Morfología

7.La derivación adjetival y adverbial

7.10 Sufijos de sentido activo o pasivo (II). El sufijo -ble

7.10a El sufijo -ble procede del latino -bĭlis, que casi siempre formaba adjetivos a partir de verbos. Aunque admite otros usos, que se explicarán en los apartados siguientes, -ble tiene sentido pasivo y modal en su interpretación más productiva: traducible ‘que puede ser traducido’. Los adjetivos en -ble se construyen generalmente en español sobre temas de participio. Precede, por tanto, al sufijo la vocal -a- en los derivados de verbos de la primera conjugación (transport-a-ble), y la vocal -i- en los de la segunda (tem-i-ble) y en los de la tercera (reduc-i-ble). Ello no impide que algunos verbos con participios irregulares (romper > roto) posean derivados regulares en -ble (rompible). Aunque en algunos análisis morfológicos se presenta este sufijo desdoblado en dos (-able e -ible), se analiza en esta obra como un solo sufijo.

7.10b En el § 7.4h se describieron los principales procesos morfofonológicos a los que están sujetos los derivados en -ble. Se observan otras alternancias de la base léxica en factible (no *hacible) y visible (no *veíble), pero alternan soluble y solucionable, leíble y legible. El adjetivo legible (lat. legibĭlis) y su antónimo ilegible suelen aludir a la condición material que permite a algo ser o no leído (una letra diminuta, casi ilegible), mientras que leíble, que carece de antónimo (*ileíble), admite otras interpretaciones más amplias de la posibilidad que se expresa (condescendencia del lector, calidad del texto, conveniencia de la acción, etc.). El adjetivo soluble se usa con los sentidos ‘que se puede resolver’ y ‘que se puede disolver’. En el primero de ellos, soluble equivale a solucionable. Otros pares en los que se advierten diferencias similares son comible (entre otros sentidos, ‘que se come con placer’, ‘que se deja comer’) y comestible (‘que puede comerse’); bebible (‘que se deja beber’, ‘que se bebe sin desagrado’) y potable (‘que puede beberse’, con base supletiva). Se registra también bebestible en algunas variantes de la lengua conversacional, formado por analogía con comestible.

7.10c Cabe establecer dos grupos morfológicos de adjetivos derivados en -ble: los que pueden considerarse formas derivadas desde el punto de vista de la morfología sincrónica (transportable) y los que, desde este mismo punto de vista, no pueden ser considerados palabras derivadas en español, si bien sus étimos lo eran en latín (amable, lat. amabĭlis). Pertenecen al primer grupo, entre otros muchos, los adjetivos siguientes:

abarcable, atacable, atribuible, canjeable, comprensible, exigible, lavable, masticable, obtenible, recuperable, reducible, sobornable, transportable, vendible, verificable.

Corresponden, en cambio, al segundo estos otros:

afable, amable, amigable, considerable, entrañable, estable, flexible, formidable, impecable, implacable, miserable, probable, sensible, susceptible.

7.10d Los adjetivos del segundo grupo no se consideran derivados en el español actual, aun cuando el verbo al que corresponde su base léxica pueda ser palabra española (amar, entrañar, probar, etc.). Estos adjetivos no admiten paráfrasis pasivas del tipo ‘que puede ser + participio’, y, cuando las aceptan, como en considerable, lo hacen con un sentido distinto, como se explicará en el apartado siguiente. El adjetivo amable no pertenece al grupo primero en la lengua actual, pero sí se admitía esa interpretación, es decir, ‘digno de ser amado’, en la lengua antigua:

Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama (Cervantes, Quijote I); Fueron con los parientes recibidos don Luis y su mujer y, sobre todo, la hermosa doña Leonor, porque su belleza y cordura no solo causaba admiración, mas se hacía amable (Céspedes, Historias); Duró más de una hora el coloquio, en cuyo espacio descubrí ser lo menos amable en ella la corporal perfetísima hermosura, comparada con la superior de lo íntimo: tal era la agudeza de su discurso (Suárez Figueroa, Pasajero).

En otros adjetivos del grupo segundo, solo es posible reconocer en la base un verbo latino: sobre formidāre (‘temer’) se construyó formidabĭlis (‘temible’). El adjetivo formidable significó ‘temible’ en el español medieval y en el clásico: Serán mas invinzibles, i mas formidables á los enemigos (Valdés, J., Comentario). Impecable significó ‘incapaz de pecar’. En el español actual no se reconoce ninguna base verbal en el uso más común de los adjetivos formidable e impecable.

7.10e Algunos adjetivos del segundo grupo pasan ocasionalmente al primero, en tanto que los verbos que corresponden a sus bases existen en el español actual, como se ha ilustrado con el adjetivo amable. Estos usos son esporádicos en la lengua actual, aunque no imposibles: junto a un viaje improbable (‘que seguramente no tendrá lugar’, grupo segundo), cabe hablar de una afirmación absolutamente improbable (‘imposible de probar’, grupo primero). Junto a grupos nominales como una altura considerable (‘significativa, de cierta importancia’, grupo segundo), puede hablarse de una oferta solo considerable en determinadas circunstancias (es decir, ‘sujeta a consideración’, grupo primero). El adjetivo flexible pertenece al segundo grupo, pero doblable, con el que se relaciona semánticamente, corresponde al primero. Existen otras alternancias análogas entre adjetivos en -ble del primer grupo y del segundo.

7.10f Son varias las diferencias gramaticales que se reconocen entre los miembros de estos dos grupos, aunque a veces están sujetas a gradación. Es posible establecer, en primer lugar, una paráfrasis que contenga el verbo correspondiente a la base léxica con los adjetivos del primer grupo (transportable ‘que puede ser transportado’), con las escasas excepciones a las que se alude en los § 7.10d, e. No es posible, en cambio, obtener esta paráfrasis en los del segundo, como se ha visto, ya que no se interpretan como adjetivos derivados en el español actual. La presencia de un verbo transitivo en la base léxica de muchos adjetivos del primer grupo tiene otras consecuencias gramaticales, entre ellas el hecho de que el adjetivo pueda ser modificado por adverbios en -mente que especifican la manera en que se lleva a cabo la acción de la que se habla. Contrastan, pues, fácilmente transportable o difícilmente evitable con *fácilmente sensible (grupo segundo). Cabe formar, de manera análoga, difícilmente doblable (grupo primero), pero tiende a rechazarse difícilmente flexible (grupo segundo), en la medida en que no se reconoce un verbo transitivo en la base de este adjetivo, aun cuando estuviera presente en la de su antecedente latino (flexus, participio de flectĕre).

7.10g Los adjetivos del primer grupo admiten complementos agentivos encabezados por la preposición por, especialmente si son genéricos, como en políticos corruptos sobornables por cualquiera que tenga algo sustancioso que ofrecer, un jeroglífico descifrable solo por expertos muy cualificados, o en los textos siguientes:

Martí no era, como Heredia, Saco o Varona, o incluso la totalidad del proceso intelectual cubano, abarcable por un solo investigador (Vitier, Sol); El momento en que la voluntad se afirma no es atacable por la muerte (Savater, Invitación); El ecografista deberá emplear un método analítico preciso, reproducible por él mismo (Medicina General 2/2000); ¿Podemos nombrar algo si ese algo no tiene una existencia objetiva y verificable por todos? (Durán, Revolución); Si al hierro le mezclamos carbono en ciertas proporciones, obtendremos el acero incorruptible por la corrosión (Nacional 12/12/1996).

También admiten otros complementos circunstanciales, especialmente los de lugar (transportable en un vehículo adecuado) y los de instrumento o materia (lavable con un buen detergente).

7.10h Los adjetivos del primer grupo no suelen permitir la derivación de adverbios en -mente (*transportablemente), frente a los del segundo (amablemente). Los del primer grupo suelen rechazar asimismo el sufijo -ísimo/-ísima (*traducibilísimo, *transportabilísimo), mientras que los del segundo grupo tienden a aceptarlo (amabilísimo, notabilísimo: § 7.4j).

7.10i Solo los adjetivos del primer grupo heredan1.8i y ss.) ciertos complementos del verbo correspondiente a su base. Se obtienen así grupos adjetivales como atribuible a las prisas, canjeable por bonos, comparable a los demás, extraíble del subsuelo, preferible a cualquier otro, reproducible en otro formato o visible desde la colina. Esta propiedad no se aplica a los adjetivos del segundo grupo, ya que —como se ha explicado— no se consideran formas derivadas. Por el contrario, son los adjetivos del segundo grupo los que suelen admitir la derivación de sustantivos de manera característica, aun cuando no todos lo hacen: afabilidad, amabilidad, flexibilidad, probabilidad, sensibilidad. No obstante, algunos adjetivos del primer grupo admiten también este proceso, como en la indestructibilidad de un material, la recuperabilidad de las pérdidas, o en Había hecho una presentación judicial (acción declarativa) para obtener un pronunciamiento contrario a la exigibilidad del pago (Nueva Provincia 29/4/1997). En sentido estricto, esta propiedad no diferencia de forma tan clara los dos grupos como las anteriores, ya que permite dar nombre a cierta cualidad, con independencia de cómo se obtenga morfológicamente. Véase, sobre esta misma cuestión, el § 6.1g.

7.10j Como se ha explicado, la mayor parte de los adjetivos en -ble del primer grupo se derivan de verbos transitivos. La paráfrasis que se obtiene en muchos de estos casos es ‘que puede ser V-do’ o ‘que puede V-rse’, con las adaptaciones necesarias a los adjetivos que tienen prefijos negativos: gastos deducibles, ‘que pueden ser deducidos’; poemas intraducibles, ‘que no pueden traducirse’. Como el sufijo -ble posee significación pasiva y modal, los adjetivos a los que da lugar se predican de los sustantivos que se interpretan como sujetos pacientes en esas combinaciones, o como complementos directos de las oraciones activas que tales paráfrasis contienen. Así pues, es posible formar la expresión un bono canjeable porque también se admite la construcción canjear un bono.

7.10k En algunos casos se ajusta mejor al significado del adjetivo la paráfrasis ‘(que es) de V’, como en un hecho lamentable (‘que es de lamentar’, en lugar de ‘que puede ser lamentado’), en consecuencias esperables (‘que son de esperar’) o en un cambio deseable (‘que es de desear’). La paráfrasis más adecuada otras veces parece ser ‘digno de V-rse’, como en censurable, destacable, recomendable, reprobable (véanse los § 26.5h, i en relación con las propiedades gramaticales del adjetivo digno), e incluso ‘que debe ser + participio’, como en censurable (‘que puede o debe ser censurado’).

7.10l Las formas con prefijo negativo correspondientes a algunos de los adjetivos del primer grupo añaden un valor ponderativo. Así, mientras que pagable se predica de sustantivos como deuda, factura y otros relativos a ciertos compromisos económicos, impagable no solo admite este valor (deuda impagable), sino que adquiere también un significado ponderativo o elativo cercano a ‘sumamente valioso’, como en una actuación impagable, su impagable sentido del humor, una impagable contribución al conocimiento de la música popular. En estos casos, se pierde parcialmente la relación del adjetivo derivado con el paciente del verbo del que se deriva. Se aplican razonamientos similares a grupos nominales como expresiones inaceptables, una cuestión implanteable, un salto increíble, un comportamiento incalificable, etc. Repárese en que la expresión comportamiento incalificable no designa exactamente el ‘que no puede o no debe ser calificado’, sino más bien el ‘que destaca por ser rudo, grosero o merecedor de repulsa’.

7.10m Un grupo pequeño de derivados en -ble se caracteriza por que la base verbal que se reconoce en ellos corresponde a un verbo intransitivo o usado como intransitivo:

agradable (‘que agrada’), durable (menos usado que duradero), flotable (‘capaz de flotar’), gustable (‘sabroso, gustoso’, en el área chilena y en la caribeña, entre otras), inservible (‘que no sirve’), perdurable (‘que perdura’), rugible (‘que ruge o imita el rugido’), transpirable (‘que transpira’), variable (‘que varía’).

Pertenece asimismo a este grupo el adjetivo indesmayable ‘que no desmaya’, como en Me transmitió la seriedad y la seguridad de un luchador histórico, de un luchador indesmayable, titánico, colosal (Vázquez Montalbán, Galíndez).

7.10n Los adjetivos mencionados en el apartado precedente no admiten paráfrasis con formas pasivas, frente a los del grupo primero, pero sí se relacionan semánticamente con los verbos de su base en la morfología sincrónica, frente a los del grupo segundo. Como se ve, no es preciso acudir a los verbos deber y poder, o a otras formas modales sustitutivas, para obtener la paráfrasis que corresponde a estos adjetivos, con algunas excepciones como flotable (‘capaz de flotar’). Se forman unos pocos adjetivos derivados en -ble a partir de algunos verbos pronominales (§ 41.13), como impresionable (‘que se impresiona fácilmente’), incansable (‘que no se cansa’), inoxidable (‘que no se oxida’), irritable (‘que se irrita’), soluble (‘que se disuelve’). Las interpretaciones pasivas de estos adjetivos con verbos modales (es decir, las que corresponden al grupo primero) resultan poco naturales, aunque no sean contrarias a la gramática: inoxidable ‘que no puede ser oxidado’, irritable ‘que puede ser irritado’, etc. No obstante, como sucede en otros casos (§ 41.11e), esas interpretaciones alternan a veces con las pronominales de forma natural, como en incorregible (‘que no se corrige’ o ‘que no puede ser corregido’), pasable (‘que puede pasar o pasarse’), etc.

7.10ñ Son escasos los adjetivos en -ble que se asocian con verbos de régimen preposicional o que se construyen con complementos preposicionales. Las oraciones de relativo construidas con estos complementos ofrecen paráfrasis aproximadas de sus significados:

ciudades vivibles (‘en las que se puede vivir’), una persona fiable (‘de la que es posible fiarse’), un puesto prescindible (‘del que cabe prescindir’), cuestiones opinables (‘sobre las que puede opinarse’), un río navegable (‘en el que se puede navegar’), suelo edificable (‘sobre el que es posible edificar’).

7.10o Son muchos los adjetivos en -ble que contienen prefijos negativos (in-V-ble), a los que ya se aludió en el § 7.10l. Algunos de estos derivados se usan con mucha mayor frecuencia en la forma prefijada (indudable, inmutable, inolvidable, insondable, invencible) que en la no prefijada (dudable, mutable, olvidable, sondable, vencible), pero unas y otras están igualmente bien formadas desde el punto de vista morfológico. Del antiguo uso de mancar ‘faltar’ se deriva inmancable ‘que no puede faltar, que no falla’, utilizado en el área caribeña. En el español del Río de la Plata se emplea bancar en el sentido de ‘soportar’, y el adjetivo imbancable en el de ‘insoportable’. Se ilustran a continuación estos derivados:

Era un lector inmancable del blog (Tiempo [Col.] 1/9/2008); Dijo el tío Rolando que esta ciudad se está poniendo imbancable de tanta polución que tiene Uruguay (Benedetti, Primavera).

Sobre otros aspectos de la pauta in-V-ble, véanse los § 10.10j, k.

7.10p En la lengua actual se extienden los adjetivos derivados en -ble con bases sustantivas, especialmente con las que designan cargos, profesiones o dignidades: alcaldable, ministrable, papable, presidenciable, con el sentido aproximado de ‘candidato a N’, ‘que puede llegar a ser N’ o ‘posible N’. Como no existe vocal temática en estos casos, ya que su base no es verbal, parece más apropiado hablar en ellos del sufijo -able (y de la pauta N-able) que del sufijo -ble. Aumentan los derivados que corresponden a este grupo en el lenguaje de los medios de comunicación. He aquí algunas muestras:

En ambas funciones estuvo presente el presidente de Nuestro Tiempo, predeciblemente (el más presentable, el más presidenciable) Haroldo Gramadié, uno de los creadores de la sociedad (Cabrera Infante, Habana); Se habla también de algunos cardenales que fueron papables en los últimos cónclaves (País [Esp.] 10/3/1979); Le hablaba del marido: “Su nombre se baraja entre los ministrables…” (Salisachs, Gangrena); A este grupo de rectorables se suman otros universitarios que han manifestado su interés por participar en el proceso de auscultación (Excélsior 1/11/1996).

7.10q Fuera del grupo mencionado, son escasos los adjetivos que se ajustan a la pauta N-able (confortable, favorable, saludable) en el español general. Se usa en el español popular andino y en el chileno el adjetivo impajaritable, con el significado ‘forzoso, inevitable’, como en Lo que es “impajaritable” es la avalancha de extranjeros que día a día llegan y llegan al país buscando algo mejor (Cuarta 17/5/2002), así como su variante imparajitable. Se emplea asimismo en el español del área andina carrozable, como en un camino carrozable (‘adaptable al tránsito de vehículos’) o en Se destaca en su gobierno la construcción febril de obras públicas: edificios administrativos y asistenciales; trabajos portuarios […]; las primeras vías carrozables (Salvador Lara, Historia). Cabe agregar a este grupo el adjetivo impepinable (‘inevitable, cierto, seguro’), propio de la lengua conversacional del español europeo, pero también registrado en Centroamérica y el Caribe continental, aunque no es posible darle una paráfrasis en función de su estructura morfológica. El adjetivo bonancible acepta en ciertos casos paráfrasis como ‘de bonanza’ o ‘con bonanza’ (tiempo bonancible, mar bonancible), pero no tan claramente en otros, como en carácter bonancible o talante bonancible: El expolio agrió su talante bonancible (Longares, Romanticismo).

 

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