Morfología

6. La derivación nominal (II). Otros derivados

6.11 Nombres de persona, instrumento y lugar (VI). Otros derivados

6.11a Un gran número de participios se sustantivan en español para designar personas. Así, la expresión un empleado designa una persona empleada (es decir, ‘que ha sido empleada’), y una abonada se refiere a una mujer que se ha abonado a algún servicio. Los participios a los que se hace referencia pueden proceder de verbos intransitivos o transitivos. Corresponden a los primeros una fracasada, un enamorado, una emigrada, una licenciada en economía, un egresado, un resignado, una muerta y sus respectivas variantes de género. Corresponden a participios de verbos transitivos una empleada, un inculpado, un proscrito, una enviada especial, un contratado, también con sus variantes de género.

6.11b Algunos participios sustantivados se pueden asociar con verbos transitivos o intransitivos: exiliado ‘el que se exilia’ o ‘el que es exiliado’; encargado ‘el que se encarga de algo’ o ‘el que ha sido encargado de ello’. Del verbo intransitivo envenenarse (‘irritarse’) se deriva el sustantivo envenenado: Muchos dicen que es un envenenado, un resentido (Viñas, Lisandro), pero del transitivo envenenar procede también el sustantivo homónimo que designa la persona a la que se ha suministrado veneno. Existen otros muchos pares similares. Buena parte de los sustantivos mencionados se emplean también como adjetivos (persona envenenada ‘malintencionada, hiriente’). De hecho, en algunos casos cabe pensar que el proceso derivativo consiste propiamente en la sustantivación del adjetivo. Existen, por ejemplo, los participios enviada y elegida, pero no los participios desconfiada y aficionada, sino sendos adjetivos homónimos, que pueden relacionarse con los verbos desconfiar y aficionarse. Véanse también sobre este punto los § 27.10 y 27.11.

6.11c Aunque los sustantivos participiales de persona derivados de verbos transitivos designan por lo general al paciente de alguna acción, pueden lexicalizar excepcionalmente el sujeto, como en un entendido (‘el que entiende’). La situación más común es que den nombre al paciente, es decir, que lexicalicen el complemento directo de un verbo transitivo, como en un mantenido (‘el que es mantenido’): La culpa era tuya: no te gustaba ser mi mantenido (Onetti, Viento). A este segundo grupo corresponden, entre otros muchos, los siguientes sustantivos:

acusado, amada, comisionado, condenado, contratada, delegado, desterrada, elegida, empleado, inculpada, invitada, penado, recomendado.

Varios sustantivos de este último grupo tienen correlatos en -dor/-dora que designan el agente: empleador ~ empleado; asegurador ~ asegurado; demandador ~ demandado; secuestrador ~ secuestrado; torturador ~ torturado, etc. En el análisis sincrónico se suele asignar base nominal a los sustantivos desmemoriado (‘el que no tiene memoria’, aun cuando se deriva de desmemoriarse); hacendado (‘el que tiene una hacienda’, derivado históricamente de hacendar); desempleado (‘el que está en el desempleo’); togado; prebendado (de prebenda), o barbado (de barba, pero procedente del ya poco usado barbar): No me vuelvas con chirigotas, que no están bien en un barbado (Palma, Tradiciones V).

6.11d La formación de nombres de persona a partir de participios es un proceso de gran productividad con los verbos transitivos, especialmente si se aceptan sustantivaciones ocasionales (la atropellada ‘la que ha sido atropellada’; el despedido ‘el que ha sido despedido’). También admiten este proceso muchos verbos pronominales, como en obstinarse > obstinado; ofuscarse > ofuscada; desprenderse > desprendido; entrometerse > entrometida: […] Sí, usted, que ha sido siempre una zalamera y una entrometida (Buero, Escalera). La formación de sustantivos con forma participial está, no obstante, sometida a fuertes restricciones, sobre todo con los verbos que no designan propiamente acciones. Se suelen usar como nombres de persona amado o querido (o sus correspondientes femeninos), pero no tanto odiado, admirada, estimado, etc. También están restringidos los derivados de los verbos intransitivos (algunos adjetivales, más que participiales): frente a los citados aficionado (de aficionarse) o licenciada (de licenciarse), no se integran en este grupo preocupada (de preocuparse) o alegrado (de alegrarse), ya que no se usan como sustantivos. Otras veces, los derivados están limitados geográficamente, como se explicará en el apartado siguiente.

6.11e De piantarse (‘desbarrar’, pero también ‘irse precipitadamente’) se deriva en el Río de la Plata piantado: Pero lo ves o no, le digo al piantado ese (Piglia, Respiración). La interpretación de ‘persona que desbarra’ se obtiene también en pirado (de pirarse, similar a piantarse), que se usa en México, España y el Río de la Plata, entre otras zonas, así como en grillado (de grillarse), común en España. Se emplea como sustantivo envarado (de envarar o envararse) en parte del área andina con el mismo significado que adquiere enchufado (de enchufar ‘dar un puesto por amistad o influencia a quien no acredita méritos para obtenerlo’) en otras muchas áreas. Está próximo semánticamente a ambos el sustantivo arrimado (de arrimarse ‘vivir en casa ajena’), que se utiliza en casi toda América: El joven Ascencio pasó la noche maldiciendo y se propuso todo antes que seguir de arrimado y en la miseria (Mastretta, Vida). En el español coloquial de diversas áreas (entre ellas la centroamericana, la andina y la caribeña), se registra el sustantivo pisado para dar nombre al que es dominado por su pareja: Qué vienes a gritar acá, oye, si en tu casa eres un pisado (Bayly, Días). De sindicar (‘acusar, imputar’) se deriva el sustantivo sindicado en los países andinos, en parte de Centroamérica y en algunos países caribeños: Son las personas que reciben al sindicado después de los famosos interrogatorios y que les hacen las diligencias preliminares (Alape, Paz). Abombado (de abombarse ‘aturdirse, enajenarse’) se emplea en Centroamérica, el Río de la Plata y el área andina con el significado de ‘tonto, bobo’. Un sentido similar tiene atembado (de atembarse) en Colombia. Existen otros muchos derivados similares.

6.11f El significado de la mayor parte de los sustantivos de persona mencionados en los apartados anteriores se obtiene directamente del verbo con el que se asocian. Son, en cambio, menos transparentes algunos otros nombres de persona formados sobre participios. Así, no se aplica el término conocido a todas las personas a las que uno conoce, sino solo a aquellas con las que se tiene trato ocasional, pero no amistad. El origen del sustantivo criado está en el participio del verbo criar, no así su significado actual. Es también indirecta la relación semántica que existe entre los sustantivos de persona agregado, querido, privado, primado o ilustrado y los verbos agregar, querer, privar, primar e ilustrar. Recuérdese el § 1.6e.

6.11g La terminación -ndo/-nda hereda el afijo -nd- con el que se formaban los gerundios y participios de futuro latinos, y —con muy escasas excepciones— es homónima de la que caracteriza a los gerundios del español. Con ella se crea un pequeño grupo de sustantivos de persona. Todos son cultismos, pero están asociados con bases verbales que mantienen el sentido modal de ‘obligación’ que caracterizaba los participios de futuro latinos. Así, examinando y su variante femenina (lat. examinandus) designan a la persona que se va a examinar; educando/educanda (lat. educandus), a quien está recibiendo educación. En algunas variedades del español de América (especialmente en el español chileno, rioplatense y andino, pero también en el de otras áreas) se usa alfabetizando para hacer referencia al que está en el proceso de alfabetización: La metodología para el abordaje de las actividades de alfabetización toma como punto de partida el reconocimiento y valoración de los saberes previos de los alfabetizandos (Iberoamericana de Educación 26/5/2003). Pertenecen a este mismo paradigma doctorando, graduando, laureando, ordenando y tutorando, así como sus variantes femeninas: […] para todos los eclesiásticos, sacerdotes y ordenandos que quisiesen asistir a ella (Lopetegui, Historia). Designan magnitudes numéricas sumando, radicando, dividendo (distinto del gerundio dividiendo) y sustraendo (distinto del gerundio sustrayendo). El sustantivo considerando designa el argumento que se toma en consideración para apoyar un dictamen jurídico.

6.11h Muchos adjetivos derivados de sustantivos o verbos se usan también como nombres de persona o de instrumento. De todos los procesos de sustantivación, el más productivo es el que tiene lugar a través del llamado un enfático del que se habla en el § 15.5. Se sustantivan de este modo para formar nombres de persona muchos adjetivos terminados en -ico/-ica (un fanático, una utópica, un teórico, una romántica, un rústico, una mística, un lunático, una escéptica, un ecléctico); en -oso/-osa (una envidiosa, un mafioso, una leprosa, un vicioso, una tramposa, un vanidoso, una sediciosa, un virtuoso del violín, un mentiroso, una menesterosa) o en otros sufijos. Solo unos pocos adjetivos acabados en -ivo/-iva se sustantivan como nombres de profesión (directivo, ejecutiva), frente al extenso grupo de adjetivos en -ico/-ica que lo hacen (un mecánico, un informático, un músico, una química, un físico, una matemática, un médico, una lógica, un técnico, una práctica de un puerto, un político, etc.). Se sustantivan varios adjetivos en -ivo/-iva en la lectura de instrumento o producto (revulsivo, rotativa, reactivo, preservativo, explosivo, abrasivo, etc.), y también algunos en -ico/-ica con interpretaciones similares (un neumático, un elástico, un trasatlántico, un teleférico). Se retoma esta cuestión en el § 13.7.

6.11i Se forma un nutrido grupo de sustantivos deverbales de persona con el sufijo -ón/-ona, todos de sentido peyorativo: adulón, chupón, criticón, faltona, fisgona, ligón, llorona, matón, meón, mirón, preguntona, respondón, sobón, soplón, tragona. De chancar (‘estudiar con ahínco’ en el Perú y otros países del área andina) se deriva chancón. Este mismo sentido presenta empollón (de empollar) en España. Tienen base nominal guasón (de guasa) o gorrón (de gorra). También en este grupo los nombres de instrumento forman paradigmas análogos a los de agente: punzón, fregona, etc.

6.11j El segmento -l- , del que se habló en el § 6.3k, caracteriza los derivados dormilón (no *dormón) y comilón. Se usa la variante comelón en México, Centroamérica y parte del área caribeña: Algún comelón había pedido como ocho veces chicharrón en salsa verde (Alatriste, Vivir). También aparece este segmento en mordelón, que en México y en algunos países centroamericanos designa a cierto policía que acepta mordidas: […] el cuico mordelón de la esquina (Fuentes, Compañía). Se usa enojón (de enojarse) en México, algunos países centroamericanos, Chile y parte del área andina. Conversón se registra en Centroamérica, así como en el Caribe continental y el área andina; en algunos países es también nombre de instrumento (por conversor). Se documenta quejón (de quejarse) en buena parte de América del Sur: Como yo soy una quejona… me lo tomo muy en serio (Clarín 2/5/2007), a veces en alternancia con quejumbrón. Se usa echón (de echárselas ‘presumir’) en Venezuela y en otros países del área caribeña: El venezolano es “pantallero y echón” (Analítica 28/8/2001). Véanse también sobre este punto los § 9.7a y ss.

6.11k El sufijo -ica da lugar a algunos nombres de persona de base verbal, como en llorar > llorica, usado en España: un llorica, una llorica. Se emplea la variante con -s (un lloricas, una lloricas) en algunos países centroamericanos (entre ellos Costa Rica), a veces en alternancia con un lloreras o una lloreras. A este mismo grupo de nombres de persona, también usados como adjetivos, pertenecen quejica (de quejarse) y acusica (de acusar). El último se emplea en España, donde se registra asimismo acusique, y también en México, donde alterna con acusiche. Se prefiere acuseta en Venezuela y otros países del área caribeña, así como en algunos del área andina; acusetas, en parte de Centroamérica, y acusete, en Chile y el Perú:

Yo en Primaria era acusetísima (CREA oral, Venezuela); Es un chivato acusique (Confidencial [Esp.] 8/5/2007); […] niña sabihonda acusetas con anteojos y la cara manchada por el sol (Rossi, María); ¡Acusar no!, nunca fue acusica (Ortiz, L., Luz); La que busca el apoyo adulto es acusete (Hoy [Chile] 6/1/1997).

Con base nominal o adjetival, se forman cobardica y miedica, raros fuera de España.

6.11l En México y en Centroamérica se forman sustantivos deverbales de persona con el sufijo -iche, como el ya citado acusiche, o como habliche y metiche (el último, también de uso común en Chile y en los países andinos). Puede agregarse a este paradigma pediche o pidiche, que significa ‘pedigüeño’ en El Salvador y en otros países centroamericanos.

6.11m Con el sufijo -ín/-ina se crean unos pocos derivados de persona, igualmente deverbales. Se elige la variante -arín (o el interfijo -ar-) en bailarín, danzarina. También en el adjetivo cantarín. Seleccionan -anchín (o el interfijo -anch-) parlanchín y hablanchín (poco usado). Por influencia de estas formas, ha surgido la variante incorrecta espadanchín (en lugar de espadachín). Se registra hablantín en México, Centroamérica, Chile y parte del área andina: Se trata de […] un inquieto rubio hablantín (algo que sí sacó de su padre) (Día [Pan.] 2/5/2007). Entre los sustantivos de este grupo que designan cosas materiales están transportín (usado en España y en el Río de la Plata, y quizás influido por el francés strapontin), además de balancín y pegatina. Sobre el sufijo -ín/-ina como formador de diminutivos, véase el § 9.1l.

6.11n Se mencionó en el § 6.11k el uso de -ete, -eta y -etas en algunos países americanos. En la lengua juvenil del español europeo se documentan algunas formaciones con los sufijos -ota, -eta y -ata, a menudo de sentido despectivo: pasota se asocia con pasar (‘desentenderse’): Tampoco se puede decir que el protagonista […] sea un pasota, pues en realidad no pasa de nada (País [Esp.] 1/11/1980). Drogata (‘drogadicto’) alterna con drogota, y fumeta (‘fumador de droga’) lo hace con fumata. Se usan también sociata por socialista, y segurata por guardia de seguridad. Designan cosas materiales, en esa misma variedad lingüística, bocata (‘bocadillo’), cubata (‘cubalibre’), tocata (‘tocadiscos’) y ordenata (‘ordenador’). Cabe aislar el sufijo -ca en yudoca y karateca, sustantivos en los que no se elide la vocal final de la base.

6.11ñ Los sufijos vocálicos, característicos de los nombres de acción y efecto (§ 5.6 y 5.7), dan lugar a unos pocos nombres de persona. Se forman con el sufijo -a: ayuda (de cámara), escolta (de escoltar en el análisis sincrónico, pero del it. scorta en el diacrónico), escucha, espía, guía y recluta, entre otros, todos comunes en cuanto al género (§ 2.4-6). Es opaco morfológicamente el sustantivo tránsfuga (lat. transfŭga ‘desertor’). Es solo femenino visita, que se asimila a este grupo en construcciones como atender a una visita. Este sustantivo puede designar en singular una o varias personas, al igual que el citado presidencia5.11b). Se usa maula (‘cobarde’) en el Río de la Plata. Unos lo interpretan como derivado de maular (‘maullar’) y otros como herencia del árabe mawlá (‘infiel convertido al Islam por conveniencia’): Una noche sentirá venir la muerte y no tendrá miedo, pero gemirá como un maula (Dolina, Ángel). En Chile se emplea maula con la acepción de ‘trampa, engaño’.

6.11o Se forman con el sufijo -e los nombres de persona comunes en cuanto al género enlace y contraste (el último, ya desusado, se refiere a quien tiene cierta ocupación relacionada con la orfebrería). A la misma pauta corresponden ligue (más usado en el español europeo) y, con el mismo significado, arrastre en las áreas rioplatense y caribeña continental. Estos sustantivos se asimilan a los nombres epicenos (§ 2.9), por tanto, solo se utilizan como masculinos, aunque se refieran a una mujer. En Venezuela tiene un sentido similar resuelve, que se usa como nombre de persona, además de con el sentido descrito en el § 5.6w. Poseen moción de género adivino/adivina, pillo/pilla y tuno/tuna, que alterna con tunante. Si se extiende este grupo a los nombres de animales, se puede agregar el epiceno somorgujo (‘ave que somorguja’, es decir, ‘que bucea’). Sobre los numerosos nombres de instrumento terminados en -a, -e, -o (barreno, cerca, empalme, pico, etc.), véase el § 5.6s.

6.11p Entre los nombres que designan seres animados, se encuentran los que hacen referencia a crías o cachorros de animales, que se construyen con varios sufijos. Se forman con -ezno gamezno, lobezno, osezno, pavezno, viborezno, entre otros derivados. Se usaba lagartezna por lagartija en la lengua antigua. Con -ato se forman ballenato, cervato, cigüeñato, jabato, lobato, yeguato; con -ino, anadino, ansarino y palomino; con -ón, anadón, ansarón, perdigón, y con -ucho, aguilucho. Con escasas excepciones (osezna, lobezna y algunos más), estos sustantivos carecen de alternancia de género, puesto que casi todos son epicenos (§ 2.9). No obstante, unos pocos admiten también usos adjetivales, sea como adjetivos calificativos o como relacionales y, en ese caso, concuerdan en género y número con el sustantivo:

El licántropo, desprovisto de toda ferocidad lobezna y reducido a la pura condición peluda, descubre que a la larga es mejor ser como todos (Hoy [Chile] 5/5/1986); La población osezna ocupaba a principios de siglo toda Europa, Estados Unidos y las montañas de África (Mundo [Esp.] 2/6/1996).

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
recategorización, sustantivación

 

Nueva gramática de la lengua española
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