Morfología

3. El número

3.1 Introducción. Manifestaciones gramaticales del número

3.1a La categoría gramatical de número expresa la propiedad que poseen los nombres y los pronombres de referirse a un ser o a varios, como en árbol/árboles; quien/quienes; alguno/algunos. El número expresa, por tanto, unidad o pluralidad en estas clases de palabras. En las demás que lo ponen de manifiesto (adjetivos, determinantes y verbos), no constituye, por el contrario, una categoría informativa, en el sentido de ‘interpretable semánticamente’, ya que aparece en ellas por efecto de la concordancia. El número gramatical presenta dos formas flexivas: el singular y el plural: libro/libros; esta/estas; nuestro/nuestros; come/comen.

3.1b La concordancia de número se da en el interior del grupo nominal, además de entre el nominal y el verbal. Así, en los soleados días veraniegos, es el sustantivo días el que informa de que ese grupo nominal designa varias entidades. Concuerdan con él en número el artículo los y los adjetivos soleados y veraniegos. Análogamente, todas las palabras que aparecen en la oración Aquellos otros intentos resultaron vanos poseen rasgos de número, pero este solo es informativo en el sustantivo intentos. El grupo nominal que ejerce la función de sujeto (aquellos otros intentos) recibe el rasgo de plural de su núcleo nominal intentos. Este rasgo ha de ser reflejado por el verbo (resultaron) y también por el atributo (vanos). Como se explicó en el apartado anterior, los rasgos de número solo son informativos en nombres y pronombres. Si, en lugar del ejemplo que se acaba de proponer, se considera la variante Aquellos otros resultaron vanos, el elemento informativo sería el pronombre otros, pero cabe también suponer que podría ser un núcleo nominal tácito (aquellos otros Ø) si se opta por dar cabida a estas unidades en el análisis sintáctico. En los § 19.2j y ss. se explica por qué se considera razonable esta inclusión.

3.1c Existe relación estrecha entre los rasgos de género y número, puesto que, de los tres géneros que existen en el sistema gramatical del español —masculino, femenino y neutro—, el plural se aplica solo a las formas que presentan los dos primeros. Carecen, pues, de plural todas las palabras que poseen género neutro en español: ello, esto, eso, aquello, qué (en ¿Qué quieres?), nada, etc. La forma lo es neutra, y por tanto singular, usada como artículo (lo bueno) y, en una de sus interpretaciones, como pronombre personal (Pretendía asistir, pero no lo permitieron). Carecen de plural algunos cuantificadores, como alguien, nadie o cada (pero véase el § 48.1c sobre uso dialectal y popular de nadies y naides). Otros, en cambio, solo presentan esta forma (varios/varias), ya que su relación con el singular (vario/varia) está fuertemente restringida, como se explica en el § 13.9c. En los usos mayestáticos o en los de humildad (creemos por creo: § 3.8w), el plural de algunos pronombres designa un solo individuo. Así, en Nos el Rey, etc., ordenamos y mandamos […] (Ángeles, Consideraciones), tanto el verbo como el sujeto poseen rasgos de plural, pero no son propiamente informativos, ya que se habla aquí de una sola persona, como revela la aposición el rey. Estos usos se analizan en los § 16.2n, ñ.

3.1d Otros pronombres (que, se) no presentan en ningún contexto rasgos morfológicos de número, y tampoco de género. No obstante, entienden algunos autores —y se aceptará aquí— que estas informaciones no segmentales no dejan de estar presentes de forma abstracta en dichas palabras. Repárese, por ejemplo, en que el sujeto de estaban en las habitaciones que estaban vacías no es las habitaciones, sino la forma que. Ha de concordar, por tanto, el sujeto de estaban (el pronombre que) con este verbo en número y persona, y también ese mismo sujeto con el adjetivo vacías en género y número. Cabe pensar que la concordancia «relativo–antecedente» es la que proporciona al pronombre que de forma abstracta los rasgos de género y número que se requieren en la concordancia «sujeto–verbo» y en la del tipo «sujeto–atributo». Existen razones similares para suponer otros procesos abstractos análogos a estos. Sobre la concordancia indirecta entre ellos y solos en oraciones como Ellos desean estar solos, véase el § 26.8h.

3.1e En la mayor parte de los casos, a cada sustantivo le corresponde un solo género. En los § 2.4a y ss. se comprueba que existen algunas excepciones, fundamentalmente la representada por los llamados sustantivos comunes en cuanto al género. La situación es diferente en lo que se refiere al número, ya que a cada sustantivo le corresponden dos números: singular y plural. También en este caso existen excepciones, puesto que algunos nombres se usan solo en plural (exequias: § 3.8f y ss.) y otros, solo en singular (caos: § 3.8a y ss.). No constituyen propiamente excepción los sustantivos que no presentan formas distintas para las dos variantes (crisis), ya que también a ellos les corresponden los dos números (una crisis ~ varias crisis). A pesar de estos casos particulares, que se estudiarán en el presente capítulo, es correcto afirmar que, mientras que el género de los nombres está determinado por el propio sustantivo, en el caso del número es el hablante el que escoge con libertad entre el singular y el plural, lo que muestra que el número está incardinado más claramente que el género en los procesos sintácticos del idioma.

3.1f Existen muchos indicios de que la concordancia de número de las palabras que lo manifiestan está restringida sintácticamente. Así, el artículo subrayado en […] con sus ricos balcones interiores, semejantes a los de un teatro (Carpentier, Concierto) no concuerda directamente con el sustantivo balcones, que aparece en otra oración, sino con un núcleo nominal tácito o nulo (los Ø de un teatro), cuyo antecedente es balcones15.7a y ss.). También en estos casos puede decirse que concuerda el artículo con el sustantivo sobre el que incide. Como se explica en los § 1.9o y 19.2j y ss., algunos autores extienden este análisis a los pronombres cuantificativos. Desde este punto de vista, el sujeto de la oración Algunos se levantaron y se fueron, se analiza en la forma [algunos Ø], de forma que algunos concuerda con los rasgos de número (también de género) del núcleo nominal tácito.

3.1g En el § 15.7g se explica que ciertas asimetrías sintácticas, como las que se dan en las construcciones de elipsis nominal que se acaban de mencionar, ponen asimismo de manifiesto las repercusiones de los rasgos de número en el ámbito de la sintaxis. Así, es aceptable la construcción la hija de Ana y las de Luisa, a pesar de la diferencia en los rasgos de número entre hija y las. La lengua rechaza, en cambio, *el hijo de Ana y la de Luisa por la diferencia en los rasgos de género entre hijo y la. Como se ve, un sustantivo elidido puede modificar su número para adaptarlo al de su antecedente, mientras que no puede llevar a cabo el mismo proceso con su género. Los diccionarios clásicos suelen registrar como lemas solo aquellas formas de plural que plantean dudas o constituyen excepciones, puesto que las formas regulares obedecen a reglas morfológicas de fácil aplicación y alto rendimiento. A diferencia del género, el número no constituye, por consiguiente, una marca léxica que haya de asociarse individualmente con cada palabra.

3.1h El plural es, como se ha explicado, una manifestación morfológica de las palabras, pero la pluralidad es una noción más abarcadora. En casi todos sus usos, el plural representa, en efecto, un segmento morfológico, o un morfema, que puede mostrar diversas variantes, como se explicará en este capítulo. No obstante, la pluralidad se expresa también léxicamente en los numerales, como en Llegaron cuatro. Tanto si se analiza cuatro como pronombre numeral, como si se entiende que incide sobre un núcleo nominal tácito (§ 21.1e: Llegaron cuatro Ø), el verbo llegaron refleja aquí rasgos de plural que corresponden a su sujeto y que no poseen ningún exponente morfológico. Los sustantivos numerales, por el contrario, se asimilan a los demás nombres comunes, y están sujetos a la variación de número:

¡Cómo estaría de mal, que la última me la ganó con un par de ochos, Mico! (Wolff, Kindergarten); Los dieces se los repartieron nada menos que 10 gimnastas (País [Esp.] 2/8/1984); Otro nueve. ¿No sacas tú muchos nueves? (Benet, Región).

Expresan asimismo léxicamente la noción de pluralidad los nombres no contables, como en acumular arena12.2a y ss.), y los colectivos, como en El ejército se dispersó12.4a y ss.). Como se explica en los apartados a los que se remite, la pertenencia de algunos sustantivos a estas clases nominales tiene numerosas consecuencias léxicas y sintácticas, pero escasas repercusiones morfológicas.

3.1i Los grupos nominales genéricos se pueden construir en singular, como en El lobo es un animal carnívoro. En estos casos, una clase de entidades representa a la vez un conjunto de ellas, por lo que estas afirmaciones informan acerca de grupos de seres. Se analiza el valor genérico del artículo en los § 15.8a y ss. En el § 14.7r se explica que algunos grupos nominales de interpretación distributiva construidos en singular alternan con otros en plural sin dar lugar a diferencias notables de significación, como en Abróchense el cinturón ~ Abróchense los cinturones. Se observa la misma alternancia en estos ejemplos:

Los hombres se quitaban el sombrero para entrar, y a través de las ventanas escapaban llantos y lamentaciones (Montero, M., Capitán); Los músicos van entrando por el patio de butacas […] quitándose los sombreros para saludar (Martín Recuerda, Arrecogías); Siempre me han dado pena los del norte, con su paraguas a cuestas todo el día y parte de la noche (Gala, Petra); Caen las últimas gotas y los transeúntes siguen su camino con sus paraguas negros y grandes (Leguineche, Camino).

En efecto, aunque en el primero de estos ejemplos aparece en singular el grupo nominal el sombrero, no se hace referencia con él a un solo sombrero, sino a tantos como designe el grupo nominal con el que ha de asociarse: los hombres. Ello hace pensar que estos grupos nominales de interpretación distributiva se asimilan a otras expresiones referenciales dependientes. En el § 16.6i se muestra que, aunque aparezcan en singular, expresiones como su perro no designan un solo perro en Todo el mundo trata bien a su perro (en una de sus interpretaciones), sino más bien tantos perros como individuos pueda denotar la expresión todo el mundo. Como se ve, son muchas las formas en las que un grupo nominal en singular puede denotar pluralidad, y todas ellas deben ser tenidas en cuenta como parte del análisis gramatical. En las secciones siguientes se analizará el plural como concepto morfológico. En la última sección del capítulo (§ 3.8) se estudiarán los sustantivos que se presentan solo en singular o solo en plural, y se distinguirán los varios factores que determinan su interpretación en esos contextos.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
concordancia, (género) neutro, número, plural, singular

 

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