Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.4 Construcciones perifrásticas, semiperifrásticas y no perifrásticas (II). Otros verbos semiauxiliares. Procesos de gramaticalización incompletos

28.4a Aun cuando el verbo querer no se integra plenamente en el paradigma de los verbos auxiliares, la construcción «querer + infinitivo» posee una serie de propiedades en común con las perífrasis verbales. En el español medieval se usaba como perífrasis temporal de sentido inminencial (como hoy «ir a + infinitivo»). No obstante, cuando la construcción se empleaba con sujetos que designaban personas o animales, se admitían también paráfrasis con «disponerse a + infinitivo», de naturaleza intencional:

La oración fecha, la missa acabada la an, / salieron de la eglesia, ya quieren cavalgar (Cid); Media noche era por filo / los gallos quieren cantar / quando el infante Gayferos / salio de captiuidad (Silva romances).

Este uso se extiende a la lengua clásica: Mas, esto que ahora quiero decirte hasme de jurar que lo tendrás secreto hasta después de mi muerte (Cervantes, Quijote I), y pervive en la actual, con pujanza algo mayor en el español americano que en el europeo. Aun así, son naturales en ambos secuencias como Quiero decirte una cosa con el sentido de ‘Voy a decirte una cosa’, no tanto con el de ‘Albergo el deseo de decirte una cosa’. A este mismo uso corresponde el texto siguiente, en el que se anticipa lo que se va a hacer de modo inmediato: A Dios me quiero quexar / de vos y de mi ventura (Encina, Cancionero).

28.4b El uso inminencial de querer al que se hace referencia presenta hoy notable pujanza en el español americano, aunque con diferentes grados de gramaticalización según los países. En el español de Bolivia y en otras partes del área andina se emplea «querer + infinitivo» para expresar un riesgo o un peligro inminente, es decir, con el sentido con el que se usaría «ir a + infinitivo» en otras áreas: Me quiero resfriar (‘Me voy a resfriar’); Te quieres enfermar (‘Te vas a enfermar’). Véase también el § 23.14. Se percibe en todas las áreas lingüísticas una marcada tendencia a emplear querer en un gran número de usos personificados, como en Este clavo no quiere entrar; Parece que este diente se quiere caer. No se percibe en igual medida esta intención personificadora en los usos medievales de «querer + infinitivo» con sujeto no personal. Así, Se quieren caer admite la paráfrasis ‘Se van a caer’ en el siguiente fragmento de las Partidas: De las labores nueuas como se pueden enbargar que non se fagan & de las vieias que se quieren caer como se deuen reparar o deribar (Partidas). Las formas que expresan futuro en algunas lenguas germánicas o románicas se han derivado históricamente de verbos de voluntad mediante procesos de gramaticalización mucho más avanzados que los que muestran en estos casos las lenguas románicas restantes.

28.4c La construcción «querer + infinitivo» se diferencia de poder o deber en que no admite pasivas con grupos nominales que designen cosas: soluciones que no {pudieron ~ *quisieron} ser adoptadas, pero tiende a aceptar las pasivas reflejas tanto en la lengua clásica como en la actual:

[…] dos sábanas hechas de cuero de adarga, y una frazada cuyos hilos, si se quisieran contar, no se perdiera uno solo de la cuenta (Cervantes, Quijote I); Se han querido hallar en sus obras, sobre todo en el Amphytrion, alusiones contra el Santo Oficio (Menéndez Pelayo, Heterodoxos); Cesen los chismes ridículos, las hablillas malévolas con que se han querido manchar reputaciones como la mía (Galdós, Episodios); —Hay recuerdos molestos. —Sí. ¿Quién lo duda? Lo son, sobre todo, cuando se quisieran olvidar y no se puede (Torrente Ballester, Gozos); Se trataba de un pacto entre un mandatario y una mayoría de electores para llevar a cabo un programa específico de gobierno, algo indispensable si se querían hacer reformas profundas en una democracia (Vargas Llosa, Pez).

28.4d La construcción analizada cumple otros requisitos de las perífrasis: acepta la elipsis de grupo verbal de la que se habló en el § 28.1t, como en Él insistía en ir al cine, pero ella no quería Ø, en marcado contraste —como ya se vio— con el verbo pleno desear: *Ella deseaba ir al cine, pero él no deseaba. Por otra parte, el infinitivo de la pauta «querer + infinitivo» no puede ser sustituido por un pronombre átono, a diferencia de lo que se esperaría de un verbo transitivo: Él quería salir, pero ella no {quería ~ *lo quería ~ quería hacerlo}. Asimismo, el grupo verbal querer decir se ha lexicalizado con el sentido de ‘significar’, por lo que no está restringido a los sujetos de persona: ¿Eso quiere decir que están seguros? (Corrieri, Así). «Querer + infinitivo» se desgaja en las fórmulas de relieve (§ 40.10-12) con más facilidad que las perífrasis que admiten esta construcción: Lo que queremos es hablar con usted; Lo que no podemos es abandonar ahora.

28.4e Se usa querer con verbos impersonales relativos a fenómenos atmosféricos, como en Quiere llover, Parece que quiere nevar o en Quiere hacer frío: […] cuando quiere llover, cuando quiere hacer frío, se vienen esos remolinos de aire (López/Alanís, Creencias). No resulta, en cambio, igualmente natural con otros impersonales léxicos (hacer muchos años, haber vino, etc.). Debe resaltarse, en cualquier caso, que, aunque llover y otros impersonales similares no tienen sujeto, admiten predicados que se caracterizan por la expresión figurada de intenciones o capacidades, aun cuando estas actitudes no puedan atribuirse a ningún individuo en particular: Amenaza con hacer más calor; Está amagando con nevar; Tiene ganas de llover; A ver si le da por tronar; Necesita llover más; Se puso a relampaguear; etc. Estos usos no se extienden a los impersonales léxicos de otros grupos. Tampoco se extienden a ellos las oraciones de infinitivo como A veces llueve después de nevar (cf. *después de hacer tres años desde que no te veo). Algunos gramáticos entienden que todos estos indicios y otros similares permiten suponer que las oraciones formadas por verbos impersonales atmosféricos están más próximas a las que presentan sujetos personales que otras oraciones construidas con otros verbos sin sujeto.

28.4f En sentido estricto, el hecho de que querer se use como verbo transitivo con complemento directo nominal (Quiero pan) u oracional (Quiero que vengas) no impide que se emplee también como auxiliar de perífrasis seguido de infinitivo, de manera similar a como parecer no forma perífrasis en Parece que llueve, pero sí en Parece llover. No obstante, la integración de «querer + infinitivo» entre las perífrasis es parcial, ya que el infinitivo se puede coordinar con una oración subordinada de verbo en forma personal, como en Quiero ir a su casa y que ustedes vengan a la mía, o con un grupo nominal, como en Quiere trabajar en el hospital y la licencia necesaria para hacerlo.

28.4g También la construcción «saber + infinitivo» posee algunas propiedades en común con las perífrasis verbales. El verbo saber acepta la elipsis de grupo verbal en este esquema (Ella sabía hablar alemán, pero él no sabía) y rechaza los pronombres de acusativo (*… pero él no lo sabía), lo que muestra que el infinitivo no se asimila a las oraciones subordinadas sustantivas de verbo en forma personal ni en su forma ni en su significación (Sabe que tiene razón > Lo sabe). De hecho, el verbo saber que se usa con infinitivo (saber cantar), cuyo significado es ‘poseer capacidad o habilidad’, es distinto en un gran número de lenguas del verbo que acepta subordinadas sustantivas (saber que alguien canta), cuyo significado es aproximadamente ‘tener certeza de algo’. El primer uso de saber admite, sin embargo, sustantivos que designan materias de conocimiento: saber {inglés ~ matemáticas ~ informática}, que se coordinan sin dificultad con el infinitivo (Sabía música, informática y traducir ruso). Este sentido del verbo saber acepta también la anteposición de pronombres átonos (No lo supo interpretar).

28.4h En el español popular del Río de la Plata, gran parte de la zona andina y el sur de Colombia, entre otras áreas, se utiliza saber como modal cercano a soler, como en Sabe llover mucho ciertas semanas del año, es decir, ‘Suele llover…’. Se diferencia de soler en que admite el pretérito perfecto simple en estos usos. Se ejemplifican a continuación con varios tiempos verbales.

Ella supo venir a casa, de visita, una o dos veces por mes, en general los domingos o los jueves, hasta que se murió (Piglia, Respiración); Ya de vuelta de esas tierras cuando me encontraba en la proximidad de los puertos, me sabía venir la tentación de interrogar a los marinos que volvían de viaje (Saer, Entenado); […] hombre que supo tener problemas con el rancho (Juceca, Verídico); Volvimos a ver caer agua del cielo, ya se me había olvidado cómo sabía llover (Panorama 3/10/2008).

En el español de otras áreas (además de estas mismas) se acercan sabe y suele en secuencias como Este sensacional jugador sabe crecerse en torneos de esta importancia (Tiempo [Col.] 17/7/1997). Sobre la irregularidad de la forma *solió véase el § 4.14c. En cuanto modal radical (§ 28.6a y ss.), es esperable que saber pueda subordinarse a uno epistémico (Parecía saber nadar), pero no a la inversa (*Sabía parecer nadar).

28.4i Se percibe en la lengua actual una tendencia en auge a construir saber con infinitivos pasivos y sujetos pacientes de cosa, propiedad que —como se ha visto— caracteriza a las perífrasis modales. Se trata de construcciones como una oportunidad que no ha sabido ser aprovechada; fondos de inversión que no han sabido ser manejados eficazmente. Esta pauta se documenta a menudo en los textos periodísticos:

Miguel Ángel Gil explicó que dichos documentos no han sabido ser interpretados por Rubí (País [Esp.] 14/1/2000); […] contradicción que todavía no ha sabido ser bien explotada por los defensores del statu quo político (País [Esp.] 8/2/2000); Y lo hará a pesar de los beneficios que ha traído en muchos aspectos, pero que tampoco han sabido ser expresados por los gobiernos de cada país (Vanguardia [Esp.] 9/6/1995),

pero también se encuentra ocasionalmente en la prosa científica: […] una lección que, sin embargo, no supo ser asimilada por los sucesores del general (Tusell, Historia).

28.4j Las pasivas reflejas correspondientes a los usos que se acaban de describir se documentan sobre todo en el lenguaje periodístico:

Vamos, las cosas se han sabido hacer para que la monarquía absoluta no pierda, en este país tan oficialmente antiimperialista y antinobiliario, su peculiaridad autóctona (Proceso [Méx.] 22/9/1996); Solo como ataque personal se supieron entender las discrepancias (Vanguardia [Esp.] 27/3/1994); Eso sirvió para echar las bases de un parque industrial cuyos recursos no se supieron capitalizar (Nacional 19/5/1997).

Como en los casos descritos en las páginas precedentes, se prefiere la concordancia en singular (los problemas que no se ha sabido solucionar) a la variante en plural (los problemas que no se han sabido solucionar). Conviene resaltar que la interpretación de estas oraciones concordadas es similar a la de las descritas en las páginas anteriores. Así pues, en el ejemplo de Tusell citado en el § 28.4i (una lección que no supo ser asimilada) no se predica sabiduría alguna de una lección, sino que —como sucede en las perífrasis modales— se obtiene la lectura de sentido proposicional que se analizará más adelante (§ 28.6). Una paráfrasis adecuada de esta oración podría ser, en efecto, No se supo asimilar la lección.

28.4k El verbo prometer admite usos, ya presentes en la lengua clásica, que lo acercan a los auxiliares de las perífrasis verbales cuando su sujeto no es agentivo. Se expresa en estos casos que existen razones para esperar que se dé un determinado estado de cosas, como en estos ejemplos:

[…] dejando a entrambas partes, diestra y siniestra, islas pequeñas que no prometían estar pobladas de gente (Cervantes, Persiles); Las fotos prometían ser provocativas pero estaban desvirtuadas por el candor de la modelo (Martínez, Evita); Y el encuentro, que prometía ser una endiablada ecuación de pistolas mordidas, quedó convertido en un vulgar compromiso de armas entre dos nobles (García Márquez, Obra periodística); El día promete ser caluroso. ¿Sigues pensando en el puertito? (Sampedro, Sirena); Subiremos los impuestos a la producción y exportación de petróleo y daremos como garantía a los banqueros toda esa recaudación que promete ser jugosa (Martín Moreno, Negro); Hay dos chicos que prometen ser grandes concertistas (Sábato, Fin).

28.4l En esta interpretación de prometer se admiten ocasionalmente los predicados impersonales que denotan fenómenos atmosféricos: Promete hacer un tiempo espléndido. La perífrasis «prometer + infinitivo» se acerca, como otras descritas en los apartados precedentes, a las formadas con los verbos modales que se suelen llamar epistémicos (véase, más adelante, el § 28.6a). En los § 28.6d y ss. se explica que también el verbo parecer tiene ciertas características propias de los verbos modales. Desde este punto de vista, la diferencia fundamental entre La película parece ser interesante y La película promete ser interesante no está tanto en la estructura sintáctica de esas dos secuencias como en el hecho de que parecer expresa la verosimilitud de un estado de cosas, mientras que prometer denota la existencia de cierta expectativa favorable a que llegue a darse. Muestra, en cambio, una expectativa desfavorable la perífrasis «amenazar con + infinitivo», cuyo valor epistémico o impersonal se asimila al de «prometer + infinitivo» en casos como Como es costumbre en esta época del año, se ha nublado y amenaza con llover (Clarín 22/9/2007).

28.4m El verbo demostrar se acerca, construido con sujetos no agentivos, a la pauta sintáctica que se examinó en el apartado anterior, excepto en que no está restringido temporalmente:

Al parecer, solo cuando sus nombres se escriban con letras de sangre, los númenes demostrarán ser verdaderos (Sánchez Ferlosio, Homilía); […] unas fosas paralelepipédicas rectangulares de una profundidad aproximada de cuatro metros y de la anchura y largura que una larga experiencia ha demostrado ser la más conveniente (Martín-Santos, Tiempo).

Así, el último ejemplo contrasta con *Ha amenazado con llover (frente a Amenaza con llover); *Prometió hacer buen día, etc. También el verbo mostrar pertenece al mismo grupo en ejemplos como los siguientes:

La noción de cultura muestra ser un arma eficaz en la lucha que los antropólogos libran (Aguirre Beltrán, Antropología); La adecuación de la clasificación a la diversidad de lo viviente muestra ser una tarea difícil (Castro/Handel/Rivolta, Actualizaciones); Paraguay hizo la diferencia porque mantuvo un funcionamiento sobrio y parejo, equilibrado y además muestra ser un equipo interesante (Observador 9/4/1997); Nada, o casi nada, muestra ser diferente, en cuanto a nosotros respecta, de como se mostrara la víspera (ABC 4/10/1982); ¿Veis este volumen, que por lo ajado muestra haber sido tan manoseado y tan leído como los breviarios viejos en que rezan diariamente nuestros clérigos? (Fajardo, Epopeya); Por otro lado, componentes derivados de las cebollas han mostrado tener actividad antiasmática y antiinflamatoria (A tu salud 11/3/2004).

28.4n Conviene insistir en que la proximidad de los verbos prometer, demostrar y mostrar a la clase de los auxiliares modales tiene consecuencias para la estructura de las perífrasis verbales, pero también para el significado de las expresiones de las que forman parte. Como en el resto de las perífrasis modales de esta naturaleza, ni demostrar ni mostrar ni prometer expresan en esas oraciones propiedades que correspondan a sus sujetos. Al igual que en El día promete ser bueno no podría hablarse de cierta promesa hecha por un día, tampoco en Los resultados han demostrado ser excepcionales se habla de una demostración hecha por los resultados, sino que se expresa más bien el significado que corresponde a Se ha demostrado que los resultados son excepcionales. El interpretar esta acepción de demostrar como verbo modal permite entender que su sintaxis está relativamente próxima a la de predicados modales como el inglés be likely (John is likely to call, literalmente ‘Juan es probable llamar’), que siempre se han considerado muy infrecuentes en español. Sobre el uso del adjetivo susceptible en secuencias similares a esta, véanse los § 26.5k y ss.

28.4ñ El verbo auxiliar de las perífrasis verbales muestra los rasgos de número y persona del sujeto, pero este está seleccionado (o restringido semánticamente) por el verbo auxiliado, tal como se ha comprobado en las páginas precedentes. Así pues, el predicado complejo que forman auxiliar y auxiliado se caracteriza por compartir un mismo sujeto. Esta propiedad de las perífrasis excluye de ellas las construcciones causativas como El profesor les hacía recitar poemas, en las que el sujeto de hacer y el sujeto tácito de recitar no tienen el mismo referente. No obstante, el criterio descrito presenta problemas porque deja fuera de las perífrasis verbales construcciones impersonales como «dar (a alguien) por + infinitivo» (Le daba por cantar: § 28.10x, y) «haber que + infinitivo» (Hay que darse prisa: § 28.6s y ss.), lo que no todos los gramáticos admiten en igual medida. En efecto, el verbo dar es siempre terciopersonal en estas secuencias: Le {da ~ *das} por hablar. En cambio, el verbo hablar posee un sujeto tácito cuyo antecedente es el pronombre dativo: Si te da por hablar de {ti ~ *mí} mismo. Nótese que la presencia de mismo garantiza la reflexividad de ti16.4).

28.4o Los dos verbos que las perífrasis verbales asocian (auxiliar y auxiliado) no aparecen coordinados en ellas. Se excluyen, por tanto, de las perífrasis las construcciones semilexicalizadas del tipo de Entonces fueron y dijeron que… (también cogieron, agarraron, etc.). Como se ha explicado, el verbo auxiliar de una perífrasis verbal ha de poder conjugarse, lo que descarta de estas construcciones los grupos sintácticos que se forman con los verbos lexicalizados venga o dale, sea con preposición o sin ella: Y ella venga reprocharme que…; Y Verónica, dale golpear (también meta, en algunos países, como se expone en el § 32.5j); Y dale con decirme que me equivoqué. A esta pauta pertenecen también los textos siguientes. Las expresiones subrayadas se asimilan a los grupos interjectivos:

Los porteños, loquísimos como los japoneses, dale aplaudir y aplaudir sin moverse de la sala ya encendida y ellos emperrados en Ravel, en Bach, en Vivaldi (Lynch, Dedos); Yo dale con servir leche y dale con temblar llenecito de preguntas porque realmente tanta leche gratis en un restaurant universitario no podía ser verdad (Bryce Echenique, Martín Romaña); Sin embargo, a media mañana, ya estaba con la vecina en el taller, venga hablar y reírse con José y con tu tío (Chirbes, Letra).

28.4p Los comportamientos gramaticales que se describen en esta sección y en la anterior ponen de manifiesto que las propiedades sintácticas de las perífrasis verbales no dan lugar a un conjunto único de estructuras que acepten por igual todos los auxiliares. Por el contrario, la medida en que estos las satisfacen suele estar sujeta a grados y está relacionada con la forma variable en la que su significado particular se adapta (con mayor o menor naturalidad) a las condiciones impuestas por la sintaxis de las perífrasis. Esta adaptación parcial, resultado natural de que los procesos de gramaticalización sean graduales, ha llevado a pensar a algunos gramáticos que el concepto de ‘perífrasis verbal’ es en sí mismo una noción gradual. Otros entienden que, si se descompone esta noción en función de las propiedades sintácticas de los auxiliares, podría reinterpretarse como el conjunto prototípico de una serie de ellas, lo que es compatible con el hecho de que no todas se hayan de satisfacer en todos los casos.

28.4q A partir de estos hechos caben diversas opciones terminológicas. Los esquemas fraseológicos semiproductivosromper a + infinitivo», «liarse a + infinitivo», «hincharse a + infinitivo», etc.) pertenecen, como indica su nombre, al dominio de la fraseología, pero de igual manera podrían asimilarse al estudio de las llamadas colocaciones13.2f). Las locuciones verbales se distinguen de ellas en que forman parte del léxico como fórmulas fijas: querer decir (‘significar’); hacer saber (‘comunicar’); echar(se) a perder (‘malograr(se)’); mandarse mudar (también mandarse a cambiar en algunos países: ‘irse’; véase el § 26.10p).

28.4r Plantean mayores dificultades las llamadas semiperífrasis, formadas con conseguir, lograr, prometer, querer, saber y otros verbos, ya que —como se ha explicado— cada una de estas construcciones acepta una o varias estructuras propias de las perífrasis, pero rechaza en cambio otras. Se ha comprobado asimismo que existe una marcada tendencia a aumentar el número de auxiliares con los que se pueden construir las perífrasis modales. Algunas de estas extensiones proceden del español clásico; otras son actuales y se perciben sobre todo en la lengua periodística (sin distinción de países o continentes); otras —finalmente—han pasado ya, o están pasando en la actualidad, a los registros de la lengua culta.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
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