Sintaxis

21. Los numerales

21.6 Numerales fraccionarios

21.6a Como se vio en el § 21.1a, los numerales fraccionarios, llamados también partitivos, denotan una fracción de cierto elemento o una parte de un conjunto de ellos. Pueden ser adjetivos, como en la octava parte del pastel, o sustantivos, como en un octavo del pastel. Como se explicó (§ 21.1d), es incorrecto usar los numerales fraccionarios por los ordinales (onceavo por undécimo). No lo es, en cambio, usar ciertos ordinales con el sentido que corresponde a los fraccionarios, como en la vigésima parte o la duodécima parte, junto a la veinteava parte o la doceava parte. En los apartados que siguen se explican otros aspectos de la relación entre ambas clases de numerales.

21.6b Los numerales fraccionarios dan lugar a expresiones contables: una mitad, dos tercios, cuatro quintas partes, tres cuartos de la cantidad asignada. En la expresión cuatro quintas partes, el cardinal cuatro corresponde al numerador de la fracción 4/5, mientras que el fraccionario quintas (idéntico al ordinal quintas) designa el denominador de la fracción. Corresponde la misma pauta a dos tercios (2/3), tres cuartos (3/4), etc. Cuando el numerador de la fracción es la unidad, la expresión nominal admite el cardinal un(o), indistinguible del artículo indeterminado, como en una tercera parte, una mitad de la clase, y también el artículo determinado (la tercera parte de los asistentes, la mitad de la clase), entre otros determinantes (esta quinta parte de la obra, nuestra mitad de la herencia). Las expresiones contables formadas con los numerales fraccionarios se pueden ordenar en series, que pueden, a su vez, contarse. Así pues, en expresiones como las dos primeras quintas partes de la cantidad total no se combinan sintácticamente dos ordinales (primeras y quintas), sino un adjetivo ordinal (primero) con uno fraccionario (quinto).

21.6c El adjetivo numeral fraccionario correspondiente a la fracción 1/2 es medio. Como se hace notar en el § 12.2c, este adjetivo alterna con el sustantivo mitad cuando cuantifica a nombres contables (medio país ~ la mitad del país; media ración ~ la mitad de la ración), pero no cuando cuantifica a los no contables, como allí se explica. Los demás sustantivos fraccionarios se comportan como mitad en este punto: un tercio de la paga, dos terceras partes del agua. El adjetivo medio admite usos pronominales, como en medio kilo de costillas y medio de chuletas. En esta construcción es igualmente posible entender un sustantivo tácito: … y medio Ø de chuletas. Se use como adjetivo o como pronombre, el numeral fraccionario medio (medio kilo) es distinto del adverbio de grado medio (medio muerto, medio loco, a medio hacer), que se analiza en los § 19.4k y ss. Está ya en desuso el antiguo adjetivo fraccionario tercio (‘tercero’): […] especialmente en la capital de Baeza, donde tal vez no quedó la tercia parte de todos los habitadores (Velasco, Historia).

21.6d Los adjetivos fraccionarios modifican al sustantivo parte, por lo que se usan como femeninos: una sexta parte, la décima parte. Nótese que los adjetivos modifican a veces a otros sustantivos cercanos a parte, como porción, fracción o sección, pero se usan en esos contextos como ordinales, no como partitivos: la fracción tercera del artículo 115 de la Constitución. El adjetivo fraccionario medio no es enteramente incompatible con esta estructura: […] con la excepción de más de media parte del público, que pateó al bajarse el telón después de cada acto (Jardiel, Exceso), pero sí poco frecuente en ella, ya que se prefiere la mitad. En el texto que se cita, media parte del público no significa ‘la mitad de una parte del público’, sino ‘la mitad del público’. Así pues, la combinación «numeral fraccionario + parte» designa conjuntamente cierto segmento de la entidad que se cuantifica. Sobre sustantivos como décimo, diezmo y otros similares, véase el § 21.6g. Acerca del antiguo adjetivo ordinal tercio, recuérdese el § 21.4b.

21.6e Como se ve, el sustantivo parte es el que designa de forma general las fracciones que se segmentan o se acotan. Este sustantivo da lugar asimismo a construcciones partitivas que no se asimilan enteramente a las fraccionarias, ya que pueden formarse sin numeral. Aun así, no dejan de designar fracciones. En consecuencia, una parte de la población no se opone necesariamente a {dos, tres...} partes de la población. Ello pone de manifiesto que una es artículo indefinido en esta secuencia (cf. cierta parte, alguna parte), como en una parte de su obra, una parte de mí y otras expresiones en las que suele darse la alternancia entre uno y cierto. Se construyen, en cambio, con el numeral una oraciones como Le corresponde a ella una parte de los beneficios, ya que las otras dos partes son para sus socios.

21.6f Los adjetivos numerales fraccionarios correspondientes a las fracciones comprendidas entre 1/3 y 1/10 coinciden con los ordinales respectivos: tercera (parte), cuarta (parte), quinta (parte), etc. A partir del correspondiente a la fracción 1/11, los adjetivos numerales fraccionarios se forman con la terminación -ava: onceava (parte), doceava (parte), veinteava (parte), etc., con la excepción de los que designan las fracciones 1/100: centésima (parte), 1/1000: milésima (parte) y 1/1000000: millonésima (parte), que forman derivados en -ésimo/-ésima. Alternan veinteava parte con vigésima parte; treintava parte con trigésima parte; onceava parte con undécima parte; doceava parte con duodécima parte, pero la alternancia con el ordinal no existe en treceavo, catorceavo, quinceavo, etc. Las fracciones intermedias posteriores a 1/15 se expresan con derivados en -ava obtenidos directamente de los cardinales, a los que se agregan formando una sola palabra: la treintaidosava (1/32) parte; la cuarentaisieteava (1/47) parte. El proceso es el mismo para los derivados en -ésimo/-ésima: la cienmillonésima (1/100000000) parte.

21.6g Los sustantivos numerales fraccionarios que corresponden a las fracciones 1/2 y 1/3 son, respectivamente, mitad y tercio: la mitad de los libros, un tercio de los asistentes. Los correspondientes a las fracciones comprendidas entre 1/4 y 1/10 se forman con los ordinales respectivos, como en un cuarto de la población, dos quintos del barril de vino o en Reducir las porciones a un octavo de lo normal (Espido, Infierno), además de con expresiones de porcentaje, como se explica en el apartado siguiente. Se emplean con menor frecuencia los sustantivos fraccionarios séptimo (‘la séptima parte’) y noveno (‘la novena parte’): Se llegó a niveles […] equivalentes a apenas un séptimo de los registrados en años anteriores (Vuskovic, Crisis). El sustantivo fraccionario décimo es hoy algo más frecuente en el español americano que en el europeo, con la excepción de la expresión lexicalizada décimo de lotería:

El capitalismo ha creado un puñado (menos de un décimo de los habitantes de la tierra) de Estados ricos y poderosos (Rangel, Salvaje); El Banco Mundial participa en forma directa, con un décimo del capital (Galeano, Venas).

Se usa diezmo como sustantivo fraccionario cuando se construye con complemento partitivo, como en El bienestar material del hombre es tan necesario como el espiritual, […]. De ahí la insistencia en el seva, el servicio para el bienestar de la comunidad, a la que los sijs dedican un diezmo de sus ingresos y muchas horas de su tiempo libre (Díez Velasco, Hombres). No pertenece ya, sin embargo, a la clase de los numerales partitivos, sino a la de los nombres comunes, cuando designa cierto impuesto, como en la expresión lexicalizada diezmos y primicias.

21.6h Para los sustantivos fraccionarios correspondientes a 1/11 y 1/12 se admiten igualmente undécimo y onceavo en el primer caso, y duodécimo y doceavo en el segundo. Aun así, son más comunes onceavo y doceavo con el sustantivo parte. Se recomiendan, pues, las variantes la onceava parte, la doceava parte, aunque no se consideran incorrectas la undécima parte, la duodécima parte. Son expresiones fraccionarias, aunque no se correspondan con ningún elemento de la serie de los números naturales, los sustantivos mayoría (la mayoría de los asistentes) y resto (el resto de los candidatos), así como la expresión nominal mayor parte (la mayor parte del petróleo). Sobre algunas diferencias sintácticas entre mayoría y mayor parte, véase el § 19.10o.

21.6i Con la excepción de mitad, los sustantivos fraccionarios suelen ser masculinos. En el español antiguo se usaba el sustantivo femenino tercia por tercera parte: Prometio al que lo pudiesse leer quel darie grant aver e la tercia del regno (Almerich, Fazienda), todavía de uso común en el español dominicano: Véndame una tercia de aceite (‘la tercera parte de una botella’). En el español europeo contemporáneo se usan los sustantivos fraccionarios femeninos décima, centésima o milésima sin correspondencia con los masculinos, como en una milésima de milímetro o en Gradualmente, en décimas de segundo, como una luz que ha enfocado un solo rostro se extiende hasta alumbrar una habitación entera (Muñoz Molina, Invierno). En ciertas áreas del español americano, sobre todo en Centroamérica y el Río de la Plata, se da mayor alternancia entre las variantes femeninas (Respondió en una décima de segundo) y las masculinas (Respondió en un décimo de segundo):

Ella mantuvo serenamente mi mirada y, por un décimo de segundo, sus ojos se hicieron blandos (Sábato, Túnel); Las mujeres tienen los poros abiertos como ventositas y una temperatura siete décimos más elevada que la normal (Girondo, Poemas); El frío era brutal. A las 8.10 se registrarían tres décimas bajo cero (Walsh, Operación).

En el Paraguay son hoy habituales expresiones como La temperatura actual es de 34º 8 décimos.

21.6j El sustantivo centésimo es una unidad monetaria fraccionaria en Panamá (un balboa consta de cien centésimos): Realizó la donación de un cheque por 7 mil 144 balboas con 28 centésimos a la Dirección General del Sistema Penitenciario (Siglo 10/7/2001). Se usó centésimo en Chile y en la Argentina, pero no se emplea en la actualidad: Por otra parte, no tengo nada… ni un centésimo, y, al hablar así, dio vuelta a sus bolsillos, que parecían dos vientres destripados (Podestá, Irresponsable). El sustantivo céntimo designa hoy una moneda fraccionaria en España, el Paraguay, el Perú y Costa Rica. En los demás países se prefiere centavo, si bien en Guatemala se emplea a veces céntimo en los registros formales. En Chile, El Salvador y otros países en los que se usa centavo, se conoce la expresión lexicalizada No tengo un céntimo48.7h, i). El adjetivo ordinal centésimo es general en todas las variedades del español: el centésimo segundo aniversario de su muerte.

21.6k En los § 20.2a y ss. se analiza la diferencia sintáctica y semántica que existe entre las estructuras partitivas (algunos de los estudiantes) y las pseudopartitivas (un poco de arroz). Mientras que los numerales colectivos o de grupo suelen admitir tanto las estructuras pseudopartitivas (un centenar de libros) como las partitivas (un centenar de los libros que se acumulan en el sótano), los numerales fraccionarios exigen construcciones partitivas, en la medida en que designan partes de un todo delimitado: la octava parte de la población, la mitad del alumnado, el veinte por ciento de las denuncias. Se exceptúan las construcciones en las que se comparan cantidades, como en Hoy envió la mitad de paquetes que ayer; Se han presentado un veinte por ciento menos de denuncias que el año pasado. Se exceptúan igualmente los numerales fraccionarios con los que se forman grupos nominales de medida. Así, aunque el sustantivo cuarto en un cuarto de litro de vino es un numeral fraccionario, la estructura que corresponde a esa expresión no es partitiva, sino pseudopartitiva, ya que el sustantivo vino denota en este grupo nominal la clase de líquido que cuantifica la expresión fraccionaria cuarto de litro. Recuérdese que litro es un sustantivo cuantificativo que expresa medida, al igual que metro, año, etc. (§ 12.5b, c). Es, en cambio, partitiva la construcción un cuarto de litro del vino que compraste, ya que se da en ella la relación entre dos conjuntos que caracteriza los esquemas partitivos, como se explica en el § 20.1d. Sobre el uso de vaso, botella y otros sustantivos que expresan contenedores de algo como unidades de medida, véanse los § 12.5i, j y 20.2c.

21.6l En los § 14.7b y 20.2j se señala que se percibe una marcada tendencia en la lengua actual a prescindir del artículo en las construcciones partitivas en expresiones nominales fraccionarias como la mayoría de…, la mayor parte de…, un tercio de…, la mitad de…, etc. Se registran, pues, la mayoría de alumnos, por la mayoría de los alumnos; la mayor parte de accidentes, por la mayor parte de los accidentes. Aunque pudiera pensarse que la omisión del artículo convierte la construcción partitiva en pseudopartitiva, no se obtiene el significado que corresponde a esta última. En cualquier caso, puede haber influido en el proceso el que los sustantivos fraccionarios, que solo admiten la construcción partitiva (un tercio de los ciudadanos), se asimilen en la conciencia lingüística de algunos hablantes a los numerales colectivos, que admiten la pseudopartitiva (un millón de ciudadanos).

21.6m Con las excepciones que se han analizado, los numerales fraccionarios forman construcciones partitivas. Como las demás construcciones de este tipo, admiten complementos partitivos expresos (Solo le entregó la mitad del dinero; Aprobó el examen la quinta parte de los alumnos) o tácitos (Solo le entregó la mitad; Aprobó el examen la quinta parte). Al igual que sucede con otras expresiones nominales cuantitativas, el uso del artículo determinado con los sustantivos numerales fraccionarios no siempre permite distinguir unas fracciones de otras o identificar una de ellas entre las demás. Nótese que la oración La niña se ha comido la mitad de la tarta contiene dos artículos determinados. El que la emite supone que su interlocutor sabe a qué tarta se está refiriendo, pero no necesariamente a qué mitad. Tampoco el que dice Se perdió el diez por ciento de lo invertido da a entender que su interlocutor sabrá identificar el referente de la expresión nominal definida que encabeza el artículo el, a diferencia de lo que se deduce de la definición de esta clase de palabras (§ 14.1a).

21.6n La paradoja a la que se refiere el apartado anterior está relacionada con varios factores gramaticales. En principio, los referentes de las cantidades no son necesariamente entidades identificables. Podría decirse, en efecto, el veinte por ciento de su salario o un veinte por ciento de su salario en contextos relativamente similares. Cuando las magnitudes representan nociones materiales (la mitad del arroz que había en el granero), pueden constituir o no conjuntos aislables o identificables por oposición a otras fracciones de un mismo conjunto. Cuando se refieren a nociones inmateriales, la cuestión de la identificación del referente ni siquiera se puede plantear: Si tú tuvieras la mitad de la paciencia que tengo yo contigo… A ello se añade una distinción conceptual que se hace a veces en los estudios de semántica entre dos interpretaciones de los nombres de medida (§ 12.3c) que se extiende a algunos sustantivos fraccionarios: en una de ellas se designa una porción de alguna cosa (en el sentido de un segmento de ella), como en Esta mitad del tejado está dañada, mientras que en la otra se designa únicamente una magnitud, en concreto una cantidad, como en Faltaba la mitad del arroz. La suposición de que el interlocutor será capaz de identificar el referente de la expresión nominal definida se obtiene más fácilmente en la primera interpretación que en la segunda, pero esa identificación puede no obtenerse en ninguna de las dos (§ 20.1k). Así pues, la cuestión de si es posible identificar el referente de la mitad en el ejemplo citado La niña se ha comido la mitad de la tarta se puede plantear en uno de los sentidos que cabe asignar a la expresión la mitad: si se designa una porción o un segmento, la pregunta es pertinente (cf. … la mitad que yo te había guardado, no la otra); pero, si se designa una magnitud, deja de serlo.

21.6ñ Los nombres fraccionarios se usan con artículo indefinido (un tercio de los asistentes) o con el definido (el veinte por ciento del total). Los cuantificadores fraccionarios partitivos que se construyen en plural, como dos tercios o tres cuartas partes, suelen usarse sin artículo en la variante indefinida: Tres cuartas partes de los senadores votaron en contra del proyecto. Cuando lo incluyen (unas tres cuartas partes de los senadores), este adopta la interpretación aproximativa (‘aproximadamente tres cuartas partes’) que se describe en el § 15.3k. He aquí otros ejemplos de este uso —nótese que el primero contiene dos marcas de aproximación: alrededor (de) y una—:

Alrededor de una media docena de muchachos miran, dan opiniones, quieren ayudar (Picó, Caimito); Escasamente vino una media docena de feligreses, las beatas y viudas medio enajenadas de siempre (Ferré, Batalla); Devora las tajadas de carne y bebe a grandes tragos una media botella de vino de La Rioja (Gutiérrez Nájera, Cuentos).

El adjetivo fraccionario medio rechaza el artículo indefinido: Esto es lo que cuesta {*un ~ el ~ Ø} medio kilo de carne. Los sustantivos fraccionarios, o los grupos nominales que constituyen, se usan con artículo definido cuando esas informaciones se presentan como resultados de cómputos, como en {El ~ *Un} veinte por ciento de diez es dos, y también cuando la información referencial necesaria es aportada por otros recursos gramaticales. La referencia así obtenida puede ser anafórica (Llegaron las naranjas, pero el veinte por ciento estaba en mal estado) o endofórica (§ 14.6): el veinte por ciento {restante ~ que te corresponde ~ del que hablamos}.

21.6o Existen algunas diferencias léxicas relacionadas con la interpretación del artículo determinado cuando incide sobre los sustantivos fraccionarios. Con la excepción de mitad, los nombres partitivos tercio, cuarto, quinto, octavo, etc., no se comportan en estos contextos como los grupos nominales constituidos con el sustantivo parte (la cuarta parte, la octava parte) o con las expresiones porcentuales (el cuatro por ciento). Si se comparan los grupos nominales el tercio de la población y la cuarta parte de la población, se comprueba que para usar el primero es preciso especificar el todo del que se extrae la parte: el tercio de la población al que se refieren nuestros cálculos. En su ausencia, estas construcciones son difíciles de interpretar (el tercio, el cuarto, el octavo). Las expresiones fraccionarias del segundo tipo (la cuarta parte de la población) no suelen exigir tal delimitación en la misma medida. El sustantivo mitad no se agrupa con tercio, cuarto, octavo, etc., sino con los elementos de este segundo grupo. Suelen ser estos los contextos en los que la alternancia entre el artículo determinado y el indeterminado proporciona diferencias significativas menos marcadas.

21.6p En el § 21.2f se explicó que en las construcciones partitivas del español antiguo el artículo determinado equivalía al complemento de numerales e indefinidos. Este proceso tenía lugar con los artículos determinados en singular y también en plural. Así pues, los veinte significaba ‘veinte de ellos’ y la una se usaba en el sentido de ‘una de ellas’. Los numerales fraccionarios se asimilaban a esta estructura, de modo que se usaba la una mitad en el sentido de ‘una de las mitades’ y el un tercio en el de ‘uno de los tercios’:

De gustos siempre oí dezir que no se ha de disputar, quando vemos que la una mitad del mundo se está riendo de la otra (Gracián, Criticón III); Puso los dichos oficios de depositario y administrador general en seis mill pesos […] dando el un tercio de los dichos seis mill pesos de contado y lo restante en dos plazos por fin de cada un año (Cabildo Santiago 1594).

La construcción descrita se mantuvo en el español noroccidental europeo hasta el siglo xix: No necesita refutación el error de los que parten en dos mitades la realidad sensible e inteligible, con la misma frescura que si partiesen una naranja, y ponen en la una mitad todo lo grosero, obsceno y sucio (Pardo Bazán, Cisne). En algunos países americanos permaneció más largamente este uso y, de hecho, todavía hoy se documenta de manera ocasional: En la actualidad en el área habitan el 13,70% de la población del país, el un tercio de la población de la región Sierra (29,93%), los dos tercios de la provincia (76,30%) y cerca de la totalidad de la población del cantón (Carrión Vallejo, Quito). Esta pauta es aún más infrecuente en el español europeo contemporáneo: Me cumple ser prudente y callar la una mitad de la verdad (Sanchis, Retablo).

21.6q Los grupos nominales que contienen numerales fraccionarios no siempre se leen como las cifras que los representan. Se escribe, por ejemplo, 2,5 litros o 2.5 litros. Si bien ambas formas se consideran correctas, es más habitual emplear la coma, con la excepción de algunos países americanos en los que predomina el punto, opción común en los de habla inglesa. Es habitual traducir estas expresiones numéricas en la forma ‘dos litros y medio’, pero en algunos países (el Perú entre ellos) es igualmente natural decir ‘dos y medio litros’. No se excluye tampoco la lectura literal de esas cifras: ‘dos coma cinco litros’, ‘tres punto cinco metros’, etc.

21.6r La variación es mayor cuando la fracción no es 1/2. Se escribe El niño tenía 38,3 (también 38,3° o 38,3 de fiebre). La coma se suele sustituir en la pronunciación por la preposición con si la fracción se expresa con un numeral cardinal, como en estos casos: El niño tenía treinta y ocho con tres, y también El niño tenía treinta y ocho con tres de fiebre o … treinta y ocho grados con tres décimas (décimos en función de la diferencia que se mencionó en el § 21.6i). En general, cuando se construyen expresiones que describen cifras con decimales, es frecuente no expresar estos en la sintaxis antes de mencionar la unidad de medida (litros, grados, metros, etc.) con la que se establece el cómputo. Los complementos … y tantos e … y pico de los que se habló en el § 21.2k se diferencian marcadamente en este sentido, ya que el segundo puede preceder o seguir al sustantivo, como en cincuenta años y pico ~ cincuenta y pico años (o de años), mientras que el primero ha de precederlo, como en cincuenta y tantos años ~ *cincuenta años y tantos.

21.6s Los sustantivos fraccionarios han dado lugar a un gran número de expresiones lexicalizadas o semilexicalizadas cuya vinculación con su sentido fraccionario original es transparente en unos casos y relativamente opaca en otros. En el § 21.6g, se mencionó el sustantivo diezmo, que todavía se usa como numeral fraccionario, aunque predomina su empleo como simple nombre común. El sustantivo tres cuartos designa cierto tipo de abrigo, de sacón o de media en varios países. Aparece además en la locución tres cuartos de lo mismo. El sustantivo décimo se refiere, como se ha explicado, a un billete de lotería, sobre todo en España y en los países del Río de la Plata: Era de las que rompen los puentes con solo cruzarlos, o se acuerdan llorando a gritos de haber visto en una vitrina el décimo de lotería que acaba de ganar cinco millones (Cortázar, Rayuela). En México, Chile, El Salvador, Honduras y Nicaragua, entre otros países, es más usual un vigésimo de lotería, mientras que en Colombia se emplea un quinto de lotería. En el § 21.5p se observó que los ordinales se utilizan para designar cadenas o canales de televisión, grados escolares, avenidas y otras nociones.

21.6t Existen, junto a estos, un gran número de usos particulares. El sustantivo décima designa un tipo de estrofa, una moneda antigua, además de un numeral fraccionario, como se ha explicado. El sustantivo novena hace referencia a cierta práctica religiosa, además de a un equipo de béisbol; octava alude a una combinación métrica, a una serie musical diatónica, entre otros significados (por ejemplo, en Guatemala designa un octavo de litro de licor); séptima indica un intervalo musical (al igual que sexta, cuarta, quinta, tercera, etc.); sexta es también una de las horas menores del rezo eclesiástico (junto a prima, tercia y nona). Los demás sustantivos fraccionarios tienen otros usos similares, mucho más numerosos en el caso de medio y media, como explica el DRAE. Ha de tenerse en cuenta, además, que estos usos circunstanciales aparecen y desaparecen con relativa frecuencia, ya que pueden adoptarse en función de la necesidad de establecer cómputos para muy diversas actividades. Así, el sustantivo octavos, usado solo en plural, designa hoy en día, junto a cuartos y dieciseisavos, una de las fases de los torneos deportivos por reducción de cuartos, octavos o dieciseisavos de final, como en El Mundial fue asqueroso. A Chile la eliminaron en octavos, pero no ganamos ni un solo partido (Bolaño, Putas). Existen otros muchos casos similares.

 

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