que Es de noche contrasta con Está oscuro. Son muy numerosas las locuciones adjetivales que se construyen con estar (como antes, no todas son igualmente conocidas en todos los países hispanohablantes). Muchas de estas últimas designan diversos estados físicos o asimilados a ellos (a oscuras, a salvo, a solas, a la muerte, en pie, en pijama, en ruinas); otras se refieren a estados transitorios que implican algún desplazamiento (de caza, de paseo, de viaje, de visita), a ciertas situaciones adversas (en ascuas o sobre ascuas, en crisis, en guerra, en peligro, en vilo) y a otros muchos estados de naturaleza mental, social o de otro tipo (en antecedentes, de acuerdo, de vuelta, de luto, de suerte, de actualidad):

La calle estaba a oscuras y desierta, pero la casa tenía luz en el primer piso (Vargas Llosa, Fiesta); Poco después de la carrera de Pérez Jiménez estuve de paseo con mi familia en Cachemira (Nacional 12/1/1997); El senador estaba en ascuas, desconocía la causa por la que se encontraba en este juicio (Olivera Figueroa, Enfermera); Los guaracheros popularizaban las canciones y guarachas que estaban de actualidad (Évora, T., Orígenes); Zoe está en pijama, echada de costado, mirando a Gonzalo (Bayly, Mujer); Si Aída sonriera, ya no estaría en peligro (Peri Rossi, Solitario); Hoy la vida me sonríe, estoy de suerte, ¡qué magnífico ejemplar! (Gambaro, Envido).

Forman un grupo numeroso las locuciones adjetivas compuestas de una locución preposicional y su término. Estas expresiones, que también se construyen con estar, suelen denotar diversos estados transitorios de dependencia o inminencia. Entre las locuciones preposicionales que componen estas expresiones cabe señalar a (la) disposición de, a (la) espera de (también en espera de), a manos de (también en manos de), a (la) merced de, a punto de, a tiempo de, en trance de, etc.

37.9j Como se recordó en la sección precedente, se construyen con estar numerosos adjetivos que comparten su raíz léxica con los verbos correspondientes. Muchos de ellos están formados sobre los antiguos participios truncos (§ 4.12n y 27.10f, g). Se trata de adjetivos como descalzo, desnudo, lleno, maduro, marchito, quieto o vacío, pero algunos de los que corresponden a este grupo admiten también ser (limpio, sucio): Mi Muchacha Punk era tan limpia como cualquier chitrula de Flores (Fogwill, Cantos). Construidos con estar, estos adjetivos suelen tener interpretación resultativa (perfectiva para algunos gramáticos), en el sentido de que denotan estados que se interpretan como efectos de las acciones o procesos asociados morfológicamente con ellos: descalzarse, limpiar, vaciar, etc. Era habitual construirlos con ser en la lengua antigua, y todavía se registra esta variante en textos relativamente recientes:

Todas las cosas son desnudas e abiertas a sus ojos (García Santa María, Evangelios); Todo amor es lleno de pavor (Ortúñez, Espejo); No digáis palabras, que por experiencia debéis saber que son vacías de sentido (Navarro Villoslada, Blanca).

Un resto de este uso permanece en el texto del Ave María: llena eres de gracia. También se construían con ser los adjetivos seguro y contento en expresiones como ser seguro de algo (‘tener certeza de ello’) o ser contento de algo:

E tanbién soy seguro que no podré yo recebir vergüença de la dilación del combate (Valdés, Mercurio); Como Paltrana es contenta de te recebir por hijo, Polandria dize que es dichosa en te seruir como a señor y marido (Gómez Toledo, Tercera).

Hoy se construyen ambos con estar, pero en judeoespañol se mantiene la preferencia por ser en estos casos, o bien se da la alternancia entre ambos usos.

37.9k Los adjetivos de forma participial que se construyen con ser se asimilan a los adjetivos calificativos y carecen de la interpretación resultativa que suele asociarse a estar, como se comprueba en Nuestro alcalde es muy conocido; La película es muy entretenida. El adjetivo calificativo aburrido se construye con ser, como en Este libro es muy aburrido, pero el participio adjetival aburrido lo hace con estar, al igual que otros muchos que denotan cambios de estado (§ 27.9d-f): Quiero que cantes, estoy aburrido (Ventosilla, Mariscal). El valor causativo de aburrido en un libro aburrido (‘que causa aburrimiento’) se extiende a triste (‘que causa tristeza’), alegre (‘que da alegría’) y unos pocos adjetivos más que se asocian a ser en esta interpretación. Así, una noticia triste (‘que es triste’) contrasta con una muchacha triste (‘que es triste’ o ‘que está triste’). Tienden a rechazar estar los adjetivos que expresan siempre este valor causativo: angustioso, preocupante, terrorífico, etc.

37.9l Se comprobó en las páginas precedentes que la distribución entre los verbos copulativos ser y estar se ajusta, en sus rasgos fundamentales, a la oposición entre los atributos caracterizadores o de individuo y los de estadio. No obstante, de forma similar a como muchos nombres pueden clasificarse como contables o no contables, y muchos verbos como transitivos o intransitivos, son también numerosos los adjetivos que pueden pertenecer a los dos grupos que se han analizado, lo que se refleja en la elección del verbo copulativo. Contrastan, en efecto, Es {nerviosa ~ tranquila ~ alegre} y Está {nerviosa ~ tranquila ~ alegre}. En el primer caso se habla del carácter o el temperamento de alguien, y en el segundo se describe algún estado circunstancial en el que se halla.

37.9m Se perciben cambios más marcados en la significación del adjetivo en otras oraciones copulativas construidas con ser o con estar. He aquí algunos de los contrastes que se obtienen:

ser discreto (‘prudente’, entre otros sentidos) ~ estar discreto (‘poco brillante’, entre otros sentidos);

ser fresco (‘desvergonzado’, también ser un fresco) ~ estar fresco (‘recién recogido’, ‘recién hecho’);

ser listo (‘inteligente’, más usado en España; también ‘astuto, avispado’) ~ estar listo (‘dispuesto’, ‘preparado’, ‘terminado’);

ser maduro (‘juicioso’) ~ estar maduro (‘en sazón’);

ser malo (‘malvado’; también ‘de poca calidad’) ~ estar malo (‘desagradable’, ‘de mal sabor’; en algunos países, también ‘enfermo’);

ser nuevo (‘de reciente aparición’) ~ estar nuevo (‘no deteriorado’, o bien ‘recuperado’);

ser rico (‘adinerado’) ~ estar rico (‘sabroso’);

ser sano (‘saludable’) ~ estar sano (‘con buena salud’);

ser vivo (‘listo’, ‘mentalmente ágil’) ~ estar vivo (‘con vida’).

Se ejemplifican a continuación algunos de estos usos:

Teresa era tan discreta que parecía sombra (Jodorowsky, Pájaro); Tan sólo tomó parte en seis corridas. En 1931 visitó México, donde no pasó de estar discreto (Tapia Bolívar, Historia); El hato produce mucho dinero. Soy rica (Ulive, Dorado); El cocido de carnero estaba riquísimo (González, E., Dios); Pues por muy poco precio, hay un sastre que lo voltea al revés, y la tela por el revés está nueva (Carballido, Cartas); Sus ropas están frescas o son nuevas y hay flores y cirios encendidos (Cardoza, Guatemala).

37.9n Al adjetivo bueno corresponden los significados opuestos a los de malo, pero en muchos países americanos puede usarse también con estar para hacer referencia al estado físico de alguna cosa, como en La casa no está muy buena pero los cuartos son amplios (Morales, A., Verdad). A este sentido, raro en el español europeo, se agregan en el americano los de ‘gustoso’, ‘jugoso’ o ‘divertido’, asimismo construidos con estar:

Este primer capítulo está muy bueno, López —se alza el General—. Hay que seguir así (Martínez, Perón); Publica tus poemas, Francisco, que están buenazos (Bayly, Días); Cuando llegaron, la fiesta estaba buena (Gamboa, Páginas).

Sobre el uso de bueno con sujetos oracionales, véase el § 37.9c.

37.9ñ La naturaleza léxica del sujeto resulta ser un factor fundamental en algunos de los pares mencionados y en otros similares:

ser delicado un asunto (‘resultar comprometido o embarazoso’) ~ estar delicada una persona (‘manifestar salud endeble o quebradiza’);

ser inseguro el futuro (‘difícil de prever’) ~ estar inseguro el tiempo (‘variable, mudable’).

Debe resaltarse que varias propiedades y estados transitorios que se aplican a las personas o a las cosas materiales se conciben a menudo como inherentes cuando se aplican a nociones más abstractas. Se interpretan, pues, en esos casos como propiedades definitorias o caracterizadoras suyas. En los contrastes siguientes eligen ser los sustantivos enfermedad, comportamiento y carácter con adjetivos que se construyen con estar aplicados a las personas:

Su marido {*es ~ está} grave;

La enfermedad de su marido {es ~ *está} grave;

El conserje {era ~ estaba} atento;

El comportamiento del conserje {era ~ *estaba} atento;

Mi sobrino {es ~ está} irascible;

El carácter de mi sobrino {es ~ *está} irascible.

37.9o Estas alternancias se extienden a los estados locativos mencionados en el § 37.8. Los contrastes siguientes revelan, en efecto, tendencias análogas:

El tesoro desenterrado {*era ~ estaba} muy profundo;

El problema planteado {era ~ *estaba} muy profundo;

La gente {era ~ estaba} distante;

La ciudad {*era ~ estaba} distante;

Tu parada {está ~ *es} muy próxima;

Esos problemas le {eran ~ *estaban} muy próximos.

En los ejemplos siguientes, y en otros semejantes, se observa como el dativo posesivo favorece el uso de estar con los adjetivos en el español europeo, sobre todo si denotan propiedades físicas. En la mayor parte de estos casos se emplean estar y quedar en España, pero solo quedar en la mayoría de los países americanos (§ 38.5t, u):

La calle es ancha;

La falda le {está ~ queda} ancha;

La vida es corta;

Te {están ~ quedan} cortos los pantalones;

Este sombrero es grande;

Este sombrero me {está ~ queda} grande.

Se dice en muchos países americanos (sobre todo en las áreas mexicana, centroamericana y caribeña) Esta ciudad está muy grande, lo que es coherente con el cambio de estado que se describe. Se prefiere en el español europeo (y se usa también en algunos países americanos) el verbo ser, al que se añade el adverbio ya para marcar el cambio de estado: Esta ciudad ya es muy grande.

37.9p Los complementos del adjetivo calificativo (§ 36.5) pueden repercutir en la elección de la cópula, sobre todo con adjetivos que se refieren a sentimientos o afecciones del ánimo. Se ejemplifican a continuación los contrastes obtenidos con algunos de estos adjetivos:

{ser/estar} celoso ~ estar celoso de alguien;

{ser/estar} casado ~ estar casado con alguien;

{ser/estar} ansioso ~ estar ansioso por regresar;

{ser/estar} aburrido ~ estar aburrido de algo (o de alguien);

{ser/estar} decidido ~ estar decidido a algo.

Estos contrastes muestran que algunos adjetivos sin complemento de régimen que se construyen con ser y con estar solo admiten la segunda opción cuando van seguidos de un complemento. En el primer caso denotan una propiedad o un estado que caracteriza el comportamiento habitual de un individuo. Construidos con estar (así como con otros verbos: sentirse, hallarse, etc.) admiten complementos que expresan el contenido de la noción a la que el adjetivo hace referencia. Los textos siguientes ilustran algunos de estos pares:

Supongo que tú no estabas celoso de él, ni cosa así (Shand, Farsa); ¿Estás celoso porque salí a almorzar con el doctor Osores? (Vargas Llosa, Tía); Al principio, Elissa no era celosa, al menos lo disimulaba muy bien (Quintero, E., Danza); No me podía casar con Natalia porque era casada cuando se vino conmigo (Uslar Pietri, Oficio); Toño está casado con Leticia, mi hermana mayor (Bayly, Días); Estoy aburrido de comer sardinas con galletas (González León, Viejo); Soy muy aburrido, ni siquiera sé bailar (Obligado, C., Salsa).

37.9q Se ha observado que algunas de estas alternancias pueden ser reflejos de cambios en el significado del adjetivo:

ser seguro (‘libre de riesgo’, ‘cierto’) ~ estar seguro de algo (‘convencido’);

ser interesado (‘moverse por interés’) ~ estar interesado en algo (‘tener interés o inclinación favorable hacia algo’);

ser orgulloso (‘arrogante, altivo’) ~ estar orgulloso de algo o de alguien (‘legítimamente satisfecho’).

Se registran, además, algunas excepciones a la generalización introducida en el párrafo anterior. De acuerdo con esta pauta, junto a Era muy orgullosa ~ Está orgullosa de sus hijos, debería esperarse solo estar si el complemento del adjetivo está presente. Esta es la variante mayoritaria en los textos, pero aparece también la otra, tanto en el español europeo como en el americano:

Es orgullosa de sus raíces, y más ahora que ha enaltecido al departamento con el título de Miss Nicaragua 2008 (Nuevo Diario [Nic.] 24/2/2008); Los etíopes son muy orgullosos de su identidad cultural (Diario Noticias 6/5/2009).

37.9r Aplicando esta misma serie al adjetivo celoso (en el sentido de ‘receloso, desconfiado’), se obtiene Era muy celoso y {Estaba ~ Era} celoso de su mujer. La última opción es considerada menos natural por muchos hispanohablantes, pero se registra en las áreas andina, chilena y caribeña, entre otras:

Era muy celoso de sus compañeros de trabajo (López Navarro, Clásicos); Los hombres son celosos de sus mujeres, les pegan y les insultan si llegan tarde o si sospechan que andan con otro hombre (Quintela /Arandia / Campos, Comunidad).

Repárese en que el sentido de celoso que aquí interesa es ‘receloso, desconfiado’, en lugar de ‘vigilante, protector’ (celoso de su intimidad, de sus derechos). Ocasionalmente se observa que los adjetivos cambian de significado cuando se construyen con complemento de régimen, lo cual repercute en la elección de la cópula. Es infrecuente la situación contraria a la que se ha descrito, es decir, que un adjetivo lleve complemento cuando se construye con ser, como en Es consciente de su problema (‘Lo percibe’), y no cuando lo hace con estar, como en Ya está consciente (‘Ya volvió en sí’, entre otros significados alternativos). Aun así, en muchos países americanos consciente se construye con estar en el primer sentido, como en Todos estamos conscientes del papel que nos toca enfrentar en este momento (Prensa Libre 10/7/1996).

37.9s El adjetivo loco admite el verbo ser en el español general cuando significa ‘alocado’, a menudo en contextos negativos (No seas loco). En casi todas las áreas lingüísticas del español americano se usa loco con ser en el sentido de ‘demente’:

Los ingleses siempre han sido locos (Canto, Ronda); Soy loco, soy drogadicto, tengo hepatitis y yo no sirvo para el ejército italiano (Polimeni, Luca); […] la ocurrencia de contarle que su madre verdadera había sido loca y asesina (Cohen, Insomnio); En el fondo tampoco estaba convencido de que fuera loca (Bryce Echenique, Martín Romaña); Era loco, ese sí que era loco (Vergés, Cenizas); Antes era loca porque no podía hablar y ahora es loca porque puede hablar (Dorfman, Muerte); Doña Martita le mandó salir porque le dio la impresión de que era loco (García Ramis, Días).

Este uso de loco se construye con estar en el español europeo, y alterna con ser en algunos países americanos:

Hay que estar loco para vivir ahí (Torres, M., Hombres); Si no estuviera loco, no le ofrecería, no le regalaría la carpeta por mil (Onetti, Viento); Creo que está loca. A su edad todas están locas (Obando, Paraíso); Estás loco si piensas dormir aquí (Paz Soldán, Materia); Quizá no sea lo mismo cometer locuras que estar loco (Hoy [Ec.] 10/2/1997); Aúllan frenéticos que el capitán está loco y que han de matarle sin esperar más (Roa Bastos, Vigilia).

El adjetivo elige estar en todas las áreas en la expresión loco (por alguien) ‘enamorado, perturbado’. También se usa con este verbo cuando se quiere decir de alguien que ha enloquecido, como en Lo internaron porque estaba loco.

37.9t Algunos adjetivos que designan la edad de las personas (grande, chico, chiquito y otros) permiten la alternancia de ser y estar en el español americano, con cierta preferencia por ser:

[…] salvo Jeromín, mi hijo, que estaba muy chico (López Páez, Herlinda); Pedimos a la escuela que el niño repitiera el año, porque era muy chico y muy inmaduro (Rincón Gallardo, Amor).

El verbo ser suele representar la única opción en el español europeo cuando no interviene ninguno de los otros factores a los que se aludió en los apartados anteriores. En los casos de alternancia, se obtienen contrastes análogos a los que se mencionaron en el § 37.9f: estar grande expresa la apreciación de un cambio físico en la persona de la que se habla, mientras que ser grande describe objetivamente su edad. En el español general alternan Es muy joven y Está muy joven en el mismo sentido en que contrastan Es muy alto y Está muy alto y otros pares análogos descritos antes (§ 37.7b).

 

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