Sintaxis

44 Oraciones subordinadas de relativo

44.9 Relativas de pronombre pleonástico o reasuntivo y relativas no pronominales

44.9a En la lengua conversacional de todos los países hispanohablantes se atestiguan, con diversa extensión, intensidad y frecuencia, ejemplos en los que la función que corresponde desempeñar al relativo se asigna en el interior de la subordinada a un pronombre personal, sea átono o tónico. Se trata de oraciones como la que modifica a lugar en un lugar que recordaba haberlo visitado en su juventud, en la que el pronombre enclítico lo ejerce la función de complemento directo de haber visitado, función que ya tiene atribuida el pronombre relativo que. No se recomienda usar estas expresiones en la lengua escrita ni en los registros formales de la expresión oral. Se han documentado ampliamente en los textos que reflejan el habla espontánea, y también, aunque con menos frecuencia, en los periodísticos, así como en diversos escritos de carácter circunstancial. Se han dedicado a ellas numerosos estudios gramaticales, ya que poseen varias características sintácticas notables. Han sido denominadas relativas de pronombre pleonástico, relativas despronominalizadas, relativas con duplicación pronominal y —muy frecuentemente— relativas de pronombre reasuntivo (así como de apoyo o de retoma). El adjetivo reasuntivo, introducido en el § 44.1x, se asocia con el sustantivo reasunción, derivado deverbal de reasumir, que significa ‘asumir nuevamente, retomar, reconsiderar’. Es infrecuente que las construcciones de pronombre reasuntivo, ampliamente atestiguadas en los registros mencionados, se analicen en las gramáticas tradicionales. En esta obra se precisa el nivel de lengua al que pertenecen, pero se entiende, a la vez, que el hecho de que se consideren incorrectas no implica que deba omitirse el estudio de las estructuras sintácticas que les corresponden.

44.9b En las construcciones relativas a las que se hace referencia, el pronombre añadido ejerce una función sintáctica que ya desempeña el relativo. Aunque estas construcciones están excluidas de los registros formales del español, corresponden a una pauta sintáctica atestiguada en muchos idiomas, incluso propia de la lengua estándar de algunos de ellos. Entre las lenguas románicas, el rumano está entre las que hacen un uso más intensivo de estas estructuras, que son obligatorias con algunos pronombres relativos. En italiano, portugués y francés, en cambio, las relativas con pronombre reasuntivo —también registradas en elevada proporción— quedan limitadas a ciertas variantes de la lengua conversacional, como ocurre en español. En lenguas pertenecientes a otras familias, como el hebreo, el árabe o el esloveno, el uso de los pronombres personales en el interior de la relativa es la estrategia común utilizada para formar esta clase de subordinadas. En esos idiomas, el relativo es un marcador de subordinación que no ejerce dentro de la subordinada ninguna función adicional, ya que esta pasa a ser desempeñada por el correspondiente pronombre personal. Los estudios sobre estas construcciones ponen de manifiesto que son polémicos en estos idiomas los límites entre las conjunciones subordinantes y los pronombres relativos. Otros gramáticos han sugerido que tales límites inestables se extienden por igual a las lenguas románicas.

44.9c Existen varias formas de interpretar las construcciones de pronombre reasuntivo. En el § 44.1r se señaló que el papel que desempeña el relativo es triple: ejerce como nexo de subordinación, tiene una función sintáctica en la subordinada y posee naturaleza anafórica. Cabe suponer que pueden faltar en el relativo el segundo y el tercero de estos rasgos, sin que se pierda necesariamente su naturaleza pronominal. Algunos gramáticos opinan, en cambio, que en estas construcciones el que relativo, carente de cualquier marca flexiva y aislado de la preposición que señala su función, ya no es un verdadero pronombre, sino un mero nexo de subordinación equivalente a la conjunción homónima que se usa para introducir las subordinadas sustantivas. Según tal análisis, el pronombre reasuntivo es el elemento que expresa la función que ejerce el pronombre relativo en las construcciones sin duplicación. A favor de esta opción se ha señalado que el relativo puede aparecer sin desempeñar ninguna función sintáctica en la oración subordinada, lo que prácticamente lo asimila a una conjunción subordinante. Es lo que sucede en los ejemplos siguientes, propios de la lengua oral, que contienen pronombres reasuntivos en prótasis condicionales o en relativas adverbiales que ejercen una función discursiva similar:

Me has hecho sentir algo que si lo hubiera experimentado el sol, no saldría (Castro, A., Prólogo); Sacarle el máximo de partido a una situación es una pretensión que cuando la logro me pongo muy contento (Évora, Tomás).

En estos ejemplos, no es posible eliminar las cláusulas encabezadas por cuando o si (*Es una pretensión que me pongo muy contento), no solo porque se asimilan a las prótasis, como se ha explicado, sino también porque el pronombre átono que contienen es el único elemento al que puede vincularse el relativo que. Tampoco resultan naturales las variantes de estas oraciones en las que se suprime el pronombre reasuntivo (lo en la primera; la en la segunda), ya que ello implicaría que un relativo puede aparecer en una posición externa a la cláusula a la que pertenece. El texto reproducido pasaría a ser *Es una pretensión que [cuando logro] me pongo muy contento. En los ejemplos citados, el relativo se vincula con si (lo) hubiera experimentado y con cuando (la) logro, pero se halla fuera de estas oraciones.

44.9d Como se acaba de observar, el pronombre relativo realiza su función sintáctica en una relativa o una prótasis condicional, no propiamente en la oración principal. El pronombre reasuntivo que aparece en el interior de esas oraciones constituye un recurso sintáctico que permite establecer un vínculo que difícilmente podría lograrse de otro modo. El pronombre relativo puede establecer también una relación sintáctica directamente con la oración que introduce en tales contextos. La presencia de una prótasis condicional o concesiva que se interpone entre el relativo y el resto de la oración favorece igualmente en ellos la presencia del pronombre reasuntivo (se marca el elemento interpuesto con trazo discontinuo):

Cuanto hoy delineo con la pluma son recuerdos de hace muchos años que, aunque escritos cronológicamente, los extraigo de un banco de memoria en el que aparecen unidos, revueltos y enmarañados (Cuauhtémoc, Grito); […] y un pajarito de cuerda, vestido de plumas de verdad y encerrado en una jaulilla dorada, que hacía toda suerte de trinos y gorjeos, que, aunque nadie lo creyese, lo había hallado en la calle, dentro de una papelera (Sánchez Espeso, Alas); Thayer cita a San Agustín: “Solo podemos ser aquello que, si lo explicamos, otro lo comprenderá” (Ferrer, E., Información); No conozco a nadie más, solo a la loca esa, que si la veo otra vez te juro que la vuelvo a atropellar (Alonso Santos, Vis a vis); Sobre todo cuando usan palabras raras y rebuscadas y se pone en boca de hombres que nadie conoce cosas que aunque parecen tontas las cuentan de tal forma que es como si las hubiese dicho el Papa de Roma o el libertador (Herrera Luque, Casa).

Se prefiere en el primero de estos ejemplos la variante sin lo: ... que aunque escritos cronológicamente, extraigo de ... El relativo subrayado se relaciona con su oración: recuerdos que (los) extraigo de un banco de memoria. La intromisión de aunque escritos cronológicamente entre que y extraigo de un banco de memoria favorece la presencia del pronombre reasuntivo los. Es similar la pauta que corresponde a los demás ejemplos de este grupo.

44.9e La interposición de condicionales y concesivas se extiende, aunque algo menos frecuentemente, a otras subordinadas adverbiales:

Pero la mala suerte es una vaina que cuando a uno se le mete no hay forma de quitársela de encima (Vergés, Cenizas); Se coge luego camino llano, arenoso, donde el burrito rucio de Óscar, que como se murió lo heredó Francisco (Morón, Gallo).

Así, en el último ejemplo el relativo que es, a la vez, sujeto de murió, que aparece en la subordinada causal encabezada por como, y antecedente de lo, en la oración principal. Se trata de la situación contraria a la que resulta más frecuente. En efecto, en la secuencia Te van a preparar algo que, si lo comes, te matará, que se considera correcta, el pronombre correferente con el relativo (lo) aparece en la oración intercalada a modo de inciso, de forma que el relativo puede ejercer su función sintáctica en la oración en la que se halla: sujeto de matará. Tampoco son anómalas oraciones como Esta es una novela que te encantará, si te decides a leerla (o su variante … que, si te decides a leerla, te encantará), que se ajustan a la misma pauta. En los textos citados de Vergés y Morón, la estrategia del pronombre reasuntivo permite establecer a distancia relaciones sintácticas que las relativas no permiten en la lengua estándar porque están limitadas a contextos de contigüidad. Por esta razón, algunos gramáticos han denominado reparadora a la función sintáctica que llevan a cabo los pronombres reasuntivos (al menos en estas construcciones), en el sentido de que su papel sintáctico es el de permitir que se establezcan vínculos a distancia que no pueden lograrse sin su presencia.

44.9f Las relativas que se integran en segmentos coordinados, o que los contienen, pueden reproducir el contenido de una oración condicional con valor genérico (§ 47.7j). En tal caso, el primer miembro se asimila a las prótasis, puesto que constituye el elemento condicionante, y el segundo a las apódosis, en tanto que representa el condicionado. La reduplicación pronominal del antecedente es usual en estas estructuras. Así, cuando se escribe Es un manual, que lo abres en cualquier parte y hay algo que te puede interesar (Hoy [Chile] 6/1/1997), se expresa un contenido similar al de ‘Es un manual que, si lo abres en cualquier parte, hay algo (de él) que te puede interesar’. A esta pauta corresponden también los textos que se citan a continuación:

Viste esos tipos que uno los quiere y no sabe bien por qué (Pavlovsky, Cámara); Hay señores que uno los trata en femenino y no les gusta (CREA oral, España); Son unos comentarios que uno los oye y se le hace un nudo en la garganta realmente cuando los oye (CREA oral, España).

44.9g Como se ha explicado, condiciona poderosamente la aparición de estas subordinadas la distancia entre el pronombre relativo y el verbo al que este complementa o modifica. Cuando entre ambos se interponen elementos incidentales (no solo oraciones subordinadas), es frecuente colocar junto al verbo un pronombre que retome el contenido del relativo. Así, la presencia de incisos parentéticos —señalados en trazo discontinuo— entre el relativo y su predicado facilita la aparición del pronombre personal acusativo en los ejemplos siguientes:

Solamente en las novelas epistolares la gente se escribe estando cerca, incluso viviendo bajo el mismo techo se mandan cartas en lugar de conversar, obligados por la retórica del género, al cual dicho sea de paso (al género epistolar) lo liquidó el teléfono (Piglia, Respiración); […] con la camisa verde y la camisa amarilla y la camisa de rayas que por cierto yo mismo las lavo de vez en cuando porque Elodia se tarda en venir (González León, Viejo).

44.9h También contribuye a facilitar la aparición del pronombre reasuntivo la existencia de otras fronteras oracionales entre el relativo y su verbo. Las relativas pueden construirse, en efecto, con pronombres desplazados o adelantados fuera de su oración (§ 22.17), como en Un asunto que no creo yo que podamos resolver fácilmente, donde se subraya el complemento directo de resolver. Estos contextos son particularmente propicios a la aparición de pronombres reasuntivos (… que podamos resolverlo fácilmente). Corresponden a la misma pauta estas otras secuencias:

No puedo porque no me puedo quitar de la cabeza una cosa horrible, una cosa atroz, que no sé cómo llamarla (Chacel, Barrio); Y ahí seguía sin inmutarse el demente de la colonia al que jamás imaginó verlo como ahora (Azuela, A., Casa).

Al igual que las variantes analizadas en los apartados anteriores, estas construcciones son características del habla conversacional y no pertenecen a los registros formales.

44.9i Son inestables los límites entre las relativas de pronombre reasuntivo y otras subordinadas que no contienen relativos, como las causales explicativas (§ 46.6) o las construcciones ilativas (§ 46.11-12) o consecutivas (§ 45.14). Si se considera que la partícula que es un pronombre relativo en Tómate este jarabe, que te lo ha mandado el médico, la oración estaría, sin duda, mal construida, pero si se interpreta como conjunción causal, la secuencia sería aceptable en la lengua conversacional, como lo sería Tómate este jarabe, que toses demasiado. La interpretación aditiva de que puede obtenerse en Además Mariana se había metido en política, que no te lo había dicho (Martín Gaite, Nubosidad), lo que confirma el hecho de que la oración encabezada por que podría adelantarse: Además, que no te lo había dicho, Mariana se había metido en política. Análogamente, si la partícula que se sustituye por y (o se interpreta como conjunción ilativa), desaparece la marcada anomalía que se percibe en Había valses venezolanos lindísimos, que no sé por qué ahora ustedes no bailan con ellos (CREA oral, Venezuela). Finalmente, como se explica en el § 45.14l, no contienen pronombres reasuntivos los grupos nominales indefinidos en cuyo complemento se interpreta una oración consecutiva, como en Tienes una suerte que no te la mereces (es decir, tal suerte) o en los textos siguientes, en los que la partícula que es conjunción subordinante:

Y para eso vivían en una zozobra y en un peligro que no se lo deseo yo ni a mi peor enemigo (Barnet, Gallego); La tipa tenía […] unos zapatos y unas cosas que yo ni loca los compraría (CREA oral, Venezuela).

Así, en el primero de estos ejemplos se quiere decir ‘un peligro tal que…’ y en el segundo, ‘unos zapatos y unas cosas tales que…’.

44.9j El que sea posible otorgar otro análisis a algunas construcciones que parecen relativas de pronombre reasuntivo no impide que otras muchas sigan ajustándose a esa pauta. En el caso más extremo, y poco frecuente, el pronombre reasuntivo reproduce los rasgos morfológicos que posee el elemento relativo: He visto chiquillas a las cuales las han detenido como quien dice “golfeando” (Palou, Carne). El pronombre átono acusativo no incorpora, como se ve, ninguna información morfológica que no esté presente en el grupo preposicional en el que aparece el relativo, por lo que resulta redundante. Los pronombres reasuntivos en función de sujeto son asimismo infrecuentes, pero se documentan ocasionalmente en el español caribeño, como en Hay una muchacha que ella es muy buena persona (CREA oral, Venezuela). Como se explica en el § 33.4c, en el español de las Antillas, en el hablado en Canarias y en Andalucía occidental (España), existe mayor tendencia a usar el pronombre personal sujeto en contextos en los que se omite en las demás variedades del español. En otras áreas lingüísticas, se documentan ocasionalmente pronombres reasuntivos en función de sujeto cuando se interponen otras oraciones subordinadas, como se apuntó en los § 44.9d, e: Es una de esas personas especiales que aunque todo en derredor de ellos, y respecto a ellos, esté bien, ellos jamás estarán bien por completo (Quesada, Banana).

44.9k Como se ha mostrado en los apartados precedentes, en la variante más habitual de la construcción que se analiza, se elige el relativo que (que no posee rasgos morfológicos) y un pronombre reasuntivo que añade información sobre la función que desempeña en la subordinada el elemento designado, como en Tenemos un gobierno que no le interesa la gente, solo el capital de algunos (Salvador Hoy 6/10/2000). Esta oración se diferencia de la versión que se considera preferible (Tenemos un gobierno al que no le interesa la gente,...) en que la función de complemento indirecto está representada en ella por el pronombre dativo le, no por el relativo que. El pronombre reasuntivo es átono en estos casos, pero existen también relativas de pronombre reasuntivo tónico, como en Sí, una persona que de repente me encontré como muy desamparada sin ella (CREA oral, España). La variante de esta oración que se considera correcta es … una persona sin la cual de repente me encontré como muy desamparada.

44.9l El español permite, con carácter general, la duplicación del complemento indirecto (§ 16.14f y 35.4), como en Le pidió ayuda a un transeúnte. La presencia opcional del pronombre átono en las subordinadas relativas (como en el transeúnte al que (le) pidió ayuda) facilita que el patrón correspondiente a las relativas con duplicación pronominal se aplique a estos casos. En efecto, en el habla coloquial y en otros registros no formales tiende a eliminarse la preposición en esas construcciones, de forma que el pronombre personal queda en ellas como única marca de dativo: el transeúnte que le pidieron ayuda. Estas variantes no abundan en la lengua escrita, en la que se hace precisa la preposición y el relativo complejo: el transeúnte al que (le) pidió ayuda. Pese a ello, se detecta ocasionalmente su presencia en los textos. Son más frecuentes en las oraciones de carácter genérico, pero se atestiguan también en otras:

Parece que hay gente que le gusta más la televisión que impartir justicia (Tiempo [Col.] 31/10/1996); […] por el solo placer que sienten las personas que les sobra tiempo o que prefieren malbaratarlo (Fernández Spencer, Pueblo); En esos años fue cuando supo que había unos perros que les decían afganos (Ramírez Heredia, Rayo).

44.9m En el § 31.5 se señala que puede darse coordinación de predicados y de oraciones en las subordinadas relativas. Se coordinan, por ejemplo, dos relativas preposicionales en No tenía por qué esperar que así lo hiciese su cuñada, a la que conocía poco y con la que no tenía ninguna confianza (Benet, Saúl). Al aplicar a estas oraciones la estrategia sintáctica que se describe en esta sección, se suele obtener una construcción coordinada en cuyo primer miembro aparece el relativo que, y en el segundo un pronombre personal, sea tónico o átono: En estos museos el punto de partida es una idea que se quiere comunicar o hacer pensar acerca de ella (País [Esp.] 4/10/2003). La variante de esta construcción que se considera preferible no contiene un pronombre reasuntivo, sino dos oraciones de relativo: una idea que se quiere comunicar o sobre la que se quiere hacer pensar.

44.9n Favorecen también la aparición del pronombre reasuntivo los contextos en los que la oración de relativo especifica un grupo nominal indefinido, sobre todo cuando este recibe la llamada interpretación de tipo17.4n). Así, en Es un error que lo estamos viendo en América Latina y en Colombia (Alape, Paz), se habla de determinado tipo de error que se caracteriza por los rasgos que la relativa aporta. He aquí otros ejemplos similares:

Era un tipo de esos que cuando se hacen los malos, nadie les cree (Galeano, Fútbol); […] un programa que lo puedas ver en casa con los pies en alto encima de la mesa y te saque una sonrisa y te relaje los nervios (Cambio 16 16/4/1990); Por ejemplo, la palabra ‘tapia’, que es un tipo de pared pero que la usanza popular la ha identificado con un mal humano (Salvador Hoy 1/4/1997).

Recuérdense también, en relación con esta pauta, los § 44.1w, x. La mayor independencia que, por su carácter incidental, manifiestan las relativas explicativas respecto del antecedente facilita el recurso al esquema reasuntivo:

En la parte anterior de la concha, tiene un capuchón, que lo cierran y se ocultan dentro de ella para defenderse de los posibles depredadores (García Ramos, Fósiles); Permanecen en los calabozos un día, que lo pasan en ayunas (Teitelboim, País); Pido justicia para el juicio civil reivindicatorio, que lo han dado por caso resuelto, según ellos (Excélsior 20/7/2000).

44.9ñ Más frecuente aún es reproducir mediante un pronombre reasuntivo el antecedente en la relativa explicativa cuando este es oracional:

No te lo deseo pero, si así fuese, que lo veo probable, recibe mi fraternidad (Díez, Expediente); O ha volado, que lo dudo, o se ha metido en el marjal (Caballero Bonald, Pájaros); Si los americanos deciden retirarse, que no lo creo, garantizo que no va a afectar al compromiso europeo ni al español (Mundo [Esp.] 20/11/1996).

Uno de los factores que atenúan la anomalía sintáctica de estas construcciones es la facilidad que se percibe en ellas para interpretar como conjunción el subordinante que: ‘ya que lo veo probable’ en el primer ejemplo; ‘aunque lo dudo’ en el segundo; ‘aunque no lo creo’ en el tercero. Son también posibles las variantes de estas oraciones con el pronombre relativo precedido del artículo, como en […] si es que de verdad quieren hacerlo, lo que dudo mucho (Savater, Caronte).

44.9o Existe una marcada tendencia en la lengua oral de muchos países hispanohablantes (y también en algunos registros informales de la lengua escrita) a sustituir el relativo posesivo cuyo, muy infrecuente en la lengua conversacional, por la combinación de la forma que y un posesivo prenominal. Algunos autores han acuñado la denominación quesuismo (paralela a dequeísmo y queísmo) para referirse a este uso, como en que sus nombres por cuyos nombres. El término es adecuado solo en parte, ya que las formas que y su no son contiguas en todos los casos: Tenía una novia que a su padre le encantaba pescar. La construcción se atestigua con cierta frecuencia en la lengua oral relajada o espontánea, pero también se documenta ocasionalmente en la escrita, siempre en registros no formales. Se asocia de modo característico con la lengua descuidada, por lo que se recomienda evitarla:

Reaccionó como lo típico de cualquier marido que su mujer le dice que está enamorada de otro hombre (CREA oral, España); Estos títulos dan acceso a numerosos programas, que sus nombres prácticamente los describen (Alonso Raby, Miedo); Me refiero a las comunidades que conocen dichos artefactos, que su uso se encuentra reglamentado, pero que al final, cada cual hace con ellos lo que le da la gana (Universal [Ven.] 27/12/2004).

Se registra asimismo esta construcción en contextos en los que aparecen simultáneamente los pronombres personales reasuntivos átonos descritos en los apartados anteriores. Ilustra esta pauta el texto siguiente, que transcribe una explicación oral: La imagen que tenía presente era en la casa de mi abuela materna, cuando yo tenía un compañerito de ocho o nueve años, que su padre lo habían llevado preso (Guambia 6/12/2003).

44.9p Como se ha visto, las subordinadas con duplicación pronominal o de pronombre reasuntivo poseen dos marcas pronominales si se interpretan como pronombres tanto la forma que como el pronombre personal que la subordinada contiene. Poseen, en cambio, una sola si se entiende que que es una conjunción subordinante, por lo que no desempeña propiamente una función sintáctica dentro de la relativa. Representan la situación opuesta a estas oraciones las secuencias que no presentan ninguna marca pronominal en la subordinada, de forma que la partícula que pasa a ser el único vínculo sintáctico formal con el sustantivo o el grupo nominal al que se subordinan. Esas relativas no pronominales son asimismo propias de la lengua coloquial relajada o espontánea, muy infrecuentes en la escrita e igualmente inadecuadas en los registros formales. Así, en la oración Me hicieron unos lentes que no veo absolutamente nada (atestiguada en la lengua oral), la forma que no puede desempeñar una función sintáctica en la oración subordinada, ya que la función de complemento directo corresponde al grupo pronominal absolutamente nada. La versión correspondiente a esta secuencia con pronombre reasuntivo sería la oración (igualmente incorrecta) Me hicieron unos lentes que no veo absolutamente nada con ellos, en la que el grupo preposicional subrayado representa el segmento que la primera oración omite. La variante que se considera correcta es Me hicieron unos lentes con los que no veo absolutamente nada.

44.9q La omisión del complemento que aporta el vínculo anafórico parece tener lugar en los casos señalados porque en la conversación se considera que el contexto lingüístico es lo suficientemente informativo como para aportar el contenido que queda implícito (por ejemplo, la referencia al papel instrumental de los lentes en el ejemplo mencionado en el apartado anterior). Algunos gramáticos entienden que la partícula que es una conjunción subordinante también en las relativas no pronominales. Aplicada esta estrategia al ejemplo que se acaba de proponer, podría reinterpretarse esta partícula como conjunción consecutiva (recuérdese el § 44.9i), de forma que se elidiría el segmento ponderativo, como en Me hicieron unos lentes (tan malos) que no veo absolutamente nada. Este análisis tiene en su contra la ausencia de la anticadencia esperable en la sílaba -tes45.14o), además del inconveniente de que no se puede extender, como se verá enseguida, a otras relativas no pronominales. Entienden otros gramáticos que la partícula que es un relativo en estas oraciones, si bien desprovisto del segundo de los tres rasgos de los que se habló en el § 44.1r.

44.9r En las relativas no pronominales se suelen omitir las marcas sintácticas que permiten identificar los grupos preposicionales, como en el abogado que hicimos el acuerdo (en lugar de la forma correcta … con el que hicimos el acuerdo) o unos muchachos que ella todavía no se había hecho amiga (por … de los que ella todavía no se había hecho amiga). Los procesos de anclaje del artículo determinado (§ 14.5c y ss.) son recursos anafóricos. Es lógico, en consecuencia, que sean aprovechados por los hablantes que hacen uso de estas construcciones: la mujer esa que el marido trabaja en Correos o en Hubo dos víctimas que no se conoce aún la identidad. Las relativas no pronominales constituyen un recurso sintáctico que se corresponde bien con la rapidez, la improvisación y la inmediatez características de la lengua oral. En las variantes de esas construcciones pertenecientes a la lengua más cuidada, es preciso adelantar un grupo preposicional o adverbial al comienzo de la oración, lo que requiere formar esta previamente en su totalidad. En cambio, en las relativas no pronominales se deja inexpresado el vínculo necesario para conectar la subordinada con su antecedente, lo que precisa de menos operaciones sintácticas, al menos manifiestas.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
pronombre reasuntivo

 

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